Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
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historia escrita y dejaron su marca en la historia verdadera, aquella que está por<br />
escribirse y que la inteligencia revolucionaria abrace al país desconocido.<br />
Para describir la época terrible de <strong>las</strong> masas y <strong>las</strong> <strong>lanzas</strong>, revé<strong>las</strong>e necesaria<br />
la exposición somera de la situación política por que atravesaban <strong>las</strong> viejas<br />
Provincias Unidas del Río de la Plata cuando la independencia <strong>las</strong> enfrentó a su<br />
nuevo destino.<br />
Cómo escribían una Constitución los unitarios<br />
El Congreso Nacional reunido en Tucumán en 1816 había declarado la<br />
independencia de <strong>las</strong> Provincias Unidas. La Santa Alianza levantó la cabeza con<br />
la caída de Napoleón; la restauración de Fernando VII señaló el triunfo de la<br />
España negra. La desarticulación producida en América Latina por <strong>las</strong> fuerzas<br />
centrífugas regionales ante la crisis del proceso revolucionario en España, hacía<br />
de la declaración de la Independencia un acto trágico e inevitable. Pero ni la<br />
Asamblea del año XIII ni el Congreso de 1816 habían resuelto el problema cardinal.<br />
Este era, como hemos señalado, la cuestión del puerto, de la Aduana y del crédito<br />
público. Después de tres años de tumultuosas sesiones, durante <strong>las</strong> cuales se<br />
entrechocaron tenazmente los intereses regionales irreconciliables, el Congreso<br />
reunido en Tucumán decidió trasladarse a la ciudad porteña. Esta medida obedecía<br />
al propósito de los ganaderos bonaerenses y de la burguesía comercial porteña<br />
de obtener una influencia decisiva en sus resoluciones. Se trataba de marcar con<br />
el sello de sus privilegios el espíritu y la letra de la futura Constitución9 .<br />
Durante nueve meses discutióse agriamente el texto que debía organizar la<br />
vida argentina. La Constitución del año 1819 fue el factor desencadenante de la<br />
crisis del año 20, que ya germinaba desde la caída de Moreno. El librecambismo<br />
ruinoso de los porteños, la política centralista que los rivadavianos llamarían<br />
«unitaria», y la posesión de <strong>las</strong> rentas en manos de Buenos Aires, habían convertido<br />
la primera década post revolucionaria en el prólogo de la guerra civil. La<br />
Constitución de 1819 le confirió un carácter oficial. Sancionado el 22 de abril,<br />
este documento era aún más antidemocrático que la antigua Ordenanza de<br />
Intendentes de la época colonial española: dejaba en manos de los Directores<br />
Supremos del Estado, radicados en Buenos Aires, una suma de poderes todavía<br />
mayor que la que detentaban los virreyes imperiales10 .<br />
Basta decir que los cabildos del interior carecían de facultades para designar<br />
<strong>las</strong> autoridades provinciales. Si éste era el rasgo político de la Constitución Unitaria<br />
REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 55