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Boletín 3 - Sociedad Asturiana de Filosofía

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BOLETÍN Nº 3<br />

te. Así las cosas, las i<strong>de</strong>as dominantes son las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong><br />

los que dominan, i<strong>de</strong>as que, por otro lado, pue<strong>de</strong>n ser<br />

consi<strong>de</strong>radas como erróneas o cuando menos confusas.<br />

Dicho esto, po<strong>de</strong>mos afirmar que la <strong>de</strong>mocracia<br />

incluye un conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, algunas <strong>de</strong> ellas confusas<br />

o erróneas que están relacionadas con los intereses<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados grupos o clases sociales, las cuales<br />

aparecen, a su vez, enfrentadas <strong>de</strong> modo más o menos<br />

explícito.<br />

En su artículo La Democracia como I<strong>de</strong>ología,<br />

el profesor Gustavo Bueno presenta una clasificación<br />

<strong>de</strong> las distintas i<strong>de</strong>ologías <strong>de</strong>mocráticas en la que queda<br />

patente el confusionismo existente en esas i<strong>de</strong>as que<br />

aparecen asociadas tradicionalmente a la <strong>de</strong>mocracia:<br />

1. La <strong>de</strong>mocracia no es la esencia misma <strong>de</strong> la<br />

sociedad política por la sencilla razón <strong>de</strong> que<br />

la <strong>de</strong>mocracia no pue<strong>de</strong> autoconstituirse como<br />

sociedad política.<br />

2. No po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar tampoco, <strong>de</strong> modo<br />

estricto, la <strong>de</strong>mocracia como gobierno <strong>de</strong>l<br />

pueblo por el carácter metafísico <strong>de</strong>l concepto<br />

“pueblo” y por el funcionamiento <strong>de</strong> la mayoría<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocracias.<br />

3. La vinculación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia con la realización<br />

<strong>de</strong> la libertad política nos mete <strong>de</strong> lleno<br />

en el problema <strong>de</strong> la libertad. Hay, básicamente,<br />

dos tipos <strong>de</strong> libertad (libertad <strong>de</strong>..., libertad<br />

para...) en los cuales encajan todos los <strong>de</strong>más.<br />

Y entre ellos pue<strong>de</strong>n, y <strong>de</strong> hecho se producen,<br />

frecuentes choques: libertad <strong>de</strong> mercado, libre<br />

elección <strong>de</strong>l trabajo, etc.<br />

4. La relación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia con la igualdad<br />

política <strong>de</strong>svela también distintos tipos <strong>de</strong><br />

igualdad que entran en conflicto (igualdad<br />

social, igualdad económica, igualdad religiosa,<br />

igualdad psicológica...). La propia Declaración<br />

<strong>de</strong> los Derechos Humanos <strong>de</strong>l año 1948<br />

comienza <strong>de</strong>clarando la igualdad <strong>de</strong> todos los<br />

hombres sin más. Dicho <strong>de</strong> otro modo, podrían<br />

darse igualda<strong>de</strong>s fruto <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />

y viceversa. A<strong>de</strong>más, la <strong>de</strong>mocracia no<br />

garantiza la igualdad política sino las condiciones<br />

<strong>de</strong>l terreno en el cual esta igualdad pue<strong>de</strong><br />

ser reivindicada en cada momento.<br />

5. La <strong>de</strong>mocracia como realización <strong>de</strong> la fraternidad<br />

(solidaridad) se viene abajo al reconocer<br />

que la solidaridad como virtud ética no pue<strong>de</strong><br />

interpretarse como una virtud propia <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia. En efecto, uno no se solidariza<br />

“con”, como es habitual oír en nuestras socieda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>mocráticas, sino “contra”.<br />

5.- SOCIALISMO COMO CATEGORÍA POLÍTICA. BREVE<br />

RECORRIDO HISTÓRICO<br />

Del mismo modo que la Democracia nos remitía<br />

al terreno <strong>de</strong> la política, el “Socialismo” nos mete <strong>de</strong><br />

lleno no sólo en el <strong>de</strong> la propia política sino también en<br />

el <strong>de</strong> la economía. Y esto queda patente al rastrear sus<br />

<strong>de</strong>finiciones. Así, Emile Durkheim, en su conocida<br />

obra El Socialismo (Durkheim, Emile.- El Socialismo.-<br />

Madrid: Editora Nacional, 1982 (pp. 108 y ss.)) analiza<br />

tres <strong>de</strong>finiciones que envuelven términos propios <strong>de</strong> los<br />

dos campos categoriales citados:<br />

1. El Socialismo i<strong>de</strong>ntificado con la negación pura<br />

y simple <strong>de</strong> la propiedad individual.<br />

2. El Socialismo entendido como subordinación<br />

<strong>de</strong>l individuo a la colectividad.<br />

3. El Socialismo entendido como una mejora <strong>de</strong><br />

las condiciones <strong>de</strong> las clases trabajadoras y la<br />

introducción <strong>de</strong> una mayor en las relaciones<br />

económicas.<br />

También es <strong>de</strong>stacable en este sentido la aportación<br />

<strong>de</strong> Manuel Sacristán a la magna obra Historia<br />

General <strong>de</strong>l Socialismo (Historia General <strong>de</strong>l Socialismo:<br />

De los orígenes a 1875.- Barcelona: Destino, 1976.<br />

Prólogo a la edición española.), quien vincula directamente<br />

el Socialismo con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las fuerzas productivas.<br />

Sería necesario, no obstante, matizar alguna estas<br />

cuestiones, ya que remitiéndonos Karl Marx, teórico<br />

por excelencia <strong>de</strong>l Socialismo, la propiedad colectiva<br />

sólo se exten<strong>de</strong>ría a los medios <strong>de</strong> producción ya que la<br />

propiedad privada <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> producción es una<br />

<strong>de</strong> las causas principales <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> los obreros.<br />

El error generalizado en la <strong>de</strong>finición pue<strong>de</strong> venir dado<br />

por la interpretación posterior que otros teóricos, <strong>de</strong><br />

corrientes <strong>de</strong>nominadas <strong>de</strong> izquierdas alejadas <strong>de</strong>l<br />

socialismo ortodoxo, han hecho <strong>de</strong> la propiedad privada.<br />

Este es el caso <strong>de</strong> Kropotkin, verda<strong>de</strong>ro i<strong>de</strong>ólogo<br />

<strong>de</strong>l Anarquismo, que extien<strong>de</strong> la propiedad colectiva no<br />

sólo a los medios <strong>de</strong> producción sino también a los bienes<br />

producidos.<br />

Estrictamente hablando, el término “Socialismo”,<br />

en relación con la política tal y como lo conocemos,<br />

aparece a la vez en Inglaterra y Francia entre 1830<br />

y 1840 dándole el significado <strong>de</strong> oposición al individualismo<br />

(Pierre Leroux).<br />

5.1.- EL SOCIALISMO A TRAVÉS DE LA HISTORIA<br />

En primer lugar <strong>de</strong>bemos remitirnos, otra vez,<br />

a Atenas <strong>de</strong>l siglo V-IV a.n.e, como precursora <strong>de</strong> una<br />

especie <strong>de</strong> “presocialismo”. En este tiempo surgen ciertas<br />

i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> carácter cercano a lo que hoy llamamos<br />

Comunismo. Esto se nos muestra en las teorías “comunistas”<br />

<strong>de</strong> Platón. A<strong>de</strong>más, por este tiempo, hay políticas<br />

<strong>de</strong> Estado que podríamos <strong>de</strong>nominar socialistas,<br />

como ayuda a los indigentes o fomento <strong>de</strong> la participación<br />

ciudadana en el po<strong>de</strong>r. También podríamos consi<strong>de</strong>rar<br />

socialista que el po<strong>de</strong>r residía únicamente en el<br />

pueblo (Democracia), en la Asamblea, órgano supremo.<br />

Ya en pleno Renacimiento, es necesario tomar<br />

a Tomás Moro como otro precursor socialista. Su obra

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