07.05.2013 Views

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

En 1815 aparece el famoso decreto sobre la «vagancia»: todo individuo de<br />

la campaña que no fuese propietario, sería considerado sirviente y quedaba<br />

obligado a reconocer un patrón, que le otorgaría una «papeleta», a ser visada<br />

cada tres meses, bajo pena de ser considerado «vago» 69 . Se consideraba vagancia<br />

transitar el territorio sin permiso del juez de paz. Como es lógico suponer, dicho<br />

juez era un agente de los ganaderos, propiciadores de la monstruosa ley. Los<br />

gauchos declarados «vagos» sufrían cinco años de servicio militar, o dos de<br />

conchabo obligatorio la primera vez y diez la segunda, en caso de no resultar<br />

aptos para <strong>las</strong> fatigas del ejército. Este decreto preparó la consolidación económica<br />

y política de la oligarquía bonaerense.<br />

Amparados en la ley de la vagancia, los terratenientes acapararon <strong>las</strong><br />

mejores tierras, usurparon los campos de los labradores empobrecidos que<br />

trabajaban más de 2.000 quintas productoras de trigo y otros cereales y <strong>las</strong><br />

transformaron en campos de pastoreo cercanos al puerto exportador.<br />

Muchos campesinos criollos, arruinados por la voracidad terrateniente,<br />

engrosaron <strong>las</strong> montoneras provincianas o se hicieron guerreros del ejército<br />

privado de Rosas, el gran estanciero que surgiría poco más tarde. Si esto<br />

último evitó la formación de montoneras en la provincia de Buenos Aires,<br />

fue porque la riqueza de la provincia metrópoli permitió sostener en sus<br />

opulentas estancias a grandes peonadas y soldados, que usufructuaron a su<br />

modo la situación de privilegio que toda la provincia ejercía sobre el país<br />

agotado y hambriento.<br />

La rebelión gauchesca<br />

La carne tuvo un precio fundamentalmente determinado por el mercado<br />

exterior. El sacro Registro de propiedad de ganaderos terratenientes, con el poder<br />

político en sus manos, se irguió sobre la pampa, hasta ayer sin límites. Los otros<br />

gauchos, los criollos pastores del litoral, se organizaron en montoneras; también<br />

exportadora y librecambista, asimismo ganadera, esa región carecía del privilegio<br />

porteño de la Aduana y del movimiento comercial bonaerense; los estancieros<br />

litorales no podían mantener ni ejército de línea ni ofrecer un nivel de vida al gauchaje.<br />

La montonera, la guerra civil y el saqueo fueron el único recurso que los gauchos<br />

litorales encontraron para sobrevivir 70 .<br />

El criollaje de <strong>las</strong> provincias mediterráneas, ahogado por la invasión comercial<br />

inglesa, que destruía sus industrias territoriales y por la miseria fiscal del terruño,<br />

en virtud de la absorción de <strong>las</strong> rentas nacionales por Buenos Aires, opuso sus<br />

40 | JORGE ABELARDO RAMOS

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!