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¡
Contra el constipado
!
Me piden que os hable del constipado, resfriado o como lo llamamos los
médicos (ya sabéis que solemos ponerle nombres raros a todo), Catarro
de vías altas (CVA). Lo primero que quería explicaros es qué es eso de las
“vías altas”. Resulta que el aire que entra por nuestro cuerpo discurre
como un tren por vías y estaciones. La primera suele ser la nariz ( es
mejor que sea ella y no la boca la que haga entrar el aire, no lo olvidéis),
luego pasa por la garganta ( nosotros llamamos a una parte faringe y a
otra laringe) y baja por la tráquea y bronquios hasta los pulmones, estación
de destino final. El viaje de vuelta es por el mismo recorrido, por eso
no podemos coger (inspirar) y soltar (espirar) aire a la vez. Así pues, las
vías altas son las que llegan a la garganta y desde ahí se convierten en
vías bajas.
Otra cosa que debéis saber es que con el aire que respiramos viajan un
montón de cosas, algunas buenas y necesarias como el oxígeno; otras,
malas, como el humo del tabaco, la contaminación, algunos gérmenes
(bichos) que harán que nos pongamos enfermos..Para luchar contra esos
“bichitos” nuestro maravilloso cuerpo ha aprendido algunos trucos. Uno
es tratar de tener calentitos a los gérmenes porque a muchos de ellos les
gusta más crecer con el frío. Esta es la razón de la fiebre, aunque nos deje
hechos polvo, es una manera de luchar contra el enemigo.
Otro truco es el moco; si, no pongas esa cara. Esa cosa asquerosilla que
nos sale de la nariz y buscamos con el dedo; pues es útil para protegernos
de infecciones. Los gérmenes que entran con el aire se quedan pegados en
él y evitamos que entren más dentro y nos hagan daño. Lo siguiente es
sacar el moco con gérmenes. Para ello tenemos a nuestras “celulitas
barrenderas”, que tienen unos pelillos que mueven sin parar para empujar
el moco fuera. Cuando ellas no son suficientes, nuestro cuerpo utiliza el
estornudo y la tos para que el moco no se acumule. Para facilitar este trabajo
es importante que tratemos de mantener el moco lo más suelto posible.
Debemos aportar agua a nuestro cuerpo (bebiendo líquidos o con
vapor que humedezca el aire).
Fijaos qué listo es nuestro cuerpo; otro truco es aprovechar que la vía
respiratoria y el aparato digestivo se unen a la altura de la garganta, para
que cuando no podemos sacar el moco fuera, nos las apañamos para tragarlo
y mandarlo al estómago. Ese ambiente suele ser mortal para la
mayoría de los gérmenes.
Con todos estos mecanismos de defensa, la inmensa mayoría de las veces,
nuestro cuerpo se basta solo para vencer a los virus y los médicos damos
cosillas para no pasarlo mal mientras el organismo hace su trabajo,
todavía no hemos encontrado un tratamiento eficaz contra los virus del
resfriado. Los antibióticos, que a veces os mandamos sirven para otro tipo
de bichos, “Las bacterias”. Una parte del trabajo del pediatra, es escuchar
vuestro pecho, miraros la garganta, los oídos... para ver quien os pone
“malicos”. Si pensamos que es una bacteria os mandaremos antibióticos y
si pensamos que es un virus, ayudaremos a vuestras defensas.
Por eso existe un refrán: “ un constipado se cura en una semana sin antibióticos
y en siete días con ellos”.
Jorge V. Sotoca Fernández.
Pediatra.
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