Leer - Revista Pensamiento Penal

LUIS R. GUILLAMONDEGUI
cedencia de la libertad condicional en los términos del Art. 53 C.P. 38 (Art. 17 Num.
I. L.E.P.).
En cuanto a los tiempos de condena cumplidos para la procedencia temporal del
instituto, es dable señalar que el proyecto de ley de ejecución de la pena privativa de
la libertad remitido por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación recomendaba
términos menores a los finalmente plasmados en la actual ley, así un tercio en los
supuestos de penas temporales y doce años para las penas perpetuas, 39 postura sostenida
por la disidencia parcial en el Senado. 40
La cuestión del término aconsejable resulta discutible y tendrá que ver en ello,
entre otras variables, el monto de la condena impuesta y los tiempos necesarios para
vislumbrar resultados alentadores con el tratamiento desarrollado. Nos permitimos
imaginar que ante una condena excesiva o perpetua, el tiempo mínimo exigido puede
resultar contraproducente para los fines del tratamiento penitenciario ante una fuerte
prisionización y sus nocivos efectos en la personalidad del condenado; como también
creemos que resultaría poco aconsejable en algunos supuestos el monto del tercio
o de la mitad cumplidos para retornar limitadamente al medio libre, ya que -a
manera ilustrativa- ante una condena a pena privativa de libertad de cuatro o cinco
años, debido a la habitual duración de los procesos penales, al momento de la sentencia,
el condenado ya se encontraría en condiciones de acceder a la semilibertad,
sin que halla siquiera transitado por un tratamiento con miras de reinserción social,
al encontrarse hasta el momento del veredicto en una comisaría.
Sobre la temática se deberá requerir también el consejo de los profesionales en
ciencias de la conducta y de la salud humanas y tratar de llegar a un sistema que
pueda ser válido en atención a los fines de prevención especial de la ejecución de las
penas privativas de la libertad, antes que su utilización como instrumentos para descomprimir
la conocida saturación de los establecimientos penales disfrazados de discursos
resocializadores o como soluciones con transfondos políticos para aplacar la sensibilidad
de los penados manifestada desde huelgas de hambre y hasta violentos motines.
38 ZAFFARONI, EUGENIO R., Manual de derecho penal. Parte general., Buenos Aires, Ediar, 1997, p. 687.
39 Antecedentes parlamentarios. Ley 24.660 – Ejecución de la pena privativa de la libertad., Buenos Aires, La Ley, Año 1996
N° 9, 1996, p. 70.
40 El Senador Pedro G. Villaroel consideraba excesivo los términos finalmente sancionados, y aunque si bien se refería
a la problemática de las salidas transitorias, por su ubicación legislativa con la semilibertad la opinión resulta válida.
Ejemplificaba que en hipótesis de condenas de hasta tres años de prisión, antes de llegar a la mitad de la condena
ya se obtenía la libertad condicional. Ibídem, p. 120.
CUADERNOS DE DERECHO PENAL
190