Boletín 3 - Sociedad Asturiana de Filosofía

Boletín 3 - Sociedad Asturiana de Filosofía Boletín 3 - Sociedad Asturiana de Filosofía

sociedadasturianadefilosofia.org
from sociedadasturianadefilosofia.org More from this publisher
07.05.2013 Views

El hombre, al hacerse independiente de la sociedad, consigue libertades que no tendría si estuviera supeditado al grupo, así el hombre es capaz de inventar su vida según crea conveniente. De esta manera, elige estar dotado de una serie de derechos que lo protegen y permiten que su vida, a nivel individual y colectivo, sea más placentera. Este es un proceso social, que debe llevarse a cabo entre todos los miembros de la sociedad, y gracias al cual el ser humano individual puede vivir con dignidad. 8.- CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Los derechos evolucionaron a medida que se fueron haciendo más complejas las sociedades. José Antonio Baigorri (Baigorri, J.A. Los derechos humanos,... pág. 44) llama a estas etapas, derechos de primera, segunda y tercera generación. Los de primera generación establecen la autonomía del individuo y se centran más que nada en su libertad, tanto personal, como jurídica, política y de expresión. Implica la no intervención del poder público en la vida privada de las personas. Para que estos derechos puedan realizarse en un sentido práctico necesitan ir acompañados de una serie de derechos que proveen condiciones materiales para que la libertad se desarrolle. Estos son los derechos de segunda generación. Son los derechos económicos, sociales y culturales, todos ellos aunados por el derecho a la igualdad. Estos fueron reivindicados por el movimiento obrero a lo largo del siglo XIX y requieren los poderes públicos para garantizar su ejercicio. Sin embargo, del lema proletario “los obreros tenemos patria” se pasó en nuestro siglo a que la patria se convierta en el garante de los derechos para los desposeídos de propiedad privada: sanidad, educación, pensiones, son proporcionados por los Estados más respetuosos con el cumplimiento efectivo de los derechos. Finalmente los de tercera generación se basan en la solidaridad entre hombres y son los más necesarios en la época actual. La revolución tecnológica supuso un cambio en las relaciones de los seres humanos entre sí y con la naturaleza y han hecho posible que se tome conciencia de los peligros más importan- HISTORIA GRÁFICA DE LA SAF 1985 III Olimpiada: primer premio tes que amenazan a la especie humana: la división cada vez más profunda entre ricos y pobres, la destrucción del medio ambiente, la posibilidad de una guerra que acabe con la especie humana debido al desarrollo de la industria armamentística, etc. Los derechos de tercera generación son, por ejemplo, el derecho a la paz, a un medio ambiente limpio, etc. y deben ser llevados a cabo por los hombres y para los hombres, en una ayuda mutua y cooperativa para hacer frente a las actuales agresiones que afectan a todos los humanos. En la actualidad se exige, acertadamente, que este nuevo tipo de derechos sea incluido en la Declaración para hacer frente a problemas actuales. Algunos pensadores, sin embargo, consideran que estos derechos están implícitos en los anteriores, pero otros piensan que sería conveniente hacer hincapié en éstos, poniéndolos por escrito y haciendo que formen parte de las constituciones de los países, para que los poderes públicos se atengan a ellos y controlen su cumplimiento. Actualmente estos derechos de tercera generación pueden ser los que determinen la supervivencia de la especie humana. Desde siempre los seres humanos se han dejado llevar por las pasiones violentas más que por las moralmente mejores, pero ahora se ha tornado realmente peligroso porque la tecnología ha provisto a los hombres de medios para acabar con la humanidad. El futuro de los seres humanos ha llegado a depender de que los seres humanos aprendan a actuar según las consideraciones éticas. 9.- UTOPÍAS Y PROYECCIÓN AL FUTURO Aunque todos sabemos que la vida en sociedad sería más pacífica y mejor si se respetaran los derechos, a veces esta idea no pasa de ser una utopía. Como bien afirma Luis Gómez Llorente (Goméz Llorente, L. Los derechos humanos...pág. 14), “la moralidad que emana de la Declaración de los Derechos humanos, comprendida como derechosdeberes, de respeto recíproco y de exigencia solidaria, pudiera considerarse una moral cívica, social, o moral de mínimos y sin embargo tiene dimensiones casi utópicas en muchos aspectos”. Esta utopía que señala, comprende varias razones. En primer lugar, las nuevas técnicas de comu- 29

30 BOLETÍN Nº 3 nicación aplicadas a la manipulación de la conciencia y de la voluntad de masas. En segundo lugar, estos derechos han crecido en forma despareja en los estados más avanzados, pues mientras que se ha puesto énfasis en el derecho a la salud y a la educación, otros como el derecho al trabajo o a vivienda digna han quedado relegados a una importancia muy secundaria, llegando al límite de que su progreso se detuviera. En muchas sociedades no se contemplan de la forma debida derechos como la protección a la ancianidad, a la infancia, a las minusvalías, etc. Por último, derechos como la no discriminación y la igualdad, no pasan de ser meros conceptos. Muchas veces ciertos regímenes se niegan a reconocer los derechos humanos, es decir, ejercen la inobservancia; o las condiciones históricas, sociales o económicas de ciertos pueblos imposibilitan la práctica de los derechos humanos. Los Derechos humanos no son normas estáticas, inmutables y fijas, porque como pueden variar entre culturas, también lo hacen dentro de la misma sociedad a través del tiempo. Así como la sociedad evoluciona, los derechos y deberes de los ciudadanos deben evolucionar paralelamente para mantenerse a la altura de las circunstancias sociales. De ahí que la Declaración de Derechos pueda ser interpretada de distinto modo por distintas culturas, sin que ninguna cultura en particular se crea con derecho a imponer su visión de los mismos. Por ejemplo, las diferencias existentes entre la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789 y la Declaración de los Derechos Humanos se explica porque se agregaron toda la variedad de derechos económicos sociales salidos del movimiento obrero. 10.- LOS DERECHOS HUMANOS EN EL SIGLO XXI En este momento, a comienzos del siglo XXI, surgen nuevos problemas que necesitan una reglamentación nueva que los controle. Ejemplos de estos son los derechos de los animales, propuestos por los ecólogos para detener la acción del industrialismo sobre la naturaleza; o la regulación de medios de comunicación modernos como son el Internet y el control de los robos de información perpetrados por los hackers. También existe la dificultad de los problemas que continúan de siglos anteriores, aún sin resolver: desigualdad creciente tanto entre los Estados como dentro de los Estados, la existencia de los denominados “grupos vulnerables”, el incremento del racismo y la xenofobia, etc. Estas dificultades hacen pensar que más que una realidad, los Derechos Humanos son un proyecto, una propuesta, una teoría que aún no ha encontrado un camino hacia la práctica. Aunque no se les reconozca un valor jurídico del mismo modo que a las leyes, forman parte de las constituciones de muchos países. Además, al ingresar en la Organización de las Naciones Unidas, los países deben firmar previamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la actualidad son alrededor de doscientos los Estados que se han comprometido a respetar y vigilar el cumplimiento de ésta. Al elaborarse el texto se intentó recoger las aspiraciones del mayor número posible de culturas, participando en ella una gran diversidad de ideologías, culturas, posiciones sociales y económicas, para hacerla lo más universal posible. Esto quiere decir que casi todo el mundo está de acuerdo con esos valores y aceptan que deben ser respetados, aunque en la realidad no siempre ocurra así. En su Proclamación, se afirma que los derechos son “el ideal común por el que todos los pueblos y naciones tienen que esforzarse”. Por lo tanto, para los países firmantes tienen prácticamente vigencia jurídica y legal, aunque son los que se dejan más a menudo de lado por no tener implícito un castigo o sanción judicial de la misma manera que las leyes referidas a otros asuntos. Actualmente se hace difícil para las familias y escuelas inculcar los valores morales en las nuevas generaciones pues éstas están en presencia constante de estímulos que no tienen relación o son incluso contradictorios con los que se les pretende enseñar. Actualmente la moral se ha visto desplazada en favor de habilidades de otro tipo, especialmente mercantiles. La capacidad económica supone una fuente de poder y motivo de desigualdad, no acorde con los derechos humanos anteriormente mencionados. Este afán por entrar en el marcado hace que se comercie con cosas que antes no eran objetos del mercado: el ocio infantil y juvenil, o los resultados del desarrollo de la ciencia y de la investigación. Esta influencia de los medios y el mercado en la conciencia de los seres humanos supone una reducción de nuestra libertad y de nuestra capacidad de elegir libremente, por tanto también falla la capacidad de autolegislarnos. Es deber de las escuelas y de la familia el enseñar a los jóvenes a elegir por sí mismos, a no ser influidos por modas o por el pensamiento de la mayoría, pues “la conciencia racional libre optará por la justicia” (Gómez Llorente, L. Derechos humanos. ... pág. 23). En los umbrales del siglo XXI se hace necesario adaptar las leyes, derechos y deberes a las nuevas necesidades surgidas, principalmente del desarrollo científico-técnico. Los derechos pueden ser modificados de acuerdo a las circunstancias sociales del momento, pero en esta época en la que la sociedad cambia tan rápidamente se hace difícil mantener actualizada la legislación. No se puede dejar que los avances pasen desapercibidos por las leyes y queden sin regulación pues es necesario darles unos límites para que no se caiga en la mala utilización o en el abuso de los recursos conseguidos. Estas reformas no deben ser una prohibición, como en ocasiones se ha hecho, de

El hombre, al hacerse in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la<br />

sociedad, consigue liberta<strong>de</strong>s que no tendría si estuviera<br />

supeditado al grupo, así el hombre es capaz <strong>de</strong><br />

inventar su vida según crea conveniente. De esta<br />

manera, elige estar dotado <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

que lo protegen y permiten que su vida, a nivel individual<br />

y colectivo, sea más placentera. Este es un proceso<br />

social, que <strong>de</strong>be llevarse a cabo entre todos los<br />

miembros <strong>de</strong> la sociedad, y gracias al cual el ser humano<br />

individual pue<strong>de</strong> vivir con dignidad.<br />

8.- CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS<br />

Los <strong>de</strong>rechos evolucionaron a medida que se<br />

fueron haciendo más complejas las socieda<strong>de</strong>s. José<br />

Antonio Baigorri (Baigorri,<br />

J.A. Los <strong>de</strong>rechos humanos,...<br />

pág. 44) llama a estas etapas,<br />

<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> primera, segunda y<br />

tercera generación.<br />

Los <strong>de</strong> primera generación<br />

establecen la autonomía<br />

<strong>de</strong>l individuo y se centran más<br />

que nada en su libertad, tanto<br />

personal, como jurídica, política<br />

y <strong>de</strong> expresión. Implica la no<br />

intervención <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público<br />

en la vida privada <strong>de</strong> las personas.<br />

Para que estos <strong>de</strong>rechos<br />

puedan realizarse en un<br />

sentido práctico necesitan ir<br />

acompañados <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>rechos que proveen condiciones<br />

materiales para que la libertad<br />

se <strong>de</strong>sarrolle. Estos son los<br />

<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> segunda generación.<br />

Son los <strong>de</strong>rechos económicos,<br />

sociales y culturales,<br />

todos ellos aunados por el <strong>de</strong>recho<br />

a la igualdad. Estos fueron<br />

reivindicados por el movimiento obrero a lo largo <strong>de</strong>l<br />

siglo XIX y requieren los po<strong>de</strong>res públicos para garantizar<br />

su ejercicio. Sin embargo, <strong>de</strong>l lema proletario “los<br />

obreros tenemos patria” se pasó en nuestro siglo a que<br />

la patria se convierta en el garante <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos para<br />

los <strong>de</strong>sposeídos <strong>de</strong> propiedad privada: sanidad, educación,<br />

pensiones, son proporcionados por los Estados<br />

más respetuosos con el cumplimiento efectivo <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>rechos.<br />

Finalmente los <strong>de</strong> tercera generación se basan<br />

en la solidaridad entre hombres y son los más necesarios<br />

en la época actual. La revolución tecnológica<br />

supuso un cambio en las relaciones <strong>de</strong> los seres humanos<br />

entre sí y con la naturaleza y han hecho posible<br />

que se tome conciencia <strong>de</strong> los peligros más importan-<br />

HISTORIA GRÁFICA DE LA SAF<br />

1985<br />

III Olimpiada: primer premio<br />

tes que amenazan a la especie humana: la división cada<br />

vez más profunda entre ricos y pobres, la <strong>de</strong>strucción<br />

<strong>de</strong>l medio ambiente, la posibilidad <strong>de</strong> una guerra que<br />

acabe con la especie humana <strong>de</strong>bido al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

industria armamentística, etc. Los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> tercera<br />

generación son, por ejemplo, el <strong>de</strong>recho a la paz, a un<br />

medio ambiente limpio, etc. y <strong>de</strong>ben ser llevados a<br />

cabo por los hombres y para los hombres, en una ayuda<br />

mutua y cooperativa para hacer frente a las actuales<br />

agresiones que afectan a todos los humanos. En la<br />

actualidad se exige, acertadamente, que este nuevo<br />

tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos sea incluido en la Declaración para<br />

hacer frente a problemas actuales. Algunos pensadores,<br />

sin embargo, consi<strong>de</strong>ran que estos <strong>de</strong>rechos están<br />

implícitos en los anteriores, pero otros piensan que<br />

sería conveniente hacer hincapié en éstos, poniéndolos<br />

por escrito y haciendo que formen<br />

parte <strong>de</strong> las constituciones<br />

<strong>de</strong> los países, para que los<br />

po<strong>de</strong>res públicos se atengan a<br />

ellos y controlen su cumplimiento.<br />

Actualmente estos <strong>de</strong>rechos<br />

<strong>de</strong> tercera generación pue<strong>de</strong>n<br />

ser los que <strong>de</strong>terminen la supervivencia<br />

<strong>de</strong> la especie humana.<br />

Des<strong>de</strong> siempre los seres humanos<br />

se han <strong>de</strong>jado llevar por las<br />

pasiones violentas más que por<br />

las moralmente mejores, pero<br />

ahora se ha tornado realmente<br />

peligroso porque la tecnología<br />

ha provisto a los hombres <strong>de</strong><br />

medios para acabar con la<br />

humanidad. El futuro <strong>de</strong> los<br />

seres humanos ha llegado a<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> que los seres<br />

humanos aprendan a actuar<br />

según las consi<strong>de</strong>raciones éticas.<br />

9.- UTOPÍAS Y PROYECCIÓN AL FUTURO<br />

Aunque todos sabemos que la vida en sociedad<br />

sería más pacífica y mejor si se respetaran los<br />

<strong>de</strong>rechos, a veces esta i<strong>de</strong>a no pasa <strong>de</strong> ser una utopía.<br />

Como bien afirma Luis Gómez Llorente (Goméz<br />

Llorente, L. Los <strong>de</strong>rechos humanos...pág. 14), “la<br />

moralidad que emana <strong>de</strong> la Declaración <strong>de</strong> los<br />

Derechos humanos, comprendida como <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong>beres,<br />

<strong>de</strong> respeto recíproco y <strong>de</strong> exigencia solidaria,<br />

pudiera consi<strong>de</strong>rarse una moral cívica, social, o<br />

moral <strong>de</strong> mínimos y sin embargo tiene dimensiones<br />

casi utópicas en muchos aspectos”.<br />

Esta utopía que señala, compren<strong>de</strong> varias<br />

razones. En primer lugar, las nuevas técnicas <strong>de</strong> comu-<br />

29

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!