Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
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Presentación<br />
por el asesor<br />
• ¿En qué clase de actividades les ha ayudado la inspiración del Espíritu Santo?<br />
• ¿En qué ocasiones han sentido ustedes la inspiración del Espíritu Santo?<br />
Lección 4<br />
El Espíritu Santo nos protegerá, consolará e inspirará<br />
Comparta con los jóvenes algunas experiencias personales en las que el Espíritu Santo<br />
lo haya protegido, consolado o inspirado, e invíteles a hacer lo mismo. Dependiendo del<br />
tiempo disponible y del éxito obtenido durante el análisis, podría emplear los siguientes<br />
relatos:<br />
Relato A los dieciocho años de edad, Pedro cursaba el primer año en la universidad y se<br />
inscribió para tomar una clase de oratoria. La pr<strong>of</strong>esora le asignó hablar durante<br />
veinticinco minutos sobre un tema de controversia. La calificación que recibiría al final del<br />
curso se basaría en gran parte en esta asignación. Se acercó el día en que Pedro haría<br />
su presentación y no sabía exactamente el tema que iba a tratar. Oró al respecto y sintió<br />
una voz que le decía: Si buscas un tema de controversia, elige el Libro de Mormón.<br />
Con el deseo de no <strong>of</strong>ender a nadie, Pedro comenzó a hablar del Libro de Mormón<br />
desde un punto de vista histórico y académico. Entonces, a mediados del discurso, sintió<br />
otra vez la influencia del Espíritu y pensó: No puedo hablarles solamente del aspecto<br />
histórico del Libro; no me importa lo que piensen de mí ni la calificación que me dé la<br />
pr<strong>of</strong>esora. El Libro de Mormón es verdadero y todos deben saberlo.<br />
Entonces, hablando como si estuviera ante investigadores, dio su testimonio acerca del<br />
Libro de Mormón.<br />
Al terminar, quedó a la espera de la reacción de sus compañeros de clase. Nadie dijo<br />
nada, pero algunos hicieron comentarios por escrito. Unos escribieron: “Casi me has<br />
convencido de que lo que dijiste es verdad”. Otro escribió: “Me gustaría mucho saber<br />
algo más acerca de tu iglesia” (adaptado del élder Gene R. Cook, “Confiad en el Señor”,<br />
Liahona, agosto/septiembre de 1986, págs. 34–35).<br />
Relato Roberto se cubrió el rostro con la almohada. Compungido, sintió ganas de llorar. Así<br />
pasó la noche, desde que terminara el funeral. Todo le parecía tan injusto.<br />
Su padre en realidad no tenía aún edad para morir, razón por la cual su fallecimiento<br />
había sorprendido a todos. Abrumado por la circunstancia, Roberto sintió que las<br />
lágrimas le rodaban por el rostro. Entonces, recordando que no había dicho sus<br />
oraciones, se arrodilló junto a la cama y, como por hábito, comenzó a orar. De pronto, se<br />
dio cuenta de que realmente estaba hablando con el Señor, contándole su tristeza y su<br />
falta de comprensión. Una y otra vez preguntó: “¿Por qué? ¿Por qué hubo de suceder<br />
esto?”<br />
No hubo ni voz, ni luz, ni respuesta visible alguna, pero de repente Roberto sintió una<br />
seguridad tranquila y apacible. Supo en aquel momento que su padre se encontraba<br />
bien y que, a pesar de los momentos difíciles de soledad y desconcierto que iba a<br />
experimentar, nuestro Padre Celestial sabía de su situación y que por medio del Espíritu<br />
Santo le brindaba la certeza de que todo estaba bien.<br />
• ¿Cómo puede el Espíritu Santo consolar a quienes lo necesitan?<br />
Conclusión<br />
Testimonio y cometido Exhorte a los jóvenes a que vivan dignamente para poder recibir la influencia del Espíritu<br />
Santo y escuchar esa voz suave y apacible que habrá de guiarles en sus acciones.<br />
Testifíqueles que, si lo hacen, evitarán muchos problemas y hallarán mucho gozo y<br />
felicidad en la vida.<br />
Ínsteles a escuchar cuidadosamente para recibir la influencia del Espíritu Santo y a que<br />
escriban acerca de tales experiencias en sus diarios personales.<br />
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