07.05.2013 Views

3.55 Mb - Revista Revolución y Cultura

3.55 Mb - Revista Revolución y Cultura

3.55 Mb - Revista Revolución y Cultura

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Revolución</strong> y <strong>Cultura</strong> 34<br />

Esta referencia es llamativa. Resulta que esos tres<br />

artistas de la vanguardia histórica, cuyas obras<br />

contribuyeron a ambientar la Embajada cubana<br />

en Moscú en los años cuarenta, ya no eran considerados<br />

pintores pequeño-burgueses sino técnicamente<br />

ineptos, a tenor de unos cánones academicistas<br />

que hallaron alguna resistencia interna en<br />

la Cuba socialista.<br />

Según López Oliva: «Se produjeron separaciones<br />

entre los asesores soviéticos de la enseñanza de la<br />

plástica y los artistas cubanos de obra reconocida<br />

y nivel que permanecían en la docencia. Los segundos<br />

no estaban de acuerdo con las concepciones<br />

de los primeros, y estos no apreciaban la condición<br />

valiosa de aquellos. Solo un grupito de artífices<br />

mediocres, políticamente extremistas u oportunistas<br />

aceptaron y apoyaron aquella absurda<br />

extrapolación que se intentó instaurar como norma<br />

en la pedagogía de artes visuales de Cuba.<br />

«Entre esos hubo un diseñador segundón, que se<br />

ocupaba de la dirección del aprendizaje de plástica<br />

en los momentos en que Mario Rodríguez Alemán<br />

ocupó el cargo de Director General de Enseñanza<br />

Artística del CNC. Aquel diseñador llegó a afirmar<br />

que «la asesoría soviética de plástica era también<br />

un antídoto contra la influencia que había tenido<br />

Estados Unidos en la creación de los cubanos, desde<br />

que el expresionismo abstracto y la action<br />

painting llegaron de ese país». Este personaje luego<br />

se coló en una de las embajadas de los sucesos del<br />

Mariel, y a la larga desapareció».<br />

La pedagogía soviética en el campo de las artes visuales<br />

alcanzó también al nivel universitario en<br />

Cuba: «Los asesores soviéticos de plástica, que permanecían<br />

en la Isla cuando se fundó el Instituto<br />

Superior de Arte (ISA), llegaron a influir en la conformación<br />

de los conceptos y programas de estudios de<br />

la correspondiente Facultad de Artes Plásticas.<br />

«Entonces algunos artistas, de los llamados a incorporarnos<br />

al claustro de profesores de la naciente<br />

Facultad, no fuimos admitidos por no estar de<br />

acuerdo con las nociones académicas que al inicio<br />

fueron establecidas allí. Como esa Facultad nació<br />

pedagógicamente “amarrada” por esquemas, le ha<br />

sido difícil llegar a un equilibrio y una organicidad<br />

posteriores, ya que su proceso de liberación metodológica<br />

supuso un determinado grado de improvisación<br />

y espíritu de ruptura que siempre ha quedado<br />

como constante institucional».<br />

A juicio del polemista López Oliva: «La asesoría<br />

soviética no era necesaria para nuestra enseñanza<br />

de artes visuales. Cuba había logrado un desenvolvimiento<br />

y ascenso creador en el arte del siglo<br />

XX, que en la URSS se interrumpió después de los<br />

primeros años de la <strong>Revolución</strong> de Octubre y la<br />

muerte de Lenin. La imposición de un tipo de ayuda<br />

intelectual y profesional directa de ese tipo en<br />

la cultura, subestimó los valores culturales que<br />

nos definen y el acervo creado por nuestros artistas<br />

mayores.<br />

«En plástica, como en otras manifestaciones de<br />

nuestro ser y nuestra espiritualidad, ese trasplante<br />

estético y pedagógico provenía de prejuicios ideológicos,<br />

intereses grupusculares, “docta ignorancia”;<br />

así como de un erróneo entendimiento (co-<br />

mún a cierta especie de dirigentes) que considera<br />

lo artístico como emisión ancilar o mecánica de lo<br />

político».<br />

En sus consideraciones generales, el también profesor<br />

no pasó por alto otra vertiente de aquella enseñanza,<br />

como «el envío de becarios a las academias<br />

más importantes de la URSS. Era un macroproyecto<br />

de colaboración, que no obstante las buenas<br />

intenciones que lo pudieron engendrar, resultó<br />

nefasto para nuestras perspectivas en el arte<br />

visual. Solamente los más talentosos de los que<br />

estudiaron plástica en el territorio soviético pudieron<br />

usar lo aprendido en sentido instrumental,<br />

y ejecutar realizaciones de calidad y valor genuino,<br />

porque una parte de aquellos se frustró o mecanizó<br />

su condición profesional».<br />

Fijeza terminal: ¿secuela o koniec?<br />

Pintores cubanos hoy reconocidos como notables<br />

artistas visuales: Rocío García, Arturo Montoto,<br />

Cosme Proenza y otros pocos, cursaron estudios<br />

superiores en institutos de arte de la URSS. De allí<br />

emergieron, entre fines de los años setenta e inicios<br />

de los ochenta, con sendos títulos de Master<br />

en Bellas Artes. Como estudiantes, expusieron allá.<br />

Y, con modos y poéticas diferentes, se fueron integrando<br />

al contexto del arte criollo, despejando<br />

extrañamientos propios y ajenos.<br />

En la pintura de Rocío, alejada de la figuración ortodoxa,<br />

más de un especialista ha reverenciado su<br />

destreza para resolver la imagen con un solo color<br />

y conjurar, al unísono, el bostezo monocromo, gracias<br />

a la hábil conjugación de tonalidades que<br />

matizan el resultado pictórico. Rocío, que estudió<br />

en la Academia de Bellas Artes Répin (Leningrado,<br />

hoy San Petersburgo), desde hace años ejerce la<br />

docencia en la Academia de San Alejandro, y varios<br />

de sus discípulos han asumido una línea más<br />

bien neoexpresionista.<br />

Montoto, igualmente profesor y virtuoso de la pintura<br />

y el dibujo, se graduó en el Instituto Estatal de<br />

Artes V. I. Súrikov, de Moscú, donde una profesora<br />

le reprochó la soltura informalista que traía de la<br />

Escuela Nacional de Arte, Cubanacán. Sus instructores<br />

soviéticos de pintura mural le exigieron una<br />

rigurosidad técnica y austeridad expresiva que<br />

supo aprovechar en su pintura posterior. 16 Él trajo<br />

de la URSS su afición a la fotografía analógica y un<br />

pequeño laboratorio fotográfico. Conjuntamente,<br />

trajo imágenes en blanco y negro tomadas allá.<br />

Con las que registró luego aquí, obtuvo reconocimientos<br />

en los años ochenta. Y es autor de instantáneas<br />

que por la poética, sintaxis e iluminación<br />

han estado en ósmosis con su producción gráfica<br />

y pictórica de los años noventa en adelante.<br />

Otro magíster que ha sentado cátedra como pintor,<br />

dibujante y docente es Proenza, graduado del<br />

Instituto de Bellas Artes de Kiev (Ucrania) e incluido,<br />

atinadamente o no, entre los «postmedievales<br />

cubanos». Varios de sus alumnos holguineros impresionaron<br />

en el Instituto Superior de Arte (ISA)<br />

por sus «buenas manos» para pintar. Entre ellos<br />

estuvo Lázaro García, que como su maestro devino<br />

en paradigma del homenaje postmoderno a la historia<br />

del arte universal.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!