Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos
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EL NACIONALISMO GANADERO<br />
Cuando Rosas asumió el poder, Buenos Aires no era la «Gran Aldea»: apenas<br />
una factoría pampeana, rica de color y movimiento, penetrada de ambición. El núcleo<br />
urbano se componía de un puñado de manzanas, dispuestas junto al codiciado río.<br />
Casas chatas y anchas construidas en sólidos muros de adobe –barro y agua–, no era<br />
ésa una ciudad para un Virrey del Perú barroco. La vida pública transcurría alrededor<br />
de la Plaza Mayor; la Recova acogía a <strong>las</strong> pasteleras negras, procedentes del Barrio<br />
del Tambor, donde vivía la población africana: mozambiques, minas, mandingas y<br />
bangue<strong>las</strong>, tales eran en <strong>las</strong> «naciones» negras, con sus reyezuelos y sus cortes, que<br />
transmigraban a la tierra nueva los tantanes y la alegría visceral de la patria selvática.<br />
La «gente decente» habitaba cerca del Fuerte. Sus residencias eran simples<br />
y cómodas, arregladas <strong>las</strong> habitaciones con un gusto un poco ingenuo, más<br />
revelador de solvencia que de alcurnia. París o Londres señalaban <strong>las</strong> modas a <strong>las</strong><br />
beldades que Santiago Calzadilla conoció y amó. Sedas, tisús, muebles dorados,<br />
vajilla de oro y plata, nada faltaba en los hogares de los comerciantes, ganaderos,<br />
importadores y terratenientes de que se componía la mejor sociedad aldeana.<br />
La pampa entraba en la ciudad, pues la Recoleta y el Congreso de nuestros<br />
días no eran sino rancheríos y tunales. En esas oril<strong>las</strong> vivía el mundo de extramuros,<br />
congregado en innumerables pulperías, frecuentadas por indios semi amansados,<br />
gauchos y negros. Veinte años después, todavía, la<br />
Avenida Alvear y <strong>las</strong> de Callao, Rivadavia, Santa Fe, sólo eran<br />
tortuosos y polvorientos callejones con cerco de pita. El Retiro, un<br />
cuartel siniestro; la Recoleta, un sauzal poco frecuentado; Flores,<br />
una posta rural; Belgrano, un campo casi desierto; Barracas, unos<br />
saladeros; la Boca del Riachuelo, unos bañados 1 .<br />
A un paso del centro se multiplicaban los pantanos, en plenas rutas de tránsito;<br />
<strong>las</strong> lluvias producían escenas de heroicos rescates, cuando <strong>las</strong> chatas se hundían<br />
REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 137