Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
La burguesía porteña rechaza el Acuerdo Los acontecimientos se desencadenaron como un huracán. Los comerciantes, doctores e importadores de la ciudad porteña se pusieron de pie unánimemente contra el Acuerdo de San Nicolás. ¡Habráse visto tamaña insolencia de los trece ranchos! En dicho acuerdo, los diputados de la Legislatura provincial bonaerense veían aproximarse el rescate de su Aduana para todos los argentinos. La libre navegación de los ríos les quitaría, por otra parte, el privilegio subsistente desde Rivadavia y Rosas. Rosistas y antirrosistas porteños se unieron contra la voluntad nacional. El lenguaraz del clan portuario en la Legislatura fue el joven diputado Mitre. De muchacho había sido jardinero en la estancia de Prudencio Rosas; luego estudió artillería en el sitio de Montevideo, donde compuso rimas de circunstancias. La ciudad cosmopolita le llenó la cabeza de ideas generales, lo hizo más porteño aún. Cuando llegó a Buenos Aires, después de Caseros, ya era un «pálido proscripto» profesional. Su énfasis declamatorio, aunque insustancial, encantó a la ciudad. Militar de notable ineptitud en un país de espadas, Mitre sería convertido por la Buenos Aires mercantil en su más vacuo tribuno 15 . A su lado se sentaba el cordobés Vélez Sarsfield verdadero cerebro del localismo, viejo taimado y ubicuo, puesto definitivamente al servicio de la oligarquía porteña. Vélez había pertenecido al equipo rivadaviano: admirador juvenil de Julián Segundo de Agüero, diputado por San Luis al Congreso de 1825 antes de cumplir la edad reglamentaria, gozó de la privanza de Rivadavia, esa época y ese modelo conformaron por entero su carácter y sus ideas, lo que no le impidió vivir tranquilamente como abogado durante la época de Rosas, asesorar al señor de Palermo en algunos asuntos y convertirse en un poderoso ganadero de Arrecifes. Este último hecho explica que su condición social pesara más en sus opiniones que su origen mediterráneo.16 Frente a la exposición magistral del Dr. Vicente Fidel López, que en su calidad de Ministro urquicista defendía el Acuerdo, Mitre pronunció una de sus arengas más jactanciosas: el Acuerdo significaba una dictadura irresponsable, que constituía un poder despótico... a la cual se le pone en una mano la plata, y en la otra las bayonetas, y a cuyos pies se ponen el territorio, los hombres y las leyes! Tal era el hombre y su estilo 17 . 180 | JORGE ABELARDO RAMOS
El favorito del público porteño aludiendo a López, no vaciló en echar una bravata, género en que adquirió celebridad: He pasado mi vida en los campamentos y mi oficio es echar a cañonazos las puertas por donde se entra a los ministerios 18 . Los ruidosos aplausos de la barra de la ciudad imperial ya prefiguraban el golpe de Estado del 11 de septiembre. Esta revolución porteña separaría a la parasitaria Buenos Aires del resto de la República. La brutal coerción de la ciudad puerto obligó al gobernador López y Planes a presentar su renuncia. Después de varias incidencias e interinatos, Urquiza se decidió a intervenir en el caos de la provincia y munido de su autoridad de Director Provisorio de la Confederación Argentina, asumió el mando en Buenos Aires: disolvió la Legislatura sediciosa. Mientras se organizaba el Congreso de Santa Fe que daría una constitución al país, la agitación crecía en Buenos Aires. Fue en esas circunstancias que Urquiza nacionalizó las aduanas el 28 de agosto 19 . Sólo su presencia y sus tropas evitaron el estallido contrarrevolucionario de la oligarquía porteña. Pero cuando el 4 de septiembre delega el poder en el general Galán y viaja a Santa Fe para participar en el Congreso General Constituyente, la suerte estaba echada. En la madrugada del 11 de septiembre –mes aciago en la historia argentina– se produce el previsto golpe de Estado. Tropas adictas a los intereses locales expulsan al General Galán y reconstituyen la disuelta Sala de Representantes. Es elegido gobernador propietario de la Provincia don Valentín Alsina. En su gabinete figuraba el Coronel Mitre. Se abrazan unitarios y rosistas porteños Mariano Pelliza ha evocado la personalidad de Valentín Alsina: Alsina antes que todo era un porteño. Ateniense del Plata, consideraba iletrado a todo el que no pertenecía a la Universidad de Buenos Aires y no había cursado latines en los colegios máximos del período colonial. El elemento dirigente, en la paz como en la guerra, a juicio suyos no podía ser otro que el urbano de la capital. Nada o muy poco concedía a las provincias, sujetas a caudillos irresponsables formados en la escuela siniestra de la dictadura y dictadores a su turno de pueblos atrasados 20 . REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 181
- Page 129 and 130: federales «lomos negros», partida
- Page 131 and 132: opina que en tales momentos Lavalle
- Page 133 and 134: En estas palabras clarividentes se
- Page 135 and 136: Notas 1 V. El importante trabajo de
- Page 137 and 138: EL NACIONALISMO GANADERO Cuando Ros
- Page 139 and 140: moneda al país. Estos torpes alumn
- Page 141 and 142: Si los ganaderos tenían su mercado
- Page 143 and 144: trabas en La Pampa. Las montoneras
- Page 145 and 146: de Buenos Aires. Extasiados por las
- Page 147 and 148: de los medios de producción, tradi
- Page 149 and 150: estantes caminos. Coinciden a esta
- Page 151 and 152: Es en esa época que se introducen
- Page 153 and 154: como del interior y el litoral... L
- Page 155 and 156: limpiaron los cofres y vitrinas de
- Page 157 and 158: eneficio de carácter nacional porq
- Page 159 and 160: coalición extranjera representaban
- Page 161 and 162: De esa manera se llegó hasta la in
- Page 163 and 164: Buenos Aires es quien únicamente r
- Page 165 and 166: Los principales compradores laneros
- Page 167 and 168: Con Rosas desaparecía el último r
- Page 169 and 170: Notas 1 RICARDO ROJAS: El profeta d
- Page 171 and 172: esponsabilizarse por el bienestar e
- Page 173 and 174: LA PROVINCIA SOBERBIA Y REBELDE El
- Page 175 and 176: vería en esta intervención una lu
- Page 177 and 178: inmediato. Toda la emigración unit
- Page 179: de aquellos caudillos de la época
- Page 183 and 184: sublevaba en la campaña bonaerense
- Page 185 and 186: que aumentó su valor, así tambié
- Page 187 and 188: Importantes pasos en esa dirección
- Page 189 and 190: ación nunca, o pocas veces; pues l
- Page 191 and 192: mazorqueros... en fin, fue tal el t
- Page 193 and 194: fluvial que podía favorecer el com
- Page 195 and 196: pobres», federales lugareños sin
- Page 197 and 198: movilización de las fuerzas milita
- Page 199 and 200: de estancia, la incorporación arge
- Page 201 and 202: Notas 1 Thiers, que treinta años m
- Page 203 and 204: 19 RAMÓN J. CÁRCANO: Urquiza y Al
- Page 205 and 206: 50 LEÓN REBOLLO PAZ: Derqui, El pr
- Page 207 and 208: INDICE PRÓLOGO . . . . . . . . . .
- Page 209: REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN L
El favorito del público porteño aludiendo a López, no vaciló en echar una<br />
bravata, género en que adquirió celebridad:<br />
He pasado mi vida en los campamentos y mi oficio es echar a<br />
cañonazos <strong>las</strong> puertas por donde se entra a los ministerios 18 .<br />
Los ruidosos aplausos de la barra de la ciudad imperial ya prefiguraban el<br />
golpe de Estado del 11 de septiembre. Esta revolución porteña separaría a la<br />
parasitaria Buenos Aires del resto de la República. La brutal coerción de la ciudad<br />
puerto obligó al gobernador López y Planes a presentar su renuncia. Después de<br />
varias incidencias e interinatos, Urquiza se decidió a intervenir en el caos de la<br />
provincia y munido de su autoridad de Director Provisorio de la Confederación<br />
Argentina, asumió el mando en Buenos Aires: disolvió la Legislatura sediciosa.<br />
Mientras se organizaba el Congreso de Santa Fe que daría una constitución al<br />
país, la agitación crecía en Buenos Aires. Fue en esas circunstancias que Urquiza<br />
nacionalizó <strong>las</strong> aduanas el 28 de agosto 19 .<br />
Sólo su presencia y sus tropas evitaron el estallido contrarrevolucionario de<br />
la oligarquía porteña. Pero cuando el 4 de septiembre delega el poder en el general<br />
Galán y viaja a Santa Fe para participar en el Congreso General Constituyente, la<br />
suerte estaba echada. En la madrugada del 11 de septiembre –mes aciago en la<br />
historia argentina– se produce el previsto golpe de Estado. Tropas adictas a los<br />
intereses locales expulsan al General Galán y reconstituyen la disuelta Sala de<br />
Representantes. Es elegido gobernador propietario de la Provincia don Valentín<br />
Alsina. En su gabinete figuraba el Coronel Mitre.<br />
Se abrazan unitarios y rosistas porteños<br />
Mariano Pelliza ha evocado la personalidad de Valentín Alsina:<br />
Alsina antes que todo era un porteño. Ateniense del Plata, consideraba<br />
iletrado a todo el que no pertenecía a la Universidad de<br />
Buenos Aires y no había cursado latines en los colegios máximos<br />
del período colonial. El elemento dirigente, en la paz como en la<br />
guerra, a juicio suyos no podía ser otro que el urbano de la capital.<br />
Nada o muy poco concedía a <strong>las</strong> provincias, sujetas a caudillos<br />
irresponsables formados en la escuela siniestra de la dictadura y<br />
dictadores a su turno de pueblos atrasados 20 .<br />
REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 181