Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
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coalición extranjera representaban la civilización, Rosas y el federalismo<br />
provinciano o bonaerense, encarnaban la barbarie. El más ilustre exegeta de esta<br />
patraña fue Sarmiento.<br />
La verdad es que en el sitio de Montevideo –que los cipayos de<br />
nuestros días consideran una cabal muestra de batalla griegas «por<br />
la libertad»–, participan <strong>las</strong> huestes garibaldinas. Nadie mejor que<br />
Garibaldi puede ilustrarnos acerca de los Héctores y Patroclos que<br />
formaban en sus fi<strong>las</strong>. En sus «Memorias» escribe el héroe:<br />
La gente que me acompañaba era una verdadera chusma<br />
cosmopolita compuesta de todos y de todos los colores y naciones.<br />
Los americanos eran en su mayor parte negros libres y mulatos y<br />
generalmente mejores y de más confianza. El resto estaba compuesto<br />
de esa c<strong>las</strong>e de marineros aventureros, conocidos en la costa<br />
americana con el nombre de ‘Fréres de la Cóte’, c<strong>las</strong>e que había<br />
formado el contingente a los filibusteros, y a los tratantes de negros 35 .<br />
A este respecto bastaría agregar que la bandera de la Legión garibaldina era<br />
una enseña negra. En su centro aparecía el Vesubio en erupción, reposando sobre<br />
una calavera y dos tibias cruzadas. El propio gobierno oriental, que no padeció<br />
nunca de prejuicios «nacionalistas», fue impotente para obligar a estos defensores<br />
de la soberanía montevideana a usar la bandera uruguaya. 36<br />
La Vuelta de Obligado<br />
La política británica en el Río de la Plata constituyó un modelo clásico de<br />
duplicidad imperialista. <strong>Las</strong> enormes dificultades interiores y exteriores que la<br />
resistencia de Rosas ocasionaban al Ministerio inglés, obligaron a los hombres de<br />
Londres a buscar una solución al conflicto. Mientras Mandeville en Buenos Aires<br />
apoyaba suavemente <strong>las</strong> exigencias de Rosas, (interpretando <strong>las</strong> necesidades del<br />
comercio inglés residente) el comodoro Purvis apoyaba la causa de Montevideo,<br />
donde también vivían comerciantes de esa nacionalidad. Esta evidente contradicción<br />
de la política británica no existía sino para la candidez sudamericana.<br />
REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 159