07.05.2013 Views

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Los principales compradores laneros eran Francia, Inglaterra y Estados<br />

Unidos. El auge del merino mueve a los ganaderos a cambiar de producción y<br />

reemplazar en sus campos la vaca por la oveja 54 .<br />

Los mercados esclavistas americanos pierden interés por la carne salada<br />

argentina. Se imponía un cambio de orientación de la producción ganadera del<br />

país hacia los mercados consumidores de Inglaterra y Francia. En 1865 la esclavitud<br />

era abolida en Estados Unidos por el triunfo de la burguesía industrial en la guerra<br />

civil, lo que obligó a los honrados cuáqueros del Norte a proporcionar a sus ex<br />

esclavos una alimentación superior al tasajo elaborado por nuestros saladeros. La<br />

completa extinción de la esclavitud en América Latina (Cuba, 1885 y Brasil en<br />

1888) señaló el fin de la producción de tasajo argentino. La vieja estancia criolla<br />

se veía solicitada por un mercado de características nuevas. Los estancieros como<br />

Rosas, aferrados a su antigua técnica, eran superados por <strong>las</strong> exigencias modernas<br />

del mercado mundial; la c<strong>las</strong>e ganadera de la provincia bonaerense fue encontrando<br />

demasiado costosa la dictadura del caudillo. Un abismo se abría entre su política<br />

hasta cierto punto nacional y los intereses de los ganaderos, cada vez más inclinados<br />

a una vinculación estrecha con el capitalismo extranjero y atentos a <strong>las</strong><br />

particularidades específicas del comprador.<br />

El ganadero argentino tendía a asociarse con el Imperio Británico en<br />

formación. La burguesía comercial e importadora porteña, desplazada del poder<br />

político por Rosas, volvería a ser nuevamente la intermediaria entre el país y el<br />

capital extranjero 55 . El total abandono político y personal en que dejaron a Rosas<br />

sus primos, los Anchorena (que se lo debían todo), no sería sino el miserable<br />

testimonio del alejamiento de toda esta c<strong>las</strong>e vacuna del hombre que la defendió<br />

y al que dejaron morir en el olvido, la miseria y el descrédito.<br />

Caseros fue una batalla únicamente para <strong>las</strong> litografías escolares. Rosas<br />

comprendió muy bien que había sonado su hora. Entregó su ejército intacto; Urquiza<br />

–un ganadero entrerriano, viejo rosista e irritado competidor. Sarmiento, que no podía<br />

con su genio retozón por momentos cínico y siempre incómodo a sus amigos, era el<br />

Boletinero del Ejército Grande. Su indiscreción era proverbial. Se cuidó de hacer<br />

saber a «los de casa» que no hubo combate, sino por parte de los brasileños; «en<br />

cuanto a la batalla para el público, puede leerse en el Boletín Nº 26, novela muy<br />

interesante que tuvimos el honor de componer entre Mitre y yo». Sarmiento, ya<br />

célebre por su audaz mistificación del «Facundo», se había presentado en el cuartel<br />

general de Urquiza, junto con Mitre, haciéndose reconocer ambos imaginarios grados<br />

de tenientes coroneles. Su extranjerismo delirante proporcionó al Ejército Grande un<br />

inesperado espectáculo, que <strong>las</strong> legiones entrerrianas habrán apreciado intensamente.<br />

El propio Sarmiento describiría más tarde su atuendo de guerra:<br />

REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 165

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!