libreto: Falstaff - La Arcadia Jerez

etrato de arrigo Boito
(1842-1918) autor del libreto
de Falstaff.
casi veinte años dándole vueltas
al asunto; prácticamente nada
más finalizar su oscura y triste
Don Carlo . E incluso mucho antes,
a finales de la década de los
50, ya hay noticias al respecto;
está documentada, por ejemplo,
la polémica surgida entre Rossini
y Verdi al publicar el de Pésaro
un artículo en el que hablaba de
la incapacidad del de Buseto para
escribir una ópera cómica . Piero
Nardi, treinta años después, en
1879, la aireó explicando cómo
reaccionó Verdi: “He buscado durante
20 años un libreto de ópera
bufa y, ahora que se puede decir
que lo he encontrado, usted introduce
en el público un deseo de
pitar mi obra, antes incluso de que esté escrita”
. Ricordi recordaba todo esto tras el estreno
de Otello, manifestando las buenas artes
cómicas practicadas por Verdi con el Melitone
de La forza del destino . Pero por encima de
la naturaleza de aquel episodio, lo sustancial
sería saber si la idea que Verdi manejaba en
los 50 (“ahora que que se puede decir que lo
he encontrado”) fue la misma a la que años
después le podría estar bailando por la cabeza
cuando habló con Boito por primera vez .
Aunque pueda parecer una especulación, estudiosos
varios están de acuerdo en la veracidad
de la propuesta . En todo caso, cuando
Boito le planteó la posibilidad de dar vida al
barrigudo, Verdi reaccionó muy a su manera:
gruñendo, primero (“¿Has pensado alguna
vez el enorme número de mis años?”), y, a
continuación, poniéndose trabajar como un
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poseso en el asunto . Iba a cumplir 76 años
cuando esto sucedía y tenía casi 80 la primera
vez que se representó la obra . ¿Qué otro creador
en la historia ha hecho algo parecido? En
música ahí está, por citar un ejemplo, el caso
de Richard Strauss, que escribió sus Cuatro
Últimos Lieder a los 84 años . Y en otras artes
podríamos pensar que Sófocles escribió Electra
con 81 años cumplidos .
Boito entregó a Verdi un borrador, que le
entusiasmó; a los pocos días éste ya estaba
abrumando al autor de Mefistofele con sus sugerencias
para desarrollar el texto . Y en poco
más de un mes ya tenía escrita la fuga para el
final de la obra . En el mes de noviembre del
mismo año Boito había dado carpetazo a los
dos primeros actos, y cuatro meses más tarde,
al tercero; Verdi, para entonces, ya había
completado la música del primero . Todo a mil
por hora . Pero a partir de ahí, el trabajo adquirió
otro ritmo; efectivamente Verdi tenía
los años que tenía y era plenamente consciente
de dos cosas: sería su última ópera y sería
una ópera que nada iba a tener que ver con el
resto (su mujer, Giuseppina Streponi, habló
de “un nuevo género”) . Trabajó en la composición
de la obra de forma intermitente, con
interrupciones de hasta cuatro meses, producidas
unas veces por la fatiga o la enfermedad,
otras por la depresión que le causaba ir viendo
cómo sus amigos iban desapareciendo y otras
por el tiempo que le ocupaban sus asuntos
económicos . Hizo cambios y cambios, hasta
poco antes del estreno, que se produjo en el
teatro de La Scala, de manera impropia, pues
es un teatro demasiado grande para que el público
pudiera aproximarse por primera vez a
una música y un texto como los de Falstaff