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1 - Memoria Chilena

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Chile! y la Canci6n Nacional dieron un aire dieciochesco a1<br />

mes invernal.<br />

Notificado el Presidente Balmaceda de 10s acontecimien-<br />

tos del Norte Grande, y conocedor de 10s graves problemas<br />

sociales de la pampa, actu6 con destreza politica.<br />

Ya anteriormente, habia descubierto la capacidad y ener-<br />

gia de la clase obrera y era posible que pudiera aprovechar-<br />

la para presionar a sus enemigos. (1). Tlcticamente, respon-<br />

di6 a1 alarmante telegrama del comercio salitrero: “Deseo que<br />

Uds. digan cu5les son las exigencias de 10s huelguistas y que<br />

pasos han dado Uds. para una inteligencia razonable y equi-<br />

tativa con 10s trabajadores”.<br />

Esta frase serena y estimulante del Jefe de la Naci6n<br />

entusiasm6 a 10s obreros pampinos. Era la primera vez que<br />

escuchaban la voz del gobierno, indicando con altura y ele-<br />

vaci6n el examen de sus problemas. Con este fuerte respaldo<br />

moral, 10s pliegos de peticiones adquirieron mayor firmeza<br />

en manos de todos 10s administradores de las “oficinas sali-<br />

treras”.<br />

Las reivindicaciones no tenian nada de “sediciosas” y<br />

menos a6n atentaban contra las normas acostumbradas, en<br />

ese tiempo, respecto del “sagrado derecho de propiedad”. To-<br />

dos 10s puntos se limitaban a exigir el cumplimiento de las<br />

promesas de 10s “enganchadores”, empresarios que 10s habian<br />

trasladado desde sus provincias a1 desierto. En suma, que se<br />

hiciera regir las leyes generales del pais, la honradez en las<br />

pulperias y se pusiera fin a las arbitrariedades en el pago de<br />

10s jornales tratados.<br />

___<br />

(1)<br />

Luis Galdamez y Enrique Blanchard-Chessi, historiadores serios,<br />

docunientados y a la vet progresistas. erradamente atribuyen a1 presidentc<br />

ser el incitador secret0 y subterrhneo de la huelga. En realidad,<br />

actu6 con habilidad maquiavt%ca, es decir, aprovech6 todas las dificultades<br />

sociales. en la medida de sus posibilidades; pero, la actividad proletaria<br />

es independiente de un politico particular, por muy influycnte<br />

que sea. Naturalmente me refiero a un politico, que no representa<br />

directamente 10s intereses de la clase obrera. En este caso, JosC Manuel<br />

Balmaceda. Su actuaci6n objetira two dos periodos: primero, externamente,<br />

apoy6 a 10s hue1,guistas; y c1espui.s. imponientlo la autoridad militar,<br />

hizo nula SII actuaci6n inicial.<br />

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