REGLA DE NUESTRO PADRE SAN BENITO - OCist
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106<br />
gidos los huéspedes, se les llevará a orar, y después el superior<br />
o aquel a quien mandare se sentará con ellos. 9 Para su<br />
edificación leerán ante el huésped la ley divina, y luego se<br />
le obsequiará con todos los signos de la más humana hospitalidad.<br />
10 El superior romperá el ayuno para agasajar al<br />
huésped, a no ser que coincida con un día de ayuno mayor<br />
que no puede violarse; 11 pero los hermanos proseguirán<br />
guardando los ayunos de costumbre. 12 El abad dará aguamanos<br />
a los huéspedes, 13 y tanto él como la comunidad entera<br />
lavarán los pies a todos los huéspedes, 14 Al terminar<br />
de lavárselos, dirán este verso: «Hemos recibido, ¡oh Dios!,<br />
tu misericordia en medio de tu templo».<br />
15 Pero, sobre todo, se les dará una acogida especial a<br />
los pobres y extranjeros, colmándoles de atenciones, porque<br />
en ellos se recibe a Cristo de una manera particular; pues el<br />
respeto que imponen los ricos, ya de suyo obliga a honrarles.<br />
* 16 Haya una cocina distinta para el abad y los huéspedes,<br />
con el fin de que, cuando lleguen los huéspedes, que<br />
nunca faltan en el monasterio y pueden presentarse a cualquier<br />
hora, no perturben a los hermanos. 17 Cada año se encargarán<br />
de esa cocina dos hermanos que cumplan bien ese<br />
oficio. 18 Y, cuando lo necesiten, se les proporcionará ayudantes,<br />
para que presten sus servicios sin murmurar; pero,<br />
cuando estén allí menos ocupados, saldrán a trabajar en lo<br />
que se les indique. 19 Y esta norma se ha de seguir en estos<br />
y en todos los demás servicios del monasterio: 20 cuando<br />
necesiten que se les ayude, se les dará ayudantes; pero,<br />
cuando estén libres, obedecerán en lo que se les mande.<br />
21 La hospedería se le confiará a un hermano cuya alma<br />
esté poseída por el temor de Dios. 22 En ella debe haber suficientes<br />
camas preparadas. Y esté siempre administrada la<br />
casa de Dios prudentemente por personas prudentes.<br />
23 Quien no esté autorizado para ello no tendrá relación<br />
alguna con los huéspedes, ni hablará con ellos. 24 Pero, si se<br />
encuentra con ellos o les ve, salúdeles con humildad, como