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Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

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control de esa aduana puesta en sus manos por la providencia. Rivadavia fue y<br />

debía ser su hombre, aunque por poco tiempo.<br />

La ley de enfiteusis y su secreto<br />

Los exégetas de Rivadavia han consagrado muchas vigilias a estudiar la Ley<br />

de Enfiteusis, que probaría el carácter visionario del reformador. Habríase<br />

propuesto don Bernardino echar <strong>las</strong> bases jurídicas de la distribución racional de<br />

la tierra, con el propósito de poblar la campaña de una manera capitalista y asegurar<br />

un régimen agrario burgués, es decir moderno. La enfiteusis daba al Estado el<br />

dominio de la tierra no escriturada, vale decir, la mayor parte del campo argentino,<br />

pues <strong>las</strong> comunidades indígenas, los labradores y los gauchos nómades no requerían<br />

para el usufructo de la tierra sino la posesión virtual. Los fines teóricos de la Ley<br />

se disolvieron en <strong>las</strong> manos rapaces de los especuladores, terratenientes y<br />

ganaderos, únicos usufructuarios de la supuesta utopía rivadaviana. Fueron los<br />

Anchorena, Lezica, Díaz Vélez, Viamonte, Dorrego, los más grandes enfiteutas.<br />

Los campesinos colonizadores europeos que debían venir a trabajar <strong>las</strong> tierras<br />

públicas, según la letra de la ley, o fueron atemorizados y expulsados por los<br />

terratenientes y ganaderos de la época, o prefirieron llegar al país seis décadas<br />

más tarde, pues los prudentes gobiernos europeos no veían utilidad momentánea<br />

en emprender semejante aventura colonizadora que tampoco era exigida por la<br />

situación económico social de esos países. Eran mucho más convenientes, en ese<br />

momento, la intriga diplomática, la balcanización, el empréstito tramposo 12 .<br />

La Ley de Enfiteusis amplió el asalto de la tierra pública y marcó en realidad<br />

el nacimiento de nuestra oligarquía terrateniente. La distribución a voleo de la<br />

tierra encontró una causa accesoria en la pobreza fiscal, incapaz de sufragar los<br />

abultados presupuestos de sueldos militares creados por la guerra de la<br />

Independencia y los conflictos civiles. A falta de dinero, los militares obtuvieron<br />

tierras, casi inmediatamente enajenadas en manos especuladoras.<br />

Bajo el gobierno de Rosas este sistema alcanzó gran desarrollo. En 1840,<br />

cincuenta familias bonaerenses poseían 160 estancias con un total de 2.093 leguas.<br />

La Sociedad Rural Argentina (nos referimos a la predecesora histórica y política<br />

de la actual, acerca de cuya existencia ésta última guarda un decoroso silencio),<br />

fue una de <strong>las</strong> más activas participantes en esa operación de saqueo sin precedentes<br />

a una tierra que la ley destinaba a la colonización. La tentativa de la burguesía<br />

mercantil porteña de crear una agricultura capitalista estrechamente ligada a sus<br />

protectores británicos se habría desvanecido en la inmensidad pampeana 13 . En<br />

REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 99

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