07.05.2013 Views

La fabulosa historia de los pelayos

La fabulosa historia de los pelayos

La fabulosa historia de los pelayos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en la dirección que esperábamos. Es cierto que no tantas como estábamos<br />

acostumbrados, y a<strong>de</strong>más se adivinaba un tipo <strong>de</strong> ventaja menor con la que<br />

solíamos jugar, pero hicimos las cuentas y comenzamos a sentirnos tranqui<strong>los</strong>,<br />

dado que veíamos que en <strong>La</strong>s Vegas podíamos llegar a hacer negocio. Como el que<br />

mete el pie en el agua fría, empezamos a jugar en alguna mesa para sentir el<br />

vértigo <strong>de</strong> trabajar en lugares <strong>de</strong>smesurados como son esos casinos, y <strong>de</strong> a poco,<br />

empezamos a ganar algún dinero.<br />

En medio <strong>de</strong> todo esto, entablamos relación con gente <strong>de</strong> la ciudad que nos<br />

dieron ese calor que te ayuda a sentir que no eres un turista, sino que <strong>de</strong><br />

alguna manera estás viviendo allí. El<strong>los</strong> fueron <strong>los</strong> que nos transmitieron las<br />

claves necesarias para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>los</strong> hábitos <strong>de</strong> <strong>los</strong> ciudadanos en<br />

general y <strong>de</strong> <strong>los</strong> trabajadores <strong>de</strong> <strong>los</strong> casinos en particular. El primero en<br />

aparecer fue Ever, un gran amigo peruano <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> Cuzco que estaba a punto<br />

<strong>de</strong> conseguir la nacionalidad estadouni<strong>de</strong>nse. Él mismo trabajaba en un casino<br />

llamado Río, así como su hermana Mili y la madre <strong>de</strong> ambos, que trabajaban en el<br />

Montecarlo. También contactamos con Toto Zara, un músico <strong>de</strong> origen navarro que<br />

tocaba todas las noches en el Mirage y que nos presentó a su hermano Marino, que<br />

estaba muy relacionado con diversos negocios en algún casino como el Hilton o el<br />

Caesar's Palace.<br />

Aprendimos a pensar como el<strong>los</strong> y, sobre todo, como <strong>los</strong> directivos <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

casinos con <strong>los</strong> que habitualmente se relacionaban. Descubrimos con cierta<br />

alegría que existían numerosos gerentes (algunos muy reputados en la ciudad) que<br />

eran latinos y que trabajaban muy cerca <strong>de</strong> esa comunidad con la que nos<br />

permitíamos soñar que alguna vez acabaríamos negociando algún acuerdo. Al mismo<br />

tiempo, no dudamos en visitar otro tipo <strong>de</strong> ambientes, como eran las tiendas <strong>de</strong><br />

libros <strong>de</strong> profesionales o la universidad <strong>de</strong> la ciudad. Como ya nos había<br />

<strong>de</strong>scrito mi padre, en aquellas pudimos comprobar que si había algún centro <strong>de</strong> la<br />

inteligencia jugatíva mundial, ése era <strong>La</strong>s Vegas. Cientos y cientos <strong>de</strong> libros<br />

aparecían ante nuestros ojos, así como numerosas anécdotas <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> libreros<br />

que tenían perfectamente asumido el callo que da pasar tu vida entablando<br />

relación con un espécimen tan peculiar como son <strong>los</strong> jugadores profesionales.<br />

Obviamente el<strong>los</strong> también lo eran, y aquellas librerías constituían una especie<br />

<strong>de</strong> capricho <strong>de</strong> unas personas que sin duda amaban el juego inteligente. Una vez<br />

más, comprobamos que sobre la ruleta no se había escrito nada <strong>de</strong>masiado serio,<br />

ya que no existía allí una cultura <strong>de</strong> profesionalidad alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> aquel juego,<br />

pero sí conseguimos dar con un libro algo perdido <strong>de</strong> unos universitarios <strong>de</strong> la<br />

zona <strong>de</strong> Chicago, que apuntaban buenas maneras en la dirección <strong>de</strong> nuestro<br />

sistema. Lo <strong>de</strong> el<strong>los</strong> estaba muy ver<strong>de</strong>, pero nos parecía encomiable que a tantos<br />

kilómetros <strong>de</strong> distancia y sin relación alguna se pudiera haber producido una<br />

sinergia tan exacta.<br />

Y hablando <strong>de</strong> universida<strong>de</strong>s, la <strong>de</strong> <strong>La</strong>s Vegas era muy peculiar, pues aparte <strong>de</strong><br />

ser más o menos como cualquier otra <strong>de</strong> aquel país, tenía diversas líneas <strong>de</strong><br />

estudio don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>smenuzaban aspectos incógnitos <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l juego. Existían<br />

clases <strong>de</strong> empresariales, <strong>de</strong> marketing, <strong>de</strong> economía e incluso <strong>de</strong> ciencias<br />

políticas imbricadas con ese mundo. Prueba <strong>de</strong> ello es un magnífico manual que<br />

compramos escrito por un catedrático <strong>de</strong> matemáticas don<strong>de</strong> se aunaban profundos<br />

conocimientos tanto <strong>de</strong> estadística como <strong>de</strong> práctica en el juego, con técnica<br />

empresarial aplicada para quien quisiera abrir un negocio que a priori parece<br />

tan lucrativo como son <strong>los</strong> casinos.<br />

A medida que íbamos ampliando conocimientos en distintas disciplinas<br />

relacionadas con aquel negocio, fuimos comprendiendo que aquello era bastante<br />

más abarcable <strong>de</strong> lo que en la distancia podía parecer, y <strong>de</strong>cidimos que había<br />

llegado el momento <strong>de</strong> empezar a jugar en serio en <strong>los</strong> casinos que teníamos<br />

preparados. Aunque el sistema seguía siendo igual, <strong>los</strong> resultados se mostraron<br />

bastante <strong>de</strong>siguales, <strong>de</strong>bido a que la información con que contábamos no era<br />

suficiente para estar seguros <strong>de</strong> la bondad <strong>de</strong> las ruletas, pero la media<br />

mostraba a las claras que merecía la pena. En el camino, nuestra obsesión era<br />

que no nos <strong>de</strong>scubriesen aplicando nuestro sistema, ya que ingenuamente<br />

pensábamos que si en algún casino <strong>de</strong>tectaban lo que hacíamos, podían correr la<br />

voz e inutilizarnos en todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>más. No tardamos en darnos cuenta <strong>de</strong> que eso<br />

era una tontería, pues <strong>los</strong> casinos americanos están <strong>de</strong>masiados acostumbrados a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!