07.05.2013 Views

La fabulosa historia de los pelayos

La fabulosa historia de los pelayos

La fabulosa historia de los pelayos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mesas C, con alguna (pero poca) ten<strong>de</strong>ncia, se encontraban en +135 todavía <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l límite blando.<br />

Nosotros entrábamos a jugar cuando <strong>los</strong> números que más habían salido en esa<br />

ruleta pasaban el límite blando. Al tener el 95 % <strong>de</strong> certeza <strong>de</strong> sus ten<strong>de</strong>ncias<br />

nos merecía la pena arriesgar el 5 % restante (es sólo una vez <strong>de</strong> veinte<br />

ocasiones) pues lo normal es que la mesa siguiera para a<strong>de</strong>lante, mientras la<br />

jugábamos, hasta pasar el límite duro que ya nos daba plena seguridad (ninguna<br />

ruleta se sale y vuelve <strong>de</strong>l límite duro, si no se la manipula. No tiene camino<br />

<strong>de</strong> regreso). Si la máquina regresaba <strong>de</strong>l límite blando, cosa que como ya he<br />

dicho pue<strong>de</strong> ocurrir una <strong>de</strong> cada veinte veces, la <strong>de</strong>jábamos <strong>de</strong> jugar y sus<br />

pérdidas eran compensadas por las ganancias habidas en aquellas que habían sido<br />

fieles a sus ten<strong>de</strong>ncias.<br />

Si se han tomado diez mil bolas <strong>de</strong> una mesa (esta toma pue<strong>de</strong> ser discontinua,<br />

en varios días, en varios momentos, sin que importe faltar media hora para<br />

cenar, pero estando seguro que son <strong>de</strong> la misma mesa, que no ha sido cambiada en<br />

ninguno <strong>de</strong> sus elementos, por lo que habremos <strong>de</strong> tomar marcas exteriores que nos<br />

aseguren la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> esa ruleta) ya tenemos una <strong>de</strong>finición clara <strong>de</strong> lo<br />

que esa máquina pue<strong>de</strong> ofrecernos. Incluso si su calidad es reducida (mesas C) ya<br />

se tiene que haber ido <strong>de</strong>l límite blando (+174) y <strong>de</strong>be andar por lo menos en<br />

+195. Si no se han llegado a estas cifras mejor es olvidarse <strong>de</strong> ella porque poca<br />

ventaja podrá ofrecernos.<br />

Cuando una mesa aleatoria llega a <strong>los</strong> treinta mil números, su media y el<br />

límite blando empiezan a <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r y así lo seguirán haciendo hasta el punto en<br />

que, con muchísimas bolas estudiadas, no habrá ningún número con positivos<br />

porque la ventaja <strong>de</strong>l casino se ha impuesto sobre todos el<strong>los</strong> y ninguno consigue<br />

salir por encima <strong>de</strong> una vez <strong>de</strong> cada 36 bolas, ya que su probabilidad es hacerlo<br />

una vez <strong>de</strong> cada 37 y esa <strong>los</strong>a se ha impuesto <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>finitiva. Pero si la<br />

mesa tiene ten<strong>de</strong>ncia, algunos números se habrán disparado y seguirán subiendo.<br />

Incluso en una mesa C se habrá pasado por encima <strong>de</strong>l límite más duro<br />

garantizando su ventaja, aunque sea pequeña. Si la mesa tiene calidad y es <strong>de</strong>l<br />

tipo A navega ya por un estratosférico +966 que es absolutamente imposible<br />

encontrar en una ruleta aleatoria que tiene el máximo <strong>de</strong> su suerte en un límite<br />

duro <strong>de</strong> tan sólo +294.<br />

Cuando nos encontramos con una mesa que ha pasado <strong>de</strong>l límite duro se <strong>de</strong>ben<br />

jugar todos <strong>los</strong> números que se encuentren en positivo. Si solamente ha rebasado<br />

el límite blando nosotros solíamos efectuar un corte en aquél<strong>los</strong> cuyos positivos<br />

no pasaban <strong>de</strong> +8 para así evitar falsos números que podían encontrarse en esta<br />

situación simplemente por suerte. Hacíamos la excepción <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> números con<br />

pocos positivos pero que se encontraban ro<strong>de</strong>ados, en la disposición <strong>de</strong> la<br />

ruleta, por otros <strong>de</strong> gran positividad. Por ejemplo teníamos el número 4 con +2<br />

pero sus vecinos el 19 y el 21 se encontraban ambos por encima <strong>de</strong> +20: jugábamos<br />

<strong>los</strong> tres.<br />

El estudio <strong>de</strong> cómo funcionaban mesas con ligera o más marcada ten<strong>de</strong>ncias, las<br />

que nosotros llamamos mesas A, B y C, lo realicé simulando ruletas en el<br />

or<strong>de</strong>nador para que tuvieran un comportamiento parecido a las mesas reales que<br />

habíamos conocido, <strong>de</strong> esta forma podía estudiar su comportamiento futuro y sus<br />

posibles ventajas. Una mesa A <strong>de</strong>bía arrojar una ganancia <strong>de</strong> 30 positivos en mil<br />

bolas, es <strong>de</strong>cir ganaríamos treinta plenos netos cuando jugásemos esta cantidad<br />

<strong>de</strong> tiradas. En una B la ganancia esperada era <strong>de</strong> veinte positivos que se<br />

quedaban en sólo doce en el caso <strong>de</strong> la mesa C. Con estos cálcu<strong>los</strong> hice la<br />

previsión <strong>de</strong> la ganancia (70 millones <strong>de</strong> pesetas), que resultó tan exacta, en el<br />

casino <strong>de</strong> Madrid durante el verano <strong>de</strong>l 92. También así calculé el posible<br />

rendimiento <strong>de</strong>l primer mes en Amsterdam, que era necesario tener para equilibrar<br />

<strong>los</strong> elevados gastos <strong>de</strong> estancia y estudio previo que tuvimos que hacer en la<br />

ciudad <strong>de</strong> <strong>los</strong> canales.<br />

Veamos otra interesante tabla creada por <strong>los</strong> resultados arrojados por un<br />

or<strong>de</strong>nador en millones <strong>de</strong> simulaciones <strong>de</strong> una ruleta aleatoria, sin ten<strong>de</strong>ncias:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!