REGLA DE NUESTRO PADRE SAN BENITO - OCist
REGLA DE NUESTRO PADRE SAN BENITO - OCist
REGLA DE NUESTRO PADRE SAN BENITO - OCist
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
117<br />
Capítulo 61º: LA ACOGIDA <strong>DE</strong> LOS<br />
MONJES FORASTEROS<br />
i algún monje forastero que viene de<br />
una región lejana desea habitar en el<br />
monasterio, 2 si le satisfacen las costumbres<br />
que en él encuentra y no<br />
perturba con sus vanas exigencias al monasterio, 3 sino que<br />
simplemente se contenta con lo que halla, sea recibido por<br />
todo el tiempo que él quiera. 4 Y, si hace alguna crítica o<br />
indicación razonable con una humilde caridad, medite el<br />
abad prudentemente si el Señor no le habrá enviado precisamente<br />
para eso.<br />
5<br />
Si más adelante desea incorporarse definitivamente al<br />
monasterio, no se le rechace su deseo, ya que se pudo conocer<br />
bien su tenor de vida durante el tiempo que permaneció<br />
como huésped. 6 Mas si durante su estancia se vio que<br />
es un exigente o un vicioso, 7 no solamente tendrán que denegarle<br />
su vinculación a la comunidad monástica, sino que<br />
han de invitarle amablemente a que se vaya, para que no se<br />
corrompan los demás con sus desórdenes. 8 Mas si, por el<br />
contrario, no merece ser despedido, no sólo ha de admitírsele<br />
como miembro de la comunidad, si él lo pide, 9 sino<br />
que han de convencerle para que se quede, con el fin de que<br />
con su ejemplo edifique a los demás 10 y porque en todas<br />
partes se sirve a un mismo Señor y se milita para el mismo<br />
rey. 11 El abad podrá incluso asignarle un grado superior, si<br />
a su juicio lo merece. 12 S<br />
10 Jun.<br />
12 Sep.<br />
15 Dic.<br />
8 Mar.<br />
Y no sólo a cualquier monje, sino<br />
también a los que pertenecen al orden sacerdotal y clerical,<br />
de quienes ya hemos tratado, podrá el abad ascenderlos a<br />
un grado superior al que les corresponde por su ingreso, si<br />
cree que su vida se lo merece.<br />
13<br />
Pero el abad nunca recibirá a un monje de otro monasterio<br />
para vivir allí sin el consentimiento de su propio