Boletín 3 - Sociedad Asturiana de Filosofía
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BOLETÍN Nº 3<br />
dad y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>streza, como <strong>de</strong>cía el poema <strong>de</strong> Parméni<strong>de</strong>s<br />
que se encuentra maniatado lo que hay: por la necesidad y<br />
por la justicia.<br />
Pero el canto al Amor en realidad, y con toda su<br />
belleza, es cinematográficamente un canto al <strong>de</strong>samor, una<br />
muestra <strong>de</strong> la diferencia y <strong>de</strong> la indiferencia, un canto a ese<br />
otro Eros, el que aparta y niega, el que no habla, el que marca<br />
lo real que también está personificado en Sócrates.<br />
Como no se expresa con palabras, Platón lo hace con imágenes,<br />
cortes y antítesis: era preciso separar el exceso <strong>de</strong><br />
Alcibía<strong>de</strong>s y cualquier otra muestra <strong>de</strong> falsa realidad <strong>de</strong> la<br />
figura y actitud <strong>de</strong> Sócrates; Glaucón podría estar tranquilo<br />
por eso. El recuerdo <strong>de</strong> un Sócrates diferente, que no se<br />
rin<strong>de</strong> a nada y que se conoce a sí mismo le aleja <strong>de</strong> la figura<br />
<strong>de</strong>l político aventurero, <strong>de</strong>l oportunista.<br />
El cine<br />
La preocupación por el político y la manera <strong>de</strong><br />
reflejar su oficio era una constante en Platón. El filósofo<br />
<strong>de</strong>bía ser político o el político filósofo. La <strong>de</strong>streza en el<br />
comportamiento cívico era la única enseñanza posible.<br />
Tales eran las preocupaciones que Platón convierte en filosofía<br />
y que presenta como imágenes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las que <strong>de</strong>sarrolla<br />
un concepto familiar en nosotros como es el <strong>de</strong> “opinión<br />
pública”. Así al menos se <strong>de</strong>ben enfocar los diálogos<br />
sobre qué es <strong>de</strong>streza o areté y los que en su madurez <strong>de</strong>dica<br />
a la justicia, el amor. Mostrar, más que juzgar, comportamientos<br />
y actitu<strong>de</strong>s, frenar falsas explicaciones y refrenar<br />
posibles <strong>de</strong>sajustes en las respuestas es lo que caracteriza<br />
más que nada lo que <strong>de</strong> Platón pasó al mundo <strong>de</strong>l<br />
espectador, bien sea éste un lector <strong>de</strong> novelas o un aficionado<br />
al cine.<br />
Y a este último vamos a pasar con dos ejemplos<br />
característicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista que se ha tipificado<br />
en El Banquete. Pasaremos a hacerlo, pues, tomando uno<br />
<strong>de</strong> ellos como fase en la que se configura la opinión pública<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> todas las perspectivas <strong>de</strong>l amor frente al interés y<br />
a la corrupción representados en la política, con el otro<br />
ejemplo entraremos en el planteamiento <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be ser<br />
un político y <strong>de</strong> la diferencia con el intermediario, o <strong>de</strong> su<br />
semejanza, si cabe.<br />
He buscado los ejemplos entre películas muy<br />
conocidas, porque no cabe <strong>de</strong>tenerse ahora a contemplar<br />
cada una <strong>de</strong> ellas y porque me interesa su técnica y la <strong>de</strong>terminación<br />
real <strong>de</strong> su espacio más que otra cosa.<br />
La primera <strong>de</strong> ellas es Primera Plana (The Front<br />
Page), que dirigió Billy Wil<strong>de</strong>r en 1974, con Walter Matthaw<br />
encarnando a Walter Burns, director <strong>de</strong>l Examiner <strong>de</strong><br />
Chicago, y Jack Lemmnon al periodista Hildy Jonson.<br />
La película se basa en una obra <strong>de</strong> teatro <strong>de</strong> Ben<br />
Hecht y Charles MacArthur. En realidad es un remake, el<br />
tercero en su caso (antes fue Un gran reportaje, <strong>de</strong> Lewis<br />
Milestone en 1931, y luego Luna nueva –His girl friday, <strong>de</strong><br />
Howard Hawks, con Cary Grant y Rosalind Russel, en<br />
1940).<br />
Lo que en la obra <strong>de</strong> Platón es la charla <strong>de</strong> sobremesa<br />
aquí se reproduce en la sala <strong>de</strong> prensa <strong>de</strong> la penitenciaría<br />
en la víspera <strong>de</strong> la ejecución <strong>de</strong> un con<strong>de</strong>nado a muerte.<br />
Los planos sustituyen aquí a los discursos y el humor es<br />
la tónica general que <strong>de</strong>ja discurrir la aci<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la situación.<br />
La obra <strong>de</strong> teatro fue hecha por unos periodistas<br />
característicos <strong>de</strong> la época, más bien <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> épocas,<br />
puesto que ambos periodistas pasaron al cine que entonces,<br />
con el paso al sonoro, necesitaba guionistas. El primero <strong>de</strong><br />
ellos al menos fue autor <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> los más conocidos,<br />
como el <strong>de</strong> Lo que el viento se llevó.<br />
Sin duda que la película <strong>de</strong> Hawks es una obra<br />
maestra, y eso lo reconocía el propio Wil<strong>de</strong>r, que incluso<br />
llegó a sentir como error haber filmado un “remake” ante<br />
semejante <strong>de</strong>safío. Pero no es cierto eso <strong>de</strong> que <strong>de</strong>biera<br />
haber acabado con la anterior. De hecho se trata <strong>de</strong> dos películas<br />
muy diferentes, aunque partan <strong>de</strong> la misma obra. La<br />
<strong>de</strong> Hawks cambia uno <strong>de</strong> los protagonistas <strong>de</strong> hombre a<br />
mujer y plantea un problema <strong>de</strong> distinta índole, el <strong>de</strong> la<br />
emancipación y libertad femenina, que por cierto aparece<br />
asimismo como una alternativa en cierta manera a la figura<br />
<strong>de</strong> Diotima en el Banquete <strong>de</strong> Jenofonte, pero no vamos<br />
a entrar ahora mismo en esas cuestiones.<br />
La obra <strong>de</strong> Wil<strong>de</strong>r se entendió como una crítica<br />
agria a la prensa, a su papel supuestamente <strong>de</strong>formador <strong>de</strong><br />
la sociedad, algo así como la figura <strong>de</strong> Kane en la gran película<br />
<strong>de</strong> Orson Welles. Ciertamente la película traslada el<br />
problema que analiza Platón acerca <strong>de</strong> la configuración <strong>de</strong><br />
una opinión pública. Y ciertamente también es el oficio <strong>de</strong><br />
periodista el que alcanza en ella distintas matizaciones<br />
negativas. Así Hildy (Jack Lemmon), el periodista que preten<strong>de</strong><br />
escapar a la tiranía <strong>de</strong>l director <strong>de</strong>l periódico y abandonar<br />
la profesión para casarse, pasar a trabajar en una<br />
agencia <strong>de</strong> publicidad y olvidarse <strong>de</strong> lo que hacía hasta<br />
entonces se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> <strong>de</strong> sus antiguos compañeros con esta<br />
<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l oficio:<br />
“Un hatajo <strong>de</strong> pobres diablos, con los codos raídos<br />
y los pantalones llenos <strong>de</strong> agujeros, que miran por la<br />
cerradura y que <strong>de</strong>spiertan a la gente a medianoche para<br />
preguntarle qué opina <strong>de</strong> Fulanito o Menganita. Que roban<br />
a las madres fotos <strong>de</strong> sus hijas violadas en los parques. ¿Y<br />
para qué? Pues para hacer las <strong>de</strong>licias <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>pendientas y amas <strong>de</strong> casa. Y, al día siguiente, su reportaje<br />
sirve para envolver un periquito muerto”.<br />
Pero Billy Wil<strong>de</strong>r convierte la película en un canto<br />
al amor: amor a la profesión, amor humano, mediador<br />
entre los dioses y los hombres. La corrupción no está en la<br />
opinión pública ni en la prensa, por muy poco ortodoxos<br />
que sean los métodos <strong>de</strong> los que se sirve el director <strong>de</strong>l<br />
periódico para retener a los periodistas valiosos o para obtener<br />
una información. La corrupción está en los políticos y<br />
la fuerza <strong>de</strong> la prensa es la única garantía <strong>de</strong> protección y<br />
<strong>de</strong>nuncia.<br />
La película no tuvo la crítica que merecía en<br />
muchos casos, pero recor<strong>de</strong>mos que en 1974, cuando se<br />
hizo, saltó a la luz pública el caso Watergate. Es evi<strong>de</strong>nte<br />
que este asunto no venía en el guión, pero también lo es que<br />
<strong>de</strong>ja muy claro <strong>de</strong> lado <strong>de</strong> quién estaba la corrupción y la<br />
manipulación.<br />
Una figura mucho más simpática <strong>de</strong> político, planteada<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la amistad y la atracción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber, en un sentido<br />
mucho más propio <strong>de</strong> la filosofía platónica, que marca<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as distintos niveles <strong>de</strong> realidad, las más <strong>de</strong> las<br />
veces contrapuestos, pero siempre conectados entre sí, constituye<br />
el segundo ejemplo en el que nos vamos a <strong>de</strong>tener.