07.05.2013 Views

La fabulosa historia de los pelayos

La fabulosa historia de los pelayos

La fabulosa historia de los pelayos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ealidad <strong>de</strong>l lugar que él estaba poniendo en práctica, pronto se les había<br />

olvidado que a escasos kilómetros había vivido un ilustre vecino llamado Dalí,<br />

que no <strong>de</strong>stacaba precisamente por poseer una visión <strong>de</strong>masiado realista <strong>de</strong> las<br />

cosas que pasaban alre<strong>de</strong>dor.<br />

El caso es que mientras en el hotel, entre <strong>los</strong> trabajadores municipales que<br />

realizaban su trabajo en la zona <strong>de</strong> la playa y entre <strong>los</strong> distintos locales <strong>de</strong>l<br />

entorno se nos acogía cada vez con más cariño (y esto incluye también a<br />

Antonio), en el casino conseguían inquietarnos introduciendo cambios y más<br />

cambios <strong>de</strong> ruletas, que <strong>de</strong>bíamos analizar con poco margen <strong>de</strong> tiempo. <strong>La</strong> ganancia<br />

total que habíamos obtenido en ese mes <strong>de</strong> casi vacaciones empezó a fluctuar, <strong>los</strong><br />

Juegos Olímpicos habían concluido y <strong>los</strong> turistas retornaban a la alegre Europa.<br />

Dado que Madrid seguía <strong>de</strong> dulce y que continuábamos con la mosca <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la<br />

oreja respecto a las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Canarias, <strong>de</strong>cidimos que mientras mi padre<br />

tomaba un avión para irse junto a Antonio y con unos cinco millones <strong>de</strong> pesetas a<br />

Puerto <strong>de</strong> la Cruz, Guillermo y yo volveríamos a Madrid junto con Guzmán y Óscar<br />

(que <strong>de</strong>bían regresar al colegio) en un largo pero atractivo viaje en coche con<br />

una mochila cargada con veinticuatro «ki<strong>los</strong>».<br />

7<br />

EMPIEZA LA EXPANSIÓN<br />

Antes o <strong>de</strong>spués, todas las empresas que arrancan, si en un plazo corto no llegan<br />

a pararse tienen que afrontar algún tipo <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong> crecimiento si no quieren<br />

morir <strong>de</strong> éxito. Nuestro momento había llegado y nos pusimos a pensar en ello.<br />

Antes <strong>de</strong> separarnos en Catalunya, habíamos convenido con mi padre que en cuanto<br />

llegásemos Guillermo y yo a Madrid nos pondríamos a buscar más personas para<br />

ampliar nuestra capacidad <strong>de</strong> acción, así como el margen <strong>de</strong> maniobra <strong>de</strong>l grupo.<br />

Por su parte, mi padre nos prometió realizar búsquedas <strong>de</strong> datos sobre <strong>los</strong><br />

diversos casinos <strong>de</strong> España, para hacer un estudio y planificar el posterior<br />

ataque escalonado a <strong>los</strong> que fueran más interesantes para nosotros.<br />

<strong>La</strong> primera en quien pensé fue en mi madre, que aunque se encontraba viviendo<br />

en París por aquella época, me había comentado reiteradas veces su intención <strong>de</strong><br />

pasar una buena temporada en Madrid para estar conmigo y con mi hermana. Por<br />

otro lado, ella seguía manteniendo una buena relación tanto con mi padre como<br />

con el resto <strong>de</strong> la familia, incluida Carmen, por lo que no dudaba que sería un<br />

buen elemento para dar mayor cohesión, si cabe, al equipo. A pesar <strong>de</strong> que no<br />

podía venir inmediatamente, ya que tenía comprometidos unos trabajos como<br />

acompañante y traductora (ella realizó su educación primaria y secundaria en<br />

Francia) <strong>de</strong> grupos <strong>de</strong> turistas parisinos en países como China, México o Estados<br />

Unidos, le pareció muy emocionante lo que por primera vez le dije por teléfono,<br />

y me confirmó su próxima adhesión al proyecto <strong>de</strong> ampliación <strong>de</strong> la flotilla.<br />

Por otro lado, una amiga <strong>de</strong> toda confianza nos recomendó a una persona llamada<br />

Alicia, que se encontraba en una franja <strong>de</strong> edad cercana a la <strong>de</strong> mi madre y que,<br />

entre otras ocupaciones, se ganaba la vida con la costura. Parece que a ella le<br />

interesaba tener algún trabajito extra que fuese compatible con sus horas <strong>de</strong><br />

labor. Esa <strong>de</strong>cisión fue una <strong>de</strong> las más meditadas por nosotros en esas fechas.<br />

Alicia era la primera persona que íbamos a introducir en el día a día <strong>de</strong> la<br />

flotilla sin que fuera <strong>de</strong> la familia ni amiga <strong>de</strong> toda la vida, y sabíamos que<br />

era una <strong>de</strong>cisión arriesgada. En las primeras semanas acordamos con ella que sólo<br />

tomaría números y que le pagaríamos un sueldo por horas en función <strong>de</strong> dicho<br />

trabajo. De esta manera seguiríamos teniendo el control <strong>de</strong>l dinero y <strong>de</strong> las<br />

<strong>de</strong>cisiones, sin que una persona extraña al grupo pudiera entrometerse. Enseguida<br />

Alicia se mostró como lo que fue siempre a partir <strong>de</strong> esos primeros días: un<br />

personaje con una capacidad <strong>de</strong> trabajo, una honestidad y un don <strong>de</strong> gentes para<br />

trabajar en equipo y adaptarse a él con una flexibilidad y una buena disposición<br />

que resultaron absolutamente encomiables. Prueba <strong>de</strong> ello es que fue el miembro

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!