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Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

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El brutal asesinato de Virasoro fue la última advertencia; todo el país miró<br />

instantáneamente a Urquiza. Pero el entrerriano ya no quería ver ni oír. Esa vieja<br />

manía del separatismo pasivo de Buenos Aires, tipificada por Valentín Alsina, y<br />

que era al fin y al cabo la indiferencia ganadera frente al interior, empezaba a ser<br />

reemplazada por una política activa, sangrienta y exterminadora, propia de la<br />

burguesía comercial. Su expresión fue Mitre, similar en esta línea a Rivadavia.<br />

Mientras Alsina (Rosas) se volvían de espaldas al país interior (guardando<br />

estrechamente la Aduana) Rivadavia Mitre eran más nacionalistas como se llamaría<br />

a sí mismo el traductor del Dante muy pronto. Es que estos últimos representaban<br />

al comercio importador y al capital extranjero, que pugnaban por «entrar» al<br />

interior. La presión de Europa era irresistible. La Presidencia de Mitre nos ofrecerá<br />

testimonios de una elocuencia sangrienta.<br />

Amenazado por todas partes, privado de recursos, huésped de Urquiza en<br />

Paraná, Derqui acudió al caudillo entrerriano, al que había nombrado Comandante<br />

en Jefe del Ejército, para comprometerlo en una política nacional. Urquiza vivía<br />

aletargado en el lujo barroco del Palacio de San José. Tenía 6.000.000 de pesos,<br />

8 estancias, 150.000 vacas y un profundo hastío. Replegado en su feudo entrerriano,<br />

satisfechas ya <strong>las</strong> reivindicaciones que lo lanzaron a <strong>las</strong> armas en Caseros, ya no<br />

podía ni quería luchar. Una placidez indefinible paralizaba su brazo. La bandera<br />

nacional había caído de sus manos y Derqui –el Interior mediterráneo– no podía<br />

recogerla. La vieja y fatídica alianza del Litoral y Buenos Aires contra el Interior<br />

(¡Estanislao López y Rosas!) pondríase nuevamente en práctica, enajenando en<br />

Pavón la posibilidad de una gran Argentina. Veamos el desenlace.<br />

En el Congreso Nacional reunido en Paraná se presentaron los diputados<br />

elegidos por Buenos Aires; pero el Congreso rechazó estos mandatos, pues <strong>las</strong><br />

elecciones se habían practicado de acuerdo a la ley provincial bonaerense, en<br />

lugar de efectuarse conforme a la ley nacional. ¿Qué había detrás de esta diferencia<br />

formal? Por la ley provincial Buenos Aires estaba dividida en distritos y elegía un<br />

mayor número de diputados que <strong>las</strong> otras provincias perpetuando así su condición<br />

de privilegiada. El Congreso Nacional rehusó aceptar esos diputados, que<br />

regresaron a Buenos Aires.<br />

La tensión aumentaba sin cesar, devorando todos los intentos de conciliación<br />

puestos en juego por Derqui. La prensa «libre» de Buenos Aires, manejada casi<br />

totalmente por periodistas uruguayos (como serían uruguayos los militares que en<br />

la presidencia de Mitre exterminarían a los últimos caudillos) creaba la atmósfera<br />

bélica. Mitre se autodenominaba abiertamente «Gobernador del Estado de Buenos<br />

Aires». Mantenía la cartera de Relaciones Exteriores, expresamente anulada por<br />

el acuerdo de Cepeda y obstaculizaba la nacionalización de la Aduana. La<br />

196 | JORGE ABELARDO RAMOS

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