07.05.2013 Views

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Importantes pasos en esa dirección habían sido dados ya con el nombramiento de<br />

62 cónsules en <strong>las</strong> principales capitales del mundo. Entre tanto, el gobierno de<br />

Paraná no podía pagar sus sueldos atrasados a Juan Bautista Alberdi. El solitario<br />

y torturado pensador argentino que defendía los intereses nacionales en Europa. 38<br />

Mitre fusila al general Costa, héroe de Martín García<br />

De pronto, un nuevo suceso conmueve a los porteños y los obliga a<br />

recordar al resto del país. Un núcleo de militares y civiles emigrados de Buenos<br />

Aires por la persecución mitrista (combatientes en la sublevación de Lagos,<br />

habían sido borrados de <strong>las</strong> listas del Ejército), invade la provincia en pequeño<br />

número, haciendo pie en Zárate. Eran alrededor de 140 hombres. A su frente<br />

venía el general Jerónimo Costa, militar distinguido en la defensa de Martín<br />

García durante el bloqueo francés de 1838. Costa era de filiación federal e<br />

intentaba derribar al gobierno separatista porteño para unir la provincia al<br />

resto de la República. Presumiblemente traicionados, fueron atacados por<br />

fuerzas numéricamente superiores al mando del coronel Mitre. ¡Triunfo<br />

espectacular!<br />

El mismo día del desembarco el gobierno de Buenos Aires había dictado<br />

un decreto en acuerdo de Ministros (Alsina, Mlitre, de la Riestra) en el cual se<br />

calificaba al General Costa de «famoso criminal» y se ordenaba a <strong>las</strong> fuerzas<br />

porteñas pasar por <strong>las</strong> armas a todos los enemigos capturados. Se buscará en<br />

vano, en el largo gobierno de Rosas, un decreto semejante. Con la crueldad<br />

del inepto triunfante, Mitre ejecutó al grupo del general Costa y a Costa mismo.<br />

De los ciento cuarenta sólo salvaron la vida quince hombres39 . Esto ocurría<br />

en 1856. Debía transcurrir exactamente un siglo para que en la Argentina se<br />

volviera a fusilar por razones políticas y los fusiladores del siglo XX también<br />

serían mitristas.<br />

El diario oficialista, redactado por Sarmiento, llamaba a la espada de<br />

Costa «ruin y mohosa». <strong>Las</strong> bárbaras expresiones de alegría que el asesinato<br />

del general Costa arrancó a la prensa de Buenos Aires, pueden leerse en la<br />

obra de Julio Victorica «Urquiza y Mitre». Se trata, como es lógico esperar,<br />

de un libro olvidado. Fuera de la primera edición de 1906, publicada por<br />

Lajouane y Cía., sólo José Ingenieros la reeditará en su colección «La cultura<br />

argentina» hace más de 50 años. Ese será el destino de los libros genuinamente<br />

argentinos en el último medio siglo39 bis .<br />

REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 187

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!