Libro 1 - Las Masas y las lanzas - Jorge Abelardo Ramos

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adquirieron maquinarias, fue contratado personal y se comenzaron los trabajos. que proporcionarían a la provincia riojana una industria de primera magnitud para la época. Fue en tales circunstancias que culminaron unas largas negociaciones llevadas a cabo por Rivadavia desde el año 1823. Al asumir la Presidencia de la República, poco después de regresar Rivadavia de Londres, constituyóse en la capital británica la «River Plate Minning Association» con el objeto de explotar la mina de Famatina, y de cuyo Directorio formaba parte el Presidente de la República con un sueldo anual de 1.200 libras esterlinas 28 . Rivadavia demostró una vez más un menosprecio completo por la existencia de la compañía argentina y una crasa ignorancia de las condiciones políticas del país. Presidente de la República y accionista de la compañía británica, puso en ejecución la ley que creaba el Banco Nacional y en cuyo articulado se declaraban nacionalizadas todas las minas del país. En los articulados 78 y 80 de la ley que creaba esta institución controlada por mayoría absoluta de votos por los comerciantes ingleses, se establecía: «que sólo el Banco Nacional podrá cuñar moneda en todo el territorio del Estado». El artículo siguiente añadía: «que no podrá tampoco establecerse otro cuyo capital exceda de un millón de pesos». De acuerdo a la ley que creaba el Banco Nacional, quedaba de hecho anulado el contrato celebrado por el Gobierno Riojano con la sociedad de la cual era accionista Quiroga, dejando en manos exclusivas de Buenos Aires el manejo de esa explotación minera. Para tranquilizar a los inversores británicos, Rivadavia escribía a la Casa Hullet Brothers de Londres: Las minas son ya por ley propiedad nacional y están exclusivamente bajo la administración del Presidente»29. Pero nacionalizar las minas en Buenos Aires era más simple que tomar posesión de ellas en La Rioja. Las lanzas riojanas mantuvieron a distancia a los mineros ingleses. La quiebra de la «Minning» no fue el único escándalo que envolvió la caída de Rivadavia. La propia historia del Banco Nacional, a que hemos aludido, contribuirá a una mejor comprensión de la política rivadaviana en defensa de la burguesía comercial porteña. 112 | JORGE ABELARDO RAMOS

En 1822, siendo Rivadavia Ministro de Gobierno del General Rodríguez, se creó por decreto el Banco de Buenos Aires con un capital de un millón de pesos. Este banco tenía tales caracteres de privilegio que su creación levantó grandes protestas. A pesar de ser un banco particular, la ley le otorgaba la facultad de emitir papel moneda, derecho privativo de todo gobierno soberano. Se ha demostrado irrefutablemente que dicho banco estuvo permanentemente bajo el control de las finanzas británica. En 1825, sobre un total de 702 votos, los comerciantes ingleses contaban con 381. Antes de transformarse en Banco Nacional, bajo la presidencia de Rivadavia, los ingleses contaban con 589 votos sobre un total de 838. Scalabrini Ortiz, en su estudio sobre el tema, ha demostrado hasta la evidencia el carácter subordinado de esta institución típicamente rivadaviana, que ponía en manos de una potencia extranjera el manejo de la moneda argentina, precediendo en más de un siglo al funesto Banco Central de Pinedo y Prebisch30 . Refiriéndose a la renuncia del comerciante Sáenz Valiente al directorio de dicho banco, Mr. Robertson, miembro asimismo del Directorio, consigna en un acta del 27 de setiembre de 1824 que el señor Sáenz Valiente protestándole la mayor franqueza le había expresado que el motivo que él tenía para no admitir dicho honor, era que creía lo que generalmente se decía en el pueblo y es que en el banco los extranjeros ejercen una influencia perniciosa para el país, a cuyo abuso él no quería contribuir 31 . En 1836, con el poder político bonaerense en manos de los ganaderos, el Banco Nacional cerró sus puertas. Rosas restituyó al Gobierno de Buenos Aires el derecho de emitir papel moneda. En su mensaje del año 1837 este gobernante afirmaba que el capital con que se levantó el Banco fue todo una ficción y desde los primeros momentos de su giro los billetes tuvieron el carácter de inconvertibles; el Banco Nacional hecho árbitro de los destinos del país y de la suerte de los particulares dio rienda suelta a todos los desórdenes que se pueden cometer con influencia tan poderosa 32 . REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION EN LA ARGENTINA | 113

adquirieron maquinarias, fue contratado personal y se comenzaron los trabajos.<br />

que proporcionarían a la provincia riojana una industria de primera magnitud para<br />

la época.<br />

Fue en tales circunstancias que culminaron unas largas negociaciones<br />

llevadas a cabo por Rivadavia desde el año 1823. Al asumir la Presidencia<br />

de la República, poco después de regresar Rivadavia de Londres,<br />

constituyóse en la capital británica la «River Plate Minning Association»<br />

con el objeto de explotar la mina de Famatina, y de cuyo Directorio<br />

formaba parte el Presidente de la República con un sueldo anual de 1.200<br />

libras esterlinas 28 .<br />

Rivadavia demostró una vez más un menosprecio completo por la<br />

existencia de la compañía argentina y una crasa ignorancia de <strong>las</strong> condiciones<br />

políticas del país. Presidente de la República y accionista de la compañía<br />

británica, puso en ejecución la ley que creaba el Banco Nacional y en cuyo<br />

articulado se declaraban nacionalizadas todas <strong>las</strong> minas del país. En los<br />

articulados 78 y 80 de la ley que creaba esta institución controlada por<br />

mayoría absoluta de votos por los comerciantes ingleses, se establecía: «que<br />

sólo el Banco Nacional podrá cuñar moneda en todo el territorio del<br />

Estado». El artículo siguiente añadía: «que no podrá tampoco establecerse<br />

otro cuyo capital exceda de un millón de pesos». De acuerdo a la ley que<br />

creaba el Banco Nacional, quedaba de hecho anulado el contrato celebrado<br />

por el Gobierno Riojano con la sociedad de la cual era accionista Quiroga,<br />

dejando en manos exclusivas de Buenos Aires el manejo de esa explotación<br />

minera.<br />

Para tranquilizar a los inversores británicos, Rivadavia escribía a la Casa<br />

Hullet Brothers de Londres:<br />

<strong>Las</strong> minas son ya por ley propiedad nacional y están exclusivamente<br />

bajo la administración del Presidente»29. Pero nacionalizar<br />

<strong>las</strong> minas en Buenos Aires era más simple que tomar posesión de<br />

el<strong>las</strong> en La Rioja. <strong>Las</strong> <strong>lanzas</strong> riojanas mantuvieron a distancia a los<br />

mineros ingleses. La quiebra de la «Minning» no fue el único escándalo<br />

que envolvió la caída de Rivadavia.<br />

La propia historia del Banco Nacional, a que hemos aludido, contribuirá a<br />

una mejor comprensión de la política rivadaviana en defensa de la burguesía<br />

comercial porteña.<br />

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