Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
manos con los cuerpos del Ejército de los Andes que se hallaban en<br />
la provincia de Cuyo, siento el honor de asegurar a V.E. que a<br />
un solo aviso estaré con mi provincia en masa a esperar a V.E.<br />
en el Desmochado para llevarlo en triunfo hasta la plaza de la<br />
Victoria 17 bis .<br />
Los generales se hacen caudillos<br />
La desobediencia de San Martín garantizó la libertad de Chile y del Perú, y<br />
arrojó una significativa luz sobre el sentido profundo de nuestras guerras civiles.<br />
Su correspondencia con el caudillo Estanislao López de Santa Fe, revela en todo<br />
caso que el libertador del Nuevo Mundo no veía en el caudillaje alzado la<br />
encarnación de fuerzas caóticas y diabólicas. Del mismo modo, sus juicios<br />
posteriores sobre Rivadavia y el clan unitario porteño, indican que en el<br />
pensamiento sanmartiniano no se confundían el liberalismo de la revolución<br />
hispanoamericana con el librecambismo rivadaviano y sus socios británicos. San<br />
Martín era el político continental de una gran nación posible. Rehusó poner su<br />
espada al servicio de los ganaderos y comerciantes de Buenos Aires y pagó esa<br />
decisión con su muerte política y militar 18 .<br />
Años después, San Martín escribió al chileno Pedro Palezuelos:<br />
Tenga usted presente lo que se siguió en Buenos Aires por el<br />
célebre Rivadavia, que empleó en sólo madera para hacer andamios<br />
para componer la fachada de lo que llaman Catedral, sesenta mil<br />
duros; que se gastaban ingentes sumas para contratar ingenieros<br />
en Francia y comprar útiles para la construcción de un canal de<br />
Mendoza a Buenos Aires; que estableció un banco en donde apenas<br />
habían descuentos; que gastó cien mil pesos para la construcción<br />
de un pozo artesiano al lado de un río y en medio de un cementerio<br />
público y todo esto se hacía cuando no había un muelle para<br />
embarcar y desembarcar los efectos, y por el contrario, deshizo y<br />
destruyó el que existía de piedra y que había costado seiscientos<br />
mil pesos fuertes en tiempo de los españoles; que el Ejército estaba<br />
sin pagar y en tal miseria que pedían limosna los soldados públicamente;<br />
en fin, que estableció el papel moneda, que ha sido la ruina<br />
REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 59