Boletín 3 - Sociedad Asturiana de Filosofía
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procedimental (formal) en tanto insuficientemente<br />
<strong>de</strong>mocrática con el objetivo <strong>de</strong> reafirmar los postulados<br />
auténticamente <strong>de</strong>mocráticos: igualdad <strong>de</strong> los<br />
individuos, justicia social, libertad individual, etc.<br />
Más allá <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> procedimientos estaría la<br />
<strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> la auténtica realidad social.<br />
Cabe señalar, sin embargo, el confusionismo al<br />
que nos conduce estas dos maneras <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la <strong>de</strong>mocracia.<br />
Por un lado, la <strong>de</strong>mocracia formal no existe propiamente<br />
como tal puesto que esos procedimientos a los<br />
que hace alusión son tan reales y precisos como las realida<strong>de</strong>s<br />
a las que se aplican. Y por otro, las <strong>de</strong>mocracias<br />
realmente existentes, y por tanto, <strong>de</strong>mocracias reales,<br />
exhiben claramente esas insuficiencias <strong>de</strong>mocráticas<br />
que la propia expresión “<strong>de</strong>mocracia real” trata <strong>de</strong> sacar<br />
a la luz.<br />
4.- DEMOCRACIA COMO IDEA FILOSÓFICA.<br />
Tratar a la <strong>de</strong>mocracia como categoría política,<br />
tal y como hemos hecho hasta ahora, nos ha <strong>de</strong>svelado<br />
la riqueza y a la vez complejidad <strong>de</strong> la exposición que<br />
hemos realizado. Y ello es <strong>de</strong>bido, sin duda, a que la<br />
<strong>de</strong>mocracia consigue <strong>de</strong>sbordar ese terreno constreñido<br />
<strong>de</strong> la política y nos introduce <strong>de</strong> lleno en ese otro terreno<br />
que es el <strong>de</strong> la filosofía. En efecto, consi<strong>de</strong>raremos<br />
que la <strong>de</strong>mocracia es una i<strong>de</strong>a filosófica por dos razones<br />
fundamentales:<br />
1. Porque, como ya apuntábamos líneas atrás, la<br />
<strong>de</strong>mocracia no es patrimonio exclusivo <strong>de</strong> la<br />
política. No tenemos más que hacer un breve<br />
repaso por los usos exaltativos (adjetivos) <strong>de</strong>l<br />
término en cuestión: “agricultura <strong>de</strong>mocrática”,<br />
“cristianismo <strong>de</strong>mocrático”, etc. Aunque,<br />
con propiedad el adjetivo “<strong>de</strong>mocrático” <strong>de</strong>bería<br />
aplicarse en el terreno estrictamente político,<br />
no <strong>de</strong>bemos obviar estos usos tan poco<br />
estrictos.<br />
2. Porque el término “<strong>de</strong>mocracia” <strong>de</strong>signa un<br />
conjunto <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s que están en conexión o<br />
symploké con otras realida<strong>de</strong>s que están<br />
inmersas en términos como “igualdad”, “libertad”,<br />
“consenso”, “hombre”, “ciudadano”, etc.<br />
Sin las cuales no sería posible enten<strong>de</strong>r su significado,<br />
y todas ellos, igualmente, susceptibles<br />
<strong>de</strong> recibir tratamiento filosófico.<br />
Con todo, hemos <strong>de</strong> reconocer también que la<br />
<strong>de</strong>mocracia es, en términos marxistas, una “i<strong>de</strong>ología”.<br />
La <strong>de</strong>mocracia encierra, a su vez, i<strong>de</strong>as confusas e<br />
incluso <strong>de</strong>formadas vinculadas a los intereses <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados<br />
grupos o clases sociales que tratan <strong>de</strong> imponerlas<br />
<strong>de</strong> forma más o menos sutil al resto <strong>de</strong> la sociedad<br />
III Olimpiada. Segundo premio<br />
4.1.- EL NACIMIENTO DE LA DEMOCRACIA Y EL NACI-<br />
MIENTO DE LA FILOSOFÍA<br />
Al partir <strong>de</strong> una concepción <strong>de</strong> la filosofía<br />
como un saber <strong>de</strong>finido en función <strong>de</strong> otros saberes previamente<br />
dados (filosofía como saber <strong>de</strong> segundo grado),<br />
es obvio que su génesis habrá que buscarla en el<br />
entorno histórico–político marcado por la Ciudad o el<br />
Estado.<br />
Este entorno histórico–político <strong>de</strong>l que hablamos<br />
no es otro que el <strong>de</strong> las Ciuda<strong>de</strong>s-Estado griegas (las<br />
famosas “polis”). En efecto, allá por el siglo VII a. C.,<br />
en algunas <strong>de</strong> estas ciuda<strong>de</strong>s (Mileto, Éfeso, Elea, Atenas)<br />
se empiezan a poner las bases que harán surgir la<br />
filosofía. Sin duda, una <strong>de</strong> estas bases viene dada por las<br />
constituciones <strong>de</strong>mocráticas. Así, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> reparar en<br />
el conjunto <strong>de</strong> conocimientos que poseían los helenos<br />
por aquella época, hemos <strong>de</strong> fijarnos especialmente en<br />
ese contexto sociopolítico <strong>de</strong> esas ciuda<strong>de</strong>s que adoptaron<br />
como forma <strong>de</strong> organización política la <strong>de</strong>mocracia.<br />
De este modo, en aquellas ciuda<strong>de</strong>s en don<strong>de</strong> la palabra<br />
(logos) se había convertido en un valor fundamental, en<br />
don<strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> “isonomía” e “isegoría” se acaban<br />
imponiendo, el discurso filosófico, en tanto “logos” crítico,<br />
se presenta como el más eficaz. El ejemplo más claro<br />
lo tenemos en esa Atenas victoriosa <strong>de</strong> los persas, esa<br />
Atenas <strong>de</strong> los sofistas (<strong>de</strong> quienes se dice que “<strong>de</strong>mocratizan<br />
el saber”) es la que dará paso a la filosofía en<br />
sentido estricto, a la filosofía <strong>de</strong> Platón.<br />
Al margen <strong>de</strong> las peculiares relaciones <strong>de</strong> Platón<br />
con la <strong>de</strong>mocracia y <strong>de</strong> sus posteriores y variadas<br />
interpretaciones, queremos <strong>de</strong>jar claro que esa forma<br />
política en la que poner la base <strong>de</strong> la conciencia filosófica,<br />
es precisamente la forma <strong>de</strong>mocrática en su sentido<br />
más literal, es <strong>de</strong>cir, aquella que consi<strong>de</strong>ra al pueblo,<br />
y no a minorías <strong>de</strong> diverso corte, como “legislador <strong>de</strong> la<br />
razón”, dicho en términos kantianos.<br />
4.2.- LA IDEOLOGÍA DEMOCRÁTICA<br />
“Enten<strong>de</strong>mos por i<strong>de</strong>ología, como es habitual,<br />
un sistema <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as socializadas cuya pretensión <strong>de</strong> verdad<br />
es mantenida en la medida en que representan o<br />
canalizan los intereses <strong>de</strong> un grupo social en tanto éste<br />
se opone a otros grupos sociales” (Bueno, Gustavo.- El<br />
mito <strong>de</strong> la izquierda.- Barcelona: Ediciones B, 2003 (pp.<br />
16)). Este modo <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la i<strong>de</strong>ología resalta, sin<br />
duda, el aspecto dialéctico <strong>de</strong> la misma al involucrar los<br />
intereses <strong>de</strong> los distintos grupos sociales y su oposición.<br />
Es ya un tópico <strong>de</strong>cir que la concepción dialéctica <strong>de</strong> las<br />
i<strong>de</strong>ologías se la <strong>de</strong>bemos a Marx. Como apuntábamos<br />
líneas más arriba, Marx consi<strong>de</strong>ra la i<strong>de</strong>ología como un<br />
concepto crítico-negativo. Se trata, por un lado, <strong>de</strong> constatar<br />
las distintas i<strong>de</strong>ologías vigentes en una sociedad y<br />
vincularlas a los intereses <strong>de</strong> distintos grupos, pero<br />
resaltando que será una <strong>de</strong> ellas la que se imponga sobre<br />
las <strong>de</strong>más por estar asociada a un grupo social dominan-<br />
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