Transiciones en el consumo de drogas en Colombia - Mama Coca

Otras preguntas formuladas por Strang y cols. (1992), que amplían el marco de referencia de
las transiciones en el consumo de drogas serían:
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• ¿La selección de la vía de administración está influenciada por la disponibilidad de la
parafernalia del uso de la droga?
Para los autores, algunas observaciones hacen presumir que existe una relación entre la
disponibilidad de la parafernalia y el uso asociado de drogas vía intravenosa; sin embargo
estas observaciones, aunque pueden explicar en algo la situación, no logran explicar los
comportamientos resultantes, como en el caso del Reino Unido, donde la contención de
disponibilidad de agujas y jeringas había sido claramente insuficiente para prevenir el
amplio uso de heroína intravenosa en las ultimas décadas y, por el contrario, se asocia con
la epidemia de VIH en algunas ciudades de Europa.
• ¿Son reversibles las transiciones?
Según los autores las transiciones son vistas como progresiones en una pendiente deslizante.
Si eso es así, entonces se preguntan si es posible que los consumidores de drogas
retrocedan en la pendiente. Strang, Heathcote y Watson (1987) reportaron en un estudio
transversal, cómo claramente una proporción de la cohorte había sido capaz de alcanzar
una forma de recuperación parcial “devolviéndose” en las vías de administración utilizadas.
Así mismo, reportaron un número importante de pacientes que pararon el consumo de
heroína por vía intravenosa o dejaron de compartir jeringas, al mismo tiempo en que el
nivel de conciencia publica aumentaba en relación con el VIH. De hecho el 85% reportó que
detener el consumo por vía intravenosa hubiera sido más fácil si el tratamiento hubiera
estado más disponible. Según Stimson (1992) la existencia de una conciencia en salud del
consumidor de droga, y la relevancia dada a las técnicas de inyección más seguras, son
elementos que influyen en la naturaleza de continuar el uso de una droga y de la selección
de su vía de administración. De otra parte, Oviedo, March, Romero y Sánchez (2005) afirman
que han ido ganando espacio otras vías de administración junto a la intravenosa, en
especial la vía pulmonar ya mencionada como “fumar en chinos”. En España el consumo
de heroína por vía intravenosa ha ido disminuyendo, extendiéndose el uso de la misma por
la vía pulmonar. El Observatorio de Drogas en su informe 6 revela cómo en el año 1991
entre las personas admitidas a tratamiento por consumo de heroína, la vía intravenosa
agrupaba al 74.7% de los usuarios, mientras que en el año 2001 se extendió solo al 24.2%,
prevaleciendo el consumo por inhalación o en forma de cigarrillos, con un 67.4%. Sin
embargo los autores revelan que a pesar de estos datos, existen diferencias por Comunidades
Autónomas, sugiriendo que aspectos culturales o de disponibilidad del tipo de sustancia
en el mercado pueden influir en la elección de la forma de administración de la
heroína. El análisis de la forma de consumo de la heroína tiene su principal fundamento en
el protagonismo que cobra la vía parenteral en el contagio y propagación de enfermedades
infecciosas, principalmente el SIDA y la hepatitis B y C. El descenso del uso de la vía
intravenosa ha ido acompañada de una disminución de la infección por VIH entre los usuarios
de heroína. Sin embargo Oviedo y cols. (2005) afirman que el uso de la vía pulmonar no
descarta posibles transiciones hacia la inyectada, asociada ésta con una pérdida del control
de consumo, marginación y mayor tiempo de consumo. El estudio se realizó con una
Transiciones en el consumo de drogas en Colombia