07.05.2013 Views

Reproducción biológica y social de la población uruguaya

Reproducción biológica y social de la población uruguaya

Reproducción biológica y social de la población uruguaya

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“No, no sé... (se ríe)... es algo que ni siquiera lo quiero pensar... No sé qué<br />

haría.” (Norberto, NSEM, sin hijo)<br />

Esta condición <strong>de</strong> imposición <strong>de</strong> un hecho que pue<strong>de</strong> irrumpir en sus vidas<br />

alterando <strong>la</strong> continuidad existencial, se agrava en tanto que no se maneja como<br />

posibilidad –en el discurso recogido en <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> estas entrevistas– <strong>la</strong> opción<br />

<strong>de</strong> interrupción <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> embarazo.<br />

“Si fue un error o no fue un error, es un hijo, digo, un ser humano, una<br />

persona, y ta, yo digo, yo no <strong>la</strong> <strong>de</strong>jaría, pero andá a saber lo que hace el<strong>la</strong>...”<br />

(Gerardo, NSEB, sin hijo)<br />

“No, sí yo también trataría <strong>de</strong> ver <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> no tenerlo ¿no?, pero<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un caso <strong>de</strong> bueno, ta, llegar a eso <strong>de</strong> tenerlo, bueno encararía...”<br />

(Mario, NSEB, sin hijo)<br />

“... porque más allá <strong>de</strong> si a mí no me cae mucho <strong>la</strong> chiquilina, pero ta... quedó<br />

embarazada, o lo que sea, más que nada porque... lo que lleva en su vientre<br />

es hijo mío también ¿no? Entonces ya te digo, <strong>la</strong> criatura nunca va a tener <strong>la</strong><br />

culpa. Y ahí ta... me tendría que poner <strong>la</strong>s pi<strong>la</strong>s. Nada más que por el hijo,<br />

¿no? Digo... capaz que si tuviera que cortar re<strong>la</strong>ciones con el<strong>la</strong>, como quien<br />

dice no seguir con el<strong>la</strong> ta, no se sigue, pero a tu hijo no le pue<strong>de</strong> faltar nada.”<br />

(David, NSEM, sin hijo)<br />

Se muestran así entrampados en el vértigo <strong>de</strong> <strong>la</strong> imposición que parece volverse<br />

ineludible en virtud <strong>de</strong> mandatos morales <strong>de</strong> fuerte impregnación ju<strong>de</strong>o-cristiana<br />

que no les son conscientes. Estos mismos mandatos alimentan los i<strong>de</strong>ales<br />

y <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>ologías <strong>de</strong> género que sustentan su cotidianeidad, dando sentido a sus<br />

procesos <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> subjetividad, y son a su vez, el zócalo que subyace al<br />

imaginario <strong>social</strong> dando cuenta <strong>de</strong> lo que es masculino y lo que es femenino.<br />

El conjunto se nutre <strong>de</strong> matices aportados por <strong>la</strong> propia condición <strong>de</strong> adolescencia,<br />

por <strong>de</strong>fi nición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista psicológico, egocéntrica, narcisista y<br />

fuertemente individualista con momentos <strong>de</strong>fensivos <strong>de</strong> anu<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> alteridad<br />

en tanto ésta amenaza <strong>la</strong> integridad yoica.<br />

Pero supongamos, que, bueno, que tuvieras un hijo, ¿no?<br />

“Me mato... Mirá, <strong>la</strong> verdad se me cortarían muchas cosas, muchos proyectos<br />

que tengo, cosas que quiero hacer, me parece que se me cortaría... se<br />

me cortaría <strong>la</strong> adolescencia en parte, yo qué sé... es algo que no quiero...”<br />

(Norberto, NSEM, sin hijos)<br />

En cualquier momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida el varón verá, con el advenimiento <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> paternidad asumida, radicalmente alterada <strong>la</strong> existencia que hasta entonces<br />

llevaba, con el agregado <strong>de</strong> nuevos confl ictos que habrán <strong>de</strong> sumarse a los ya<br />

existentes, situación que adquiere mayor dramatismo en <strong>la</strong> adolescencia. Konichechis<br />

(2004) sostiene que no <strong>de</strong>bería l<strong>la</strong>mar a asombro que los adolescentes<br />

210

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!