Transiciones en el consumo de drogas en Colombia - Mama Coca

En segundo lugar se encuentran los problemas académicos, como una situación en la que gran
parte los jóvenes de 14-17, suelen faltar a clases, retirarse del colegio, son expulsados de una o
varias instituciones educativas y pierden años. Esto va muy relacionado con el inicio del consumo
de sustancias más “fuertes” que el alcohol y la marihuana, como: la cocaína, la gasolina, las
pepas, el popper y la heroína; otro aspecto bastante importante y que de alguna manera marca las
dinánmicas de consumo en los menores de edad, es referente a los cortos periodos de tiempo en
los que se pasa de una sustancia a otra, pues usualmente los jovenes prueban una o varias sustancias
en un mismo año o en el curso de dos años.
En muchos de los casos analizados se puede ver claramente cómo las personas al inicio de su
consumo, usualmente de marihuana, manifiestan que su vida académica, familiar y laboral era
muy estable y normal. Esto ocurre hasta que conocen otras drogas y otras nuevas formas de
consumo. Es en ese momento cuando se inician en la delincuencia o robos simples, que tienden a
ser más comunes en el grupo de 18-23 y menos usual en los mayores de 41 años. Pero las consecuencias
a nivel social no solo se aprecian en ese sentido sino en que algunos de ellos, a veces por
‘malas amistades’, pasan la mayor parte de su tiempo en la calle o, lo que es aún peor, terminan
viviendo en ella. Esto es más representativo en el grupo de 24-30.
Las alteraciones en el estado de animo y cambios sutiles en la personalidad, como parte de las
implicaciones psicológicas, son frecuentes en 4 grupos de edad; responden a un alto consumo de
cocaína, bóxer y basuco. Las personas mayores de 41 años no mencionan dichos cambios.
Aun cuando podría pensarse que factores como el ser hijo de padres separados, el tener un
familiar consumidor o la ausencia de uno de los padres por muerte, influyen enormemente sobre el
inicio o el consumo de ciertas sustancias, en este estudio no aparecen como de gran relevancia,
excepto en el grupo de 14-17, en el que estas situaciones aparecieron con alguna frecuencia.
Al dividir la muestra por sexos nuevamente las circunstancias problemáticas son las más
comunes, pero en los hombres son asociadas con mayor cantidad de sustancias que en las mujeres.
En las mujeres, solo la marihuana es asociada a los problemas.
Patrones básicos de consumo: cantidades y frecuencias
En la población objeto de esta investigación, que son por definición individuos que se encuentran
en tratamiento, se observaron patrones de consumo muy variados, tal como cabría esperar en
personas de ambos sexos, de un amplio rango de edades y de todos los niveles socioeconómicos.
A pesar de esto, fue posible observar un cierto número de tendencias que podrán ser objeto de
investigaciones más precisas con estudios basados en metodologías cuantitativas.
Las propuestas que siguen no tienen ninguna pretensión de ‘validez estadística’, puesto que
deliberadamente se evitó ese tipo de análisis debido a las características y el tamaño de la muestra;
pero el análisis concienzudo de las transcripciones sí permite ver constantes que reflejan
hechos que revisten gran interés para quienes buscan entender algunas características del comportamiento
de quienes en el momento actual están consumiendo sustancias psicoactivas de manera
problemática.
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II Transiciones en el consumo de drogas en Colombia