LA FE POR LA CUAL VIVO - Iglesia Adventista Agape
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compareció ante los sacerdotes y saduceos, presentó claramente el hecho de que el arrepentimiento es un don<br />
de Dios. Hablando de Cristo, declaró: 'A éste ha Dios ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para<br />
dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados.' El arrepentimiento es un don de Dios tanto como lo son el<br />
perdón y la justificación, y no puede experimentarse a menos que el alma lo reciba de Cristo. Somos atraídos a<br />
Cristo en virtud de su gracia y poder. La gracia, de la contrición viene de él y de él procede también la<br />
justificación."-1 SM 390, 391.<br />
"Quien desee experimentar un verdadero arrepentimiento, ¿qué debe hacer?<br />
Debe acudir a Jesús tal cual es y sin demora."-Id. 393. 113<br />
Miércoles 15 de abril <strong>LA</strong> JUSTICIA DE CRISTO ES SUFICIENTE<br />
Mas ahora sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas: la justicia<br />
de Dios por la le de Jesucristo, para todos los que creen en él; porque no hay diferencia. Romanos 3: 2l, 22.<br />
"Aquellos a quienes el cielo reconoce como santos son los últimos en alardear de su bondad. El apóstol Pedro<br />
llegó la ser fiel ministro de Cristo, y fue grandemente honrado con la luz y el poder divinos; tuvo una parte<br />
activa en la formación de la iglesia de Cristo; pero Pedro nunca olvidó la terrible vicisitud de su humillación;<br />
su pecado fue perdonado; y sin embargo, él bien sabía que para la debilidad de carácter que había ocasionado<br />
su caída sólo podía valer la gracia de Cristo. No encontraba en sí mismo nada en qué gloriarse.<br />
"Ninguno de los apóstoles o profetas pretendió jamás estar sin pecado. Los hombres que han vivido más<br />
cerca, de Dios, que han estado dispuestos a sacrificar la vida misma antes que cometer a sabiendas una acción<br />
mala, los hombres a los cuales Dios había honrado con luz y poder divinos, han confesado la pecaminosidad<br />
de su propia naturaleza. No han puesto su confianza en la carne, no han pretendido tener ninguna justicia<br />
propia, sino que han confiado plenamente en la justicia de Cristo. Así harán todos los que contemplen a<br />
Cristo."-LP 148, 149.<br />
"Es precioso el pensamiento de que la justicia de Cristo nos es imputada, no por mérito de nuestra parte, sino<br />
como don gratuito de Dios. El enemigo . . . no quiere que esta verdad sea presentada. . . porque sabe que si la<br />
gente la recibe . . . habrá perdido su poder sobre ella."-OE 169. 114<br />
Jueves 16 de abril <strong>LA</strong> JUSTICIA SE OBTIENE <strong>POR</strong> <strong>LA</strong> <strong>FE</strong><br />
Mas al que no obra, pero cree en aquél que justifica al impío, la fe le es contada por justicia. Romanos 4: 5.<br />
"La fe que es para salvación, no es una fe casual, no es un mero asentimiento del intelecto: es una fe arraigada<br />
en el corazón que acepta a Cristo como Salvador personal. . . . El pecador a punto de perecer, puede decir:<br />
'Soy un pecador perdido; pero Cristo vino para buscar y salvar lo que se había perdido. El dice: No vine a<br />
buscar a justos sino a pecadores al arrepentimiento. Soy pecador y él murió en la cruz del calvario para<br />
salvarme. No necesito estar perdido ni un momento más. El murió y resucitó para mi justificación. Y me<br />
salvará ahora. Acepto el perdón que él ha prometido.'<br />
"La gran obra que se realiza en bien del pecador manchado de pecado, es la obra de justificación. Por Aquel<br />
que habla verdad, el pecador es declarado justo. El Señor imputa al pecador la justicia de Cristo y lo declara<br />
justo ante el universo. Transfiere sus pecados a Jesús, representante, sustituto y fiador del pecador. Sobre<br />
Cristo coloca la iniquidad de cada alma que cree....<br />
"Por medio del arrepentimiento y la le, nos libramos del pecado y miramos al Señor, nuestra justicia. Jesús<br />
sufrió, el Justo por los injustos. . . . Habiéndonos justificado por la imputada justicia de Cristo, Dios nos<br />
declara justos y nos trata como justos. Nos mira como sus amados hijos. Cristo obra contra el poder del<br />
pecado y, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. 'Justificados pues por la fe, tenemos paz para con<br />
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo: por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la<br />
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.' -1 SM 391-394. 115<br />
Viernes 17 de abril VESTIDOS DE SU JUSTICIA<br />
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió de vestidos de salud,<br />
rodeóme de manto de justicia, como a novio me atavió y como a novia compuesta de sus joyas. Isaías 61: 10.<br />
"Unicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de<br />
Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente. 'Yo te<br />
amonesto -dice él- que de mi compres . . . vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu<br />
desnudez.'<br />
"Este manto, tejido en el telar del cielo, no tiene un solo hilo de invención humana, Cristo, en su humanidad,<br />
desarrolló un carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosotros este carácter. 'Como trapos asquerosos son<br />
todas nuestras justicias.' Todo cuanto podamos hacer por nosotros mismos está manchado por el pecado. Pero<br />
el Hijo de Dios 'apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.' Se define el pecado como la<br />
'transgresión de la ley.' . . .