La brujula de la sierra - Sierra de Guadarrama

que no llegó a hacer efectiva la posesión de
la misma. Guadalix apelará la sentencia al
Consejo de Castilla lo que prolongará el pleito
hasta 1747 año en que Fernando VI anula
el Real Decreto.
En el caso de Miraflores de la Sierra, la Junta
de Baldíos declaró como baldías y susceptibles
de enajenar para subastar posteriormente
las siguientes tierras: Hoyas del Puerto, La Berrocosa,
Matarrubias, Las Viñas del Valle, La
Dehesilla, Pico de la Pala. La tasación del conjunto
de tierras fue de 18.500 reales y se subastaron
públicamente en la plaza del pueblo
en 1740. Tras varias pujas fueron adquiridas
por Andrés Martín, vecino de Chozas.
El proceso de averiguación de baldíos para
Manzanares el Real y El Boalo afectó a 13.398
fanegas, localizadas en su mayor parte en terrenos
pertenecientes a la Pedriza.
Donde sí tuvo consecuencias más importantes
fue en Chozas de la Sierra (actual Soto del
Real). La Hacienda real reclama al municipio
las tierras de El Carrascal, Matarrubias, El
Campo, Los Palancares y El Soto. Los vecinos
argumentan que esas tierras les pertenecen
al habérselas comprado a los quiñoneros
segovianos en 1440 pero el juez no admite los
títulos presentados. Las partidas salieron a subasta
pública y la puja la gana Manuel Alamín,
vecino de Colmenar, pero Chozas hace uso
del derecho de tanteo y vuelve a adquirir su
propio territorio a la corona por un importe de
24.500 reales. Tras la compra Chozas anula
la concordia que mantenía con Colmenar y Miraflores
desde 1616, por la que permitía a los
vecinos de ambos municipios el aprovechamiento
de los pastos de su término.
Restitución de las tierras
Debido a lo impopular de las medidas Fernando
VI anula por Real Resolución en 1747
la venta de baldíos y se procedió a la devolución
por parte de la corona a los municipios
de la mayor parte de las tierras y ya en el Catastro
de la Ensenada de 1752 aparecen nuevamente
como propiedad de los concejos.
Artículo: Juan Sobrino
la brújula de la sierra
septiembre 2010