07.05.2013 Views

fraudes

fraudes

fraudes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Revista Iberoamericana de Polímeros Volumen 4(2), Abril 2003<br />

Schulz y Katime Los <strong>fraudes</strong> científicos<br />

que nadie. Pero Renner le advirtió que aún faltaban 4600 observaciones para que la cuenta fuese<br />

correcta. Moewus no respondió a esta objeción. Renner llegó a la conclusión definitiva de que<br />

las experiencias de Moewus no merecían ni siquiera ser criticadas, pues eran, sencillamente,<br />

inventadas, y por eso nadie podía volver a hallar los resultados de Moewus. Escribió esta<br />

conclusión a Moewus el 24 de febrero de 1958 y le pidió que se defendiera. No obtuvo<br />

contestación.<br />

La obra de Moewus, después de haber sido considerada la más brillante del siglo XX,<br />

desapareció totalmente de las publicaciones científicas. Así, en el "Compendio de Biología<br />

General", de P.P. Grassé, se formula esta triste observación (24): "Los trabajos de Moewus sobre<br />

la sexualidad de Chlamydomonas tuvieron una gran resonancia; desgraciadamente... los<br />

resultados que él aportó no han podido ser obtenidos de nuevo por los biólogos que han<br />

intentado verificarlo. Por haberse convertido en sospechosa, la obra de Moewus no puede<br />

figurar en un manual clásico".<br />

Spector y el origen del cáncer<br />

En la primavera de 1981 una nueva superestrella de la investigación del cáncer hizo su<br />

aparición. Mark Spector, de sólo 24 años, bajo la tutela de su profesor, Efrain Racker, propuso<br />

una elegante teoría sobre el origen del cáncer, basada en sólidos experimentos que, muchos<br />

pensaron, podría hacerlo merecedor del premio Nobel de Medicina. En tan sólo 28 meses<br />

Spector pretendió demostrar que la ATP-asa sodio-potasio dependiente es fosforilada por una<br />

serie de cuatro enzimas conocidas como proteinocinasas, que se activan sucesivamente en la<br />

célula cancerosa en un proceso de "cascada". Según Spector en ese breve lapso había aislado<br />

y caracterizado los cuatro enzimas responsables del proceso (trabajo que generalmente toma<br />

varios años, aún a investigadores avezados y en laboratorios bien equipados). Su hipótesis y<br />

datos experimentales encajaban perfectamente con lo nuevos descubrimientos del cáncer, en<br />

especial con la demostración de que algunos oncogenes codifican la síntesis de una<br />

proteinocinasa. Los biólogos moleculares calificaron los descubrimientos de Spector de<br />

espectaculares y unificadores: no obstante, cuando otros investigadores trataron de repetirlos<br />

o aplicarlos, encontraron que no podían hacerlo. En la Universidad de Cornell, en el Instituto<br />

Nacional del Cáncer y en otros prestigiados laboratorios surgieron dudas sobre la probidad del<br />

"genio" de las proteinocinasas (25). En poco tiempo se desenmarañó el acertijo: Mark Spector<br />

había falsificado sus experimentos. Nuevamente, un brillante investigador y una gran veta en<br />

la investigación científica se desmoronaban. Lo más sorprendente, quizá, fue descubrir que el<br />

16

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!