Extra Fallas - El País

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07.05.2013 Views

4 EXTRA EL PAÍS, MIÉRCOLES 16 DE MARZO DE 2011 Fallas Después de la crisis, crisis A las fallas grandes les faltan patrocinadores, las pequeñas susbsisten como pueden PABLO FERRI El primer año recortaron en catering, en monumento, en iluminación y esperaron. El segundo recortaron más, igual que el tercero. ¿Y luego? Las comisiones falleras enfrentan las fiestas de este año con austeridad. Todas intentarán que metidos en la semana grande no se resienta pero la realidad no les ofrece alternativa. Las grandes acusan este año más que los anteriores la espantada de los patrocinadores y las pequeñas resisten con presupuestos modestos y cierta imaginación. La crisis económica irrumpe en 2007, el año en que se celebra la Copa del América en Valencia. Las comisiones falleras apenas reaccionan, la abundancia es infinita y las instituciones no se dan por enteradas. Las subvenciones llegan, las empresas quizá ignoran el panorama que les espera y el dinero fluye sin demasiado problema. Luego empiezan a cerrarse los grifos. Algunos patrocinadores lo dejan, las administraciones retrasan pagos y los bancos dejan de apostar por el crédito fácil. Ya no resulta sencillo cambiarse a un casal mayor o cenar de catering o gastarse una millonada en el monumento o montar una o varias barras libres la semana de Fallas. Lo siguiente empieza este año. “Lo que más hemos notado es el abandono del sector privado”, comenta Laura Cano. Laura ocupa la presidencia de la comisión de Almirante Cadarso-Conde Altea, que ayer consiguió el premio del ninot indultat. “La cosa no mejora”, lamenta, “cada vez somos menos falleros y los patrocinadores no invierten dinero”. Esta comisión ha perdido unos 50 ó 60 falleros en los últimos años, lo que supone una reducción sustancial en la recaudación por cuotas. Además, muchas de las empresas privadas que subvencionaban parte del alumbrado, el llibret o las vallas han dejado de interesarse por el escaparate fallero. “Solo este año habremos perdido unos 50.000 ó 60.000 euros del sector privado respecto al año pasado”, calcula el vicepresidente de la comisión, José Lluis Llorens. El perfil del anunciante ausente resulta algo difuso. “Nos dejan tanto los grandes como los pequeños”, cuenta. “Mira, teníamos un patrocinador el año pasado [una importante casa de apuestas virtual] que este año no ha querido entrar y que nos deja un agujero de 15.000 euros”. Además de las empresas privadas, las comisiones grandes como Almirante Cadarso acusan la demora de las instituciones en el pago de las subvenciones. La Diputación provincial no ha pagado y Turismo Valencia Convention Bureau (organismo que se encarga de la promoción de la ciudad) tampoco, igual que las empresas públicas de la Genera- Imagen de la carpa de una de las comisiones más céntricas del Valencia, a espaldas del Mercado Central. / tania castro “El peor año está por venir”, lamenta Laura Cano, de Almirante Cadarso “Lo que más nos daña es el abandono del sector privado”, sostiene Laura El Ayuntamiento de Valencia da menos dinero este año a los monumentos litat, caso de Canal 9 o la Ciudad de las Artes y las Ciencias. “Entre todos aun nos deberán entre 10.000 y 15.000 euros”. La única institución que ha cumplido de momento es el Ayuntamiento de Valencia, que ya ha abonado la parte que le toca del monumento. “De todas formas”, suspira Laura Cano, “aun tienen que pasarnos lo de la iluminación”. El Consistorio valenciano gasta anualmente más de un millón de euros en subvencionar las esculturas de cartón piedra y poliestireno. En los años previos a la crisis, el montante se acercaba a los dos millones, pero las cosas han cambiado. Hasta el año pa- sado, cada comisión recibía para su monumento hasta la cuarta parte de lo que destinaba. El Ayuntamiento, además, fijaba el límite en la cuarta parte del importe de la falla municipal. Es decir, ninguna subvención superaba el 25% de lo que costaba la falla de la plaza del Ayuntamiento ni el 25% de lo que costaba el monumento de la solicitante. A partir de este año, ya no es el 25% sino el 21%. En los subsidios a la iluminación, el Consistorio ha aplicado un recorte similar. Si hasta el año pasado pagaba la cuarta parte que contrataba la falla en portadas, arcos, guirnaldas, focos y rótulos, ahora no da más de la quinta parte. El servicio de Fiestas del Ayuntamiento explica que todo el asunto de las luces se liquida después de la semana de Fallas, una vez se han presentado las facturas pertinentes. Así, la crisis económica se alarga en el mundo fallero por su efecto retardado y prolongado. Las instituciones tienen dificultades para pagar y recortan las subvenciones y las empresas han fusilado sus partidas destinadas al patrocinio y la publicidad. “El peor año está por venir”, asume Laura Cano. La respuesta que da esta comisión, al margen de la austeridad de las cenas de sobaquillo y el tijeretazo lumínico, pasa por reinventar su estrategia de mercadotecnia. “Hemos empezado a confeccionar merchandising de la falla pa- ra vender e integramos los paquetes turísticos que ha preparado la federación de fallas de la sección Especial”, explica la presidenta. Esto último resulta realmente novedoso. La federación ha ideado unas excursiones que incluyen un billete de AVE ida y vuelta de Madrid a Valencia, una visita matinal a tres monumentos de Especial, la comida y una visita vespertina a cuatro más. Un guía se encarga de explicar todo lo que haya que explicar y el turista se vuelve en el tren con una caja regalo que incluye las insignias de las 10 comisiones de la sección. “Empezamos esta semana, a ver cómo funcionan”, comenta esperanzada Laura Cano. Al otro lado de la fiesta, en la sección séptima A, la comisión Pedro Cabanes-Juan XXIII vive la crisis en menor grado, pues nunca llegó a gastar las cantidades que gastaban las grandes. El presidente, Antonio Simarro, concreta que lleva años desembolsando lo mismo, 6.000 euros para el monumento grande y otros 4.000 para el infantil. Han caído cuatro categorías desde 2009, pero Antonio paga lo mismo. Ahora, además, se acaban de comprar un casal, cuya insonorización y demás actuaciones les obligará a costear unos 300.000 euros. “Las cuotas subirán unos euros”, explica. En número de falleros se mantienen, han perdido algunos infantiles pero han ganado unos cuantos adultos. “Ahora somos 230”, relata orgulloso. “Además”, añade, “somos una falla muy joven. Acabamos de celebrar nuestro 18 aniversario y la media de edad es muy corta”. Antonio entiende que hay que crear ambiente, por lo que llevan desde el fin de semana pasada organizando actividades. De hecho, el sábado prepararon un concurso de paellas y una batucada que acabó en verbena multitudinaria. “De repente se juntaron más de 1.000 personas y solo en chupitos, que servíamos a un euro, hicimos una caja de 1.300 euros... Cosa de las redes sociales”, ríe. En cuanto a los anunciantes, Antonio asegura que no solo no han perdido sino que tienen algunos más que otros años. “Son gente del barrio, pequeños anunciantes, amigos nuestros”, enumera. “Nos meten dinero para hacer el llibret”. Las Fallas obvian, de momento, cualquier amago de recuperación. Las pequeñas resisten “con los de siempre”, como indica Antonio; las grandes, que quizá perdieron el norte con el coste de los monumentos, sufren la desbandada institucional y, sobre todo, empresarial. La limitación presupuestaria para los monumentos de las comisiones de Especial marca un límite y también un símbolo. Ya no te puedes gastar lo que quieras en lo que consideres, pues ese tiempo terminó.

EL PAÍS, MIÉRCOLES 16 DE MARZO DE 2011 EXTRA 5

4 EXTRA EL PAÍS, MIÉRCOLES 16 DE MARZO DE 2011<br />

<strong>Fallas</strong><br />

Después de la crisis, crisis<br />

A las fallas grandes les faltan patrocinadores, las pequeñas susbsisten como pueden<br />

PABLO FERRI<br />

<strong>El</strong> primer año recortaron en catering,<br />

en monumento, en iluminación<br />

y esperaron. <strong>El</strong> segundo<br />

recortaron más, igual que el tercero.<br />

¿Y luego? Las comisiones<br />

falleras enfrentan las fiestas de<br />

este año con austeridad. Todas<br />

intentarán que metidos en la semana<br />

grande no se resienta pero<br />

la realidad no les ofrece alternativa.<br />

Las grandes acusan este<br />

año más que los anteriores la espantada<br />

de los patrocinadores y<br />

las pequeñas resisten con presupuestos<br />

modestos y cierta imaginación.<br />

La crisis económica irrumpe<br />

en 2007, el año en que se celebra<br />

la Copa del América en Valencia.<br />

Las comisiones falleras apenas<br />

reaccionan, la abundancia es infinita<br />

y las instituciones no se<br />

dan por enteradas. Las subvenciones<br />

llegan, las empresas quizá<br />

ignoran el panorama que les<br />

espera y el dinero fluye sin demasiado<br />

problema. Luego empiezan<br />

a cerrarse los grifos. Algunos<br />

patrocinadores lo dejan, las<br />

administraciones retrasan pagos<br />

y los bancos dejan de apostar<br />

por el crédito fácil. Ya no resulta<br />

sencillo cambiarse a un casal<br />

mayor o cenar de catering o<br />

gastarse una millonada en el monumento<br />

o montar una o varias<br />

barras libres la semana de <strong>Fallas</strong>.<br />

Lo siguiente empieza este<br />

año.<br />

“Lo que más hemos notado es<br />

el abandono del sector privado”,<br />

comenta Laura Cano. Laura ocupa<br />

la presidencia de la comisión<br />

de Almirante Cadarso-Conde Altea,<br />

que ayer consiguió el premio<br />

del ninot indultat. “La cosa<br />

no mejora”, lamenta, “cada vez<br />

somos menos falleros y los patrocinadores<br />

no invierten dinero”.<br />

Esta comisión ha perdido unos<br />

50 ó 60 falleros en los últimos<br />

años, lo que supone una reducción<br />

sustancial en la recaudación<br />

por cuotas. Además, muchas<br />

de las empresas privadas<br />

que subvencionaban parte del<br />

alumbrado, el llibret o las vallas<br />

han dejado de interesarse por el<br />

escaparate fallero. “Solo este<br />

año habremos perdido unos<br />

50.000 ó 60.000 euros del sector<br />

privado respecto al año pasado”,<br />

calcula el vicepresidente de la comisión,<br />

José Lluis Llorens. <strong>El</strong><br />

perfil del anunciante ausente resulta<br />

algo difuso. “Nos dejan tanto<br />

los grandes como los pequeños”,<br />

cuenta. “Mira, teníamos<br />

un patrocinador el año pasado<br />

[una importante casa de apuestas<br />

virtual] que este año no ha<br />

querido entrar y que nos deja un<br />

agujero de 15.000 euros”.<br />

Además de las empresas privadas,<br />

las comisiones grandes<br />

como Almirante Cadarso acusan<br />

la demora de las instituciones<br />

en el pago de las subvenciones.<br />

La Diputación provincial no ha<br />

pagado y Turismo Valencia Convention<br />

Bureau (organismo que<br />

se encarga de la promoción de la<br />

ciudad) tampoco, igual que las<br />

empresas públicas de la Genera-<br />

Imagen de la carpa de una de las comisiones más céntricas del Valencia, a espaldas del Mercado Central. / tania castro<br />

“<strong>El</strong> peor año está<br />

por venir”, lamenta<br />

Laura Cano, de<br />

Almirante Cadarso<br />

“Lo que más nos<br />

daña es el abandono<br />

del sector privado”,<br />

sostiene Laura<br />

<strong>El</strong> Ayuntamiento de<br />

Valencia da menos<br />

dinero este año a<br />

los monumentos<br />

litat, caso de Canal 9 o la Ciudad<br />

de las Artes y las Ciencias. “Entre<br />

todos aun nos deberán entre<br />

10.000 y 15.000 euros”. La única<br />

institución que ha cumplido de<br />

momento es el Ayuntamiento de<br />

Valencia, que ya ha abonado la<br />

parte que le toca del monumento.<br />

“De todas formas”, suspira<br />

Laura Cano, “aun tienen que pasarnos<br />

lo de la iluminación”.<br />

<strong>El</strong> Consistorio valenciano gasta<br />

anualmente más de un millón<br />

de euros en subvencionar las esculturas<br />

de cartón piedra y poliestireno.<br />

En los años previos a la<br />

crisis, el montante se acercaba a<br />

los dos millones, pero las cosas<br />

han cambiado. Hasta el año pa-<br />

sado, cada comisión recibía para<br />

su monumento hasta la cuarta<br />

parte de lo que destinaba. <strong>El</strong><br />

Ayuntamiento, además, fijaba el<br />

límite en la cuarta parte del importe<br />

de la falla municipal. Es<br />

decir, ninguna subvención superaba<br />

el 25% de lo que costaba la<br />

falla de la plaza del Ayuntamiento<br />

ni el 25% de lo que costaba el<br />

monumento de la solicitante. A<br />

partir de este año, ya no es el<br />

25% sino el 21%. En los subsidios<br />

a la iluminación, el Consistorio<br />

ha aplicado un recorte similar.<br />

Si hasta el año pasado pagaba la<br />

cuarta parte que contrataba la<br />

falla en portadas, arcos, guirnaldas,<br />

focos y rótulos, ahora no da<br />

más de la quinta parte. <strong>El</strong> servicio<br />

de Fiestas del Ayuntamiento<br />

explica que todo el asunto de las<br />

luces se liquida después de la semana<br />

de <strong>Fallas</strong>, una vez se han<br />

presentado las facturas pertinentes.<br />

Así, la crisis económica se<br />

alarga en el mundo fallero por<br />

su efecto retardado y prolongado.<br />

Las instituciones tienen dificultades<br />

para pagar y recortan<br />

las subvenciones y las empresas<br />

han fusilado sus partidas destinadas<br />

al patrocinio y la publicidad.<br />

“<strong>El</strong> peor año está por venir”,<br />

asume Laura Cano. La respuesta<br />

que da esta comisión, al<br />

margen de la austeridad de las<br />

cenas de sobaquillo y el tijeretazo<br />

lumínico, pasa por reinventar<br />

su estrategia de mercadotecnia.<br />

“Hemos empezado a confeccionar<br />

merchandising de la falla pa-<br />

ra vender e integramos los paquetes<br />

turísticos que ha preparado<br />

la federación de fallas de la<br />

sección Especial”, explica la presidenta.<br />

Esto último resulta realmente<br />

novedoso. La federación<br />

ha ideado unas excursiones que<br />

incluyen un billete de AVE ida y<br />

vuelta de Madrid a Valencia,<br />

una visita matinal a tres monumentos<br />

de Especial, la comida y<br />

una visita vespertina a cuatro<br />

más. Un guía se encarga de explicar<br />

todo lo que haya que explicar<br />

y el turista se vuelve en el<br />

tren con una caja regalo que incluye<br />

las insignias de las 10 comisiones<br />

de la sección. “Empezamos<br />

esta semana, a ver cómo<br />

funcionan”, comenta esperanzada<br />

Laura Cano.<br />

Al otro lado de la fiesta, en la<br />

sección séptima A, la comisión<br />

Pedro Cabanes-Juan XXIII vive<br />

la crisis en menor grado, pues<br />

nunca llegó a gastar las cantidades<br />

que gastaban las grandes. <strong>El</strong><br />

presidente, Antonio Simarro,<br />

concreta que lleva años desembolsando<br />

lo mismo, 6.000 euros<br />

para el monumento grande y<br />

otros 4.000 para el infantil. Han<br />

caído cuatro categorías desde<br />

2009, pero Antonio paga lo mismo.<br />

Ahora, además, se acaban<br />

de comprar un casal, cuya insonorización<br />

y demás actuaciones<br />

les obligará a costear unos<br />

300.000 euros. “Las cuotas subirán<br />

unos euros”, explica. En número<br />

de falleros se mantienen,<br />

han perdido algunos infantiles<br />

pero han ganado unos cuantos<br />

adultos. “Ahora somos 230”, relata<br />

orgulloso. “Además”, añade,<br />

“somos una falla muy joven. Acabamos<br />

de celebrar nuestro 18<br />

aniversario y la media de edad<br />

es muy corta”.<br />

Antonio entiende que hay<br />

que crear ambiente, por lo que<br />

llevan desde el fin de semana pasada<br />

organizando actividades.<br />

De hecho, el sábado prepararon<br />

un concurso de paellas y una batucada<br />

que acabó en verbena<br />

multitudinaria. “De repente se<br />

juntaron más de 1.000 personas<br />

y solo en chupitos, que servíamos<br />

a un euro, hicimos una caja<br />

de 1.300 euros... Cosa de las redes<br />

sociales”, ríe.<br />

En cuanto a los anunciantes,<br />

Antonio asegura que no solo no<br />

han perdido sino que tienen algunos<br />

más que otros años. “Son<br />

gente del barrio, pequeños anunciantes,<br />

amigos nuestros”, enumera.<br />

“Nos meten dinero para<br />

hacer el llibret”.<br />

Las <strong>Fallas</strong> obvian, de momento,<br />

cualquier amago de recuperación.<br />

Las pequeñas resisten “con<br />

los de siempre”, como indica Antonio;<br />

las grandes, que quizá perdieron<br />

el norte con el coste de<br />

los monumentos, sufren la desbandada<br />

institucional y, sobre todo,<br />

empresarial. La limitación<br />

presupuestaria para los monumentos<br />

de las comisiones de Especial<br />

marca un límite y también<br />

un símbolo. Ya no te puedes<br />

gastar lo que quieras en lo que<br />

consideres, pues ese tiempo terminó.

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