Exámen Derecho Civil. Sucesorio. - Bolsa de trabajo midemanda.cl
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DERECHO SUCESORIO<br />
En <strong>Derecho</strong> sucesorio la expresión sucesión <strong>de</strong>signa la transmisión <strong>de</strong><br />
todo o parte <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong> una persona fallecida a una o más personas<br />
vivas, señaladas por el difunto o la ley.<br />
La sucesión por causa <strong>de</strong> muerte es un modo <strong>de</strong> adquirir el<br />
dominio.<br />
La sucesión por causa <strong>de</strong> muerte es uno <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> adquirir el<br />
dominio que señala el art. 588.<br />
a) La sucesión por causa <strong>de</strong> muerte es un modo <strong>de</strong> adquirir <strong>de</strong>rivativo,<br />
porque el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l sucesor emana o proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l que tenía su antecesor.<br />
Como una lógica consecuencia, el sucesor no adquirirá más <strong>de</strong>rechos<br />
que los que pertenecían al causante: nemo plus juris ad alium transferre potest<br />
quam ipse habet.<br />
Si el causante era propietario, transmite la propiedad al causahabiente.<br />
Si no tenía el dominio, no transmite sino sus <strong>de</strong>rechos transmisibles.<br />
En resumen, la transmisión que opera la sucesión por causa <strong>de</strong> muerte<br />
no modifica el contenido ni la extensión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho: éste no sufre alteraciones<br />
ni en su naturaleza ni en sus efectos.<br />
b) Es un modo <strong>de</strong> adquirir gratuito porque el sucesor reporta un beneficio,<br />
que pue<strong>de</strong> aceptar o rechazar libremente, sin que le imponga el gravamen <strong>de</strong><br />
una contraprestación.<br />
<strong>Derecho</strong>s que se adquieren por sucesión por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
La sucesión por causa <strong>de</strong> muerte sirve para adquirir tanto los <strong>de</strong>rechos<br />
reales como los <strong>de</strong>rechos personales o créditos. Solamente no pasan al sucesor<br />
los <strong>de</strong>rechos, <strong>de</strong> una y otra <strong>cl</strong>ase, que la ley <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara intransmisibles.<br />
<strong>Derecho</strong>s intransmisibles.
Por regla general, todos los <strong>de</strong>rechos son transmisibles. Por excepción<br />
no se transmiten ciertos <strong>de</strong>rechos que, <strong>de</strong>bido a su carácter personalísimo, se<br />
extinguen por la muerte <strong>de</strong> su titular.<br />
a) No es transmisible el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> usufructo (art. 773, inc. 2°); se<br />
extingue con la muerte <strong>de</strong>l usufructuario (art. 806).<br />
El usufructo es transferible por acto entre vivos (art. 793); pero los<br />
<strong>de</strong>rechos que el usufructuario hubiere transferido se extinguen con su muerte<br />
(art. 794).<br />
b) No son transmisibles los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> uso y habitación; tampoco son<br />
susceptibles <strong>de</strong> transferirse por acto entre vivos (art. 819).<br />
c) Los <strong>de</strong>rechos, o mejor dicho las expectativas, <strong>de</strong>l fi<strong>de</strong>icomisario,<br />
cuando fallece antes <strong>de</strong> la restitución, no son transmisibles por testamento ni<br />
abintestato (art. 762). Tampoco son transmisibles los <strong>de</strong>rechos o expectativas<br />
<strong>de</strong>l asignatario condicional, que fallece pendiente la condición suspensiva<br />
(arts. 1078 y 1492).<br />
d) Es intransmisible el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> alimentos. El art. 334 dispone: "El<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> pedir alimentos no pue<strong>de</strong> transmitirse por causa <strong>de</strong> muerte, ni<br />
ven<strong>de</strong>rse o ce<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> modo alguno, ni renunciarse". Con todo, la regla no es<br />
tan absoluta porque no rige para las pensiones alimenticias atrasadas (art.<br />
336).<br />
e) No se transmite a los here<strong>de</strong>ros la acción revocatoria <strong>de</strong> las donaciones<br />
por causa <strong>de</strong> ingratitud, salvo que haya sido intentada en vida <strong>de</strong>l donante, que<br />
el hecho ofensivo haya producido su muerte, o se haya ejecutado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
ella (art. 1430). En tales casos, la acción revocatoria se transmitirá a los<br />
here<strong>de</strong>ros.<br />
f) Es intransmisible a los here<strong>de</strong>ros el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l comodatario para gozar<br />
<strong>de</strong> la cosa prestada, salvo que el préstamo se haya hecho para un servicio<br />
particular que no pue<strong>de</strong> suspen<strong>de</strong>rse o diferirse (arts. 2180 N° 1 y 2186).<br />
g) Son intransmisibles los <strong>de</strong>rechos que por su naturaleza tienen fijado<br />
como término la muerte <strong>de</strong> la persona que los goza, como el censo y la renta<br />
vitalicios (arts. 2264 y 2279).
h) Son regularmente intransmisibles los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong><br />
sociedad. La sociedad se disuelve por la muerte <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los socios, a menos<br />
que se haya convenido <strong>de</strong> modo expreso continuarla con los here<strong>de</strong>ros (art.<br />
2103). Se transmiten los <strong>de</strong>rechos que tenía el causante según el estado <strong>de</strong> los<br />
negocios sociales al tiempo <strong>de</strong> saberse la muerte. Los sucesores no tienen<br />
parte alguna en las ganancias y en las pérdidas posteriores sino cuando<br />
provengan <strong>de</strong> operaciones pendientes (art. 2105).<br />
i) El mandato termina por la muerte <strong>de</strong>l mandante o <strong>de</strong>l mandatario (art.<br />
2163 N° 5). Se exceptúa el mandato <strong>de</strong>stinado a ejecutarse <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong>l mandante (art. 2169).<br />
Obligaciones intransmisibles.<br />
Las obligaciones, asimismo, son regularmente transmisibles. Los<br />
here<strong>de</strong>ros están obligados a solucionarlas, porque se entien<strong>de</strong> que quien<br />
contrata lo hace para sí y para sus here<strong>de</strong>ros. Los legatarios suelen, también,<br />
estar obligados a satisfacerlas.<br />
Sin embargo, hay obligaciones que no son transmisibles.<br />
a) No se transmiten las obligaciones cuya ejecución supone aptitu<strong>de</strong>s<br />
especiales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor.<br />
Por esto, el art. 1095 establece que si el modo consiste en un hecho tal<br />
que sea indiferente la persona que lo ejecute, es transmisible a los here<strong>de</strong>ros<br />
<strong>de</strong>l asignatario; no lo será si requiere especial ciencia o habilidad <strong>de</strong>l<br />
asignatario. Por idéntico motivo terminan los contratos para la construcción <strong>de</strong><br />
una obra por la muerte <strong>de</strong>l artífice o empresario (art. 2005).<br />
b) No son naturalmente transmisibles las obligaciones contraídas por los<br />
miembros <strong>de</strong> una corporación, en el caso previsto en el art. 549. Los miembros<br />
<strong>de</strong> una corporación pue<strong>de</strong>n obligarse juntamente con ella, pero la<br />
responsabilidad no se extien<strong>de</strong> a los here<strong>de</strong>ros sino cuando los miembros <strong>de</strong> la<br />
corporación los hayan obligado expresamente.<br />
c) No se transmite a los here<strong>de</strong>ros la solidaridad; en conjunto son<br />
obligados al total <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda, pero cada here<strong>de</strong>ro individualmente sólo<br />
respon<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> aquella cuota <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda que corresponda a su cuota hereditaria<br />
(art. 1523).
Sucesión testamentaria e intestada.<br />
Como modo <strong>de</strong>rivativo <strong>de</strong> adquirir, al igual que la tradición, la sucesión<br />
por causa <strong>de</strong> muerte requiere un título.<br />
El título pue<strong>de</strong> ser el testamento o la ley. De este modo, "si se suce<strong>de</strong> en<br />
virtud <strong>de</strong> un testamento, la sucesión se llama testamentaria, y si en virtud <strong>de</strong> la<br />
ley, in testada o abintestato" (art. 952).<br />
Se ha mantenido el Código fiel a la tradición romana y española. La<br />
sucesión testada es obra <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l difunto, expresada en un<br />
testamento; la sucesión abintestato es obra <strong>de</strong> la ley que, a falta <strong>de</strong> testamento,<br />
<strong>de</strong>signa las personas llamadas a suce<strong>de</strong>r al difunto.<br />
La voluntad <strong>de</strong>l testador prevalece para regular la suerte <strong>de</strong> sus bienes;<br />
sólo cuando esta voluntad no se manifiesta, la ley rige la sucesión;<br />
interpretando una voluntad que no llegó a expresarse.<br />
Sucesión parte testada y parte intestada.<br />
El art. 952, inc. 2°, establece que "la sucesión en los bienes <strong>de</strong> una<br />
persona pue<strong>de</strong> ser parte testamentaria, y parte intestada".<br />
Es lógico pensar que si el testador dispone parcialmente <strong>de</strong> sus bienes<br />
quiera que el resto pertenezca a sus here<strong>de</strong>ros abintestato.<br />
Asignaciones por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
Las disposiciones <strong>de</strong> bienes que hace el testador o la ley, en su caso,<br />
reciben la <strong>de</strong>nominación genérica <strong>de</strong> asignaciones.<br />
"Se llaman asignaciones por causa <strong>de</strong> muerte las que hace la ley, o el<br />
testamento <strong>de</strong> una persona difunta, para suce<strong>de</strong>r en sus bienes" (art. 953).<br />
El término asignaciones, sin más calificativo, <strong>de</strong>signa las asignaciones por<br />
causa <strong>de</strong> muerte, ya las haga el hombre o la ley (art. 953, inc. 2°).<br />
La persona a quien se hace la asignación se <strong>de</strong>nomina asignatario (art.<br />
953, inc. 3º).
Al difunto se le llama causante, porque produce la causa <strong>de</strong> la<br />
adquisición; también se le llama <strong>de</strong> cuius que <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la frase <strong>de</strong> cuius<br />
successione agitur.<br />
Sucesión a título universal o singular.<br />
El art. 951 prescribe que "se suce<strong>de</strong> a una persona difunta a título<br />
universal o a título singular".<br />
La sucesión pue<strong>de</strong> tener por objeto la totalidad <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l difunto,<br />
sin individualizarlos, o una cuota o parte alícuota <strong>de</strong> tales bienes. La sucesión,<br />
en tal caso, es a título universal.<br />
El art. 951, inc. 2° establece: "El título es universal cuando se suce<strong>de</strong> al<br />
difunto en todos sus bienes, <strong>de</strong>rechos y obligaciones transmisibles, o en una<br />
cuota <strong>de</strong> ellos, como la mitad, tercio o quinto".<br />
Asimismo, la sucesión pue<strong>de</strong> tener por objeto bienes <strong>de</strong>terminados<br />
específica o genéricamente. En tal caso la sucesión es a título singular.<br />
El inc. 3° <strong>de</strong>l art. 951 dispone: "El título es singular cuando se suce<strong>de</strong> en<br />
una o más especies o cuerpos ciertos, como tal caballo, tal casa; o en una o<br />
más especies in<strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong> cierto género, como un caballo, tres vacas,<br />
seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas <strong>de</strong> trigo".<br />
Asignaciones a título universal o singular.<br />
Las asignaciones por causa <strong>de</strong> muerte a título universal se llaman<br />
herencias; las asignaciones a título singular, legados (art. 954).<br />
En consecuencia, la herencia tiene por objeto el patrimonio íntegro <strong>de</strong>l<br />
causante o una cuota <strong>de</strong>l mismo; el legado se refiere únicamente a cuerpos<br />
ciertos o cosas <strong>de</strong>terminadas genéricamente.<br />
Las asignaciones testamentarias pue<strong>de</strong>n ser a título universal o singular.<br />
Las asignaciones que hace la ley son siempre a título universal.<br />
Asignatarios a título universal o singular.
El asignatario <strong>de</strong> herencia o a título universal se <strong>de</strong>nomina here<strong>de</strong>ro; el<br />
asignatario <strong>de</strong> legado o a título singular, se llama legatario.<br />
Para calificar a una persona <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro o legatario se atien<strong>de</strong><br />
ex<strong>cl</strong>usivamente al contenido u objeto <strong>de</strong> la asignación, con prescin<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>nominación que el testador le haya atribuido en el testamento.<br />
Los here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n ser testamentarios o abintestato; como la ley no<br />
instituye legados, no existen legatarios abintestato.<br />
Diferencias entre el here<strong>de</strong>ro y el legatario.<br />
a) Difieren en cuanto al objeto o contenido <strong>de</strong> la asignación que les<br />
correspon<strong>de</strong>. El here<strong>de</strong>ro recibe una universalidad <strong>de</strong> bienes, constituida por<br />
todos los <strong>de</strong>l causante o una cuota <strong>de</strong> ellos; el legatario recibe una o más<br />
especies o cuerpos ciertos o una o más especies in<strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong> cierto<br />
género;<br />
b) El here<strong>de</strong>ro representa a la persona <strong>de</strong>l difunto, jurídicamente se<br />
i<strong>de</strong>ntifican, sus patrimonios se confun<strong>de</strong>n, salvo que se impetren los<br />
beneficios <strong>de</strong> inventario o <strong>de</strong> separación; el legatario no representa al difunto,<br />
no se confun<strong>de</strong>n sus patrimonios, no es un continuador <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong>l<br />
causante;<br />
c) El here<strong>de</strong>ro como representante <strong>de</strong>l difunto, es responsable <strong>de</strong> las<br />
<strong>de</strong>udas que éste tenía en vida o <strong>de</strong>udas hereditarias, y <strong>de</strong> las que resultan <strong>de</strong>l<br />
testamento mismo o <strong>de</strong>udas testamentarias. Su responsabilidad se extien<strong>de</strong><br />
ultra vires hereditatis, esto es, aunque le resulte un gravamen superior al valor<br />
<strong>de</strong> los bienes que hereda.<br />
El legatario no respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas sino cuando se le haya impuesto<br />
expresamente la obligación. Por excepción respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias, en subsidio <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros. Su responsabilidad se limita, en<br />
todo caso, al monto <strong>de</strong>l legado;<br />
d) El here<strong>de</strong>ro adquiere el dominio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fallecimiento <strong>de</strong>l causante. El<br />
legatario adquiere el dominio en el mismo momento cuando el legado es <strong>de</strong><br />
especie o cuerpo cierto; pero si el legado es <strong>de</strong> género, sólo adquiere por la<br />
muerte <strong>de</strong>l testador un crédito contra los obligados a cumplirlo y únicamente<br />
se hace dueño cuando se efectúa la entrega <strong>de</strong> los bienes legados;
e) El here<strong>de</strong>ro adquiere, juntamente con el dominio, la posesión legal <strong>de</strong> la<br />
herencia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se le <strong>de</strong>fiere, aunque ignore que le ha sido<br />
<strong>de</strong>ferida (arts. 688 y 722).<br />
El legatario, aunque lo sea <strong>de</strong> especie o cuerpo cierto, no adquiere por el<br />
hecho <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l testador la posesión <strong>de</strong> la cosa legada. Dicha posesión<br />
continúa radicada en el here<strong>de</strong>ro; el legatario adquiere la posesión con la<br />
entrega <strong>de</strong>l legado, cuando reúne los elementos <strong>de</strong> la posesión, esto es, el<br />
corpus y el animus;<br />
f) La institución <strong>de</strong> la posesión efectiva es típica <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro y no se<br />
conce<strong>de</strong> al legatario, y<br />
g) Los here<strong>de</strong>ros son instituidos por el testamento o por la ley; los<br />
legatarios, sólo por testamento.<br />
APERTURA DE LA SUCESIÓN<br />
Y DELACIÓN DE LAS ASIGNACIONES<br />
La apertura <strong>de</strong> la sucesión es un hecho jurídico, consecuencial <strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong> una persona, y en cuya virtud los bienes <strong>de</strong>l difunto pasan a sus<br />
sucesores.<br />
Causas <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
La sucesión se abre con la muerte.<br />
Por muerte se entien<strong>de</strong>, en primer término, la muerte natural.<br />
Se entien<strong>de</strong>, asimismo, la muerte presunta. Se presume fallecida a una<br />
persona que ha <strong>de</strong>saparecido, ignorándose si vive, concurriendo las<br />
condiciones que exige la ley.<br />
En virtud <strong>de</strong>l <strong>de</strong>creto que conce<strong>de</strong> la posesión provisoria <strong>de</strong> los bienes<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>saparecido, se proce<strong>de</strong>rá a la apertura y publicación <strong>de</strong>l testamento, si lo<br />
hubiere (art. 84). Decretada la posesión <strong>de</strong>finitiva, todos aquellos que tengan
<strong>de</strong>rechos subordinados a la condición <strong>de</strong> muerte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>saparecido, podrán<br />
hacerlos valer como en el caso <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra muerte (art. 91).<br />
Momento <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
El art. 955 dispone que la sucesión en los bienes <strong>de</strong> una persona se abre<br />
"al momento <strong>de</strong> su muerte".<br />
Por este motivo, la inscripción <strong>de</strong> una <strong>de</strong>función <strong>de</strong>be expresar, como<br />
requisito esencial, "la fecha <strong>de</strong>l fallecimiento" (art. 50 <strong>de</strong> la Ley N° 4.808).<br />
Importancia <strong>de</strong>l momento <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
El momento <strong>de</strong> la muerte o <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> la sucesión es <strong>de</strong> suma<br />
importancia por diversos motivos.<br />
a) El momento <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión <strong>de</strong>termina las personas hábiles<br />
para suce<strong>de</strong>r al difunto. En este momento los asignatarios <strong>de</strong>ben ser capaces y<br />
dignos y tener, en suma, vocación para suce<strong>de</strong>r.<br />
Así el art. 962 establece que para ser capaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r es preciso existir<br />
"al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión";<br />
b) En este momento se <strong>de</strong>terminan los <strong>de</strong>rechos en que ha <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>rse<br />
que serán, lógicamente, los que el causante tenía al tiempo <strong>de</strong> su fallecimiento;<br />
c) Comienza en este momento el estado <strong>de</strong> indivisión y los efectos<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arativos <strong>de</strong>l acto <strong>de</strong> partición se remontarán a dicho momento. Los actos<br />
<strong>de</strong> los sucesores, ejecutados entre la apertura <strong>de</strong> la sucesión y la partición, se<br />
validarán si las cosas sobre que recaen le son más tar<strong>de</strong> adjudicadas;<br />
d) Los efectos <strong>de</strong> la aceptación y <strong>de</strong> la repudiación <strong>de</strong> una herencia o<br />
legado <strong>de</strong> especie o cuerpo cierto se retrotraen al momento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>lación, que<br />
será regularmente aquel en que la sucesión se abre (art. 1239);<br />
e) La sucesión se rige por las leyes vigentes al tiempo <strong>de</strong> su apertura.<br />
Las disposiciones contenidas en el testamento se subordinan a las leyes<br />
vigentes al tiempo en que fallezca el testador y, en consecuencia, sobre las<br />
leyes anteriores a su muerte prevalecerán las que reglan las incapacida<strong>de</strong>s,
indignida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>sheredamientos, legítimas, mejoras y porción conyugal (art.<br />
18 <strong>de</strong> la ley sobre efecto retroactivo <strong>de</strong> las leyes).<br />
Si el testamento contenía disposiciones ineficaces, según las leyes que<br />
regían cuando se otorgó, tendrán pleno valor si no se oponen a las leyes<br />
vigentes "al tiempo <strong>de</strong> morir el testador" (art. 19 <strong>de</strong> la misma ley).<br />
Lugar <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
El art. 955 establece que la sucesión <strong>de</strong> una persona se abre en el<br />
momento <strong>de</strong> su muerte, "en su último domicilio; salvos los casos<br />
expresamente exceptuados".<br />
El término domicilio <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse en su sentido legal, esto es, como<br />
la resi<strong>de</strong>ncia acompañada <strong>de</strong>l ánimo, real o presunto, <strong>de</strong> permanecer en ella<br />
(art. 59). La mera resi<strong>de</strong>ncia hará las veces <strong>de</strong> domicilio para las personas que<br />
carecen <strong>de</strong> domicilio en otra parte (art. 68).<br />
Regirán las reglas que imponen a ciertas personas un domicilio legal.<br />
De este modo, el domicilio <strong>de</strong> las personas sujetas a patria potestad, tutela o<br />
curaduría será el <strong>de</strong> su padre, madre o guardador (art. 72).<br />
La sucesión no se abre en el último domicilio <strong>de</strong>l causante en "los casos<br />
expresamente exceptuados".<br />
La única excepción que existe se refiere a la apertura <strong>de</strong> la sucesión <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>saparecido, <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado muerto presuntivamente. En tal caso, se abre la<br />
sucesión en el último domicilio que el <strong>de</strong>saparecido haya tenido en Chile.<br />
Importancia <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
a) El lugar <strong>de</strong> la apertura fija la competencia <strong>de</strong> los tribunales que <strong>de</strong>ben<br />
intervenir en los procedimientos a que da lugar la sucesión por causa <strong>de</strong><br />
muerte.<br />
La apertura y publicación <strong>de</strong>l testamento <strong>de</strong>ben hacerse ante el juez <strong>de</strong>l<br />
último domicilio <strong>de</strong>l testador (art. 1009).<br />
El mismo juez será competente para conocer <strong>de</strong> las cuestiones sobre<br />
formación <strong>de</strong> inventarios, tasaciones, partición <strong>de</strong> bienes, petición <strong>de</strong> herencia,
<strong>de</strong>sheredamientos, vali<strong>de</strong>z o nulidad <strong>de</strong> disposiciones testamentarias (art. 148<br />
<strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales).<br />
Esta regla tiene una importante excepción. Cuando una sucesión abierta<br />
en el extranjero compren<strong>de</strong> bienes situados en Chile, la posesión efectiva <strong>de</strong> la<br />
herencia <strong>de</strong>berá pedirse ante el juez <strong>de</strong>l último domicilio <strong>de</strong>l causante en el<br />
territorio chileno o en el domicilio <strong>de</strong>l solicitante si aquél no hubiere tenido<br />
domicilio en el país (art. 149 <strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales), y<br />
b) El lugar en que se abre la sucesión, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>termina la ley que la rige,<br />
como se verá en seguida.<br />
Ley que rige la sucesión.<br />
El inc. 2° <strong>de</strong>l art. 955 prescribe: "La sucesión se regla por la ley <strong>de</strong>l<br />
domicilio en que se abre; salvas las excepciones legales".<br />
El Código ha estimado conveniente apartarse <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong>l art. 16 que<br />
establece que los bienes situados en Chile se rigen por la ley chilena, aunque<br />
sus dueños sean extranjeros y no residan en Chile.<br />
Sin la regla especial <strong>de</strong>l art. 955, la ley chilena se habría aplicado,<br />
respecto <strong>de</strong> los bienes situados en Chile, aun cuando la sucesión se hubiere<br />
abierto en país extranjero. No suce<strong>de</strong> así y nuestra ley, salvas algunas<br />
excepciones, reconoce imperio en Chile a las leyes extranjeras que rigen la<br />
sucesión. Esto ocurrirá si el difunto tuvo su último domicilio en el país en que<br />
regían esas leyes o, en otras palabras, cuando la sucesión se ha abierto en el<br />
extranjero.<br />
Esta fórmula ofrece la ventaja que somete la sucesión a una ley única,<br />
evitando los conflictos resultantes <strong>de</strong> una pluralidad <strong>de</strong> legislaciones.<br />
Excepciones a la regla que somete la sucesión a la ley <strong>de</strong>l último<br />
domicilio<br />
Advierte el art. 955 que la ley <strong>de</strong>l último domicilio rige la sucesión,<br />
"salvas las excepciones legales".<br />
Estas excepciones se refieren, principalmente, a los casos previstos en<br />
los arts. 15 y 998 <strong>de</strong>l Código. Se pue<strong>de</strong>n agregar, a<strong>de</strong>más, el caso a que da
lugar la muerte presunta y, para los efectos tributarios, el <strong>de</strong> la persona que<br />
<strong>de</strong>ja bienes en Chile.<br />
Regla <strong>de</strong>l N° 2 <strong>de</strong>l art. 15<br />
El art. 15 N° 2 <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que los chilenos quedan sometidos a las leyes<br />
patrias, no obstante su resi<strong>de</strong>ncia o domicilio en país extranjero, en lo tocante<br />
a "las obligaciones y <strong>de</strong>rechos que nacen <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> familia; pero<br />
sólo respecto <strong>de</strong> sus cónyuges y parientes chilenos".<br />
Como una <strong>de</strong> las más importantes consecuencias <strong>de</strong>l parentesco o<br />
relación <strong>de</strong> familia es el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, el chileno queda obligado a<br />
observar las leyes sucesorias <strong>de</strong> este país.<br />
La excepción se refiere solamente a los parientes chilenos; <strong>de</strong> esta<br />
manera, la sucesión <strong>de</strong>l chileno que <strong>de</strong>ja solamente parientes extranjeros se<br />
regirá por completo por la ley extranjera. En otros términos, se aplicará la<br />
regla general <strong>de</strong>l art. 955, inc. 2°.<br />
Naturalmente que la aplicación práctica <strong>de</strong> esta norma está subordinada<br />
a la existencia <strong>de</strong> bienes en Chile. Si los bienes están situados en el extranjero,<br />
por la fuerza <strong>de</strong> las cosas, y a pesar <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong>l N° 2 <strong>de</strong>l art. 15, nada<br />
probablemente podrán re<strong>cl</strong>amar los parientes chilenos.<br />
Regla <strong>de</strong>l art. 998<br />
El sistema legal habría quedado incompleto si el legislador no hubiera<br />
previsto el caso <strong>de</strong>l causante extranjero que <strong>de</strong>ja parientes chilenos.<br />
Por este motivo, el art. 998 complementa el art. 15 y dispone en su inc.<br />
1º: "En la sucesión abintestato <strong>de</strong> un extranjero que fallezca <strong>de</strong>ntro o fuera <strong>de</strong>l<br />
territorio <strong>de</strong> la República, tendrán los chilenos a título <strong>de</strong> herencia, o <strong>de</strong><br />
alimentos, los mismos <strong>de</strong>rechos que según las leyes chilenas les<br />
correspon<strong>de</strong>rían sobre la sucesión intestada <strong>de</strong> un chileno".<br />
La disposición es, por muchos motivos, <strong>de</strong>fectuosa. Alu<strong>de</strong> al lugar <strong>de</strong><br />
fallecimiento <strong>de</strong>l extranjero, que en verdad, no tiene ninguna importancia para<br />
<strong>de</strong>terminar las leyes que rigen la sucesión. Importa el domicilio que el<br />
extranjero tenía al fallecer.
Tampoco es atinado que se refiera al extranjero que fallece "<strong>de</strong>ntro o<br />
fuera" <strong>de</strong>l territorio nacional, puesto que si la sucesión se abre "<strong>de</strong>ntro" <strong>de</strong><br />
Chile no pue<strong>de</strong> caber la menor duda acerca <strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong> la ley<br />
chilena.<br />
La disposición, en suma, <strong>de</strong>bió referirse, simplemente, al extranjero<br />
"cuya sucesión se abre fuera <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong> la República".<br />
La regla es aplicable únicamente si el extranjero <strong>de</strong>ja parientes chilenos.<br />
A "los chilenos", y no a los parientes extranjeros, correspon<strong>de</strong>rán los <strong>de</strong>rechos<br />
que les cabrían en la sucesión <strong>de</strong> un chileno, o mejor dicho, como si la<br />
sucesión se hubiera abierto en Chile.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los parientes chilenos supone que el causante haya <strong>de</strong>jado<br />
bienes en Chile. Los chilenos tienen los mismos <strong>de</strong>rechos que las leyes<br />
chilenas les acuerdan en una sucesión abierta en Chile y con el objeto <strong>de</strong><br />
satisfacerlos "podrán pedir que se les adjudique en los bienes <strong>de</strong>l extranjero<br />
existentes en Chile todo lo que les corresponda en la sucesión <strong>de</strong>l extranjero"<br />
(art. 998, inc. 2º).<br />
Nótese que la disposición otorga a los chilenos lo que les corresponda<br />
"en la sucesión <strong>de</strong>l extranjero". De este modo, el <strong>de</strong>recho no se calcula sobre<br />
los bienes situados en Chile, sino sobre la totalidad <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>jados por<br />
el extranjero.<br />
Si el causante es chileno, <strong>de</strong>ben aplicarse las mismas reglas. Abierta la<br />
sucesión en el extranjero, sus parientes chilenos tendrán los <strong>de</strong>rechos que la<br />
ley chilena les acuerda, como si la sucesión se hubiere abierto en Chile.<br />
El art. 998, inc. 3° previene: "Esto mismo se aplicará en caso necesario<br />
a la sucesión <strong>de</strong> un chileno que <strong>de</strong>ja bienes en país extranjero".<br />
Otras excepciones legales<br />
Las <strong>de</strong>más excepciones legales son <strong>de</strong> menor importancia.<br />
a) En el caso <strong>de</strong> muerte presunta, la situación habrá <strong>de</strong> regirla la ley <strong>de</strong>l<br />
último domicilio que el <strong>de</strong>saparecido haya tenido en Chile (art. 81, N° 1);<br />
b) Aunque la sucesión se rija por la ley <strong>de</strong>l domicilio en que se abre y, en
consecuencia, se aplique una ley extranjera, habrá <strong>de</strong> pedirse en Chile la<br />
posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia, respecto <strong>de</strong> los bienes situados en el país. El<br />
impuesto se pagará tomando en consi<strong>de</strong>ración estos bienes (art. 27 <strong>de</strong> la Ley<br />
N° 16.271).<br />
La <strong>de</strong>lación<br />
Abierta la sucesión tiene lugar, regularmente, la <strong>de</strong>lación <strong>de</strong> las<br />
asignaciones que <strong>de</strong>fine el arte 956, inc. 1: "la <strong>de</strong>lación <strong>de</strong> una asignación es el<br />
actual llamamiento <strong>de</strong> la ley a aceptarla o repudiarla".<br />
La herencia o legado se ofrece a los asignatarios respectivos y surge<br />
para ellos la opción <strong>de</strong> aceptar o repudiar.<br />
El art. 1225 en concordancia agrega que "todo asignatario pue<strong>de</strong> aceptar<br />
o repudiar libremente".<br />
La <strong>de</strong>lación se opera normalmente al momento <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l<br />
causante.<br />
La <strong>de</strong>lación <strong>de</strong> las asignaciones coinci<strong>de</strong>, por regla general, con la<br />
apertura <strong>de</strong> la sucesión; ambas se producen en el momento <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l<br />
causante.<br />
Pero esta coinci<strong>de</strong>ncia sólo tiene lugar si la asignación no es<br />
condicional, sujeta a una condición suspensiva. En efecto, el art. 956, inc. 2°<br />
dispone: "La herencia o legado se <strong>de</strong>fiere al here<strong>de</strong>ro o legatario en el<br />
momento <strong>de</strong> fallecer la persona <strong>de</strong> cuya sucesión se trata, si el here<strong>de</strong>ro o<br />
legatario no es llamado condicionalmente; o en el momento <strong>de</strong> cumplirse la<br />
condición, si el llamamiento es condicional".<br />
Las asignaciones que hace la ley son siempre puras y simples y, por<br />
tanto, la excepción <strong>de</strong>l art. 956, inc. 2°, sólo pue<strong>de</strong> tener lugar en la sucesión<br />
testamentaria.<br />
Condición negativa y meramente potestativa <strong>de</strong>l asignatario.<br />
La excepción no tiene lugar si la condición es negativa y meramente<br />
potestativa <strong>de</strong>l asignatario, esto es, "<strong>de</strong> no hacer algo que <strong>de</strong>penda <strong>de</strong> la sola
voluntad <strong>de</strong>l asignatario" (art. 956, inc. 3°).<br />
Para que se le llame a suce<strong>de</strong>r, el asignatario <strong>de</strong>be abstenerse <strong>de</strong> ejecutar<br />
un hecho que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su voluntad hacer o no hacer. Es razonable, en tal<br />
caso, dar por cumplida la condición; pero como siempre resta una posibilidad<br />
<strong>de</strong> que falle y se frustre el llamamiento, el asignatario <strong>de</strong>be rendir una caución<br />
<strong>de</strong> que <strong>de</strong>volverá lo que haya recibido.<br />
El art. 956, inc. 3° previene que "en este caso la asignación se <strong>de</strong>fiere en<br />
el momento <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l testador, dándose por el asignatario caución<br />
suficiente <strong>de</strong> restituir la cosa asignada con sus accesiones y frutos, en caso <strong>de</strong><br />
contravenirse a la condición".<br />
Esta regla no tendrá lugar, sin embargo, cuando el testador haya<br />
dispuesto que mientras penda la condición negativa "pertenezca a otro<br />
asignatario la cosa asignada".<br />
Si el testador dice: “Dejo mi casa a Pedro, si no se casa antes <strong>de</strong> los 25<br />
años", la asignación se le <strong>de</strong>ferirá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l causante, rindiendo<br />
caución; pero si aña<strong>de</strong> que, mientras tanto, la casa pertenecerá a Juan, la<br />
<strong>de</strong>lación se producirá para Pedro cuando se cumpla la condición.<br />
EL DERECHO DE HERENCIA.<br />
Las relaciones jurídicas <strong>de</strong> una persona no se extinguen con su muerte.<br />
Es evi<strong>de</strong>nte la necesidad <strong>de</strong> que tales relaciones sobrevivan y que otra persona<br />
pase a ser su titular y continúe la personalidad <strong>de</strong>l difunto.<br />
La herencia es todo el patrimonio <strong>de</strong>l difunto, involucra todas sus<br />
relaciones jurídicas, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su contenido efectivo.<br />
La herencia es una universalidad jurídica -universitas- que compren<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>udas, elementos activos y pasivos.<br />
La herencia es un <strong>de</strong>recho real.<br />
La calidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho real <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia, controvertida en la<br />
doctrina no es dudosa en nuestra legislación positiva, porque el Código lo
menciona expresamente en el art. 577.<br />
Es un <strong>de</strong>recho absoluto y como tal genera una acción oponible erga<br />
omnes: la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia.<br />
Adquisición <strong>de</strong> la herencia por sucesión por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
En el <strong>Derecho</strong> romano el here<strong>de</strong>ro adquiría la herencia en virtud <strong>de</strong> su<br />
aceptación o adición. Se exceptuaban los here<strong>de</strong>ros necesarios, a quienes<br />
estaba vedado repudiar; para ellos la adquisición se producía <strong>de</strong> pleno<br />
<strong>de</strong>recho.<br />
Radicalmente diverso es el sistema germánico medieval y<br />
consuetudinario francés: la adquisición se verificaba por el solo ministerio <strong>de</strong><br />
la ley. Adoptado por el Código francés, nuestro Código sigue este último<br />
sistema.<br />
En un sistema en que la adquisición se produce ipso jure no <strong>de</strong>biera<br />
hablarse <strong>de</strong> aceptación, sino sólo <strong>de</strong> repudiación <strong>de</strong> la herencia.<br />
¿Qué alcance tiene la aceptación que el Código reglamenta? El here<strong>de</strong>ro<br />
que acepta expresa su intención <strong>de</strong> "permanecer" here<strong>de</strong>ro. Como dice un<br />
autor, "la aceptación es la renuncia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> repudiar". En otros<br />
términos, la aceptación consolida la adquisición verificada por el ministerio <strong>de</strong><br />
la ley y la hace <strong>de</strong>finitiva e irrevocable.<br />
La posesión <strong>de</strong> la herencia<br />
La sucesión por causa <strong>de</strong> muerte otorga al here<strong>de</strong>ro el dominio <strong>de</strong> la<br />
herencia, <strong>de</strong> los bienes hereditarios. ¿Qué ocurre, en cambio, con la posesión<br />
<strong>de</strong> la herencia?<br />
Al respecto, es menester realizar un triple distingo entre la posesión<br />
legal, lo que podríamos <strong>de</strong>nominar posesión real y la posesión efectiva <strong>de</strong> la<br />
herencia.<br />
Posesión legal <strong>de</strong> la herencia.<br />
El here<strong>de</strong>ro adquiere, por el ministerio <strong>de</strong> la ley, la posesión <strong>de</strong> la<br />
herencia. El art. 722 dispone: "La posesión <strong>de</strong> la herencia se adquiere <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el
momento en que es <strong>de</strong>ferida, aunque el here<strong>de</strong>ro lo ignore. El que válidamente<br />
repudia una herencia se entien<strong>de</strong> no haberla poseído jamás". Y el art. 688, inc.<br />
1°, aña<strong>de</strong>: "En el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>ferirse la herencia, la posesión efectiva <strong>de</strong><br />
ella se confiere por el ministerio <strong>de</strong> la ley al here<strong>de</strong>ro; pero esta posesión<br />
legal…".<br />
La posesión legal se caracteriza porque la otorga el legislador<br />
presumiendo la concurrencia <strong>de</strong> los elementos que, en conformidad al art. 700,<br />
integran la posesión, vale <strong>de</strong>cir, el elemento material, o sea, la tenencia <strong>de</strong> la<br />
cosa o corpus, y el elemento intelectual, esto es, el animo <strong>de</strong> señor o dueño,<br />
llamado simplemente ánimus.<br />
Se trata <strong>de</strong> una posesión singularísima <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que es posible que el<br />
here<strong>de</strong>ro no tenga el corpus y, puesto que ignora que la herencia se le ha<br />
<strong>de</strong>ferido, carezca <strong>de</strong> animus.<br />
Posesión real o material<br />
Abeliuk la llama así para diferenciarla <strong>de</strong> la legal, que es una presunción<br />
<strong>de</strong>l legislador. Equivale a la posesión <strong>de</strong>finida por el art. 700, o sea, requiere la<br />
concurrencia <strong>de</strong> corpus y animus, y pue<strong>de</strong> encontrarse radicada tanto en el<br />
verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro como en uno falso.<br />
Lo corriente será que esta posesión se radique conjuntamente con la<br />
legal en manos <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro, pero bien pue<strong>de</strong> ocurrir que junto a la<br />
posesión teórica <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro exista un falso here<strong>de</strong>ro que posea<br />
materialmente la herencia con ánimo <strong>de</strong> señor y dueño, y se comporte respecto<br />
<strong>de</strong> ella como verda<strong>de</strong>ro sucesor <strong>de</strong>l causante.<br />
La importancia <strong>de</strong> esta sucesión estriba en que habilita para adquirir la<br />
herencia por prescripción.<br />
Posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia.<br />
Dice Abeliuk que la posesión efectiva es una institución <strong>de</strong> carácter<br />
netamente procesal y original <strong>de</strong> nuestra legislación. Para él es aquella que se<br />
otorga por resolución judicial o administrativa a quien tiene la apariencia <strong>de</strong><br />
here<strong>de</strong>ro. Difiere <strong>de</strong> la posesión legal, fundamentalmente, en que no se<br />
adquiere como ésta, <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho, sino que requiere sentencia judicial (en<br />
el caso <strong>de</strong> sucesión intestada) o resolución <strong>de</strong> la Dirección Regional respectiva
<strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Registro <strong>Civil</strong> e I<strong>de</strong>ntificación.<br />
El <strong>de</strong>creto o resolución administrativa que conce<strong>de</strong> la posesión efectiva<br />
es una resolución que reconoce al here<strong>de</strong>ro su calidad <strong>de</strong> tal.<br />
Adquisición <strong>de</strong> la herencia por otros medios.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia pue<strong>de</strong> adquirirse por otros medios: por la<br />
tradición y por la prescripción.<br />
a) La adquisición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia por medio <strong>de</strong> la tradición<br />
presupone el fallecimiento <strong>de</strong>l causante y, en consecuencia, que se haya<br />
abierto la sucesión. El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r a una persona viva es<br />
intransmisible; los pactos sobre sucesión futura adolecen <strong>de</strong> nulidad absoluta<br />
por ilicitud en el objeto (art. 1463);<br />
b) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia es susceptible <strong>de</strong> adquirirse por prescripción.<br />
La herencia se adquiere regularmente por prescripción al cabo <strong>de</strong> diez<br />
años <strong>de</strong> posesión (art. 2512, N° 1). Pero el here<strong>de</strong>ro putativo, a quien se ha<br />
concedido la posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia, la adquiere en cinco años (art.<br />
1269). El <strong>de</strong>creto que le conce<strong>de</strong> la posesión efectiva le sirve <strong>de</strong> justo título.<br />
INCAPACIDADES E INDIGNIDADES PARA SUCEDER.<br />
Para suce<strong>de</strong>r es preciso que concurran dos requisitos generales:<br />
capacidad y dignidad.<br />
El asignatario, sea a título universal o singular, suceda por testamento o<br />
abintestato, ha <strong>de</strong> ser capaz y digno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r.<br />
Incapacida<strong>de</strong>s para suce<strong>de</strong>r.<br />
La capacidad es la aptitud legal para suce<strong>de</strong>r una persona a otra, la<br />
habilidad para adquirir por causa <strong>de</strong> muerte, para po<strong>de</strong>r ser here<strong>de</strong>ro o<br />
legatario.<br />
Esta aptitud o habilidad constituye la norma general; excepcionalmente<br />
las personas carecen <strong>de</strong> esta facultad. El art. 961 consagra el principio
fundamental <strong>de</strong> que es capaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "toda persona a quien la ley no haya<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arado incapaz".<br />
Por consiguiente, el estudio <strong>de</strong> la capacidad se traduce en el examen <strong>de</strong><br />
las excepciones a la regla general, esto es, <strong>de</strong> las incapacida<strong>de</strong>s para suce<strong>de</strong>r.<br />
La incapacidad para suce<strong>de</strong>r es una incapacidad <strong>de</strong> goce.<br />
La incapacidad para suce<strong>de</strong>r es una incapacidad adquisitiva o <strong>de</strong> goce.<br />
Al incapaz le está vedado adquirir por sucesión por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
Es una incapacidad especial, puesto que importa solamente la falta <strong>de</strong><br />
aptitud para ser titular <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos que implican las calida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro<br />
o legatario.<br />
Incapacidad absoluta y relativa.<br />
La incapacidad pue<strong>de</strong> ser absoluta o relativa.<br />
Es absoluta la incapacidad que pone al incapaz en la imposibilidad <strong>de</strong><br />
suce<strong>de</strong>r a toda persona. Es relativa, en cambio, la que impi<strong>de</strong> al incapaz<br />
suce<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>terminado causante.<br />
Incapacida<strong>de</strong>s absolutas.<br />
1. Incapacidad <strong>de</strong>l que no existe naturalmente al tiempo <strong>de</strong> abrirse la<br />
sucesión.<br />
El art. 962 dispone que "para ser capaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r es necesario existir al<br />
tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión".<br />
Toda asignación lleva envuelta la condición <strong>de</strong> existir el asignatario al<br />
tiempo <strong>de</strong>l fallecimiento <strong>de</strong>l causante, que es el momento en que la apertura se<br />
produce (art. 955).<br />
Se sigue como consecuencia que no pue<strong>de</strong>n suce<strong>de</strong>r aquellos que han<br />
<strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir o no existen aun cuando la sucesión se abre.<br />
La incapacidad afecta en primer término a los que han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir<br />
al abrirse la sucesión, esto es, han fallecido antes que el causante.
Supóngase que el testamento instituye here<strong>de</strong>ros a Pedro y Juan y que<br />
éste fallece con anterioridad al causante. Solamente suce<strong>de</strong>rá Pedro; Juan es<br />
incapaz y ni él ni sus sucesores heredarán (a menos que tenga lugar el <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong> representación).<br />
La incapacidad afecta, igualmente, a los que no han comenzado a existir<br />
cuando falleció el causante.<br />
Por ejemplo, el testamento instituye here<strong>de</strong>ros a los hijos <strong>de</strong> Juan.<br />
Únicamente suce<strong>de</strong>rán los que habían nacido al tiempo <strong>de</strong> fallecer el causante<br />
y nada recibirán los que nazcan con posterioridad.<br />
La regla general <strong>de</strong>l art. 962 tiene numerosas excepciones reales o<br />
aparentes. Dichas excepciones dicen relación con:<br />
a) Las personas concebidas al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión;<br />
b) Las personas cuya existencia se espera;<br />
c) Las asignaciones en premio <strong>de</strong> servicios importantes;<br />
d) Las asignaciones condicionales, y<br />
e) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión.<br />
a) Personas concebidas al abrirse la sucesión.<br />
La existencia legal <strong>de</strong> las personas comienza al nacer, esto es, al<br />
separarse la criatura completamente <strong>de</strong> la madre (art. 74).<br />
Con todo, la criatura simplemente concebida al tiempo <strong>de</strong> abrirse la<br />
sucesión pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r. Los <strong>de</strong>rechos que se le habrían <strong>de</strong>ferido si viviese<br />
permanecerán en suspenso hasta que el nacimiento se efectúe (art. 77).<br />
Si el nacimiento constituye un principio <strong>de</strong> existencia el recién nacido<br />
entrará en el goce <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos como si hubiese existido al tiempo en que<br />
se le <strong>de</strong>firieron.<br />
Por el contrario, si no constituye el nacimiento un principio <strong>de</strong><br />
existencia, bien sea porque la criatura muere en el vientre materno, bien<br />
porque perece antes <strong>de</strong> separarse completamente <strong>de</strong> la madre o no sobrevive<br />
un instante a la separación, se consi<strong>de</strong>rará "como si la criatura no hubiese<br />
jamás existido" (art. 77).
El concebido pero no nacido adquiere, pues, un <strong>de</strong>recho eventual,<br />
<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> que se efectúe el nacimiento, <strong>de</strong> que su existencia "natural" se<br />
convierta en existencia "legal".<br />
Conforme a la regla <strong>de</strong>l art. 76, <strong>de</strong> la época <strong>de</strong>l nacimiento se colige la<br />
<strong>de</strong> la concepción. Se presume <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho que la concepción ha precedido al<br />
nacimiento no menos <strong>de</strong> 180 días ni más <strong>de</strong> 300, contados hacia atrás, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
medianoche en que principia el día <strong>de</strong>l nacimiento.<br />
De este modo, el nacimiento <strong>de</strong>berá efectuarse no más <strong>de</strong> 300 días<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fallecimiento <strong>de</strong>l causante. Solamente entonces el asignatario se<br />
reputará concebido al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión.<br />
b) Personas cuya existencia se espera.<br />
Excepcionalmente son capaces <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r las personas que no existen al<br />
tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión, "pero se espera que existan" (art. 962, inc. 3°).<br />
La asignación, en tal caso, está sujeta a la condición <strong>de</strong> existir el<br />
asignatario. Pero, como la incertidumbre no pue<strong>de</strong> perdurar in<strong>de</strong>finidamente,<br />
sin daño, el art. 962 previene que es menester que el asignatario llegue a<br />
existir "antes <strong>de</strong> expirar los 10 años subsiguientes a la apertura <strong>de</strong> la<br />
sucesión".<br />
Valdrá, por ejemplo, la asignación en favor <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong>l matrimonio<br />
<strong>de</strong> Juan y María y serán llamados a suce<strong>de</strong>r aquellos que nazcan en el referido<br />
plazo <strong>de</strong> 10 años.<br />
c) Asignaciones en premio <strong>de</strong> servicios importantes.<br />
El art. 962, inc. 4°, previene que "valdrán con la misma limitación las<br />
asignaciones ofrecidas en premio a los que presten un servicio importante,<br />
aunque el que lo presta no haya existido al momento <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l<br />
testador".<br />
El legislador ha pro<strong>cl</strong>amado la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> estas asignaciones porque<br />
persiguen un evi<strong>de</strong>nte propósito <strong>de</strong> bien común.<br />
La expresión "la misma limitación" alu<strong>de</strong> al plazo <strong>de</strong> 10 años a que se
había referido el inciso anterior. De este modo, el servicio <strong>de</strong> que se trata ha<br />
<strong>de</strong> prestarse en dicho plazo, contado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fallecimiento <strong>de</strong>l causante.<br />
Carece <strong>de</strong> interés averiguar si el que presta el servicio existía al tiempo<br />
<strong>de</strong> abrirse la sucesión; importa que el servicio se preste, pero no quién ha <strong>de</strong><br />
prestarlo.<br />
La asignación no tiene un asignatario <strong>de</strong>terminado; la realización <strong>de</strong>l<br />
servicio <strong>de</strong>termina la persona <strong>de</strong>l asignatario.<br />
Reviste la asignación un carácter condicional, subordinada al hecho<br />
futuro e incierto <strong>de</strong> que se preste el servicio señalado por el testador.<br />
d) Asignaciones condicionales.<br />
Cuando la asignación es condicional, sujeta a una condición suspensiva,<br />
no es bastante que el asignatario exista al tiempo <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión;<br />
"será también preciso existir en el momento <strong>de</strong> cumplirse la condición" (art.<br />
962, inc. 2°).<br />
Mientras pen<strong>de</strong> la condición suspensiva no nace el <strong>de</strong>recho; no confiere<br />
la asignación ningún <strong>de</strong>recho al asignatario (art. 1078, inc. 1°).<br />
Si fallece el asignatario antes <strong>de</strong> cumplirse la condición, "no transmite<br />
<strong>de</strong>recho alguno" (art. 1078, inc. 2°) por la sencilla razón <strong>de</strong> que nada había<br />
adquirido.<br />
e) Sucesores por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión.<br />
Señala el art. 962 una última excepción -que verda<strong>de</strong>ramente no es tal-<br />
en el caso <strong>de</strong> que se suceda por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión, "pues entonces bastará<br />
existir al abrirse la sucesión <strong>de</strong> la persona por quien se transmite la herencia o<br />
legado" (art. 962, inc. 1°).<br />
La excepción es sólo aparente. Estamos en presencia <strong>de</strong> dos<br />
transmisiones, diversas: <strong>de</strong>l primer causante al transmitente y <strong>de</strong> éste al<br />
transmitido.<br />
Es verdad que el transmitido no existe al tiempo <strong>de</strong>l fallecimiento <strong>de</strong>l<br />
primer causante; pero no suce<strong>de</strong> a éste sino que al transmitente o transmisor.
El transmitente <strong>de</strong>be existir al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión <strong>de</strong>l primer<br />
causante; por su parte, el transmitido <strong>de</strong>be existir cuando se abra la sucesión<br />
<strong>de</strong>l transmitente.<br />
En resumen, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión, lejos <strong>de</strong> ser una excepción,<br />
constituye una aplicación fiel <strong>de</strong> los principios generales.<br />
2. Incapacidad <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s que no son personas jurídicas.<br />
Dispone el art. 963 que "son incapaces <strong>de</strong> toda herencia o legado las<br />
cofradías, gremios o establecimientos cualesquiera que no sean personas<br />
jurídicas".<br />
Las entida<strong>de</strong>s que carecen <strong>de</strong> personalidad jurídica no tienen existencia<br />
ante el <strong>de</strong>recho. El art. 963, en verdad, viene a ser una aplicación <strong>de</strong>l art. 962.<br />
A contrario sensu, toda entidad constituida en persona jurídica es capaz<br />
<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r. La incapacidad <strong>de</strong> gremios, cofradías o establecimientos no<br />
proviene <strong>de</strong> su condición <strong>de</strong> tales, sino <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> personalidad jurídica.<br />
Asignación en favor <strong>de</strong> una persona jurídica que <strong>de</strong>be crearse<br />
Sin embargo, es válida la asignación que se hace justamente para la<br />
creación <strong>de</strong> una nueva persona jurídica. El art. 963, en su inc. 2°, dispone:<br />
"Pero si la asignación tuviere por objeto la fundación <strong>de</strong> una nueva<br />
corporación o establecimiento, podrá solicitarse la aprobación legal, y<br />
obtenida ésta, valdrá la asignación".<br />
El asignatario no existe como persona jurídica al tiempo <strong>de</strong> abrirse la<br />
sucesión; pero como la asignación tiene precisamente por objeto crear una<br />
nueva persona jurídica, autorizada su existencia a posteriori, la asignación será<br />
válida.<br />
La regla <strong>de</strong>l inc. 2° <strong>de</strong>l art. 963 permite instituir asignatario a una<br />
persona jurídica que se cree en el futuro, sin recurrir al artificio <strong>de</strong> una<br />
asignación modal.
Incapacida<strong>de</strong>s relativas.<br />
Las incapacida<strong>de</strong>s relativas para suce<strong>de</strong>r son tres y afectan a las<br />
siguientes personas:<br />
1. Al con<strong>de</strong>nado por el crimen <strong>de</strong> dañado ayuntamiento;<br />
2. Al confesor <strong>de</strong>l causante, y<br />
3. Al notario, testigos y ciertos parientes suyos.<br />
1. Con<strong>de</strong>nación por el crimen <strong>de</strong> dañado ayuntamiento.<br />
El art. 964 dispone: "Es incapaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r a otra persona como<br />
here<strong>de</strong>ro o legatario, el que antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>ferírsele la herencia o legado hubiere<br />
sido con<strong>de</strong>nado judicialmente por el crimen <strong>de</strong> dañado ayuntamiento con<br />
dicha persona y no hubiere contraído con ella un matrimonio que produzca<br />
efectos civiles".<br />
La incapacidad es relativa porque impi<strong>de</strong> solamente al con<strong>de</strong>nado<br />
suce<strong>de</strong>r a la persona con quien <strong>de</strong>linquió y no a otra persona;<br />
Compren<strong>de</strong> la incapacidad tanto la sucesión abintestato como la<br />
testamentaria.<br />
No ha <strong>de</strong>finido el Código <strong>Civil</strong> el <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> dañado ayuntamiento,<br />
nomen<strong>cl</strong>atura que no contempla el Código Penal.<br />
El concepto pue<strong>de</strong> inferirse, sin embargo, <strong>de</strong>l antiguo art. 36 que<br />
llamaba hijos <strong>de</strong> dañado ayuntamiento a los adulterinos, incestuosos y<br />
sacrílegos.<br />
La ley se refiere a los <strong>de</strong>litos <strong>de</strong> adulterio (hoy sólo civil) e incesto que<br />
castiga el Código Penal. El sacrilegio no constituye <strong>de</strong>lito.<br />
2. Incapacidad <strong>de</strong>l confesor.<br />
El art. 965 dispone que, "por testamento otorgado durante la última<br />
enfermedad", es incapaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r el e<strong>cl</strong>esiástico que hubiere confesado al<br />
difunto durante la última enfermedad o habitualmente en los dos últimos años<br />
anteriores al testamento, ni la or<strong>de</strong>n, convento o cofradía <strong>de</strong> que sea miembro,<br />
ni sus <strong>de</strong>udos por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado in<strong>cl</strong>usive.
Esta norma, tomada <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho español, tien<strong>de</strong> obviamente a asegurar<br />
la libre expresión <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> testar, impidiendo los influjos <strong>de</strong>l confesor<br />
para arrancar <strong>de</strong> su penitente una disposición testamentaria en su favor.<br />
Para evitar que la interposición <strong>de</strong> personas pueda burlar la incapacidad,<br />
el legislador la ha hecho extensiva a la parentela <strong>de</strong>l confesor, así como a la<br />
or<strong>de</strong>n, convento o cofradía a que pertenezca.<br />
Por última enfermedad ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse aquella que ocasionó la muerte<br />
<strong>de</strong>l testador. Si recupera la salud, ha podido revocar el testamento obtenido<br />
por una presión ilegítima <strong>de</strong>l confesor.<br />
La incapacidad <strong>de</strong>l confesor le impi<strong>de</strong> únicamente suce<strong>de</strong>r por<br />
testamento; es inaplicable a la sucesión abintestato.<br />
La expresión "por testamento otorgado durante la última enfermedad"<br />
pone suficientemente en <strong>cl</strong>aro que ha <strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong> una sucesión testada. A<br />
mayor abundamiento, el art. 965, inc. 2º, aña<strong>de</strong> que la incapacidad no recae<br />
"sobre la porción <strong>de</strong> bienes que el dicho e<strong>cl</strong>esiástico o sus <strong>de</strong>udos habrían<br />
heredado abintestato, si no hubiese habido testamento".<br />
Las razones son evi<strong>de</strong>ntes; la asignación no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse a un abuso<br />
<strong>de</strong>l ministerio sacerdotal porque la hace la ley, teniendo en cuenta el<br />
parentesco con el causante.<br />
La incapacidad se hace extensiva a la or<strong>de</strong>n, convento o cofradía a que<br />
pertenezca el confesor; pero "no compren<strong>de</strong>rá a la iglesia parroquial <strong>de</strong>l testador"<br />
(art. 965).<br />
Consi<strong>de</strong>ra el legislador natural que el testador pretenda favorecer con<br />
sus disposiciones a la parroquia <strong>de</strong> que es feligrés.<br />
Valdrá la asignación en favor <strong>de</strong> la parroquia <strong>de</strong>l testador aunque sea su<br />
párroco el e<strong>cl</strong>esiástico confesor.<br />
3. Incapacidad <strong>de</strong>l funcionario que autoriza el testamento, testigos y<br />
parientes suyos.<br />
Son incapaces <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r por testamento los funcionarios que lo
autorizan, su cónyuge, sus ascendientes, <strong>de</strong>scendientes, hermanos, cuñados y<br />
empleados o asalariados (art. 1061, inc. 1°).<br />
Tampoco son capaces <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r los testigos <strong>de</strong>l testamento y su<br />
cónyuge, ascendientes, <strong>de</strong>scendientes, hermanos y cuñados (art. 1061, inc. 2°).<br />
Indignida<strong>de</strong>s para suce<strong>de</strong>r.<br />
La indignidad es la falta <strong>de</strong> mérito para suce<strong>de</strong>r. Dicho en otros<br />
términos, es una sanción que consiste en ex<strong>cl</strong>uir <strong>de</strong> la sucesión a un<br />
asignatario, como consecuencia <strong>de</strong> haber cometido actos que importan un<br />
grave atentado contra el difunto o un serio olvido <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>beres para con éste.<br />
La indignidad tiene estrecho parentesco con el <strong>de</strong>sheredamiento. Las<br />
causales coinci<strong>de</strong>n en gran parte (art. 1207) y, en uno y otro caso, se ve<br />
privado el sucesor <strong>de</strong> la asignación por la ejecución <strong>de</strong> actos que significan un<br />
atentado contra el causante o un <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> sus obligaciones hacia el<br />
difunto. Difieren porque la indignidad es pronunciada por la ley, mientras que<br />
el <strong>de</strong>sheredamiento tiene su origen en el testamento.<br />
La indignidad es un <strong>de</strong>sheredamiento legal; el <strong>de</strong>sheredamiento, una<br />
indignidad testamentaria.<br />
Causas <strong>de</strong> indignidad.<br />
El legislador ha señalado taxativa y minuciosamente las causales que<br />
acarrean indignidad.<br />
Las causales <strong>de</strong> indignidad se consignan, principalmente, en los arts.<br />
968 a 972. A estas causas <strong>de</strong>ben añadirse las señaladas en diversas<br />
disposiciones repartidas en el Código, como las que mencionan los arts. 114,<br />
296, 1300, 1327 y 1329.<br />
1. Homicidio <strong>de</strong>l causante.<br />
Es indigno para suce<strong>de</strong>r "el que ha cometido el crimen <strong>de</strong> homicidio en<br />
la persona <strong>de</strong>l difunto, o ha intervenido en este crimen por obra o consejo, o la<br />
<strong>de</strong>jó perecer pudiendo salvarla" (art. 968, N° 1°).
2. Atentado grave contra el causante y parientes.<br />
También es indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "el que cometió atentado grave contra la<br />
vida, el honor o los bienes <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong> cuya sucesión se trata, o <strong>de</strong> su<br />
cónyuge, o <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> sus ascendientes o <strong>de</strong>scendientes, con tal que<br />
dicho atentado se pruebe por sentencia ejecutoriada" (art. 968, N° 2°).<br />
Tiene que tratarse <strong>de</strong> un atentado grave.<br />
La gravedad <strong>de</strong>l atentado <strong>de</strong>berá juzgarla el juez civil que conozca <strong>de</strong>l<br />
juicio <strong>de</strong> indignidad.<br />
El atentado pue<strong>de</strong> ser contra la vida <strong>de</strong>l causante (homicidio frustrado,<br />
lesiones), contra su honor (calumnia, injuria) o contra sus bienes (robo,<br />
estafa).<br />
Del atentado pue<strong>de</strong> ser víctima el mismo causante y, también, su<br />
cónyuge, sus ascendientes o <strong>de</strong>scendientes.<br />
3. Incumplimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> socorro.<br />
Es igualmente indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "el consanguíneo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sexto<br />
grado in<strong>cl</strong>usive, que en el estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>mencia o <strong>de</strong>stitución <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong><br />
cuya sucesión se trata, no la socorrió pudiendo" (art. 968, N° 3°).<br />
No merece suce<strong>de</strong>r el consanguíneo que no socorrió al causante que se<br />
encontraba en estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>mencia o indigencia.<br />
La indignidad se extien<strong>de</strong> hasta el sexto grado porque hasta este límite<br />
son llamados a suce<strong>de</strong>r los consanguíneos, pese a que la obligación <strong>de</strong><br />
suministrar alimentos se extien<strong>de</strong> sólo hasta los hermanos.<br />
4. Fuerza o dolo para obtener disposiciones testamentarias o impedir que<br />
se otorgue testamento.<br />
Es indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "el que por fuerza o dolo obtuvo alguna<br />
disposición testamentaria <strong>de</strong>l difunto, o le impidió testar" (art. 968, N° 4°).<br />
La indignidad es una <strong>de</strong> las numerosas medidas que el legislador ha
adoptado para garantizar la libertad <strong>de</strong> testar.<br />
Si se tratare <strong>de</strong> una sucesión testamentaria, el testamento adolecería <strong>de</strong><br />
nulidad (ver art. 1007).<br />
5. Detención u ocultación <strong>de</strong>l testamento.<br />
Asimismo, es indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "el que dolosamente ha <strong>de</strong>tenido u<br />
ocultado un testamento <strong>de</strong>l difunto, presumiéndose dolo por el mero hecho <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>tención u ocultación" (art. 968, N° 5°).<br />
La <strong>de</strong>tención u ocultación <strong>de</strong>l testamento persigue el propósito <strong>de</strong><br />
impedir que se cumpla la voluntad <strong>de</strong>l difunto y el legislador la sanciona con<br />
la indignidad.<br />
La disposición tiene la peculiaridad <strong>de</strong> que, contrariamente a la regla<br />
general (art. 1459), el dolo se presume por el solo hecho <strong>de</strong> que se intente<br />
frustrar la expresión <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l testador <strong>de</strong>teniendo u ocultando el<br />
testamento.<br />
6. Falta <strong>de</strong> acusación a la justicia <strong>de</strong>l homicidio <strong>de</strong>l causante.<br />
Es igualmente indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "el que siendo mayor <strong>de</strong> edad, no<br />
hubiere acusado a la justicia el homicidio cometido en la persona <strong>de</strong>l difunto,<br />
tan presto como le hubiere sido posible" (art. 969).<br />
Piensa el legislador que el asignatario que contribuye con su silencio a<br />
la impunidad <strong>de</strong>l homicidio se hace en cierta medida su cómplice.<br />
No obstante lo dicho, no incurrirá en indignidad el here<strong>de</strong>ro o legatario<br />
en los casos siguientes:<br />
a) "Si la justicia hubiere empezado a proce<strong>de</strong>r sobre el caso" (art. 969, inc.<br />
2°), o sea, se hubiere iniciado a instancias <strong>de</strong> otro o <strong>de</strong> oficio el<br />
correspondiente juicio criminal;<br />
b) Si el here<strong>de</strong>ro o legatario es el cónyuge <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong>l homicidio,<br />
ascendiente o <strong>de</strong>scendiente suyo, o existe entre ellos parentesco <strong>de</strong><br />
consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado in<strong>cl</strong>usive.
7. Falta <strong>de</strong> instancia por el nombramiento <strong>de</strong> guardador al impúber,<br />
<strong>de</strong>mente o sordomudo.<br />
"Es indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al impúber, <strong>de</strong>mente, sordo o sordomudo que no<br />
pueda darse a enten<strong>de</strong>r <strong>cl</strong>aramente, el ascendiente o <strong>de</strong>scendiente que siendo<br />
llamado a suce<strong>de</strong>rle abintestato, no pidió que se le nombrara un tutor o<br />
curador, y permaneció en esta omisión un año entero" (art. 970).<br />
La ley sanciona, <strong>de</strong> este modo, al asignatario que no insta por el<br />
nombramiento <strong>de</strong> un guardador al causante incapaz, que vele por su persona y<br />
bienes.<br />
El causante <strong>de</strong>be ser un impúber, un <strong>de</strong>mente, sordo o sordomudo que<br />
no pueda darse a enten<strong>de</strong>r <strong>cl</strong>aramente. No se hace indigno el sucesor que no<br />
solicita el nombramiento <strong>de</strong> guardador <strong>de</strong> su pariente menor adulto o pródigo.<br />
La obligación <strong>de</strong> solicitar la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> un guardador -so pena <strong>de</strong><br />
indignidad- pesa sobre los ascendientes o <strong>de</strong>scendientes. Pero, transcurrido el<br />
año, "recaerá la obligación antedicha en los llamados en segundo grado a la<br />
sucesión intestada" (art. 970, inc. 3°);<br />
La indignidad opera siempre que al asignatario que no instó por el<br />
nombramiento <strong>de</strong> tutor o curador no le haya sido "imposible hacerlo por sí o<br />
por procurador" (art. 970, inc. 1°).<br />
Como aplicación <strong>de</strong> esta norma, no tienen obligación <strong>de</strong> pedir el<br />
nombramiento <strong>de</strong> guardador, y en consecuencia, no se hacen indignos por la<br />
omisión, "los menores, ni en general los que viven bajo tutela o curaduría"<br />
(art. 970, inc. 4°).<br />
Cuando fueren muchos los llamados a suce<strong>de</strong>r, "la diligencia <strong>de</strong> uno <strong>de</strong><br />
ellos aprovechará a los <strong>de</strong>más" (art. 970, inc. 2°).<br />
Cesa la indignidad "<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que el impúber llega a la pubertad, o el<br />
<strong>de</strong>mente o sordo o sordomudo toman la administración <strong>de</strong> sus bienes" (art.<br />
970, inc. 5°).<br />
8. Excusa sin causa <strong>de</strong>l guardador o albacea.<br />
También son indignos <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r "el tutor o curador que nombrado por<br />
el testador se excusaren sin causa legítima" (art. 971, inc. 1°) y "el albacea que
nombrado por el testador se excusare sin probar inconveniente grave" (art.<br />
971, inc. 2°).<br />
La indignidad es el resultado <strong>de</strong> que el asignatario rehúsa, sin motivo<br />
justificado, un cargo <strong>de</strong> confianza que el testador le discierne.<br />
La dignidad no se extien<strong>de</strong> "a los asignatarios forzosos en la cuantía que<br />
lo son, ni a los que, <strong>de</strong>sechada por el juez la excusa, entren a servir el cargo"<br />
(art. 971, inc. 3°).<br />
De este modo, la indignidad no priva al legitimario <strong>de</strong> su legítima, ni a<br />
los asignatarios que se excusaron sin motivo, pero que, convencidos <strong>de</strong> la<br />
injusticia <strong>de</strong> su excusa, comenzaron a <strong>de</strong>sempeñar el cargo.<br />
9. Promesa <strong>de</strong> hacer pasar bienes a un incapaz.<br />
Finalmente la ley <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al que, "a sabiendas <strong>de</strong> la<br />
incapacidad, haya prometido al difunto hacer pasar sus bienes o parte <strong>de</strong> ellos,<br />
bajo cualquier forma, a una persona incapaz" (art. 972).<br />
La disposición tiene por objeto reforzar la sanción <strong>de</strong> nulidad <strong>de</strong> la<br />
asignación hecha a un incapaz aunque se realice por interpuesta persona (art.<br />
966).<br />
Basta, en general, la sola promesa <strong>de</strong> hacer llegar bienes a un incapaz,<br />
aunque no llegue a cumplirse.<br />
Por excepción, es menester que la promesa se lleve a cabo. El art. 972,<br />
inc. 2°, aña<strong>de</strong>: "Esta causa <strong>de</strong> indignidad no podrá alegarse contra ninguna<br />
persona <strong>de</strong> las que por temor reverencial hubieren podido ser inducidas a<br />
hacer la promesa al difunto; a menos que hayan procedido a la ejecución <strong>de</strong> la<br />
promesa".<br />
El temor reverencial justifica la promesa; no legitima su cumplimiento.<br />
Otras causas <strong>de</strong> indignidad<br />
Diversas disposiciones, repartidas en el Código, señalan aun otras<br />
causales <strong>de</strong> indignidad para suce<strong>de</strong>r.
a) El menor <strong>de</strong> edad que contrajo matrimonio sin el consentimiento <strong>de</strong> un<br />
ascendiente, estando obligado a obtenerlo, es parcialmente indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r<br />
abintestato a dicho ascendiente: "no tendrá el <strong>de</strong>scendiente más que la mitad<br />
<strong>de</strong> la porción <strong>de</strong> bienes que le hubiera correspondido en la sucesión <strong>de</strong>l<br />
difunto" (art. 114);<br />
b) El viudo o viuda que tuviere hijos <strong>de</strong> prece<strong>de</strong>nte matrimonio bajo su<br />
patria potestad, tutela o curaduría, <strong>de</strong>berá confeccionar inventario solemne <strong>de</strong><br />
los bienes sujetos a su administración, si se propone contraer nuevo<br />
matrimonio.<br />
En caso <strong>de</strong> que por su negligencia se haya omitido hacer oportunamente<br />
el inventario, "per<strong>de</strong>rá el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r como legitimario o here<strong>de</strong>ro<br />
abintestato al hijo cuyos bienes ha administrado" (art. 127);<br />
c) Ninguno <strong>de</strong> los que hayan participado en el frau<strong>de</strong> <strong>de</strong> falso parto o <strong>de</strong><br />
suplantación <strong>de</strong> un pretendido hijo al verda<strong>de</strong>ro, podrá aprovechar <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l frau<strong>de</strong> para suce<strong>de</strong>r al verda<strong>de</strong>ro hijo en sus bienes (art.<br />
219);<br />
d) El albacea que es removido judicialmente <strong>de</strong> su cargo por dolo "se hará<br />
indigno <strong>de</strong> tener en la sucesión parte alguna" (art. 1300);<br />
e) También es indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r el partidor <strong>de</strong>signado en el testamento<br />
que no acepta el cargo (art. 1327);<br />
f) Por último, el partidor con<strong>de</strong>nado por el <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> prevaricación "se<br />
constituirá indigno conforme a lo dispuesto para los ejecutores <strong>de</strong> últimas<br />
volunta<strong>de</strong>s en el art. 1300" (art. 1329).<br />
Caracteres y efectos <strong>de</strong> la incapacidad.<br />
La incapacidad es <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público.<br />
Las incapacida<strong>de</strong>s para suce<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público.<br />
Se sigue como consecuencia que la incapacidad es in<strong>de</strong>leble, no pue<strong>de</strong><br />
sanearse, circunstancia que la diferencia netamente <strong>de</strong> la indignidad.
La incapacidad existe <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho; no es necesario que se <strong>de</strong>man<strong>de</strong><br />
judicialmente y sea <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada por sentencia firme.<br />
Sanción <strong>de</strong> la incapacidad.<br />
El art. 966 establece perentoriamente; "será nula la disposición a favor<br />
<strong>de</strong> un incapaz".<br />
Importa la incapacidad una prohibición <strong>de</strong> adquirir por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
El testamento que instituye here<strong>de</strong>ro o legatario a un incapaz adolece <strong>de</strong><br />
ilicitud en el objeto porque es un acto prohibido por la ley (art. 1466).<br />
La nulidad que la incapacidad acarrea es una nulidad absoluta.<br />
La experiencia <strong>de</strong>muestra que la forma más común <strong>de</strong> burlar la<br />
prohibición es encubrir la liberalidad al incapaz bajo la forma <strong>de</strong> un contrato a<br />
título oneroso o hacerla por interpuesta persona.<br />
La ley prevé ambas formas <strong>de</strong> frau<strong>de</strong> y pro<strong>cl</strong>ama que la asignación es<br />
nula "aunque se disfrace bajo la forma <strong>de</strong> un contrato oneroso o por<br />
interposición <strong>de</strong> persona" (art. 966).<br />
El legislador precave, en primer término, que la liberalidad adopte las<br />
exteriorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un acto oneroso simulado.<br />
El testador, por ejemplo, <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara en su testamento que a<strong>de</strong>uda al incapaz<br />
una suma <strong>de</strong> dinero que recibió en préstamo y encarga a sus here<strong>de</strong>ros el pago<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda fingida.<br />
En segundo lugar, la ley se ocupa <strong>de</strong> la interposición <strong>de</strong> persona, esto<br />
es, <strong>de</strong> la liberalidad que se hace aparentemente a una persona capaz con el<br />
encargo secreto <strong>de</strong> hacer llegar la asignación a un incapaz. El asignatario<br />
nombrado en el testamento es un simple intermediario; la liberalidad<br />
aprovecha realmente al incapaz.<br />
Para precaver este frau<strong>de</strong>, como se ha visto, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser nula la<br />
asignación, el art. 972 <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara al testaferro indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r.
Forma como adquiere el incapaz la asignación<br />
La incapacidad es la negación absoluta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, como se<br />
dijo, es una incapacidad <strong>de</strong> goce, limitada al modo <strong>de</strong> adquirir que es la<br />
sucesión por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
Pero el incapaz podrá adquirir la herencia o legado por prescripción,<br />
poseyéndolos en la forma ordinaria (esta regla no se aplica en los casos <strong>de</strong><br />
incapacidad absoluta porque, entonces, falta por completo el sujeto <strong>de</strong> la<br />
signación).<br />
El art. 967 dice: "El incapaz no adquiere la herencia o legado, mientras<br />
no prescriban las acciones que contra él puedan intentarse por los que tengan<br />
interés en ello".<br />
Se trata <strong>de</strong> una prescripción adquisitiva. El verda<strong>de</strong>ro dueño no pier<strong>de</strong><br />
su <strong>de</strong>recho por el no uso; lo pier<strong>de</strong> porque otro lo adquiere por prescripción,<br />
conforme a la regla <strong>de</strong>l art. 2517.<br />
La incapacidad pasa contra terceros<br />
La incapacidad pasa contra terceros porque no pue<strong>de</strong>n adquirir más<br />
<strong>de</strong>rechos que el incapaz y este no tenia ninguno.<br />
Por otra parte, la nulidad <strong>de</strong> la asignación, judicialmente <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada, da<br />
acción reivindicatoria contra terceros poseedores (art. 1689).<br />
Caracteres y efectos <strong>de</strong> la indignidad<br />
La indignidad no opera <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho.<br />
No se produce la indignidad <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho, esto es, por el mero<br />
hecho <strong>de</strong> encontrarse una persona en alguno <strong>de</strong> los casos señalados por la ley.<br />
Por el contrario, requiere una <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración judicial. El art. 974, inc. 1°,<br />
dispone: "la indignidad no produce efecto alguno, si no es <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada en juicio,<br />
a instancia <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> los interesados en la ex<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro o<br />
legatario indigno".<br />
Puesto que la indignidad <strong>de</strong>be ser judicialmente <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada, mientras tal
<strong>de</strong><strong>cl</strong>aración no se produce el asignatario adquiere la asignación, es reputado<br />
here<strong>de</strong>ro o legatario. De<strong>cl</strong>arada la indignidad, quedará el asignatario ex<strong>cl</strong>uido<br />
<strong>de</strong> la sucesión, per<strong>de</strong>rá la herencia o legado.<br />
En resumen, el indigno adquiere la asignación, pero no pue<strong>de</strong><br />
conservarla <strong>de</strong>spués que se ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la indignidad.<br />
Quiénes pue<strong>de</strong>n pedir la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> indignidad.<br />
La <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> indignidad pue<strong>de</strong> pronunciarse "a instancia <strong>de</strong><br />
cualquiera <strong>de</strong> los interesados en la ex<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro o legatario indigno"<br />
(art. 974, inc. 1°).<br />
En otros términos, la acción <strong>de</strong> indignidad correspon<strong>de</strong> a toda persona<br />
que como consecuencia <strong>de</strong> la ex<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong>l indigno sea llamada a recoger la<br />
asignación o a incrementar la suya.<br />
Tal será el caso <strong>de</strong>l sustituto instituido here<strong>de</strong>ro en el testamento cuando<br />
llegue a faltar el here<strong>de</strong>ro primeramente llamado.<br />
Evi<strong>de</strong>nte interés tienen los cohere<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l indigno, llamados<br />
conjuntamente con él, porque dividirán la herencia ex<strong>cl</strong>uyéndole.<br />
Los here<strong>de</strong>ros podrán pedir la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> indignidad <strong>de</strong>l legatario<br />
para eximirse <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>uda testamentaria.<br />
También, los acreedores <strong>de</strong> un here<strong>de</strong>ro o legatario podrán instar por la<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> indignidad para conseguir un incremento <strong>de</strong> la asignación <strong>de</strong> su<br />
<strong>de</strong>udor.<br />
La indignidad pasa a los here<strong>de</strong>ros.<br />
Comúnmente la acción <strong>de</strong> indignidad se dirigirá contra el que ha<br />
incurrido en la causal correspondiente.<br />
Pero, fallecido el indigno, la acción podrá interponerse contra sus<br />
here<strong>de</strong>ros para que éstos sean ex<strong>cl</strong>uidos <strong>de</strong> la sucesión. El art. 977 previene<br />
que "a los here<strong>de</strong>ros se transmite la herencia o legado <strong>de</strong> que su autor se hizo<br />
indigno, pero con el mismo vicio <strong>de</strong> indignidad <strong>de</strong> su autor".
Como el indigno adquirió la herencia la transmite a sus here<strong>de</strong>ros; pero<br />
éstos, al igual que su autor, no pue<strong>de</strong>n conservarla.<br />
La indignidad no pasa contra terceros <strong>de</strong> buena fe.<br />
El indigno <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser here<strong>de</strong>ro o legatario cuando se <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara la<br />
indignidad; mientras tanto, es reputado tal.<br />
Los actos <strong>de</strong> enajenación ejecutados antes <strong>de</strong> la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong><br />
indignidad lo han sido por quien legítimamente podía ejecutarlos. ¿Qué suerte<br />
han <strong>de</strong> correr estas enajenaciones una vez que la indignidad se <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara?<br />
El legislador resuelve este conflicto con el mismo criterio que otros<br />
análogos (ver arts. 1490, 1491 y 2468). Hace prevalecer el interés <strong>de</strong> los<br />
terceros, a condición <strong>de</strong> que estén <strong>de</strong> buena fe.<br />
El art. 976 dispone: "La acción <strong>de</strong> indignidad no pasa contra terceros <strong>de</strong><br />
buena fe".<br />
Los actos <strong>de</strong> enajenación quedarán firmes, pese a la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong><br />
indignidad, si los terceros estaban <strong>de</strong> buena fe, esto es, ignoraban que<br />
contrataron con un indigno. Al tercero <strong>de</strong> mala fe le afecta la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong><br />
indignidad y caducarán las enajenaciones y gravámenes constituidos en su<br />
favor.<br />
Restitución <strong>de</strong> la herencia o legado.<br />
Una vez que se pronuncia la indignidad no pue<strong>de</strong> el indigno conservar<br />
la asignación. Si hubiere entrado en posesión <strong>de</strong> la herencia o legado <strong>de</strong>berá<br />
restituirlos.<br />
El art. 974, inc. 2° dispone que <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada judicialmente la indignidad,<br />
"es obligado el indigno a la restitución <strong>de</strong> la herencia o legado con sus<br />
accesiones y frutos".<br />
Extinción <strong>de</strong> la indignidad.<br />
La indignidad se extingue por dos causas:
1. Por el perdón <strong>de</strong>l ofendido, y<br />
2. Por la prescripción.<br />
1. Extinción <strong>de</strong> la indignidad por el perdón <strong>de</strong>l ofendido.<br />
La indignidad crea un problema <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n estrictamente privado. El<br />
causante pue<strong>de</strong>, en ciertos casos, perdonar las ofensas <strong>de</strong> que ha sido víctima<br />
y, <strong>de</strong> este modo, el indigno quedará rehabilitado.<br />
El art. 973 dispone: "Las causas <strong>de</strong> indignidad mencionadas en los<br />
artículos prece<strong>de</strong>ntes no podrán alegarse contra disposiciones testamentarias<br />
posteriores a los hechos que la producen, aun cuando se ofreciere probar que<br />
el difunto no tuvo conocimiento <strong>de</strong> esos hechos al tiempo <strong>de</strong> testar ni<br />
<strong>de</strong>spués”.<br />
2. Extinción <strong>de</strong> la indignidad por prescripción.<br />
La indignidad se extingue por prescripción. El art. 975 dispone: "La<br />
indignidad se purga en cinco años <strong>de</strong> posesión <strong>de</strong> la herencia o legado".<br />
La ley supone que el indigno ha estado en posesión <strong>de</strong> la herencia o<br />
legado. Al cabo <strong>de</strong> cinco años, el indigno habrá adquirido por prescripción y<br />
podrá rechazar las acciones que se entablen en su contra por este medio.<br />
¿Y si el indigno no ha entrado en posesión? La ley no ha señalado un<br />
plazo <strong>de</strong> prescripción para la acción encaminada a que se <strong>de</strong><strong>cl</strong>are la<br />
indignidad. Prescribirá, en consecuencia, conforme a las reglas generales.<br />
Reglas comunes a la incapacidad e indignidad.<br />
La incapacidad y la indignidad están sujetas a las reglas comunes que<br />
señalan los arts. 978 y 979.<br />
La excepción <strong>de</strong> incapacidad y <strong>de</strong> indignidad<br />
El art. 978 dispone: "Los <strong>de</strong>udores hereditarios o testamentarios no<br />
podrán oponer al <strong>de</strong>mandante la excepción <strong>de</strong> incapacidad o indignidad".
Se justifica sobradamente que los <strong>de</strong>udores hereditarios -los que el<br />
causante tenía en vida- no puedan excusarse <strong>de</strong> pagar sus <strong>de</strong>udas,<br />
excepcionándose con la indignidad <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro.<br />
Mientras la indignidad no se <strong>de</strong><strong>cl</strong>are, el here<strong>de</strong>ro tiene esta calidad que<br />
le habilita para cobrar las <strong>de</strong>udas hereditarias y poner a los <strong>de</strong>udores en la<br />
necesidad <strong>de</strong> pagarlas.<br />
Análoga observación pue<strong>de</strong> hacerse respecto a las <strong>de</strong>udas<br />
testamentarias, o sea, las que tienen su origen en el testamento.<br />
El here<strong>de</strong>ro, por ejemplo, no pue<strong>de</strong> negarse a pagar un legado, a<br />
pretexto <strong>de</strong> que el legatario es indigno, oponiendo la excepción <strong>de</strong> indignidad.<br />
Para liberarse <strong>de</strong>berá entablar una <strong>de</strong>manda tendiente a que la indignidad se<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>are;<br />
En cambio, no se justifica en absoluto que los <strong>de</strong>udores no puedan<br />
oponer al <strong>de</strong>mandante la excepción <strong>de</strong> incapacidad, puesto que ella opera <strong>de</strong><br />
pleno <strong>de</strong>recho y no se requiere una <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración judicial.<br />
El incapaz, según esto, que cobra una <strong>de</strong>uda hereditaria o testamentaria,<br />
obtendría el pago a pesar <strong>de</strong> que no inviste las calida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro o<br />
legatario.<br />
Esta inconsecuencia podría obviarse, sin embargo, mediante una<br />
reconvención contra el incapaz que re<strong>cl</strong>ama el pago <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda (Claro Solar).<br />
La incapacidad y la indignidad en relación con el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> alimentos<br />
El art. 979 estipula: "La incapacidad o indignidad no priva al here<strong>de</strong>ro o<br />
legatario ex<strong>cl</strong>uido <strong>de</strong> los alimentos que la ley le señale; pero en los casos <strong>de</strong>l<br />
art. 968 no tendrán ningún <strong>de</strong>recho a alimentos".<br />
La referencia <strong>de</strong>l art. 979 a la indignidad para suce<strong>de</strong>r se justifica<br />
plenamente. No se justifica, en cambio, la referencia a la incapacidad.<br />
¿Por qué habría <strong>de</strong> influir en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> alimentos la circunstancia <strong>de</strong><br />
haber sido testigo en el testamento o confesado al difunto en las condiciones<br />
que prevé el art. 965, máxime cuando el confesor y el testigo no son incapaces<br />
<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r abintestato?
Paralelo entre la incapacidad y la indignidad.<br />
a) La incapacidad impi<strong>de</strong> "adquirir" un <strong>de</strong>recho hereditario; la indignidad<br />
impi<strong>de</strong> solamente conservarlo.<br />
El incapaz nada adquiere; a su respecto no se produce la <strong>de</strong>lación. El<br />
indigno es capaz, adquiere la asignación, pero con el vicio <strong>de</strong> indignidad que<br />
le impi<strong>de</strong> conservarla, una vez que ha sido judicialmente <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada;<br />
b) La incapacidad pue<strong>de</strong> ser absoluta o relativa. La indignidad es siempre<br />
relativa y se refiere a una <strong>de</strong>terminada sucesión;<br />
c) La incapacidad se funda en consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público,<br />
constituye una prohibición <strong>de</strong> la ley y opera <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho. La indignidad,<br />
en cambio, mira al interés particular, está establecida en consi<strong>de</strong>ración a las<br />
personas y <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada judicialmente;<br />
d) Como el incapaz nada adquiere en la herencia, nada transmite <strong>de</strong> ella a<br />
sus here<strong>de</strong>ros; el indigno les transmite la asignación, aunque con el vicio <strong>de</strong> la<br />
indignidad;<br />
e) La incapacidad pasa contra terceros, estén <strong>de</strong> buena o mala fe. La<br />
indignidad no pasa contra terceros <strong>de</strong> buena fe;<br />
f) La incapacidad se purga por la prescripción adquisitiva extraordinaria<br />
porque el incapaz no tiene ningún título para poseer la herencia o legado. La<br />
indignidad se purga en cinco años <strong>de</strong> posesión <strong>de</strong> la asignación.<br />
EL DERECHO DE TRANSMISIÓN<br />
Deferida la asignación, nace para el asignatario el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> aceptarla<br />
o repudiarla; la <strong>de</strong>lación es justamente el llamamiento que hace la ley con tal<br />
objeto.<br />
Tres situaciones diferentes pue<strong>de</strong>n plantearse: a) el asignatario acepta la<br />
asignación y luego fallece; b) el asignatario repudia y fallece en seguida, y c)<br />
el asignatario fallece sin haber expresado su voluntad <strong>de</strong> aceptar o repudiar la
asignación.<br />
En el primer caso, el asignatario transmite la asignación que, en virtud<br />
<strong>de</strong> la aceptación, ingresó <strong>de</strong>finitivamente a su patrimonio.<br />
En la segunda hipótesis, nada transmite el asignatario porque, como<br />
consecuencia <strong>de</strong> la repudiación, se supone que nunca ha tenido <strong>de</strong>recho alguno<br />
(art. 1239).<br />
En el último caso, el asignatario transmite a sus here<strong>de</strong>ros la facultad <strong>de</strong><br />
aceptar o repudiar y tiene lugar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión.<br />
Concepto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión.<br />
El art. 957 dispone: "Si el here<strong>de</strong>ro o legatario cuyos <strong>de</strong>rechos a la<br />
sucesión no han prescrito, fallece antes <strong>de</strong> haber aceptado o repudiado la<br />
herencia o legado que se le ha <strong>de</strong>ferido, transmite a sus here<strong>de</strong>ros el <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong> aceptar o repudiar dicha herencia o legado, aun cuando fallezca sin saber<br />
que se le ha <strong>de</strong>ferido".<br />
De este modo, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirse como la facultad<br />
que tiene el here<strong>de</strong>ro, que acepta la herencia, <strong>de</strong> aceptar o repudiar la<br />
herencia o legado que se <strong>de</strong>firió a su causante fallecido sin haber aceptado o<br />
repudiado.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión es aplicación <strong>de</strong> los principios generales.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión no constituye sino una aplicación <strong>de</strong> los<br />
principios generales que gobiernan la sucesión por causa <strong>de</strong> muerte.<br />
El causante tenía la facultad <strong>de</strong> aceptar o repudiar la herencia o legado<br />
que se le <strong>de</strong>firió. El here<strong>de</strong>ro le suce<strong>de</strong> en todos sus <strong>de</strong>rechos y obligaciones<br />
transmisibles y, entre ellos, el <strong>de</strong>recho que tenía el causante <strong>de</strong> aceptar o<br />
repudiar.<br />
En otros términos, la facultad <strong>de</strong> aceptar o repudiar la herencia o legado,<br />
incorporada en el patrimonio <strong>de</strong>l causante, la recoge el here<strong>de</strong>ro junto con los<br />
<strong>de</strong>más bienes que integran la herencia.<br />
Personas que intervienen en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión.
Intervienen en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión tres personas:<br />
a) El primer causante que <strong>de</strong>ja la herencia o legado que no se aceptó o<br />
repudió;<br />
b) El transmitente o transmisor que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>ferida la herencia o<br />
legado, fallece sin haber expresado si aceptaba o repudiaba, y<br />
c) El transmitido que, habiendo aceptado la herencia <strong>de</strong>l transmitente,<br />
adquiere el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> aceptar la herencia o legado <strong>de</strong>jados por el primer<br />
causante.<br />
Requisitos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión.<br />
Para que tenga lugar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión es menester que<br />
concurran los siguientes requisitos:<br />
a) El transmitente <strong>de</strong>be ser capaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al primer causante. Si no lo<br />
fuere, no se habría verificado en su favor la <strong>de</strong>lación <strong>de</strong> la herencia o legado,<br />
el llamamiento para aceptar o repudiar la asignación. Privado <strong>de</strong> esta facultad<br />
<strong>de</strong> aceptar o repudiar, el transmitido no la habría encontrado en su patrimonio;<br />
b) El transmitido <strong>de</strong>be ser, a su vez, capaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al transmitente. De<br />
otro modo no adquiriría la herencia, no investiría la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, no<br />
recogería el patrimonio <strong>de</strong>l transmitente en el que se compren<strong>de</strong> la facultad <strong>de</strong><br />
aceptar o repudiar;<br />
c) El transmitente pue<strong>de</strong> ser here<strong>de</strong>ro o legatario <strong>de</strong>l primer causante (dice<br />
el art. 957 “si el here<strong>de</strong>ro o legatario…”), pero el transmitido <strong>de</strong>be ser<br />
necesariamente here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l transmitente (el mismo artículo señala “transmite<br />
a sus here<strong>de</strong>ros…”);<br />
d) El transmitido <strong>de</strong>be aceptar la herencia <strong>de</strong>l transmitente. El art. 957,<br />
inc. 2°, previene: "No se pue<strong>de</strong> ejercer este <strong>de</strong>recho -el <strong>de</strong> transmisión- sin<br />
aceptar la herencia <strong>de</strong> la persona que lo transmite", y<br />
e) Es preciso que los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l transmitente a la herencia o legado no<br />
hayan prescrito. Por la prescripción habría perdido su <strong>de</strong>recho y nada podría<br />
transmitir.
TEORÍA DE LOS ACERVOS<br />
Acervo bruto o cuerpo común <strong>de</strong> bienes<br />
Al tiempo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> una persona queda un conjunto o masa <strong>de</strong><br />
bienes.<br />
Los bienes <strong>de</strong>jados por el difunto suelen encontrarse confundidos o<br />
mez<strong>cl</strong>ados con bienes pertenecientes a otras personas por muy diversas<br />
causas.<br />
El muerto era casado, supongamos, bajo el régimen <strong>de</strong> sociedad<br />
conyugal; con motivo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>función <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los cónyuges se disolverá la<br />
sociedad conyugal y los bienes <strong>de</strong>l fallecido se encontrarán confundidos con<br />
los <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente.<br />
Igual cosa ocurrirá si el difunto era socio <strong>de</strong> una sociedad que se ha<br />
disuelto con su fallecimiento; sus bienes se encontrarán, por esta causa, unidos<br />
a los <strong>de</strong> sus consocios que le han sobrevivido.<br />
El patrimonio <strong>de</strong>l difunto unido a otros bienes que no le pertenecen se<br />
<strong>de</strong>nomina acervo común, acervo bruto o cuerpo común <strong>de</strong> bienes.<br />
Cuando tal cosa ocurra, como operación previa para conocer o<br />
<strong>de</strong>terminar el patrimonio <strong>de</strong>l difunto, será menester separarlo <strong>de</strong> otros<br />
patrimonios.<br />
El art. 1341 dispone: "Si el patrimonio <strong>de</strong>l difunto estuviere confundido<br />
con bienes pertenecientes a otras personas por razón <strong>de</strong> bienes propios o<br />
gananciales <strong>de</strong>l cónyuge, contratos <strong>de</strong> sociedad, sucesiones anteriores<br />
indivisas, u otro motivo cualquiera, se proce<strong>de</strong>rá en primer lugar a la<br />
separación <strong>de</strong> patrimonios, dividiendo las especies comunes según las reglas<br />
prece<strong>de</strong>ntes".<br />
De este modo, es preciso liquidar previamente la sociedad conyugal que<br />
existió entre el difunto y el cónyuge sobreviviente, la sociedad <strong>de</strong> que era<br />
socio y que se disolvió por su muerte, etc.
Acervo ilíquido<br />
Operada la separación <strong>de</strong> patrimonios, queda formado el acervo<br />
ilíquido. De este acervo <strong>de</strong>berán hacerse ciertas <strong>de</strong>ducciones, <strong>de</strong>nominadas<br />
bajas generales.<br />
El acervo ilíquido es, pues, el patrimonio <strong>de</strong>l difunto, separado <strong>de</strong> otros<br />
bienes con que se encontraba confundido y al que aún no se le han <strong>de</strong>ducido<br />
las bajas generales.<br />
Acervo líquido<br />
Deducidas las bajas generales, resta un conjunto <strong>de</strong> bienes que se<br />
<strong>de</strong>nomina acervo líquido. El acervo líquido, por consiguiente, es el patrimonio<br />
<strong>de</strong>l difunto, separado <strong>de</strong> otros patrimonios y <strong>de</strong>ducidas las bajas generales.<br />
El art. 959 inciso final, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> señalar las bajas generales, expresa<br />
que "el resto es el acervo líquido <strong>de</strong> que dispone el testador o la ley".<br />
Las asignaciones se calculan, por tanto, sobre la base <strong>de</strong>l acervo líquido.<br />
El inc. 1° <strong>de</strong>l mismo artículo 959 insiste que "en toda sucesión por causa <strong>de</strong><br />
muerte, para llevar a efecto las disposiciones <strong>de</strong>l difunto o <strong>de</strong> la ley" <strong>de</strong>berán<br />
practicarse las <strong>de</strong>ducciones que a continuación señala.<br />
Bajas generales<br />
El art. 959 señala cuáles son las <strong>de</strong>ducciones que es menester practicar<br />
para <strong>de</strong>terminar los bienes <strong>de</strong> que dispone el causante por testamento o la ley<br />
abintestato.<br />
Se las <strong>de</strong>nomina bajas generales porque gravitan sobre todos los<br />
asignatarios y son las siguientes:<br />
1) Las costas <strong>de</strong> apertura y publicación <strong>de</strong>l testamento, si lo hubiere, y las<br />
<strong>de</strong>más anexas a la apertura <strong>de</strong> la sucesión;<br />
2) Las <strong>de</strong>udas hereditarias;<br />
3) Los impuestos fiscales que gravaren toda la masa hereditaria, y<br />
4) Las asignaciones alimenticias forzosas.
Or<strong>de</strong>n o prelación <strong>de</strong> las bajas<br />
Las bajas generales que señala el art. 959 <strong>de</strong>ben efectuarse en el or<strong>de</strong>n<br />
en que las enumera el Código.<br />
Es lógico que primeramente se <strong>de</strong>duzcan los gastos <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la<br />
sucesión, que benefician a todos los interesados, in<strong>cl</strong>usive los acreedores.<br />
Luego <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>ducirse las <strong>de</strong>udas hereditarias y pagarse, <strong>de</strong> este modo,<br />
las obligaciones que tenía en vida el causante.<br />
Los impuestos que gravaren toda la masa no pue<strong>de</strong>n racionalmente<br />
aplicarse sino una vez pagados los gastos causados en interés general y<br />
satisfechos los acreedores <strong>de</strong>l difunto.<br />
Descontados gastos, <strong>de</strong>udas e impuestos, llegará el momento <strong>de</strong><br />
satisfacer las asignaciones privilegiadas <strong>de</strong> alimentos.<br />
Primera baja: los gastos <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
El art. 959 señala como primera baja "las costas <strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong>l<br />
testamento, si lo hubiere, y las <strong>de</strong>más anexas a la apertura <strong>de</strong> la sucesión".<br />
Entre estos gastos se contarán, por ejemplo:<br />
a) Los gastos <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong>l testamento cerrado <strong>de</strong>l difunto;<br />
b) los gastos para poner por escrito el testamento verbal;<br />
c) Los gastos que <strong>de</strong>man<strong>de</strong>n los avisos <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión (art.<br />
1285);<br />
d) Los gastos <strong>de</strong> posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia;<br />
e) Los gastos <strong>de</strong> la guarda y aposición <strong>de</strong> sellos y <strong>de</strong> la facción <strong>de</strong><br />
inventarios. El art. 1224 dispone que "el costo <strong>de</strong> la guarda y aposición<br />
<strong>de</strong> sellos y <strong>de</strong> los inventarios gravará los bienes todos <strong>de</strong> la sucesión".49<br />
Segunda baja: las <strong>de</strong>udas hereditarias.<br />
La segunda baja general está constituida por "las <strong>de</strong>udas hereditarias",<br />
entendiéndose por tales las que el causante tenía en vida.<br />
Toda sucesión <strong>de</strong>be comenzar por pagar las <strong>de</strong>udas; no se concibe que
el testador o la ley dispongan <strong>de</strong> los bienes mientras no que<strong>de</strong>n satisfechos los<br />
acreedores.<br />
Si los bienes son insuficientes para pagar las <strong>de</strong>udas hereditarias, nada<br />
recibirán los asignatarios. El principio se enuncia <strong>de</strong> este modo: don<strong>de</strong> hay<br />
<strong>de</strong>udas, no hay herencia.<br />
Como es sabido, los here<strong>de</strong>ros respon<strong>de</strong>n ilimitadamente <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias, a menos que gocen <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
Para propen<strong>de</strong>r al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas, la ley impone a los albaceas la<br />
obligación <strong>de</strong> dar aviso al público <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión (art. 1285) y <strong>de</strong><br />
exigir que en la partición se forme un lote o hijuela suficiente para el pago <strong>de</strong><br />
las <strong>de</strong>udas conocidas (art. 1286). El partidor tiene el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> formar este lote<br />
o hijuela, aunque no sea requerido para ello por los here<strong>de</strong>ros (art. 1336).<br />
Las <strong>de</strong>udas hereditarias se pagan antes que las <strong>de</strong>udas testamentarias:<br />
primero la obligación y <strong>de</strong>spués la <strong>de</strong>voción. El art. 1374 establece, como<br />
norma general, que "pagados los acreedores hereditarios, se satisfarán los<br />
legados".<br />
Tercera baja: impuestos que gravaren toda la masa<br />
En la actualidad no existe un impuesto que grave toda la masa<br />
hereditaria y <strong>de</strong>be <strong>de</strong>ducirse, por consiguiente, como baja general.<br />
La Ley N° 16.271 <strong>de</strong> 10 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1965, no grava la masa global sino<br />
cada una <strong>de</strong> las asignaciones en particular. El art. 2° dispone que "el impuesto<br />
se aplicará sobre el valor líquido <strong>de</strong> cada asignación o donación". Cada<br />
interesado podrá pagarlo separadamente, una vez liquidado el tributo (art. 52).<br />
Cuarta baja: las asignaciones alimenticias forzosas<br />
Señala el art. 959 como cuarta baja "las asignaciones alimenticias<br />
forzosas".<br />
Los alimentos se <strong>de</strong>ben voluntariamente o por mandato <strong>de</strong> la ley. Estos<br />
últimos se <strong>de</strong>nominan alimentos legales o forzosos.<br />
El testador pue<strong>de</strong> hacer en su testamento asignación <strong>de</strong> una pensión
alimenticia a personas a quienes <strong>de</strong>bía alimentos por mandato <strong>de</strong> la ley. Las<br />
"asignaciones alimenticias forzosas" o <strong>de</strong> alimentos forzosos, son aquellas que<br />
recaen sobre "alimentos que el difunto ha <strong>de</strong>bido por ley a ciertas personas"<br />
(art. 1168).<br />
Estas asignaciones constituyen una baja general, con las siguientes<br />
salveda<strong>de</strong>s:<br />
a) Cuando el testador haya impuesto la obligación <strong>de</strong> pagarlas a<br />
<strong>de</strong>terminados partícipes (art. 1168), y<br />
b) Cuando fueren excesivas, atendidas las fuerzas <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong>l<br />
causante, caso en que el exceso se extraerá <strong>de</strong>l acervo líquido, imputándose a<br />
la parte <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> que pudo disponer libremente (art. 1171, inc. 2°).<br />
Las asignaciones alimenticias no forzosas, aquellas que se hacen "a<br />
personas que por ley no tengan <strong>de</strong>recho a alimentos", no son una baja general<br />
y se imputan a la parte <strong>de</strong> libre disposición (art. 11 71, inc. 1°).<br />
Como la asignación <strong>de</strong> alimentos <strong>de</strong>bidos por ley es forzosa, si el<br />
testador omite hacerla en su testamento, la ley or<strong>de</strong>na que se supla (art. 1167).<br />
La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la cuantía <strong>de</strong> los alimentos, para establecer la baja general,<br />
habrá <strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong> acuerdo entre el asignatario y los llamados a cumplirla<br />
o por resolución judicial.<br />
Acervo imaginario<br />
No siempre las asignaciones se calculan en el acervo líquido.<br />
Nuestra ley limita la facultad <strong>de</strong> disponer por testamento estableciendo<br />
asignaciones forzosas, que el testador está obligado a hacer y que se suplen<br />
cuando no las hace, aun con perjuicio <strong>de</strong> las disposiciones testamentarias<br />
expresas.<br />
El legislador ha <strong>de</strong>bido arbitrar los medios para garantizar estas<br />
asignaciones. Entre los varios recursos que consulta la ley se cuenta el acervo<br />
imaginario que reglamentan los arts. 1185 y 1186.<br />
El causante pue<strong>de</strong> perjudicar las asignaciones forzosas por medio <strong>de</strong><br />
liberalida<strong>de</strong>s hechas en vida a legitimarios o extraños. Por medio <strong>de</strong> la
formación <strong>de</strong>l acervo imaginario se procura reconstituir i<strong>de</strong>al o<br />
imaginariamente el patrimonio <strong>de</strong>l causante al tiempo en que se hicieron las<br />
liberalida<strong>de</strong>s.<br />
El acervo que prevé el art. 1185, <strong>de</strong>nominado comúnmente primer<br />
acervo imaginario, se forma acumulando imaginariamente al acervo líquido,<br />
todas las donaciones revocables o irrevocables hechas en razón <strong>de</strong> legitimas o<br />
mejoras.<br />
El acervo previsto los arts. 1186 y 1187, llamado segundo acervo<br />
imaginario, se forma cuando el que tenía a la sazón legitimarios ha hecho<br />
donaciones entre vivos a extraños y el valor total <strong>de</strong> éstas exce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la cuarta<br />
parte <strong>de</strong> la suma <strong>de</strong> ellas y <strong>de</strong>l acervo líquido o primer acervo imaginario si<br />
éste último se ha formado. El exceso <strong>de</strong>berá acumularse.<br />
LA SUCESIÓN INTESTADA<br />
El art. 952 expresa que si se suce<strong>de</strong> en virtud <strong>de</strong> un testamento, la<br />
sucesión se llama testamentaria, y si en virtud <strong>de</strong> la ley, intestada o<br />
abintestato.<br />
La sucesión intestada es la transmisión que hace la ley <strong>de</strong> los bienes,<br />
<strong>de</strong>rechos y obligaciones transmisibles <strong>de</strong> una persona difunta.<br />
Fiel a la tradición romana, a falta <strong>de</strong> testamento, nuestra ley <strong>de</strong>signa a<br />
los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l difunto, interpretando una voluntad que no llegó a<br />
manifestarse.<br />
Las reglas <strong>de</strong> la sucesión intestada, en resumen, constituyen el<br />
testamento tácito o presunto <strong>de</strong>l causante.<br />
Las normas legales son supletorias <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l difunto; su<br />
voluntad expresa, manifestada en el testamento, prevalece sobre tales normas.<br />
Personas llamadas a suce<strong>de</strong>r.
La ley llama a suce<strong>de</strong>r, en general, a las personas ligadas al causante por<br />
vínculos <strong>de</strong> parentesco, siguiendo el or<strong>de</strong>n natural <strong>de</strong> los afectos.<br />
El artículo 983 prescribe que son llamados a la sucesión intestada los<br />
<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>l difunto, sus ascendientes, el cónyuge sobreviviente, sus<br />
colaterales, el adoptado, en su caso, y el Fisco.<br />
Los <strong>de</strong>rechos hereditarios <strong>de</strong>l adoptado se rigen por la ley respectiva,<br />
esto es, por la Ley N° 19.620.<br />
La ley no consi<strong>de</strong>ra el sexo, la edad ni el origen <strong>de</strong> los bienes.<br />
No toma en consi<strong>de</strong>ración la ley, para regular la sucesión intestada, ni el<br />
origen <strong>de</strong> los bienes, ni el sexo, ni la edad <strong>de</strong> los sucesores.<br />
Previene el art. 981: "La ley no atien<strong>de</strong> al origen <strong>de</strong> los bienes para<br />
reglar la sucesión intestada o gravarla con restituciones o reservas”.<br />
El art. 982, por su parte, establece: "En la sucesión intestada no se<br />
atien<strong>de</strong> al sexo ni a la primogenitura".<br />
Los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l mismo grado, como consecuencia, tienen iguales<br />
<strong>de</strong>rechos, cualquiera que sea su sexo y su edad.<br />
Cuándo tiene lugar la sucesión intestada.<br />
El art. 980 prescribe: "Las leyes reglan la sucesión en los bienes <strong>de</strong> que<br />
el difunto i) no ha dispuesto, o ii) si dispuso, no lo hizo conforme a <strong>de</strong>recho, o<br />
iii) no han tenido efecto sus disposiciones".<br />
1. Caso en que el testador no dispuso.<br />
Este primer caso compren<strong>de</strong> numerosas hipótesis diversas. El difunto no<br />
habrá dispuesto:<br />
a) Cuando falleció sin hacer testamento o revocó el que había otorgado;<br />
b) Cuando otorgó testamento pero no reguló la suerte <strong>de</strong> los bienes,<br />
limitándose a formular <strong>de</strong><strong>cl</strong>araciones <strong>de</strong> voluntad, como el reconocimiento <strong>de</strong>
un hijo, el nombramiento <strong>de</strong> partidor o albacea, etc.;<br />
c) Cuando instituyó here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cuotas que no completan la unidad; la<br />
cuota que falte correspon<strong>de</strong>rá a los here<strong>de</strong>ros abintestato;<br />
d) Cuando el testamento hace solamente asignaciones a título singular; la<br />
<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros se hará conforme a las reglas <strong>de</strong> la sucesión<br />
intestada;<br />
e) Cuando el testador instituyó un usufructo sin expresar a quién<br />
correspon<strong>de</strong>ría la nuda propiedad; los nudo propietarios serán los here<strong>de</strong>ros<br />
abintestato, y<br />
f) Cuando se constituye en el testamento un fi<strong>de</strong>icomiso y no se <strong>de</strong>signa el<br />
fiduciario o falta el <strong>de</strong>signado antes <strong>de</strong> que se cumpla la condición; la persona<br />
<strong>de</strong>l fiduciario quedará señalada por las reglas <strong>de</strong> la sucesión abintestato (art.<br />
748).<br />
2. Caso en que el testador no dispuso conforme a <strong>de</strong>recho.<br />
Esta vez el difunto hizo testamento; pero la disposición <strong>de</strong> sus bienes se<br />
ha frustrado porque no se ajustó a <strong>de</strong>recho.<br />
Así ocurrirá:<br />
a) Cuando el testamento es nulo por <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong> forma o <strong>de</strong> fondo;<br />
b) Cuando es nula alguna <strong>de</strong> sus <strong>cl</strong>áusulas, por ejemplo, porque contiene<br />
disposiciones en favor <strong>de</strong> incapaces.<br />
c) Cuando el testamento viola a las asignaciones forzosas y es atacado por<br />
medio "<strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> reforma.<br />
3. Caso en que no tienen efecto las disposiciones.<br />
Pese a que el testador dispuso con arreglo a la ley, pue<strong>de</strong>n no llegar a<br />
tener efecto sus disposiciones.<br />
Tal cosa suce<strong>de</strong>:
a) Cuando la asignación es condicional, falló la condición suspensiva o se<br />
cumplió la condición resolutoria, sin que el testador haya previsto estos casos;<br />
b) Cuando el asignatario <strong>de</strong>signado repudió la asignación o se hizo indigno<br />
o incapaz, como ocurrirá cuando fallece antes que el testador, y<br />
c) Cuando se otorgó un testamento privilegiado y éste caducó por alguna<br />
<strong>de</strong> las causas que señala la ley.<br />
EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN<br />
Formas <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r abintestato.<br />
Se pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r abintestato <strong>de</strong> dos maneras: "ya por <strong>de</strong>recho personal,<br />
ya por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación" (art. 984, inc. 1°).<br />
Suce<strong>de</strong>r por <strong>de</strong>recho personal significa hacerla a nombre propio,<br />
proprio nomine, directamente, como consecuencia <strong>de</strong> la situación que<br />
realmente se ocupa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong>l difunto.<br />
Suce<strong>de</strong>r por representación significa suce<strong>de</strong>r en lugar <strong>de</strong> otra persona,<br />
ocupando su sitio, sustituyéndola en virtud <strong>de</strong> la autorización <strong>de</strong> la ley.<br />
Por ejemplo, una persona fallece <strong>de</strong>jando un hijo y un nieto cuyo padre<br />
ha muerto con anterioridad.<br />
Hijo y nieto son <strong>de</strong>scendientes, pero <strong>de</strong> distinto grado, y la regla es que<br />
los parientes <strong>de</strong> grado más próximo ex<strong>cl</strong>uyan a los <strong>de</strong> grado más remoto. El<br />
hijo ex<strong>cl</strong>uiría al nieto.<br />
No podría el nieto suce<strong>de</strong>r al abuelo a través <strong>de</strong> su padre porque éste<br />
falleció antes y era, por lo mismo, incapaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r (art. 962, inc. 1°).<br />
Para que el nieto suceda es menester acercarlo al abuelo, que ocupe el<br />
lugar <strong>de</strong> su padre, vacante por la muerte <strong>de</strong> éste; así podrá compartir la<br />
herencia con su tío. Tal es el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación.<br />
Definición
Define la representación el art. 984: "La representación es una ficción<br />
legal en que se supone que una persona tiene el lugar y por consiguiente el<br />
grado <strong>de</strong> parentesco y los <strong>de</strong>rechos hereditarios que tendría su padre o madre,<br />
si éste o ésta no quisiese o no pudiese suce<strong>de</strong>r".<br />
Es una ficción porque se supone el hecho irreal <strong>de</strong> que una persona<br />
ocupa un lugar y tiene un grado <strong>de</strong> parentesco que, en verdad, no le<br />
correspon<strong>de</strong>.<br />
Tiene lugar la representación si el padre o la madre no pue<strong>de</strong>n o no<br />
quieren suce<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> fluye una peculiaridad <strong>de</strong> nuestro Código: se pue<strong>de</strong><br />
representar a una persona viva.<br />
Personas que intervienen en la representación.<br />
Intervienen en la representación tres personas:<br />
a) El causante que es la persona en cuya herencia se suce<strong>de</strong>;<br />
b) El representado que es la persona que no pue<strong>de</strong> o no <strong>de</strong>sea suce<strong>de</strong>r y<br />
cuyo lugar queda, por este motivo, vacante, y<br />
c) El representante, o sea, el <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l representado que ocupa el<br />
lugar <strong>de</strong> éste para suce<strong>de</strong>r al causante.<br />
Requisitos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación tiene lugar a condición <strong>de</strong> reunirse los<br />
siguientes requisitos:<br />
1. Que se trate <strong>de</strong> una sucesión intestada;<br />
2. Que falte el representado;<br />
3. Que el representante sea <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l representado;<br />
4. Que el representado sea pariente <strong>de</strong>l causante, en los grados que señala<br />
la ley, y<br />
5. Que el representante sea capaz y digno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al causante.<br />
1. Debe tratarse <strong>de</strong> una sucesión intestada.<br />
En principio, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación tiene lugar solamente en la
sucesión abintestato.<br />
Esta con<strong>cl</strong>usión fluye <strong>de</strong> la ubicación <strong>de</strong>l art. 984 entre las reglas <strong>de</strong> la<br />
sucesión intestada y se confirma con el texto <strong>de</strong> la disposición.<br />
En la sucesión testada, si falta el asignatario, no ocuparán su lugar sus<br />
<strong>de</strong>scendientes; recogerán la asignación los here<strong>de</strong>ros abintestato <strong>de</strong>l causante.<br />
El art. 1162 prescribe que si falta el asignatario <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l<br />
testador, "los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>l asignatario no por eso se enten<strong>de</strong>rán<br />
sustituidos a éste", salvo que el testador haya manifestado voluntad contraria.<br />
Excepcionalmente tiene lugar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación en la<br />
sucesión testada: en las asignaciones que se hacen in<strong>de</strong>terminadamente a los<br />
parientes y en las legítimas.<br />
a) Con arreglo al art. 1064, en las asignaciones testamentarias que se hacen<br />
in<strong>de</strong>terminadamente a los parientes, se entien<strong>de</strong>n llamados los consanguíneos<br />
<strong>de</strong> grado más próximo, según el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la sucesión intestada, "teniendo<br />
lugar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación en conformidad a las reglas legales".<br />
b) De acuerdo con el art. 1183, los legitimarios concurren, son ex<strong>cl</strong>uidos y<br />
"representados" según las reglas generales <strong>de</strong> la sucesión abintestato.<br />
2. Debe faltar el representado.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación exige que falte el representado, bien sea<br />
porque no quiere o no pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r. El representante ocupa el lugar que el<br />
representado ha <strong>de</strong>jado vacante.<br />
No pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r el representado por diversas causas: porque es<br />
incapaz, indigno o ha sido <strong>de</strong>sheredado; no quiere suce<strong>de</strong>r, cuando repudia la<br />
herencia.<br />
El art. 987, inc. 2° prescribe que "se pue<strong>de</strong> asimismo representar al<br />
incapaz, al indigno, al <strong>de</strong>sheredado, y al que repudió la herencia <strong>de</strong>l difunto".<br />
Normalmente faltará el representado por la incapacidad resultante <strong>de</strong><br />
haber fallecido antes que el causante. Pero nuestro Código admite la<br />
representación <strong>de</strong> una persona viva que, por las <strong>de</strong>más causas que se
señalaron, no quisiese o no pudiese suce<strong>de</strong>r. Pensó el legislador, con razón,<br />
que no era justo que los hijos expiaran los pecados <strong>de</strong> los padres.<br />
3. El representante <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l representado.<br />
La representación tiene lugar solamente en la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia; jamás opera<br />
a favor <strong>de</strong> los ascendientes. El hijo pue<strong>de</strong> representar a su padre para suce<strong>de</strong>r<br />
al abuelo; pero a éste no le es posible suce<strong>de</strong>r al nieto por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
representación.<br />
Entre los ascendientes se aplica inexorablemente la regla <strong>de</strong> que el<br />
pariente <strong>de</strong> grado más próximo ex<strong>cl</strong>uya al <strong>de</strong> grado más remoto. Si hay un<br />
solo ascendiente <strong>de</strong> grado más próximo, éste suce<strong>de</strong>rá ex<strong>cl</strong>usivamente. Tal es<br />
la regla <strong>de</strong>l art. 989.<br />
El difunto, por ejemplo, <strong>de</strong>ja madre y abuelos paternos; no cabe la<br />
representación en favor <strong>de</strong> los abuelos con la consecuencia <strong>de</strong> que la madre lo<br />
lleva todo.<br />
La representación tiene lugar en la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia hasta el infinito.<br />
El art. 740 <strong>de</strong>l Código francés formula expresamente esta regla: "La<br />
representación tiene lugar hasta el infinito en línea recta <strong>de</strong>scendiente".<br />
Nuestro Código establece una regla, a la postre, análoga: "Se pue<strong>de</strong><br />
representar a un padre o madre que, si hubiese querido o podido suce<strong>de</strong>r,<br />
habría sucedido por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación" (art. 984, inc. 3°).<br />
El hijo podrá representar no sólo a su padre para suce<strong>de</strong>r al abuelo, sino<br />
a éste para suce<strong>de</strong>r al bisabuelo.<br />
4. Parentesco entre el representado y el causante.<br />
El representante ha <strong>de</strong> ser necesariamente <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l<br />
representado. Pero ha <strong>de</strong> mediar, a<strong>de</strong>más, entre el representado y el causante,<br />
alguno <strong>de</strong> los parentescos que señala la ley.<br />
El art. 986 prescribe: "Hay siempre lugar a la representación en la<br />
<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l difunto, y en la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus hermanos”.
De este modo, el representado ha <strong>de</strong> ser necesariamente respecto <strong>de</strong>l<br />
causante <strong>de</strong>scendiente, o hermano.<br />
El art. 986, inc. 2°, aña<strong>de</strong>: "Fuera <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncias no hay lugar a<br />
la representación.<br />
Ejemplos:<br />
Primer ejemplo.<br />
El difunto X <strong>de</strong>ja un hijo A y dos nietos C y D, hijos <strong>de</strong> B premuerto. C<br />
y D, son hijos <strong>de</strong> B. B es <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l causante X.<br />
Segundo ejemplo.<br />
El difunto X <strong>de</strong>ja dos hermanos A y B y dos sobrinos C y D, hijos <strong>de</strong> B<br />
fallecido antes que el causante. Como en el ejemplo anterior C y D son hijos<br />
<strong>de</strong> B. B es hermano <strong>de</strong>l causante X.<br />
5. El representante <strong>de</strong>be ser capaz y digno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al causante.<br />
El representante <strong>de</strong>be ser apto para suce<strong>de</strong>r al causante.<br />
Verdad es que el representante ocupa el lugar <strong>de</strong>l representado, pero<br />
quien realmente suce<strong>de</strong> es el representante. Por esto <strong>de</strong>be ser personalmente<br />
hábil para recoger la asignación.<br />
En otros términos, para suce<strong>de</strong>r por representación es menester ser<br />
capaz y digno como si se sucediera por <strong>de</strong>recho personal al causante.<br />
El representante suce<strong>de</strong> directamente al causante.<br />
Los <strong>de</strong>rechos que el representante es llamado a recoger son los que
habrían correspondido al representado, pero no suce<strong>de</strong> por su intermedio.<br />
El representante suce<strong>de</strong> directamente, en virtud <strong>de</strong> un llamado especial<br />
<strong>de</strong> la ley. El hijo se "salta" al padre o madre.<br />
Importantes consecuencias se siguen <strong>de</strong> este principio:<br />
a) El representante pue<strong>de</strong> repudiar la herencia <strong>de</strong>l representado y, no<br />
obstante, representarle.<br />
El art. 987 dispone expresamente: "Se pue<strong>de</strong> representar al ascendiente<br />
cuya herencia se ha repudiado";<br />
b) El representante pue<strong>de</strong> ser incapaz o indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al representado<br />
y suce<strong>de</strong>rá con tal que sea capaz y digno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al causante;<br />
c) El representante no es responsable <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong>l representado, a<br />
menos que haya aceptado su herencia. Perseguido por los acreedores <strong>de</strong>l<br />
representado, podrá interponer una tercería, conforme al art. 520 N° 2° <strong>de</strong>l<br />
Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong>.<br />
Efectos <strong>de</strong> la representación.<br />
El representante ocupa el lugar y se reputa que tiene el parentesco y los<br />
<strong>de</strong>rechos hereditarios <strong>de</strong>l representado; por lo mismo, no pue<strong>de</strong> tener más<br />
<strong>de</strong>rechos que los que a éste habrían correspondido.<br />
Una consecuencia lógica es que los que suce<strong>de</strong>n por representación<br />
heredan por estirpes o troncos, o sea, cualquiera que sea el número <strong>de</strong> los<br />
representantes tocarán entre todos la porción que hubiera correspondido al<br />
representado.<br />
Así lo dispone el art. 985, inc. 1°: "Los que suce<strong>de</strong>n por representación<br />
heredan en todos casos por estirpes, es <strong>de</strong>cir, que cualquiera que sea el número<br />
<strong>de</strong> los hijos que representan al padre o madre, toman entre todos y por iguales<br />
partes la porción que hubiera cabido al padre o madre representado".<br />
En cambio, los que heredan por <strong>de</strong>recho personal suce<strong>de</strong>n por cabezas,<br />
"esto es, toman entre todos y por iguales partes la porción a que la ley los
llama", salvo que la misma ley señale otra forma <strong>de</strong> división (art. 985, inc. 2°).<br />
Una forma <strong>de</strong> división diversa señala el art. 990. Concurriendo<br />
hermanos <strong>de</strong> doble conjunción con hermanos paternos o maternos, aquéllos<br />
tocarán el doble que éstos.<br />
Ejemplos<br />
El difunto <strong>de</strong>ja un hijo A y dos nietos C y D. A suce<strong>de</strong>rá por cabeza, mientras<br />
que C y D suce<strong>de</strong>rán por estirpes. A recibirá la mitad y la otra mitad se<br />
dividirá, en iguales partes, entre C y D.<br />
El difunto <strong>de</strong>ja cinco nietos, <strong>de</strong> los cuales dos son hijos <strong>de</strong> A y tres <strong>de</strong> B,<br />
premuertos ambos. La herencia se dividirá en dos partes. C y D dividirán por<br />
dos la porción que pudo correspon<strong>de</strong>r a A. E, F y G dividirán por tres la<br />
porción que habría tocado B.<br />
Diferencias entre los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> transmisión y <strong>de</strong> representación.<br />
a) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión tiene lugar en las sucesiones testamentaria e<br />
intestada; el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación proce<strong>de</strong> sólo en la sucesión abintestato,<br />
salvos los casos <strong>de</strong> los arts. 1064 y 1183;<br />
b) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión no exige ningún parentesco y aprovecha a<br />
cualquier here<strong>de</strong>ro; el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación exige un parentesco: el<br />
representante ha <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>scendiente y el representado <strong>de</strong>scendiente o hermano<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong> cuius;<br />
c) En el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión, el transmitente <strong>de</strong>be sobrevivir al primer<br />
causante; en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación no es menester que el representado
sobreviva al causante porque tiene lugar, entre otros casos, cuando el padre o<br />
madre es incapaz <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r por haber fallecido;<br />
d) En el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión, el transmitido <strong>de</strong>be ser capaz y digno <strong>de</strong><br />
suce<strong>de</strong>r al transmisor; en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación, basta que el<br />
representante sea capaz y digno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al <strong>de</strong> cuius porque se prescin<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />
representado;<br />
e) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión tiene lugar a condición <strong>de</strong> que se acepte la<br />
herencia <strong>de</strong>l transmisor; en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación no es necesario que<br />
se acepte la herencia <strong>de</strong>l representado porque se pue<strong>de</strong> representar al<br />
ascendiente cuya herencia se ha repudiado;<br />
f) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión supone la muerte <strong>de</strong>l transmisor sin expresar<br />
su propósito <strong>de</strong> aceptar o repudiar. El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación no supone la<br />
muerte <strong>de</strong>l representado porque se pue<strong>de</strong> representar al vivo, y<br />
g) Por el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión se pue<strong>de</strong>n adquirir herencias y legados.<br />
Por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación se adquieren herencias porque sólo cabe en la<br />
sucesión intestada y la ley no instituye asignaciones a título singular.<br />
ORDENES DE SUCESIÓN<br />
Diversas <strong>cl</strong>ases <strong>de</strong> sucesión intestada.<br />
Hasta la entrada en vigencia <strong>de</strong> la Ley N° 19.585, nuestro Código <strong>Civil</strong><br />
distinguía dos ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> sucesión, atendiendo a si el causante era hijo<br />
legítimo (or<strong>de</strong>n regular) o hijo natural (or<strong>de</strong>n irregular). La ley N° 19.585<br />
<strong>de</strong>rogó las diferencias entre hijos legítimos y naturales, subsistiendo, por lo<br />
tanto, un solo or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión intestada.<br />
Mecanismo <strong>de</strong> la sucesión intestada.<br />
El sistema <strong>de</strong> la sucesión intestada <strong>de</strong>scansa en la distribución <strong>de</strong> los<br />
parientes en <strong>cl</strong>ases, categorías u ór<strong>de</strong>nes, que prefieren unos a otros.<br />
Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión es el conjunto <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros que consi<strong>de</strong>rados
colectivamente ex<strong>cl</strong>uyen o son ex<strong>cl</strong>uidos por otros here<strong>de</strong>ros, consi<strong>de</strong>rados<br />
también colectivamente.<br />
Por esto, para <strong>de</strong>terminar los <strong>de</strong>rechos hereditarios <strong>de</strong> una persona es<br />
preciso examinar a qué or<strong>de</strong>n pertenece y no el grado <strong>de</strong> parentesco que la liga<br />
al causante.<br />
Pero, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada or<strong>de</strong>n, el grado <strong>de</strong> parentesco es <strong>de</strong>cisivo. Los<br />
parientes <strong>de</strong> grado más próximo ex<strong>cl</strong>uyen a los <strong>de</strong> grado más lejano, salvo que<br />
intervenga el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación en favor <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia que la<br />
hace mejorar <strong>de</strong> grado.<br />
Parientes que fijan el or<strong>de</strong>n.<br />
Dentro <strong>de</strong> cada or<strong>de</strong>n hay here<strong>de</strong>ros que fijan el or<strong>de</strong>n y le dan su<br />
nombre y otros que simplemente concurren con ellos.<br />
Por ejemplo, el segundo or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión se <strong>de</strong>nomina <strong>de</strong>l cónyuge y<br />
ascendientes.<br />
Para pasar <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n al siguiente es menester que falten todos los<br />
parientes que fijan el or<strong>de</strong>n. Por esto, si en el segundo or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión faltan<br />
los ascendientes y el cónyuge, se pasará al tercer or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión.<br />
Ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> sucesión.<br />
Los ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> sucesión son cinco:<br />
1) De los hijos;<br />
2) Del cónyuge y ascendientes;<br />
3) De los hermanos;<br />
4) De los colaterales, y<br />
5) Del Fisco.<br />
La ley interpreta el or<strong>de</strong>n presunto <strong>de</strong> los afectos. Por esto, en líneas<br />
generales, la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia prefiere a la ascen<strong>de</strong>ncia y la ascen<strong>de</strong>ncia prefiere a<br />
la línea colateral.
Primer or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión o <strong>de</strong> los hijos.<br />
Está compuesto por los hijos y el cónyuge sobreviviente. El artículo 988<br />
dispone que los hijos ex<strong>cl</strong>uyen a todos los otros here<strong>de</strong>ros, a menos que<br />
hubiere también cónyuge sobreviviente, caso en el cual éste concurrirá con<br />
aquéllos" (inc. 1°). Los hijos pue<strong>de</strong>n ser también representados (art. 986). Por<br />
ello es que este or<strong>de</strong>n pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>nominarse, también, <strong>de</strong> los "<strong>de</strong>scendientes".<br />
En este or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión también comparece el cónyuge sobreviviente,<br />
en su calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro legitimario <strong>de</strong>l causante.<br />
Situación <strong>de</strong>l cónyuge en este or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión<br />
En conformidad a lo dispuesto en el artículo 988 los hijos ex<strong>cl</strong>uyen a<br />
todos los otros here<strong>de</strong>ros, a menos que hubiere también cónyuge<br />
sobreviviente, caso en el cual éste concurrirá con aquéllos.<br />
será:<br />
El cónyuge sobreviviente recibirá una porción que, por regla general,<br />
a) Si hay varios hijos: el equivalente al doble <strong>de</strong> lo que por legítima<br />
rigorosa o efectiva corresponda a cada hijo; o,<br />
b) Si hubiere sólo un hijo, la cuota <strong>de</strong>l cónyuge será igual a la legítima<br />
rigorosa o efectiva <strong>de</strong> ese hijo.<br />
En ningún caso la porción que corresponda al cónyuge bajará <strong>de</strong> la<br />
cuarta parte <strong>de</strong> la herencia, o <strong>de</strong> la cuarta parte <strong>de</strong> la mitad legitimaria en su<br />
caso.<br />
En conformidad a esta misma norma, la ley establece que<br />
correspondiendo al cónyuge sobreviviente la cuarta parte <strong>de</strong> la herencia o <strong>de</strong> la<br />
mitad legitimaria, el resto se dividirá entre los hijos por partes iguales. La<br />
aludida cuarta parte se calculará teniendo en cuenta lo dispuesto en el artículo<br />
996.<br />
Caso en el que sólo hay hijos, esto es, no concurre el cónyuge<br />
La herencia se divi<strong>de</strong> por igual entre todos ellos.
El cónyuge sobreviviente que por su culpa hubiere dado causa a la<br />
separación judicial, no tendrá parte en la herencia intestada.<br />
Así lo dispone el artículo 994, inc. 1°.<br />
Segundo or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión o <strong>de</strong>l cónyuge y ascendientes.<br />
Si faltan los hijos, personalmente o representados, el artículo 989<br />
dispone que la sucesión se divida entre el cónyuge sobreviviente y sus<br />
ascendientes <strong>de</strong> grado más próximo.<br />
En este caso la herencia se divi<strong>de</strong> en tres partes, correspondiendo dos<br />
tercios para el cónyuge y un tercio a los ascendientes. Para el caso <strong>de</strong> que sólo<br />
exista un solo ascendiente en el grado más próximo, éste lleva toda la porción<br />
<strong>de</strong>stinada a tales parientes, puesto que el grado más cercano ex<strong>cl</strong>uye a los<br />
<strong>de</strong>más.<br />
Pue<strong>de</strong> ocurrir que sólo haya cónyuge o sólo haya ascendientes. Si sólo<br />
hay cónyuge sobreviviente, toda la herencia es para él, y si sólo hay<br />
ascendientes, toda la herencia es para éstos. Debe tenerse presente que no<br />
opera la representación respecto <strong>de</strong> los ascendientes.<br />
Cónyuge que ha dado motivo a la separación judicial<br />
Se aplica al cónyuge sobreviviente la regla <strong>de</strong>l artículo 994, inc. 1 °: si<br />
ha dado causa a la separación judicial por su culpa, ningún <strong>de</strong>recho tiene en la<br />
sucesión intestada.<br />
No siempre los ascendientes tienen <strong>de</strong>recho a suce<strong>de</strong>r abintestato a su<br />
<strong>de</strong>scendiente.<br />
En conformidad al artículo 994, inc. 2°, no suce<strong>de</strong>rán abintestato los<br />
padres <strong>de</strong>l causante si la paternidad o maternidad ha sido <strong>de</strong>terminada<br />
judicialmente contra su oposición, salvo que mediare el restablecimiento a que<br />
se refiere el artículo 203, esto es, si el hijo, alcanzada su plena capacidad y<br />
manifieste por escritura pública o por testamento su voluntad <strong>de</strong> restablecerle<br />
en ellos.
Tercer or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión, o <strong>de</strong> los hermanos.<br />
En conformidad a lo dispuesto en el artículo 990, no concurriendo ni<br />
<strong>de</strong>scendientes, ni ascendientes ni cónyuge sobreviviente, suce<strong>de</strong>n en toda la<br />
herencia, o en la parte <strong>de</strong> ella que sea intestada, los hermanos, sean ellos <strong>de</strong><br />
simple o <strong>de</strong> doble conjunción; pero la porción <strong>de</strong> aquéllos será igual al doble<br />
que la <strong>de</strong> éstos (art. 990, inc. 2°). Como la representación se aplica a los<br />
hermanos, los sobrinos, en ausencia <strong>de</strong>l hermano, quedan en este or<strong>de</strong>n.<br />
Cuarto or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión, o <strong>de</strong> los colaterales.<br />
No concurriendo <strong>de</strong>scendientes, ascendientes, cónyuge sobreviviente ni<br />
hermanos, suce<strong>de</strong>n los <strong>de</strong>más colaterales <strong>de</strong>l causante. Este <strong>de</strong>recho se<br />
extien<strong>de</strong> sólo hasta el sexto grado, en conformidad al artículo 992. Una vez<br />
más, los colaterales <strong>de</strong> doble conjunción llevan el doble <strong>de</strong> la porción que los<br />
<strong>de</strong> simple conjunción. De este modo, pue<strong>de</strong>n heredar los primos <strong>de</strong>l causante.<br />
Debe tenerse presente que esta norma no se refiere a los sobrinos, esto es, a<br />
los hijos <strong>de</strong> los hermanos <strong>de</strong>l causante, puesto que en ese caso operaría el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación.<br />
En conformidad al artículo 992, los colaterales <strong>de</strong> grado más próximo<br />
ex<strong>cl</strong>uirán siempre a los otros.<br />
Quinto or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sucesión, el Fisco.<br />
En conformidad a lo dispuesto en el artículo 995, a falta <strong>de</strong> todos los<br />
here<strong>de</strong>ros abintestato <strong>de</strong>signados en los artículos prece<strong>de</strong>ntes, suce<strong>de</strong>rá el<br />
Fisco.<br />
SUCESIÓN PARTE TESTADA Y PARTE INTESTADA<br />
La sucesión en los bienes <strong>de</strong> una persona pue<strong>de</strong> ser parte testada y parte<br />
intestada (art. 952, inc. 2°).<br />
Las reglas legales son supletorias <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l causante que no<br />
llegó a expresarse o se frustró. Por lo tanto, las normas contenidas en el<br />
testamento, arregladas a <strong>de</strong>recho, prevalecen.
El art. 996, inc. 1°, enuncia esta norma: "Cuando en un mismo<br />
patrimonio se ha <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r por testamento y abintestato, se cumplirán las<br />
disposiciones testamentarias, y el remanente se adjudicará a los here<strong>de</strong>ros<br />
abintestato según las reglas generales".<br />
Supóngase que el testamento instituye solamente diversos legados. La<br />
herencia pertenecerá a los here<strong>de</strong>ros abintestato. Pero será menester pagar<br />
primeramente los legados y los here<strong>de</strong>ros recibirán sólo el remanente, si lo<br />
hay.<br />
Esta regla es aplicable sin contrapeso cuando el causante no tenía<br />
here<strong>de</strong>ros forzosos.<br />
El inciso final <strong>de</strong>l art. 996 señala que la regla <strong>de</strong>l inciso 1º se aplicará<br />
una vez enteradas totalmente, a quienes tienen <strong>de</strong>recho a ellas, las legítimas y<br />
mejoras <strong>de</strong> la herencia.<br />
Sucesores a la vez por testamento y abintestato.<br />
Pue<strong>de</strong> ocurrir que el testamento llame a suce<strong>de</strong>r a personas a quienes la<br />
ley también llame a la sucesión abintestato.<br />
Por ejemplo, el difunto <strong>de</strong>ja dos hermanos, A y B, e instituye un<br />
legado a favor <strong>de</strong> A <strong>de</strong> $50.000; el acervo líquido, entretanto, ascien<strong>de</strong> a<br />
$300.000.<br />
Aplicando la regla <strong>de</strong>l inc. 1° <strong>de</strong>l art. 996, <strong>de</strong>bería cumplirse el<br />
testamento y pagarse primeramente el legado <strong>de</strong> A.<br />
El remanente <strong>de</strong> $250.000 se distribuiría entre A y B, correspondiendo<br />
a cada uno $125.000. El resultado final sería que A tocaría $175.000 y B<br />
$125.000.<br />
Pero surge la duda <strong>de</strong> si el testador ha tenido la intención <strong>de</strong> favorecer<br />
al asignatario testamentario o, simplemente, ha querido asignarle<br />
<strong>de</strong>terminados bienes para enterarle lo que por ley habría <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>rle. La<br />
ley resuelve esta duda y dispone, en suma, que la asignación testamentaria se<br />
entien<strong>de</strong> hecha a cuenta <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be tocar el here<strong>de</strong>ro sucediendo<br />
abintestato. En otros términos, la asignación testamentaria se supone hecha en<br />
pago total o parcial <strong>de</strong> la asignación legítima. El art. 996, inc. 2°, prescribe:
"Pero los que suce<strong>de</strong>n a la vez por testamento y abintestato, imputarán a la<br />
porción que les corresponda abintestato lo que recibieren por testamento, sin<br />
perjuicio <strong>de</strong> retener toda la porción testamentaria, si excediere a la otra".<br />
Por consiguiente, la asignación testamentaria no se <strong>de</strong>duce <strong>de</strong> la masa<br />
<strong>de</strong> bienes sino que, dividida la herencia, la porción que corresponda al<br />
asignatario testamentario se le enterará con la asignación que recibió por<br />
testamento.<br />
En el ejemplo propuesto, la herencia se dividirá por mita<strong>de</strong>s entre A y B<br />
y cada uno tocará $150.000, como si la herencia fuera intestada. Pero la<br />
porción <strong>de</strong> A se le enterará con el legado <strong>de</strong> $50.000.<br />
Facultad <strong>de</strong> retener la porción testamentaria.<br />
Es evi<strong>de</strong>nte que si la porción que toca a una persona sucediendo por<br />
testamento es superior a lo que le correspon<strong>de</strong>ría abintestato, hay que enten<strong>de</strong>r<br />
que el testador ha querido favorecerla especialmente.<br />
Por esto, la imputación <strong>de</strong> lo que se recibe por testamento a lo que<br />
correspon<strong>de</strong>ría abintestato es "sin perjuicio <strong>de</strong> retener toda la porción<br />
testamentaria, si excediere a la otra" (art. 996, inc. 2°).<br />
Sobre las reglas legales prevalece la voluntad <strong>de</strong>l testador.<br />
Las reglas legales se aplican solamente si el testador no ha manifestado<br />
una voluntad contraria.<br />
Si el testador lo ha querido, el asignatario no imputará a lo que le<br />
corresponda abintestato lo que reciba por testamento y se aplicará, sin<br />
atenuante, la regla <strong>de</strong>l inc. 1° <strong>de</strong>l art. 996.<br />
Consecuente con el sistema <strong>de</strong>l Código, el inc. 3° <strong>de</strong>l art. 996 dispone:<br />
"Prevalecerá sobre todo ello la voluntad expresa <strong>de</strong>l testador, en lo que <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>recho corresponda".<br />
La frase final alu<strong>de</strong> a las asignaciones forzosas. La voluntad <strong>de</strong>l testador<br />
no correspon<strong>de</strong>rá a <strong>de</strong>recho cuando vulnere tales asignaciones.
LA SUCESION TESTADA<br />
De acuerdo con el art. 952, si se suce<strong>de</strong> en virtud <strong>de</strong> un testamento, la<br />
sucesión se llama testamentaria, y si en virtud <strong>de</strong> la ley, intestada o<br />
abintestato.<br />
En términos generales, la ley regula la sucesión a falta <strong>de</strong> testamento,<br />
interpretando la voluntad <strong>de</strong>l causante. Sobre la presunta voluntad <strong>de</strong>l difunto<br />
prevalece su voluntad expresa, manifestada en el testamento.<br />
Tal es la tradición romana a que nuestro Código se ha mantenido fiel.<br />
La sucesión testada es la transmisión que hace el causante <strong>de</strong> sus bienes,<br />
<strong>de</strong>rechos y obligaciones transmisibles a las personas que <strong>de</strong>signa en su<br />
testamento.<br />
Definición y caracteres <strong>de</strong>l testamento<br />
La expresión testamento se hace <strong>de</strong>rivar <strong>de</strong> las voces latinas testadio y<br />
mentis, que significarían testimonio <strong>de</strong> la voluntad.<br />
El art. 999 <strong>de</strong>fine el acto testamentario: “El testamento es un acto más o<br />
menos solemne, en que una persona dispone <strong>de</strong>l todo o <strong>de</strong> una parte <strong>de</strong> sus<br />
bienes para que tenga pleno efecto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> sus días, conservando la<br />
facultad <strong>de</strong> revocar las disposiciones contenidas en él mientras viva”.<br />
En la <strong>de</strong>finición se <strong>de</strong>stacan los caracteres más importantes <strong>de</strong>l<br />
testamento:<br />
a) El testamento es un “acto”;<br />
b) Es un acto personalísimo;<br />
c) Es un acto solemne;<br />
d) Es un acto mortis causa;<br />
e) Tiene por objeto disponer <strong>de</strong> los bienes;<br />
f) Es un acto esencialmente revocable.
El testamento es un acto.<br />
El testamento es un acto jurídico unilateral. El testamento es un “acto”,<br />
esto es, una manifestación unilateral <strong>de</strong> voluntad, obra solamente <strong>de</strong> la<br />
voluntad <strong>de</strong>l testador. Es el caso más típico <strong>de</strong> acto jurídico unilateral, puesto<br />
que para nacer a la vida jurídica requiere <strong>de</strong> la sola voluntad <strong>de</strong>l testador.<br />
El testamento es un acto personalísimo<br />
a) En efecto, el art. 1003 dispone: “El testamento es un acto <strong>de</strong> una sola<br />
persona”.<br />
Son nulas las disposiciones contenidas en el testamento otorgado por<br />
dos o más personas a un tiempo, ya sea en beneficio mutuo <strong>de</strong> los otorgantes o<br />
<strong>de</strong> una tercera persona (art. 1003, inc. 2°). La ley prohibe, pues, los<br />
testamentos <strong>de</strong>nominados conjuntos, mancomunados o <strong>de</strong> hermandad, que<br />
toleraba la legislación española en ciertos casos. Tampoco se aceptan las<br />
disposiciones captatorias (art. 1059);<br />
b) No pue<strong>de</strong> otorgar testamento sino el testador en persona. El testamento<br />
es <strong>de</strong> los escasísimos actos en que no tiene cabida la representación. El art.<br />
1004 establece: “La facultad <strong>de</strong> testar es in<strong>de</strong>legable”. Como habría una<br />
verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>legación parcial el art. 1063 dispone…<br />
El testamento es un acto solemne<br />
El testamento es un acto solemne, esto es, está sujeto a la observancia<br />
<strong>de</strong> ciertas formalida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> manera que sin ellas no produce efectos civiles.<br />
Más solemne unas veces, menos solemne otras, el testamento es<br />
siempre un acto solemne. Las expresiones “más o menos solemne” que<br />
emplea la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l art. 999 alu<strong>de</strong>n a la <strong>cl</strong>asificación <strong>de</strong> los testamentos<br />
en solemnes y menos solemnes o privilegiados.<br />
El fundamento <strong>de</strong> la exigencia <strong>de</strong>l legislador <strong>de</strong> que la voluntad <strong>de</strong>l<br />
testador se manifieste siempre en forma solemne es doble:<br />
1. Porque así queda una prueba preconstituida <strong>de</strong> cuál fue la real voluntad<br />
<strong>de</strong>l testador, y
2. Porque el testamento es un acto <strong>de</strong> importancia en la vida jurídica; en<br />
efecto, él da origen a la sucesión por causa <strong>de</strong> muerte, y el legislador siempre<br />
ro<strong>de</strong>a <strong>de</strong> solemnida<strong>de</strong>s los actos <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia en el <strong>Derecho</strong>. Las<br />
formalida<strong>de</strong>s hacen que la voluntad se manifieste en forma más <strong>cl</strong>ara y<br />
reposada, evitando en lo posible la concurrencia <strong>de</strong> vicios en ella.<br />
El testamento es un acto mortis causa<br />
El testamento es un acto en que el testador dispone para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su<br />
muerte; está llamado a producir pleno efecto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> sus días.<br />
En vida <strong>de</strong>l testador, el testamento es sólo un proyecto; se reputa que<br />
persevera en él, mientras no manifieste una voluntad contraria.<br />
La muerte transforma este proyecto en la <strong>de</strong>finitiva expresión <strong>de</strong> la<br />
voluntad <strong>de</strong>l testador.<br />
El objeto fundamental <strong>de</strong>l testamento, pero no único, es disponer <strong>de</strong><br />
los bienes<br />
La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l art. 999 caracteriza el testamento como un acto en que<br />
se dispone <strong>de</strong> los bienes.<br />
Por el testamento pue<strong>de</strong> disponerse <strong>de</strong>l todo o <strong>de</strong> una fracción <strong>de</strong>l<br />
patrimonio (art. 952, inc. 2°).<br />
El art. 999 sugiere que un acto que no contenga disposición alguna <strong>de</strong><br />
bienes no sería testamento. Pero, ¿qué es entonces? Todo acto <strong>de</strong> última<br />
voluntad que contiene una disposición permitida por ley es un testamento<br />
(Planiol).<br />
La norma legal sólo ha querido señalar la finalidad fundamental <strong>de</strong>l<br />
testamento, que pue<strong>de</strong> servir para otros fines: reconocimiento <strong>de</strong> un hijo no<br />
matrimonial (art. 187 N° 4), nombramiento <strong>de</strong> partidor (art. 1324),<br />
<strong>de</strong>signación <strong>de</strong> un tutor o curador (art. 353).<br />
El testamento es esencialmente revocable<br />
La facultad <strong>de</strong> revocarlo es esencial en el testamento. El art. 1001<br />
dispone: “Todas las disposiciones testamentarias son esencialmente
evocables, sin embargo <strong>de</strong> que el testador exprese en el testamento la<br />
<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> no revocarlas”.<br />
Son nulas todas las <strong>cl</strong>áusulas en que el testador se ve<strong>de</strong> la facultad <strong>de</strong><br />
revocar el testamento o se imponga restricciones para su ejercicio.<br />
El art. 1001 insiste en ese or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as: 1) Las <strong>cl</strong>áusulas <strong>de</strong>rogatorias<br />
<strong>de</strong> <strong>cl</strong>áusulas testamentarias futuras se tendrán por no escritas, aunque se<br />
confirmen bajo juramento; 2) Si el testamento expresa que no valdrá su<br />
revocación por otro posterior si no se hiciere con ciertas palabras o señales, la<br />
disposición se tendrá por no escrita.<br />
La revocabilidad <strong>de</strong>l testamento es la más eficaz <strong>de</strong> las medidas que<br />
aseguran la libertad <strong>de</strong> testar.<br />
Requisitos <strong>de</strong>l testamento<br />
Como todo acto jurídico, el testamento requiere la concurrencia <strong>de</strong> los<br />
requisitos generales que condicionan la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> tales actos.<br />
Menester es distinguir entre requisitos internos y externos. Los primeros<br />
dicen relación con: 1) la capacidad <strong>de</strong> testar y 2) con la voluntad <strong>de</strong>l testador<br />
que ha <strong>de</strong> estar exenta <strong>de</strong> vicios. Los segundos se refieren a la manera como el<br />
testamento <strong>de</strong>be ser otorgado, a las formalida<strong>de</strong>s o solemnida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que está<br />
revestido.<br />
Capacidad <strong>de</strong> testar<br />
La capacidad es la regla general<br />
La capacidad <strong>de</strong> testar es la aptitud o habilidad para otorgar validamente<br />
un testamento.<br />
El art. 1446 dispone que toda persona es legalmente capaz con<br />
excepción <strong>de</strong> aquellas que la ley <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara incapaces. La capacidad, pues, es la<br />
regla; la incapacidad es la excepción.
Por esta causa las incapacida<strong>de</strong>s son <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho estricto y el estudio <strong>de</strong><br />
la capacidad <strong>de</strong> testar se traduce en el examen <strong>de</strong> las excepciones a la regla<br />
general, <strong>de</strong> las incapacida<strong>de</strong>s para otorgar testamento.<br />
Estas incapacida<strong>de</strong>s son diversas <strong>de</strong> las que rigen en materia<br />
contractual.<br />
Quiénes son incapaces<br />
El art. 1005 enumera las personas incapaces <strong>de</strong> testar:<br />
a) Es inhábil para testar el impúber, en razón <strong>de</strong> su falta <strong>de</strong> discernimiento;<br />
b) Es igualmente inhábil “el que se hallare bajo interdicción por causa <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>mencia”.<br />
Los actos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>mente interdicto son nulos y no es admisible la prueba<br />
<strong>de</strong> que se encontraba en un intervalo lúcido (art. 465, inc. 1°);<br />
c) Son inhábiles los que “actualmente” no estuvieren en su sano juicio por<br />
ebriedad u otra causa.<br />
Compren<strong>de</strong> esta inhabilidad al <strong>de</strong>mente no interdicto. Pero sus actos<br />
serán válidos, a menos <strong>de</strong> probarse que se encontraba en estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>mencia,<br />
al tiempo <strong>de</strong> ejecutar el acto (art. 465, inc. 2°).<br />
La regla es más amplia que la anterior porque compren<strong>de</strong> a toda persona<br />
que no se encuentre en su sano juicio. No se requiere una privación habitual o<br />
permanente <strong>de</strong> razón. Basta la privación actual o contemporánea al<br />
otorgamiento <strong>de</strong>l testamento, y<br />
d) Es incapaz <strong>de</strong> testar “todo el que no pudiere expresar su voluntad<br />
<strong>cl</strong>aramente”.<br />
Concuerda con esta causal el art. 1060 que dice que no vale ninguna<br />
disposición testamentaria que se dé a conocer por un sí o un no, o por un signo<br />
<strong>de</strong> afirmación o negación, contestando a una pregunta.
La enumeración anterior es taxativa y el inciso final <strong>de</strong>l art. 1005<br />
advierte que “las personas no comprendidas en esta enumeración son hábiles<br />
para testar”.<br />
Por tanto, son capaces los menores adultos y el Código expresamente ha<br />
dicho que no requieren autorización <strong>de</strong>l padre o madre (art. 262).<br />
Serán igualmente hábiles los pródigos puestos en interdicción <strong>de</strong><br />
administrar sus bienes.<br />
La capacidad <strong>de</strong>be existir al tiempo <strong>de</strong>l testamento<br />
La capacidad <strong>de</strong> testar ha <strong>de</strong> existir en el momento <strong>de</strong> otorgarse el<br />
testamento.<br />
Dos consecuencias prevé el art. 1006 que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> esta regla:<br />
a) El testamento nulo no se valida porque cesa la incapacidad. El art. 1006,<br />
inc.1°, dispone: “El testamento otorgado durante la existencia <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong><br />
las causas <strong>de</strong> inhabilidad expresadas en el artículo prece<strong>de</strong>nte es nulo, aunque<br />
posteriormente <strong>de</strong>je <strong>de</strong> existir la causa”;<br />
b) Por la inversa, la incapacidad sobreviniente no invalida el testamento.<br />
El art. 1006, inc. 2°, aña<strong>de</strong> que “el testamento válido no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> serlo por el<br />
hecho <strong>de</strong> sobrevenir <strong>de</strong>spués alguna <strong>de</strong> estas causas <strong>de</strong> inhabilidad”.<br />
Voluntad exenta <strong>de</strong> vicios<br />
El testamento, como todo acto jurídico, requiere una voluntad exenta <strong>de</strong><br />
vicios (art. 1445).<br />
El Código ha reglamentado la fuerza y señalado una regla especial al<br />
respecto; asimismo, contiene algunas normas relativas al error. No se ocupa<br />
<strong>de</strong>l dolo como vicio <strong>de</strong> la voluntad.
La fuerza<br />
El art. 1007 dispone: “El testamento en que <strong>de</strong> cualquier modo haya<br />
intervenido la fuerza, es nulo en todas sus partes”.<br />
La disposición plantea dos cuestiones importantes que se refieren a los<br />
caracteres que <strong>de</strong>be reunir la fuerza para viciar la voluntad y a la sanción que<br />
acarrea:<br />
a) Conforme a las reglas generales, la fuerza <strong>de</strong>be ser grave, esto es, capaz<br />
<strong>de</strong> producir una impresión fuerte en una persona <strong>de</strong> sano juicio, atendidos su<br />
edad, sexo o condición, como aquella que infun<strong>de</strong> a una persona un justo<br />
temor <strong>de</strong> verse expuesta ella, su cónyuge, sus ascendientes o <strong>de</strong>scendientes a<br />
un mal irreparable y grave.<br />
La frase “en que <strong>de</strong> cualquier modo haya intervenido la fuerza”<br />
significa, para algunos autores, que la ley se ha apartado <strong>de</strong> la regla general en<br />
materia <strong>de</strong> testamentos, <strong>de</strong> modo que bastaría para viciar la voluntad<br />
cualquiera presión en el ánimo <strong>de</strong>l testador que le prive <strong>de</strong> su plena libertad<br />
(Claro Solar).<br />
Pero la frase no parece significar que la fuerza, por leve que fuere,<br />
viciará el testamento. La Corte Suprema ha dicho que la fuerza que influye en<br />
la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l testamento no pue<strong>de</strong> ser otra que la que es capaz <strong>de</strong> privar <strong>de</strong><br />
libertad al testador, tomando en cuenta la naturaleza <strong>de</strong>l hecho en que consiste<br />
la fuerza, en relación con el estado, sexo o condiciones <strong>de</strong>l testador;<br />
b) El testamento viciado por la fuerza es nulo “en todas sus partes”.<br />
Fabres ha sostenido que se trata <strong>de</strong> una nulidad absoluta apartándose el<br />
Código <strong>de</strong> la regla general <strong>de</strong>l art. 1682.<br />
Pero es manifiesto que la disposición significa solamente que el<br />
testamento queda íntegramente afectado <strong>de</strong> nulidad y que son nulas aun<br />
aquellas disposiciones que no han sido arrancadas por la fuerza.<br />
Tal es la con<strong>cl</strong>usión que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>, en primer término, <strong>de</strong>l sistema<br />
legal en materia <strong>de</strong> nulida<strong>de</strong>s. El art. 1682 señala las causales <strong>de</strong> nulidad<br />
absoluta y termina expresando que todo otro vicio produce nulidad relativa y<br />
da <strong>de</strong>recho a la rescisión <strong>de</strong>l acto o contrato.
Corrobora este aserto la historia <strong>de</strong> la ley. En los Proyectos la fuerza no<br />
viciaba <strong>de</strong> nulidad las disposiciones que no fueron obtenidas gracias a ella. El<br />
legislador cambió <strong>de</strong> criterio y <strong>de</strong><strong>cl</strong>aró nulo el testamento en todas sus partes,<br />
o sea, en su totalidad.<br />
El error<br />
En materia <strong>de</strong> error el art. 1058 establece esta regla general: “La<br />
asignación que pareciere motivada por un error <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong> manera que sea<br />
<strong>cl</strong>aro que sin este error no hubiera tenido lugar, se tendrá por no escrita”.<br />
De esta <strong>cl</strong>ase es siempre el error en la persona. Por regla general, el<br />
error en la persona no vicia el consentimiento, a menos que la consi<strong>de</strong>ración<br />
<strong>de</strong> ella sea <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l acto, como suce<strong>de</strong> en el testamento y <strong>de</strong>más actos<br />
gratuitos.<br />
Por ejemplo, si se <strong>de</strong>ja un legado a una persona, en señal <strong>de</strong> gratitud por<br />
un servicio prestado al testador y resulta que el asignatario no ha prestado<br />
servicio alguno, no valdrá la asignación.<br />
Esta disposición pone en <strong>cl</strong>aro que el error sólo afecta a la <strong>cl</strong>áusula<br />
testamentaria en que inci<strong>de</strong>, y en base a ella se pue<strong>de</strong> con<strong>cl</strong>uir que el error<br />
vicia la asignación cuando es <strong>de</strong>terminante.<br />
Sin embargo, el error en el nombre o calidad <strong>de</strong>l asignatario no vicia la<br />
voluntad, si no hubiere dudas acerca <strong>de</strong> su persona (art. 1057).<br />
Una lógica consecuencia <strong>de</strong>l art. 1058 señala el art. 1132. Si el testador<br />
manda pagar lo que cree <strong>de</strong>ber y no <strong>de</strong>be, no vale la disposición. Si manda<br />
pagar más <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>bido, no se <strong>de</strong>berá el exceso, a menos que aparezca la<br />
intención <strong>de</strong> donarlo.<br />
El dolo<br />
Nada dice el legislador <strong>de</strong>l dolo como vicio <strong>de</strong> la voluntad en los<br />
testamentos. Solamente <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r al que por fuerza o dolo<br />
obtuvo una disposición testamentaria <strong>de</strong>l difunto (art. 968, N° 4).
La aplicación <strong>de</strong> las reglas generales resulta impracticable porque, con<br />
arreglo al art. 1458, el dolo vicia el consentimiento cuando es <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l<br />
acto y obra <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las partes. Es obvio que el dolo no podrá cumplir con<br />
este segundo requisito en el testamento y, en general, en los actos unilaterales.<br />
Pero es <strong>cl</strong>aro que el dolo también vicia la voluntad en los actos<br />
unilaterales.<br />
Viciará la voluntad el dolo que es <strong>de</strong>terminante en el testamento.<br />
Formalida<strong>de</strong>s legales<br />
La <strong>cl</strong>asificación <strong>de</strong>l testamento se hace en atención a las solemnida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> que está revestido. Es así como el testamento, que es siempre solemne,<br />
pue<strong>de</strong> ser solemne y menos solemne o privilegiado.<br />
El testamento solemne es aquel en que se han observado todas las<br />
solemnida<strong>de</strong>s que la ley ordinariamente requiere (art. 1008, inc. 2º). El<br />
testamento solemne pue<strong>de</strong> ser otorgado en Chile o en país extranjero.<br />
Otorgado en Chile pue<strong>de</strong> ser abierto o cerrado.<br />
Testamento solemne abierto, nuncupativo o público, es aquel en que el<br />
testador hace sabedores <strong>de</strong> sus disposiciones a los testigos (inc. final <strong>de</strong>l art.<br />
1008, parte primera).<br />
Testamento solemne cerrado es aquel en que no es necesario que los<br />
testigos tengan conocimiento <strong>de</strong> ellas (inc. final <strong>de</strong>l art. 1008, parte final).<br />
El testamento solemne otorgado en país extranjero pue<strong>de</strong> ser extendido<br />
en conformidad a la ley chilena (en cuyo caso podrá ser abierto o cerrado) o<br />
en conformidad a ley extranjera (arts. 1027 y 1028)<br />
El testamento menos solemne o privilegiado es aquel en que pue<strong>de</strong>n<br />
omitirse alguna <strong>de</strong> las solemnida<strong>de</strong>s, por consi<strong>de</strong>ración a circunstancias<br />
particulares expresamente <strong>de</strong>terminadas por la ley (art. 1008, inc. 3º). Son<br />
especies <strong>de</strong> testamento menos solemnes o privilegiados: el verbal, el militar y<br />
el marítimo (art. 1030).
Testamento solemne otorgado en Chile<br />
Reglas generales comunes a todo testamento solemne<br />
El testamento solemne, que pue<strong>de</strong> ser abierto o cerrado, está sujeto a<br />
dos reglas comunes:<br />
a) Debe ser escrito.<br />
El art. 1011 dispone “El testamento solemne es siempre escrito”.<br />
b) Debe otorgarse ante testigos hábiles.<br />
La ley no sólo ha exigido la presencia <strong>de</strong> testigos, para dar más seriedad<br />
al acto testamentario, sino que ha fijado minuciosamente las condiciones<br />
necesarias para serlo.<br />
El art. 1012 <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que no pue<strong>de</strong>n ser testigos <strong>de</strong> un testamento<br />
solemne otorgado en Chile:<br />
1) Los menores <strong>de</strong> 18 años;<br />
2) Interdictos por causa <strong>de</strong> <strong>de</strong>mencia;<br />
3) Los actualmente privados <strong>de</strong> razón;<br />
4) Los ciegos;<br />
5) Los sordos;<br />
6) Los mudos;<br />
7) Los con<strong>de</strong>nados a alguna <strong>de</strong> las penas <strong>de</strong>signadas en el N° 7 <strong>de</strong>l art. 267<br />
y, en general, los que por sentencia ejecutoriada estuvieren inhabilitados para<br />
ser testigos;<br />
8) Los amanuenses <strong>de</strong>l notario autorizante <strong>de</strong>l testamento;<br />
9) Los extranjeros no domiciliados en Chile;<br />
10) Las personas que no entien<strong>de</strong>n el idioma <strong>de</strong>l testador, sin perjuicio <strong>de</strong> lo<br />
dispuesto en el art. 1024. Este último precepto se refiere al testamento cerrado<br />
otorgado por algún testador que no pudiere enten<strong>de</strong>r o ser entendido <strong>de</strong> viva<br />
voz. Entre estas personas están los extranjeros que no sepan el idioma<br />
castellano, pue<strong>de</strong>n ser testigos en sus testamentos personas que no entiendan<br />
su idioma.
Sobre estas disposiciones cabe observar que para acreditar la<br />
inhabilidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>mente interdicto bastará probar la interdicción; en cambio, si<br />
se trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>mente no interdicto, quien alegue la inhabilidad <strong>de</strong>l testigo<br />
<strong>de</strong>berá <strong>de</strong>mostrar la <strong>de</strong>mencia “actual”, esto es, contemporánea <strong>de</strong>l<br />
testamento.<br />
Habilidad putativa<br />
Pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r que la inhabilidad <strong>de</strong>l testigo no se manifieste en su<br />
aspecto o en su conducta y que aparente una habilidad que carece. Esta<br />
habilidad aparente o putativa pue<strong>de</strong> ser suficiente.<br />
La habilidad putativa “no podrá servir sino a uno solo <strong>de</strong> los testigos” y<br />
requiere la concurrencia <strong>de</strong> varios requisitos que señala el art. 1013: “Si<br />
alguna <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> inhabilidad expresadas en el artículo prece<strong>de</strong>nte no se<br />
manifestare en el aspecto o comportación <strong>de</strong> un testigo, y se ignorare<br />
generalmente en el lugar don<strong>de</strong> el testamento se otorga, fundándose la opinión<br />
contraria en hechos positivos y públicos, no se invalidará el testamento por la<br />
inhabilidad real <strong>de</strong>l testigo”.<br />
De esta suerte, es menester:<br />
a) Que no se manifieste la inhabilidad en el aspecto o conducta <strong>de</strong>l testigo;<br />
b) Que se ignore generalmente la inhabilidad en el lugar en que se otorga<br />
el testamento; y<br />
c) Que la opinión que consi<strong>de</strong>ra hábil al testigo sea general y se fun<strong>de</strong> en<br />
hechos concretos y públicos.<br />
La urgencia con que a menudo se otorga el testamento ha inducido al<br />
legislador a validar el testamento en que interviene como testigo una persona<br />
reputada capaz, aplicando el principio <strong>de</strong> equidad <strong>de</strong> la vieja fórmula error<br />
comunis facit jus (error común constituye <strong>de</strong>recho).<br />
Domicilio <strong>de</strong> los testigos y aptitud para leer y escribir<br />
No exige la ley como un requisito general que los testigos sepan leer y<br />
escribir y que estén domiciliados en el lugar en que el testamento se otorga.
Sin embargo, el inciso final <strong>de</strong>l art. 1012 establece al respecto dos<br />
reglas importantes:<br />
a) Dos <strong>de</strong> los testigos, a lo menos, <strong>de</strong>ben estar domiciliados en la comuna<br />
o agrupación <strong>de</strong> comunas en que se otorga el testamento;<br />
b) Un testigo, a lo menos, <strong>de</strong>be saber leer y escribir, cuando concurren tres<br />
y dos cuando concurren cinco.<br />
Testamento solemne abierto<br />
El testamento abierto, público o nuncupativo se caracteriza porque el<br />
testador da a conocer su <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> última voluntad.<br />
El art. 1015 establece que “lo que constituye esencialmente el<br />
testamento abierto, es el acto en que el testador hace sabedores <strong>de</strong> sus<br />
disposiciones al escribano, si lo hubiere, y a los testigos”.<br />
Maneras <strong>de</strong> otorgar testamento abierto<br />
El testamento solemne abierto pue<strong>de</strong> otorgarse <strong>de</strong> dos maneras:<br />
a) Ante notario o funcionario que haga sus veces y tres testigos; o<br />
b) Ante cinco testigos.<br />
Funcionarios ante los cuales se pue<strong>de</strong> otorgar testamento abierto<br />
El art. 1014, inc.1°, establece que el testamento abierto se pue<strong>de</strong> otorgar<br />
“ante competente escribano” y tres testigos. El término escribano equivale<br />
actualmente al <strong>de</strong> notario.<br />
Aña<strong>de</strong> el art. 1014, en su inc. 2°, que pue<strong>de</strong> hacer las veces <strong>de</strong> notario el<br />
juez <strong>de</strong> letras <strong>de</strong>l territorio jurisdiccional <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> otorgamiento <strong>de</strong>l<br />
testamento.<br />
Otorgamiento mismo <strong>de</strong>l testamento abierto<br />
a) Escritura <strong>de</strong>l testamento.
El testamento abierto, como todo testamento solemne, <strong>de</strong>be constar por<br />
escrito.<br />
No es menester que se escriba el testamento en presencia <strong>de</strong>l notario y<br />
<strong>de</strong> los testigos. Lo corriente y práctico será que el testador lleve escrito el<br />
testamento o haya enviado previamente un borrador al notario para su<br />
escrituración. Sobre el particular, el art. 1017, inc.1°, establece: “El testamento<br />
abierto podrá haberse escrito previamente”.<br />
Tampoco es <strong>de</strong> rigor que se escriba en el protocolo <strong>de</strong>l notario, ninguna<br />
disposición lo exige. En la práctica, el notario escribe el testamento y lo<br />
incorpora a su protocolo, al igual que las escrituras públicas.<br />
El documento <strong>de</strong>berá contener, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las disposiciones<br />
testamentarias, los datos necesarios para individualizar al testador y a los<br />
testigos.<br />
Dice el art. 1016: “En el testamento se expresarán el nombre y apellido<br />
<strong>de</strong>l testador; el lugar <strong>de</strong> su nacimiento; la nación a la que pertenece; si está o<br />
no avecindado en Chile, y si lo está, la comuna en que tuviere su domicilio; su<br />
edad; la circunstancia <strong>de</strong> hallarse en su entero juicio; los nombres <strong>de</strong> las<br />
personas con quienes hubiere contraído matrimonio, <strong>de</strong> los hijos habidos en<br />
cada matrimonio, <strong>de</strong> cualesquiera otros hijos <strong>de</strong>l testador, con distinción <strong>de</strong><br />
vivos o muertos; y el nombre, apellido y domicilio <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los testigos.<br />
Se ajustarán estas <strong>de</strong>signaciones a lo que respectivamente <strong>de</strong><strong>cl</strong>aren el testador<br />
y testigos. Se expresarán asimismo el lugar, día, mes y año <strong>de</strong>l otorgamiento;<br />
y el nombre, apellido y oficio <strong>de</strong>l escribano, si asistiere alguno”.<br />
A estas enunciaciones el art. 414 <strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales<br />
aña<strong>de</strong> la indicación <strong>de</strong> la hora.<br />
b) Lectura <strong>de</strong>l testamento.<br />
Constituye esencialmente el testamento abierto el acto por el cual el<br />
testador hace saber al notario y testigos sus disposiciones testamentarias. Este<br />
conocimiento se obtiene mediante la lectura <strong>de</strong>l testamento.
Por este motivo el art. 1017, inc. 2° dispone que el testamento “será<br />
todo él leído en alta voz por el escribano, si lo hubiere, o a falta <strong>de</strong> escribano<br />
por uno <strong>de</strong> los testigos, <strong>de</strong>signado por el testador a este efecto”.<br />
El testamento, pues, <strong>de</strong>be leerse por el notario o funcionario que haga<br />
sus veces; si se trata <strong>de</strong> un testamento otorgado solamente ante cinco testigos,<br />
proce<strong>de</strong>rá a su lectura el testigo que <strong>de</strong>signe el testador.<br />
La lectura <strong>de</strong>l testamento es un acto continuo e ininterrumpido.<br />
Mientras se lee el testamento, “estará el testador a la vista, y las personas cuya<br />
presencia es necesaria oirán todo el tenor <strong>de</strong> sus disposiciones” (art. 1017, inc.<br />
3°). El precepto está en perfecta armonía con el inc. final <strong>de</strong>l art. 1015 “El<br />
testamento será presenciado en todas sus partes por el testador, por un mismo<br />
escribano, si lo hubiere, y por unos mismos testigos”.<br />
¿Es necesaria <strong>de</strong>jar constancia <strong>de</strong> la lectura? La doctrina discute acerca<br />
<strong>de</strong> si es menester <strong>de</strong>jar constancia en el testamento <strong>de</strong> la lectura que <strong>de</strong>be<br />
hacer el funcionario o testigo.<br />
La negativa ha triunfado en la jurispru<strong>de</strong>ncia. Se sostiene que la ley no<br />
exige tal constancia y las solemnida<strong>de</strong>s son <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho estricto. Cuando el<br />
legislador quiso que se <strong>de</strong>jara constancia <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> esta<br />
solemnidad, lo dijo expresamente, como ocurre en el testamento <strong>de</strong>l ciego (art.<br />
1019). A<strong>de</strong>más porque son dos cosas distintas la solemnidad y la prueba <strong>de</strong> la<br />
solemnidad. La solemnidad, en este caso, es que se lea el testamento, y <strong>de</strong>jar<br />
constancia <strong>de</strong> haberse cumplido dicha formalidad no es sino una manera <strong>de</strong><br />
acreditarla.<br />
La tesis contraria pro<strong>cl</strong>ama que el testamento, acto solemne, <strong>de</strong>be<br />
bastarse a sí mismo para probar que se han observado las solemnida<strong>de</strong>s legales<br />
(Claro Solar).<br />
c) Firma <strong>de</strong>l testamento.<br />
El acto termina con las firmas <strong>de</strong> los presentes. El art. 1018, inc.1°,<br />
expresa: “Termina el acto por las firmas <strong>de</strong>l testador y testigos, y por la <strong>de</strong>l<br />
escribano, si lo hubiere”.
Prevé la disposición el caso <strong>de</strong> que el testador no sepa o no pueda<br />
firmar. En tal evento “se mencionará en el testamento esta circunstancia<br />
expresando la causa” (art. 1018, inc. 2°).<br />
Si fuere alguno <strong>de</strong> los testigos el que no sabe o no pue<strong>de</strong> firmar “otro <strong>de</strong><br />
ellos firmará por él y a ruego suyo, expresándolo así” (art. 1018, inc. 3°).<br />
Personas que sólo pue<strong>de</strong>n otorgar testamento abierto<br />
Una persona pue<strong>de</strong> normalmente a su elección, otorgar testamento<br />
abierto o cerrado. Por excepción algunas personas sólo pue<strong>de</strong>n otorgar<br />
testamento abierto.<br />
Ellas son:<br />
a) El ciego, el sordo o el sordomudo que puedan darse a enten<strong>de</strong>r<br />
<strong>cl</strong>aramente, aunque no por escrito.<br />
b) El que no sabe leer y escribir.<br />
Testamento <strong>de</strong>l ciego, <strong>de</strong>l sordo o <strong>de</strong>l sordomudo que puedan darse<br />
a enten<strong>de</strong>r <strong>cl</strong>aramente, aunque no por escrito.<br />
El art. 1019 dispone que estas personas “sólo podrán testar<br />
nuncupativamente”.<br />
Este testamento abierto está sujeto a diversas reglas especialísimas:<br />
a) Debe ser otorgado “ante escribano, o funcionario que haga las veces <strong>de</strong><br />
tal” y tres testigos. Por tanto, estas personas no pue<strong>de</strong>n testar ante cinco<br />
testigos;<br />
b) El testamento está sometido a una doble lectura. En el caso <strong>de</strong>l ciego<br />
<strong>de</strong>berá ser leído en alta voz dos veces: la primera por el escribano o<br />
funcionario, y la segunda por uno <strong>de</strong> los testigos elegido al efecto por el<br />
testador. Tratándose <strong>de</strong>l sordo o <strong>de</strong>l sordomudo, ambas lecturas <strong>de</strong>berán<br />
efectuarse, a<strong>de</strong>más, ante un perito o especialista en lengua <strong>de</strong> señas, quien<br />
<strong>de</strong>berá, en forma simultánea, dar a conocer al otorgante el contenido <strong>de</strong> la<br />
misma.
c) Es preciso que se <strong>de</strong>je constancia expresa <strong>de</strong> haberse procedido a la<br />
doble lectura. El art. 1019 dispone que “se hará mención especial <strong>de</strong> esta<br />
solemnidad en el testamento”.<br />
Testamento <strong>de</strong>l que no sabe leer ni escribir<br />
El art. 1022 prescribe: “El que no sepa leer y escribir no podrá otorgar<br />
testamento cerrado”. A contrario sensu, esta persona <strong>de</strong>berá otorgar<br />
testamento abierto.<br />
La regla es lógica porque el testamento cerrado <strong>de</strong>be estar escrito o, a lo<br />
menos, firmado por el testador.<br />
Este testamento abierto <strong>de</strong>l que no sabe leer y escribir está sometido a<br />
las reglas generales.<br />
Trámites para la ejecución <strong>de</strong>l testamento abierto<br />
La ejecución <strong>de</strong>l testamento está sujeta a diversos trámites que<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> su otorgamiento.<br />
El testamento pue<strong>de</strong> otorgarse ante funcionario y testigos o solamente<br />
ante testigos. Aunque en uno y otro caso se trata <strong>de</strong> un testamento igualmente<br />
válido, la situación es diversa por lo que toca a su ejecución.<br />
Esta diferencia proviene <strong>de</strong> que el testamento ante funcionarios y<br />
testigos es un instrumento público, un acto auténtico, que hace plena fe <strong>de</strong>l<br />
hecho <strong>de</strong> haber sido realmente otorgado por las personas y en la forma que en<br />
el instrumento se expresa. En cambio el testamento otorgado solamente ante<br />
testigos es un instrumento privado, cuya autenticidad <strong>de</strong>be <strong>de</strong>mostrarse<br />
previamente.<br />
Tampoco es indiferente el funcionario ante quien se otorga el<br />
testamento. Algunos <strong>de</strong> estos funcionarios llevan registro público en que el<br />
testamento queda incorporado; otros funcionarios no llevan registro. Aun el<br />
notario, que lleva un registro público, pue<strong>de</strong> otorgar el testamento fuera <strong>de</strong>l<br />
registro. La ley no exige que el testamento ante notario se incorpore en el<br />
protocolo notarial. Esta exigencia rige sólo para las escrituras públicas. En la<br />
práctica el testamento ante notario se otorga en el registro.
En resumen, el testamento abierto pue<strong>de</strong> requerir, según los casos, <strong>de</strong><br />
dos diligencias previas: la publicación y la protocolización.<br />
Testamento otorgado ante funcionario y otorgado en su registro<br />
El testamento otorgado ante funcionario público e incorporado en su<br />
registro no necesita <strong>de</strong> ningún trámite posterior para recibir cumplida<br />
ejecución.<br />
Tal es el caso <strong>de</strong>l testamento otorgado ante notario y en su registro.<br />
Testamento otorgado ante funcionario y que no se incorporó en un<br />
registro<br />
El testamento otorgado ante un funcionario y que no se incorporó en un<br />
registro público, <strong>de</strong>be ser protocolizado, esto es, agregado al final <strong>de</strong>l registro<br />
<strong>de</strong> un notario, a petición <strong>de</strong> parte interesada.<br />
Tal es el caso <strong>de</strong>l testamento que se otorga ante un juez <strong>de</strong> letras. Pue<strong>de</strong><br />
ser el caso, prácticamente excepcional, <strong>de</strong> un testamento ante notario.<br />
El art. 866 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> dispone que “el<br />
testamento abierto, otorgado ante funcionario competente y que no se haya<br />
protocolizado en vida <strong>de</strong>l testador, será presentado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su fallecimiento<br />
y en el menor tiempo posible al tribunal, para que or<strong>de</strong>ne su protocolización”.<br />
La disposición aña<strong>de</strong> que “sin este requisito no podrá proce<strong>de</strong>rse a su<br />
ejecución”.<br />
La disposición era <strong>cl</strong>ara. En vida <strong>de</strong>l testador, el testamento podía<br />
protocolizarse en cualquier tiempo, sin necesidad <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l juez; muerto el<br />
testador, la protocolización <strong>de</strong>bía hacerse por or<strong>de</strong>n judicial.<br />
Pero el art. 420 <strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales dispuso que valdrían<br />
como instrumentos públicos, una vez protocolizados, “los testamentos<br />
solemnes abiertos que se otorguen en hojas sueltas siempre que su<br />
protocolización se haya efectuado, a más tardar, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l primer día<br />
siguiente hábil al <strong>de</strong> su otorgamiento” (art. 402, N° 2), a fin <strong>de</strong> resguardar la<br />
integridad y autenticidad <strong>de</strong>l testamento.
La disposición señala perentoriamente un plazo para efectuar la<br />
protocolización, so pena <strong>de</strong> que el testamento “no valdrá como instrumento<br />
público”.<br />
La Corte <strong>de</strong> Apelaciones <strong>de</strong> Santiago, en un acertado fallo, resolvió que<br />
el plazo fijado en el Nº 2 <strong>de</strong>l art. 420 <strong>de</strong>l C.O.T. no se refiere a los testamentos<br />
otorgados ante cinco testigos. El fallo, se justifica ampliamente, pues si bien<br />
es cierto que estos testamentos se otorgan en hojas sueltas, no pue<strong>de</strong> aplicarse<br />
el precepto citado, porque antes <strong>de</strong> protocolizar este testamento es previo<br />
proce<strong>de</strong>r a su publicación, consistente, entre otras cosas, en llamar a los<br />
testigos <strong>de</strong>l mismo a reconocer sus firmas. Y esta tramitación judicial se lleva<br />
a cabo una vez fallecido el causante, lo cual hace imposible cumplir el plazo<br />
exigido por el art. 420.<br />
Testamento otorgado ante testigos<br />
El testamento otorgado ante testigos no es un instrumento público. Para<br />
recibir ejecución <strong>de</strong>be ser publicado, esto es, sometido a diversas formalida<strong>de</strong>s<br />
que tien<strong>de</strong>n a constatar su autenticidad, que ha sido realmente otorgado por la<br />
persona y en la forma que en el testamento se expresa.<br />
A<strong>de</strong>más, como el testamento no se ha insertado en un registro público,<br />
para fines <strong>de</strong> seguridad, la ley dispone que <strong>de</strong>be protocolizarse.<br />
El art. 867 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> dispone: “La publicación<br />
y protocolización <strong>de</strong> los testamentos otorgados sólo ante testigos, se hará en la<br />
forma prevenida en el art. 1020 <strong>de</strong>l Código <strong>Civil</strong>”.<br />
Las referidas formalida<strong>de</strong>s o diligencias se reducen a tres:<br />
a) Reconocimiento <strong>de</strong> las firmas <strong>de</strong>l testador y los testigos;<br />
b) Rubricación <strong>de</strong>l testamento por el juez;<br />
c) Protocolización <strong>de</strong>l testamento.<br />
Reconocimiento <strong>de</strong> las firmas <strong>de</strong>l testador y testigos<br />
La publicación <strong>de</strong>l testamento consiste, en primer término, en el<br />
reconocimiento que <strong>de</strong>ben hacer los testigos <strong>de</strong> la firma <strong>de</strong>l testador y <strong>de</strong> las<br />
suyas. El art. 1020 dispone: “El juez competente hará comparecer los testigos<br />
para que reconozcan sus firmas y la <strong>de</strong>l testador”.
Si uno o más <strong>de</strong> los testigos no comparece, por su ausencia u otro<br />
impedimento, bastará que los testigos presentes reconozcan sus firmas, la <strong>de</strong>l<br />
testador y la <strong>de</strong>l testigo o testigos ausentes (art. 1020, inc. 3°);<br />
En caso necesario, siempre que el juez lo estime conveniente, podrán<br />
ser abonadas las firmas <strong>de</strong>l testador y <strong>de</strong> los testigos ausentes por<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>araciones juradas <strong>de</strong> otras personas fi<strong>de</strong>dignas (art. 1020, inc. 4°).<br />
Si los testigos no reconocen sus firmas o la <strong>de</strong>l testador, no podrá<br />
consi<strong>de</strong>rarse el testamento como auténtico, rubricarse y mandarse protocolizar<br />
por el juez.<br />
Rubricación <strong>de</strong>l testamento<br />
Establecida la autenticidad <strong>de</strong> las firmas <strong>de</strong>l testador y testigos, el juez<br />
<strong>de</strong>be poner su rúbrica al principio y fin <strong>de</strong> cada página <strong>de</strong>l testamento (art.<br />
1020, inc. 5º).<br />
Protocolización <strong>de</strong>l testamento<br />
Las diligencias <strong>de</strong> publicación <strong>de</strong>l testamento culminan con su<br />
protocolización. Después <strong>de</strong> rubricado, el juez lo mandará a entregar con lo<br />
obrado al escribano actuario para que lo incorpore en sus protocolos (art.<br />
1020, inc. 5º).<br />
Juez competente<br />
El juez competente para conocer <strong>de</strong> estas diligencias será el último<br />
domicilio <strong>de</strong>l testador, por regla general (art. 1009). El C.O.T. reitera esta<br />
regla.<br />
Testamento solemne cerrado<br />
El testamento cerrado se caracteriza porque no es menester que el<br />
notario y testigos conozcan las disposiciones <strong>de</strong>l testador.<br />
Pue<strong>de</strong> el testador, si lo <strong>de</strong>sea, dar a conocer sus disposiciones; pero no<br />
es <strong>de</strong> rigor que lo haga, como en el testamento abierto.
El art. 1023 dispone que lo que constituye esencialmente el testamento<br />
cerrado es el acto en que el testador presenta al escribano y testigos una<br />
escritura cerrada, <strong>de</strong><strong>cl</strong>arando que en ella se contiene su testamento.<br />
Forma única <strong>de</strong> otorgar testamento cerrado<br />
El testamento solemne abierto pue<strong>de</strong> otorgarse ante notario o<br />
funcionario que haga sus veces y tres testigos o ante cinco testigos. El<br />
testamento solemne cerrado, en cambio, sólo pue<strong>de</strong> otorgarse <strong>de</strong> una manera:<br />
ante notario o quien haga sus veces y tres testigos.<br />
El art. 1021 establece que el testamento solemne cerrado <strong>de</strong>be otorgarse<br />
ante un escribano y tres testigos.<br />
Podrá hacer las veces <strong>de</strong> escribano el respectivo juez letrado.<br />
Etapas <strong>de</strong>l otorgamiento<br />
a) Escritura <strong>de</strong>l testamento.<br />
El art. 1023, inc. 2º, establece que el testamento <strong>de</strong>berá estar escrito o a<br />
lo menos firmado por el testador. Hay que observar que en el testamento<br />
cerrado se distinguen dos partes: el testamento mismo o memoria<br />
testamentaria y la carátula, sobrescrito o cubierta. La memoria testamentaria<br />
que en verdad constituye el testamento, <strong>de</strong>be estar escrito o a lo menos<br />
firmado por el testador. Al respecto pue<strong>de</strong>n presentarse tres situaciones:<br />
- Que el testamento esté escrito y firmado por el testador; no hay duda<br />
alguna <strong>de</strong> que éste es válido;<br />
- Que el testamento esté escrito a mano o a máquina por un tercero y<br />
firmado por el testador. También es inobjetable, pues la ley exige que el<br />
testamento esté a lo menos firmado por éste, y<br />
- Que el testamento esté escrito <strong>de</strong> puño y letra <strong>de</strong>l testador, pero no esté<br />
firmado por él. Al respecto se plantea la discusión. La opinión dominante es<br />
que este testamento sería válido pero en realidad la letra <strong>de</strong>l precepto parece<br />
contrariar semejante interpretación, pues dice que el testamento <strong>de</strong>be estar, a<br />
lo menos, firmado, indicando con ello que, en todo caso, <strong>de</strong>berá haber firma
<strong>de</strong>l testador. Otros en cambio sostienen que no es necesario que esté escrito y<br />
firmado por el testador, sino que pue<strong>de</strong> ser lo uno o lo otro.<br />
b) Cierre y sellamiento.<br />
Escrito el testamento, el otorgante lo introduce en un sobre. El art. 1023<br />
inc. 3º dispone que el sobrescrito o cubierta <strong>de</strong>l testamento estará cerrado o se<br />
cerrará exteriormente <strong>de</strong> manera que no pueda extraerse el testamento sin<br />
romper la cubierta.<br />
De este modo se garantiza que la memoria testamentaria sea la misma<br />
que el testador escribió o a lo menos firmó y colocó bajo cubierta.<br />
Queda al arbitrio <strong>de</strong>l testador estampar un sello o marca o emplear<br />
cualquier otro medio que tienda a asegurar la inviolabilidad <strong>de</strong> la cubierta.<br />
En la práctica, el notario proce<strong>de</strong> a lacrar el sobre o cubierta y estampa<br />
su timbre en el lacre.<br />
c) Presentación <strong>de</strong>l testamento.<br />
Cerrado el sobre o cubierta, el testador lo presentará al notario y testigos.<br />
Este acto, conforme al inc. 1º <strong>de</strong>l art. 1023, es lo que constituye esencialmente<br />
el testamento cerrado.<br />
La presentación <strong>de</strong>l sobre cerrado <strong>de</strong>be ser hecha por el testador al<br />
notario y testigos.<br />
Debe ser hecha <strong>de</strong> viva voz y en términos tales que el notario y los<br />
testigos le vean, oigan y entiendan.<br />
Los mudos podrán hacer esta <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración escribiéndola en presencia <strong>de</strong>l<br />
notario y <strong>de</strong> los testigos.<br />
d) Redacción y firma <strong>de</strong> la carátula.<br />
Presentado el testamento <strong>de</strong>be escribirse la carátula o sobrescrito. Esta<br />
tarea compete al notario.
El art. 1023, inc. 5º, dispone: “El escribano expresará en el sobrescrito o<br />
cubierta, bajo el epígrafe testamento, la circunstancia <strong>de</strong> hallarse el testador en<br />
su sano juicio; el nombre, apellido y domicilio <strong>de</strong>l testador y <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong><br />
los testigos, y el lugar, día, mes y año <strong>de</strong>l otorgamiento”.<br />
EL C.O.T. indica un requisito más: la expresión <strong>de</strong> la hora (art. 414).<br />
El acto <strong>de</strong> otorgamiento <strong>de</strong>l testamento termina por la firma <strong>de</strong>l testador<br />
y <strong>de</strong> los testigos y por la firma y sello <strong>de</strong>l Notario sobre la cubierta (art. 1023<br />
inc. 6º).<br />
De modo que en el testamento cerrado pue<strong>de</strong>n existir dos firmas <strong>de</strong>l<br />
testador: la <strong>de</strong>l testamento mismo, que se discute si pue<strong>de</strong> faltar o no y la <strong>de</strong> la<br />
carátula, que es esencial.<br />
(El testador pue<strong>de</strong> llevarse el testamento cerrado o <strong>de</strong>jarlo en Notaría.<br />
Como una medida <strong>de</strong> seguridad, para evitar que el testamento se pierda o<br />
<strong>de</strong>struya, es conveniente protocolizarlo).<br />
Unidad <strong>de</strong>l acto<br />
El art. 1023, inciso final, establece que durante el otorgamiento no habrá<br />
interrupción alguna sino en los breves intervalos que algún acci<strong>de</strong>nte lo<br />
exigiere<br />
Esta regla está inspirada en el propósito <strong>de</strong> evitar las influencias <strong>de</strong><br />
extraños durante el otorgamiento <strong>de</strong>l acto testamentario.<br />
Presencia <strong>de</strong>l testador, Notario y testigos<br />
Señala el art. 1023, inciso final, una regla análoga a la que contempla el<br />
art. 1015, inc. 2º, para los testamentos abiertos: durante el otorgamiento<br />
estarán presentes, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l testador, un mismo escribano y unos mismos<br />
testigos.<br />
Sólo <strong>de</strong> este modo el funcionario y testigos pue<strong>de</strong>n dar cabal fe <strong>de</strong>l acto.<br />
Testamento <strong>de</strong>l que no pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r ni ser entendido
Las personas que no pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>r o ser entendidas <strong>de</strong> viva voz<br />
solamente pue<strong>de</strong>n otorgar testamento cerrado (art. 1024, inc. 1º).<br />
Tal es el caso <strong>de</strong>l sordomudo que sólo pue<strong>de</strong> darse a enten<strong>de</strong>r por escrito<br />
y <strong>de</strong> las personas que hablen un idioma que no entien<strong>de</strong>n el Notario y<br />
testigos.<br />
El testamento cerrado <strong>de</strong> estas personas está sujeto a reglas especiales:<br />
1. Por regla general no pue<strong>de</strong>n ser testigos las personas que no entien<strong>de</strong>n<br />
el idioma <strong>de</strong>l testador, la norma no rige en este caso (art. 1012 Nº 11).<br />
2. El testador escribirá <strong>de</strong> su letra, en la cubierta, la palabra testamento o la<br />
equivalente en el idioma que prefiera, y hará <strong>de</strong> la misma manera la<br />
<strong>de</strong>signación <strong>de</strong> su persona, expresando, a lo menos, su nombre, apellido,<br />
domicilio y nación a que pertenece (art. 1024, inc. 2º), y<br />
3. En lo <strong>de</strong>más se observarán las reglas <strong>de</strong> todo testamento cerrado.<br />
Apertura y publicación <strong>de</strong>l testamento cerrado<br />
Por su misma naturaleza, el testamento cerrado requiere que se abra<br />
para recibir ejecución.<br />
Quien pue<strong>de</strong> pedir la apertura<br />
El art. 869 <strong>de</strong>l C.P.C. establece que pue<strong>de</strong> pedir la apertura, publicación<br />
y protocolización <strong>de</strong>l testamento cualquiera persona capaz <strong>de</strong> parecer en juicio<br />
por sí misma.<br />
Conviene recordar que se hace indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r el que <strong>de</strong>tiene u<br />
oculta el testamento <strong>de</strong>l difunto (art. 968 Nº 5).<br />
El peticionario <strong>de</strong>berá acreditar la muerte natural o presunta <strong>de</strong>l testador<br />
(art. 1010).<br />
Juez competente para proce<strong>de</strong>r a la apertura<br />
El art. 1025, inc. 1º, dispone que el testamento cerrado, antes <strong>de</strong> recibir<br />
su ejecución será presentado al juez. Conforme a la regla general <strong>de</strong>l art. 1009,<br />
será juez competente el <strong>de</strong>l último domicilio <strong>de</strong>l testador.
Pero el C.P.C. establece que si el testamento se ha otorgado ante<br />
Notario que no sea el <strong>de</strong>l último domicilio <strong>de</strong>l testador, podrá ser abierto ante<br />
el juez <strong>de</strong>l territorio jurisdiccional a que pertenezca dicho Notario (art. 868 <strong>de</strong>l<br />
C.P.C.)<br />
El juez <strong>de</strong>l lugar en que se otorgó el testamento proce<strong>de</strong>rá por<br />
<strong>de</strong>legación <strong>de</strong>l juez <strong>de</strong>l último domicilio.<br />
Comparecencia <strong>de</strong>l notario y testigos<br />
La apertura <strong>de</strong>l testamento requiere que previamente el notario y testigos<br />
reconozcan sus firmas y la <strong>de</strong>l testador. Es preciso, a<strong>de</strong>más, que estas<br />
mismas personas <strong>de</strong><strong>cl</strong>aren que, a su juicio, el testamento se encuentra cerrado<br />
y sellado como al tiempo <strong>de</strong> su otorgamiento.<br />
El art. 1025, inc. 2º, prescribe: “No se abrirá el testamento sino <strong>de</strong>spués<br />
que el escribano y testigos reconozcan ante el juez su firma y la <strong>de</strong>l testador,<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arando a<strong>de</strong>más si en su concepto está cerrado, sellado o marcado como<br />
en el acto <strong>de</strong> la entrega”.<br />
Prevé la ley la posibilidad <strong>de</strong> que no puedan comparecer el notario y los<br />
testigos.<br />
Si no pue<strong>de</strong>n comparecer todos los testigos, bastará que el notario y los<br />
testigos presentes reconozcan sus firmas y la <strong>de</strong>l testador, y abonen la <strong>de</strong> los<br />
testigos ausentes (art. 1025, inc. 3º).<br />
En caso <strong>de</strong> no comparecencia <strong>de</strong>l notario o funcionario que autorizó el<br />
testamento, será reemplazado en la diligencia <strong>de</strong> apertura por el notario que el<br />
juez elija (art. 1025, inc. 4º).<br />
“En caso necesario”, si el juez lo estimare conveniente, podrán ser<br />
abonadas las firmas <strong>de</strong>l notario y testigos ausentes “por <strong>de</strong><strong>cl</strong>araciones juradas<br />
<strong>de</strong> otras personas fi<strong>de</strong>dignas” (art. 1025, inc. 5º).<br />
Así ocurrirá cuando hallan fallecido el notario y testigos o cuando sus<br />
testimonios no establezcan fehacientemente la autenticidad <strong>de</strong> las firmas <strong>de</strong>l<br />
notario o testigos ausentes
De estas diligencias habrá <strong>de</strong> levantarse el acta correspondiente que<br />
será suscrita por el juez, por el notario, por los testigos, y por el secretario <strong>de</strong>l<br />
juzgado.<br />
Cuando el testamento se abra ante un juez que no sea el <strong>de</strong>l último<br />
domicilio, el original, junto con las diligencias <strong>de</strong> apertura, se remitirá a este<br />
juez, y se <strong>de</strong>jará archivada a<strong>de</strong>más una copia autorizada en el protocolo <strong>de</strong>l<br />
notario que autorizó el testamento (art. 868 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Protocolización <strong>de</strong>l testamento<br />
Reconocidas las firmas y la integridad <strong>de</strong>l testamento, se abre el sobre y<br />
el juez rubrica el testamento al fin y al principio <strong>de</strong> cada hoja, y lo manda<br />
protocolizar ante el Notario que lo autorizó o ante aquel que el juez <strong>de</strong>signe.<br />
El art. 420 Nº 1 <strong>de</strong>l C.O.T. dispone que valdrán como instrumentos públicos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su protocolización “Los testamentos solemnes cerrados y abiertos en<br />
forma legal”.<br />
La protocolización está sujeta a la regla especial <strong>de</strong> los arts. 1020, inc.<br />
5º, <strong>de</strong>l C.C. y 417 <strong>de</strong>l C.O.T., es <strong>de</strong>cir, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> protocolizarse el testamento<br />
mismo, también se protocolizan los antece<strong>de</strong>ntes que lo acompañan, esto es,<br />
los trámites <strong>de</strong> la apertura.<br />
Sanción por la falta <strong>de</strong> solemnida<strong>de</strong>s legales<br />
La falta <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> las solemnida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que está investido invalida<br />
el testamento. Tal es la regla general <strong>de</strong>l art. 1026, inc.1º, aplicación lisa y<br />
llana <strong>de</strong> la regla general <strong>de</strong>l art. 1682, que sanciona con la nulidad absoluta la<br />
omisión <strong>de</strong> los requisitos o formalida<strong>de</strong>s prescritos por la ley, en<br />
consi<strong>de</strong>ración a la naturaleza <strong>de</strong>l acto o contrato: “El testamento solemne<br />
abierto o cerrado, en que se omitiere cualquiera <strong>de</strong> las formalida<strong>de</strong>s a que<br />
<strong>de</strong>ba respectivamente sujetarse, según los artículos prece<strong>de</strong>ntes, no tendrá<br />
valor alguno”.<br />
Sin embargo, la ley mitiga el rigor <strong>de</strong> la citada norma y expresa en el<br />
inc. 2º <strong>de</strong>l art. 1026: “Con todo, cuando se omitiere una o más <strong>de</strong> las<br />
<strong>de</strong>signaciones prescritas en el art. 1016, en el inc. 5º <strong>de</strong>l 1023 y en el inc. 2º
<strong>de</strong>l 1024, no será por eso nulo el testamento, siempre que no haya duda<br />
acerca <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad personal <strong>de</strong>l testador, escribano o testigos”.<br />
De este modo, se tolera la omisión <strong>de</strong> las enunciaciones que se refieren<br />
a la individualización <strong>de</strong>l testador, notario o testigos si, no obstante, la<br />
i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> estas personas no resulta dudosa.<br />
Pero los arts. 1016, 1023, inc. 5º y 1024, inc. 2º, prescriben a<strong>de</strong>más,<br />
enunciaciones relativas a la circunstancia <strong>de</strong> encontrarse el testador en su<br />
sano juicio; al lugar, día, mes, y año <strong>de</strong>l otorgamiento; a la expresión<br />
“Testamento” o a la equivalente en el idioma que prefiera, que <strong>de</strong>be<br />
contenerse en el testamento cerrado <strong>de</strong> la persona que no pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r o<br />
ser entendida <strong>de</strong> viva voz. ¿Qué sanción acarrea la omisión <strong>de</strong> estas<br />
menciones? Para algunos la omisión <strong>de</strong> cualquiera solemnidad que no diga<br />
relación con la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> los protagonistas <strong>de</strong>l testamento acarrea su<br />
nulidad:<br />
a) Des<strong>de</strong> luego, la condición que pone el inc. 2º <strong>de</strong>l art. 1026 <strong>de</strong> que las<br />
omisiones no hagan dudosa la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l testador, notario y testigos, indica<br />
que las enunciaciones omitidas <strong>de</strong>ben referirse necesariamente a dicha<br />
i<strong>de</strong>ntidad, y<br />
b) De otro modo, con el pretexto <strong>de</strong> que no es dudosa tal i<strong>de</strong>ntidad, tendría<br />
que admitirse que es posible omitir menciones tan fundamentales como las <strong>de</strong>l<br />
día, mes, y año <strong>de</strong>l otorgamiento, esto es, que el testamento pue<strong>de</strong> carecer por<br />
completo <strong>de</strong> fecha. La fecha, entretanto, es indispensable para juzgar sobre la<br />
habilidad <strong>de</strong> los testigos, sobre la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l acto testamentario y,<br />
especialmente, para <strong>de</strong>cidir, en presencia <strong>de</strong> varios testamentos, cuál <strong>de</strong>be<br />
prevalecer.<br />
Otros apoyándose en el tenor literal <strong>de</strong> la norma señalan que no hay<br />
nulidad si no hay duda sobre la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> las personas que en él<br />
intervienen.<br />
Capítulo aparte merece la omisión <strong>de</strong> la hora. El art. 1026 sanciona la<br />
falta <strong>de</strong> las solemnida<strong>de</strong>s prescritas en “los artículos prece<strong>de</strong>ntes” y la<br />
exigencia <strong>de</strong> la indicación <strong>de</strong> la hora se encuentra en el Código Orgánico <strong>de</strong><br />
Tribunales. Pero para con<strong>cl</strong>uir que el testamento es nulo basta la regla general<br />
<strong>de</strong>l art. 1682. Abeliuk piensa que la nulidad no es aplicable, y que sólo<br />
proce<strong>de</strong>rían las sanciones que la ley establece para los Notarios que faltan a
sus <strong>de</strong>beres. El testamento en sí mismo no sería atacable por esta sola<br />
circunstancia.<br />
Índices <strong>de</strong> Testamentos<br />
El art. 431 <strong>de</strong>l C.O.T. dispone “El notario llevará un libro índice<br />
público, en el que anotará las escrituras por or<strong>de</strong>n alfabético <strong>de</strong> los otorgantes;<br />
y otro privado en el que anotará, en la misma forma, los testamentos cerrados<br />
con indicación <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> su otorgamiento y <strong>de</strong>l nombre y domicilio <strong>de</strong> sus<br />
testigos.<br />
El primero estará a disposición <strong>de</strong>l público, <strong>de</strong>biendo exhibirlo a quien<br />
lo solicite y el segundo <strong>de</strong>berá mantenerlo reservado, no teniendo obligación<br />
<strong>de</strong> exhibirlo, sino por <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> juez competente o ante una solicitud <strong>de</strong> un<br />
particular que acompañe el certificado <strong>de</strong> <strong>de</strong>función que corresponda al<br />
otorgante <strong>de</strong>l testamento”.<br />
Por su parte el art. 439 señala “Los testamentos abiertos o cerrados que<br />
se otorguen ante notario u otros funcionarios públicos que hagan sus veces,<br />
<strong>de</strong>berán figurar, sin perjuicio <strong>de</strong> su inserción en los índices a que se refiere el<br />
artículo 431, en un registro índice general <strong>de</strong> disposiciones <strong>de</strong> última voluntad,<br />
que estará a cargo y bajo la responsabilidad <strong>de</strong>l archivero judicial <strong>de</strong> Santiago.<br />
Este registro tendrá dos índices, uno para los testamentos abiertos y otro para<br />
los testamentos cerrados.<br />
Estos registros serán reservados sin que ellos puedan ser exhibidos o se<br />
informe respecto <strong>de</strong> ellos, salvo por or<strong>de</strong>n judicial o ante una petición <strong>de</strong> un<br />
particular que acompañe el certificado <strong>de</strong> <strong>de</strong>función que corresponda al<br />
otorgante <strong>de</strong>l testamento”.<br />
LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS<br />
Las asignaciones o disposiciones testamentarias son las que hace el<br />
testamento <strong>de</strong> una persona difunta para suce<strong>de</strong>r en sus bienes art. 953.<br />
Requisitos <strong>de</strong> las disposiciones testamentarias
Los requisitos para suce<strong>de</strong>r por causa <strong>de</strong> muerte son <strong>de</strong> dos <strong>cl</strong>ases:<br />
a) Requisitos subjetivos o relativos a la persona <strong>de</strong>l asignatario (capaz,<br />
digno y persona cierta y <strong>de</strong>terminada). Aquí estudiaremos el último aspecto, y<br />
b) Requisitos objetivos o relativos a las asignaciones en sí mismas para ser<br />
validas. Aquí abordaremos el objeto <strong>de</strong> éstas en cuanto <strong>de</strong>be estar <strong>de</strong>terminado<br />
o ser <strong>de</strong>terminable.<br />
Certidumbre y <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l asignatario.<br />
Dice el inc. 1º <strong>de</strong>l art. 1056 en su primera parte que “todo asignatario<br />
<strong>de</strong>berá ser una persona cierta y <strong>de</strong>terminada, natural o jurídica”.<br />
En cuanto a la certidumbre, el Código insiste en este concepto en los<br />
arts. 962 y 963, según los cuales el asignatario para ser capaz <strong>de</strong>be existir<br />
natural o jurídicamente al tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>ferírsele la asignación.<br />
Pue<strong>de</strong> también suce<strong>de</strong>r que una asignación esté concebida en términos<br />
tales que exista incertidumbre respecto <strong>de</strong> la persona a quien ha querido el<br />
testador referirse, por ejemplo, dice el testador que <strong>de</strong>ja un legado <strong>de</strong> $1.000 a<br />
su amigo Pedro, y el causante tenía dos amigos <strong>de</strong> ese nombre. En tal evento,<br />
el art. 1065 dispone que ninguna <strong>de</strong> las dos o más personas, entre las cuales<br />
existe la duda, tendrá <strong>de</strong>recho a la asignación.<br />
La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l asignatario en el testamento <strong>de</strong>be hacerse por el<br />
nombre <strong>de</strong> éste, pero el art. 1056 <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que la circunstancia <strong>de</strong> no estar<br />
<strong>de</strong>terminado el asignatario en esta forma no trae consigo la ineficacia <strong>de</strong> la<br />
disposición testamentaria, siempre que el testamento contenga indicaciones<br />
<strong>cl</strong>aras que permitan su i<strong>de</strong>ntificación. Por ello es que se dice que el asignatario<br />
<strong>de</strong>be estar <strong>de</strong>terminado o ser <strong>de</strong>terminable.<br />
Excepcionalmente la ley, en ciertos casos, admite la in<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l<br />
asignatario:<br />
1. Las asignaciones hechas con un objeto <strong>de</strong> beneficencia, a las cuales se<br />
asimilan las asignaciones <strong>de</strong>jadas para el alma <strong>de</strong>l testador (art. 1056);<br />
2. Las asignaciones <strong>de</strong>jadas a los pobres (art. 1056, inc. final); y
3. Las asignaciones <strong>de</strong>jadas in<strong>de</strong>terminadamente a los parientes (art.<br />
1064).<br />
Requisitos <strong>de</strong> las asignaciones<br />
Las asignaciones al igual que los asignatarios <strong>de</strong>ben estar <strong>de</strong>terminadas<br />
o ser <strong>de</strong>terminables (art. 1066). Este precepto no hace sino repetir la<br />
<strong>cl</strong>asificación hecha por el art. 951 <strong>de</strong> las asignaciones en herencias<br />
(asignaciones a título universal) y legados (asignaciones a título singular) y <strong>de</strong><br />
éstos en legados <strong>de</strong> especie o cuerpo cierto y <strong>de</strong> género. El inc. 2º contempla<br />
una excepción al principio contenido en el inc. 1º.<br />
Cumplimiento <strong>de</strong> una asignación que se <strong>de</strong>ja al arbitrio <strong>de</strong> un<br />
here<strong>de</strong>ro o legatario<br />
Art. 1067. Ejemplo inc. 1º, primera parte, dice el testador: “si es la<br />
voluntad <strong>de</strong> mi here<strong>de</strong>ro, entregará $1.000 a Juan”.<br />
Ejemplo inc. 1º, segunda parte, el testador <strong>de</strong>ja al arbitrio <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro<br />
entregar $1.000 a Pedro, o si no al Hogar <strong>de</strong> Cristo. El here<strong>de</strong>ro pue<strong>de</strong> no<br />
entregar la asignación a Pedro, prefiriendo al Hogar <strong>de</strong> Cristo, sin necesidad<br />
<strong>de</strong> expresar causa.<br />
INTERPRETACION DEL TESTAMENTO<br />
En la interpretación <strong>de</strong>l testamento prevalece la voluntad <strong>cl</strong>aramente<br />
manifestada <strong>de</strong>l testador (art. 1069): “Para conocer la voluntad <strong>de</strong>l testador se<br />
estará más a la substancia <strong>de</strong> las disposiciones que a las palabras <strong>de</strong> que se<br />
haya servido”. Es la misma solución que el artículo 1560 da para los contratos.<br />
La Corte Suprema, en diversos fallos, ha estimado que interpretar el<br />
testamento, esto es, <strong>de</strong>terminar la voluntad real <strong>de</strong>l testador, es cuestión <strong>de</strong><br />
hecho. En cambio, la misma Corte Suprema ha dicho que la calificación<br />
jurídica <strong>de</strong> una disposición es cuestión <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho. Calificar jurídicamente un<br />
disposición es, por ejemplo, <strong>de</strong>terminar si constituye un usufructo o<br />
fi<strong>de</strong>icomiso, si se trata <strong>de</strong> una herencia o legado, si el here<strong>de</strong>ro es <strong>de</strong> cuota o
universal, etc. Todo lo cual tiene relevancia para <strong>de</strong>terminar la proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l<br />
recurso <strong>de</strong> casación en el fondo.<br />
Clasificación <strong>de</strong> las asignaciones testamentarias<br />
1. Asignaciones puras y simples y sujetas a modalida<strong>de</strong>s, según que los<br />
efectos <strong>de</strong> la asignación se produzcan inmediatamente o vayan a verse<br />
afectados por algunas <strong>de</strong> las modalida<strong>de</strong>s, las cuales son la condición, el plazo<br />
y el modo;<br />
2. Asignaciones a título universal o herencias, y asignaciones a título<br />
singular o legados, y<br />
3. Asignaciones voluntarias o forzosas. Las primeras son aquellas que el<br />
testador está en libertad <strong>de</strong> efectuar o no, según su arbitrio o <strong>de</strong>seo. Las<br />
forzosas está en la obligación <strong>de</strong> hacerlas, y el legislador las suple, aun con<br />
perjuicio <strong>de</strong> sus disposiciones expresas.<br />
ASIGNACIONES A TITULO UNIVERSAL O HERENCIAS<br />
Asignaciones a título universal son aquellas en que se <strong>de</strong>ja al asignatario<br />
la totalidad <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l difunto o una cuota <strong>de</strong> ellos. La asignación recibe<br />
el nombre <strong>de</strong> herencia, y el asignatario <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro.<br />
El art. 1097 dice que los asignatarios a título universal con cualquier<br />
palabra con que se les llame son here<strong>de</strong>ros; representan a la persona <strong>de</strong>l<br />
difunto; adquieren todos los <strong>de</strong>rechos transmisibles y recae sobre ellos la<br />
obligación <strong>de</strong> pagar las <strong>de</strong>udas hereditarias y las cargas testamentarias que no<br />
se impongan a <strong>de</strong>terminada persona.<br />
Características <strong>de</strong> las asignaciones a título universal.<br />
1. Pue<strong>de</strong>n ser testamentarias y abintestato.<br />
Los here<strong>de</strong>ros o asignatarios a título universal pue<strong>de</strong>n ser testamentarios<br />
o abintestato, según que el título para suce<strong>de</strong>r emane <strong>de</strong>l testamento o <strong>de</strong> la<br />
sola ley. Los legatarios, en cambio, sólo pue<strong>de</strong>n ser testamentarios.
2. Los here<strong>de</strong>ros adquieren la asignación y la posesión legal por la muerte<br />
<strong>de</strong>l causante.<br />
Los here<strong>de</strong>ros adquieren la herencia, la asignación universal por causa<br />
<strong>de</strong> muerte. Si no existe condición suspensiva, se hacen dueños <strong>de</strong> la<br />
asignación por el solo fallecimiento <strong>de</strong>l causante; si hay condición suspensiva,<br />
adquieren la herencia cuando ella se cumple.<br />
Según los artículos 722 y 688, los here<strong>de</strong>ros también adquieren la<br />
posesión legal <strong>de</strong> los bienes hereditarios por la muerte <strong>de</strong>l causante.<br />
3. Los here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n adquirir personalmente o en forma indirecta.<br />
Los here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n adquirir la herencia en forma directa o indirecta.<br />
Pue<strong>de</strong>n hacer suya la asignación universal personalmente o por <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
representación cuando éste proceda. Los here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n también adquirir a<br />
título universal por transmisión.<br />
4. Los here<strong>de</strong>ros gozan <strong>de</strong> ciertas acciones.<br />
El legislador otorga a los here<strong>de</strong>ros diversas acciones para amparar sus<br />
<strong>de</strong>rechos. En primer lugar, la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia, que les conce<strong>de</strong><br />
el art. 1264 y es la acción propia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho real <strong>de</strong> herencia. Tiene por<br />
objeto obtener la restitución <strong>de</strong> una herencia que está siendo poseída por un<br />
falso here<strong>de</strong>ro.<br />
En segundo lugar, pue<strong>de</strong> acontecer que el here<strong>de</strong>ro sea legitimario, es<br />
<strong>de</strong>cir, here<strong>de</strong>ro forzoso. Si su asignación forzosa es <strong>de</strong>sconocida por el<br />
testador, el legitimario pue<strong>de</strong> exigir la modificación <strong>de</strong>l testamento en la parte<br />
que perjudica su legítima mediante la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento<br />
establecida en el art. 1216.<br />
5. Si existen varios here<strong>de</strong>ros se forma una indivisión hereditaria.<br />
Existiendo varios asignatarios a título universal por el fallecimiento <strong>de</strong>l<br />
causante, nace la indivisión hereditaria, a la que se pone fin ejerciendo la<br />
acción <strong>de</strong> partición establecida en el art. 1317.<br />
6. El here<strong>de</strong>ro suce<strong>de</strong> en todo el patrimonio transmisible <strong>de</strong>l causante o en<br />
una cuota <strong>de</strong> él.
El here<strong>de</strong>ro suce<strong>de</strong> en la universalidad <strong>de</strong> la herencia o en una cuota <strong>de</strong><br />
ella; no hereda bienes <strong>de</strong>terminados. Y el here<strong>de</strong>ro no suce<strong>de</strong> sólo en todos los<br />
<strong>de</strong>rechos transmisibles <strong>de</strong>l causante en el activo <strong>de</strong> la herencia, sino que<br />
también en el pasivo. Le afectan las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> la herencia y las cargas<br />
testamentarias, a menos que el testador las imponga a <strong>de</strong>terminadas personas.<br />
La parte intransmisible <strong>de</strong>l activo y pasivo <strong>de</strong>l patrimonio no pasa a los<br />
sucesores. <strong>Derecho</strong>s intransmisibles: los personalísimos (uso, habitación,<br />
alimentos) y el <strong>de</strong> usufructo; obligaciones intransmisibles: las intuito<br />
personae.<br />
7. Los here<strong>de</strong>ros representan a la persona <strong>de</strong>l causante.<br />
El here<strong>de</strong>ro representa a la persona <strong>de</strong>l difunto, es el continuador<br />
jurídico <strong>de</strong> su persona; así lo dice expresamente el art. 1097. Por ello en los<br />
contratos se dice que el que contrata para sí también lo hace para sus<br />
here<strong>de</strong>ros.<br />
Este principio, <strong>de</strong> que el here<strong>de</strong>ro represente a la persona <strong>de</strong>l difunto en<br />
todos sus <strong>de</strong>rechos y obligaciones transmisibles tiene varias consecuencias<br />
jurídicas:<br />
a) Existe cosa juzgada respecto <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros, en un juicio seguido<br />
contra o por el causante. No hay en este caso i<strong>de</strong>ntidad física <strong>de</strong> personas,<br />
pero sí la i<strong>de</strong>ntidad legal que exige la ley.<br />
b) Los here<strong>de</strong>ros no podrán alegar la nulidad absoluta si el causante<br />
carecía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho para hacerlo.<br />
c) En contra <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor hipotecario proce<strong>de</strong> la acción<br />
personal y no la <strong>de</strong> <strong>de</strong>sposeimiento. Los here<strong>de</strong>ros están obligados a la <strong>de</strong>uda<br />
personal y no son terceros poseedores porque representan jurídicamente al<br />
causante. Así lo ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la jurispru<strong>de</strong>ncia.<br />
Clasificación <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros.<br />
Los here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n ser universales y <strong>de</strong> cuota. Los primeros son<br />
llamados a la herencia sin <strong>de</strong>terminárseles la cuota que les correspon<strong>de</strong>rá en<br />
ella; a los <strong>de</strong> cuota se les asigna una porción <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> la herencia.
A esta <strong>cl</strong>asificación se agrega una tercera categoría <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros: los <strong>de</strong>l<br />
remanente, que en el fondo van a ser here<strong>de</strong>ros ya universales, ya <strong>de</strong> cuota.<br />
Los here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong>n ser también here<strong>de</strong>ros testamentarios o<br />
abintestato, según si son nombrados tales por el testador o por la ley.<br />
Finalmente, hay here<strong>de</strong>ros voluntarios y forzosos. Los primeros el<br />
testador los elige libremente, a su arbitrio. Los forzosos son los legitimarios o<br />
sea, los here<strong>de</strong>ros cuyos <strong>de</strong>rechos hereditarios el testador está obligado a<br />
respetar, y que se suplen por el legislador aun con perjuicio <strong>de</strong> las<br />
disposiciones testamentarias expresas <strong>de</strong> aquél.<br />
Here<strong>de</strong>ros universales.<br />
El inciso 1º <strong>de</strong>l art. 1098 dispone: “El asignatario que ha sido llamado a<br />
la sucesión en términos generales que no <strong>de</strong>signan cuotas, como “sea Fulano<br />
mi here<strong>de</strong>ro”, o “<strong>de</strong>jo mis bienes a Fulano”, es here<strong>de</strong>ro universal”. Los<br />
here<strong>de</strong>ros universales se caracterizan, entonces, porque son llamados sin<br />
<strong>de</strong>signación alguna <strong>de</strong> cuota.<br />
No es lo mismo asignatario universal y here<strong>de</strong>ro universal. Lo primero<br />
es el género, lo segundo la especie. Todo here<strong>de</strong>ro universal es asignatario a<br />
título universal, pero hay asignatarios a título universal que no son here<strong>de</strong>ros<br />
universales, sino <strong>de</strong> cuota.<br />
Parte que les correspon<strong>de</strong> en la herencia a los here<strong>de</strong>ros<br />
universales.<br />
El inciso final <strong>de</strong>l art. 1098 dispone que si son varios los here<strong>de</strong>ros<br />
universales, en <strong>de</strong>finitiva divi<strong>de</strong>n entre sí por partes iguales, la herencia o la<br />
parte que en ella les corresponda.<br />
La ley se pone en el caso <strong>de</strong> que el testador hubiere establecido varios<br />
here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cuota y uno universal, disponiendo que a este here<strong>de</strong>ro llamado<br />
universal por el testador le correspon<strong>de</strong> la parte <strong>de</strong> la herencia que falta para<br />
completar la unidad. Por ejemplo, el testador <strong>de</strong>ja un tercio <strong>de</strong> bienes a Pedro,<br />
un tercio a Juan y en otra disposición instituye here<strong>de</strong>ro universal a Diego. A<br />
éste le correspon<strong>de</strong> en la herencia la tercera parte que falta para completar la<br />
unidad.
Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cuota.<br />
Son aquellos que son llamados a una cuota <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> la herencia.<br />
Lo que caracteriza a estos here<strong>de</strong>ros es que se les <strong>de</strong>termina su cuota en el<br />
llamamiento que hace el testador. Por ejemplo, dice éste: “<strong>de</strong>jo un tercio <strong>de</strong><br />
mis bienes a Pedro, un tercio a Juan y un tercio a Diego”. Estas personas son<br />
here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cuota.<br />
Importancia <strong>de</strong> distinguir entre here<strong>de</strong>ros universales y <strong>de</strong> cuota.<br />
La única importancia <strong>de</strong> esta <strong>cl</strong>asificación estriba en que entre los<br />
here<strong>de</strong>ros universales opera el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecimiento, no así respecto <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong> cuota. El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecimiento consiste, en síntesis, en que faltando un<br />
asignatario, sus <strong>de</strong>rechos se agregan, se juntan, aumentan los <strong>de</strong> los otros<br />
asignatarios. Y la razón <strong>de</strong> esta diferencia estriba en que el testador manifestó<br />
<strong>cl</strong>aramente su voluntad, limitando la parte que <strong>de</strong>bía llevar cada here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />
cuota.<br />
Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente.<br />
En realidad, el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l remanente no es una especie distinta <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros universales o <strong>de</strong> cuota, porque en el fondo pertenecen a una u otra<br />
categoría <strong>de</strong> asignatarios a título universal.<br />
El here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l remanente es el llamado por el testador o la ley a lo que<br />
queda <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> efectuadas las disposiciones testamentarias. Su característica<br />
esencial es que llevan lo que resta <strong>de</strong> la herencia.<br />
Clasificación <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente.<br />
En conformidad a los arts. 1099 y 1100, los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente<br />
pue<strong>de</strong>n ser hereditarios o abintestato, según si son llamados a lo que queda <strong>de</strong><br />
la herencia por el testador o la ley, y universales o <strong>de</strong> cuota. Serán universales<br />
si el testador sólo ha instituido legados en el testamento, y <strong>de</strong> cuota si ha<br />
establecido otros here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cuota.<br />
Combinando estas <strong>cl</strong>asificaciones, hay cuatro categorías <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros<br />
<strong>de</strong>l remanente:<br />
1. Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente testamentarios universales.
Se presentan cuando el testador sólo ha instituido legados, y dispone<br />
también en el testamento <strong>de</strong>l remanente <strong>de</strong> sus bienes. Por ejemplo, dice el<br />
testador: “<strong>de</strong>jo mi automóvil a Pedro, mi casa a Juan y el resto <strong>de</strong> mis bienes a<br />
Diego”. Diego es here<strong>de</strong>ro testamentario, porque es llamado en el testamento,<br />
y es universal, pues no se le <strong>de</strong>signa cuota.<br />
2. Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente testamentarios <strong>de</strong> cuota.<br />
Tiene lugar esta <strong>cl</strong>ase <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente cuando el testador ha<br />
instituido asignaciones <strong>de</strong> cuota y asignatarios <strong>de</strong>l remanente. Según el<br />
artículo 1099, el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l remanente se entien<strong>de</strong> constituido en la cuota<br />
que falte para completar la unidad. Por ejemplo, dice el testador: “<strong>de</strong>jo un<br />
tercio <strong>de</strong> mis bienes a Pedro, y el resto <strong>de</strong> mi patrimonio a Juan”. Este es<br />
here<strong>de</strong>ro testamentario, pues se le <strong>de</strong>signa en el testamento, y es here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />
cuota en el remanente, pues se entien<strong>de</strong> instituido en la cuota que falta para<br />
completar la unidad, o sea, en los dos tercios <strong>de</strong> la herencia.<br />
3. Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente abintestato universales.<br />
Se presentan cuando en el testamento no hay sino asignaciones a título<br />
singular, y el testador no dice nada respecto <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> sus bienes. Según el<br />
inciso final <strong>de</strong>l art. 1100, los here<strong>de</strong>ros abintestato son here<strong>de</strong>ros universales<br />
<strong>de</strong>l remanente. Por ejemplo, dice el testador en su testamento que <strong>de</strong>ja su casa<br />
a Pedro y su automóvil a Juan y nada más. Los here<strong>de</strong>ros abintestato son<br />
here<strong>de</strong>ros universales en el remanente.<br />
4. Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente abintestato <strong>de</strong> cuota.<br />
Son aquellos en que en el testamento sólo se <strong>de</strong>signan here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong><br />
cuota, y las cuotas <strong>de</strong>signadas en el testamento no alcanzan a completar la<br />
unidad. Por ejemplo, dice el causante solamente en su testamento: <strong>de</strong>jo la<br />
mitad <strong>de</strong> mis bienes a Pedro. La otra mitad correspon<strong>de</strong> a los here<strong>de</strong>ros<br />
abintestato, que van a ser here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente y <strong>de</strong> cuota.<br />
Caso en que el testador efectúe asignaciones <strong>de</strong> cuota en el<br />
testamento que completen o excedan la unidad, y <strong>de</strong>signe otros here<strong>de</strong>ros.<br />
Pue<strong>de</strong> ocurrir que las asignaciones <strong>de</strong> cuota hechas por el testador<br />
completen o excedan la herencia, y existan en el mismo testamento otros
here<strong>de</strong>ros. Para <strong>de</strong>terminar lo que ocurre en este caso es necesario distinguir si<br />
estos here<strong>de</strong>ros son <strong>de</strong>l remanente o universales.<br />
En conformidad al artículo 1101, si son here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l remanente nada<br />
llevarán en la herencia. Por ejemplo, dice el testador: “<strong>de</strong>jo un tercio <strong>de</strong> mis<br />
bienes a Pedro, un tercio a Juan y otro tercio a Diego, y lo que reste <strong>de</strong> mis<br />
bienes correspon<strong>de</strong> a Antonio”. En tal caso Antonio nada lleva.<br />
Pero si el here<strong>de</strong>ro es universal no queda ex<strong>cl</strong>uido, participa en la<br />
herencia. Dice el testador, por ejemplo: <strong>de</strong>jo la mitad <strong>de</strong> mis bienes a A, la<br />
tercera parte a B y la cuarta a C, y a<strong>de</strong>más en otra <strong>cl</strong>áusula nombra here<strong>de</strong>ro<br />
universal a D.<br />
La razón <strong>de</strong> esta diferencia consiste, en el ejemplo anterior, en que el<br />
testador, al instituir a D here<strong>de</strong>ro universal, manifestó su intención <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarle<br />
algo en la herencia; este espíritu <strong>de</strong>l testador es evi<strong>de</strong>nte, pues lo instituye<br />
here<strong>de</strong>ro universal. No ocurre lo mismo con el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l remanente, pues el<br />
testador le <strong>de</strong>ja lo que reste <strong>de</strong> sus bienes, y si nada queda, nada pue<strong>de</strong> llevar.<br />
Ahora bien, para solucionar la dificultad que se presenta para<br />
<strong>de</strong>terminar cuánto lleva el here<strong>de</strong>ro universal en el caso en estudio, los arts.<br />
1101 y 1102 dan reglas aritméticas para la división <strong>de</strong> la herencia.<br />
ASIGNACIONES A TITULO SINGULAR<br />
Dispone el art. 951 inc. 3º que la asignación es a título singular “cuando<br />
se suce<strong>de</strong> en una o más especies o cuerpos ciertos, como tal caballo, tal casa; o<br />
en una o más especies in<strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong> cierto género, como un caballo, tres<br />
vacas, 600 pesos fuertes, 40 fanegas <strong>de</strong> trigo”. La asignación se llama legado y<br />
el asignatario, legatario.<br />
Características <strong>de</strong>l legatario y los legados<br />
1. Los legatarios no representan al causante.<br />
Así lo dice expresamente el artículo 1104: los legatarios “no representan<br />
al testador; no tienen más <strong>de</strong>rechos ni cargas que las que expresamente se les
confieran o impongan”. Respon<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias en subsidio <strong>de</strong><br />
los here<strong>de</strong>ros.<br />
2. Los legatarios suce<strong>de</strong>n en bienes <strong>de</strong>terminados.<br />
En los legados no se suce<strong>de</strong> en todos los bienes o en una cuota <strong>de</strong> ellos,<br />
sino que en bienes <strong>de</strong>terminados, ya sea en especie o cuerpo cierto o<br />
genéricamente.<br />
3. Los legados constituyen siempre asignaciones testamentarias.<br />
Suponen en todo caso una manifestación <strong>de</strong> voluntad <strong>de</strong>l testador. No<br />
hay legatarios abintestato. Como una consecuencia <strong>de</strong> ello, en favor <strong>de</strong> los<br />
legatarios no opera el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación, porque éste es propio <strong>de</strong> las<br />
herencias y <strong>de</strong> la sucesión abintestato, en los casos expresamente<br />
contemplados por la ley; entre ellos no figuran los legados.<br />
4. Los legados pue<strong>de</strong>n adquirirse por transmisión.<br />
El legado, eso sí, pue<strong>de</strong> adquirirse por transmisión, pues el artículo 957,<br />
que contempla este <strong>de</strong>recho, comienza diciendo: “el here<strong>de</strong>ro o legatario<br />
cuyos <strong>de</strong>rechos a la sucesión no han prescrito” y fallece antes <strong>de</strong> haber<br />
aceptado la herencia o legado que se le ha <strong>de</strong>ferido, transmite a sus here<strong>de</strong>ros<br />
el <strong>de</strong>recho a aceptar o repudiar dicha herencia o legado.<br />
Clasificación <strong>de</strong> los legados<br />
La principal <strong>cl</strong>asificación <strong>de</strong> los legados es en legados <strong>de</strong> especie o <strong>de</strong><br />
cuerpo cierto y legados <strong>de</strong> género. En el legado <strong>de</strong> especie la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong><br />
la cosa legada es máxima, se hace en especie o cuerpo cierto. Tal ocurre, por<br />
ejemplo, si el testador lega su casa habitación ubicada en tal parte.<br />
En el legado <strong>de</strong> género la <strong>de</strong>terminación es meramente genérica y <strong>de</strong><br />
cantidad, como, por ejemplo, si se legan $1.000 a una persona.<br />
El legado <strong>de</strong> especie.<br />
El legatario <strong>de</strong> una especie o cuerpo cierto adquiere el bien legado por<br />
el sólo fallecimiento <strong>de</strong>l causante.
El artículo 1118 dispone que el legado <strong>de</strong> especie se <strong>de</strong>be en el estado<br />
en que existiere a la muerte <strong>de</strong>l testador, comprendiendo los utensilios<br />
necesarios para su uso y existentes con él.<br />
El hecho <strong>de</strong> que el legatario sea dueño <strong>de</strong> la especie <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
fallecimiento <strong>de</strong>l causante trae consigo varias consecuencias:<br />
1. Si los here<strong>de</strong>ros se niegan a efectuar la entrega <strong>de</strong> la especie legada, el<br />
legatario pue<strong>de</strong> re<strong>cl</strong>amarla mediante la acción reivindicatoria, pues es un<br />
propietario <strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> la posesión. Así lo ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la Corte Suprema.<br />
2. En consecuencia, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l legatario a la especie legada se<br />
extingue cuando prescribe su acción reivindicatoria, o sea, en el caso <strong>de</strong> que el<br />
here<strong>de</strong>ro o un tercero adquieran la especie legada por prescripción adquisitiva.<br />
3. El legatario <strong>de</strong> un cuerpo cierto se hace dueño <strong>de</strong> los frutos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
fallecimiento <strong>de</strong>l causante, conforme al principio <strong>de</strong> que las cosas producen y<br />
perecen para su dueño, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento el legatario es dueño <strong>de</strong> la<br />
especie. De ahí lo dispuesto por el art. 1338 Nº 1.<br />
El legado <strong>de</strong> género.<br />
En el legado <strong>de</strong> género el legatario no adquiere <strong>de</strong>recho real <strong>de</strong> ninguna<br />
especie. Sólo se hace dueño <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho personal para exigir a los here<strong>de</strong>ros<br />
o a las personas a quienes se ha impuesto la obligación <strong>de</strong> pagar el legado, la<br />
entrega <strong>de</strong> éste y el cumplimiento <strong>de</strong> dicha obligación. El dominio <strong>de</strong> los<br />
géneros o cantida<strong>de</strong>s legadas no se adquiere por sucesión por causa <strong>de</strong> muerte,<br />
como ocurre con los legatarios <strong>de</strong> especie, sino por tradición.<br />
Igualmente, aplicando la regla general <strong>de</strong>l art. 2515, la acción <strong>de</strong>l<br />
legatario <strong>de</strong> género para re<strong>cl</strong>amar su legado prescribe, si es ordinaria, en 5<br />
años, y si es ejecutiva dura 3 años como ejecutiva y luego dos como ordinaria.<br />
Así lo ha estimado también la jurispru<strong>de</strong>ncia.<br />
Otra diferencia entre estos legados y los <strong>de</strong> especie es en cuanto a los<br />
frutos. Los legatarios <strong>de</strong> género sólo adquieren los frutos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en<br />
que se les efectúa la tradición <strong>de</strong> las cosas legadas, o los here<strong>de</strong>ros se colocan<br />
en mora <strong>de</strong> entregarlas art. 1338 Nº 2.<br />
Cosas susceptibles <strong>de</strong> legarse.
En cuanto a las cosas que pue<strong>de</strong>n legarse, existe la más amplia libertad.<br />
Pue<strong>de</strong>n legarse tanto las cosas corporales como incorporales. Así lo dice<br />
expresamente el inciso 1º <strong>de</strong>l art. 1127: “pue<strong>de</strong>n legarse no sólo las cosas<br />
corporales sino los <strong>de</strong>rechos y acciones”.<br />
Pue<strong>de</strong>n legarse las cosas muebles y los inmuebles. In<strong>cl</strong>uso, con ciertas<br />
modalida<strong>de</strong>s, el legado pue<strong>de</strong> consistir en una cosa ajena, y en la cuota que se<br />
tenga en un bien.<br />
Según el art. 1113, pue<strong>de</strong> legarse una cosa futura con tal que llegue a<br />
existir, lo cual constituye una aplicación lisa y llana <strong>de</strong>l inciso 1º <strong>de</strong>l artículo<br />
1461, según el cual las cosas que se espera que existan pue<strong>de</strong>n ser objeto <strong>de</strong><br />
una <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> voluntad.<br />
Por excepción no son susceptibles <strong>de</strong> legarse las cosas incomerciables<br />
art. 1105.<br />
Determinación <strong>de</strong> las cosas que se entien<strong>de</strong>n legadas cuando el<br />
testador no lo hace expresamente.<br />
Los artículos 1111, 1112, 1114 a 1117 <strong>de</strong>terminan qué cosas se<br />
entien<strong>de</strong>n legadas en ciertos casos particulares.<br />
Determinación <strong>de</strong> las cosas que van comprendidas en el legado.<br />
Los arts. 1119 a 1123 <strong>de</strong>terminan los accesorios que van comprendidos<br />
en todo legado.<br />
Legado <strong>de</strong> una misma cosa a varias personas.<br />
Pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r que una misma cosa sea legada a dos o más personas,<br />
como si, por ejemplo, dice el testador: “lego mi propiedad tal a Pedro y Juan”.<br />
En este caso, según el artículo 1124, se forma una comunidad, una<br />
copropiedad a título singular entre Pedro y Juan. Pero, como nadie pue<strong>de</strong> ser<br />
obligado a permanecer en la indivisión (art. 1317), cualquiera <strong>de</strong> ellos tiene<br />
<strong>de</strong>recho a solicitar la partición <strong>de</strong> la cosa común.<br />
Legado <strong>de</strong> cuota
Art. 1110.<br />
Legado <strong>de</strong> especies o cuerpos ciertos gravados con prenda o<br />
hipoteca.<br />
El legatario <strong>de</strong>be cancelar la <strong>de</strong>uda al acreedor prendario o hipotecario.<br />
El art. 1125 dispone que “la especie legada pasa al legatario con sus<br />
servidumbres, censos y <strong>de</strong>más cargas reales” (<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> persecución).<br />
Si existe voluntad expresa o tácita <strong>de</strong>l testador <strong>de</strong> gravar al legatario con<br />
la prenda o hipoteca, éste <strong>de</strong>berá soportar su pago en <strong>de</strong>finitiva sin <strong>de</strong>recho a<br />
repetición (arts. 1104 y 1135).<br />
En el caso inverso, o sea, si no existe voluntad expresa o tácita <strong>de</strong> parte<br />
<strong>de</strong>l testador <strong>de</strong> gravarlo con la prenda o hipoteca, es necesario formular <strong>de</strong><br />
conformidad al art. 1366 un distingo, según si el gravamen se ha constituido<br />
para garantizar una <strong>de</strong>uda <strong>de</strong>l causante o <strong>de</strong> un tercero. Pero en todo caso el<br />
pago <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong>l gravamen no lo soporta el legatario.<br />
Si la prenda o hipoteca garantizaba una <strong>de</strong>uda <strong>de</strong>l causante, el inciso 1º<br />
<strong>de</strong>l art. 1366 dispone: “el legatario que en virtud <strong>de</strong> una hipoteca o prenda<br />
sobre la especie legada ha pagado una <strong>de</strong>uda hereditaria con que el testador no<br />
haya querido expresamente gravarle, es subrogado por la ley en la acción <strong>de</strong>l<br />
acreedor contra los here<strong>de</strong>ros” (caso <strong>de</strong> subrogación legal, art. 1610)<br />
Si el gravamen no garantizaba una <strong>de</strong>uda <strong>de</strong>l causante sino <strong>de</strong> un<br />
tercero, se aplica el inciso final <strong>de</strong>l art. 1366: “si la hipoteca o prenda ha sido<br />
accesoria a la obligación <strong>de</strong> otra persona que el testador mismo, el legatario no<br />
tendrá acción en contra <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros”. Pero se subroga en los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l<br />
acreedor en contra <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor (art. 2429), pues es un tercer poseedor <strong>de</strong> la<br />
finca hipotecada que paga la <strong>de</strong>uda.<br />
Legados con <strong>cl</strong>áusula <strong>de</strong> no enajenar<br />
Art. 1126.<br />
Legado <strong>de</strong> cosa ajena<br />
Arts. 1106 a 1109.
Legado <strong>de</strong> crédito<br />
El inciso 2º <strong>de</strong>l art. 1127 dispone que “por el hecho <strong>de</strong> legarse el título<br />
<strong>de</strong> un crédito, se enten<strong>de</strong>rá que se lega el crédito”. La expresión título está<br />
utilizada aquí en el sentido <strong>de</strong> documento o instrumento justificativo <strong>de</strong>l<br />
crédito.<br />
Por ejemplo, dice el testador: “lego a Pedro el pagaré que está guardado<br />
en mi caja <strong>de</strong> fondos”. Lo legado en este caso es el crédito mismo <strong>de</strong> que da fe<br />
el pagaré.<br />
Legado <strong>de</strong> condonación<br />
Arts. 1129 y 1130.<br />
Legado <strong>de</strong> cosa empeñada hecho al <strong>de</strong>udor<br />
Art. 1128.<br />
Legado <strong>de</strong> confesión <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda<br />
Art. 1133.<br />
Legado hecho al acreedor<br />
Art. 1131.<br />
Legado <strong>de</strong> pensiones alimenticias.<br />
Se refiere a esta materia el art. 1134. Este precepto contempla<br />
únicamente las pensiones alimenticias voluntarias; comienza precisamente<br />
diciendo: “si se legaren alimentos voluntarios” etc. En realidad, la situación <strong>de</strong><br />
las pensiones alimenticias forzosas es diametralmente opuesta a la <strong>de</strong> las<br />
voluntarias; aquéllas constituyen una asignación forzosa (art. 1167, N° 1°) y<br />
una baja general <strong>de</strong> la herencia y, en consecuencia, se pagan antes <strong>de</strong><br />
cumplirse las disposiciones <strong>de</strong>l testador (art. 959, N° 4°). El art. 1134 se<br />
refiere solamente a los alimentos voluntarios, los cuales constituyen un<br />
legado, y se pagan con cargo a la parte <strong>de</strong> que el testador ha podido disponer<br />
libremente.
Extinción <strong>de</strong> los legados.<br />
Las asignaciones a título singular y, en especial, las <strong>de</strong> especie o cuerpo<br />
cierto, se extinguen <strong>de</strong> las siguientes maneras:<br />
1. Por la revocación <strong>de</strong>l testamento en que se instituyó el legado, lo cual<br />
no constituye sino una aplicación <strong>de</strong> la facultad <strong>de</strong>l testador <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar sin efecto<br />
sus disposiciones testamentarias.<br />
Existe, a<strong>de</strong>más, un caso <strong>de</strong> revocación tácita <strong>de</strong>l legado, contemplada<br />
por el inciso 2º <strong>de</strong>l art. 1135 cuando se ha enajenado la especie legada.<br />
2. Por la alteración sustancial <strong>de</strong> la cosa legada mueble.<br />
El inciso final <strong>de</strong>l artículo 1135 dispone que “si el testador altera<br />
sustancialmente la cosa legada mueble, como si <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra hace construir<br />
un carro, o <strong>de</strong> la lana, telares, se enten<strong>de</strong>rá que revoca el legado”.<br />
Se supone en este caso la intención <strong>de</strong> revocar tácitamente el legado.<br />
3. Por la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la cosa legada.<br />
Dice el inc. 1º <strong>de</strong>l art. 1135: “por la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la especie legada se<br />
extingue la obligación <strong>de</strong> pagar el legado”. Este modo <strong>de</strong> extinguirse el legado<br />
es aplicación <strong>de</strong> los principios generales sobre extinción <strong>de</strong> las obligaciones en<br />
caso <strong>de</strong> imposibilidad en su ejecución, por pérdida <strong>de</strong> la cosa <strong>de</strong>bida.<br />
Finalmente, ciertos legados tienen una forma especial <strong>de</strong> extinción: así,<br />
el <strong>de</strong> crédito termina si el testador recibe el pago <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda (art. 1127), y el<br />
<strong>de</strong> condonación si se acepta o <strong>de</strong>manda el pago <strong>de</strong> la obligación (art. 1129).<br />
Parte <strong>de</strong> la herencia con cargo a la cual se pagan los legados.<br />
Los legados se pagan <strong>de</strong> la parte en que el testador ha podido disponer<br />
libremente.
Arts. 1136 a 1146.<br />
LAS DONACIONES REVOCABLES<br />
Las donaciones pue<strong>de</strong>n ser revocables e irrevocables. Las donaciones<br />
revocables o donaciones por causa <strong>de</strong> muerte son aquellas que pue<strong>de</strong>n<br />
revocarse al arbitrio <strong>de</strong>l donante; donaciones irrevocables o donaciones entre<br />
vivos son aquellas que no pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>jadas sin efecto por la sola voluntad<br />
<strong>de</strong>l donante.<br />
La donación irrevocable constituye un contrato, un acto jurídico<br />
bilateral (arts. 1386 y ss.). La razón porque el legislador reglamenta este<br />
contrato en el libro <strong>de</strong> la sucesión por causa <strong>de</strong> muerte y no lo hace en el Libro<br />
IV, que se ocupa precisamente <strong>de</strong> los contratos y obligaciones, son una razón<br />
histórica, pues el mismo procedimiento siguió el Código francés, inspirándose<br />
en él, el nuestro; y porque la donación constituye, al igual que la sucesión por<br />
causa <strong>de</strong> muerte, un título gratuito.<br />
La donación revocable, en cambio, constituye en el fondo un verda<strong>de</strong>ro<br />
testamento y por ello lo trata el párrafo séptimo <strong>de</strong>l título IV, entre las<br />
asignaciones testamentarias. Pero en realidad esta <strong>cl</strong>ase <strong>de</strong> donaciones carece<br />
<strong>de</strong> aplicación práctica, porque si una persona quiere favorecer gratuitamente a<br />
otra pue<strong>de</strong> otorgar testamento en su favor o efectuarle una donación<br />
irrevocable, y no tiene para qué recurrir a la donación revocable, que se sujeta<br />
a las formalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l testamento o <strong>de</strong> la donación entre vivos. Por ello son<br />
poco frecuentes estas donaciones.<br />
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN<br />
EL DERECHO DE ACRECER<br />
Si al tiempo <strong>de</strong>l fallecimiento <strong>de</strong>l testador los diversos asignatarios son<br />
capaces y dignos <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, cada cual llevará la porción que se le haya<br />
asignado.<br />
Pero si alguno <strong>de</strong> los llamados falta ¿quién lleva su porción? Pertenece<br />
a distintas personas según proceda o no el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer.
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer es aquel en cuya virtud, existiendo dos o más<br />
asignatarios llamados a una misma cosa, sin expresión <strong>de</strong> cuotas, la porción<br />
<strong>de</strong>l asignatario que falta incrementa la <strong>de</strong> los otros.<br />
El art. 1147 prescribe: “Destinado un mismo objeto a dos o más<br />
asignatarios, la porción <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> ellos, que por falta <strong>de</strong> éste se junta a las<br />
porciones <strong>de</strong> los otros, se dice acrecer a ellas”.<br />
La ley instituye este <strong>de</strong>recho interpretando la voluntad <strong>de</strong>l causante. Si<br />
se llama a varias personas a la totalidad <strong>de</strong> una cosa, sin expresar cuotas, se<br />
supone que el testador ha querido beneficiar sólo a estas personas. Si una <strong>de</strong><br />
ellas falta, llevan su porción las <strong>de</strong>más, a quienes presúmese que el testador ha<br />
querido ex<strong>cl</strong>usivamente favorecer.<br />
Requisitos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer tiene lugar en la sucesión testamentaria y supone<br />
la pluralidad <strong>de</strong> asignatarios.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer requiere:<br />
a) Que se llame a varios asignatarios a una misma cosa;<br />
b) Que el llamamiento sea a la totalidad <strong>de</strong> la cosa, sin expresión <strong>de</strong><br />
cuotas;<br />
c) Que al momento <strong>de</strong> abrirse la sucesión, falte alguno <strong>de</strong> los asignatarios<br />
conjuntos;<br />
d) Que el testador no haya nombrado sustituto al asignatario que falte, y<br />
e) Que el testador no haya prohibido el acrecimiento.<br />
a) Llamamiento a una misma cosa.<br />
Una misma cosa no significa una especie o cuerpo cierto, sino una<br />
misma asignación, que pue<strong>de</strong> ser a título singular o universal.<br />
El testador expresa, por ejemplo: “Dejo mi casa a Pedro y Juan” o<br />
“Dejo a Pedro y Juan la mitad <strong>de</strong> mis bienes”.<br />
El art. 1147 previene que el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer tiene lugar cuando se<br />
<strong>de</strong>stina a varios asignatarios “un mismo objeto”.
) Llamamiento a la totalidad <strong>de</strong>l objeto, sin expresión <strong>de</strong> cuotas.<br />
No basta el llamamiento a una misma cosa; es menester que los<br />
asignatarios sean llamados al total, sin señalamiento <strong>de</strong> cuotas.<br />
El art. 1148 dispone: “Este acrecimiento no tendrá lugar entre los<br />
asignatarios <strong>de</strong> distintas partes o cuotas en que el testador haya dividido el<br />
objeto asignado: cada parte o cuota se consi<strong>de</strong>rará en tal caso como un objeto<br />
separado; y no habrá <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer sino entre los coasignatarios <strong>de</strong> una<br />
misma parte o cuota”.<br />
De este modo, si el testador dice: “Lego mi fundo a Pedro, Juan y<br />
Diego”, tiene lugar el acrecimiento; no tendrá lugar, en cambio, si expresa:<br />
“Dejo un tercio <strong>de</strong> mi fundo a Pedro, un tercio a Juan y un tercio a Diego”. Si<br />
el testador dice: “Dejo un tercio a Juan, un tercio a Pedro y un tercio a Diego y<br />
Antonio”, tendrá lugar el acrecimiento solamente entre estos últimos.<br />
La regla tiene una excepción: hay <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer cuando se llama a<br />
varias personas a un mismo objeto “por iguales partes” (art. 1148, inc. 2°).<br />
Tendrá lugar el acrecimiento, pues, si el testador expresa: “Dejo mi casa<br />
por iguales partes a Pedro y Juan”; pero no tendrá lugar si expresa: “Dejo mi<br />
casa la mitad a Pedro y la mitad a Juan”.<br />
c) Falta <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los coasignatarios conjuntos.<br />
El acrecimiento supone la existencia <strong>de</strong> asignatarios conjuntos. Se<br />
entien<strong>de</strong> por asignatarios conjuntos “los coasignatarios asociados por una<br />
expresión copulativa como Pedro y Juan, o comprendidos en una<br />
<strong>de</strong>nominación colectiva como los hijos <strong>de</strong> Pedro” (art. 1150, inc. 2°).<br />
Los coasignatarios conjuntos se reputan como una sola persona para<br />
concurrir con otros coasignatarios; “y la persona colectiva formada por los<br />
primeros, no se enten<strong>de</strong>rá faltar, sino cuando todos éstos faltaren” (art. 1150,<br />
inc. 1°).<br />
Hay conjunciones que son sólo <strong>de</strong> palabra y no dan <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer:<br />
a) La conjunción pue<strong>de</strong> ser real o en la cosa, cuando se asigna una misma<br />
cosa a varias personas en <strong>cl</strong>áusulas separadas <strong>de</strong> un mismo testamento. El
testador, en una <strong>cl</strong>áusula testamentaria, expresa: “Dejo mi fundo a Pedro” y en<br />
otra posterior dice: “Dejo mi fundo a Juan”.<br />
La conjunción no está en las palabras sino en la cosa a que son llamados<br />
los asignatarios conjuntamente.<br />
El art. 1149 <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que habrá <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer cuando se llama a los<br />
coasignatarios “en <strong>cl</strong>áusulas separadas <strong>de</strong> un mismo instrumento<br />
testamentario”.<br />
Si se trata <strong>de</strong> actos testamentarios diferentes, no tiene lugar el<br />
acrecimiento porque el testamento posterior revoca al anterior. El art. 1149,<br />
inc. 2°, prescribe: “Si el llamamiento se hace en dos instrumentos distintos, el<br />
llamamiento anterior se presumirá revocado en toda la parte que no le fuere<br />
común con el llamamiento posterior”;<br />
b) La conjunción es verbal cuando se llama a varias personas pero a<br />
objetos diversos o <strong>de</strong>jándoles cuotas <strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong> una misma cosa. Dice el<br />
testador, por ejemplo: “Dejo a Pedro y Juan mi casa y mi fundo,<br />
respectivamente”.<br />
No tiene lugar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer porque la conjunción es puramente<br />
nominal, y<br />
c) La conjunción es mixta, re et verbis, <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> cosa, cuando se<br />
llama a varios asignatarios a una misma cosa, en una misma <strong>cl</strong>áusula<br />
testamentaria.<br />
Por cierto que tiene lugar el acrecimiento. Según el art. 1149, inc. 1°,<br />
hay <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer cuando se llama a los coasignatarios a una misma cosa,<br />
“en una misma <strong>cl</strong>áusula”.<br />
Para que tenga lugar el acrecimiento es menester que falte uno <strong>de</strong> los<br />
coasignatarios conjuntos, al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión.<br />
Si un coasignatario fallece con posterioridad a la apertura <strong>de</strong> la<br />
sucesión, no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que falte y no tiene lugar el <strong>de</strong>recho a acrecer. En<br />
este caso, el fallecido transmite a sus here<strong>de</strong>ros la asignación y tiene lugar el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión. El art. 1153 dispone que el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión<br />
ex<strong>cl</strong>uye el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer.
El asignatario pue<strong>de</strong> faltar no sólo por premuerte, sino por indignidad,<br />
incapacidad, <strong>de</strong>sheredamiento o repudiación.<br />
El acrecimiento se produce, por regla general, en el momento <strong>de</strong> la<br />
apertura <strong>de</strong> la sucesión. La ley ha <strong>de</strong>bido exceptuar ciertos <strong>de</strong>rechos cuyo<br />
ejercicio se prolonga a través <strong>de</strong>l tiempo posterior al fallecimiento <strong>de</strong>l<br />
causante.<br />
La regla especial <strong>de</strong>l art. 1154 establece: “Los coasignatarios <strong>de</strong><br />
usufructo, <strong>de</strong> uso, <strong>de</strong> habitación, o <strong>de</strong> una pensión periódica, conservan el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer, mientras gozan <strong>de</strong> dicho usufructo, uso, habitación o<br />
pensión; y ninguno <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos se extingue hasta que falte el último<br />
coasignatario”.<br />
d) Falta <strong>de</strong> sustituto.<br />
El acrecimiento requiere que el testador no haya <strong>de</strong>signado sustituto por<br />
una doble razón: porque no falta el asignatario cuando se ha <strong>de</strong>signado quien<br />
le reemplace y porque sobre la voluntad presunta <strong>de</strong>l causante que inspira el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer <strong>de</strong>be primar la voluntad expresamente manifestada en el<br />
testamento.<br />
Por esto el art. 1163 dispone que la sustitución ex<strong>cl</strong>uye el acrecimiento.<br />
e) Prohibición <strong>de</strong>l acrecimiento.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer requiere por último que el causante no lo haya<br />
prohibido. El art. 1155 dispone: “El testador podrá en todo caso prohibir el<br />
acrecimiento”.<br />
Descartado el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer, la porción <strong>de</strong>l asignatario que falta<br />
correspon<strong>de</strong>rá a los here<strong>de</strong>ros abintestato <strong>de</strong>l causante.<br />
Efectos <strong>de</strong>l acrecimiento.<br />
El acrecimiento es un <strong>de</strong>recho accesorio, una especie <strong>de</strong> accesión. La<br />
porción <strong>de</strong> un asignatario se suma a la <strong>de</strong> otro u otros:
a) En consecuencia, para invocar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> acrecer es menester que el<br />
asignatario acepte su porción. No podrá repudiar su porción y aceptar la que le<br />
corresponda por acrecimiento (art. 1151);<br />
b) En cambio, pue<strong>de</strong> el asignatario “conservar su propia porción y repudiar<br />
la que se le <strong>de</strong>fiere por acrecimiento” (art. 1151), y<br />
c) En general, la porción que acrece lleva todos sus gravámenes consigo,<br />
“excepto los que suponen una calidad o aptitud personal <strong>de</strong>l consignatario que<br />
falta” (art. 1152).<br />
LAS SUSTITUCIONES<br />
La sustitución es el llamamiento que hace el testador para el caso <strong>de</strong> que<br />
falte el asignatario directo o para el caso <strong>de</strong> cumplirse una condición.<br />
Tiene su origen en el <strong>de</strong>recho romano que usó <strong>de</strong> ella profusamente para<br />
evitarse el testador la ignominia <strong>de</strong> carecer <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro testamentario.<br />
Clases <strong>de</strong> sustitución<br />
La sustitución pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> dos <strong>cl</strong>ases: vulgar y fi<strong>de</strong>icomisaria.<br />
La regla es la sustitución vulgar. Por esto, el art. 1166 dispone: “La<br />
sustitución no <strong>de</strong>be presumirse fi<strong>de</strong>icomisaria, sino cuando el tenor <strong>de</strong> la<br />
disposición ex<strong>cl</strong>uye manifiestamente la vulgar”.<br />
En otros términos, la sustitución se presume vulgar, a menos que el<br />
testador la haya ex<strong>cl</strong>uido en forma notoria.<br />
Sustitución vulgar<br />
Sustitución vulgar es aquella en que se <strong>de</strong>signa un asignatario para que<br />
ocupe el lugar <strong>de</strong> otro que no acepte o que llegue a faltar por otra causa, antes<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>ferírsele la asignación (art. 1156, inc. 2°).<br />
El art. 1156, inc. 3°, aña<strong>de</strong>: “No se entien<strong>de</strong> faltar el asignatario que una<br />
vez aceptó, salvo que se invali<strong>de</strong> la aceptación”.
Caso en que el asignatario falte por causa diversa <strong>de</strong> la prevista<br />
Ha reglamentado el legislador el caso <strong>de</strong> que falta el asignatario por<br />
causa distinta <strong>de</strong> la que previó el testador.<br />
El testador, por ejemplo, expresa: “Instituyo here<strong>de</strong>ro a Pedro y, si éste<br />
muere antes que yo, a Juan”.<br />
Se entien<strong>de</strong> que el testador que ha previsto un caso en que pue<strong>de</strong> faltar<br />
el asignatario no ha querido ex<strong>cl</strong>uir los <strong>de</strong>más. Por esto, el art. 1157 previene:<br />
“La sustitución que se hiciere expresamente para algunos <strong>de</strong> los casos en que<br />
pueda faltar el asignatario, se enten<strong>de</strong>rá hecha para cualquiera <strong>de</strong> los otros en<br />
que llegare a faltar; salvo que el testador haya manifestado voluntad<br />
contraria”.<br />
Reglas a que se sujeta la sustitución vulgar<br />
La sustitución vulgar está sometida a las reglas que se indican<br />
sucintamente a continuación:<br />
a) La sustitución pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> varios grados, “como cuando se nombra un<br />
sustituto al asignatario directo, y otro al primer sustituto” (art. 1158).<br />
El sustituto <strong>de</strong>l sustituto se entien<strong>de</strong> llamado en los mismos casos y con<br />
las mismas cargas que éste, sin perjuicio <strong>de</strong> lo que el testador haya or<strong>de</strong>nado<br />
al respecto (art. 1161);<br />
b) Se pue<strong>de</strong> sustituir uno a muchos y muchos a uno (art. 1159). El testador<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir: “Lego mi casa a Juan, y si éste falta, a Pedro y Diego”, o bien:<br />
“Lego mi fundo a Pedro y Diego, y si faltan pasará a Juan”;<br />
c) Si se sustituyeren recíprocamente tres o más asignatarios, y falta uno <strong>de</strong><br />
ellos, la porción <strong>de</strong> éste se dividirá entre los otros a prorrata <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong><br />
sus respectivas asignaciones (art. 1160), y<br />
d) En todo caso, la sustitución <strong>de</strong>be ser expresa. Los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>l<br />
asignatario que a su vez lo era <strong>de</strong>l testador no se enten<strong>de</strong>rán sustituidos a éste,<br />
“salvo que el testador haya expresado voluntad contraria” (art. 1162).
Sustitución fi<strong>de</strong>icomisaria<br />
“Es aquella en que se llama a un fi<strong>de</strong>icomisario, que en el evento <strong>de</strong> una<br />
condición se hace dueño absoluto <strong>de</strong> lo que otra persona poseía en propiedad<br />
fiduciaria” (art. 1164).<br />
La sustitución fi<strong>de</strong>icomisaria se rige por las reglas <strong>de</strong> la propiedad<br />
fiduciaria (art. 1164, inc. 2°).<br />
Reglas a que se sujeta la sustitución fi<strong>de</strong>icomisaria.<br />
La sustitución fi<strong>de</strong>icomisaria se sujeta a las reglas que siguen:<br />
a) El art. 745 prohibe la constitución <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>icomisos sucesivos y si <strong>de</strong><br />
hecho se constituyeren, adquirido el fi<strong>de</strong>icomiso por uno <strong>de</strong> los<br />
fi<strong>de</strong>icomisarios, se extingue la expectativa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
Por esto, si en caso <strong>de</strong> faltar el fi<strong>de</strong>icomisario, antes <strong>de</strong> que la condición<br />
se cumpla, se le nombran sustitutos, estas sustituciones se entien<strong>de</strong>n vulgares<br />
(art. 1165, inc. 1°), y<br />
b) El fi<strong>de</strong>icomisario y sus sustitutos no transmiten su expectativa, si faltan<br />
(art. 1165, inc. 2°).<br />
Esta regla la había ya formulado el Código al ocuparse <strong>de</strong>l fi<strong>de</strong>icomiso;<br />
el fi<strong>de</strong>icomisario que fallece antes <strong>de</strong> la restitución no transmite <strong>de</strong>recho<br />
alguno sobre el fi<strong>de</strong>icomiso, ni aun la simple expectativa, que pasa al<br />
sustituto, si lo hubiere (art. 762).<br />
Representación, transmisión, acrecimiento y sustitución.<br />
a) El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación sólo tiene cabida en la sucesión<br />
abintestato, mientras que la sustitución y el acrecimiento sólo caben en la<br />
sucesión testamentaria.<br />
Como consecuencia, no pue<strong>de</strong> existir conflicto entre estos <strong>de</strong>rechos;<br />
b) Tampoco pue<strong>de</strong> surgir conflicto entre los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> representación y<br />
<strong>de</strong> transmisión pese a que este último tiene lugar tanto en la sucesión testada<br />
como en la abintestato.
En el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación es menester que falte el representado.<br />
En cambio, en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> transmisión no falta el asignatario sino que<br />
simplemente falleció sin expresar si aceptaba o repudiaba la herencia o legado,<br />
y<br />
c) Un problema <strong>de</strong> prelación en la aplicación <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos sólo pue<strong>de</strong><br />
presentarse entre la transmisión, la sustitución y el acrecimiento.<br />
La cuestión está expresamente resuelta en el art. 1163: el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
transmisión ex<strong>cl</strong>uye al <strong>de</strong> sustitución, y el <strong>de</strong> sustitución al <strong>de</strong> acrecimiento.<br />
Prefiere la transmisión porque en ella el asignatario no falta; existió a la<br />
muerte <strong>de</strong>l testador, sólo que no manifestó si aceptaba o repudiaba.<br />
Si el asignatario testamentario falta podrán tener lugar la sustitución o el<br />
acrecimiento.<br />
La sustitución prefiere al acrecimiento porque traduce la voluntad<br />
expresa <strong>de</strong>l causante. El acrecimiento, en cambio, sólo interpreta la voluntad<br />
<strong>de</strong>l difunto, suponiéndose que al llamar a varias personas a una misma cosa,<br />
sin expresar cuotas, ha querido que únicamente estas personas sucedan en<br />
dicha cosa.<br />
LAS ASIGNACIONES FORZOSAS<br />
El Código consagra un sistema <strong>de</strong> libertad restringida <strong>de</strong> testar.<br />
Pue<strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> sus bienes con entera libertad la persona que carece<br />
<strong>de</strong> asignatarios forzosos. Por el contrario, teniendo tales asignatarios, sólo le<br />
es lícito disponer libremente <strong>de</strong> una parte <strong>de</strong> sus bienes, variable según las<br />
circunstancias.<br />
Si el causante <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia, ascen<strong>de</strong>ncia o cónyuge sobreviviente<br />
sólo le es lícito disponer con libertad <strong>de</strong> la cuarta parte <strong>de</strong> sus bienes. Si carece<br />
<strong>de</strong> tales <strong>de</strong>scendientes, ascendientes o cónyuge sobreviviente pue<strong>de</strong> disponer<br />
con entera libertad <strong>de</strong> todos sus bienes.
Concepto <strong>de</strong> las asignaciones forzosas.<br />
El art. 1167, inc. 1°, dispone: “Asignaciones forzosas son las que el<br />
testador es obligado a hacer, y que se suplen cuando no las ha hecho, aun con<br />
perjuicio <strong>de</strong> sus disposiciones testamentarias expresas”.<br />
El causante está obligado a efectuar ciertas asignaciones; su facultad <strong>de</strong><br />
disposición tiene como límite el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los asignatarios forzosos.<br />
Pero no son nulas las disposiciones testamentarias que vulneran las<br />
asignaciones forzosas. Se contenta el legislador con que tales asignaciones<br />
sean enteradas, pese a la voluntad contraria <strong>de</strong>l testador, reduciéndose las<br />
disposiciones <strong>de</strong>l testamento, en la medida que fuere menester.<br />
En otros términos, las asignaciones forzosas se "suplen"; se modificará<br />
o reformará el testamento hasta don<strong>de</strong> sea necesario, y en lo <strong>de</strong>más regirá<br />
plenamente la voluntad <strong>de</strong>l testador.<br />
Cuáles son las asignaciones forzosas<br />
Las asignaciones forzosas son tres:<br />
1. Los alimentos que se <strong>de</strong>ben por ley a ciertas personas;<br />
2. Las legítimas;<br />
3. La cuarta <strong>de</strong> mejoras en la sucesión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes, <strong>de</strong> los<br />
ascendientes y <strong>de</strong>l cónyuge.<br />
Los alimentos <strong>de</strong>bidos por ley a ciertas personas, más que asignaciones<br />
forzosas, son verda<strong>de</strong>ras <strong>de</strong>udas hereditarias que se <strong>de</strong>ducen <strong>de</strong>l acervo<br />
líquido <strong>de</strong> que dispone el testador o la ley, y que se pagan como bajas<br />
generales o <strong>de</strong>ducciones previas <strong>de</strong> la herencia.<br />
Por esto, las verda<strong>de</strong>ras asignaciones forzosas son las legítimas que la<br />
ley reserva o asigna a los legitimarios, esto es, a los <strong>de</strong>scendientes,<br />
ascendientes y cónyuge; y la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
Medidas <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> las asignaciones forzosas.<br />
El sistema <strong>de</strong> asignaciones forzosas hace indispensable la adopción <strong>de</strong>
medidas legales para impedir su violación.<br />
Dos son las medidas fundamentales que el legislador ha previsto.<br />
Primero, los legitimarios y el cónyuge sobreviviente disponen <strong>de</strong> la<br />
acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento, a fin <strong>de</strong> que se modifiquen sus<br />
disposiciones y se les entere la legítima.<br />
Un objetivo semejante persigue la formación <strong>de</strong>l acervo imaginario a<br />
que se refieren los arts. 1185 y 1186, que disponen la acumulación <strong>de</strong> las<br />
donaciones revocables e irrevocables hechas en razón <strong>de</strong> legítimas o mejoras,<br />
y el exceso <strong>de</strong> lo donado irrevocablemente a extraños.<br />
Asimismo, la ley adopta una infinidad <strong>de</strong> otras medidas secundarias:<br />
a) Toda donación entre vivos <strong>de</strong> un valor superior a dos centavos <strong>de</strong>be ser<br />
insinuada, so pena <strong>de</strong> nulidad en el exceso (art. 1401);<br />
b) Disponen los legitimarios <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> inoficiosa donación para que<br />
se "rescindan" las donaciones excesivas, que el causante hizo<br />
irrevocablemente a extraños, cuando menoscaben las legítimas o la cuarta <strong>de</strong><br />
mejoras (arts. 1187 y 1425);<br />
c) El causante pue<strong>de</strong> hacer por acto entre vivos o por testamento la<br />
partición <strong>de</strong> sus bienes y <strong>de</strong>berá pasarse por ella "en cuanto no fuere contraria<br />
a <strong>de</strong>recho ajeno", esto es, no vulnere las asignaciones forzosas (art. 1318);<br />
d) La persona que <strong>de</strong>be una legítima pue<strong>de</strong> señalar las especies con que<br />
<strong>de</strong>be enterarse, pero no podrá tasar dichas especies; <strong>de</strong> una tasación arbitraria<br />
podría resultar la violación <strong>de</strong> las legítimas (art. 1197), y<br />
e) La legítima rigorosa no es susceptible <strong>de</strong> modalida<strong>de</strong>s o gravámenes y<br />
los que se impongan a los asignatarios <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras sólo podrán<br />
ce<strong>de</strong>r en favor <strong>de</strong> personas a quienes el causante pudo asignarla (arts. 1192 y<br />
1195, inc. 2º).<br />
Pérdida <strong>de</strong> las asignaciones forzosas<br />
El causante <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar a sus asignatarios forzosos una parte<br />
consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> sus bienes. Pero no sería justo que sucedan cuando han hecho
víctima al causante <strong>de</strong> graves ofensas.<br />
a) Por este motivo, el testador pue<strong>de</strong> recurrir al <strong>de</strong>sheredamiento <strong>de</strong> los<br />
legitimarios. El <strong>de</strong>sheredamiento es una <strong>cl</strong>áusula testamentaria por la cual se<br />
priva a un legitimario <strong>de</strong> todo o parte <strong>de</strong> su legítima (art. 1207);<br />
b) Asimismo, no tiene <strong>de</strong>recho a su legítima el cónyuge sobreviviente que<br />
por culpa suya hubiere dado ocasión a la separación judicial (art. 1182, inc.<br />
final);<br />
c) En caso <strong>de</strong> injuria atroz, cesa por completo la obligación <strong>de</strong> dar alimentos<br />
(art. 979), y<br />
d) Por último "no serán legitimarios los ascendientes <strong>de</strong>l causante si la<br />
paternidad o la maternidad que constituye o <strong>de</strong> la que <strong>de</strong>riva su parentesco, ha<br />
sido <strong>de</strong>terminada judicialmente contra la oposición <strong>de</strong>l respectivo padre o<br />
madre, salvo el caso <strong>de</strong>l inciso final <strong>de</strong>l artículo 203" (inc. final art. 1182).<br />
Las asignaciones forzosas tienen lugar tanto en la sucesión testada<br />
como en la intestada.<br />
Las asignaciones forzosas tienen cabida tanto en la sucesión<br />
testamentaria como en la intestada, con excepción <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras que<br />
requiere una expresa <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> voluntad <strong>de</strong>l causante.<br />
No sería equitativo, y carecería <strong>de</strong> lógica que el testador estuviera<br />
"obligado a hacer" estas asignaciones y que el legislador prescindiera <strong>de</strong> ellas<br />
cuando, a falta <strong>de</strong> testamento, la ley regla la sucesión.<br />
Las asignaciones alimenticias forzosas constituyen una baja general que<br />
habrá <strong>de</strong> practicarse "en toda sucesión por causa <strong>de</strong> muerte, para llevar a<br />
efecto las disposiciones <strong>de</strong>l difunto o <strong>de</strong> la ley".<br />
En cuanto a las legítimas, los legitimarías son here<strong>de</strong>ros abintestato y la<br />
ley establece que concurren, son ex<strong>cl</strong>uidos y representados según las reglas <strong>de</strong><br />
la sucesión intestada.<br />
LAS ASIGNACIONES ALIMENTICIAS FORZOSAS<br />
Alimentos forzosos o legales y voluntarios.
La obligación <strong>de</strong> dar alimentos pue<strong>de</strong> tener su origen en la ley o en un<br />
acto voluntario <strong>de</strong>l alimentante.<br />
Los alimentos que una persona se ve en la necesidad <strong>de</strong> suministrar, por<br />
mandato imperativo <strong>de</strong> la ley, se llaman legales o forzosos.<br />
Estos alimentos constituyen una asignación forzosa. El testador está<br />
obligado a asignar a las personas a quienes por ley <strong>de</strong>be alimentos, una<br />
cantidad <strong>de</strong> bienes a<strong>de</strong>cuada para su sustentación. La ley suple la omisión en<br />
que al respecto incurra, aun con perjuicio <strong>de</strong> sus disposiciones testamentarias.<br />
Las asignaciones forzosas <strong>de</strong> alimentos son una baja general.<br />
Las asignaciones alimenticias forzosas constituyen una baja general, <strong>de</strong><br />
acuerdo con el N° 4 <strong>de</strong>l art. 959.<br />
Deducidos los gastos <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> la sucesión, las <strong>de</strong>udas hereditarias<br />
y los impuestos que gravaren toda la masa, correspon<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>ducir las<br />
asignaciones forzosas <strong>de</strong> alimentos.<br />
Excepciones<br />
Las asignaciones alimenticias forzosas no son siempre una baja general,<br />
que grava la masa hereditaria:<br />
a) No son una baja general cuando el testador ha dicho expresamente que<br />
gravarán a <strong>de</strong>terminados here<strong>de</strong>ros o legatarios. El art. 1168 dispone: "Los<br />
alimentos que el difunto ha <strong>de</strong>bido por ley a ciertas personas, gravan la masa<br />
hereditaria; menos cuando el testador haya impuesto esa obligación a uno o<br />
más partícipes <strong>de</strong> la sucesión", y<br />
b) Las asignaciones forzosas <strong>de</strong> alimentos que el testador hubiere hecho<br />
pue<strong>de</strong>n ser excesivas, atendidas las fuerzas <strong>de</strong> su patrimonio. En tal caso, las<br />
asignaciones <strong>de</strong> alimentos constituyen una baja general en una cuantía que<br />
guar<strong>de</strong> relación con la fortuna <strong>de</strong>l testador, el exceso se imputará a la porción<br />
<strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> que el difunto ha podido disponer a su arbitrio.<br />
El art. 1171, inc. 2°, prescribe: ''Y si las que se hacen a asignatarios<br />
forzosos fueren más cuantiosas <strong>de</strong> lo que en las circunstancias corresponda, el
exceso se imputará a la misma porción <strong>de</strong> bienes" (aquella porción que ha<br />
podido disponer a su arbitrio).<br />
Dos razones justifican que el exceso no sea baja general.<br />
El testador no <strong>de</strong>be olvidar que la asignación tiene un carácter<br />
alimenticio y que su cuantía ha <strong>de</strong> ser racional para la sustentación <strong>de</strong>l<br />
asignatario; en el exceso <strong>de</strong> que habla el art. 1171 la asignación, en verdad, no<br />
tiene carácter alimenticio.<br />
Por otra parte, las asignaciones a alimentarios forzosos que se <strong>de</strong>ducen<br />
como baja general, cualquiera que fuese su cuantía, perjudicarían obviamente<br />
a los <strong>de</strong>más asignatarios forzosos.<br />
Alimentos que el difunto "ha <strong>de</strong>bido" por ley<br />
No cabe duda <strong>de</strong> que sólo son asignaciones forzosas las que se hacen a<br />
personas acreedoras <strong>de</strong> alimentos en virtud <strong>de</strong> la ley y que señala el art. 321.<br />
Pero se ha suscitado controversia acerca <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse por<br />
alimentos que el difunto "ha <strong>de</strong>bido" por ley. ¿Cuándo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que el<br />
causante <strong>de</strong>bía en vida alimentos forzosos?<br />
Para algunos, los alimentos <strong>de</strong> que se trata son aquellos que el<br />
alimentario exigió en vida <strong>de</strong>l causante, intentando la acción correspondiente,<br />
o le fueron pagados sin necesidad <strong>de</strong> juicio porque el testador reconoció<br />
voluntariamente su obligación legal <strong>de</strong> pagarlos (Barros Errázuriz).<br />
Para otros es bastante que, en vida <strong>de</strong>l causante, hayan concurrido los<br />
requisitos necesarios para que estuviere obligado a dar alimentos. Los<br />
alimentos pue<strong>de</strong>n no haberse pagado sin que por eso <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> <strong>de</strong>berse (Claro<br />
Solar).<br />
Responsabilidad <strong>de</strong> los asignatarios <strong>de</strong> alimentos forzosos<br />
Las asignaciones forzosas <strong>de</strong> alimentos sólo pue<strong>de</strong>n tener lugar cuando<br />
queda un sobrante <strong>de</strong> bienes, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> practicadas las bajas que señalan los<br />
N°s 1° a 3° <strong>de</strong>l art. 959.<br />
Es obvio que si las <strong>de</strong>udas hereditarias absorben los bienes <strong>de</strong>l difunto,
no pue<strong>de</strong> haber asignaciones alimenticias forzosas. La prestación <strong>de</strong> alimentos<br />
requiere que el alimentante tenga faculta<strong>de</strong>s bastantes para pagarlos y se<br />
regulan tomando en cuenta estas faculta<strong>de</strong>s.<br />
Pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, sin embargo, que se paguen las asignaciones<br />
alimenticias, a pesar <strong>de</strong> estar impagas las <strong>de</strong>udas. Podría suscitarse cuestión<br />
acerca <strong>de</strong> si los asignatarios <strong>de</strong>ben restituir lo que recibieron.<br />
El art. 1170 resuelve la cuestión: "Los asignatarios <strong>de</strong> alimentos no<br />
estarán obligados a <strong>de</strong>volución alguna en razón <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas o cargas que<br />
gravaren el patrimonio <strong>de</strong>l difunto; pero podrán rebajarse los alimentos futuros<br />
que parezcan <strong>de</strong>sproporcionados a las fuerzas <strong>de</strong>l patrimonio efectivo".<br />
Sólo se reducen, pues, las pensiones futuras. Es menester advertir que<br />
los legados <strong>de</strong> alimentos forzosos gozan <strong>de</strong> una especial ventaja, porque sólo<br />
concurrirán al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todos los restantes legados (art.<br />
1363).<br />
Alimentos voluntarios<br />
Las asignaciones <strong>de</strong> alimentos voluntarios no constituyen una baja<br />
general y se <strong>de</strong>ducen al acervo líquido, en la parte <strong>de</strong> que el testador ha podido<br />
disponer libremente.<br />
El art. 1171, inc. 1°, prescribe: "Las asignaciones alimenticias en favor<br />
<strong>de</strong> personas que por ley no tengan <strong>de</strong>recho a alimentos, se imputarán a la<br />
porción <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> que el difunto ha podido disponer a su arbitrio".<br />
DERECHOS DEL CÓNYUGE SOBREVIVIENTE<br />
El día 27 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1999 entró en vigencia la Ley N° 19.585, que<br />
introdujo una serie <strong>de</strong> modificaciones al Código <strong>Civil</strong>, en materia <strong>de</strong> filiación<br />
y <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos hereditarios.<br />
Esta ley <strong>de</strong>rogó los arts. 1172 a 1178 y 1180 (entre muchas otras<br />
modificaciones), reemplazándolos íntegramente. En dichos artículos se<br />
consagraba la institución <strong>de</strong> la porción conyugal, esto es, la cuota <strong>de</strong> bienes a<br />
que tenía <strong>de</strong>recho el cónyuge sobreviviente en la sucesión <strong>de</strong> su marido o
mujer.<br />
La institución <strong>de</strong> la porción conyugal, durante su vigencia, dio lugar a<br />
múltiples discusiones y a diversas reformas legales que fueron poniendo<br />
término, <strong>de</strong> modo paulatino, a las controversias que se habían suscitado acerca<br />
<strong>de</strong>l cómputo <strong>de</strong> ella y a la forma <strong>de</strong> su pago.<br />
A partir <strong>de</strong> la Ley N° 19.585, el cónyuge es legitimario, y lleva en la<br />
herencia una porción que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>scendientes y <strong>de</strong>l número<br />
<strong>de</strong> estos (art. 988).<br />
Cuantía <strong>de</strong> la herencia <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente<br />
La cuantía <strong>de</strong> los bienes que lleva en la herencia el cónyuge<br />
sobreviviente <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la concurrencia o no <strong>de</strong> <strong>de</strong>scendientes:<br />
a) Si hay varios hijos: lleva el equivalente al doble <strong>de</strong> lo que por legítima<br />
rigorosa o efectiva corresponda a cada hijo;<br />
b) Si hubiere sólo un hijo, la cuota <strong>de</strong>l cónyuge será igual a la legítima<br />
rigorosa o efectiva <strong>de</strong> ese hijo;<br />
c) Si no hay <strong>de</strong>scendientes, el cónyuge, en su calidad <strong>de</strong> legitimario, pue<strong>de</strong><br />
llevar: si no concurren ascendientes, el todo; o si concurre con los<br />
ascendientes que también son legitimarios, se aplica el art. 989 (2/3 para el<br />
cónyuge y 1/3 para los ascendientes).<br />
La Ley N° 19.585 otorgó <strong>de</strong>rechos adicionales al cónyuge.<br />
Tales <strong>de</strong>rechos pue<strong>de</strong>n resumirse en:<br />
a) En ningún caso la porción que corresponda al cónyuge bajará <strong>de</strong> la<br />
cuarta parte <strong>de</strong> la herencia, o <strong>de</strong> la cuarta parte <strong>de</strong> la mitad legitimaria en su<br />
caso. De este modo, si en la sucesión concurrieren, por ejemplo, 5<br />
<strong>de</strong>scendientes, sin que se hubiere otorgado testamento, al cónyuge<br />
sobreviviente correspon<strong>de</strong>rá un 25% <strong>de</strong>l haber partible, y a los 5 <strong>de</strong>scendientes<br />
un 15% a cada uno.<br />
b) Adicionalmente, en conformidad al número 10 <strong>de</strong>l art. 1337, el cónyuge<br />
sobreviviente tendrá <strong>de</strong>recho a que su cuota hereditaria se entere con
preferencia mediante la adjudicación en favor suyo <strong>de</strong> la propiedad <strong>de</strong>l<br />
inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda principal <strong>de</strong> la<br />
familia, así como <strong>de</strong>l mobiliario que lo guarnece, siempre que ellos formen<br />
parte <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong>l difunto. Y si el valor total <strong>de</strong> dichos bienes exce<strong>de</strong> la<br />
cuota hereditaria <strong>de</strong>l cónyuge, éste podrá pedir que sobre las cosas que no le<br />
sean adjudicadas en propiedad, se constituya en su favor <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />
habitación y <strong>de</strong> uso, según la naturaleza <strong>de</strong> las cosas, con carácter <strong>de</strong> gratuitos<br />
y vitalicios. Este <strong>de</strong>recho a la adjudicación preferente <strong>de</strong> que habla esta regla<br />
no pue<strong>de</strong> transferirse ni transmitirse. A<strong>de</strong>más, el art. 1318 dispone que, en<br />
especial, la partición se consi<strong>de</strong>rará contraria a <strong>de</strong>recho ajeno si no ha<br />
respetado el <strong>de</strong>recho que el art. 1337, regla 10, otorga al cónyuge<br />
sobreviviente.<br />
Pérdida <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente.<br />
El art. 1182 en su inciso final dispone que no será legitimario el<br />
cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación judicial.<br />
Vigencia <strong>de</strong> la Ley N° 19.585<br />
Debe tenerse presente que en conformidad a la norma transitoria <strong>de</strong> esta<br />
ley, las sucesiones abiertas antes <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1999 se rigen por la ley<br />
vigente al momento <strong>de</strong> su apertura. Por lo tanto, la institución <strong>de</strong> la "porción<br />
conyugal" sigue vigente para aquellas herencias cuya sucesión se haya abierto<br />
hasta las 24.00 horas <strong>de</strong>l día 26 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong>l año 1999.<br />
Concepto<br />
LEGITIMAS<br />
Con arreglo al art. 1181, "legítima es aquella cuota <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> un<br />
difunto que la ley asigna a ciertas personas llamadas legitimarios".<br />
Merece <strong>de</strong>stacarse que la <strong>de</strong>finición expresa que la legítima es una<br />
"cuota" <strong>de</strong> los bienes”. Con esto queda dicho que se trata <strong>de</strong> una asignación a<br />
título universal. Esta con<strong>cl</strong>usión está expresa e innecesariamente señalada en<br />
el inc. 2° <strong>de</strong>l art. 1181: "Los legitimarios son por consiguiente here<strong>de</strong>ros".
Quiénes son legitimarios<br />
El art. 1182 señala taxativamente quiénes son legitimarios:<br />
1. Los hijos, personalmente o representados por su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia;<br />
2. Los ascendientes, y<br />
3. El cónyuge sobreviviente.<br />
En conformidad al inciso 2º <strong>de</strong>l art. 1182, no tienen la calidad <strong>de</strong><br />
legitimarios:<br />
1. Los ascendientes <strong>de</strong>l causante si la paternidad o la maternidad que<br />
constituye o <strong>de</strong> la que <strong>de</strong>riva su parentesco, ha sido <strong>de</strong>terminada judicialmente<br />
contra la oposición <strong>de</strong>l respectivo padre o madre, salvo el caso <strong>de</strong>l inciso final<br />
<strong>de</strong>l art. 203. Esta norma recoge un principio <strong>de</strong> justicia: no sería lógico que<br />
pudiere heredar a su hijo aquel padre que renegaba <strong>de</strong> tal paternidad;<br />
2. Ni el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la separación<br />
judicial.<br />
Forma como concurren los legitimarios<br />
Una persona pue<strong>de</strong> tener, a la vez, ascendientes, hijos y cónyuge. Los<br />
legitimarios enumerados en el art. 1182 no pue<strong>de</strong>n serlo todos a un tiempo.<br />
Para resolver el problema <strong>de</strong> la concurrencia <strong>de</strong> legitimarios la ley se<br />
remite a las reglas <strong>de</strong> la sucesión abintestato.<br />
El art. 1183 dispone: "Los legitimarios concurren y son ex<strong>cl</strong>uidos y<br />
representados según el or<strong>de</strong>n y reglas <strong>de</strong> la sucesión intestada".<br />
Cálculo <strong>de</strong> las legítimas<br />
División <strong>de</strong> la herencia en presencia <strong>de</strong> legitimarios<br />
La presencia <strong>de</strong> legitimarios limita consi<strong>de</strong>rablemente la libertad <strong>de</strong><br />
testar, puesto que una parte importante <strong>de</strong> los bienes está reservada para ellos.
Para <strong>de</strong>terminar cómo se divi<strong>de</strong> la herencia es menester distinguir si<br />
concurren ascendientes, <strong>de</strong>scendientes o cónyuge:<br />
1. Concurriendo cualquiera <strong>de</strong> estos legitimarios, la ley dispone en<br />
<strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> las tres cuartas partes <strong>de</strong> la herencia, <strong>de</strong>jando al causante solo una<br />
cuarta <strong>de</strong> libre disposición. Ello por cuanto el art. 1184, inciso 3º, dispone que<br />
habiendo <strong>de</strong>scendientes, cónyuge o ascendientes, la masa <strong>de</strong> bienes, previas<br />
las referidas <strong>de</strong>ducciones (bajas generales <strong>de</strong> la herencia) y agregaciones<br />
(acervos imaginarios), se dividirá en cuatro partes: dos <strong>de</strong> ellas, o sea la mitad<br />
<strong>de</strong>l acervo, para las legítimas rigorosa; otra cuarta, para las mejoras con que el<br />
difunto haya querido favorecer a su cónyuge o a uno o más <strong>de</strong> sus<br />
<strong>de</strong>scendientes o ascendientes, sean o no legitimarios, y otra cuarta, <strong>de</strong> que ha<br />
podido disponer a su arbitrio.<br />
A partir <strong>de</strong> la modificación introducida al Código <strong>Civil</strong> por la Ley N°<br />
19.585, el cónyuge pasó a ser asignatario forzoso <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras, a<br />
diferencia <strong>de</strong> lo que ocurría antes.<br />
En resumen, habiendo legitimarios, el causante para testar <strong>de</strong>be respetar<br />
la mitad legitimaria.<br />
Si lo quiere, pue<strong>de</strong> asignar la cuarta <strong>de</strong> mejoras a todos o algunos <strong>de</strong> los<br />
favorecidos con ésta (art. 1167 N° 3°), sean o no legitimarios. Esto significa<br />
que, por ejemplo, el causante que tiene hijo y nieto, <strong>de</strong>be respetar la mitad<br />
legitimaria, que toca al hijo, pero pue<strong>de</strong> asignarle la cuarta <strong>de</strong> mejoras íntegra<br />
al nieto.<br />
Si no dispone <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras, ella acrece a la legítima rigorosa<br />
y beneficia, por lo tanto, a los legitimarios (art. 1191).<br />
2. Si no tiene legitimarios, pue<strong>de</strong> disponer libremente <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> la<br />
herencia.<br />
La Ley N° 19.585, al modificar el art. 1184 y establecer que si no hay<br />
<strong>de</strong>scendientes con <strong>de</strong>recho a suce<strong>de</strong>r, cónyuge sobreviviente, ni ascendientes,<br />
"la mitad restante es la porción <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> que el difunto ha podido disponer<br />
a su arbitrio", cometió un error, puesto que, en esos casos, el testador pue<strong>de</strong><br />
disponer a su arbitrio <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> la herencia.<br />
(Los cálculos para <strong>de</strong>terminar las legítimas y la parte <strong>de</strong> libre
disposición sólo tienen regularmente interés en la sucesión testada para<br />
asegurar el respeto <strong>de</strong> la parte que correspon<strong>de</strong> a los legitimarios y establecer<br />
la parte <strong>de</strong> que el testador ha podido disponer libremente).<br />
Distribución <strong>de</strong> la mitad legitimaria<br />
La mitad legitimaria se distribuye entre los legitimarios, por cabezas o<br />
estirpes, <strong>de</strong> acuerdo con las reglas <strong>de</strong> la sucesión intestada y sin perjuicio <strong>de</strong><br />
las normas especiales para el cónyuge.<br />
Acervo en que se calculan las legitimas<br />
En conformidad al art. 1184 1a mitad <strong>de</strong> los bienes, previas las<br />
<strong>de</strong>ducciones indicadas en el art. 959 (bajas generales <strong>de</strong> la herencia), y las<br />
agregaciones <strong>de</strong> los acervos imaginarios, se dividirá por cabezas o estirpes<br />
entre los respectivos legitimarios, según las reglas <strong>de</strong> la sucesión intestada; lo<br />
que cupiere a cada uno en esa división será su legítima rigorosa.<br />
Acervo imaginario<br />
El sistema <strong>de</strong> asignaciones forzosas requiere la adopción <strong>de</strong> enérgicas<br />
medidas encaminadas a garantizarlas.<br />
Cuando el testador dispone <strong>de</strong> sus bienes en términos que vulneran sus<br />
respectivas asignaciones, los legitimarios y el cónyuge sobreviviente disponen<br />
<strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
Pero la acción <strong>de</strong> reforma no es eficaz sino para hacer que se respeten<br />
las asignaciones forzosas violadas por el testamento. No las protege <strong>de</strong> otros<br />
arbitrios <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> valerse el que tiene asignatarios forzosos para<br />
menoscabar sus <strong>de</strong>rechos.<br />
En efecto, por medio <strong>de</strong> liberalida<strong>de</strong>s hechas en vida, el causante pue<strong>de</strong><br />
traspasar todos o la mayor parte <strong>de</strong> sus bienes a legitimarios o extraños.<br />
Las liberalida<strong>de</strong>s en favor <strong>de</strong> un legitimario tendrán como resultado una<br />
disminución <strong>de</strong>l caudal hereditario en que habrán <strong>de</strong> calcularse las legítimas<br />
<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, procurando al favorecido una injustificada ventaja.<br />
Las liberalida<strong>de</strong>s excesivas en favor <strong>de</strong> extraños perjudicarán, por igual,
a todos los legitimarios. Por este medio el causante pue<strong>de</strong> llegar, en el hecho,<br />
hasta a <strong>de</strong>sheredarles.<br />
Las legítimas quedarían a merced <strong>de</strong>l causante. La formación <strong>de</strong>l acervo<br />
imaginario precave estos males, que no es capaz <strong>de</strong> remediar la acción <strong>de</strong><br />
reforma <strong>de</strong>l testamento, y da a las legítimas su verda<strong>de</strong>ro carácter <strong>de</strong><br />
asignaciones forzosas.<br />
Mecanismo <strong>de</strong>l acervo imaginario<br />
La formación <strong>de</strong>l acervo imaginario consiste en agregar o acumular a la<br />
masa que se trata <strong>de</strong> dividir aquellos bienes que el causante había transferido y<br />
que, a no mediar esta circunstancia, se encontrarían en su patrimonio en el<br />
momento <strong>de</strong> abrirse la sucesión.<br />
En otros términos, se procura reconstituir i<strong>de</strong>almente el patrimonio <strong>de</strong>l<br />
causante como si no hubiera efectuado las liberalida<strong>de</strong>s en provecho <strong>de</strong><br />
legitimarios o extraños.<br />
Las acumulaciones aumentan la masa partible, puesto que a los bienes<br />
<strong>de</strong>jados por el causante se agregan otros bienes, y <strong>de</strong> este modo, aumentan las<br />
cuotas en que <strong>de</strong>be dividirse. En este patrimonio así reconstituido y<br />
aumentado se calcularán las legitimas, las mejoras y la parte <strong>de</strong> libre<br />
disposición.<br />
a) La acumulación <strong>de</strong> las liberalida<strong>de</strong>s en favor <strong>de</strong> legitimarios hace<br />
caducar el título con que <strong>de</strong>tentaban los bienes acumulados. Agregados a la<br />
masa, todos los legitimarios los compartirán en igualdad <strong>de</strong> condiciones y<br />
quedarán borradas, en consecuencia, las diferencias entre ellos.<br />
El legitimario no <strong>de</strong>be restituir materialmente a la masa los bienes que<br />
ha recibido. La acumulación no se hace en especie sino en valor.<br />
Estos valores acumulados se imputan al haber <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro, esto es, se<br />
consi<strong>de</strong>rarán como un anticipo a cuenta <strong>de</strong> este haber. Si el haber <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro<br />
es superior al valor acumulado se le pagará el saldo; en caso contrario, pagará<br />
el déficit, y<br />
b) En cuanto a las liberalida<strong>de</strong>s a extraños, solamente hay acumulación<br />
cuando son excesivas; si el causante podía, en todo caso, disponer en favor <strong>de</strong>
extraños <strong>de</strong> una parte <strong>de</strong> sus bienes, es lógico que pue<strong>de</strong> hacer liberalida<strong>de</strong>s<br />
por igual cuantía, sin perjudicar las legítimas y mejoras. Por tal motivo se<br />
acumulan sólo los excesos.<br />
En caso <strong>de</strong> que las donaciones excesivas a extraños perjudiquen las<br />
legítimas y mejoras, los extraños <strong>de</strong>berán restituir a la masa los excesos, en la<br />
forma prevista en el art. 1187.<br />
Denominación<br />
Se acostumbra <strong>de</strong>nominar "primer acervo imaginario" (o colación) al<br />
que se forma con las acumulaciones previstas en el art. 1185, esto es,<br />
agregando las donaciones a título <strong>de</strong> legítima y mejora.<br />
Y se <strong>de</strong>nomina "segundo acervo imaginario" al que se obtiene con la<br />
acumulación <strong>de</strong>l exceso <strong>de</strong> lo donado entre vivos a extraños, con arreglo al art.<br />
1186.<br />
La verdad es que la ley no hace esta distinción. Ha prescrito diversas<br />
acumulaciones, sea para igualar a los legitimarios, sea para protegerlos <strong>de</strong> la<br />
inconsi<strong>de</strong>rada liberalidad <strong>de</strong>l testador en favor <strong>de</strong> extraños.<br />
Acumulaciones que forman los acervos imaginarios.<br />
Las acumulaciones que <strong>de</strong>ben practicarse, <strong>de</strong> acuerdo con los arts. 1185<br />
y 1186, son las siguientes:<br />
1. Las donaciones revocables e irrevocables, hechas en razón <strong>de</strong> legítimas<br />
o <strong>de</strong> mejoras, según el estado en que se hayan encontrado las cosas donadas al<br />
tiempo <strong>de</strong> la entrega, pero cuidando <strong>de</strong> actualizar pru<strong>de</strong>ncialmente su valor a<br />
la época <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión (art. 1185);<br />
2. El exceso <strong>de</strong> lo donado irrevocablemente a extraños por la persona que<br />
tenía a la sazón legitimarios (art. 1186).<br />
Donaciones a título <strong>de</strong> legitimas y mejoras<br />
Acumulación <strong>de</strong> las donaciones revocables
El art. 1185 dispone que se acumularán imaginariamente al acervo<br />
líquido las donaciones revocables hechas en razón <strong>de</strong> legítimas y mejoras.<br />
Dice Abeliuk: “Por la letra misma <strong>de</strong>l precepto, es indiscutible que sólo<br />
se acumulan las donaciones revocables cuando las cosas donadas han sido<br />
entregadas al donatario en vida <strong>de</strong>l causante. Si no ha habido entrega en vida<br />
<strong>de</strong>l donante, no hay necesidad <strong>de</strong> acumular estas donaciones, pues los bienes<br />
que compren<strong>de</strong> la donación están material, física y jurídicamente en el<br />
patrimonio <strong>de</strong>l causante. En cambio, si los bienes donados revocablemente<br />
fueron entregados al donatario, materialmente faltan en la masa <strong>de</strong> bienes, y<br />
por esta razón <strong>de</strong>berán acumularse a ella.<br />
El texto mismo <strong>de</strong> la ley no permite otra interpretación, pues dice que<br />
las donaciones se acumulan según el estado <strong>de</strong> las cosas donadas al tiempo <strong>de</strong><br />
la “entrega”, lo cual indica <strong>cl</strong>aramente que el legislador discurre sobre la base<br />
<strong>de</strong> haber sido entregadas las cosas donadas al donatario en vida <strong>de</strong>l donante.<br />
De no ser así, las cosas donadas están material y jurídicamente en el<br />
patrimonio <strong>de</strong>l causante y no proce<strong>de</strong> acumulación <strong>de</strong> ninguna especie.<br />
Ello no significa que estas donaciones no se tomen en cuenta para el<br />
pago <strong>de</strong> las legítimas. Como están en el patrimonio <strong>de</strong>l causante, <strong>de</strong>ben<br />
imputarse para dichos efectos”.<br />
Acumulación <strong>de</strong> las donaciones irrevocables<br />
La donación irrevocable transfiere al donatario que la acepta, una vez<br />
efectuada la tradición, el dominio <strong>de</strong> las cosas donadas.<br />
Las cosas donadas irrevocablemente salen <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong>l donante.<br />
Deberán acumularse todas las donaciones cualquiera que sea la forma<br />
que adopten.<br />
Si se trata <strong>de</strong> donaciones con carga, "no se tendrá por donación sino lo<br />
que reste, <strong>de</strong>ducido el gravamen pecuniario a que la asignación estuviere<br />
afecta" (art. 1188, inc. 1°).<br />
Se equipara a una donación el pago que hace el causante <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
<strong>de</strong> un legitimario. El art. 1203, inc. 1°, prescribe: "Los <strong>de</strong>sembolsos hechos<br />
para el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> un legitimario, que sea <strong>de</strong>scendiente, se<br />
imputarán a su legítima; pero sólo en cuanto hayan sido útiles para el pago <strong>de</strong><br />
dichas <strong>de</strong>udas".
La ley se refiere sólo al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> los legitimarios que sean<br />
<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>l causante; la regla no se aplica, por tanto, al pago <strong>de</strong> las<br />
<strong>de</strong>udas <strong>de</strong> los legitimarios ascendientes y cónyuge.<br />
El <strong>de</strong>sembolso <strong>de</strong>berá ser útil y se enten<strong>de</strong>rá que lo es cuando como<br />
consecuencia queda extinguida la <strong>de</strong>uda.<br />
Donaciones no acumulables<br />
Quedan dispensadas <strong>de</strong> la colación las siguientes donaciones:<br />
a) No se tomarán en cuenta "los regalos mo<strong>de</strong>rados, autorizados por la<br />
costumbre en ciertos días y caso, ni los dones manuales <strong>de</strong> poco valor" (art.<br />
1188, inc. 2°);<br />
b) Tampoco se tomarán en cuenta "los presentes hechos a un <strong>de</strong>scendiente<br />
con ocasión <strong>de</strong> su matrimonio, ni otros regalos <strong>de</strong> costumbre" (art. 1198, inc.<br />
3°);<br />
c) No se consi<strong>de</strong>rarán como donaciones acumulables los gastos hechos<br />
para la educación <strong>de</strong> un <strong>de</strong>scendiente. El art. 1198, inc. 2°, dispone que "no se<br />
tomarán en cuenta para la computación <strong>de</strong> las legítimas, ni <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong><br />
mejoras, ni <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> libre disposición, aunque se hayan hecho con la<br />
calidad <strong>de</strong> imputables".<br />
Frutos <strong>de</strong> las cosas donadas<br />
Art. 1205.<br />
Cuándo se entien<strong>de</strong> que la donación es a título <strong>de</strong> legítima o mejora<br />
Las donaciones se acumulan a condición <strong>de</strong> que se hagan "a título <strong>de</strong><br />
legítima o mejora".<br />
El legislador no ha expresado, en forma <strong>cl</strong>ara y directa, cuándo la<br />
donación tiene este carácter; pero <strong>de</strong> diversas disposiciones legales se infiere<br />
el concepto.<br />
En efecto, el art. 1198 dispone que todas las donaciones hechas a un
legitimario, "que tenía entonces la calidad <strong>de</strong> tal", se imputarán a su legítima,<br />
a menos que conste <strong>de</strong> un modo auténtico que se han hecho a título <strong>de</strong> mejora.<br />
Por su parte, el art. 1203 agrega que los <strong>de</strong>sembolsos para el pago <strong>de</strong> las<br />
<strong>de</strong>udas <strong>de</strong> un legitimario que es <strong>de</strong>scendiente, se imputarán igualmente a la<br />
legítima, salvo que el donante o testador haya expresado su intención que se<br />
consi<strong>de</strong>ren como una mejora.<br />
En conformidad a lo dispuesto en el art. 1201, se resolverá la donación<br />
revocable o irrevocable que se hiciere a título <strong>de</strong> mejora a una persona que se<br />
creía <strong>de</strong>scendiente o ascendiente <strong>de</strong>l donante y no lo era. Lo mismo suce<strong>de</strong>rá<br />
si el donatario, <strong>de</strong>scendiente o ascendiente <strong>de</strong>l donante, ha llegado a faltar por<br />
incapacidad, indignidad, <strong>de</strong>sheredación o repudiación.<br />
También se resolverá la donación revocable que se hiciere a título <strong>de</strong><br />
mejora a una persona que se creía cónyuge y no lo, era, o si ha llegado a faltar<br />
por incapacidad, indignidad o repudiación.<br />
Se con<strong>cl</strong>uye <strong>de</strong> estas normas que donación a título <strong>de</strong> legítima o mejora<br />
es aquella que se hace a quien, al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión, tenía la<br />
calidad <strong>de</strong> legitimario <strong>de</strong>l donante.<br />
Donaciones a título <strong>de</strong> legítima<br />
Las donaciones en razón <strong>de</strong> legítima son las que se hacen a legitimarios.<br />
Para que la donación se entienda en razón <strong>de</strong> legítima es menester que el<br />
donatario sea un legitimario, que tenga esta calidad al tiempo <strong>de</strong> abrirse la<br />
sucesión y que concurra a la herencia:<br />
a) Es menester, en primer término, que el donatario tenga la calidad <strong>de</strong><br />
legitimario.<br />
Con estricta lógica, el art. 1200, inc. 1°, dispone: "Si se hiciere una<br />
donación revocable o irrevocable, a título <strong>de</strong> legítima, a una persona que no<br />
fuere entonces legitimaria <strong>de</strong>l donante, y el donatario no adquiere <strong>de</strong>spués la<br />
calidad <strong>de</strong> legitimario, se resolverá la donación";<br />
b) Es preciso, enseguida, que el donatario tenga la condición <strong>de</strong><br />
legitimario, al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión.
El art. 1198, inc. 1°, establece que todas las donaciones revocables e<br />
irrevocables, "hechas a un legitimario, que tenía entonces la calidad <strong>de</strong> tal, se<br />
imputarán a su legítima”.<br />
La disposición establece que el legitimario <strong>de</strong>be tener esta calidad al<br />
tiempo <strong>de</strong> la donación; pero es obvio que <strong>de</strong>be conservarla al momento <strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong>l causante.<br />
El art. 1200, inc. 2°, prescribe que se resolverá la donación, hecha a<br />
título <strong>de</strong> legítima, “al que era entonces legitimario, pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> serlo"<br />
por incapacidad, indignidad, etc., y<br />
c) Es preciso que el legitimario concurra a la herencia.<br />
Esta exigencia fluye <strong>de</strong>l art. 1200, inc. 2°.<br />
La donación se resuelve cuando el legitimario favorecido queda<br />
ex<strong>cl</strong>uido <strong>de</strong> la sucesión <strong>de</strong>l donante y <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser legitimario "por incapacidad,<br />
indignidad, <strong>de</strong>sheredación o repudiación, o por haber sobrevenido otro<br />
legitimario <strong>de</strong> mejor <strong>de</strong>recho".<br />
Solamente no se resuelve la donación cuando el legitimario no pue<strong>de</strong> o<br />
no quiere suce<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia que le represente. El art. 1200, inc. 3°,<br />
dispone: "Si el donatario, ha llegado a faltar <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> esos modos, las<br />
donaciones imputables a su legítima se imputarán a la <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>scendientes.<br />
Donaciones a título <strong>de</strong> mejora<br />
Las donaciones a título <strong>de</strong> mejora son aquellas que se hacen a personas<br />
que, al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión, pue<strong>de</strong>n ser asignatarios <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong><br />
mejoras, esto es, tienen el carácter <strong>de</strong> <strong>de</strong>scendientes, ascendientes o cónyuge,<br />
y concurren a la herencia:<br />
a) Se requiere que la asignación sea a título <strong>de</strong> cuarta <strong>de</strong> mejoras. Cuando<br />
la donación se hace a un <strong>de</strong>scendiente no legitimario, no pue<strong>de</strong> haber<br />
dificulta<strong>de</strong>s: la donación <strong>de</strong>berá enten<strong>de</strong>rse necesariamente a título <strong>de</strong> mejora.<br />
La donación a un nieto cuyo padre vive y pue<strong>de</strong> y quiere suce<strong>de</strong>r, tiene que<br />
enten<strong>de</strong>rse hecha a este título.<br />
Pero si la donación se hace a un legitimario ¿<strong>de</strong>berá enten<strong>de</strong>rse que se
hace a título <strong>de</strong> legítima o mejora? ¿Ha querido el donante sólo anticiparle<br />
bienes a cuenta <strong>de</strong> la legítima u otorgarle la ventaja <strong>de</strong> una mejora?<br />
El art. 1198 establece que todas las donaciones revocables e<br />
irrevocables hechas al que era a la sazón legitimario se imputarán a su<br />
legítima. En otros términos, tales donaciones se presumen hechas en razón <strong>de</strong><br />
legitima.<br />
Para que dichas donaciones se consi<strong>de</strong>ren como una mejora o se<br />
entiendan hechas en razón <strong>de</strong> mejora, es preciso "que en el testamento o en la<br />
respectiva escritura o en acto posterior auténtico aparezca que la donación ha<br />
sido a título <strong>de</strong> mejora".<br />
b) Es menester que el donatario tenga la calidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>scendiente,<br />
ascendiente o cónyuge.<br />
El art. 1201, inc. 1°, previene: "Se resolverá la donación revocable o<br />
irrevocable que se hiciere a título <strong>de</strong> mejora a una persona que se creía<br />
<strong>de</strong>scendiente o ascendiente <strong>de</strong>l donante y no lo era", y<br />
c) Es preciso que el donatario concurra a la herencia. Se resolverá<br />
igualmente la donación "si el donatario, <strong>de</strong>scendiente o ascendiente, ha<br />
llegado a faltar por incapacidad, indignidad, <strong>de</strong>sheredamiento o repudiación"<br />
(art. 1201, inc. 2°).<br />
También se resolverá la donación revocable que se hiciere a título <strong>de</strong><br />
mejora a una persona que se creía cónyuge y no lo era, o si a llegado a faltar<br />
por incapacidad, indignidad o repudiación". Así lo dispone el texto <strong>de</strong>l inc. 3°<br />
<strong>de</strong>l art. 1201.<br />
Forma <strong>de</strong> la acumulación<br />
La acumulación se hace siempre en valor, cualquiera que sea la<br />
naturaleza <strong>de</strong> las cosas donadas.<br />
Valor acumulable<br />
El art. 1185 dispone que las donaciones revocables e irrevocables, se<br />
acumularán según el estado en que se hayan encontrado las cosas donadas al<br />
tiempo <strong>de</strong> la entrega, pero cuidando <strong>de</strong> actualizar pru<strong>de</strong>ncialmente su valor a
la época <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
La acumulación se hace al acervo líquido<br />
El art. 1185 establece que la acumulación <strong>de</strong> las donaciones se hace al<br />
acervo líquido, o sea, a la masa <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong>jados por el difunto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>ducidas las bajas señaladas en el art. 959.<br />
Se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> este hecho importantes consecuencias:<br />
a) Los valores acumulados no contribuirán al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias;<br />
b) No se tomarán en cuenta para establecer el monto <strong>de</strong> las asignaciones<br />
alimenticias forzosas.<br />
Exceso <strong>de</strong> lo donado irrevocablemente a extraños<br />
Requisitos <strong>de</strong> la acumulación<br />
La acumulación <strong>de</strong> las donaciones entre vivos a extraños se produce<br />
cuando concurren los siguientes requisitos:<br />
1. Que el causante tenga legitimarios al tiempo <strong>de</strong> hacer la donación, y<br />
2. Que la donación sea cuantiosa o excesiva.<br />
1. Presencia <strong>de</strong> legitimarios.<br />
Es <strong>de</strong> rigor que la donación irrevocable se haga por quien tenía<br />
legitimarios al momento <strong>de</strong> efectuarla. El art. 1186 dispone que la<br />
acumulación tendrá lugar "si el que tenía a la sazón legitimarios hubiere hecho<br />
donaciones entre vivos a extraños”.<br />
La persona que carecía <strong>de</strong> legitimarios pudo donar entre vivos sin<br />
restricciones, sin perjudicar las legítimas, entonces inexistentes. Concordante<br />
con esta i<strong>de</strong>a, el art. 1424 dispone que no se resolverá la donación porque
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ella le hayan nacido al donante uno o más hijos.<br />
2. La donación ha <strong>de</strong> ser excesiva.<br />
Las donaciones a extraños <strong>de</strong>ben ser excesivas; pero no se acumulará la<br />
donación misma sino el exceso.<br />
Cuida el art. 1186 <strong>de</strong> establecer cuándo las donaciones se reputan<br />
excesivas; lo son cuando "el valor <strong>de</strong> todas ellas juntas excediere a la cuarta<br />
parte <strong>de</strong> la suma formada por este valor y el <strong>de</strong>l acervo imaginario".<br />
De este modo, se formará el acervo líquido y se le harán, si proce<strong>de</strong>, las<br />
acumulaciones previstas en el art. 1185. Al valor resultante se agregarán las<br />
donaciones irrevocables a extraños. Las donaciones serán excesivas si<br />
sobrepasan la cuarta parte <strong>de</strong>l acervo así formado. El art. 1186 con<strong>cl</strong>uye que<br />
"tendrán <strong>de</strong>recho los legitimarios para que este exceso se agregue también<br />
imaginariamente al acervo, para la computación <strong>de</strong> las legítimas y mejoras".<br />
Nótese que la disposición no consi<strong>de</strong>ra las donaciones a extraños<br />
aisladamente, sino el conjunto <strong>de</strong> tales donaciones. Habrá que sumarlas todas<br />
para agregarlas al acervo, y<br />
Obsérvese, a<strong>de</strong>más, que el art. 1186 establece que se sumará el valor <strong>de</strong><br />
todas las donaciones al acervo imaginario. Esto supone que se hayan hecho<br />
donaciones en razón <strong>de</strong> legítimas o mejoras. Pero, si no tienen lugar tales<br />
acumulaciones, el exceso <strong>de</strong> lo donado a extraños, <strong>de</strong>berá, obviamente,<br />
sumarse al acervo líquido.<br />
Primer ejemplo:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Donaciones a extraños ..................... 20.000<br />
Suma <strong>de</strong>l acervo y donaciones ..................... $120.000<br />
Cuarta parte ..................... 30.000<br />
En el ejemplo, lo donado no exce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la cuarta parte <strong>de</strong>l valor formado<br />
por las donaciones y el acervo líquido o imaginario; en consecuencia, las<br />
donaciones a extraños no son excesivas.<br />
Segundo ejemplo:
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Donaciones a extraños ..................... 60.000<br />
Suma <strong>de</strong>l acervo y donaciones ..................... $160.000<br />
Cuarta parte ..................... 40.000<br />
Lo donado exce<strong>de</strong>, en este segundo ejemplo, <strong>de</strong> la cuarta parte <strong>de</strong> la<br />
suma <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> las donaciones y <strong>de</strong>l acervo líquido o imaginario; por tanto,<br />
el exceso <strong>de</strong>be acumularse para computar las legítimas y mejoras.<br />
De este modo resulta:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Exceso donado ..................... 20.000<br />
Acervo en que se computan las ..................... $120.000<br />
legítimas y mejoras<br />
Mitad legitimaria ..................... 60.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 30.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 30.000<br />
Rescisión <strong>de</strong> las donaciones excesivas a extraños<br />
En el ejemplo recién propuesto el exceso cabe <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong><br />
libre disposición. Pero pue<strong>de</strong> ocurrir que este exceso sobrepase la parte <strong>de</strong><br />
bienes <strong>de</strong> que el causante pudo disponer libremente y menoscabe las legítimas<br />
y mejoras.<br />
Tercer ejemplo:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Donaciones a extraños ..................... 100.000<br />
Suma <strong>de</strong>l acervo y donaciones ..................... $200.000<br />
Cuarta parte ..................... 50.000<br />
Exceso donado ..................... 50.000<br />
Así resulta:<br />
Acervo en que se computan las<br />
legítimas y mejoras<br />
..................... $150.000
Mitad legitimaria ..................... 75.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 37.500<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 37.500<br />
El exceso <strong>de</strong> lo donado absorbe la cuarta <strong>de</strong> libre disposición y en parte<br />
la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
Cuarto ejemplo:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Donaciones a extraños ..................... 200.000<br />
Suma <strong>de</strong>l acervo y donaciones ..................... $300.000<br />
Cuarta parte ..................... 75.000<br />
Exceso donado ..................... 125.000<br />
Resulta así:<br />
Acervo en que se computan las ..................... $225.000<br />
legítimas y mejoras<br />
Mitad legitimaria ..................... 112.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 56.250<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 56.250<br />
Esta vez el exceso absorbe íntegramente las cuartas <strong>de</strong> libre disposición<br />
y <strong>de</strong> mejoras y aun vulnera la mitad legitimaria.<br />
En tales eventos tiene lugar la regla <strong>de</strong>l art. 1187: "Si fuere tal el exceso<br />
que no sólo absorba la parte <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> que el difunto ha podido disponer a<br />
su arbitrio sino que menoscabe las legítimas rigorosas o la cuarta <strong>de</strong> mejoras,<br />
tendrán <strong>de</strong>recho los legitimarios para la restitución <strong>de</strong> lo excesivamente<br />
donado, procediendo contra los donatarios, en un or<strong>de</strong>n inverso al <strong>de</strong> las<br />
fechas <strong>de</strong> las donaciones, esto es, principiando por los más recientes”.<br />
Cuando las donaciones absorben totalmente la cuarta <strong>de</strong> libre<br />
disposición, se frustrarán las asignaciones hechas en el testamento con cargo a<br />
ella; pero si la exce<strong>de</strong>n, será menester que los donatarios restituyan las<br />
cantida<strong>de</strong>s necesarias para que las legítimas y mejoras puedan ser<br />
íntegramente satisfechas.<br />
Acumulaciones y rescisión <strong>de</strong> las donaciones
El exceso <strong>de</strong> lo donado irrevocablemente a extraños se acumula al<br />
acervo líquido o imaginario. La acumulación es puramente numérica mientras<br />
este exceso no absorba totalmente la parte <strong>de</strong> libre disposición.<br />
Pero, en caso <strong>de</strong> que el exceso vulnere las legítimas o mejoras, los<br />
donatarios <strong>de</strong>ben restituir bienes a la masa y la acumulación <strong>de</strong> estos bienes no<br />
será numérica sino que real o física.<br />
Recuér<strong>de</strong>se el ejemplo segundo:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Exceso donado ..................... 20.000<br />
Acervo en que se computan las ..................... $120.000<br />
legítimas y mejoras<br />
Mitad legitimaria ..................... 60.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 30.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 30.000<br />
La cuarta <strong>de</strong> libre disposición ascien<strong>de</strong> a $30.000 y el exceso a $20.000.<br />
Este exceso se carga a la cuarta <strong>de</strong> libre disposición y quedará un sobrante <strong>de</strong><br />
$10.000 para satisfacer otras liberalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l testador.<br />
Véase ahora el ejemplo tercero:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Exceso donado ..................... 50.000<br />
Acervo en que se computan las ..................... $150.000<br />
legítimas y mejoras<br />
Mitad legitimaria ..................... 75.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 37.500<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 37.500<br />
Como el exceso <strong>de</strong> lo donado ascien<strong>de</strong> a $50.000 y la cuarta <strong>de</strong> libre<br />
disposición alcanza sólo a $37.500, queda un saldo <strong>de</strong> $12.500 que los<br />
donatarios <strong>de</strong>ben reintegrar a la masa para que puedan enterarse las legítimas<br />
y mejoras que, en conjunto, ascien<strong>de</strong>n a $112.500.<br />
Véase el ejemplo cuarto:
Acervo líquido o imaginario ..................... $100.000<br />
Exceso donado ..................... 125.000<br />
Acervo en que se computan las ..................... $225.000<br />
legítimas y mejoras<br />
Mitad legitimaria ..................... 112.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 56.250<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 56.250<br />
El exceso <strong>de</strong> lo donado ascien<strong>de</strong> a $125.000 y, como la cuarta <strong>de</strong> libre<br />
disposición es <strong>de</strong> $56.250, los donatarios <strong>de</strong>berán restituir la cantidad <strong>de</strong><br />
$68.750.<br />
Para la restitución <strong>de</strong> estos exce<strong>de</strong>ntes se proce<strong>de</strong>rá en contra <strong>de</strong> los<br />
donatarios, comenzando por los más recientes.<br />
2°).<br />
La cuota <strong>de</strong>l donatario insolvente no grava a los otros (art. 1187, inc.<br />
LAS LEGÍTIMAS<br />
La legítima pue<strong>de</strong> ser rigorosa y efectiva.<br />
Legítima rigorosa<br />
Se llama legítima rigorosa la porción que toca a un legitimario en la<br />
división <strong>de</strong> la mitad legitimaria. El art. 1184 establece que la mitad <strong>de</strong> los<br />
bienes, previas las <strong>de</strong>ducciones y agregaciones que señala la ley, se dividirá<br />
por cabezas o estirpes entre los legitimarios, conforme a las reglas <strong>de</strong> la<br />
sucesión intestada, y "lo que cupiere a cada uno en esa división será su<br />
legítima rigorosa".<br />
La legítima recibe esta <strong>de</strong>nominación porque es el mínimo que <strong>de</strong>be<br />
llevar un legitimario. Propiamente esta legítima es la asignación forzosa <strong>de</strong><br />
que el legitimario no pue<strong>de</strong> ser privado por el causante y que se suple con<br />
perjuicio <strong>de</strong> las disposiciones expresas <strong>de</strong>l testamento.<br />
La legítima rigorosa no es susceptible <strong>de</strong> modalida<strong>de</strong>s
La legítima rigorosa no admite modalida<strong>de</strong>s; el legitimario <strong>de</strong>be<br />
recibirla sin restricciones o limitaciones <strong>de</strong> ninguna especie.<br />
El art. 1192, inc. 1°, establece perentoriamente: "La legítima rigorosa no<br />
es susceptible <strong>de</strong> condición, plazo, modo o gravamen alguno”.<br />
Aña<strong>de</strong> el art. 1192: "Sobre lo <strong>de</strong>más que se haya <strong>de</strong>jado o se <strong>de</strong>je a los<br />
legitimarios, excepto bajo la forma <strong>de</strong> donaciones entre vivos, pue<strong>de</strong> imponer<br />
el testador los gravámenes que quiera; sin perjuicio <strong>de</strong> lo dispuesto en el art.<br />
1195".<br />
El testador pue<strong>de</strong>, entonces, imponer los gravámenes que <strong>de</strong>see sobre<br />
los <strong>de</strong>más bienes que <strong>de</strong>je al legitimario, con las siguientes limitaciones:<br />
a) Las asignaciones con cargo a la cuarta <strong>de</strong> mejoras se sujetan a la regla<br />
especial <strong>de</strong>l art. 1195, y<br />
b) Sobre lo que se dé al legitimario bajo la forma <strong>de</strong> donaciones entre<br />
vivos no podrá el donante imponerle gravámenes a su arbitrio porque tales<br />
donaciones <strong>de</strong>berán consi<strong>de</strong>rarse como anticipos a cuenta <strong>de</strong> legitima o<br />
mejora.<br />
Prioridad en el pago <strong>de</strong> la legítima rigorosa<br />
Las legítimas rigorosas gozan <strong>de</strong> preferencia para su pago sobre toda<br />
otra asignación.<br />
Deberán enterarse las legítimas y luego se pagarán las asignaciones con<br />
cargo a la cuarta <strong>de</strong> mejoras y a la <strong>de</strong> libre disposición. El art. 1189, en efecto,<br />
prescribe: "Si la suma <strong>de</strong> lo que se ha dado en razón <strong>de</strong> legítimas no alcanzare<br />
a la mitad <strong>de</strong>l acervo imaginario, el déficit se sacará <strong>de</strong> los bienes con<br />
preferencia a toda otra inversión".<br />
Incremento <strong>de</strong> la legítima rigorosa por falta <strong>de</strong> otros legitimarios<br />
El art. 1190, inc. 1°, dispone: "Si un legitimario no lleva el todo o parte<br />
<strong>de</strong> su legítima por incapacidad, indignidad o exheredación, o porque la ha<br />
repudiado, y no tiene <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia con <strong>de</strong>recho a representarle, dicho todo o<br />
parte se agregará a la mitad legitimaria, y contribuirá a formar las legítimas
igorosas <strong>de</strong> los otros".<br />
La mitad legitimaria se distribuye entre los legitimarios con<br />
prescin<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l incapaz, <strong>de</strong>l indigno, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredado o que repudió la<br />
herencia <strong>de</strong>l difunto.<br />
Por ejemplo, si el causante <strong>de</strong>ja tres hijos y uno <strong>de</strong> ellos es indigno o<br />
repudia la herencia, la mitad legitimaria se dividirá por dos.<br />
El aumento <strong>de</strong> las legítimas tiene lugar cuando falta un legitimario "y no<br />
tiene <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia con <strong>de</strong>recho a representarle". Por el contrario, si la tuviere,<br />
estos <strong>de</strong>scendientes dividirán por estirpe la parte <strong>de</strong>l legitimario que falte.<br />
La legítima aumentada porque un legitimario no lleva todo o parte <strong>de</strong> lo<br />
que le correspon<strong>de</strong>, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser una legítima rigorosa.<br />
La mitad legitimaria no aumenta sino que aumentan las legítimas pues<br />
disminuye el número <strong>de</strong> legitimarios.<br />
Legítima efectiva<br />
Se llama legítima efectiva la porción que correspon<strong>de</strong> a un legitimario<br />
en la mitad legitimaria aumentada proporcionalmente con los bienes <strong>de</strong> que el<br />
testador pudo disponer a título <strong>de</strong> mejoras o con entera libertad, y no dispuso o<br />
no tuvo efecto la disposición.<br />
El art. 1191 dispone: "Acrece a las legítimas rigorosas toda aquella<br />
porción <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> que el testador ha podido disponer a título <strong>de</strong> mejoras, o<br />
con absoluta libertad, y no ha dispuesto, o si lo ha hecho, ha quedado sin<br />
efecto la disposición.<br />
Aumentadas así las legítimas rigorosas se llaman legítimas efectivas”.<br />
El inciso final <strong>de</strong>l art. 1191 señala que: "Si concurren, como here<strong>de</strong>ros,<br />
legitimarios con quienes no lo sean, sobre lo preceptuado en este artículo<br />
prevalecerán las reglas contenidas en el Título II <strong>de</strong> este Libro".<br />
Hoy día, el art. 990 dispone que si el difunto no hubiere <strong>de</strong>jado<br />
<strong>de</strong>scendientes, ni ascendientes, ni cónyuge, le suce<strong>de</strong>rán sus hermanos, por lo<br />
que no cabe plantearse la hipótesis <strong>de</strong> que concurran, abintestato, legitimarios<br />
con quienes no lo sean. No obstante ello, el legislador <strong>de</strong> la Ley N° 19.585 no
suprimió este inciso.<br />
Concepto<br />
LAS MEJORAS<br />
La cuarta <strong>de</strong> mejoras es una asignación forzosa que tiene lugar "en la<br />
sucesión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes, ascendientes y <strong>de</strong>l cónyuge" (art. 1167, N° 3°).<br />
Cuantía <strong>de</strong> las mejoras<br />
La cuarta <strong>de</strong> mejoras se calcula <strong>de</strong>l mismo modo que las legítimas: es la<br />
cuarta parte <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l difunto, previas las <strong>de</strong>ducciones establecidas en<br />
el art. 959 (bajas generales <strong>de</strong> la herencia) y las agregaciones a que se refieren<br />
los arts. 1185, 1186 y 1187 (acervos imaginarios) (art. 1184).<br />
Todo lo dicho para el cálculo <strong>de</strong> las legítimas es aplicable a las mejoras.<br />
El partícipe <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras pue<strong>de</strong> ser here<strong>de</strong>ro o legatario<br />
El legitimario es siempre here<strong>de</strong>ro. El partícipe <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras<br />
pue<strong>de</strong> ser here<strong>de</strong>ro o legatario.<br />
El asignatario a quien el testador <strong>de</strong>ja la cuarta <strong>de</strong> mejoras o una parte<br />
alícuota <strong>de</strong> ella, es here<strong>de</strong>ro. El asignatario a quien se <strong>de</strong>jan <strong>de</strong>terminados<br />
bienes con cargo a la cuarta <strong>de</strong> mejoras, es un legatario.<br />
Quiénes pue<strong>de</strong>n ser asignatarios <strong>de</strong> mejoras<br />
Con anterioridad a la reforma <strong>de</strong> la Ley N° 18.802, los asignatarios <strong>de</strong> la<br />
cuarta <strong>de</strong> mejoras <strong>de</strong>bían ser necesariamente <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>l causante,<br />
tuvieran o no la calidad <strong>de</strong> legitimarios.<br />
En virtud <strong>de</strong> la reforma, también pue<strong>de</strong> ser asignatario <strong>de</strong> mejoras el<br />
cónyuge sobreviviente.<br />
La Ley N° 19.585 incorporó a los ascendientes como asignatario
forzoso <strong>de</strong> cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
El art. 1184 dispone que son asignatarios <strong>de</strong> cuarta <strong>de</strong> mejoras: a) los<br />
<strong>de</strong>scendientes; b) los ascendientes; c) el cónyuge.<br />
Entre estas personas goza el testador <strong>de</strong> completa libertad <strong>de</strong><br />
disposición. El art. 1195, inc. 1°, dispone que <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras pue<strong>de</strong><br />
hacer el donante o testador la distribución que quiera entre sus <strong>de</strong>scendientes,<br />
su cónyuge y sus ascendientes; podrá pues asignar a uno o más <strong>de</strong> ellos toda la<br />
dicha cuarta con ex<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong> los otros.<br />
La cuarta <strong>de</strong> mejoras requiere la presencia <strong>de</strong> asignatarios <strong>de</strong> ella.<br />
En conformidad con lo dispuesto por el art. 1184, inc. 3º, una cuarta<br />
parte <strong>de</strong> la herencia pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>stinada para las mejoras con que el difunto<br />
haya querido favorecer a su cónyuge o a uno o más <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>scendientes o<br />
ascendientes, sean o no legitimarios.<br />
Esto no significa que el causante que tenga legitimarios esté obligado a<br />
disponer <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras. Lo que ocurre, es que, concurriendo<br />
cualquiera o todos ellos, el causante pue<strong>de</strong> favorecerlos asignándoles total o<br />
parcialmente esta cuarta parte <strong>de</strong> sus bienes, sean o no legitimarios.<br />
El causante que tiene hijos (por lo tanto legitimarios) y nietos (que en<br />
presencia <strong>de</strong> sus padres no tienen la calidad <strong>de</strong> legitimarios), pue<strong>de</strong>n ser<br />
asignatarios <strong>de</strong> cuarta <strong>de</strong> mejoras el o los nietos.<br />
La cuarta <strong>de</strong> mejoras es una asignación forzosa en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los<br />
ascendientes, en el <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes y <strong>de</strong>l cónyuge. Si el causante no<br />
dispone <strong>de</strong> ella, ella acrece a la legítima rigorosa, e incrementa la cuota que<br />
llevan los legitimarios (art. 1191).<br />
Las mejoras caben sólo en la sucesión testada.<br />
La cuarta <strong>de</strong> mejoras sólo existe en la sucesión testada; requiere una<br />
expresa <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> voluntad <strong>de</strong> testador.<br />
A falta <strong>de</strong> esta manifestación <strong>de</strong> voluntad la porción <strong>de</strong> bienes que<br />
constituiría la cuarta <strong>de</strong> mejoras acrecerá a las legítimas conforme al art. 1191.
La mitad legitimaria se divi<strong>de</strong> entre los legitimarios conforme a las<br />
reglas <strong>de</strong> la sucesión intestada: los legitimarios concurren, son ex<strong>cl</strong>uidos y<br />
representados según las mismas reglas. No ocurre así con la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
Se distribuye con arreglo a lo dispuesto por el testador y no tiene cabida el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> representación.<br />
La cuarta <strong>de</strong> mejoras admite ciertas modalida<strong>de</strong>s.<br />
La legítima rigorosa no es susceptible <strong>de</strong> plazo, modo, condición o<br />
gravamen alguno (art. 1192, inc. 1°). La cuarta <strong>de</strong> mejoras, en cambio, admite<br />
ciertas modalida<strong>de</strong>s.<br />
El art. 1195, inc. 2°, previene: "Los gravámenes impuestos a los<br />
partícipes <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras serán siempre en favor <strong>de</strong>l cónyuge, o <strong>de</strong><br />
uno o más <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes o ascendientes <strong>de</strong>l testador".<br />
En otros términos, los gravámenes <strong>de</strong>ben ce<strong>de</strong>r necesariamente en favor<br />
<strong>de</strong> personas a quienes el causante pudo asignar la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
Promesa <strong>de</strong> no disponer <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
La Ley prohíbe perentoriamente, so pena <strong>de</strong> nulidad, los pactos sobre<br />
sucesión futura (art. 1463). Sin embargo, el causante pue<strong>de</strong> convenir que no<br />
dispondrá <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras. Este pacto sobre sucesión futura es válido,<br />
por excepción, en los términos <strong>de</strong>l art. 1204.<br />
Dice el art. 1204: "Si el difunto hubiere prometido por escritura pública<br />
entre vivos a su cónyuge o a alguno <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>scendientes o ascendientes, que a<br />
la sazón era legitimario, no donar, ni asignar por testamento parte alguna <strong>de</strong> la<br />
cuarta <strong>de</strong> mejoras, y <strong>de</strong>spués contraviniere a su promesa, el favorecido con<br />
ésta tendrá <strong>de</strong>recho a que los asignatarios <strong>de</strong> esa cuarta le enteren lo que le<br />
habría valido el cumplimiento <strong>de</strong> la promesa, a prorrata <strong>de</strong> lo que su infracción<br />
les aprovechare.<br />
Cualesquiera otras estipulaciones sobre la sucesión futura, entre un<br />
legitimario y el que le <strong>de</strong>be la legítima, serán nulas y <strong>de</strong> ningún valor".<br />
El pacto es solemne y <strong>de</strong>be constar necesariamente por escritura<br />
pública;<br />
La estipulación <strong>de</strong>berá precisamente consistir en no disponer <strong>de</strong> la
cuarta <strong>de</strong> mejoras, esto es, <strong>de</strong>jar los bienes entregados a la distribución que<br />
hace la ley. El art. 1204, inc. 2°, es con<strong>cl</strong>uyente: "Cualesquiera otras<br />
estipulaciones sobre la sucesión futura, entre un legitimario y el que le <strong>de</strong>be la<br />
legítima, serán nulas y <strong>de</strong> ningún valor".<br />
El pacto <strong>de</strong>be celebrarse entre el causante, por un lado, y por el otro,<br />
con el cónyuge o alguno <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>scendientes o ascendientes, que tenga el<br />
carácter <strong>de</strong> legitimario al tiempo <strong>de</strong> celebrarse el convenio.<br />
Violada la promesa, el favorecido con ésta tendrá <strong>de</strong>recho a que los<br />
asignatarios <strong>de</strong> esa cuarta le enteren lo que le habría valido el cumplimiento <strong>de</strong><br />
la promesa, a prorrata <strong>de</strong> lo que su infracción les aprovechare.<br />
Supóngase que el causante tenía tres hijos A, B y C. Prometió a A no<br />
disponer <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras y dispuso <strong>de</strong> ella totalmente en favor <strong>de</strong> B. A<br />
tiene <strong>de</strong>recho para <strong>de</strong>mandar <strong>de</strong> B el tercio <strong>de</strong> la referida cuarta.<br />
Por ejemplo:<br />
Acervo líquido o imaginario ..................... $120.000<br />
Mitad legitimaria ..................... 60.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> mejoras ..................... 30.000<br />
Cuarta <strong>de</strong> libre disposición ..................... 30.000<br />
A tiene <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>mandar <strong>de</strong> B lo que le habría correspondido si el<br />
causante no hubiera dispuesto <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras, o sea, la cantidad <strong>de</strong><br />
$10.000.<br />
Pago <strong>de</strong> las legítimas y mejoras.<br />
Señalamiento <strong>de</strong> los bienes que <strong>de</strong>ben enterar las legítimas.<br />
De acuerdo con el art. 1197, "el que <strong>de</strong>ba una legítima podrá en todo<br />
caso señalar las especies en que haya <strong>de</strong> hacerse su pago; pero no podrá <strong>de</strong>legar<br />
esta facultad a persona alguna, ni tasar los valores <strong>de</strong> dichas especies".<br />
De este modo, el testador podrá <strong>de</strong>cir: "Dejo a mi hijo Juan, con cargo a<br />
su legítima, la hacienda Las Palmas”, pero le está vedado avaluarla. Una<br />
tasación arbitraria importaría una violación <strong>de</strong> las legítimas. Si se atribuye a<br />
las especies un valor excesivo, se perjudica al legitimario a quien <strong>de</strong>ben
entregarse en pago <strong>de</strong> su legítima; si se les asigna un valor exiguo, se<br />
perjudica a los <strong>de</strong>más legitimarios.<br />
La facultad <strong>de</strong> <strong>de</strong>signar las especies es in<strong>de</strong>legable.<br />
Caso en que lo dado en razón <strong>de</strong> legítimas es inferior a la mitad<br />
legitimaria.<br />
El art. 1189 dispone: "Si la suma <strong>de</strong> lo que se ha dado en razón <strong>de</strong><br />
legítimas no alcanzare a la mitad <strong>de</strong>l acervo imaginario, el déficit se sacará <strong>de</strong><br />
los bienes con preferencia a toda otra inversión", o lo que es igual, <strong>de</strong>berá<br />
antes que nada completarse las legítimas y darse a los legitimarios lo que falte<br />
para enterarlas.<br />
Ejemplo:<br />
Acervo líquido ..................... $100.000<br />
Donación irrevocable al legitimario A ..................... 10.000<br />
Donación irrevocable al legitimario B ..................... 30.000<br />
Acervo imaginario ..................... $140.000<br />
Mitad <strong>de</strong>l acervo ..................... 70.000<br />
La suma <strong>de</strong> lo donado alcanza a $40.000, cantidad que es inferior a la<br />
mitad <strong>de</strong>l acervo imaginario.<br />
Con preferencia a toda otra inversión <strong>de</strong>ben pagarse los $ 30.000 que<br />
faltan para completar las legítimas.<br />
Caso en que lo dado en razón <strong>de</strong> legítimas exce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la mitad<br />
legitimaria.<br />
En la hipótesis contraria, o sea, si lo que se ha dado en razón <strong>de</strong><br />
legítimas exce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la mitad legitimaria, se aplica la regla <strong>de</strong>l art. 1193.: "Si lo<br />
que se ha dado o se da en razón <strong>de</strong> legítimas, excediere a la mitad <strong>de</strong>l acervo<br />
imaginario, se imputará a la cuarta <strong>de</strong> mejoras, sin perjuicio <strong>de</strong> dividirse en la<br />
proporción que corresponda entre los legitimarios".<br />
Conforme al inciso 2º <strong>de</strong>l art. 1193 si lo que se ha asignado al cónyuge<br />
sobreviviente no fuere suficiente para completar la porción mínima que le<br />
correspon<strong>de</strong> en atención a lo dispuesto en el art. 988, la diferencia <strong>de</strong>berá
pagarse también con cargo a la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
Caso en que lo que se da en razón <strong>de</strong> mejoras exceda <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong><br />
mejoras.<br />
Pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r que lo que se ha dado a título <strong>de</strong> mejoras exceda <strong>de</strong> la<br />
cuarta parte <strong>de</strong>l acervo imaginario, <strong>de</strong>stinado al pago <strong>de</strong> tales mejoras. En tal<br />
caso, el exce<strong>de</strong>nte se sacará <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> libre disposición, con preferencia a<br />
toda inversión que <strong>de</strong>ba pagarse con cargo a ella.<br />
En efecto, el art. 1194 dispone: "Si las mejoras (comprendiendo el<br />
exceso o la diferencia <strong>de</strong> que habla el artículo prece<strong>de</strong>nte, en su caso) no<br />
cupieren en la cuarta parte <strong>de</strong>l acervo imaginario, este exceso o diferencia se<br />
imputará a la cuarta parte restante, con preferencia a cualquier objeto <strong>de</strong> libre<br />
disposición a que el difunto la haya <strong>de</strong>stinado".<br />
Reducción <strong>de</strong> las legítimas y mejoras.<br />
Si resultare <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> las reglas anteriores que no es posible<br />
completar las legítimas o mejoras, en otros términos, el causante hubiere<br />
dispuesto <strong>de</strong> más que el caudal hereditario, no cabe otra solución que reducir<br />
las legítimas y mejoras.<br />
El art. 1196 dispone: "Si no hubiere cómo completar las legítimas y<br />
mejoras, calculadas en conformidad a los artículos prece<strong>de</strong>ntes, se rebajarán<br />
unas y otras a prorrata”.<br />
Imputación <strong>de</strong> los valores acumulados.<br />
Los valores acumulados a la masa se imputan al haber <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro que<br />
los colacionó.<br />
El here<strong>de</strong>ro que colaciona una liberalidad es <strong>de</strong>udor <strong>de</strong> la sucesión <strong>de</strong>l<br />
valor acumulado. Por otra parte, la sucesión le a<strong>de</strong>uda su respectivo haber.<br />
Estas obligaciones mutuas se compensan y se extinguen hasta concurrencia <strong>de</strong><br />
la menor.<br />
Si el haber <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro es superior a los valores acumulados, tendrá<br />
<strong>de</strong>recho a recibir el saldo; si es inferior <strong>de</strong>berá pagar la diferencia.
Ejemplo:<br />
Acervo líquido ..................... $40.000<br />
Donación irrevocable al hijo A ..................... 45.000<br />
Donación irrevocable al hijo B ..................... 15.000<br />
Acervo imaginario ..................... $100.000<br />
El haber <strong>de</strong> cada hijo ascien<strong>de</strong> a $50.000 y se le entera imputándosele la<br />
donación que cada uno ha colacionado y con el saldo necesario para completar<br />
su haber.<br />
El haber <strong>de</strong> A se pagará con $45.000 valor <strong>de</strong> la donación colacionada,<br />
ya recibidos, y con un saldo <strong>de</strong> $5.000. El haber <strong>de</strong> B se le enterará con<br />
$15.000, valor <strong>de</strong> la donación irrevocable y con su saldo <strong>de</strong> $35.000.<br />
Imputación a la legítima.<br />
Si la donación acumulada es a título <strong>de</strong> legítima, el valor acumulado se<br />
imputará a la porción <strong>de</strong> bienes que corresponda al donatario a título <strong>de</strong><br />
legítima en la sucesión <strong>de</strong>l donante.<br />
El art. 1198 establece que, en principio, "todas las donaciones, sean<br />
revocables o irrevocables, hechas a un legitimario, que tenía entonces la<br />
calidad <strong>de</strong> tal, se imputarán a su legítima".<br />
Si falta el legitimario, la imputación se hará a la legítima <strong>de</strong> sus<br />
<strong>de</strong>scendientes (art. 1200, inc. 3°).<br />
La imputación a la legítima sólo es posible si el donatario es llamado a<br />
suce<strong>de</strong>r como legitimario. Por este motivo se resuelve la donación hecha a<br />
quien no era legitimario <strong>de</strong>l donante y <strong>de</strong>spués no adquiere esta calidad (art.<br />
1200, inc. 1°) y al que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> serlo por incapacidad, indignidad,<br />
<strong>de</strong>sheredamiento, etc. (art. 1200, inc. 2°).<br />
Imputación a mejoras.<br />
Cuando la donación es a título <strong>de</strong> mejoras, el valor acumulado <strong>de</strong>berá<br />
imputarse a lo que el donatario <strong>de</strong>ba recibir en la sucesión <strong>de</strong>l difunto a título<br />
<strong>de</strong> mejoras.
No es posible la imputación si el donatario nada recibe a título <strong>de</strong><br />
mejoras y por tal motivo se resuelve la donación que se hiciere a título <strong>de</strong><br />
mejora a una persona que se creía <strong>de</strong>scendiente o ascendiente <strong>de</strong>l donante y no<br />
lo era.<br />
Lo mismo suce<strong>de</strong>rá si el donatario, <strong>de</strong>scendiente o ascendiente <strong>de</strong>l<br />
donante, ha llegado a faltar por incapacidad, indignidad, <strong>de</strong>sheredación o<br />
repudiación.<br />
También se resolverá la donación revocable que se hiciere a título <strong>de</strong><br />
mejora a una persona que se creía cónyuge y no lo era, o si ha llegado a faltar<br />
por incapacidad, indignidad, o repudiación (art. 1201).<br />
El testador pue<strong>de</strong> <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar en su testamento o por acto entre vivos su<br />
intención que el pago hecho por él en vida <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> un legitimario que<br />
sea <strong>de</strong>scendiente no se impute a la legítima <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro forzoso. En este caso,<br />
dichos <strong>de</strong>sembolsos se consi<strong>de</strong>ran como mejoras. Por ejemplo, dice el<br />
testador: es mi voluntad que el pago <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> $ 100 que hice a mi hijo<br />
Pedro no se impute a su legítima. Los $ 100 se imputan, en tal caso, a mejoras.<br />
El inciso final <strong>de</strong>l precepto agrega que si el difunto, en el caso que se<br />
comenta, hubiere asignado al mismo legitimario a título <strong>de</strong> mejoras alguna<br />
cuota <strong>de</strong> la herencia o una cantidad <strong>de</strong> dinero, lo <strong>de</strong>sembolsos hechos por el<br />
causante para el pago <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda <strong>de</strong>l legitimario y que se van a imputar a la<br />
cuarte <strong>de</strong> mejoras por expresa disposición <strong>de</strong> aquél, se imputan a dichas<br />
asignaciones, las cuales valdrán siempre como mejoras en lo que excedieren a<br />
dichos <strong>de</strong>sembolsos. Naturalmente que siempre primará al respecto lo<br />
dispuesto por el testador.<br />
Imputación cuando el haber <strong>de</strong>l donatario es superior al valor<br />
acumulado.<br />
Cuando el haber <strong>de</strong>l donatario es superior al valor <strong>de</strong> las donaciones<br />
acumuladas, la compensación entre ambos valores <strong>de</strong>ja un saldo a su favor. El<br />
donatario tiene, lógicamente, <strong>de</strong>recho a que se le complete su haber.<br />
El art. 1206, inc. 1°, dispone: "Si al donatario <strong>de</strong> especies que <strong>de</strong>ban<br />
imputarse a su legítima o mejora, le cupiere <strong>de</strong>finitivamente una cantidad no<br />
inferior a lo que valgan las mismas especies, tendrá <strong>de</strong>recho a conservarIas y
exigir el saldo, y no podrá obligar a los <strong>de</strong>más asignatarios a que le cambien<br />
las especies, o le <strong>de</strong>n su valor en dinero".<br />
Imputación cuando el haber <strong>de</strong>l donatario es inferior al valor<br />
acumulado.<br />
Por la inversa, si el haber <strong>de</strong>l donatario es inferior al valor acumulado,<br />
operada la compensación entre ambos valores, quedará un saldo en su contra;<br />
el donatario <strong>de</strong>be pagar este alcance.<br />
El art. 1206, inc. 2°, prescribe: "Y si le cupiera <strong>de</strong>finitivamente una<br />
cantidad inferior al valor <strong>de</strong> las mismas especies, y estuviere obligado a pagar<br />
un saldo, podrá a su arbitrio hacer este pago en dinero, o restituir una o más <strong>de</strong><br />
dichas especies, y exigir la <strong>de</strong>bida compensación pecuniaria por lo que el<br />
valor actual <strong>de</strong> las especies que restituya excediere al saldo que <strong>de</strong>be":<br />
Imputación <strong>de</strong> los legados.<br />
Los legados no se acumulan a la masa por la sencilla razón que forman<br />
parte <strong>de</strong> ella. Por esto, no los menciona el art. 1185.<br />
Los legados se imputan al haber <strong>de</strong>l legatario. El art. 1198 dispone que<br />
"todos los legados" hechos a un legitimario se imputan a su legítima, a menos<br />
que en el testamento o en acto posterior autentico aparezca que el legado ha<br />
sido a título <strong>de</strong> mejora.<br />
Esta imputación <strong>de</strong> los legados a la legítima, a menos <strong>de</strong> aparecer que el<br />
testador <strong>de</strong>sea que se imputen a mejora, es absurda porque conduce a la<br />
anulación <strong>de</strong>l legado. El legado resulta puramente nominal.<br />
Ejemplo:<br />
Acervo líquido ..................... $100.000<br />
2 hijos: Legado al legitimario A ..................... 20.000<br />
A y B Mitad legitimaria ..................... 50.000<br />
Legítima <strong>de</strong> A ..................... $25.000<br />
El legado no se acumula pero se imputa a la legítima. El legitimario A<br />
entera su legítima con $20.000, valor <strong>de</strong>l legado, y con un saldo <strong>de</strong> $5.000. El<br />
legado no tiene más alcance que un señalamiento <strong>de</strong> bienes con que ha <strong>de</strong>
enterarse la legítima.<br />
Quiénes aprovechan <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong>l acervo imaginario.<br />
El art. 1199 dispone: "La acumulación <strong>de</strong> lo que se ha dado<br />
irrevocablemente en razón <strong>de</strong> legítimas o <strong>de</strong> mejoras, para el cómputo<br />
prevenido en el art. 1185 y siguientes, no aprovecha a los acreedores<br />
hereditarios ni a los asignatarios que lo sean a otro título que el <strong>de</strong> legítima o<br />
mejora”.<br />
El aumento <strong>de</strong>l acervo, consecuencial <strong>de</strong> la acumulación, incrementa<br />
proporcionalmente la mitad legitimaria y la cuarta <strong>de</strong> mejoras.<br />
Por ejemplo, el causante <strong>de</strong>ja dos hijos, Pedro y Juan; en vida donó<br />
irrevocablemente $40.000 a Pedro y el acervo líquido ascien<strong>de</strong> a $100.000. El<br />
acervo imaginario se eleva a $140.000, que <strong>de</strong>be dividirse por iguales partes<br />
entre los hijos.<br />
Juan aprovecha <strong>de</strong> la acumulación porque su haber se calcula sobre<br />
$140.000 y no sobre el acervo líquido <strong>de</strong> $100.000.<br />
El provecho <strong>de</strong> computación o cuantía será suficiente cada vez que en la<br />
masa haya bienes bastantes para enterar el haber <strong>de</strong> los asignatarios no<br />
favorecidos con las donaciones irrevocables, sin recurrir a los valores<br />
acumulados. En el ejemplo, Juan pue<strong>de</strong> pagarse <strong>de</strong> su haber <strong>de</strong> $70.000 sin<br />
tener en cuenta el valor <strong>de</strong> la donación a Pedro.<br />
Será insuficiente, en cambio, cuando la asignación a título <strong>de</strong> legítima o<br />
mejora <strong>de</strong>ba enterarse con los valores acumulados. Supóngase que el causante<br />
<strong>de</strong>jó bienes por valor <strong>de</strong> $40.000 y donó irrevocablemente a su hijo Pedro<br />
$100.000. Como en el ejemplo anterior, el acervo imaginario es <strong>de</strong> $140.000 y<br />
el haber <strong>de</strong> cada asignatario ascien<strong>de</strong> a $70.000.<br />
Pero es <strong>cl</strong>aro que el haber <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> $70.000 no alcanza a pagarse con<br />
los bienes que realmente hay en la masa. No basta, en este caso, acumular la<br />
donación para equiparar a los asignatarios. Es menester enterar el haber con<br />
los valores acumulados. Juan enterará su haber con los $40.000 que existen y<br />
con $30.000 que <strong>de</strong>be pagarle Pedro. En otros términos, se le completará su<br />
haber adjudicándole un crédito en contra <strong>de</strong>l asignatario que colacionó la<br />
donación.
¿Los asignatarios <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong> libre disposición se aprovechan <strong>de</strong> la<br />
acumulación <strong>de</strong> las donaciones irrevocables en razón <strong>de</strong> legítimas y mejoras?<br />
Dice Abeliuk: “Hay quienes opinan que esta acumulación <strong>de</strong> las<br />
disposiciones beneficia no sólo a la mitad legitimaria, y a la cuarta <strong>de</strong> mejoras,<br />
sino también a la parte <strong>de</strong> libre disposición; se basan para ello en que el art.<br />
1185 habla <strong>de</strong> computar las cuartas <strong>de</strong>l artículo prece<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las<br />
cuales queda comprendida, naturalmente, la <strong>de</strong> libre disposición.<br />
Pero en realidad es necesario efectuar previamente un distingo al<br />
respecto entre las donaciones revocables y las irrevocables.<br />
La acumulación <strong>de</strong> las donaciones irrevocables no pue<strong>de</strong> nunca<br />
beneficiar a la parte <strong>de</strong> libre disposición al tenor <strong>de</strong>l art. 1199, según el cual<br />
“la acumulación <strong>de</strong> lo que se ha dado irrevocablemente en razón <strong>de</strong> legítimas<br />
o <strong>de</strong> mejoras, para el cómputo prevenido en el art. 1185 y siguientes, no<br />
aprovecha a los acreedores hereditarios ni a los asignatarios que lo sean a otro<br />
título que el <strong>de</strong> legítima o mejora”. Esta acumulación sólo aprovecha a los<br />
legitimarios y mejoreros; luego no beneficia a los asignatarios <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong><br />
libre disposición.<br />
Pero como el precepto se refiere únicamente a las donaciones<br />
irrevocables, quiere <strong>de</strong>cir que respecto <strong>de</strong> las revocables recupera su vigor el<br />
argumento <strong>de</strong>l art. 1185; en consecuencia, la acumulación <strong>de</strong> las donaciones<br />
revocables beneficiará a la cuarta <strong>de</strong> libre disposición”.<br />
Acreedores hereditarios.<br />
La regla <strong>de</strong>l art. 1199 es plenamente aplicable a los acreedores<br />
hereditarios. No benefician, en ningún sentido, <strong>de</strong> la acumulación.<br />
La acumulación no influye en absoluto, como se compren<strong>de</strong>, en la<br />
cuantía <strong>de</strong> los créditos; se mantienen idénticos cualquiera que sean las<br />
fluctuaciones <strong>de</strong> la masa.<br />
En nota al Proyecto <strong>de</strong> 1853, <strong>de</strong>cía Bello: "Los acreedores hereditarios<br />
no tienen acción alguna contra las cantida<strong>de</strong>s donadas entre vivos que un<br />
<strong>de</strong>scendiente colaciona y que se agregan imaginaria o efectivamente al<br />
acervo".<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> prenda general <strong>de</strong> los acreedores no alcanza a los bienes<br />
que han salido <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor. Para obtener que se consi<strong>de</strong>ren las
donaciones irrevocables, <strong>de</strong>ben recurrir a la acción pauliana o revocatoria.<br />
Pero esta imposibilidad <strong>de</strong> perseguir los bienes que han salido <strong>de</strong>l<br />
patrimonio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor es puramente nominal; estos bienes han pasado al<br />
patrimonio <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l causante, responsable <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>udas. De este<br />
modo, los acreedores podrán perseguirlos en el patrimonio <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro don<strong>de</strong><br />
se encuentran los bienes donados irrevocablemente.<br />
El resultado final es que los acreedores pue<strong>de</strong>n pagarse con los bienes<br />
donados.<br />
La regla <strong>de</strong>l art. 1199, en relación con los acreedores hereditarios, viene<br />
a ser plenamente verdad sólo cuando la herencia se ha aceptado con beneficio<br />
<strong>de</strong> inventario.<br />
EL DESHEREDAMIENTO<br />
El régimen <strong>de</strong> asignaciones forzosas requiere un correctivo que es el<br />
<strong>de</strong>sheredamiento. Es menester que el causante disponga <strong>de</strong> un recurso para<br />
privar a los legitimarios <strong>de</strong> su legítima y sancionar, <strong>de</strong> este modo, los graves<br />
atentados <strong>de</strong> que le haga víctima la infracción <strong>de</strong> sus elementales <strong>de</strong>beres.<br />
No sería equitativo que el causante, contra quien el legitimario ha<br />
cometido una grave ofensa, no obstante, <strong>de</strong>ba <strong>de</strong>jarle una parte consi<strong>de</strong>rable<br />
<strong>de</strong> sus bienes.<br />
El art. 1207 <strong>de</strong>fine el <strong>de</strong>sheredamiento: "es una disposición<br />
testamentaria en que se or<strong>de</strong>na que un legitimario sea privado <strong>de</strong>l todo o parte<br />
<strong>de</strong> su legítima". Habría que agregar en virtud <strong>de</strong> justa causa, taxativamente<br />
señalada por la ley.<br />
Requisitos<br />
a) Una <strong>cl</strong>áusula testamentaria;<br />
b) Causa legal <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento;<br />
c) Especificación <strong>de</strong> la causal, y<br />
d) Prueba <strong>de</strong> la causal.
En resumen, es menester un testamento y que se fun<strong>de</strong> en una causa<br />
legal, expresa y cierta.<br />
El art. 1207, inc. 2°, establece que no valdrá el <strong>de</strong>sheredamiento que no<br />
se conforme a las reglas legales.<br />
Causas legales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento<br />
El <strong>de</strong>sheredamiento <strong>de</strong>be fundarse en una causa legal que el art. 1208<br />
señala taxativamente. Tales son las únicas causas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento, según<br />
se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong>L inciso 1° <strong>de</strong> la citada disposición.<br />
En cualquiera <strong>de</strong> estas causales pue<strong>de</strong> fundarse el <strong>de</strong>sheredamiento <strong>de</strong><br />
un <strong>de</strong>scendiente; los ascendientes y el cónyuge podrán ser exheredados sólo<br />
por las tres primeras.<br />
Las causas legales son las siguientes:<br />
1ª Por haber cometido injuria grave contra el testador en su persona, honor<br />
o bienes, o en la persona, honor o bienes <strong>de</strong> su cónyuge, o <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> sus<br />
ascendientes o <strong>de</strong>scendientes (art. 1208 N° 1°);<br />
2ª Por no haberle socorrido en el estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>mencia o <strong>de</strong>stitución,<br />
pudiendo (art. 1208 N° 2°);<br />
3ª Por haberse valido <strong>de</strong> fuerza o dolo para impedirle testar (art. 1208 N°<br />
3°);<br />
4ª Por haberse casado sin el consentimiento <strong>de</strong> un ascendiente, estando<br />
obligado a obtenerlo (art. 1208 N° 4), y<br />
5ª Por haber cometido un <strong>de</strong>lito que merezca pena aflictiva; o por haberse<br />
abandonado a los vicios o ejercido granjerías infames, a menos que se pruebe<br />
que el testador no cuidó <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredado (art. 1208 N° 5°).<br />
Especificación <strong>de</strong> la causal<br />
La causal <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento <strong>de</strong>be señalarse específica y<br />
nominativamente en el testamento. En otros términos, el testador <strong>de</strong>be señalar
con precisión los hechos que lo motivan, la razón <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento.<br />
El art. 1209 pro<strong>cl</strong>ama que no valdrá ninguna causa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sheredamiento<br />
mencionado en el artículo anterior, "si no se expresa en el testamento<br />
específicamente".<br />
Prueba <strong>de</strong> la causal<br />
Por último, es menester que la causal sea probada judicialmente. La<br />
prueba pue<strong>de</strong> haberse producido "en vida <strong>de</strong>l testador" o producirse "<strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> su muerte" por las personas interesadas en el <strong>de</strong>sheredamiento (art. 1209,<br />
inc. 1°).<br />
Con todo, no es necesaria la prueba <strong>de</strong> la causal cuando el <strong>de</strong>sheredado<br />
no re<strong>cl</strong>ama su legítima en el plazo legal. Este plazo es <strong>de</strong> cuatro años<br />
contados, regularmente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión. Si el <strong>de</strong>sheredado es<br />
incapaz cuando la sucesión se abre, el plazo se contará "<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día en que<br />
haya cesado su incapacidad <strong>de</strong> administrar" (art. 1209, inc. 2°).<br />
La excepción se justifica sobradamente: a) la actitud pasiva <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>sheredado importa un reconocimiento implícito <strong>de</strong> la justicia <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>sheredamiento; b) los asignatarios que están en posesión <strong>de</strong> la legítima, sin<br />
que nadie les perturbe, no tienen interés en entablar un juicio <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sheredamiento, y c) el plazo se ha fijado en cuatro años porque es el tiempo<br />
en que prescribe la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento <strong>de</strong> que disponen los<br />
legitimarios para re<strong>cl</strong>amar su legítima. Prescrita la acción, el legitimario no<br />
pue<strong>de</strong> re<strong>cl</strong>amar la legítima <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>sheredamiento le ha privado y ya no<br />
será menester acreditar los hechos constitutivos <strong>de</strong> la causal.<br />
Efectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento<br />
Los efectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento serán los que el testador <strong>de</strong>termine. Si<br />
el testador no los limita expresamente, la ley suple su silencio:<br />
a) El <strong>de</strong>sheredamiento priva al legitimario <strong>de</strong> su legítima; tal es su efecto<br />
fundamental;<br />
b) El <strong>de</strong>sheredado queda privado, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> "todas las asignaciones por<br />
causa <strong>de</strong> muerte", esto es, <strong>de</strong> cualquiera otra que le corresponda por esta<br />
causa;
c) Queda privado, asimismo, <strong>de</strong> "todas las donaciones que le haya hecho el<br />
<strong>de</strong>sheredador" (art. 1210, inc. 1°);<br />
d) Las herencias que pasan al hijo por <strong>de</strong>sheredamiento <strong>de</strong>l padre o madre,<br />
configuran una excepción a la patria potestad <strong>de</strong>l padre o madre (art. 250 N°<br />
3°), y<br />
e) Los efectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento no se extien<strong>de</strong>n a los alimentos, excepto<br />
en los casos <strong>de</strong> injuria atroz (art. 1210, inc. 2º).<br />
Revocación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sheredamiento<br />
El <strong>de</strong>sheredamiento, <strong>cl</strong>áusula testamentaria, pue<strong>de</strong> revocarse como<br />
cualquiera otra disposición testamentaria, total o parcialmente.<br />
El art. 1211 dispone que no se entien<strong>de</strong> revocado tácitamente el<br />
<strong>de</strong>sheredamiento por haber intervenido reconciliación ni será admitido el<br />
<strong>de</strong>sheredado a probar que el testador tuvo la intención <strong>de</strong> revocarlo.<br />
REVOCACIÓN Y REFORMA DEL TESTAMENTO<br />
REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO.<br />
El testador, mientras viva, conserva la facultad <strong>de</strong> revocar las<br />
disposiciones contenidas en el testamento.<br />
El art. 1001 dice que las disposiciones testamentarias son<br />
"esencialmente revocables" y no vale ningún acto o <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración que tienda a<br />
limitar la facultad <strong>de</strong> revocarlas.<br />
El testador pue<strong>de</strong> en todo tiempo anterior a su fallecimiento, revocar sus<br />
disposiciones por la sola razón <strong>de</strong> que no <strong>de</strong>sea perseverar en ellas.<br />
Como se compren<strong>de</strong>, la revocabilidad es la más vigorosa garantía <strong>de</strong> la<br />
libertad <strong>de</strong> testar; las maniobras <strong>de</strong> toda índole que se empleen para torcer la<br />
voluntad <strong>de</strong>l testador pier<strong>de</strong>n gran parte <strong>de</strong> su eficacia si éste, en cualquier
tiempo, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rogar las disposiciones testamentarias fruto <strong>de</strong> la amenaza o<br />
<strong>de</strong>l engaño.<br />
La revocación es el único medio <strong>de</strong> hacer inválido un testamento<br />
"otorgado válidamente", es <strong>de</strong>cir, que cumple los requisitos formales que la<br />
ley prescribe y no adolece <strong>de</strong> vicios.<br />
Sin embargo, los testamentos privilegiados caducan, sin necesidad <strong>de</strong><br />
revocación, en los casos previstos por la ley (art. 1212).<br />
La revocabilidad alcanza a las "disposiciones", pero no a las<br />
"<strong>de</strong><strong>cl</strong>araciones" que el testamento contenga, máxime cuando crean <strong>de</strong>rechos<br />
en favor <strong>de</strong> terceros, como es el caso típico <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> un hijo.<br />
Formalidad <strong>de</strong> la revocación<br />
La revocación es un acto solemne como lo es el testamento mismo que<br />
se preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar sin efecto.<br />
El art. 1213, inc. 1°, dispone: "El testamento solemne pue<strong>de</strong> ser<br />
revocado expresamente en todo o parte, por un testamento solemne o<br />
privilegiado".<br />
La disposición no es afortunada en su redacción: 1°) porque el<br />
testamento solemne pue<strong>de</strong> ser también revocado "tácitamente" por otro<br />
testamento, y 2°) porque es obvio que un testamento privilegiado pue<strong>de</strong> ser<br />
revocado por un testamento solemne o privilegiado.<br />
El Código <strong>de</strong>bió <strong>de</strong>cir, más llanamente, que todo testamento podrá<br />
revocarse, en todo o parte, por un testamento posterior.<br />
Revocación hecha en un testamento privilegiado<br />
La revocación pue<strong>de</strong> hacerse por medio <strong>de</strong> un testamento posterior<br />
solemne o privilegiado.<br />
Pero el testamento privilegiado está expuesto a per<strong>de</strong>r su eficacia por<br />
una causal típica: la caducidad.<br />
¿Qué suerte corre la revocación hecha en un testamento privilegiado
que caduca? El art. 1213 contesta a esta interrogación: "la revocación que se<br />
hiciere con un testamento privilegiado caducará con el testamento que la<br />
contiene, y subsistirá el anterior".<br />
Revocación <strong>de</strong>l testamento revocatorio<br />
El testamento revocatorio pue<strong>de</strong> ser revocado, a su turno. ¿Revivirá el<br />
primitivo testamento?<br />
El art. 1214 respon<strong>de</strong>: "Si el testamento que revoca un testamento<br />
anterior es revocado a su vez, no revive por esta revocación el primer<br />
testamento, a menos que el testador manifieste voluntad contraria".<br />
Revocación total y parcial<br />
La revocación pue<strong>de</strong> ser total o parcial (art. 1212, inc. 3°).<br />
La revocación es total si el testamento es íntegramente abolido y quedan<br />
sin efecto todas sus disposiciones.<br />
La revocación es parcial cuando el testador <strong>de</strong>roga sólo algunas<br />
disposiciones, <strong>de</strong>jando otras vigentes.<br />
Si la revocación es total, la suerte <strong>de</strong> los bienes se regirá íntegramente<br />
por las reglas <strong>de</strong> la sucesión intestada; si es parcial, la sucesión será parte<br />
testada y parte intestada.<br />
Revocación expresa y tácita<br />
La revocación pue<strong>de</strong> ser expresa o tácita.<br />
La revocación es expresa cuando el testador <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara explícitamente que<br />
<strong>de</strong>roga sus disposiciones total o parcialmente.<br />
La revocación es tácita cuando la incompatibilidad <strong>de</strong> las antiguas y <strong>de</strong><br />
las nuevas disposiciones les impi<strong>de</strong> coexistir y ser ejecutada simultáneamente.<br />
El otorgamiento <strong>de</strong> un nuevo testamento no produce una revocación<br />
tácita <strong>de</strong>l anterior por el mero hecho <strong>de</strong> otorgarse. El art. 1215 previene: “Un<br />
testamento no se revoca tácitamente en todas sus partes por la existencia <strong>de</strong>
otro u otros posteriores”. Es lógico que así sea, porque es posible que las<br />
nuevas disposiciones armonicen con las anteriores y no las contradigan. La<br />
revocación tácita se producirá sólo cuando exista tal contradicción.<br />
El art. 1215, inc. 2°, dice: "Los testamentos posteriores que<br />
expresamente no revoquen los anteriores, <strong>de</strong>jarán subsistentes en éstos las<br />
disposiciones que no sean incompatibles con las posteriores, o contrarias a<br />
ellas".<br />
La incompatibilidad pue<strong>de</strong> ser material o intencional. La primera resulta<br />
<strong>de</strong> la absoluta imposibilidad <strong>de</strong> una ejecución simultánea <strong>de</strong> las disposiciones<br />
<strong>de</strong> diversos testamentos, como si un testamento lega la propiedad plena y un<br />
testamento posterior lega el usufructo. La segunda resulta <strong>de</strong> la intención <strong>de</strong>l<br />
testador como si un primer testamento lega una casa a Pedro y un segundo<br />
testamento la asigna a Juan; no es posible consi<strong>de</strong>rar a Pedro y Juan como colegatarios,<br />
porque la intención <strong>de</strong>l testador es, sin duda, <strong>de</strong>jar íntegramente el<br />
inmueble a Juan.<br />
Reglas especiales aplicables a los legados<br />
Sin perjuicio <strong>de</strong> las reglas generales, los legados están sujetos a reglas<br />
especiales para su revocación:<br />
a) El legado se entien<strong>de</strong> revocado por la enajenación <strong>de</strong> las especies<br />
legadas, por acto entre vivos (art. 1135, inc. 2°);<br />
b) Se enten<strong>de</strong>rá revocado, asimismo, si el testador altera sustancialmente la<br />
cosa legada (art. 1135, inc. 4°);<br />
c) El legado <strong>de</strong> un crédito se consi<strong>de</strong>ra revocado si el testador lo cobra o<br />
recibe el pago (art. 1127), y<br />
d) La misma regla rige para el legado <strong>de</strong> liberación (art. 1129).<br />
REFORMA DEL TESTAMENTO<br />
El sistema <strong>de</strong> asignaciones forzosas que nuestra ley consagra, hace<br />
necesaria una acción que permita a los asignatarios re<strong>cl</strong>amar lo que por ley les
correspon<strong>de</strong>, cuando el testador ha <strong>de</strong>sconocido su <strong>de</strong>recho.<br />
El testamento que viola las asignaciones forzosas no es nulo; solamente<br />
<strong>de</strong>be ser modificado en la medida necesaria para que se entere el asignatario<br />
forzoso lo que por ley le pertenece. Las asignaciones forzosas, en suma, "se<br />
suplen" aun con <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> las disposiciones expresas <strong>de</strong>l testamento (art.<br />
1167).<br />
La acción encaminada a que se modifique el testamento y se suplan las<br />
asignaciones forzosas, es la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
A quiénes correspon<strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> reforma<br />
a) La acción <strong>de</strong> reforma correspon<strong>de</strong>, en primer término, a los legitimarios<br />
para proteger la principal <strong>de</strong> las asignaciones forzosas, que es la legítima.<br />
El art. 1216 dispone que "los legitimarios a quienes el testador no ha<br />
<strong>de</strong>jado lo que por ley les correspon<strong>de</strong>, tendrán <strong>de</strong>recho a que se reforme a su<br />
favor el testamento, y podrán intentar la acción <strong>de</strong> reforma (ellos o las<br />
personas a quienes se hubieren transmitido sus <strong>de</strong>rechos)".<br />
b) La acción <strong>de</strong> reforma protege, asimismo, la cuarta <strong>de</strong> mejoras. Sin<br />
embargo, <strong>de</strong>be tenerse presente que, conforme a la regla <strong>de</strong>l artículo 1195, el<br />
testador pue<strong>de</strong>, con la cuarta <strong>de</strong> mejoras, hacer la distribución que quiera entre<br />
sus <strong>de</strong>scendientes, su cónyuge y sus ascendientes, y podrá pues, asignar a uno<br />
o más <strong>de</strong> ellos toda la dicha cuarta con ex<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong> los otros.<br />
Violará el testador la asignación forzosa cuando disponga <strong>de</strong> la cuarta<br />
<strong>de</strong> mejoras a favor <strong>de</strong> otras personas que las señaladas en dicho artículo 1195.<br />
Pue<strong>de</strong>n instar por la reforma <strong>de</strong>l testamento, cualquiera <strong>de</strong> los<br />
legitimarios, puesto que el art. 1220, dispone: "si el que tiene <strong>de</strong>scendientes,<br />
ascendientes o cónyuge dispusiere <strong>de</strong> cualquiera parte <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras<br />
a favor <strong>de</strong> otras personas, tendrán también <strong>de</strong>recho los legitimarios para que<br />
en eso se reforme el testamento, y se les adjudique dicha parte".<br />
Parece extraño, a primera vista, que la cuarta <strong>de</strong> mejoras pueda<br />
asignarse a personas que no son legitimarios, pero que sólo los legitimarios<br />
puedan re<strong>cl</strong>amar <strong>de</strong> la infracción <strong>de</strong> esta asignación forzosa. La razón <strong>de</strong> esta<br />
aparente anomalía es, sin embargo, obvia.
Conforme al art. 1191, acrece a las legítimas rigorosas para formar las<br />
legítimas efectivas todo aquello <strong>de</strong> que el testador dispuso a título <strong>de</strong> mejoras,<br />
pero ha quedado sin efecto la disposición.<br />
De esta manera, reformado el testamento por haber dispuesto el testador<br />
in<strong>de</strong>bidamente <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras, esta porción <strong>de</strong> bienes incrementa las<br />
legítimas rigorosas, o, en otras palabras, favorece a los legitimarios.<br />
Los posibles asignatarios <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras, que no son<br />
legitimarios, no reportarían ningún provecho <strong>de</strong> la reforma <strong>de</strong>l testamento y,<br />
por en<strong>de</strong>, carecen <strong>de</strong> acción.<br />
Ninguno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes que no son legitimarios podría afirmar<br />
que el testador le habría asignado la cuarta <strong>de</strong> mejoras, en vez <strong>de</strong> asignarla a<br />
un extraño. La simple expectativa <strong>de</strong> ser asignatario <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras no<br />
justifica el ejercicio <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
c) Guarda la ley silencio respecto <strong>de</strong> las asignaciones alimenticias<br />
forzosas. Constituyen una baja general y, por consiguiente, los alimentarios<br />
tienen <strong>de</strong>recho a que se <strong>de</strong>duzcan antes <strong>de</strong> llevar a cabo las disposiciones <strong>de</strong>l<br />
testamento, lo que en el hecho importará una reforma <strong>de</strong>l mismo (Claro Solar).<br />
Contra quién se ejercita la acción<br />
Se dirige la acción <strong>de</strong> reforma -acción personal- contra las personas a<br />
quienes el testador ha instituido here<strong>de</strong>ros o legatarios con perjuicio <strong>de</strong> los<br />
asignatarios forzosos.<br />
Estas personas quedan concretamente <strong>de</strong>terminadas en el momento <strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong>l testador, cuando se abre la sucesión y comienza el testamento a<br />
surtir sus efectos.<br />
Objeto <strong>de</strong> la acción<br />
La acción <strong>de</strong> reforma no preten<strong>de</strong> invalidar el testamento, sino la<br />
modificación <strong>de</strong> las disposiciones que perjudican las asignaciones forzosas. En<br />
lo <strong>de</strong>más, el testamento subsistirá:
a) El art. 1217 prescribe que, "en general, lo que por ley correspon<strong>de</strong> a los<br />
legitimarios y lo que tienen <strong>de</strong>recho a re<strong>cl</strong>amar por la acción <strong>de</strong> reforma, es su<br />
legítima rigorosa, o la efectiva en su caso".<br />
Re<strong>cl</strong>amarán los legitimarios la legítima rigorosa cuando el causante<br />
dispuso legítimamente <strong>de</strong> la cuarta <strong>de</strong> mejoras o <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong> libre<br />
disposición.<br />
En cambio, la acción tendrá por objeto re<strong>cl</strong>amar la legítima efectiva,<br />
cuando el testador no asignó la cuarta <strong>de</strong> mejoras o la porción <strong>de</strong> que pudo<br />
disponer libremente, o no ha tenido efecto su disposición;<br />
b) El art. 1217, inc. 2°, prescribe: "El legitimario que ha sido injustamente<br />
<strong>de</strong>sheredado, tendrá, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>recho para que subsistan las donaciones entre<br />
vivos comprendidas en la <strong>de</strong>sheredación".<br />
El legitimario que ha sido injustamente <strong>de</strong>sheredado <strong>de</strong>berá pedir la<br />
reforma <strong>de</strong>l testamento, obtener su legítima rigorosa o efectiva y, a<strong>de</strong>más, las<br />
donaciones comprendidas en el <strong>de</strong>sheredamiento.<br />
Entero <strong>de</strong> las legítimas<br />
El art. 1219 expresa: "Contribuirán a formar o integrar lo que en razón<br />
<strong>de</strong> su legítima se <strong>de</strong>be al <strong>de</strong>mandante, los legitimarios <strong>de</strong>l mismo or<strong>de</strong>n y<br />
grado".<br />
Dice Pablo Rodríguez: “Esta norma es innecesaria, ya que parte <strong>de</strong>l<br />
supuesto <strong>de</strong> que la lesión que sufre el legitimario que <strong>de</strong>duce acción <strong>de</strong><br />
reforma <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> un provecho que el causante otorgó a los <strong>de</strong>más<br />
legitimarios, hipótesis muy específica que ex<strong>cl</strong>uye la posibilidad <strong>de</strong> que la<br />
acción se interponga en contra <strong>de</strong> un tercero que no es legitimario o contra uno<br />
<strong>de</strong> entre varios legitimarios”.<br />
Prescripción <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> reforma<br />
La prescripción <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> reforma es <strong>de</strong> aquellas prescripciones <strong>de</strong><br />
corto tiempo a que se refiere el art. 2524:<br />
El plazo <strong>de</strong> la prescripción es <strong>de</strong> cuatro años y se cuenta, para los<br />
legitimarios, "<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día en que tuvieron conocimiento <strong>de</strong>l testamento y <strong>de</strong>
su calidad <strong>de</strong> legitimarios" (art. 1216, inc. 1°);<br />
Para el cónyuge sobreviviente se contará el plazo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que conoció el<br />
testamento, ya que no es posible que ignore su condición <strong>de</strong> marido o mujer<br />
<strong>de</strong>l difunto.<br />
Contrariamente a la regla <strong>de</strong>l art. 2524, esta prescripción <strong>de</strong> corto<br />
tiempo se suspen<strong>de</strong> en favor <strong>de</strong> los incapaces. El art. 1216, inc. 2°, dice: "Si el<br />
legitimario, a la apertura <strong>de</strong> la sucesión, no tenía la administración <strong>de</strong> sus<br />
bienes, no prescribirá en él la acción <strong>de</strong> reforma antes <strong>de</strong> la expiración <strong>de</strong><br />
cuatro años, contados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día en que tomare esa administración". El<br />
cuadrienio se cuenta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que cesa la incapacidad.<br />
La regla <strong>de</strong>l art. 1216 está íntimamente relacionada con la <strong>de</strong>l art. 1209,<br />
que <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara innecesaria la prueba <strong>de</strong> la causal <strong>de</strong> <strong>de</strong>sheredamiento si el<br />
legitimario no re<strong>cl</strong>ama su legítima, pasados cuatro años <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la<br />
sucesión o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que cesa su incapacidad. La acción para re<strong>cl</strong>amar <strong>de</strong> un<br />
<strong>de</strong>sheredamiento ilegal o para re<strong>cl</strong>amar la legítima -conceptos que son<br />
equivalentes- es la <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
La preterición<br />
La preterición consiste en pasar en silencio a un legitimario, sin<br />
asignarle lo que por ley le correspon<strong>de</strong> y sin <strong>de</strong>sheredarle.<br />
La ley entien<strong>de</strong> que esta omisión <strong>de</strong>l testador <strong>de</strong>muestra que carece <strong>de</strong><br />
motivos para <strong>de</strong>sheredar al legitimario y ha consi<strong>de</strong>rado inoficioso asignarle lo<br />
que habrá <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>rle <strong>de</strong> todas maneras.<br />
Por esto, el art. 1218 dispone que el "haber pasado en silencio a un<br />
legitimario <strong>de</strong>berá enten<strong>de</strong>rse como una institución <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro en su<br />
legítima".<br />
Como el preterido tiene ipso jure su legítima, no necesita entablar la<br />
acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento cuya esterilidad, en su caso, es manifiesta.<br />
Para satisfacer prácticamente su <strong>de</strong>recho dispone el legitimario <strong>de</strong> la<br />
acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia.
La legítima a la que se entien<strong>de</strong> llamado el preterido será la legítima<br />
rigorosa cuando los llamados en el testamento son personas a quienes el<br />
testador ha podido asignar la cuarta <strong>de</strong> mejoras. No hay motivo para privar <strong>de</strong><br />
eficacia a las disposiciones en que el testador asignó legítimamente la cuarta<br />
<strong>de</strong> mejoras y la <strong>de</strong> libre disposición, y<br />
El preterido "conservará a<strong>de</strong>más las donaciones revocables que el<br />
testador no hubiere revocado" (art. 1218, inc. 2°).<br />
APERTURA DE LA SUCESIÓN, ACEPTACIÓN Y<br />
REPUDIACIÓN DE LAS ASIGNACIONES<br />
Abierta la sucesión, se produce regularmente la <strong>de</strong>lación <strong>de</strong> las<br />
asignaciones, esto es, el llamamiento que hace la ley para aceptarlas o<br />
repudiarlas.<br />
MEDIDAS DE SEGURIDAD<br />
Los momentos que siguen a la muerte <strong>de</strong> una persona son propicios para<br />
que se cometan actos <strong>de</strong> ocultamiento <strong>de</strong> bienes, con evi<strong>de</strong>nte perjuicio para<br />
asignatarios y acreedores.<br />
Tres medidas adopta sustancialmente el legislador para precaver estos<br />
actos, dos <strong>de</strong> carácter meramente provisional y una tercera <strong>de</strong> carácter<br />
<strong>de</strong>finitivo y permanente: la guarda y aposición <strong>de</strong> sellos, la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong><br />
herencia yacente y la facción <strong>de</strong> inventario.<br />
1. Guarda y aposición <strong>de</strong> sellos (arts. 872 a 876 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
La aposición <strong>de</strong> sellos consiste en la colocación <strong>de</strong> tiras <strong>de</strong> papel o <strong>de</strong><br />
género fijadas con lacre u otra sustancia semejante, en forma <strong>de</strong> que no pueda<br />
abrirse sin rotura un mueble, una pieza o casa habitación.<br />
La guarda consiste en la custodia <strong>de</strong> las llaves <strong>de</strong>l mueble o lugar en que<br />
están colocados los bienes sujetos a la aposición <strong>de</strong> sellos.
La guarda <strong>de</strong> las llaves se hará en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> “una persona <strong>de</strong> notoria<br />
probidad y solvencia” que el juez <strong>de</strong>signe o “en el oficio <strong>de</strong>l secretario <strong>de</strong>l<br />
juzgado” (art. 872 inc. 2° <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Si se trata <strong>de</strong> joyas o dinero, la guarda y aposición <strong>de</strong> sellos pue<strong>de</strong>n<br />
reemplazarse por el <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> las especies en un banco o en arcas <strong>de</strong>l<br />
Estado.<br />
Quién pue<strong>de</strong> solicitar esta diligencia<br />
El art. 1222 dispone que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se abre la sucesión, “todo el que<br />
tenga interés en ella, o se presuma que pueda tenerlo”, podrá solicitar que se<br />
guar<strong>de</strong>n bajo llave y sello los muebles y papeles <strong>de</strong> la sucesión.<br />
Entre los interesados se cuentan los here<strong>de</strong>ros, los legatarios, los<br />
acreedores <strong>de</strong>l difunto. El albacea tiene el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> velar por la seguridad <strong>de</strong><br />
los bienes y hacer que se guar<strong>de</strong>n bajo llave y sello (art. 1284).<br />
Cómo se realiza la diligencia<br />
La diligencia <strong>de</strong> guarda y aposición <strong>de</strong> sellos <strong>de</strong>be hacerse “por el<br />
ministerio <strong>de</strong>l juez con las solemnida<strong>de</strong>s legales” (arts. 1222 inc. 3° y 1223 <strong>de</strong>l<br />
C.C. y arts. 872 a 874 <strong>de</strong>l C.P.C.)<br />
Término <strong>de</strong> la guarda y aposición <strong>de</strong> sellos<br />
La guarda y aposición <strong>de</strong> sellos es una medida <strong>de</strong> seguridad<br />
eminentemente provisoria.<br />
El art. 1222 dispone que los bienes se guardarán bajo llave y sello<br />
“hasta que se proceda al inventario solemne <strong>de</strong> los bienes y efectos<br />
hereditarios” y el art. 1223 insiste en que la diligencia se podrá practicar<br />
“hasta el correspondiente inventario”.<br />
Gastos <strong>de</strong> la guarda y aposición <strong>de</strong> sellos<br />
Art. 1224.<br />
2. La herencia yacente (arts. 885 y 886 <strong>de</strong>l C.P.C.).
Los efectos <strong>de</strong> la aceptación <strong>de</strong> la herencia se retrotraen al momento en<br />
que fue <strong>de</strong>ferida. Pese al tiempo que transcurra entre la <strong>de</strong>lación y la<br />
aceptación, no hay solución <strong>de</strong> continuidad en el dominio, que se reputa pasar<br />
<strong>de</strong> inmediato <strong>de</strong>l causante al causahabiente.<br />
Pero esto es una ficción. No es posible, entre tanto, prescindir <strong>de</strong> la<br />
realidad; mientras pen<strong>de</strong> la aceptación, los bienes quedan <strong>de</strong>samparados, salvo<br />
que el causante haya <strong>de</strong>signado una persona que los tenga a su cuidado.<br />
La institución <strong>de</strong> la herencia yacente tiene por objeto resolver este<br />
problema práctico y proveer a la conservación <strong>de</strong>l patrimonio hereditario.<br />
Requisitos para <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar yacente la herencia<br />
Art. 1240. Se infiere que para <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar yacente la herencia es menester:<br />
a) Que se haya producido la apertura <strong>de</strong> la sucesión;<br />
b) Que transcurra el plazo <strong>de</strong> 15 días sin que la herencia haya sido<br />
aceptada por ningún here<strong>de</strong>ro universal o <strong>de</strong> cuota, y<br />
c) Que no se haya <strong>de</strong>signado albacea con tenencia <strong>de</strong> bienes o no haya<br />
aceptado el cargo, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo plazo.<br />
Trámites para que se <strong>de</strong><strong>cl</strong>are yacente la herencia<br />
La <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> yacencia <strong>de</strong> la herencia <strong>de</strong>be hacerla el juez <strong>de</strong>l<br />
último domicilio <strong>de</strong>l difunto.<br />
La resolución <strong>de</strong>l juzgado <strong>de</strong>be insertarse en un diario <strong>de</strong> la comuna o<br />
<strong>de</strong> la capital <strong>de</strong> la provincia o <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong> la región, si en aquélla no lo<br />
hubiere (art. 1240 inc. 1°) y comunicarse a la División <strong>de</strong> Bienes Nacionales<br />
<strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Bienes Nacionales (art. 44 <strong>de</strong>l D.L. N° 1939, <strong>de</strong> 10 <strong>de</strong><br />
Noviembre <strong>de</strong> 1977), para que éste <strong>de</strong>termine si la herencia es vacante, es<br />
<strong>de</strong>cir, si pertenece al Fisco.<br />
Publicada la resolución <strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>rse al nombramiento <strong>de</strong> un curador<br />
<strong>de</strong> la herencia yacente.<br />
El curador <strong>de</strong> la herencia yacente
El curador <strong>de</strong> la herencia yacente es un curador <strong>de</strong> bienes (art. 343) y<br />
sus faculta<strong>de</strong>s están señaladas en los arts. 484, 487 a 490.<br />
Cesación <strong>de</strong> la herencia yacente<br />
La herencia yacente es un estado <strong>de</strong> cosas necesariamente transitorio,<br />
que se mantiene mientras se cumplen los fines que persigue:<br />
a) Termina la herencia yacente y cesa la curaduría “por la aceptación <strong>de</strong> la<br />
herencia” (art. 491, inc. 2°).<br />
b) Asimismo, termina la herencia yacente por el <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong>l producto <strong>de</strong><br />
la venta <strong>de</strong> los bienes en arcas <strong>de</strong>l Estado, con arreglo al art. 484. Esta<br />
disposición establece que pasados 4 años <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l causante, el juez,<br />
a petición <strong>de</strong>l curador, podrá or<strong>de</strong>nar que se vendan los bienes hereditarios y<br />
se <strong>de</strong>posite el producto en arcas fiscales.<br />
Aceptación <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> varios here<strong>de</strong>ros<br />
Art. 1240, incs. 2° y 3°. Para que termine la herencia yacente basta que<br />
acepte uno <strong>de</strong> los varios here<strong>de</strong>ros. No es menester que acepten todos la<br />
herencia.<br />
Herencia yacente y herencia vacante<br />
Herencia yacente es la que se <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara tal por resolución judicial porque<br />
no ha sido aceptada, en todo o parte, ni existe albacea con tenencia <strong>de</strong> bienes<br />
que haya aceptado el cargo. En cambio, la herencia vacante es la que<br />
correspon<strong>de</strong> al Fisco, a falta <strong>de</strong> otros here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> mejor <strong>de</strong>recho.<br />
Como a menudo no se presentarán here<strong>de</strong>ros que acepten porque no los<br />
hay, la herencia yacente será, a la vez, una herencia vacante. De ordinario la<br />
herencia yacente prece<strong>de</strong> a la vacante.<br />
El Decreto ley Nº 1939 <strong>de</strong> 1977, otorga a los que <strong>de</strong>nuncien una<br />
herencia vacante un galardón o recompensa <strong>de</strong>l 30% <strong>de</strong>l valor líquido <strong>de</strong> los<br />
bienes que, con este motivo, ingresen al patrimonio fiscal.<br />
Se paga el galardón una vez que hayan prescrito los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los<br />
llamados a disputar al Fisco el mejor <strong>de</strong>recho a la herencia. Podrá pagarse
antes <strong>de</strong> cumplido el plazo <strong>de</strong> prescripción, rindiendo el <strong>de</strong>nunciante caución<br />
<strong>de</strong> restitución <strong>de</strong> lo que el Fisco, a su turno, pueda ser obligado a restituir.<br />
3. La facción <strong>de</strong> inventario (arts. 858 a 865 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
El inventario es una enumeración <strong>de</strong> todos los bienes y <strong>de</strong> todas las<br />
obligaciones <strong>de</strong>l difunto.<br />
Su objeto es hacer constar el estado <strong>de</strong>l patrimonio hereditario, al<br />
tiempo <strong>de</strong>l fallecimiento <strong>de</strong>l causante, en resguardo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los<br />
interesados en la sucesión.<br />
Al revés <strong>de</strong> la guarda y aposición <strong>de</strong> sellos y <strong>de</strong> la herencia yacente, la<br />
facción <strong>de</strong> inventario es una medida permanente <strong>de</strong> seguridad.<br />
El inventario pue<strong>de</strong> ser simple o solemne.<br />
El inventario simple es una lista <strong>de</strong> bienes y <strong>de</strong>udas hecha por los<br />
interesados, sin sujeción a ninguna solemnidad.<br />
El inventario solemne es el que se practica previa or<strong>de</strong>n judicial, por un<br />
funcionario público, con las solemnida<strong>de</strong>s legales (art. 858 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
El art. 859 <strong>de</strong>l C.P.C. señala las solemnida<strong>de</strong>s a que está sujeto el<br />
inventario.<br />
Citación <strong>de</strong> los interesados<br />
El inventario <strong>de</strong>be hacerse con citación <strong>de</strong> todos los interesados<br />
conocidos y que, según la ley, tengan <strong>de</strong>recho a asistir (art. 860 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
El art. 1255 dispone que tendrán <strong>de</strong>recho a asistir al inventario el<br />
albacea, el curador <strong>de</strong> la herencia yacente, los presuntos here<strong>de</strong>ros<br />
testamentarios o abintestato, cónyuge sobreviviente, los legatarios, los socios<br />
<strong>de</strong> comercio, los fi<strong>de</strong>icomisarios y todo acreedor hereditario que presente el<br />
título <strong>de</strong> su crédito.<br />
Las personas nombradas podrán hacerse representar por medio <strong>de</strong> un<br />
mandatario, premunido <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r escrito, cuando no lo fueren por sus<br />
representantes legales (art. 1255 inc. 1° parte final).
Todos los interesados “tendrán <strong>de</strong>recho a re<strong>cl</strong>amar contra el inventario<br />
en lo que les pareciere inexacto” (art. 1255 inc. 2°).<br />
Cuándo el inventario <strong>de</strong>be ser solemne<br />
No ha establecido el legislador, <strong>de</strong> un modo directo y perentorio,<br />
cuándo el inventario <strong>de</strong>be ser solemne. La exigencia <strong>de</strong> un inventario <strong>de</strong> esta<br />
índole fluye <strong>de</strong> diversas disposiciones.<br />
En primer término, el art. 1284 dispone que toca al albacea cuidar que<br />
se practique inventario solemne, “salvo que siendo todos los here<strong>de</strong>ros<br />
capaces <strong>de</strong> administrar sus bienes, <strong>de</strong>terminen unánimemente que no se haga<br />
inventario solemne”.<br />
De esta disposición resulta que el inventario pue<strong>de</strong> ser simple cuando<br />
entre los here<strong>de</strong>ros no existen incapaces.<br />
Corrobora este aserto el art. 1250 que exige que las herencias <strong>de</strong>feridas<br />
a personas “que no pue<strong>de</strong>n aceptar o repudiar sino por el ministerio o con la<br />
autorización <strong>de</strong> otras”, se acepten con beneficio <strong>de</strong> inventario; este inventario<br />
<strong>de</strong>be ser solemne (art. 1253).<br />
En fin, el art. 1766 previene que si entre los partícipes <strong>de</strong> los<br />
gananciales “hubiere menores, <strong>de</strong>mentes u otras personas inhábiles para la<br />
administración <strong>de</strong> sus bienes”, será <strong>de</strong> necesidad el inventario solemne.<br />
Contenido <strong>de</strong>l inventario<br />
El contenido <strong>de</strong>l inventario <strong>de</strong>be ser el que señalan los arts. 382 y<br />
siguientes (art. 1253).<br />
El inventario <strong>de</strong>be compren<strong>de</strong>r aun los bienes ajenos que se encuentran<br />
entre los que se inventarían<br />
Art. 384.<br />
La in<strong>cl</strong>usión en el inventario no es prueba <strong>de</strong> dominio
La in<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong> bienes en el inventario “no hace prueba en cuanto al<br />
verda<strong>de</strong>ro dominio <strong>de</strong> ellos” (art. 385).<br />
El inventario en las gestiones <strong>de</strong> posesión efectiva<br />
Los here<strong>de</strong>ros que no estén obligados a practicar inventario solemne o<br />
no lo exijan al tiempo <strong>de</strong> pedir la posesión efectiva, <strong>de</strong>berán acompañar<br />
inventario simple, con arreglo a los arts. 382 y 384, firmado por todos los<br />
peticionarios <strong>de</strong> la posesión efectiva (art. 880 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Gastos <strong>de</strong>l inventario<br />
Los gastos <strong>de</strong>l inventario, así como los <strong>de</strong> la guarda y aposición <strong>de</strong><br />
sellos, constituyen una baja general <strong>de</strong> las que contempla el N° 1 <strong>de</strong>l art. 959.<br />
Serán <strong>de</strong> cargo <strong>de</strong>l interesado cuando el inventario beneficie a<br />
<strong>de</strong>terminadas personas y no a la sucesión toda (art. 1224).<br />
ACEPTACIÓN Y REPUDIACIÓN<br />
Producida la <strong>de</strong>lación, el asignatario pue<strong>de</strong> aceptar la asignación o<br />
repudiarla.<br />
La aceptación o adición es el acto por el cual el asignatario expresa su<br />
voluntad <strong>de</strong> tomar la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro o legatario. La repudiación es el acto<br />
por el cual el asignatario la <strong>de</strong>secha o rechaza, negándose a asumir las<br />
calida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro o legatario y las responsabilida<strong>de</strong>s inherentes.<br />
El legatario tiene la alternativa <strong>de</strong> aceptar o repudiar; el here<strong>de</strong>ro tiene,<br />
aun, una tercera alternativa: aceptar con beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
Cuándo pue<strong>de</strong>n hacerse la aceptación y la repudiación<br />
La aceptación y la repudiación difieren en cuanto a la oportunidad en<br />
que pue<strong>de</strong>n verificarse.<br />
La aceptación <strong>de</strong> una asignación no pue<strong>de</strong> tener lugar “sino <strong>de</strong>spués que<br />
se ha <strong>de</strong>ferido” (art. 1226, inc. 1º). Por consiguiente, si la asignación está
subordinada a una condición suspensiva, <strong>de</strong>berá esperarse que se cumpla la<br />
condición.<br />
En cambio, para la repudiación, dispone el art. 1226 inc 2°: “Después <strong>de</strong><br />
la muerte <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong> cuya sucesión se trata, se podrá repudiar toda<br />
asignación, aunque sea condicional y esté pendiente la condición”.<br />
En resumen, la aceptación sólo pue<strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la asignación<br />
se <strong>de</strong>fiere, mientras que la repudiación pue<strong>de</strong> verificarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se abre la<br />
sucesión.<br />
Es obvio que la repudiación no pue<strong>de</strong> ser anterior a la muerte <strong>de</strong>l<br />
causante. El art. 1226 inc. 3° dice innecesariamente: “Se mirará como<br />
repudiación intempestiva, y no tendrá valor alguno, el permiso concedido por<br />
un legitimario al que le <strong>de</strong>be la legítima para que pueda testar sin<br />
consi<strong>de</strong>ración a ella”.<br />
Hasta cuándo pue<strong>de</strong> optarse por la aceptación o repudio<br />
El asignatario conserva su <strong>de</strong>recho para aceptar o repudiar<br />
in<strong>de</strong>finidamente.<br />
Pero la in<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l asignatario pue<strong>de</strong> causar perjuicios a terceros,<br />
como serían los acreedores, los legatarios o donatarios mortis causa. Por este<br />
motivo, “todo asignatario será obligado en virtud <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cualquier<br />
persona interesada en ello, a <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar si acepta o repudia” (art. 1232, inc. 1º).<br />
El asignatario <strong>de</strong>berá optar en el plazo <strong>de</strong> 40 días <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>manda.<br />
Este plazo pue<strong>de</strong> prorrogarse por el juez, pero nunca por más <strong>de</strong> un año,<br />
en caso <strong>de</strong> ausencia <strong>de</strong>l asignatario, por estar los bienes situados en lugares<br />
distantes o por otro grave motivo.<br />
Al asignatario ausente se le <strong>de</strong>signará un curador <strong>de</strong> bienes que le<br />
represente, y acepte por él con beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
Durante el plazo <strong>de</strong> 40 días, o el que señale el juez, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cidir el<br />
asignatario si opta por aceptar o repudiar. Se <strong>de</strong>nomina este término plazo<br />
para <strong>de</strong>liberar.
El art. 1233 dispone: “El asignatario constituido en mora <strong>de</strong> <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar si<br />
acepta o repudia, se enten<strong>de</strong>rá que repudia”.<br />
Libertad para aceptar o repudiar<br />
“Todo asignatario pue<strong>de</strong> aceptar o repudiar libremente” (art. 1225. inc.<br />
1º). Excepciones:<br />
a) Cuando el here<strong>de</strong>ro sustrae efectos pertenecientes a la sucesión: se<br />
entien<strong>de</strong> que acepta (art. 1231, inc. 1°),<br />
b) Asignatarios incapaces (arts. 1225 incisos 2º a 4º y 1236) (Muy<br />
importante el inciso final <strong>de</strong>l art. 1225 agregado por la Ley 19.585).<br />
La aceptación y repudiación <strong>de</strong>ben ser puras y simples<br />
La aceptación y repudiación son actos que, contrariando la regla<br />
general, no admiten modalida<strong>de</strong>s. El art. 1227 dispone: “No se pue<strong>de</strong> aceptar<br />
o repudiar condicionalmente ni hasta o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierto día”.<br />
Indivisibilidad <strong>de</strong> la aceptación y repudiación<br />
La aceptación y repudiación son indivisibles. Este principio tiene<br />
diversas consecuencias.<br />
No se pue<strong>de</strong> aceptar una parte o cuota <strong>de</strong> una asignación y repudiar el<br />
resto (art. 1228 inc. 1°).<br />
Por ejemplo, no podrá el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la herencia aceptar<br />
solamente la mitad o un tercio.<br />
Sin embargo, si en la asignación suce<strong>de</strong>n varios here<strong>de</strong>ros por <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong> transmisión, pue<strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> éstos aceptar o repudiar su cuota (art. 1228<br />
inc. 2°).<br />
Caso <strong>de</strong> pluralidad <strong>de</strong> asignaciones<br />
Artículo 1229.
Formas <strong>de</strong> la aceptación<br />
La aceptación pue<strong>de</strong> ser expresa o tácita. El Código formula esta<br />
distinción como una regla particular a las herencias (art. 1241); pero no se ve<br />
el motivo para no hacerla extensiva a los legados:<br />
a) La aceptación <strong>de</strong> la herencia es expresa “cuando se toma el título <strong>de</strong><br />
here<strong>de</strong>ro” (art. 1241).<br />
El art. 1242 <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que se entien<strong>de</strong> que una persona toma el título <strong>de</strong><br />
here<strong>de</strong>ro cuando lo hace en escritura pública o privada, obligándose como tal<br />
here<strong>de</strong>ro, o en un acto <strong>de</strong> tramitación judicial.<br />
El acto más típico <strong>de</strong> esta índole es la petición que el here<strong>de</strong>ro formula<br />
para que se le conceda la posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia, y<br />
b) La aceptación es tácita “cuando el here<strong>de</strong>ro ejecuta un acto que supone<br />
necesariamente su intención <strong>de</strong> aceptar, y que no hubiera tenido <strong>de</strong>recho a<br />
ejecutar sino en su calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro” (art. 1241).<br />
Entre estos actos que importan aceptación tácita se cuenta “la<br />
enajenación <strong>de</strong> cualquier efecto hereditario”, salvo que haya sido autorizada<br />
por el juez, protestando el here<strong>de</strong>ro que no es su ánimo obligarse como tal<br />
(arts. 1244 y 1230).<br />
En cambio, no importan aceptación los actos puramente conservativos,<br />
los <strong>de</strong> inspección y <strong>de</strong> administración provisoria urgente (art. 1243).<br />
Dentro <strong>de</strong>l plazo para <strong>de</strong>liberar tiene <strong>de</strong>recho el here<strong>de</strong>ro para ejecutar<br />
actos cuyo objetivo es formarse cabal concepto acerca <strong>de</strong> si le conviene<br />
aceptar o repudiar (art. 1232, inc. 2º) y, que naturalmente, no impliquen<br />
aceptación tácita.<br />
Formas <strong>de</strong> la repudiación<br />
Mientras la aceptación pue<strong>de</strong> ser expresa o tácita, la repudiación <strong>de</strong>be<br />
ser generalmente expresa.<br />
El artículo 1235 dispone: “La repudiación no se presume <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho<br />
sino en los casos previstos por la ley”.
Un caso calificado señala la ley en que se presume la repudiación: si el<br />
here<strong>de</strong>ro se constituye en mora <strong>de</strong> <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar si acepta o repudia, se entien<strong>de</strong> que<br />
repudia (art. 1233).<br />
Irrevocabilidad <strong>de</strong> la aceptación y repudiación<br />
El asignatario es libre <strong>de</strong> aceptar o repudiar; pero, ejercitada la opción,<br />
por regla general, no pue<strong>de</strong> retractarse:<br />
La aceptación, hecha con los requisitos legales “no podrá rescindirse,<br />
sino en el caso <strong>de</strong> haber sido obtenida por fuerza o dolo, y en el <strong>de</strong> lesión<br />
grave a virtud <strong>de</strong> disposiciones testamentarias <strong>de</strong> que no se tenía noticia al<br />
tiempo <strong>de</strong> aceptarla” (art. 1234 inc. 1°).<br />
La aceptación es uno <strong>de</strong> los contados casos en que tiene cabida la lesión<br />
enorme que, para estos efectos, tiene un significado peculiar: “Se entien<strong>de</strong> por<br />
lesión grave la que disminuyere el valor total <strong>de</strong> la asignación en más <strong>de</strong> la<br />
mitad” (art. 1234 inc. 3°). Un testamento, por ejemplo, <strong>de</strong> que el aceptante no<br />
tuvo conocimiento, reduce la asignación a menos <strong>de</strong> la mitad, con el natural<br />
perjuicio para el asignatario.<br />
La irrevocabilidad <strong>de</strong> la aceptación rige aún respecto <strong>de</strong> los incapaces<br />
(art. 1234 inc. 2°). En otros términos, al igual que los capaces, sólo pue<strong>de</strong>n<br />
preten<strong>de</strong>r que se rescinda por fuerza, dolo o lesión.<br />
Para la repudiación rigen reglas análogas: “Ninguna persona tendrá<br />
<strong>de</strong>recho para que se rescinda su repudiación, a menos que la misma persona o<br />
su legítimo representante hayan sido inducidos, por fuerza o dolo, a repudiar”<br />
(art. 1237).<br />
Repudiación en perjuicio <strong>de</strong> los acreedores<br />
Art. 1238. La hipótesis prevista es la <strong>de</strong>l asignatario que, llamado a<br />
recoger una sucesión ventajosa, se encuentra personalmente en<strong>de</strong>udado;<br />
repudia la asignación porque el provecho <strong>de</strong> la sucesión será absorbido por los<br />
acreedores. Es un caso <strong>de</strong> ejercicio <strong>de</strong> la acción pauliana, para otros acción<br />
oblicua.
Efectos <strong>de</strong> la cosa juzgada en relación con la aceptación <strong>de</strong> la<br />
herencia<br />
El principio fundamental <strong>de</strong>l artículo 3º establece que las sentencias<br />
judiciales producen solamente efectos en las causas en que se pronuncian. Por<br />
excepción, ciertos fallos judiciales producen efectos erga omnes. Entre estas<br />
excepciones se cuentan las que señala el art. 1246.<br />
La persona que a instancias <strong>de</strong> un acreedor hereditario o testamentario<br />
ha sido <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada here<strong>de</strong>ro o con<strong>de</strong>nado como tal, se enten<strong>de</strong>rá serlo respecto<br />
<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más acreedores, sin necesidad <strong>de</strong> nuevo juicio.<br />
La <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración judicial <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, pues, produce<br />
excepcionalmente un efecto erga omnes.<br />
Iguales efectos produce la <strong>de</strong>cisión judicial que resuelve si el here<strong>de</strong>ro<br />
ha aceptado pura y simplemente la herencia o con beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
Efectos retroactivos <strong>de</strong> la aceptación y repudiación<br />
La aceptación y la repudiación operan retroactivamente y sus efectos se<br />
remontan al momento en que la herencia o el legado <strong>de</strong> especie o cuerpo cierto<br />
se <strong>de</strong>firieron (art. 1239).<br />
Consecuencias <strong>de</strong> la aceptación pura y simple <strong>de</strong> la herencia<br />
El here<strong>de</strong>ro que acepta pura y simplemente la herencia asume<br />
plenamente la calidad <strong>de</strong> tal: representa al causante, continúa su personalidad,<br />
le suce<strong>de</strong> en todos sus <strong>de</strong>rechos y obligaciones transmisibles.<br />
Como consecuencia, sin limitaciones, el here<strong>de</strong>ro es responsable <strong>de</strong> las<br />
<strong>de</strong>udas hereditarias, aunque su monto exceda <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> los bienes que<br />
recibe y <strong>de</strong>ba afrontarlas con sus propios bienes.<br />
El art. 1245 dispone: “El que hace acto <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro sin previo<br />
inventario solemne, suce<strong>de</strong> en todas las obligaciones transmisibles <strong>de</strong>l difunto<br />
a prorrata <strong>de</strong> su cuota hereditaria, aunque le impongan un gravamen que<br />
exceda el valor <strong>de</strong> los bienes que hereda”.
Se refiere la disposición al que hace acto <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, esto es, acepta<br />
tácitamente la herencia. Con mayor razón contraerá esta ilimitada<br />
responsabilidad quien la acepta expresamente.<br />
Esta responsabilidad ilimitada cabe al here<strong>de</strong>ro que acepta, expresa o<br />
tácitamente, “sin previo inventario solemne”; si ha precedido éste a la<br />
aceptación, goza <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> inventario que limita su responsabilidad al<br />
valor <strong>de</strong> los bienes que hereda (art. 1245, inc. 2º).<br />
EL BENEFICIO DE INVENTARIO<br />
El legatario pue<strong>de</strong> optar por aceptar o repudiar la asignación; pero el<br />
here<strong>de</strong>ro, a<strong>de</strong>más, pue<strong>de</strong> aceptar con beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
El beneficio <strong>de</strong> inventario tiene por objeto poner un límite a la<br />
responsabilidad <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro que acepta la herencia; sin este beneficio, es<br />
ilimitada y le obliga ultra vires hereditatis.<br />
La aceptación <strong>de</strong> la herencia no <strong>de</strong>be racionalmente ser un motivo <strong>de</strong><br />
ruina para el here<strong>de</strong>ro. El beneficio <strong>de</strong> inventario concilia el interés <strong>de</strong>l<br />
here<strong>de</strong>ro y <strong>de</strong> los acreedores <strong>de</strong>l difunto.<br />
El art. 1247 dispone: “El beneficio <strong>de</strong> inventario consiste en no hacer a<br />
los here<strong>de</strong>ros que aceptan, responsables <strong>de</strong> las obligaciones hereditarias y<br />
testamentarias, sino hasta concurrencia <strong>de</strong>l valor total <strong>de</strong> los bienes que han<br />
heredado”.<br />
Es <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público<br />
El beneficio <strong>de</strong> inventario ce<strong>de</strong> en provecho <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro; éste ha <strong>de</strong> ser<br />
quien <strong>de</strong>cida si aprovecha <strong>de</strong> sus ventajas.<br />
El causante no pue<strong>de</strong> imponer al here<strong>de</strong>ro una aceptación pura y simple<br />
<strong>de</strong> la herencia. El art. 1249 establece que “el testador no podrá prohibir a un<br />
here<strong>de</strong>ro el aceptar con beneficio <strong>de</strong> inventario”.<br />
Here<strong>de</strong>ros que <strong>de</strong>ben aceptar con beneficio <strong>de</strong> inventario
Por regla general, el here<strong>de</strong>ro es libre para aceptar llanamente la<br />
herencia o hacerlo con beneficio <strong>de</strong> inventario. Ciertos here<strong>de</strong>ros, sin<br />
embargo, <strong>de</strong>ben necesariamente aceptar con este beneficio:<br />
a) Las herencias <strong>de</strong>feridas al Fisco y a todas las corporaciones y<br />
establecimientos públicos <strong>de</strong>ben aceptarse “precisamente” con beneficio <strong>de</strong><br />
inventario (art. 1250 inc. 1º);<br />
b) Del mismo modo <strong>de</strong>ben aceptarse las herencias <strong>de</strong>feridas a los<br />
incapaces, a las personas “que no pue<strong>de</strong>n aceptar o repudiar sino por el<br />
ministerio o con la autorización <strong>de</strong> otras” (art. 1250 inc. 2º),<br />
Tener presente art. 1250 inc. 3º.<br />
c) Los here<strong>de</strong>ros fiduciarios “son obligados a aceptar con beneficio <strong>de</strong><br />
inventario” (art. 1251). Esta forma <strong>de</strong> aceptación se justifica porque quedan<br />
<strong>de</strong>terminados los bienes que el fiduciario <strong>de</strong>be eventualmente restituir.<br />
Caso <strong>de</strong> pluralidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros<br />
La pluralidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros pue<strong>de</strong> ocasionar un conflicto entre ellos<br />
acerca <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>be aceptarse la herencia.<br />
El Código ha zanjado expresamente la cuestión. Si <strong>de</strong> varios here<strong>de</strong>ros<br />
los unos quieren aceptar con beneficio <strong>de</strong> inventario y los otros no, “todos<br />
serán obligados a aceptar con beneficio <strong>de</strong> inventario” (art. 1248).<br />
Es la solución más sencilla para evitar la confusión que engendraría la<br />
dualidad <strong>de</strong> responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los varios here<strong>de</strong>ros.<br />
Requisitos <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> inventario:<br />
a) Que el here<strong>de</strong>ro lo impetre expresamente;<br />
b) Que no haya ejecutado actos que importen aceptación <strong>de</strong> la herencia;<br />
c) Que se practique inventario, y<br />
d) Que el inventario sea fiel.<br />
Demanda <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> inventario
El here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>be expresar su intención <strong>de</strong> aceptar con beneficio <strong>de</strong><br />
inventario, <strong>de</strong> otro modo, la aceptación <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse pura y simple, puesto<br />
que el beneficio <strong>de</strong> inventario crea un estado <strong>de</strong> cosas <strong>de</strong> excepción.<br />
Sin embargo, no es menester que el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><strong>cl</strong>are expresamente su<br />
propósito cuando, en el hecho, hubiere practicado inventario solemne.<br />
El here<strong>de</strong>ro que acepta sin previo inventario solemne queda<br />
ilimitadamente responsable <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias y testamentarias; pero si<br />
ha precedido inventario solemne, “gozará <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> inventario” (art.<br />
1245 inc. 2°).<br />
En resumen, cuando el here<strong>de</strong>ro practica inventario, antes <strong>de</strong> aceptar la<br />
herencia, se presume su intención <strong>de</strong> impetrar el beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
Inejecución <strong>de</strong> actos <strong>de</strong> aceptación <strong>de</strong> la herencia<br />
Es menester que el here<strong>de</strong>ro haga la <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong> aceptar con<br />
beneficio <strong>de</strong> inventario sin haber ejecutado antes actos que importen<br />
aceptación pura y simple <strong>de</strong> la herencia.<br />
El art. 1252 dispone: “Todo here<strong>de</strong>ro conserva la facultad <strong>de</strong> aceptar<br />
con beneficio <strong>de</strong> inventario mientras no haya hecho acto <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro”.<br />
La ejecución <strong>de</strong> actos <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro importa aceptación que priva <strong>de</strong>l<br />
beneficio <strong>de</strong> inventario, a menos que haya precedido inventario solemne (art.<br />
1245).<br />
Facción <strong>de</strong> inventario solemne<br />
No basta que el here<strong>de</strong>ro exprese su intención <strong>de</strong> aceptar con beneficio<br />
<strong>de</strong> inventario; es menester que lo practique.<br />
El inventario <strong>de</strong>be ser necesariamente solemne.<br />
No ha señalado el Código un plazo para efectuar el inventario; <strong>de</strong> los<br />
artículos 1245 y 1252 fluye solamente que <strong>de</strong>be hacerlo antes <strong>de</strong> ejecutar actos<br />
<strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro.
El here<strong>de</strong>ro que <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara su intención <strong>de</strong> aceptar con beneficio <strong>de</strong><br />
inventario, pero lo omite y ejecuta actos <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, queda responsable ultra<br />
vires hereditatis.<br />
El inventario <strong>de</strong>be ser fiel<br />
El inventario <strong>de</strong>be ser fiel, completo, exacto.<br />
El art. 1256 prescribe: “El here<strong>de</strong>ro que en la confección <strong>de</strong>l inventario<br />
omitiere <strong>de</strong> mala fe hacer mención <strong>de</strong> cualquiera parte <strong>de</strong> los bienes, por<br />
pequeña que sea, o supusiere <strong>de</strong>udas que no existen, no gozará <strong>de</strong>l beneficio<br />
<strong>de</strong> inventario”.<br />
Mediante la ocultación <strong>de</strong> bienes o la simulación <strong>de</strong> <strong>de</strong>udas, el here<strong>de</strong>ro<br />
perjudica a los acreedores y se enriquece a sus expensas. La ley le sanciona<br />
haciéndole responsable <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas, aunque le impongan un gravamen que<br />
exceda <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> los bienes que hereda.<br />
¿El beneficio <strong>de</strong> inventario produce separación <strong>de</strong> patrimonios?<br />
A juicio <strong>de</strong> Meza Barros, el beneficio <strong>de</strong> inventario produce una<br />
separación <strong>de</strong> los patrimonios <strong>de</strong>l causante y <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro. En contrario René<br />
Abeliuk.<br />
La consecuencia <strong>de</strong> la primera tesis es <strong>de</strong> suma importancia. El<br />
beneficio <strong>de</strong> inventario no solamente restringe la cuantía <strong>de</strong> la responsabilidad<br />
<strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro frente a las <strong>de</strong>udas hereditarias y cargas testamentarias, sino que<br />
pone a cubierto sus bienes propios <strong>de</strong> la persecución <strong>de</strong> los acreedores<br />
hereditarios y testamentarios los que sólo podrán perseguir los bienes que<br />
fueron <strong>de</strong>l causante, pero no podrán hacer efectivos sus <strong>de</strong>rechos en los bienes<br />
propios <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro.<br />
El beneficio <strong>de</strong> inventario impi<strong>de</strong> la extinción <strong>de</strong> las obligaciones<br />
por confusión<br />
Arts. 1259 y 1669. En otros términos, el here<strong>de</strong>ro beneficiario conserva<br />
el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> re<strong>cl</strong>amar el pago <strong>de</strong> sus créditos en el patrimonio hereditario. Su<br />
situación es idéntica a la <strong>de</strong> cualquier acreedor. Del mismo modo, el here<strong>de</strong>ro<br />
<strong>de</strong>berá pagar a la sucesión las <strong>de</strong>udas que tenía para con el causante.
Adquisición por el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> créditos en contra <strong>de</strong> la sucesión<br />
El here<strong>de</strong>ro beneficiario que paga con su propio dinero <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> la<br />
herencia se subroga en los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los acreedores (art. 1610 N° 4). De esta<br />
manera se convierte en acreedor <strong>de</strong> la sucesión en lugar <strong>de</strong>l acreedor a quien<br />
pagó.<br />
Responsabilidad <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro beneficiario<br />
Arts. 1247, 1257 y 1258. El here<strong>de</strong>ro beneficiario limita su<br />
responsabilidad al valor <strong>de</strong> los bienes heredados y que se <strong>de</strong>tallan en el<br />
correspondiente inventario.<br />
Cesación <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro beneficiario<br />
Termina la responsabilidad <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro beneficiario por dos causas: 1)<br />
por el abandono <strong>de</strong> los bienes hereditarios (art. 1261), y 2) por la inversión <strong>de</strong><br />
los bienes sucesorios en el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas (arts. 1262 y 1263).<br />
Tanto el abandono como la inversión <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> la herencia <strong>de</strong>ben<br />
acompañarse <strong>de</strong> una rendición <strong>de</strong> cuentas que, una vez aprobada, pondrá fin a<br />
la responsabilidad <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro.<br />
LA ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA<br />
Y OTRAS ACCIONES DEL HEREDERO<br />
El here<strong>de</strong>ro está dotado <strong>de</strong> diversas acciones:<br />
a) La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia, acción típica, peculiar <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro,<br />
que emana directamente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia;<br />
b) La acción reivindicatoria, emanada <strong>de</strong>l dominio que adquiere el<br />
here<strong>de</strong>ro por sucesión por causa <strong>de</strong> muerte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento <strong>de</strong> la apertura, y<br />
c) Las acciones <strong>de</strong> que disponía el causante, contenidas en el patrimonio<br />
que el here<strong>de</strong>ro hace suyo, con excepción <strong>de</strong> las que provienen <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />
intransmisibles.
ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA<br />
Convertido en titular <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>rechos reales y personales que<br />
pertenecían al causante, excepto los intransmisibles, el here<strong>de</strong>ro pue<strong>de</strong><br />
ejercitar todas las acciones que nacen <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>rechos. En consecuencia,<br />
podrá reivindicar los bienes hereditarios que terceros posean, perseguir en<br />
juicio a los <strong>de</strong>udores que ahora son suyos, etc.<br />
Pero estas acciones no son suficientes porque suponen que se <strong>de</strong>muestre<br />
la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro. Entre tanto, esta calidad pue<strong>de</strong> ser disputada al actor y<br />
preten<strong>de</strong>r los <strong>de</strong>tentadores <strong>de</strong> bienes hereditarios que no tiene la condición <strong>de</strong><br />
here<strong>de</strong>ro.<br />
Es preciso que el here<strong>de</strong>ro pruebe su título y, con este objeto, la ley lo<br />
dota <strong>de</strong> una acción especial, propia suya, fundada en la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro: la<br />
acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia.<br />
Concepto<br />
La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia es la que correspon<strong>de</strong> al here<strong>de</strong>ro para<br />
que se le reconozca su <strong>de</strong>recho a la totalidad o parte <strong>de</strong> la herencia y se le<br />
restituyan los bienes que la componen <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>mandado está en posesión,<br />
atribuyéndose la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro.<br />
Tal es la <strong>de</strong>finición que fluye <strong>de</strong>l art. 1264: "El que probare sus<br />
<strong>de</strong>rechos a una herencia, ocupada por otra persona en calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro,<br />
tendrá acción para que se le adjudique la herencia, y se le restituyan las cosas<br />
hereditarias, tanto corporales como incorporales, y aun aquellas <strong>de</strong> que el<br />
difunto era mero tenedor, como <strong>de</strong>positario, comodatario, prendario,<br />
arrendatario, etc., y que no hubieren vuelto legítimamente a sus dueños".<br />
La disposición pone en <strong>cl</strong>aro que la acción incumbe al here<strong>de</strong>ro que,<br />
obviamente, <strong>de</strong>be probar su condición <strong>de</strong> tal.<br />
Señala la disposición, asimismo, que la acción se dirige contra el que se<br />
preten<strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro y en tal carácter "ocupa" o posee la herencia.<br />
La norma legal establece que la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia persigue<br />
una doble finalidad: a) que se "adjudique" al actor la herencia o, en otros
términos, que se le reconozca la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, y b) que, como<br />
consecuencia <strong>de</strong> este reconocimiento, se le restituyan los bienes hereditarios<br />
<strong>de</strong> toda índole, aun aquellos <strong>de</strong> que el causante era mero tenedor.<br />
Quién pue<strong>de</strong> intentar la acción.<br />
La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia correspon<strong>de</strong> al here<strong>de</strong>ro, así como el<br />
ejercicio <strong>de</strong> la acción reivindicatoria incumbe al dueño.<br />
Compete la acción tanto al here<strong>de</strong>ro universal como al here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />
cuota.<br />
El here<strong>de</strong>ro universal podrá <strong>de</strong>mandar que se le reconozca su <strong>de</strong>recho al<br />
total <strong>de</strong> la herencia y la consiguiente restitución <strong>de</strong> todos los bienes que la<br />
integran.<br />
El here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cuota podrá <strong>de</strong>mandar el mismo reconocimiento respecto<br />
<strong>de</strong> dicha cuota y la restitución proindiviso <strong>de</strong> los efectos hereditarios.<br />
Correspon<strong>de</strong> también el ejercicio <strong>de</strong> la acción al cesionario <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong> herencia.<br />
Muerto el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>sposeído <strong>de</strong> todo o parte <strong>de</strong> la herencia, la acción<br />
podrán interponerla sus here<strong>de</strong>ros.<br />
En cambio, el ejercicio <strong>de</strong> la acción está vedado al legatario. Si el<br />
legado es <strong>de</strong> especie o cuerpo cierto, el legatario <strong>de</strong>sposeído dispondrá <strong>de</strong> la<br />
acción reivindicatoria; el legatario <strong>de</strong> género tiene sólo una acción personal<br />
contra los here<strong>de</strong>ros.<br />
Contra quien se dirige la acción.<br />
De acuerdo con el art. 1264 la acción se encamina en contra <strong>de</strong>l que<br />
ocupa la herencia "en calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro"; en otros términos, se dirige contra<br />
el que se preten<strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro y <strong>de</strong>sconoce al <strong>de</strong>mandante esta calidad.<br />
Por esto, si el poseedor <strong>de</strong> efectos hereditarios preten<strong>de</strong>, por ejemplo,<br />
que adquirió a título <strong>de</strong> compraventa los bienes hereditarios, no proce<strong>de</strong>rá la<br />
acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia sino la acción reivindicatoria.
Objeto <strong>de</strong> la acción<br />
El objeto <strong>de</strong> la acción es, sustancialmente, el reconocimiento <strong>de</strong> la<br />
calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l actor con la natural consecuencia <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>mandado<br />
<strong>de</strong>be restituir los efectos hereditarios, en la proporción que corresponda.<br />
Por tanto, es imprescindible que el actor pruebe su aseveración <strong>de</strong> que<br />
es here<strong>de</strong>ro, sea con el testamento que le <strong>de</strong>signa sucesor a título universal,<br />
sea <strong>de</strong>mostrando el parentesco que le habilita para suce<strong>de</strong>r abintestato, con<br />
arreglo a las normas que rigen la prueba <strong>de</strong>l estado civil (arts. 304 y ss.).<br />
Efectos <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia<br />
El fallo que acoge la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia da origen a diversas<br />
y recíprocas prestaciones entre el supuesto here<strong>de</strong>ro y el verda<strong>de</strong>ro que obtuvo<br />
en el pleito.<br />
Para los efectos <strong>de</strong> estas prestaciones mutuas, como suce<strong>de</strong> en la acción<br />
reivindicatoria, es fundamental indagar si el poseedor vencido ha estado <strong>de</strong><br />
buena o mala fe.<br />
Estará <strong>de</strong> buena fe, por ejemplo, la persona que se reputó here<strong>de</strong>ro en<br />
virtud <strong>de</strong> un testamento que ignoraba hubiese sido revocado por otro posterior.<br />
De mala fe estará el here<strong>de</strong>ro abintestato que entró a poseer a sabiendas que<br />
existía otro pariente <strong>de</strong> grado más próximo, con un <strong>de</strong>recho preferente para<br />
suce<strong>de</strong>r.<br />
Restitución <strong>de</strong> las cosas hereditarias<br />
La restitución <strong>de</strong> "las cosas hereditarias" es la primera y lógica<br />
consecuencia <strong>de</strong>1 reconocimiento <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro:<br />
Compren<strong>de</strong> la restitución <strong>de</strong> todas las cosas hereditarias, tanto<br />
corporales como incorporales.<br />
Abarca las cosas <strong>de</strong> que el causante era mero tenedor, como<br />
arrendatario, acreedor prendario, comodatario, etc. El causante <strong>de</strong>bía restituir<br />
estos bienes, obligación que pesa sobre el here<strong>de</strong>ro. La restitución es<br />
indispensable para que el here<strong>de</strong>ro pueda cumplir esta obligación, a su turno.
Se compren<strong>de</strong>n en la restitución, asimismo, los aumentos que haya<br />
experimentado la herencia. El art. 1265 dispone: "Se extien<strong>de</strong> la misma acción<br />
no sólo a las cosas que al tiempo <strong>de</strong> la muerte pertenecían al difunto, sino a los<br />
aumentos que posteriormente haya tenido la herencia".<br />
Restitución <strong>de</strong> frutos.<br />
La restitución pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r los frutos <strong>de</strong> las cosas hereditarias.<br />
Para esta restitución se aplican "las mismas reglas que en la acción<br />
reivindicatoria" (art. 1266).<br />
En consecuencia, el poseedor <strong>de</strong> mala fe está obligado a restituir los<br />
frutos naturales y civiles percibidos y aun los que el here<strong>de</strong>ro hubiera podido<br />
obtener con mediana inteligencia y actividad, teniendo las cosas hereditarias<br />
en su po<strong>de</strong>r (art. 907, inc. 1°).<br />
El poseedor <strong>de</strong> buena fe no está obligado a restituir frutos sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
contestación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda; a partir <strong>de</strong> esta fecha se le reputa poseedor <strong>de</strong><br />
mala fe (art. 907, inc. 3°).<br />
El poseedor tiene <strong>de</strong>recho a que se le reembolsen los gastos necesarios<br />
para producir los frutos que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>volver (art. 907, inc. 4°).<br />
Enajenaciones y <strong>de</strong>terioros<br />
La buena o mala fe <strong>de</strong>l poseedor es la <strong>cl</strong>ave para <strong>de</strong>cidir acerca <strong>de</strong> su<br />
responsabilidad por las enajenaciones y <strong>de</strong>terioros <strong>de</strong> los bienes hereditarios.<br />
El art. 1267 dice: "El que <strong>de</strong> buena fe hubiere ocupado la herencia no<br />
será responsable <strong>de</strong> las enajenaciones y <strong>de</strong>terioros <strong>de</strong> las cosas hereditarias,<br />
sino en cuanto le hayan hecho más rico; pero habiéndola ocupado <strong>de</strong> mala fe,<br />
lo será <strong>de</strong> todo el importe <strong>de</strong> las enajenaciones y <strong>de</strong>terioros".<br />
Se enten<strong>de</strong>rá que se ha hecho más rico el poseedor cuando se ha<br />
aprovechado <strong>de</strong> las enajenaciones o <strong>de</strong>terioros, como si <strong>de</strong>struyó un bosque y<br />
vendió la ma<strong>de</strong>ra o la leña, o la empleó en su beneficio (art. 906, inc. 2°).<br />
Pago <strong>de</strong> mejoras<br />
Para el pago <strong>de</strong> las mejoras introducidas por el poseedor vencido se
aplican, sin variación, las reglas <strong>de</strong> la acción reivindicatoria (art. 1266).<br />
Las mejoras necesarias <strong>de</strong>ben abonarse a todo poseedor, sea <strong>de</strong> buena o<br />
mala fe (art. 908).<br />
El poseedor <strong>de</strong> buena fe tiene <strong>de</strong>recho a que se le abonen las mejoras<br />
útiles (art. 909), mientras que el poseedor <strong>de</strong> mala fe sólo pue<strong>de</strong> llevarse los<br />
materiales que pueda separar sin <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> la cosa y que el here<strong>de</strong>ro<br />
rehúse pagar (art. 910).<br />
Las mejoras voluptuarias no se abonan al poseedor <strong>de</strong> buena ni al <strong>de</strong><br />
mala fe; sólo podrá llevar los materiales en las condiciones recién señaladas<br />
(art. 911).<br />
Valor <strong>de</strong> los actos ejecutados por el here<strong>de</strong>ro aparente<br />
Hay que <strong>de</strong>terminar el valor <strong>de</strong> los actos ejecutados por el here<strong>de</strong>ro<br />
aparente, vencido en el juicio <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia, mientras estuvo en<br />
posesión.<br />
El art. 1267 <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> que el poseedor <strong>de</strong> buena fe no es responsable <strong>de</strong> las<br />
enajenaciones sino en cuanto le hayan hecho más rico, mientras que el<br />
poseedor <strong>de</strong> mala fe respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> todo el importe <strong>de</strong> las enajenaciones.<br />
Es notorio que la regla regula solo las relaciones entre el verda<strong>de</strong>ro y el<br />
supuesto here<strong>de</strong>ro y no resuelve acerca <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> los actos <strong>de</strong> éste.<br />
La doctrina distingue tres situaciones diversas: a) pago al here<strong>de</strong>ro<br />
aparente <strong>de</strong> créditos hereditarios; b) actos <strong>de</strong> administración ejecutados por el<br />
poseedor, y c) actos <strong>de</strong> disposición <strong>de</strong>l supuesto here<strong>de</strong>ro:<br />
a) La ley no ha previsto expresamente sino la primera situación, esto es, el<br />
pago al here<strong>de</strong>ro aparente <strong>de</strong> créditos <strong>de</strong> la sucesión.<br />
El art. 1576, inc. 2°, dispone que "el pago hecho <strong>de</strong> buena fe a la<br />
persona que estaba entonces en posesión <strong>de</strong>l crédito, es válido, aunque<br />
<strong>de</strong>spués aparezca que el crédito no le pertenecía".<br />
De este modo, el pago al here<strong>de</strong>ro aparente, verificado en la equivocada<br />
creencia <strong>de</strong> ser el verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro, libera al <strong>de</strong>udor que pagó, extingue la
obligación;<br />
b) El rigor <strong>de</strong> los principios conduce a la con<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong> que no son eficaces<br />
los actos <strong>de</strong> administración <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro aparente y que el verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro<br />
no está obligado a respetarlos.<br />
La doctrina, sin embargo, se in<strong>cl</strong>ina por la solución contraria. Los actos<br />
<strong>de</strong> administración tienen carácter general <strong>de</strong> necesidad porque es<br />
indispensable que la sucesión sea administrada; el dueño también habría<br />
<strong>de</strong>bido verificarlos, y<br />
c) En cuanto a los actos <strong>de</strong> disposición, los principios generales se<br />
resumen en el aforismo nemo plus juris ad alium transjferre potest quam ipse<br />
habet, nadie pue<strong>de</strong> transferir más <strong>de</strong>rechos que los que le pertenecen.<br />
El Código consagra este principio en diversas disposiciones. La<br />
tradición hecha por quien no es verda<strong>de</strong>ro dueño no transfiere el dominio sino<br />
sólo los <strong>de</strong>rechos transferibles <strong>de</strong>l tra<strong>de</strong>nte sobre la cosa entregada (art. 682);<br />
la venta <strong>de</strong> cosa ajena es válida "sin perjuicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l dueño" (art.<br />
1815); si la prenda no pertenece al constituyente, subsiste el contrato,<br />
"mientras no la re<strong>cl</strong>ama su dueño" (art. 2390).<br />
En resumen, es justo con<strong>cl</strong>uir que los actos <strong>de</strong> disposición <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro<br />
aparente no son propiamente inválidos sino inoponibles al verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro.<br />
No obstante, gran parte <strong>de</strong> la doctrina cuestiona esta con<strong>cl</strong>usión,<br />
inspirándose en serias consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> equidad. Se dice que el tercero que<br />
ha cedido a un invencible error no <strong>de</strong>be ser víctima <strong>de</strong> su buena fe y que la<br />
pérdida <strong>de</strong>be más bien soportar el verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro que no se ha dado a<br />
conocer y negligentemente ha <strong>de</strong>jado que otro le suplante y ocupe su lugar<br />
(Planiol).<br />
Prescripción <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia.<br />
El art. 1269 dispone: "El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia expira en diez<br />
años. Pero el here<strong>de</strong>ro putativo, en el caso <strong>de</strong>l inciso final <strong>de</strong>l art. 704, podrá<br />
oponer a esta acción la prescripción <strong>de</strong> cinco años” contados como para la<br />
adquisición <strong>de</strong>l dominio.<br />
La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia, al igual que la reivindicatoria, no se
extingue por su no ejercicio. La extinción se opera a consecuencia <strong>de</strong> la<br />
pérdida <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia. Y como este <strong>de</strong>recho no se pier<strong>de</strong> sino<br />
porque otro lo adquiere por prescripción, resulta que la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong><br />
herencia se extingue <strong>de</strong> la misma manera.<br />
En resumen, la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia se extingue por la<br />
prescripción adquisitiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia. Tal es la regla <strong>de</strong>l art. 2517:<br />
"Toda acción por la cual se re<strong>cl</strong>ama un <strong>de</strong>recho se extingue por la prescripción<br />
adquisitiva <strong>de</strong>l mismo <strong>de</strong>recho".<br />
La herencia se adquiere, regularmente, por prescripción <strong>de</strong> diez años<br />
(art. 2512 N° 1°).<br />
Por excepción, la prescripción será <strong>de</strong> cinco años para el here<strong>de</strong>ro<br />
putativo, esto es, el here<strong>de</strong>ro aparente que no es en realidad here<strong>de</strong>ro, pero a<br />
quien se ha concedido la posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia y que tiene como<br />
justo título el <strong>de</strong>creto judicial que se la otorga (art. 704, inc. final).<br />
ACCIÓN REIVINDlCATORIA DEL HEREDERO<br />
El here<strong>de</strong>ro dispone <strong>de</strong> la acción reivindicatoria como dueño que es <strong>de</strong><br />
los bienes que integran la herencia. Esta ha <strong>de</strong> ser la acción que el here<strong>de</strong>ro<br />
entable cuando le guíe el propósito <strong>de</strong> recobrar la posesión <strong>de</strong> bienes<br />
hereditarios, poseídos por otra persona que no preten<strong>de</strong> ser here<strong>de</strong>ro.<br />
Así ocurrirá cuando el here<strong>de</strong>ro aparente haya enajenado cosas<br />
hereditarias a título <strong>de</strong> compraventa, aporte en sociedad, etc.<br />
El art. 1268, inc. 1°, dispone que "el here<strong>de</strong>ro podrá también hacer uso<br />
<strong>de</strong> la acción reivindicatoria sobre cosas reivindicables, que hayan pasado a<br />
terceros, y no hayan sido prescritas por ellos".<br />
Las cosas reivindicables a que la ley se refiere serán todas las cosas<br />
"singulares", raíces o muebles, corporales, o incorporales, o una cuota<br />
<strong>de</strong>terminada pro indiviso <strong>de</strong> tales cosas (arts. 890, 891, 892).<br />
El here<strong>de</strong>ro que opta por el ejercicio <strong>de</strong> la acción reivindicatoria<br />
conserva sus acciones contra el here<strong>de</strong>ro aparente, en términos que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n
<strong>de</strong> la buena o mala fe <strong>de</strong> éste.<br />
Contra el pretendido here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> mala fe, el verda<strong>de</strong>ro here<strong>de</strong>ro tiene<br />
acción para que "le complete lo que por el recurso contra terceros poseedores<br />
no hubiere podido obtener, y le <strong>de</strong>je enteramente in<strong>de</strong>mne" (art. 1268, inc. 2°).<br />
El mismo <strong>de</strong>recho le correspon<strong>de</strong> contra el supuesto here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> buena<br />
fe, "en cuanto por el artículo prece<strong>de</strong>nte se hallare obligado" (art. 1268, inc.<br />
2°), o sea, en cuanto por la enajenación se hubiere hecho más rico.<br />
Paralelo entre la acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia y la reivindicatoria.<br />
Ambas acciones tienen un estrecho parentesco. El art. 891 dispone que<br />
los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>rechos reales pue<strong>de</strong>n reivindicarse, al igual que el dominio,<br />
"excepto el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> herencia".<br />
La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia, en verdad, es una acción<br />
reivindicatoria <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho real <strong>de</strong> herencia:<br />
a) La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia correspon<strong>de</strong> al here<strong>de</strong>ro y en el juicio<br />
respectivo se discute la calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro. La acción reivindicatoria incumbe<br />
al dueño y la discusión en el pleito versa sobre el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> propiedad;<br />
b) La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia tiene por objeto que se reconozca al<br />
actor su condición <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro y como consecuencia se le restituyan las cosas<br />
hereditarias; la acción reivindicatoria persigue recobrar la posesión <strong>de</strong> cosas<br />
singulares <strong>de</strong> que el dueño no esta en posesión;<br />
c) La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia se dirige contra el que posee en<br />
calidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, <strong>de</strong>sconociendo esta calidad al actor; la acción<br />
reivindicatoria se entabla contra el poseedor cuya posesión tiene como<br />
antece<strong>de</strong>nte cualquier título que no sea la condición <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro, y<br />
d) La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia prescribe en un plazo que fluctúa<br />
entre cinco y diez años; la acción reivindicatoria prescribe en un plazo que va<br />
<strong>de</strong> dos a diez años.<br />
Acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia y acción <strong>de</strong> partición.<br />
La acción <strong>de</strong> partición proce<strong>de</strong> cuando un here<strong>de</strong>ro re<strong>cl</strong>ama su parte y
tanto su condición <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ro como la cuota que le correspon<strong>de</strong> no son<br />
discutidas por los <strong>de</strong>más partícipes.<br />
En cambio, la acción que se entable será la <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia<br />
cuando los otros here<strong>de</strong>ros discutan al peticionario el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> intervenir en<br />
la partición o sostengan que le correspon<strong>de</strong> una cuota menor.<br />
Planteada una cuestión semejante, ha <strong>de</strong> resolverse previamente la<br />
partición; esta cuestión prejudicial es <strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong> la justicia<br />
ordinaria.<br />
Una gran diferencia separa ambas acciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la<br />
prescripción. La acción <strong>de</strong> partición es imprescriptible.<br />
Acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia y acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia difiere sustancialmente <strong>de</strong> la acción<br />
<strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
La primera correspon<strong>de</strong> a todo here<strong>de</strong>ro, mientras que la segunda<br />
compete sólo al que tiene la calidad <strong>de</strong> legitimario.<br />
La acción <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia es una acción real y se ejerce, por<br />
tanto, sin consi<strong>de</strong>ración a la persona. La acción <strong>de</strong> reforma es personal y habrá<br />
<strong>de</strong> ejercitarse necesariamente contra los asignatarios testamentarios en cuyo<br />
provecho el testamento vulnera las legítimas.<br />
Ambas acciones podrán entablarse conjuntamente: la acción <strong>de</strong><br />
reforma para que se modifique el testamento y la <strong>de</strong> petición <strong>de</strong> herencia para<br />
que se restituya al actor lo que le corresponda.<br />
LA PARTICIÓN DE BIENES<br />
Con motivo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l causante, si son varios los here<strong>de</strong>ros, surge<br />
entre ellos un estado <strong>de</strong> comunidad o indivisión.<br />
La muerte <strong>de</strong> una persona no es la única fuente <strong>de</strong> la comunidad. La<br />
indivisión pue<strong>de</strong> producirse por la adquisición <strong>de</strong> una cosa en común, a<br />
consecuencia <strong>de</strong> la disolución <strong>de</strong> una sociedad conyugal, etc.
Se caracteriza la comunidad por la idéntica naturaleza jurídica <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los partícipes. Por este motivo no invisten el carácter <strong>de</strong><br />
comuneros el nudo propietario y el usufructuario.<br />
Este estado <strong>de</strong> indivisión termina por diversas causas que ha señalado el<br />
art. 2312: 1) por la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la cosa común; 2) por la reunión <strong>de</strong> todas<br />
las cuotas <strong>de</strong> los comuneros en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una sola persona, y 3) por la división<br />
<strong>de</strong>l haber común.<br />
La <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la cosa, que ha <strong>de</strong> ser total, pone fin a la comunidad<br />
porque <strong>de</strong>saparece su objeto. Si la <strong>de</strong>strucción es parcial, subsistirá la<br />
indivisión sobre lo que reste.<br />
La indivisión supone pluralidad <strong>de</strong> titulares <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho; por esto<br />
termina la comunidad si todas las cuotas llegan a pertenecer a una sola<br />
persona. Poco importan el título a que se verifique la adquisición y si las<br />
diversas cuotas las adquiere un partícipe o un extraño.<br />
La tercera <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> extinción <strong>de</strong> la comunidad es la partición que<br />
se pasa a estudiar.<br />
Las reglas <strong>de</strong> la partición <strong>de</strong> bienes son <strong>de</strong> aplicación general.<br />
El Código <strong>Civil</strong> formula las reglas <strong>de</strong> la partición <strong>de</strong> bienes a propósito<br />
<strong>de</strong> la división <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> origen hereditario. Pero tales reglas son<br />
aplicables a la división <strong>de</strong> toda comunidad.<br />
En efecto, el art. 1776 hace aplicables estas normas a la liquidación <strong>de</strong><br />
la sociedad conyugal: "La división <strong>de</strong> los bienes sociales se sujetará a las<br />
reglas dadas para la partición <strong>de</strong> los bienes hereditarios".<br />
A su turno, el art. 2115 previene que las reglas dadas para la partición<br />
<strong>de</strong> bienes hereditarios y relativas a las obligaciones entre los cohere<strong>de</strong>ros, "se<br />
aplican a la división <strong>de</strong>l caudal social y a las obligaciones entre los miembros<br />
<strong>de</strong> la sociedad disuelta", salvo que se opongan a las reglas especiales dadas<br />
para el contrato <strong>de</strong> sociedad.<br />
Por último, el art. 2313 dispone: "La división <strong>de</strong> las cosas comunes y las<br />
obligaciones y <strong>de</strong>rechos que <strong>de</strong> ella resulten se sujetarán a las mismas reglas
que la partición <strong>de</strong> la herencia".<br />
Facultad <strong>de</strong> pedir la partición.<br />
La ley mira la comunidad con evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>sconfianza. La consi<strong>de</strong>ra una<br />
fuente <strong>de</strong> disensiones, estima que reduce las iniciativas <strong>de</strong> los partícipes y<br />
entraba la circulación <strong>de</strong> los bienes.<br />
Consecuencia lógica <strong>de</strong> estas i<strong>de</strong>as es la regla <strong>de</strong>l art. 1317 que<br />
pro<strong>cl</strong>ama que ninguno <strong>de</strong> los partícipes está obligado a permanecer en la<br />
indivisión y que siempre se podrá instar por la partición <strong>de</strong> las cosas comunes.<br />
Este principio tiene dos importantes limitaciones. Los partícipes pue<strong>de</strong>n<br />
convenir la indivisión y la ley pue<strong>de</strong> imponerla a los comuneros. En otros<br />
términos, cesa el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> pedir la división <strong>de</strong> la comunidad cuando media<br />
un pacto <strong>de</strong> indivisión y en los casos <strong>de</strong> indivisión forzada que establece la<br />
ley.<br />
Pacto <strong>de</strong> indivisión.<br />
Cesa el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> pedir la partición cuando media entre los partícipes<br />
un convenio expreso <strong>de</strong> permanecer indivisos. El art. 1317 advierte que la<br />
división pue<strong>de</strong> pedirse "con tal que los coasignatarios no hayan estipulado lo<br />
contrario".<br />
Pero este pacto <strong>de</strong> indivisión es <strong>de</strong> efectos efímeros. El art. 1317 aña<strong>de</strong>:<br />
"No pue<strong>de</strong> estipularse proindivisión por más <strong>de</strong> cinco años, pero cumplido<br />
este término podrá renovarse el pacto".<br />
El legislador se percata que la partición <strong>de</strong> las cosas comunes, que<br />
cualquier partícipe pue<strong>de</strong> solicitar a su arbitrio, suele ocasionar graves daños.<br />
Por ello autoriza el pacto <strong>de</strong> indivisión:<br />
Del texto legal fluye <strong>cl</strong>aramente que no pue<strong>de</strong> el causante imponer la<br />
indivisión. Es menester que la estipulen los "coasignatarios".<br />
El pacto no pue<strong>de</strong> tener efectos por un plazo superior a cinco años;<br />
vencido este plazo, podrá renovarse la estipulación. No hay inconveniente, sin<br />
embargo, para que el pacto se celebre antes <strong>de</strong> expirado el plazo; pero la<br />
estipulación no surtirá efecto sino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> vencido (Claro Solar).
Si se estipula la indivisión por un término superior al legal, será válido<br />
el pacto hasta por cinco años y nulo en el exceso.<br />
Indivisión forzada.<br />
El principio general no rige, tampoco, en los casos <strong>de</strong> indivisión<br />
forzada. El art. 1317, en su último inciso, con<strong>cl</strong>uye que "las disposiciones<br />
prece<strong>de</strong>ntes no se extien<strong>de</strong>n a los lagos <strong>de</strong> dominio privado, ni a los <strong>de</strong>rechos<br />
<strong>de</strong> servidumbre (ver arts. 826 y 827), ni a las cosas que la ley manda mantener<br />
indivisas como la propiedad fiduciaria (ver art. 751)".<br />
ACCIÓN DE PARTICIÓN.<br />
La acción <strong>de</strong> partición no es otra cosa que el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> provocarla.<br />
La <strong>de</strong>nominación no es afortunada porque la partición no supone<br />
necesariamente un juicio. Pue<strong>de</strong>n hacerla el causante o los interesados<br />
amigablemente.<br />
Imprescriptibilidad <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> partición.<br />
El art. 131 7 establece que "ninguno <strong>de</strong> los coasignatarios <strong>de</strong> una cosa<br />
universal o singular será obligado a permanecer en la indivisión" y que, a<br />
menos que intervenga un pacto <strong>de</strong> indivisión, la partición "podrá siempre<br />
pedirse".<br />
Mientras dure la indivisión, la acción <strong>de</strong> partición pue<strong>de</strong> entablarse y, en<br />
tal sentido, es imprescriptible. De otro modo, los comuneros quedarían<br />
impedidos <strong>de</strong> pedir la división y, por en<strong>de</strong>, obligados a permanecer indivisos.<br />
La acción <strong>de</strong> partición dura tanto como la indivisión; pero no podría<br />
sobrevivirla. El ejercicio <strong>de</strong> la acción supone que los bienes sean comunes.<br />
La prescripción no pue<strong>de</strong> afectar a la acción <strong>de</strong> partición directamente y<br />
servir para consolidar un estado <strong>de</strong> indivisión que la ley mira con disgusto. La<br />
acción <strong>de</strong> partición, en suma, no se extingue por la prescripción extintiva.<br />
Pero la comunidad pue<strong>de</strong> terminar por diversas causas y entre ellas a
consecuencia <strong>de</strong> que una persona, comunero o extraño, adquiere por<br />
prescripción el dominio ex<strong>cl</strong>usivo <strong>de</strong> la cosa común.<br />
Por la prescripción adquisitiva que ponga fin al estado <strong>de</strong> comunidad se<br />
extinguirá la acción <strong>de</strong> partición. La prescripción no pue<strong>de</strong> servir para crear un<br />
estado permanente <strong>de</strong> indivisión, pero sí para poner fin a la comunidad.<br />
En resumen, como dice Baudry-Lacantinerie, "si no hay indivisión sin<br />
acción <strong>de</strong> partición, tampoco hay partición sin indivisión".<br />
Prescripción entre comuneros.<br />
No se discute que un tercero pue<strong>de</strong> adquirir por prescripción los bienes<br />
comunes y que, <strong>de</strong> esta manera, se extinguirá la acción <strong>de</strong> partición.<br />
Pero se afirma, en cambio, que un comunero no pue<strong>de</strong> prescribir bienes<br />
comunes o, en otros términos, que entre comuneros no cabe la prescripción<br />
(Somarriva). Esta tesis es rebatida (entre otros por Claro Solar, Meza Barros).<br />
a) Por cierto que el comunero no podrá adquirir el dominio por prescripción<br />
mientras reconozca el dominio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más partícipes. Solamente es<br />
concebible que adquiera dicho dominio ex<strong>cl</strong>usivo cuando se pretenda dueño<br />
único y <strong>de</strong>sconozca el condominio.<br />
Dice con razón Laurent: "La acción <strong>de</strong> partición es prescriptible e<br />
imprescriptible a la vez: imprescriptible mientras todos gocen en calidad <strong>de</strong><br />
propietarios; prescriptible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que el goce <strong>de</strong> comunero pasa a ser <strong>de</strong><br />
propietario, es <strong>de</strong>cir, a título privativo y ex<strong>cl</strong>usivo <strong>de</strong> toda i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> indivisión”;<br />
b) La única dificultad con que tropieza el comunero para prescribir la cosa<br />
común es el carácter ambiguo <strong>de</strong> su posesión. Por cierto que si hechos bien<br />
significativos no <strong>de</strong>muestran que ha tenido la voluntad <strong>de</strong> poseer por su<br />
ex<strong>cl</strong>usiva cuenta, <strong>de</strong>berá consi<strong>de</strong>rarse que ha poseído por cuenta <strong>de</strong> todos los<br />
interesados.<br />
La condición <strong>de</strong> comunero autoriza para ejecutar numerosos actos -<br />
servicio <strong>de</strong> la cosa común para el uso personal, administración <strong>de</strong> la misma- y<br />
no es posible saber a ciencia cierta si los ejecuta reconociendo el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
los partícipes o reputándose dueño ex<strong>cl</strong>usivo, y
c) Resulta <strong>de</strong>sconcertante que el poseedor que no tiene título alguno sobre<br />
la cosa, que se apo<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> ella en virtud <strong>de</strong> una flagrante usurpación, pueda<br />
prescribir, mientras se niega este <strong>de</strong>recho al comunero. La ley sería menos<br />
favorable, como dice con ironía Baudry-Lacantinerie, para con el que lleva a<br />
cabo una semiusurpación, que para con el que comete una usurpación<br />
completa.<br />
Quiénes pue<strong>de</strong>n entablar la acción.<br />
La acción compete a los partícipes y a sus here<strong>de</strong>ros.<br />
La acción <strong>de</strong> partición compete, obviamente, a los partícipes en la<br />
comunidad.<br />
Igualmente correspon<strong>de</strong> la acción a los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> los coasignatarios.<br />
Fallecido un comunero sin que haya ejercitado la acción, sus here<strong>de</strong>ros<br />
recogerán en su patrimonio el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ejercitarla.<br />
Este <strong>de</strong>recho correspon<strong>de</strong> a cada uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros individualmente.<br />
El art. 1321 dispone: "Si falleciere uno <strong>de</strong> varios coasignatarios, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
habérsele <strong>de</strong>ferido la asignación, cualquiera <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> éste podrá<br />
pedir la partición".<br />
Sin embargo, una vez iniciado el juicio <strong>de</strong> partición, los here<strong>de</strong>ros<br />
<strong>de</strong>ben proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> consuno. El art. 1321 aña<strong>de</strong> que formarán en el juicio una<br />
sola persona, "y no podrán obrar sino todos juntos o por medio <strong>de</strong> un<br />
procurador común".<br />
Partícipes cuyo <strong>de</strong>recho está subordinado a una condición suspensiva.<br />
La condición suspensiva, impi<strong>de</strong> que nazca el <strong>de</strong>recho; por tanto, el<br />
partícipe cuyo <strong>de</strong>recho está subordinado a una condición <strong>de</strong> esta índole no<br />
pue<strong>de</strong> ejercer la acción <strong>de</strong> partición.<br />
Consecuente con este principio, el art. 1319 dispone: "Si alguno <strong>de</strong> los<br />
coasignatarios lo fuere bajo condición suspensiva, no tendrá <strong>de</strong>recho a pedir la<br />
partición mientras penda la condición".<br />
La circunstancia <strong>de</strong> ser condicional el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> un partícipe no pue<strong>de</strong><br />
ser naturalmente óbice para que los <strong>de</strong>más soliciten la partición. Pero para
proce<strong>de</strong>r a ella <strong>de</strong>berán asegurar "competentemente al asignatario condicional<br />
lo que cumplida la condición le corresponda" (art. 1319).<br />
Fiduciarios y fi<strong>de</strong>icomisarios.<br />
El inc. 2° <strong>de</strong>l art. 1319 dispone que "si el objeto asignado fuere un<br />
fi<strong>de</strong>icomiso se observará lo prevenido en el título De la propiedad fiduciaria".<br />
Y en ésta la acción <strong>de</strong> partición sólo correspon<strong>de</strong>rá al propietario fiduciario y<br />
no al fi<strong>de</strong>icomisario, porque el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> éste está sujeto a condición (ver art.<br />
761). Así lo ha resuelto la jurispru<strong>de</strong>ncia. Por ejemplo, dice el testador: <strong>de</strong>jo<br />
un tercio <strong>de</strong> mis bienes a Pedro, un tercio a Juan y un tercio a Diego. La parte<br />
<strong>de</strong> éste pasará a Antonio cuando éste se reciba <strong>de</strong> abogado. La acción <strong>de</strong><br />
partición correspon<strong>de</strong> a Diego (propietario fiduciario) y no a Antonio<br />
(fi<strong>de</strong>icomisario).<br />
Pero si todos los coasignatarios son propietarios fiduciarios (como si,<br />
por ejemplo, el testador dice que <strong>de</strong>ja todos sus bienes a Pedro, Juan y Diego,<br />
y ellos pasarán a Antonio a lo que se reciba <strong>de</strong> abogado), nadie podrá solicitar<br />
la partición, pues sólo existen propietarios fiduciarios, y al tenor <strong>de</strong>l art. 1317<br />
la propiedad fiduciaria es un caso <strong>de</strong> indivisión forzada.<br />
Cesionarios <strong>de</strong> una cuota en la comunidad.<br />
El cesionario <strong>de</strong> una cuota en la comunidad tiene <strong>de</strong>recho a entablar la<br />
acción y proce<strong>de</strong>r a la partición, en los mismos términos que el partícipe <strong>de</strong><br />
quien adquirió dicha cuota.<br />
El arte 1320 dispone: "Si un coasignatario ven<strong>de</strong> o ce<strong>de</strong> su cuota a un<br />
extraño, tendrá éste igual <strong>de</strong>recho que el ven<strong>de</strong>dor o ce<strong>de</strong>nte para pedir la<br />
partición e intervenir en ella".<br />
Situación <strong>de</strong> los acreedores.<br />
El art. 524 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> previene que el acreedor<br />
podrá dirigir su acción sobre la parte o cuota que corresponda a su <strong>de</strong>udor en<br />
una comunidad sin previa liquidación, "o exigir que con intervención suya se<br />
liqui<strong>de</strong> la comunidad". Esta última facultad importa que está autorizado para<br />
ejercitar la acción <strong>de</strong> partición.<br />
Sin embargo, el art. 524 autoriza a los <strong>de</strong>más comuneros para oponerse
a la partición por un doble motivo: si existe algún motivo legal que la impida,<br />
como un pacto <strong>de</strong> indivisión, y si <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>rse a ella ha <strong>de</strong> resultar grave<br />
perjuicio.<br />
Capacidad para ejercitar la acción.<br />
Los representantes legales requieren, por regla general, autorización<br />
judicial.<br />
Por regla general, los representantes legales requieren autorización <strong>de</strong> la<br />
justicia para provocar la partición <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> sus representados. El arte 1322,<br />
inc. 1°, dispone: "Los tutores y curadores, y en general los que administran<br />
bienes ajenos por disposición <strong>de</strong> la ley, no podrán proce<strong>de</strong>r a la partición <strong>de</strong><br />
las herencias o <strong>de</strong> los bienes raíces en que tengan parte sus pupilos, sin<br />
autorización judicial".<br />
Con respecto a los tutores y curadores, el art. 396 reproduce la regla<br />
general.<br />
El padre <strong>de</strong> familia necesita igualmente autorización judicial para<br />
proce<strong>de</strong>r a la partición <strong>de</strong> bienes raíces <strong>de</strong>l hijo o adquiridos a título <strong>de</strong><br />
herencia, salvo que pertenezcan a su peculio profesional o industrial.<br />
Para la gestión <strong>de</strong> los bienes que forman su peculio profesional o<br />
industrial el hijo se mira como mayor <strong>de</strong> edad y sólo requiere autorización<br />
judicial para enajenar o hipotecar los inmuebles que forman parte <strong>de</strong> dicho<br />
peculio (arts. 250-254).<br />
Caso especial <strong>de</strong>l marido<br />
El marido como administrador <strong>de</strong> los bienes propios <strong>de</strong> la mujer en el<br />
caso <strong>de</strong> la sociedad conyugal requiere el consentimiento <strong>de</strong> ésta para provocar<br />
la partición <strong>de</strong> la herencia o <strong>de</strong> bienes raíces en que ella tenga interés. En el<br />
caso que la mujer fuere menor <strong>de</strong> edad o se encontrare imposibilitada, su<br />
consentimiento podrá ser suplido por el juez (art. 1322, inc. 2º). En caso <strong>de</strong><br />
negativa <strong>de</strong> la mujer mayor <strong>de</strong> edad, su voluntad no pue<strong>de</strong> ser suplida por el<br />
juez.<br />
El art. 1322 supone que es el marido quien provoca la partición, pero<br />
¿podría la mujer provocar dicha partición por sí misma? Antes <strong>de</strong> la reforma<br />
<strong>de</strong> 1989 la respuesta era afirmativa, podía hacerlo con autorización <strong>de</strong>l marido
o <strong>de</strong> la justicia en subsidio conforme a lo dispuesto por los arts. 136, 137 y<br />
146 hoy <strong>de</strong>rogados.<br />
Dice Meza Barros: “Al amparo <strong>de</strong> la actual normativa la cuestión es<br />
<strong>de</strong>batible, <strong>de</strong>biendo in<strong>cl</strong>inarnos por la negativa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento que la mujer<br />
casada en el régimen normal <strong>de</strong> matrimonio carece <strong>de</strong> toda inferencia en la<br />
administración <strong>de</strong> sus bienes propios. A mayor abundamiento, el art. 1754 inc.<br />
final sanciona los actos <strong>de</strong> disposición que ejecute en relación a dichos bienes<br />
con la nulidad absoluta. El asunto es <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego dudoso, consi<strong>de</strong>rando la<br />
naturaleza jurídica <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> partición, la plena capacidad <strong>de</strong> la mujer<br />
casada y la poca simpatía con que el legislador mira la indivisión”.<br />
Casos en que no es necesaria la autorización <strong>de</strong> la justicia o <strong>de</strong> la mujer.<br />
No necesitan los padres <strong>de</strong> familia y los tutores o curadores autorización<br />
judicial, ni el marido autorización <strong>de</strong> la mujer o <strong>de</strong>l juez, en dos casos: a) si<br />
otro comunero solicita la partición; y b) si la partición se hace <strong>de</strong> común<br />
acuerdo:<br />
a) En primer lugar, no son necesarias las indicadas formalida<strong>de</strong>s cuando<br />
otro comunero solicita la partición.<br />
Tal es la solución que expresamente contempla el inc. 2° <strong>de</strong>l art. 396:<br />
"Si el juez, a petición <strong>de</strong> un comunero o cohere<strong>de</strong>ro, hubiere <strong>de</strong>cretado la<br />
división, no será necesario nuevo <strong>de</strong>creto".<br />
Esta solución <strong>de</strong>be generalizarse. Es manifiesto que el legislador ha<br />
querido que solamente el representante legal no tome la iniciativa sin la<br />
competente autorización; pero no se concibe que si otro partícipe provoca la<br />
partición en uso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l art. 1317, sea menester tal autorización.<br />
El texto <strong>de</strong>l art. 1322 corrobora este aserto cuando exige que el marido<br />
obtenga autorización para "provocar la partición", con lo que racionalmente<br />
<strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse que no la ha menester cuando es arrastrado a ella.<br />
b) Tampoco es necesaria la autorización cuando la partición se hace <strong>de</strong><br />
común acuerdo. El art. 1325 señala los requisitos que, en tal caso, <strong>de</strong>ben<br />
observarse y no menciona tal autorización.<br />
Por otra parte, la autorización sería inútil y el propósito legislativo
queda cabalmente satisfecho con la aprobación por la justicia <strong>de</strong> la partición<br />
misma (art. 1325, inc. 2º).<br />
MODOS DE EFECTUAR LA PARTICIÓN<br />
La partición pue<strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong> tres maneras: a) por el causante o<br />
testador; b) por los coasignatarios <strong>de</strong> común acuerdo, y c) por un partidor.<br />
En las indivisiones que no tienen origen hereditario la partición sólo<br />
podrá efectuarse en las dos últimas formas.<br />
PARTICIÓN HECHA POR EL CAUSANTE<br />
Maneras <strong>de</strong> efectuar el causante la partición<br />
El art. 1318 establece que el difunto pue<strong>de</strong> hacer la partición "por acto<br />
entre vivos o por testamento”.<br />
La partición hecha por testamento ha <strong>de</strong> sujetarse a todas las<br />
solemnida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l acto testamentario. Conservará el testador, mientras viva, la<br />
facultad <strong>de</strong> revocar el testamento y, por en<strong>de</strong>, la partición efectuada.<br />
Ha omitido el legislador expresar las formalida<strong>de</strong>s a que <strong>de</strong>be sujetarse<br />
la partición por acto entre vivos; y puesto que las solemnida<strong>de</strong>s son <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>recho estricto, es forzoso con<strong>cl</strong>uir que no está sometida a ninguna<br />
formalidad (Somarriva).<br />
La partición <strong>de</strong>be respetar el <strong>de</strong>recho ajeno.<br />
La facultad <strong>de</strong>l causante <strong>de</strong> partir sus bienes es consecuencia <strong>de</strong> que su<br />
voluntad es la suprema ley que rige la sucesión.<br />
Pero el art. 1318 advierte que se pasará por esta partición hecha por el<br />
causante "en cuanto no fuere contraria a <strong>de</strong>recho ajeno".<br />
Tal expresión <strong>de</strong> la ley alu<strong>de</strong> a las asignaciones forzosas. La partición<br />
hecha por el causante <strong>de</strong>be respetar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los legitimarios y <strong>de</strong>más<br />
asignatarios forzosos.<br />
Asimismo, la partición <strong>de</strong>berá respetar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los acreedores y
formar la hijuela pagadora <strong>de</strong> <strong>de</strong>udas (art. 1336).<br />
El inciso 2° <strong>de</strong>l art. 1318 dispone que en especial, la partición se<br />
consi<strong>de</strong>rará contraria a <strong>de</strong>recho ajeno si no ha respetado el <strong>de</strong>recho que el art.<br />
1337, regla 10°, otorga al cónyuge sobreviviente, esto es, el <strong>de</strong>recho a que su<br />
cuota hereditaria se entere con preferencia mediante la adjudicación en favor<br />
suyo <strong>de</strong> la propiedad <strong>de</strong>l inmueble en que resida y que sea o haya sido la<br />
vivienda principal <strong>de</strong> la familia, así como <strong>de</strong>l mobiliario que lo guarnece,<br />
siempre que ellos formen parte <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong>l difunto.<br />
Tasación <strong>de</strong> los bienes cuando el causante tiene legitimarios.<br />
Si el causante no tiene legitimarios, la tasación <strong>de</strong> los bienes,<br />
indispensable para efectuar la partición, no ofrece dificulta<strong>de</strong>s. Pero si los hay,<br />
surge la perentoria regla <strong>de</strong>l art. 1197 que autoriza al que <strong>de</strong>be una legítima<br />
para señalar los bienes con que <strong>de</strong>be hacerse su pago, pero le veda "tasar los<br />
valores, <strong>de</strong> dichas especies".<br />
La aplicación estricta <strong>de</strong>l art. 1197 haría imposible la partición al que<br />
tiene legitimarios pues sin tasación no se concibe una partición.<br />
Como dice Abeliuk “La interpretación más aceptada es <strong>de</strong>jar a cada<br />
precepto su campo propio <strong>de</strong> acción. Si el testador se limita a fijar las especies<br />
con las cuales han <strong>de</strong> pagarse las legítimas, se aplica el art. 1197 y, en<br />
consecuencia, dichas especies no pue<strong>de</strong>n ser tasadas; pero si el testador<br />
efectúa la partición, se aplica el art. 1318 y podría indicar el valor <strong>de</strong> dichos<br />
bienes. Pero, en tal caso, como lo dice expresamente este precepto, sólo se<br />
pasará por dicha partición en cuanto no sea contraria a <strong>de</strong>recho ajeno. Se <strong>de</strong>ja<br />
a salvo, pues, con esta interpretación, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los legitimarios<br />
perjudicados con la tasación hecha por el causante, quienes in<strong>cl</strong>uso podrían<br />
entablar la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong> testamento”.<br />
PARTICIÓN HECHA POR LOS INTERESADOS<br />
Requisitos<br />
El art. 1325 establece: "Los coasignatarios podrán hacer la partición por<br />
sí mismos si todos concurren al acto, aunque entre ellos haya personas que no<br />
tengan la libre disposición <strong>de</strong> sus bienes, siempre que no se presenten
cuestiones que resolver y todos estén <strong>de</strong> acuerdo sobre la manera <strong>de</strong> hacer la<br />
división".<br />
Aña<strong>de</strong> el inc. 2°: "Serán, sin embargo, necesarias en este caso la<br />
tasación <strong>de</strong> los bienes por peritos y la aprobación <strong>de</strong> la partición por la justicia<br />
ordinaria <strong>de</strong>l mismo modo que lo serían si se procediere ante un partidor".<br />
En consecuencia, esta forma <strong>de</strong> partición requiere:<br />
a) Que todos los partícipes concurran al acto.<br />
Se compren<strong>de</strong> que sin la concurrencia unánime <strong>de</strong> los indivisarios no es<br />
viable la partición;<br />
b) Que no se presenten cuestiones que resolver.<br />
Ha <strong>de</strong> haber acuerdo entre los coasignatarios acerca <strong>de</strong> los bienes que<br />
van a partirse, <strong>de</strong> quiénes son los partícipes y cuáles son sus respectivos<br />
<strong>de</strong>rechos;<br />
c) Que haya acuerdo sobre la manera <strong>de</strong> hacer la división.<br />
Es <strong>de</strong>cir se requiere acuerdo unánime acerca <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> hacer la<br />
división, qué bienes habrán <strong>de</strong> adjudicarse a los diversos partícipes, los<br />
valores <strong>de</strong> las adjudicaciones, etc.;<br />
d) Que se tasen los bienes por peritos.<br />
La tasación pericial, sin embargo, pue<strong>de</strong> omitirse aunque haya<br />
incapaces entre los partícipes con tal que haya "en los autos antece<strong>de</strong>ntes que<br />
justifiquen la apreciación hecha por las partes" (art. 657 <strong>de</strong>l C.P.C.) lo que se<br />
cumple insertando en la escritura <strong>de</strong> partición tales antece<strong>de</strong>ntes, y<br />
e) Que se apruebe la partición judicialmente <strong>de</strong>l mismo modo que si se<br />
procediera ante un partidor.<br />
Tal aprobación es menester cuando tengan interés personas ausentes que<br />
no han <strong>de</strong>signado apo<strong>de</strong>rados o personas sujetas a guarda (ver art. 1342).<br />
Forma <strong>de</strong> esta partición
La ley ha omitido indicar, <strong>de</strong> un modo directo, las formas <strong>de</strong> esta<br />
partición, las solemnida<strong>de</strong>s a que <strong>de</strong>be someterse.<br />
Solamente el art. 48, letra d) <strong>de</strong> la Ley N° 16.271 sugiere que <strong>de</strong>be<br />
hacerse por escritura pública. Según tal disposición, la fijación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l<br />
monto imponible para el cálculo <strong>de</strong> la contribución a las herencias,<br />
asignaciones y donaciones pue<strong>de</strong> hacerse "por escritura pública <strong>de</strong> partición",<br />
aludiendo a la que hagan los partícipes <strong>de</strong> común acuerdo.<br />
Prácticamente, una partición que no cumpla esta exigencia resultará la<br />
mayoría <strong>de</strong> las veces inoperante porque no servirá para inscribir las<br />
adjudicaciones <strong>de</strong> bienes raíces que contenga, etc.<br />
PARTICIÓN ANTE UN PARTIDOR<br />
Por último, la partición pue<strong>de</strong> hacerse por un partidor. Tal será la única<br />
forma <strong>de</strong> efectuar la partición si no la ha hecho el causante o no media entre<br />
los interesados el cabal acuerdo que se requiere para efectuarla por si mismos.<br />
La partición, en tal caso, es materia <strong>de</strong> un juicio arbitral. El art. 227 <strong>de</strong>l<br />
Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales señala entre las cuestiones <strong>de</strong> arbitraje forzoso<br />
"la partición <strong>de</strong> bienes".<br />
El partidor es generalmente un árbitro <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.<br />
El partidor es un árbitro <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.<br />
Sin embargo, las partes mayores <strong>de</strong> edad y libres administradoras <strong>de</strong> sus<br />
bienes podrán darle el carácter <strong>de</strong> arbitrador (arts. 648 <strong>de</strong>l C.P.C. y 224 <strong>de</strong>l<br />
C.O.T.).<br />
El partidor podrá ser un árbitro mixto, esto es, arbitrador en cuanto al<br />
procedimiento, aunque alguno <strong>de</strong> los interesados sea incapaz, con autorización<br />
judicial, dada "por motivos <strong>de</strong> manifiesta conveniencia" (arts. 648 <strong>de</strong>l C.P.C. y<br />
224 <strong>de</strong>l C.O.T.).<br />
El partidor nombrado por el causante o por el juez <strong>de</strong>be necesariamente<br />
ser un árbitro <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.
Si hay incapaces no podrá nunca ser árbitro arbitrador.<br />
Requisitos para ser partidor.<br />
El art. 225 <strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales, que señala los requisitos<br />
para ser <strong>de</strong>signado árbitro, dispone, en su inciso final: "En cuanto al<br />
nombramiento <strong>de</strong> partidor, se estará a lo dispuesto en los arts. 1323, 1324 y<br />
1325 <strong>de</strong>l Código <strong>Civil</strong>”. De esta manera, los requisitos para ser partidor son:<br />
a) ser abogado, y b) tener "la libre disposición <strong>de</strong> sus bienes" (art. 1323, inc.<br />
1°).<br />
Implicancia y recusación <strong>de</strong>l partidor<br />
El art. 1323, inc. 2°, establece, como principio general, que son<br />
aplicables a los partidores las causales <strong>de</strong> implicancia y <strong>de</strong> recusación que el<br />
Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales establece para los jueces.<br />
Esta regla rige plenamente cuando la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong>l partidor compete a<br />
la justicia ordinaria; cuando la <strong>de</strong>signación la hace el causante o los<br />
copartícipes, rigen las reglas especiales que se indican a continuación:<br />
a) Cuando el nombramiento <strong>de</strong> partidor se hace por el causante, valdrá la<br />
<strong>de</strong>signación aunque la persona nombrada "sea albacea o coasignatario o esté<br />
comprendida en alguna <strong>de</strong> las causales <strong>de</strong> implicancia o recusación que<br />
establece el Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales, siempre que cumpla con los<br />
<strong>de</strong>más requisitos legales".<br />
Sin embargo, cualquiera <strong>de</strong> los interesados podrá acudir al juez don<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>be seguirse el juicio <strong>de</strong> partición para que <strong>de</strong><strong>cl</strong>are inhabilitado al partidor<br />
por alguna <strong>de</strong> las causas señaladas. La solicitud se tramitará conforme a las reglas<br />
que el Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> señala para las recusaciones (art.<br />
1324), y<br />
b) Si la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> partidor se hace por los interesados <strong>de</strong> común<br />
acuerdo pue<strong>de</strong> recaer en persona que invista la calidad <strong>de</strong> albacea o<br />
coasignatario o a quien afecte alguna causal <strong>de</strong> implicancia o recusación, "con<br />
tal que dicha persona reúna los <strong>de</strong>más requisitos legales" (art. 1325, inc. 3°).<br />
En tal caso, el partidor sólo pue<strong>de</strong> ser inhabilitado por causas <strong>de</strong>
implicancia o recusación "que hayan sobrevenido a su nombramiento" (art.<br />
1325, inc. 4°).<br />
Nombramiento <strong>de</strong>l partidor.<br />
De acuerdo con lo dispuesto en los arts. 1324 y 1325, el partidor pue<strong>de</strong><br />
ser nombrado: a) por el causante; b) por los coasignatarios <strong>de</strong> común acuerdo,<br />
y c) por el juez.<br />
La primera forma <strong>de</strong> nombramiento sólo tiene cabida, por cierto, en las<br />
indivisiones que tienen un origen hereditario.<br />
1. Nombramiento por el causante.<br />
Forma <strong>de</strong>l nombramiento.<br />
El nombramiento <strong>de</strong> partidor hecho por el causante pue<strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong><br />
dos maneras: por instrumento público o por acto testamentario. El art. 1324<br />
dispone que "valdrá el nombramiento <strong>de</strong> partidor que haya hecho el difunto<br />
por instrumento público entre vivos o por testamento”.<br />
Si el causante pue<strong>de</strong> hacer por sí mismo la partición, con mayor razón<br />
ha <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>signar una persona que la practique.<br />
El instrumento público a que alu<strong>de</strong> la disposición no podrá ser sino una<br />
escritura pública. Ningún otro instrumento público sería apropiado para<br />
efectuar la <strong>de</strong>signación.<br />
Los partícipes pue<strong>de</strong>n revocar el nombramiento.<br />
Los interesados pue<strong>de</strong>n revocar el nombramiento hecho por el causante,<br />
con tal que lo acuer<strong>de</strong>n en forma unánime.<br />
El art. 241 <strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Tribunales establece que el<br />
compromiso termina por la revocación que hacen las partes <strong>de</strong> común acuerdo<br />
<strong>de</strong> la jurisdicción <strong>de</strong>l compromisario. La ley no distingue acerca <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>signación.<br />
El partidor nombrado por el causante sólo es competente para partir su<br />
herencia.
El partidor <strong>de</strong>signado por el causante es competente sólo para partir la<br />
herencia quedada a su fallecimiento.<br />
Por tanto, el partidor no es competente para liquidar la sociedad<br />
conyugal <strong>de</strong> que el difunto fue socio, a menos que consientan el cónyuge<br />
sobreviviente o sus here<strong>de</strong>ros.<br />
Tampoco es competente para partir los bienes que el difunto poseyera<br />
en común con otras personas, por otras causas, sin el consentimiento <strong>de</strong> éstas.<br />
2. Nombramiento por los coasignatarios.<br />
Requisitos <strong>de</strong>l nombramiento.<br />
El nombramiento <strong>de</strong> partidor por los coasignatarios requiere acuerdo<br />
unánime <strong>de</strong> los interesados (art. 1325, inc. 3º) y que este acuerdo conste por<br />
escrito (art. 234 <strong>de</strong>l C.O.,T.).<br />
Presencia <strong>de</strong> interesados incapaces.<br />
El nombramiento <strong>de</strong> partidor por los interesados <strong>de</strong> común acuerdo<br />
tiene cabida "aunque no tengan la libre disposición <strong>de</strong> sus bienes" (art. 1325,<br />
inc. 3°).<br />
Si hay incapaces entre los partícipes el partidor que se <strong>de</strong>signe ha <strong>de</strong> ser<br />
necesariamente un árbitro <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, y su nombramiento, en términos<br />
generales, <strong>de</strong>be someterse a la aprobación <strong>de</strong> la justicia ordinaria (art. 1326,<br />
inc. 1°).<br />
3. Nombramiento hecho por el juez.<br />
Forma <strong>de</strong> provocar el nombramiento.<br />
El art. 1325 inc. 5° dispone que si los interesados no se ponen <strong>de</strong><br />
acuerdo en el nombramiento, "el juez, a petición <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> ellos,<br />
proce<strong>de</strong>rá a nombrar un partidor que reúna los requisitos legales, con sujeción<br />
a las reglas <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong>".<br />
La manera <strong>de</strong> provocar esta <strong>de</strong>cisión judicial se consigna en el arte 646<br />
<strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong>: "Cuando haya <strong>de</strong> nombrarse partidor,
cualquiera <strong>de</strong> los comuneros ocurrirá al tribunal que corresponda, pidiéndole<br />
que cite a todos los interesados a fin <strong>de</strong> hacer la <strong>de</strong>signación, y se proce<strong>de</strong>rá a<br />
ella en la forma establecida para el nombramiento <strong>de</strong> peritos".<br />
Reglas aplicables al nombramiento<br />
En el referido comparendo se <strong>de</strong>liberará sobre la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong><br />
partidor; a falta <strong>de</strong> acuerdo <strong>de</strong> las partes, el nombramiento se hará por el juez.<br />
El <strong>de</strong>sacuerdo que autoriza al juez para efectuar el nombramiento pue<strong>de</strong><br />
ser real o presunto. Se entien<strong>de</strong> que no hay acuerdo cuando las partes<br />
discuerdan en la <strong>de</strong>signación y "cuando no concurren todas a la audiencia"<br />
(art. 415 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
El nombramiento que haga el juez no podrá recaer en ninguna <strong>de</strong> las dos<br />
primeras personas propuestas por cada uno <strong>de</strong> los interesados (art. 414 <strong>de</strong>l<br />
C.P.C.).<br />
Oposición al nombramiento.<br />
En el comparendo pue<strong>de</strong> suscitarse oposición al nombramiento <strong>de</strong><br />
partidor por muy diversas causas: porque no existe comunidad, porque el<br />
solicitante no es comunero, etc.<br />
Esta cuestión <strong>de</strong>be resolverse previamente al nombramiento; la forma<br />
<strong>de</strong> tramitar la oposición ha suscitado dificulta<strong>de</strong>s.<br />
Según Meza Barros se trata <strong>de</strong> una cuestión <strong>de</strong> lato conocimiento. Su<br />
tramitación conforme al procedimiento ordinario postergaría por largo tiempo<br />
el nombramiento <strong>de</strong> partidor. Por esto, lo sensato es que la oposición se<br />
tramite como juicio sumario, conforme al art. 680 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong><br />
Procedimiento <strong>Civil</strong>.<br />
Juez competente<br />
Si la comunidad que se trata <strong>de</strong> dividir es <strong>de</strong> origen hereditario, es juez<br />
competente el <strong>de</strong>l lugar en que se abrió la sucesión, o sea, el <strong>de</strong>l último<br />
domicilio <strong>de</strong>l causante (art. 148 <strong>de</strong>l C.O.T.).
Cuando la comunidad tenga otro origen, será competente el juez <strong>de</strong>l<br />
domicilio <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> los interesados (arts. 134 y 141 <strong>de</strong>l C.O.T.).<br />
Aprobación <strong>de</strong>l nombramiento <strong>de</strong>l partidor<br />
Cada vez que el nombramiento <strong>de</strong> partidor no haya sido hecho por el<br />
juez, sea obra <strong>de</strong>l causante o <strong>de</strong>l acuerdo <strong>de</strong> los coasignatarios, <strong>de</strong>be ser<br />
aprobado por la justicia, cuando alguno <strong>de</strong> los partícipes es incapaz. El art.<br />
1326, inc. 1°, dispone: "Si alguno <strong>de</strong> los coasignatarios no tuviere la libre<br />
disposición <strong>de</strong> sus bienes, el nombramiento <strong>de</strong> partidor, que no haya sido<br />
hecho por el juez, <strong>de</strong>berá ser aprobado por éste".<br />
La presencia <strong>de</strong> personas incapaces hace necesaria la aprobación<br />
judicial <strong>de</strong>l nombramiento.<br />
Situación especial <strong>de</strong> la mujer casada.<br />
El inc. 2º <strong>de</strong>l art. 1326 dispone “que se exceptúa <strong>de</strong> esta disposición”,<br />
esto es, <strong>de</strong> la aprobación judicial <strong>de</strong>l nombramiento <strong>de</strong> partidor, cuando no ha<br />
sido hecha por el juez, “la mujer casada cuyos bienes administra el marido”,<br />
agrega que “bastará en tal caso el consentimiento <strong>de</strong> la mujer, o el <strong>de</strong> la<br />
justicia en subsidio”.<br />
Aceptación <strong>de</strong>l cargo y plazo para su <strong>de</strong>sempeño.<br />
Aceptación <strong>de</strong>l cargo<br />
El partidor <strong>de</strong>be aceptar el cargo para proce<strong>de</strong>r a su <strong>de</strong>sempeño. Esta<br />
aceptación <strong>de</strong>be ser expresa; el partidor que acepta el cargo "<strong>de</strong>berá <strong>de</strong><strong>cl</strong>ararlo<br />
así" (art. 1328).<br />
El art. 1327 dispone: "El partidor no es obligado a aceptar este encargo<br />
contra su voluntad; pero si, nombrado en testamento, no acepta el encargo, se<br />
observará lo prevenido respecto <strong>de</strong>l albacea en igual caso".<br />
Por tanto, se hará indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, a menos que pruebe<br />
inconveniente grave (arts. 1277 y 971, inc. 2°).
La indignidad afecta sólo al partidor “nombrado en testamento”.<br />
Juramento<br />
Junto con aceptar el cargo el partidor <strong>de</strong>be prestar juramento <strong>de</strong> que lo<br />
<strong>de</strong>sempeñará fielmente. El art. 1328 expresa que “jurará <strong>de</strong>sempeñarlo con la<br />
<strong>de</strong>bida fi<strong>de</strong>lidad y en el menor tiempo posible".<br />
No ha establecido la ley la forma <strong>de</strong> prestar la aceptación y juramento.<br />
En la práctica se prestarán concurriendo el partidor a la escritura en que se le<br />
<strong>de</strong>signa o ante el ministro <strong>de</strong> fe que le notifique el nombramiento.<br />
Plazo para el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l cargo<br />
La ley señala al partidor, para efectuar la partición, un plazo <strong>de</strong> dos<br />
años, contados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la aceptación <strong>de</strong>l cargo (art. 1332, inc. 1°).<br />
El testador no pue<strong>de</strong> ampliar este plazo (art. 1332, inc. 2°). En cambio,<br />
"los coasignatarios podrán ampliarlo o restringirlo, como mejor les parezca,<br />
aun contra la voluntad <strong>de</strong>l testador" (art. 1332, inc. 3°).<br />
Responsabilida<strong>de</strong>s y prohibiciones <strong>de</strong>l partidor.<br />
Responsabilidad <strong>de</strong>l partidor<br />
El art. 1329 establece: "La responsabilidad <strong>de</strong>l partidor se extien<strong>de</strong><br />
hasta la culpa leve; y en el caso <strong>de</strong> prevaricación, <strong>de</strong><strong>cl</strong>arada por el juez<br />
competente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estar sujeto a la in<strong>de</strong>mnización <strong>de</strong> perjuicios, y a las<br />
penas legales que correspondan al <strong>de</strong>lito, se constituirá indigno conforme a lo<br />
dispuesto para los ejecutores <strong>de</strong> últimas volunta<strong>de</strong>s en el art. 1300".<br />
El partidor, pues, <strong>de</strong>be emplear un celo o diligencia medianos. La falta<br />
<strong>de</strong> este cuidado o diligencia le hará responsable <strong>de</strong> los perjuicios que cause.<br />
En caso <strong>de</strong> prevaricación incurrirá en las sanciones penales que el <strong>de</strong>lito<br />
acarrea (arts. 223 a 227 <strong>de</strong>l C. Penal) y en la sanción civil <strong>de</strong> in<strong>de</strong>mnizar<br />
perjuicios.<br />
En el mismo caso, al igual que el albacea, se hará indigno <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r,<br />
per<strong>de</strong>rá las asignaciones que se le hayan hecho y el <strong>de</strong>recho a que se le
etribuya su <strong>trabajo</strong>.<br />
Responsabilidad por el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas e impuestos<br />
El partidor es obligado a velar por el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias y<br />
<strong>de</strong>l impuesto a la herencia:<br />
a) El partidor <strong>de</strong>be formar un lote o hijuela para el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
conocidas, esto es, reservar una cantidad <strong>de</strong> bienes a<strong>de</strong>cuada a este objeto. La<br />
omisión <strong>de</strong> este <strong>de</strong>ber "le hará responsable <strong>de</strong> todo perjuicio respecto <strong>de</strong> los<br />
acreedores" (art. 1336), y<br />
b) El partidor <strong>de</strong>be velar por el pago <strong>de</strong> la contribución <strong>de</strong> herencias,<br />
or<strong>de</strong>nar su entero en arcas fiscales, reservar o hacer reservar bienes necesarios<br />
para el pago (art. 59 <strong>de</strong> la Ley N° 16.271). La omisión le convertirá en<br />
co<strong>de</strong>udor solidario <strong>de</strong>l impuesto a<strong>de</strong>udado y le hará incurrir en una multa que<br />
fluctúa entre un 10% y un 100% <strong>de</strong> una U.T.A. (art. 71 <strong>de</strong> la Ley N° 16.271).<br />
Competencia <strong>de</strong>l partidor.<br />
EL JUICIO DE PARTICIÓN<br />
En relación con la competencia <strong>de</strong>l partidor, las materias pue<strong>de</strong>n<br />
dividirse en tres grupos:<br />
a) Cuestiones que son <strong>de</strong> la ex<strong>cl</strong>usiva competencia <strong>de</strong>l partidor;<br />
b) Cuestiones <strong>de</strong> que jamás pue<strong>de</strong> conocer el partidor, y<br />
c) Cuestiones <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> conocer, según las circunstancias, el partidor o<br />
la justicia ordinaria.<br />
Cuestiones <strong>de</strong> la ex<strong>cl</strong>usiva competencia <strong>de</strong>l partidor<br />
El art. 651, inc. 1°, <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong>, consigna la regla<br />
general que <strong>de</strong>termina la competencia <strong>de</strong>l partidor. Enten<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> todas las<br />
cuestiones que "<strong>de</strong>biendo servir <strong>de</strong> base para la repartición, no someta la ley<br />
<strong>de</strong> un modo expreso al conocimiento <strong>de</strong> la justicia ordinaria".<br />
El partidor tiene como misión liquidar la herencia para <strong>de</strong>terminar lo
que a cada coasignatario correspon<strong>de</strong> y distribuir los bienes entre ellos en<br />
proporción a sus <strong>de</strong>rechos. Es natural que sea competente para conocer <strong>de</strong><br />
todas las cuestiones que tiendan a estos fines.<br />
Por vía <strong>de</strong> ejemplo, incumbirá al partidor interpretar las <strong>cl</strong>áusulas <strong>de</strong>l<br />
testamento, <strong>de</strong>cidir si un bien admite cómoda división, si una donación <strong>de</strong>be<br />
enten<strong>de</strong>rse hecha a título <strong>de</strong> legítima o mejora, <strong>de</strong>terminar el monto <strong>de</strong> las<br />
recompensas que los cónyuges <strong>de</strong>ban a la sociedad conyugal o viceversa, etc.<br />
Cuestiones <strong>de</strong> que jamás pue<strong>de</strong> conocer el partidor<br />
Dos ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> materias escapan a la jurisdicción <strong>de</strong>l partidor, no<br />
obstante que <strong>de</strong>ben servir <strong>de</strong> base a la partición.<br />
La primera <strong>de</strong> estas cuestiones se refiere a la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> quiénes<br />
son los comuneros y cuáles son sus respectivos <strong>de</strong>rechos. La segunda, se<br />
refiere a la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los bienes partibles. De estas cuestiones tratan,<br />
respectivamente, los arts. 1330 y 1331.<br />
Incompetencia <strong>de</strong>l partidor para <strong>de</strong>cidir quiénes son los partícipes y<br />
cuáles sus respectivos <strong>de</strong>rechos.<br />
La partición supone que se encuentre pre<strong>de</strong>terminado o reconocido<br />
quiénes son los partícipes y cuáles los <strong>de</strong>rechos que a cada uno correspon<strong>de</strong> en<br />
los bienes comunes.<br />
Las cuestiones que al respecto se susciten son previas a la partición y<br />
escapan a la jurisdicción <strong>de</strong>l partidor. El art. 1330 dispone: "antes <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r<br />
a la partición, se <strong>de</strong>cidirán por la justicia ordinaria las controversias sobre<br />
<strong>de</strong>rechos a la sucesión por testamento o abintestato, <strong>de</strong>sheredamiento,<br />
incapacidad o indignidad <strong>de</strong> los asignatarios".<br />
La disposición supone que la partición no se ha iniciado. Pero es lógico<br />
con<strong>cl</strong>uir que si cuestiones <strong>de</strong> la índole <strong>de</strong> que se trata se promueven durante el<br />
curso <strong>de</strong> la partición, <strong>de</strong>berá paralizarse hasta que se resuelvan.<br />
Incompetencia <strong>de</strong>l partidor para resolver cuáles son los bienes comunes<br />
y las pretensiones sobre dominio ex<strong>cl</strong>usivo.<br />
La partición supone, igualmente, que se encuentre establecido cuáles
son los bienes comunes. Por esto, el art. 1331 establece: "Las cuestiones sobre<br />
la propiedad <strong>de</strong> objetos en que alguien alegue un <strong>de</strong>recho ex<strong>cl</strong>usivo y que en<br />
consecuencia no <strong>de</strong>ban entrar en la masa partible, se <strong>de</strong>cidirán por la justicia<br />
ordinaria".<br />
Por regla general, estas cuestiones no suspen<strong>de</strong>n la partición, "no se<br />
retardará la partición por ellas". Solamente se ex<strong>cl</strong>uirán los bienes materia <strong>de</strong><br />
la controversia.<br />
Si la justicia ordinaria <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> en favor <strong>de</strong> quien alega <strong>de</strong>rechos<br />
ex<strong>cl</strong>usivos sobre los bienes, quedarán <strong>de</strong>finitivamente ex<strong>cl</strong>uidos <strong>de</strong> la<br />
partición; si resuelve que los bienes son comunes se proce<strong>de</strong>rá como en el<br />
caso <strong>de</strong>l art. 1349, esto es, se hará la partición <strong>de</strong> tales bienes.<br />
La alegación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos ex<strong>cl</strong>usivos pue<strong>de</strong> recaer sobre todos los bienes<br />
que se trata <strong>de</strong> partir o sobre una parte consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> los mismos. En el<br />
primer caso será imposible que prosiga la partición; en el segundo, no es<br />
práctico o conveniente.<br />
Por esto, el inc. 2° <strong>de</strong>l art. 1331 prescribe: "Sin embargo, cuando<br />
recayeren sobre una parte consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> la masa partible, podrá la partición<br />
suspen<strong>de</strong>rse hasta que se <strong>de</strong>cidan; si el juez, a petición <strong>de</strong> los asignatarios a<br />
quienes corresponda más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la masa partible, lo or<strong>de</strong>nare así".<br />
De este modo, la suspensión <strong>de</strong> la partición requiere: a) que la alegación<br />
<strong>de</strong> dominio ex<strong>cl</strong>usivo recaiga sobre una parte consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> la masa partible,<br />
que la ley no ha señalado y <strong>de</strong>berá apreciar el juez; b) que la suspensión se<br />
pida por quienes representan más <strong>de</strong>l 50% <strong>de</strong> la masa, y c) que el juez <strong>de</strong>crete<br />
la suspensión.<br />
Cuestiones <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> conocer el partidor o la justicia ordinaria.<br />
Un tercer grupo <strong>de</strong> cuestiones pue<strong>de</strong> conocer el partidor o la justicia<br />
ordinaria, según las circunstancias:<br />
a) El partidor es competente para conocer <strong>de</strong> las cuestiones sobre<br />
formación e impugnación <strong>de</strong> inventarios y tasaciones, cuentas <strong>de</strong> albaceas,<br />
comuneros o administradores <strong>de</strong> bienes comunes (art. 651, inc. 1° <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Pero será la justicia ordinaria la llamada a conocer <strong>de</strong> tales cuestiones si
quienes las promueven no han aceptado el compromiso, o éste ha caducado o<br />
no se ha constituido aún (art. 651, inc. 2°, <strong>de</strong>l C.P.C.);<br />
b) Las cuestiones sobre administración proindiviso son, alternativamente,<br />
<strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong>l partidor y <strong>de</strong> la justicia ordinaria.<br />
"Organizado el compromiso y mientras subsista la jurisdicción <strong>de</strong>l<br />
partidor", a éste correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong>cretar la administración proindiviso y nombrar<br />
los administradores (art. 653, inc. 2°, <strong>de</strong>l C.P.C.). Estas cuestiones incumbirán<br />
a la justicia ordinaria "mientras no se haya constituido el juicio divisorio o<br />
cuando falte el árbitro que <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r en él" (art. 653, inc. 1°, <strong>de</strong>l C.P.C.);<br />
c) Los terceros acreedores que tengan <strong>de</strong>rechos que hacer valer sobre los<br />
bienes comprendidos en la partición, "podrán ocurrir al partidor o a la justicia<br />
ordinaria, a su elección" (art. 656 <strong>de</strong>l C.P.C.), y<br />
d) Para la ejecución <strong>de</strong> la sentencia <strong>de</strong>finitiva se podrá recurrir al partidor<br />
o al tribunal ordinario correspondiente, "a elección <strong>de</strong>l que pida su<br />
cumplimiento" (art. 635, inc. 1°, <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Sin embargo, si el cumplimiento <strong>de</strong> la resolución exige procedimientos<br />
<strong>de</strong> apremio o el empleo <strong>de</strong> otras medidas compulsivas, o ha <strong>de</strong> afectar a<br />
terceros que no sean parte en el compromiso, <strong>de</strong>berá recurrirse a la justicia<br />
ordinaria para la ejecución <strong>de</strong> lo resuelto (art. 635, inc. 3°, C.P.C.).<br />
TRAMITACIÓN DEL JUICIO PARTICIONAL.<br />
Una vez aceptado el cargo y prestado el juramento, el partidor está en<br />
situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeñar su cometido.<br />
Habitualmente el partidor dicta una resolución que manda tener por<br />
constituido el compromiso, <strong>de</strong>signa actuario y cita a las partes a comparendo<br />
para un día <strong>de</strong>terminado.<br />
La <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> un actuario es <strong>de</strong> rigor porque el art. 648, inc. 2º, <strong>de</strong>l<br />
Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> dispone que los actos <strong>de</strong> los partidores serán<br />
en todo caso autorizados por un notario o un secretario <strong>de</strong> juzgado <strong>de</strong> letras o<br />
<strong>de</strong> los tribunales superiores <strong>de</strong> justicia.
La citación a comparendo es consecuencia <strong>de</strong> que el juicio particional se<br />
tramita en audiencias verbales, sin perjuicio <strong>de</strong> presentarse solicitu<strong>de</strong>s escritas<br />
cuando la naturaleza e importancia <strong>de</strong> las materias <strong>de</strong>batidas lo exijan (art. 649<br />
<strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
En el primer comparendo se acostumbra <strong>de</strong>jar sentadas las bases<br />
fundamentales <strong>de</strong> la partición. Se expresará, por ejemplo, el nombre <strong>de</strong> todos<br />
los partícipes y <strong>de</strong> sus representantes; el objeto <strong>de</strong> la partición; se aprobará el<br />
inventario si lo hay; se dará cuenta <strong>de</strong> haberse concedido e inscrito la posesión<br />
efectiva; se acordará la forma como habrán <strong>de</strong> notificarse las resoluciones <strong>de</strong>l<br />
partidor; se fijarán día y hora para los comparendos ordinarios, etc.<br />
De lo obrado se levantará acta que firmarán el partidor, los partícipes<br />
asistentes y el actuario.<br />
Comparendos ordinarios y extraordinarios.<br />
Los comparendos pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> dos <strong>cl</strong>ases: ordinarios y extraordinarios.<br />
Son comparendos ordinarios aquellos que se celebran periódicamente,<br />
en fechas prefijadas. No es menester que se notifique especialmente a las<br />
partes para su realización y pue<strong>de</strong>n adoptarse válidamente acuerdos sobre<br />
cualesquiera asuntos comprendidos en la partición, aunque no estén presentes<br />
todos los interesados, con dos salveda<strong>de</strong>s: a) que se trate <strong>de</strong> revocar acuerdos<br />
ya celebrados, y b) que sea menester el consentimiento unánime <strong>de</strong> los<br />
partícipes, en virtud <strong>de</strong> la ley o <strong>de</strong> acuerdos anteriores (art. 650 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Comparendos extraordinarios son aquellos a que se convoca, a petición<br />
<strong>de</strong> las partes o por iniciativa <strong>de</strong>l partidor, para <strong>de</strong>terminados asuntos. Es<br />
indispensable para su celebración que previamente se notifique a los<br />
interesados.<br />
Operaciones previas a la partición.<br />
La partición requiere diversas operaciones o tramitaciones preliminares.<br />
Si se trata <strong>de</strong> una sucesión testamentaria, por ejemplo, habrán <strong>de</strong><br />
prece<strong>de</strong>r a la partición la apertura <strong>de</strong>l testamento cerrado <strong>de</strong>l difunto, la<br />
publicación <strong>de</strong>l testamento abierto ante testigos o será preciso poner por<br />
escrito el testamento verbal.
Será menester pedir la posesión efectiva <strong>de</strong> la herencia <strong>de</strong>l causante. Por<br />
último, es <strong>de</strong> rigor practicar inventario <strong>de</strong> los bienes que se trata <strong>de</strong> partir y<br />
proce<strong>de</strong>r a su tasación.<br />
Facción <strong>de</strong> inventario.<br />
Por regla general, la facción <strong>de</strong> inventario prece<strong>de</strong>rá a la partición y se<br />
habrá practicado con motivo <strong>de</strong> las gestiones sobre posesión efectiva <strong>de</strong> la<br />
herencia.<br />
Si así no fuere, correspon<strong>de</strong> al partidor <strong>de</strong>cidir la facción <strong>de</strong> este<br />
inventario. El partidor es competente para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> todas las cuestiones<br />
"relativas a la formación e impugnación <strong>de</strong> inventarios" (art. 651, inc. 1°, <strong>de</strong>l<br />
C.P.C.).<br />
Tasación <strong>de</strong> los bienes.<br />
La tasación <strong>de</strong> los bienes es indispensable en la partición; sin ella es<br />
imposible que el partidor <strong>de</strong>termine el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los partícipes y pueda<br />
señalar los bienes que han <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>rles por su haber.<br />
Regularmente la tasación se hará por peritos. El art. 1335 dispone: "El<br />
valor <strong>de</strong> tasación por peritos será la base sobre que proce<strong>de</strong>rá el partidor para<br />
la adjudicación <strong>de</strong> las especies; salvo que los coasignatarios hayan legítima y<br />
unánimemente convenido en otra, o que se liciten las especies, en los casos<br />
previstos por la ley".<br />
El Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> ha señalado con más exactitud las<br />
circunstancias que permiten prescindir <strong>de</strong> la evaluación pericial, aunque haya<br />
incapaces entre los partícipes: “que existan en los autos antece<strong>de</strong>ntes que<br />
justifiquen la apreciación hecha por las partes, o que se trate <strong>de</strong> bienes<br />
muebles, o <strong>de</strong> fijar un mínimum para licitar bienes raíces con admisión <strong>de</strong><br />
postores extraños” (art. 657, inc. 2º, <strong>de</strong>l C.P.C.) .<br />
Gastos <strong>de</strong> la partición.<br />
Los gastos o costas comunes <strong>de</strong> la partición -honorarios <strong>de</strong>l partidor y<br />
<strong>de</strong>l actuario, avisos <strong>de</strong> remate, etc.- serán <strong>de</strong> cargo <strong>de</strong> los interesados en ella, a<br />
prorrata <strong>de</strong> sus respectivos <strong>de</strong>rechos (art. 1333).
LIQUIDACIÓN y DISTRIBUCIÓN.<br />
La partición <strong>de</strong> los bienes compren<strong>de</strong> dos operaciones sustanciales:<br />
liquidar y distribuir.<br />
El art. 1337 <strong>de</strong>staca estas dos operaciones: "El partidor liquidará lo que<br />
a cada uno <strong>de</strong> los coasignatarios se <strong>de</strong>ba, y proce<strong>de</strong>rá a la distribución <strong>de</strong> los<br />
efectos hereditarios, teniendo presente las reglas que siguen".<br />
La liquidación consiste en establecer el valor en dinero <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
cada uno <strong>de</strong> los partícipes. La distribución es la repartición entre los comunes<br />
<strong>de</strong> bienes que satisfagan su <strong>de</strong>recho.<br />
Liquidación<br />
Operaciones que compren<strong>de</strong>.<br />
El partidor <strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>r, en primer término, a <strong>de</strong>terminar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
los comuneros.<br />
Para este fin, si el patrimonio hereditario se encuentra confundido con<br />
otros patrimonios, es previo efectuar la separación.<br />
Deberá el partidor precisar cuáles son los bienes que se trata <strong>de</strong> partir y<br />
establecer, <strong>de</strong> este modo, el acervo ilíquido hereditario. Determinará,<br />
asimismo, cuál es el pasivo <strong>de</strong> la sucesión, cuáles son las bajas generales <strong>de</strong> la<br />
herencia, para así formar el acervo líquido <strong>de</strong> que dispone el testador o la ley.<br />
Si es menester, dispondrá el partidor que se forme el acervo imaginario,<br />
conforme a los arts. 1185, 1186 y 1187.<br />
Separación <strong>de</strong> patrimonios.<br />
Es previa a la partición <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l difunto la separación <strong>de</strong> su<br />
patrimonio <strong>de</strong> otros con que se encuentre confundido.<br />
El art. 1341 dispone: "Si el patrimonio <strong>de</strong>l difunto estuviere confundido<br />
con bienes pertenecientes a otras personas por razón <strong>de</strong> bienes propios o<br />
gananciales <strong>de</strong>l cónyuge, contratos <strong>de</strong> sociedad, sucesiones anteriores<br />
indivisas, u otro motivo cualquiera, se proce<strong>de</strong>rá en primer lugar a la
separación <strong>de</strong> patrimonio, dividiendo las especies comunes según las reglas<br />
prece<strong>de</strong>ntes”.<br />
El partidor <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l causante no es competente para liquidar la<br />
sociedad conyugal o partir las comunida<strong>de</strong>s en que haya sido partícipe el<br />
difunto, si no consienten en ello el cónyuge sobreviviente o sus here<strong>de</strong>ros, o<br />
los <strong>de</strong>más partícipes en la comunidad.<br />
Distribución<br />
Una norma fundamental presi<strong>de</strong> la distribución: el acuerdo unánime <strong>de</strong><br />
las partes. Solamente a falta <strong>de</strong> este acuerdo, el partidor <strong>de</strong>berá sujetarse a las<br />
normas supletorias <strong>de</strong> la ley.<br />
En efecto, el art. 1334 dispone: "El partidor se conformará en la<br />
adjudicación <strong>de</strong> los bienes a las reglas <strong>de</strong> este título; salvo que los<br />
coasignatarios acuer<strong>de</strong>n legítima y unánimemente otra cosa”.<br />
Las reglas legales se inspiran en el propósito <strong>de</strong> que la distribución se<br />
haga repartiendo los mismos bienes indivisos. Cada partícipe tiene <strong>de</strong>recho<br />
para pedir que se le dé una parte proporcional <strong>de</strong> tales bienes. Para este fin, se<br />
formarán entre los partícipes lotes o hijuelas.<br />
Estas normas serán inaplicables únicamente cuando los bienes no sean<br />
susceptibles <strong>de</strong> división, entendiéndose que no lo son cuando la división los<br />
hiciere <strong>de</strong>smerecer. No se dividirán, en tal caso: se adjudicarán a un partícipe<br />
o bien se ven<strong>de</strong>rán a terceros y será su valor en dinero el que se distribuya<br />
entre los interesados.<br />
Reglas aplicables cuando los bienes son susceptibles <strong>de</strong> división.<br />
En el supuesto que los bienes admitan división, la ley ha querido que a<br />
cada uno <strong>de</strong> los partícipes corresponda una parte proporcional a sus <strong>de</strong>rechos<br />
en los bienes comunes.<br />
El partidor <strong>de</strong>berá formar lotes o hijuelas. Cada lote <strong>de</strong>be, en lo posible,<br />
estar integrado por bienes <strong>de</strong> la misma naturaleza y calidad. Tales son las<br />
i<strong>de</strong>as que consignan las reglas 7° y 8° <strong>de</strong>l art. 1337.<br />
La primera <strong>de</strong> estas reglas expresa que en la partición "se ha <strong>de</strong> guardar
la posible igualdad, adjudicando a cada uno <strong>de</strong> los coasignatarios cosas <strong>de</strong> la<br />
misma naturaleza y calidad que a los otros, o haciendo hijuelas o lotes <strong>de</strong> la<br />
masa partible".<br />
y aña<strong>de</strong> la regla 8°: "En la formación <strong>de</strong> los lotes se procurará no sólo la<br />
equivalencia sino la semejanza <strong>de</strong> todos ellos; pero se tendrá cuidado <strong>de</strong> no<br />
dividir o separar los objetos que no admitan cómoda división o <strong>de</strong> cuya<br />
separación resulte perjuicio; salvo que convengan en ello unánime y<br />
legítimamente los interesados".<br />
Formados los lotes se distribuirán en la forma que acuer<strong>de</strong>n los<br />
partícipes y, a falta <strong>de</strong> acuerdo, se proce<strong>de</strong>rá a su sorteo. Así resulta <strong>de</strong> la regla<br />
9°, que autoriza a cada uno <strong>de</strong> los interesados para re<strong>cl</strong>amar <strong>de</strong> la composición<br />
<strong>de</strong> los lotes, "antes <strong>de</strong> efectuarse el sorteo”.<br />
Reglas aplicables cuando los bienes no admiten cómoda división.<br />
Si los bienes no son susceptibles <strong>de</strong> cómoda división, no se dividirán.<br />
Se adjudicarán totalmente a un comunero o se proce<strong>de</strong>rá a su venta entre los<br />
coasignatarios o con admisión <strong>de</strong> extraños. El precio <strong>de</strong> la venta o<br />
adjudicación se dividirá entre los partícipes.<br />
El art. 1337, regla 1°, dispone: "Entre los coasignatarios <strong>de</strong> una especie<br />
que no admita división, o cuya división la haga <strong>de</strong>smerecer, tendrá mejor<br />
<strong>de</strong>recho a la especie el que más ofrezca por ella; cualquiera <strong>de</strong> los<br />
coasignatarios tendrá <strong>de</strong>recho a pedir la admisión <strong>de</strong> licitadores extraños; y el<br />
precio se dividirá entre todos los coasignatarios a prorrata”.<br />
La especie se subastará privadamente entre los comuneros o con<br />
admisión <strong>de</strong> extraños. En toda circunstancia tienen los comuneros <strong>de</strong>recho<br />
para exigir la participación <strong>de</strong> extraños, forma como la ley garantiza a los<br />
comuneros <strong>de</strong> escasos recursos que los más acaudalados no obtendrán los<br />
bienes a vil precio.<br />
La regla 2° <strong>de</strong>l art. 1337 supone que un bien se subasta privadamente<br />
entre los partícipes: "No habiendo quien ofrezca más que el valor <strong>de</strong> tasación<br />
o el convencional mencionado en el art. 1335, y compitiendo dos o más<br />
asignatarios sobre la adjudicación <strong>de</strong> una especie, el legitimario será preferido<br />
al que no lo sea".
Reglas aplicables a la división <strong>de</strong> inmuebles.<br />
Las reglas 3°, 4° y 5° se refieren a las normas que <strong>de</strong>ben observarse<br />
para la adjudicación <strong>de</strong> inmuebles:<br />
a) Las porciones <strong>de</strong> uno o más fundos que se adjudiquen a una persona<br />
<strong>de</strong>ben ser continuas, en lo posible, a menos que el adjudicatario consienta en<br />
recibir porciones separadas, o que <strong>de</strong> la continuidad resulte mayor perjuicio a<br />
los <strong>de</strong>más interesados que <strong>de</strong> la separación al adjudicatario;<br />
b) Se procurará la misma continuidad entre el fundo que se adjudique a un<br />
asignatario y otro fundo <strong>de</strong> que este sea dueño, y<br />
c) En la división <strong>de</strong> los fundos se cuidará <strong>de</strong> establecer las servidumbres<br />
necesarias para su cómoda administración y goce.<br />
Adjudicación con <strong>de</strong>smembración <strong>de</strong>l dominio.<br />
En las adjudicaciones que el partidor realice podrá separar la propiedad<br />
<strong>de</strong>l usufructo, uso o habitación para darlos por cuenta <strong>de</strong> la asignación.<br />
Pero esta <strong>de</strong>smembración <strong>de</strong>l dominio requiere, imprescindiblemente,<br />
"el legítimo consentimiento <strong>de</strong> los interesados" (art. 1337, regla 6°) .<br />
Regla 11° <strong>de</strong>l art. 1337.<br />
Por último, la regla 11° <strong>de</strong>l art. 1337 dispone: "Cumpliéndose con lo<br />
prevenido en los arts. 1322 y 1326, no será necesaria la aprobación judicial<br />
para llevar a efecto lo dispuesto en cualquiera <strong>de</strong> los números prece<strong>de</strong>ntes, aun<br />
cuando algunos o todos los coasignatarios sean menores u otras personas que<br />
no tengan la libre administración <strong>de</strong> sus bienes".<br />
En otros términos dice la disposición que, si habiendo incapaces y el<br />
representante legal para solicitar la partición lo hizo con autorización judicial<br />
y en este mismo caso el nombramiento <strong>de</strong> partidor no hecho por la justicia fue<br />
aprobado por ésta, para hacer adjudicaciones parciales no se requiere<br />
aprobación judicial.<br />
<strong>Derecho</strong> preferente <strong>de</strong> adjudicación <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente.
La Ley Nº 19.585, <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1988, introdujo un Nº 10 en el<br />
art. 1337, pasando el antiguo Nº 10 a ser 11.<br />
Dice la actual regla 10ª en su inciso 1º:<br />
“10ª. Con todo, el cónyuge sobreviviente tendrá <strong>de</strong>recho a que su cuota<br />
hereditaria se entere con preferencia mediante la adjudicación a favor suyo <strong>de</strong><br />
la propiedad <strong>de</strong>l inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda<br />
principal <strong>de</strong> la familia, así como <strong>de</strong>l mobiliario que lo guarnece, siempre que<br />
ellos formen parte <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong>l difunto”.<br />
En virtud <strong>de</strong> este precepto, el cónyuge sobreviviente tendrá este <strong>de</strong>recho<br />
preferente <strong>de</strong> adjudicación sobre lo que fue la vivienda familiar y su<br />
mobiliario.<br />
La norma tiene una doble justificación:<br />
1º. La afectación <strong>de</strong> un inmueble como bien familiar y <strong>de</strong> los muebles que<br />
guarnecen el hogar, reglamentada en los arts. 141 y siguientes. Esta institución<br />
fue establecida en nuestro país por la Ley Nº 19.335, <strong>de</strong> 23 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong><br />
1994, que modificó el régimen matrimonial, introduciendo el <strong>de</strong> gananciales y<br />
también esta institución <strong>de</strong>l patrimonio familiar.<br />
Pues bien, <strong>de</strong> acuerdo al inciso final <strong>de</strong>l art. 145, se pue<strong>de</strong> pedir la<br />
<strong>de</strong>safectación <strong>de</strong> un bien <strong>de</strong> su carácter <strong>de</strong> familiar si el matrimonio “ha<br />
terminado por muerte <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> los cónyuges”. Agrega el precepto que,<br />
“en tal caso…los causahabientes <strong>de</strong>l fallecido <strong>de</strong>berán formular la petición<br />
correspondiente”.<br />
Pue<strong>de</strong> ocurrir, en consecuencia, que la familia <strong>de</strong>l difunto se encuentre<br />
con que a su fallecimiento termine la afectación <strong>de</strong> la casa en que vive como<br />
bien familiar, y que en la partición se le adjudique a otro here<strong>de</strong>ro o, peor aún,<br />
a un tercero extraño, con lo cual se les crea el problema <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong>l hogar<br />
familiar.<br />
2º. Ello se agrava porque al aumentarse los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la familia<br />
extramatrimonial y facilitarse el establecimiento <strong>de</strong> la filiación, el legislador<br />
temió que estos here<strong>de</strong>ros ajenos al hogar familiar forzaran su venta o<br />
adjudicación a ellos, con las consecuencias correspondientes.
En toda la legislación sobre esta materia el legislador ha tratado <strong>de</strong><br />
reforzar la situación <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente como una manera <strong>de</strong> prevenir<br />
que la concurrencia con los hijos extramatrimoniales terminara creando una<br />
brusca alteración en la situación familiar.<br />
Las reglas que rigen esta adjudicación preferente son las siguientes:<br />
a) Se trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente <strong>de</strong> carácter preferente,<br />
esto es, no es ex<strong>cl</strong>uyente <strong>de</strong> otra solución, pero el cónyuge tiene esta<br />
preferencia para solicitar que en pago <strong>de</strong> sus haberes se le adjudique la<br />
propiedad a que se refiere la disposición;<br />
b) Se trata <strong>de</strong>l inmueble en que el cónyuge resi<strong>de</strong> y que sea o haya sido la<br />
vivienda principal <strong>de</strong> la familia y <strong>de</strong>l mobiliario que lo guarnece;<br />
En consecuencia, los requisitos para que opere el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
preferencia son:<br />
- Respecto <strong>de</strong>l inmueble y <strong>de</strong>l mobiliario, que ellos formen parte <strong>de</strong>l<br />
patrimonio <strong>de</strong>l difunto.<br />
Esto es obvio, ya que en caso contrario no estamos ante una<br />
adjudicación. Los bienes ajenos al difunto no forman parte <strong>de</strong> su partición, y<br />
<strong>de</strong> ahí la norma.<br />
- Respecto <strong>de</strong>l inmueble, <strong>de</strong>ben concurrir copulativamente las dos<br />
condiciones, esto es, la resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l cónyuge en él y que el inmueble sea o<br />
hay sido la vivienda principal <strong>de</strong> la familia.<br />
- Respecto <strong>de</strong>l mobiliario, se refiere al que guarnece el inmueble, <strong>de</strong><br />
manera que no es cualquier mobiliario, sino que ex<strong>cl</strong>usivamente aquel que<br />
guarnece el bien raíz y que cumple los requisitos señalados recientemente.<br />
c) De acuerdo al inciso final <strong>de</strong> esta regla 10ª, este <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l cónyuge<br />
sobreviviente no es ni transferible ni transmisible, esto es, es un <strong>de</strong>recho<br />
personalísimo dados los objetivos que señala el legislador. De manera que si<br />
el cónyuge fallece o ce<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos hereditarios, no traspasa este <strong>de</strong>recho<br />
preferente <strong>de</strong> adjudicación.
En tal sentido, es una regla excepcional ya que lo normal es que los<br />
<strong>de</strong>rechos sena transferibles y transmisibles, y que se justifica por las razones<br />
que llevaron al legislador a establecerla.<br />
En todo caso, se trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho renunciable, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego porque<br />
está establecido en el solo beneficio <strong>de</strong>l cónyuge, y porque el legislador<br />
ex<strong>cl</strong>uyó expresamente la transmisión y transferencia. Como nada dijo <strong>de</strong> la<br />
renuncia, obviamente ella es proce<strong>de</strong>nte.<br />
d) El legislador ha previsto lo que ocurre si el valor total <strong>de</strong> dichos bienes<br />
exce<strong>de</strong> su haber en la herencia, en cuyo caso el cónyuge tiene <strong>de</strong>recho a pedir<br />
que sobre lo que no le sea adjudicado en propiedad, se constituya a su favor un<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> habitación y <strong>de</strong> uso, a que nos referiremos enseguida, y<br />
e) Este <strong>de</strong>recho preferente <strong>de</strong>l cónyuge opera en los casos en que la<br />
partición se efectúa sin contar necesariamente con el consentimiento <strong>de</strong>l<br />
cónyuge. Es <strong>de</strong>cir, no lo otorga el legislador en el caso <strong>de</strong> partición <strong>de</strong> común<br />
acuerdo, puesto que ahí <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> meramente <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l cónyuge<br />
acce<strong>de</strong>r o no a esta adjudicación preferente.<br />
En cambio, cuando la partición la hace el testador, ella será consi<strong>de</strong>rada<br />
contraria a <strong>de</strong>recho si no respeta este <strong>de</strong>recho preferente <strong>de</strong>l cónyuge (art.<br />
1318, inc. 2º).<br />
Constitución <strong>de</strong> un uso o habitación en la partición.<br />
La regla sexta <strong>de</strong>l Art. 1337 establece que si dos o más personas fueren<br />
consignatarios <strong>de</strong> un predio, podrá el partidor con el consentimiento <strong>de</strong> los<br />
interesados separar <strong>de</strong> la propiedad el usufructo, habitación o uso para darlos<br />
por cuenta <strong>de</strong> la asignación.<br />
Es un caso, entonces, en que estas instituciones tendrán su origen en la<br />
partición.<br />
En la situación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho preferente <strong>de</strong>l cónyuge sobreviviente a<br />
adjudicarse <strong>de</strong>terminados bienes, la Ley Nº 19.585, estableció una forma<br />
especial <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> habitación y <strong>de</strong> uso en los incisos 2º y 3º <strong>de</strong>l Nº 10 <strong>de</strong>l<br />
art. 1337 que disponen:
“Si el valor total <strong>de</strong> dichos bienes exce<strong>de</strong> la cuota hereditaria <strong>de</strong>l<br />
cónyuge, éste podrá pedir que sobre las cosas que no le sean adjudicadas en<br />
propiedad, se constituya en su favor <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> habitación y <strong>de</strong> uso, según la<br />
naturaleza <strong>de</strong> las cosas, con carácter <strong>de</strong> gratuitos y vitalicios.<br />
El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> habitación no será oponible a terceros <strong>de</strong> buena fe<br />
mientras no se inscriba la resolución que lo constituye en el Registro <strong>de</strong>l<br />
Conservador <strong>de</strong> Bienes Raíces. En todo lo no previsto, el uso y la habitación<br />
se regirán por lo dispuesto en el Título X <strong>de</strong>l libro II”.<br />
El legislador se pone en el caso <strong>de</strong> que en <strong>de</strong>finitiva el <strong>de</strong>recho<br />
preferente <strong>de</strong>l cónyuge no quepa en su hijuela, y en ese evento le otorga la<br />
facultad <strong>de</strong> que sobre las cosas que no le sean adjudicadas en propiedad se<br />
constituya en su favor un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> habitación y <strong>de</strong> uso, según la naturaleza<br />
<strong>de</strong> las cosas, esto es, según su carácter <strong>de</strong> inmueble o mobiliario.<br />
Distribución <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas.<br />
Las <strong>de</strong>udas se divi<strong>de</strong>n entre los here<strong>de</strong>ros, por el ministerio <strong>de</strong> la ley, a<br />
prorrata <strong>de</strong> sus cuotas.<br />
Si el causante dispone que las <strong>de</strong>udas se distribuyan <strong>de</strong> distinta manera<br />
o los here<strong>de</strong>ros acuerdan distribuirlas <strong>de</strong> otro modo, se observará esta nueva<br />
forma <strong>de</strong> división. El art. 1340, inc. 1°, previene: "Si alguno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros<br />
quisiere tomar a su cargo mayor cuota <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas que la correspondiente a<br />
prorrata, bajo alguna condición que los otros here<strong>de</strong>ros acepten, será oído".<br />
Pero estos acuerdos no empecen a los acreedores y por esto el art. 1340<br />
agrega en su inc. 2°: "Los acreedores hereditarios o testamentarios no serán<br />
obligados a conformarse con este arreglo <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros para intentar sus<br />
<strong>de</strong>mandas".<br />
Distribución <strong>de</strong> frutos.<br />
Los frutos <strong>de</strong> los bienes, producidos con anterioridad a la muerte <strong>de</strong>l<br />
causante, están incorporados a su patrimonio. La ley ha previsto la suerte <strong>de</strong><br />
los frutos percibidos y pendientes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> la sucesión.<br />
A unos y otros se refieren los arts. 1338 y 1339.<br />
Frutos percibidos
Regla general sobre distribución <strong>de</strong> frutos percibidos durante la<br />
indivisión.<br />
Los frutos, como accesorios <strong>de</strong> los bienes hereditarios, pertenecen a los<br />
dueños <strong>de</strong> las cosas fructuarias, en la proporción <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos en tales<br />
cosas.<br />
El art. 1338 N° 3° establece esta regla general para los frutos percibidos<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l causante, durante la indivisión: "Los here<strong>de</strong>ros<br />
tendrán <strong>de</strong>recho a todos los frutos y accesiones <strong>de</strong> la masa hereditaria indivisa,<br />
a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas".<br />
Excepción cuando existen legados <strong>de</strong> especies o cuerpos ciertos.<br />
Una primera excepción a la regla general tiene lugar cuando el causante<br />
ha instituido legados <strong>de</strong> especies o cuerpos ciertos.<br />
En efecto, el art. 1338 N° 3°, advierte que <strong>de</strong> los frutos que<br />
correspon<strong>de</strong>n a los here<strong>de</strong>ros a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas se <strong>de</strong>ducirán "los frutos<br />
y accesiones pertenecientes a los asignatarios <strong>de</strong> especies".<br />
Los legatarios <strong>de</strong> especies o cuerpos ciertos adquieren el dominio <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la apertura <strong>de</strong> la sucesión (art. 1084); es natural que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces les<br />
pertenezcan los frutos conforme a los arts. 646 y 648.<br />
Consecuente con estos principios, el N° 1° <strong>de</strong>l art. 1338 expresa: "Los<br />
asignatarios <strong>de</strong> especies tendrán <strong>de</strong>recho a los frutos y accesiones <strong>de</strong> ellas<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento <strong>de</strong> abrirse la sucesión".<br />
Pero la misma disposición advierte que la regla no se aplica, a menos<br />
que el testador haya expresamente or<strong>de</strong>nado otra cosa, cuando la asignación<br />
haya sido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> día cierto o bajo condición suspensiva, "pues en estos casos<br />
no se <strong>de</strong>berán los frutos, sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese día, o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cumplimiento <strong>de</strong> la<br />
condición".<br />
Legados <strong>de</strong> género<br />
Los legatarios <strong>de</strong> género no adquieren el dominio con la muerte <strong>de</strong>l<br />
causante. Sólo adquieren un crédito contra los here<strong>de</strong>ros para el pago <strong>de</strong>l
legado. El dominio se adquiere por la tradición <strong>de</strong> las cosas legadas.<br />
Pero no sería justo que tales legatarios adquieran los frutos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
entrega <strong>de</strong>l legado; <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ría <strong>de</strong>l obligado a pagarlo que el legatario adquiera<br />
los frutos o se viera privado <strong>de</strong> ellos.<br />
Por esto, el art. 1338 N° 2°, dispone: "Los legatarios <strong>de</strong> cantida<strong>de</strong>s o<br />
géneros no tendrán <strong>de</strong>recho a ningunos frutos sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que la<br />
persona obligada a prestar dichas cantida<strong>de</strong>s o géneros se hubiere constituido<br />
en mora; y este abono <strong>de</strong> frutos se hará a costa <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro o legatario<br />
moroso".<br />
Formación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> frutos<br />
Para distribuir los frutos <strong>de</strong>be el partidor formar una cuenta especial,<br />
con un activo y un pasivo propios.<br />
El activo <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> frutos se forma con los naturales y civiles,<br />
producidos durante la indivisión. Las bajas serán los gastos <strong>de</strong> explotación,<br />
necesarios para producir los frutos.<br />
Entre estas bajas <strong>de</strong>ben figurar los que <strong>de</strong>ban pagarse a los legatarios <strong>de</strong><br />
especies o cuerpos ciertos, siempre que no haya una persona expresamente<br />
gravada con la prestación <strong>de</strong>l legado; habiéndose impuesto por el testador este<br />
gravamen a alguno <strong>de</strong> los asignatarios, éste sólo sufrirá la <strong>de</strong>ducción (art. 1338<br />
N° 4°).<br />
Frutos pendientes al tiempo <strong>de</strong> las adjudicaciones.<br />
Respecto <strong>de</strong> los frutos pendientes al tiempo <strong>de</strong> las adjudicaciones, el art.<br />
1339 establece: "Los frutos pendientes al tiempo <strong>de</strong> la adjudicación <strong>de</strong> las<br />
especies a los asignatarios <strong>de</strong> cuotas, cantida<strong>de</strong>s o géneros, se mirarán como<br />
parte <strong>de</strong> las respectivas especies, y se tomaran en cuenta para la estimación <strong>de</strong>l<br />
valor <strong>de</strong> ellas".<br />
Ventas y adjudicaciones.<br />
Los bienes comunes <strong>de</strong>ben tener uno <strong>de</strong> estos dos <strong>de</strong>stinos: se adjudican<br />
o se ven<strong>de</strong>n.
Los bienes son adjudicados cuando su dominio ex<strong>cl</strong>usivo se atribuye a<br />
un comunero en pago <strong>de</strong> su haber; se ven<strong>de</strong>n, cuando los adquieren extraños a<br />
la comunidad que pagan un <strong>de</strong>terminado precio.<br />
Para efectuar adjudicaciones no es necesario esperar el término <strong>de</strong> la<br />
partición, la dictación <strong>de</strong>l laudo y or<strong>de</strong>nata. Las adjudicaciones se pue<strong>de</strong>n<br />
verificar en el curso <strong>de</strong> la partición, en virtud <strong>de</strong> acuerdos adoptados en los<br />
comparendos <strong>de</strong>l juicio particional.<br />
Subasta <strong>de</strong> bienes comunes.<br />
En el curso <strong>de</strong> la partición se ven<strong>de</strong>rán los bienes comunes, por medio<br />
<strong>de</strong> remates hechos ante el partidor, con admisión <strong>de</strong> extraños o sin ella,<br />
recuér<strong>de</strong>se que, no admitiendo las especies cómoda división, cualquiera <strong>de</strong> los<br />
partícipes pue<strong>de</strong> exigir que se subasten con admisión <strong>de</strong> licitadores extraños.<br />
Junto con acordarse la subasta, habrán <strong>de</strong> señalarse las condiciones en<br />
que se llevará a efecto: mínimo para las posturas, forma <strong>de</strong> pago <strong>de</strong>l precio,<br />
intereses sobre los saldos <strong>de</strong>l mismo, garantía que rendirán los postores, etc.<br />
La subasta <strong>de</strong>be anunciarse por medio <strong>de</strong> avisos, en la forma señalada<br />
en el art. 658 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong>. La disposición exige su<br />
anuncio "por medio <strong>de</strong> avisos en un diario <strong>de</strong> la comuna o <strong>de</strong> la capital, <strong>de</strong> la<br />
región, si en aquella no lo hubiera”.<br />
Pero si entre los interesados hay incapaces <strong>de</strong>berán publicarse cuatro<br />
avisos, mediando entre la primera publicación y el remate un espacio <strong>de</strong><br />
tiempo no inferior a quince días.<br />
Los avisos podrán publicarse en días inhábiles y si los bienes están<br />
situados en otra comuna la publicación se hará también en él, por el mismo<br />
tiempo y en la misma forma.<br />
Las adjudicaciones <strong>de</strong> bienes raíces <strong>de</strong>ben reducirse a escritura<br />
pública.<br />
El art. 687, inc. 3°, <strong>de</strong>l Código <strong>Civil</strong>, dispone la inscripción en el<br />
registro <strong>de</strong>l Conservador <strong>de</strong>l "acto <strong>de</strong> partición" en lo relativo a cada inmueble<br />
o parte adjudicada.
Por su parte el Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> establece que todo<br />
acuerdo <strong>de</strong> las partes o <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l partidor que contenga adjudicación <strong>de</strong><br />
bienes raíces <strong>de</strong>be reducirse a escritura pública, y sin esta solemnidad no<br />
podrá efectuarse su inscripción en el Conservador <strong>de</strong> Bienes Raíces (art. 659,<br />
inc. 2°).<br />
<strong>Derecho</strong> <strong>de</strong> los comuneros para que el valor <strong>de</strong> la adjudicación se<br />
impute a su haber.<br />
Las adjudicaciones se hacen con cargo al haber <strong>de</strong>l adjudicatario; éste<br />
tiene <strong>de</strong>recho a que se impute a su haber el valor <strong>de</strong> los bienes que se<br />
adjudican.<br />
Es lógico que así sea porque no sería racional que el partícipe <strong>de</strong>biera<br />
pagar el valor <strong>de</strong> la adjudicación y entregar un dinero que, a la postre, <strong>de</strong>be<br />
serle restituido al efectuarse la distribución.<br />
Para esto es naturalmente necesario conocer, con cierta aproximación, el<br />
haber <strong>de</strong> cada partícipe. El art. 660 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> en su<br />
parte final dispone que la fijación provisional <strong>de</strong> este haber se hará<br />
pru<strong>de</strong>ncialmente por el partidor.<br />
El partidor <strong>de</strong>be hacer lo que se <strong>de</strong>nomina cálculo <strong>de</strong>l haber probable,<br />
que sirve para <strong>de</strong>terminar en qué medida pue<strong>de</strong> el comunero adjudicarse<br />
bienes con cargo a sus <strong>de</strong>rechos en la comunidad.<br />
La misma disposición establece que, salvo acuerdo unánime <strong>de</strong> las<br />
partes, los comuneros que reciban en adjudicación, durante el juicio divisorio,<br />
bienes por un valor superior al 80% <strong>de</strong> su probable haber, <strong>de</strong>berán pagar <strong>de</strong><br />
contado el exceso. En otros términos, el partícipe podrá adjudicarse, sin<br />
<strong>de</strong>sembolso, bienes por un valor igual al 80% <strong>de</strong> su haber probable.<br />
Hipoteca legal.<br />
Los partícipes <strong>de</strong>ben pagar <strong>de</strong> contado el valor en que los bienes<br />
adjudicados excedan <strong>de</strong>l 80% <strong>de</strong> su haber probable. Si así no lo hicieren, se<br />
entien<strong>de</strong>, por el ministerio <strong>de</strong> la ley, constituida hipoteca para garantizar el<br />
pago <strong>de</strong>l exceso. Tal es la hipoteca legal <strong>de</strong> alcances.
El art. 662 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> dispone: "En las<br />
adjudicaciones <strong>de</strong> propieda<strong>de</strong>s raíces que se hagan a los comuneros durante el<br />
juicio divisorio o en la sentencia final, se enten<strong>de</strong>rá constituida hipoteca sobre<br />
las propieda<strong>de</strong>s adjudicadas, para asegurar el pago <strong>de</strong> los alcances que resulten<br />
en contra <strong>de</strong> los adjudicatarios, siempre que no se pague al contado el exceso a<br />
que se refiere el art. 660".<br />
El Conservador <strong>de</strong> Bienes Raíces tiene la obligación <strong>de</strong> inscribir esta<br />
hipoteca, al efectuar la inscripción <strong>de</strong> la adjudicación.<br />
El monto <strong>de</strong> la hipoteca, cuando la adjudicación se hace en la sentencia<br />
final, podrá conocerse con exactitud, porque en ella se <strong>de</strong>termina la cuantía <strong>de</strong>l<br />
alcance en contra <strong>de</strong>l adjudicatario. Cuando tiene lugar en el curso <strong>de</strong>l juicio,<br />
el monto es necesariamente in<strong>de</strong>terminado.<br />
La hipoteca pue<strong>de</strong> reemplazarse por otra caución equivalente, calificada<br />
por el partidor (art. 662, inc. 2º, <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
Intereses sobre anticipos.<br />
Todos los valores que los partícipes reciban durante la partición a<br />
cuenta <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>vengarán los intereses que las partes acuer<strong>de</strong>n, y en<br />
su <strong>de</strong>fecto el interés legal, hoy interés corriente (art. 661 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
De este modo se establece la igualdad entre los partícipes e impi<strong>de</strong> que<br />
resulten injustamente beneficiados, en <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, aquellos que<br />
recibieron anticipos a cuenta <strong>de</strong> su haber. Estos intereses engrosarán el cuerpo<br />
<strong>de</strong> frutos.<br />
Representación legal <strong>de</strong>l partidor.<br />
En las enajenaciones que se verifiquen por intermedio <strong>de</strong>l partidor se<br />
consi<strong>de</strong>rará a éste como representante legal <strong>de</strong> los ven<strong>de</strong>dores.<br />
En este carácter, el partidor suscribirá las escrituras que sea menester<br />
otorgar (art. 659 <strong>de</strong>l C.P.C.).<br />
El laudo y la or<strong>de</strong>nata.<br />
El art. 663 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Procedimiento <strong>Civil</strong> prescribe: "Los
esultados <strong>de</strong> la partición se consignarán en un laudo o sentencia final, que<br />
resuelva o establezca todos los puntos <strong>de</strong> hecho y <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho que <strong>de</strong>ben servir<br />
<strong>de</strong> base para la distribución <strong>de</strong> los bienes comunes y en una or<strong>de</strong>nata o<br />
liquidación, en que se hagan los cálculos numéricos necesarios para dicha<br />
distribución".<br />
El laudo, que es propiamente la sentencia que pone fin al juicio<br />
particional, habrá <strong>de</strong> hacer referencia al nombramiento <strong>de</strong> partidor, a la<br />
aceptación <strong>de</strong>l cargo y juramento; expresará el objeto <strong>de</strong> la partición e<br />
individualizará a las partes; mencionará los trámites previos indispensables:<br />
tasación, inventario, posesión efectiva; or<strong>de</strong>nará formar el cuerpo común <strong>de</strong><br />
bienes y señalará los que lo integran; señalará las bajas generales; fijará la<br />
cuota que corresponda a cada interesado, <strong>de</strong> acuerdo con las normas <strong>de</strong>l<br />
testamento o <strong>de</strong> la ley, y mandará que se les forme su respectiva hijuela; si hay<br />
frutos, or<strong>de</strong>nará formar el cuerpo <strong>de</strong> frutos y señalará sus bajas; or<strong>de</strong>nará<br />
formar la hijuela <strong>de</strong> <strong>de</strong>udas e indicará en la forma en que <strong>de</strong>be pagarse y los<br />
bienes con que se hará el pago, etc.<br />
La or<strong>de</strong>nata es un cálculo numérico <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l laudo; "estas<br />
cifras traducen al lenguaje numérico las <strong>de</strong><strong>cl</strong>araciones y resoluciones <strong>de</strong>l<br />
laudo" (Lira Urquieta).<br />
Un primer cálculo o partida <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nata estará constituido por el<br />
cuerpo <strong>de</strong> bienes, que se individualizarán con indicación <strong>de</strong> su valor; una<br />
segunda partida la constituirán las bajas generales, según el laudo; una tercera<br />
partida contendrá el cuerpo <strong>de</strong> frutos y sus bajas; una cuarta fijará el acervo<br />
líquido partible; una quinta indicará cómo se divi<strong>de</strong> la herencia entre los<br />
partícipes.<br />
La or<strong>de</strong>nata contendrá tantas hijuelas como comuneros; la hijuela se<br />
compone <strong>de</strong> dos partidas: haber y entero. En el haber se indicará lo que a cada<br />
comunero correspon<strong>de</strong> por cualquier concepto y en el entero se enumerarán<br />
los valores entregados a cada uno en pago <strong>de</strong> su cuota.<br />
Aprobación <strong>de</strong> la partición.<br />
El art. 1342 dispone: "Siempre que en la partición <strong>de</strong> la masa <strong>de</strong> bienes,<br />
o <strong>de</strong> una porción <strong>de</strong> la masa, tengan interés personas ausentes que no hayan<br />
nombrado apo<strong>de</strong>rados, o personas bajo tutela o curaduría, será necesario<br />
someterla, terminada que sea, a la aprobación judicial":
Como señala Abeliuk: “De aquí se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que no es exacto <strong>de</strong>cir que<br />
la partición necesita aprobación judicial cuando existan incapaces interesados<br />
en la partición. Ello no es así; la aprobación judicial no se exige siempre que<br />
existan incapaces, pues, por ejemplo, si el incapaz es un hijo <strong>de</strong> familia o un<br />
adoptado, sujeto a la patria potestad <strong>de</strong>l adoptante, no se requiere aprobación.<br />
La ley se refiere únicamente a los ausentes y a las personas sujetas a tutela o<br />
curadoría”.<br />
Entrega <strong>de</strong> títulos.<br />
Con<strong>cl</strong>uida la partición, se entregarán a los partícipes los títulos <strong>de</strong> los<br />
objetos que les hubieren cabido.<br />
Los títulos <strong>de</strong> un objeto que hubiere sufrido división pertenecerán a la<br />
persona <strong>de</strong>signada por el testador o, en su <strong>de</strong>fecto, a la persona que hubiere<br />
tocado una porción mayor, con cargo <strong>de</strong> exhibirlos a favor <strong>de</strong> los otros<br />
partícipes, y <strong>de</strong> permitirles que tengan copia <strong>de</strong> ellos, cuando lo pidan. En caso<br />
<strong>de</strong> igualdad, <strong>de</strong>cidirá la suerte (art. 1343).<br />
EFECTOS DE LA PARTICION<br />
Los efectos <strong>de</strong> la partición se traducen en estudiar el efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo<br />
y retroactivo <strong>de</strong> ella, contemplado en el artículo 1344 y la obligación <strong>de</strong><br />
garantía que pesa sobre los indivisarios y reglamentada en los artículos 1345<br />
a 1347.<br />
La adjudicación y el efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición<br />
La adjudicación es el acto por el cual se entrega a uno <strong>de</strong> los<br />
indivisarios un bien <strong>de</strong>terminado que equivale a los <strong>de</strong>rechos que le<br />
correspondían en su cuota i<strong>de</strong>al o abstracta en la comunidad. También se<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que es la radicación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l indivisario en la comunidad,<br />
en bienes <strong>de</strong>terminados; la radicación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos cuotativos <strong>de</strong> cada cual<br />
en la comunidad, en tales bienes.
En la adjudicación hay una especie <strong>de</strong> metamorfosis <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, una<br />
transformación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> cada indivisario en la comunidad. La<br />
cuota que éste tenía en la indivisión, ya fuere un tercio, un cuarto, etc., pasa a<br />
radicarse en un bien <strong>de</strong>terminado, como si, por ejemplo, se le adjudica un<br />
inmueble <strong>de</strong> valor <strong>de</strong> $50.000.000 y que equivale a su <strong>de</strong>recho en la<br />
comunidad, a su cuota i<strong>de</strong>al en ella. Por la adjudicación, el comunero, <strong>de</strong><br />
codueño <strong>de</strong> un bien pasa a ser propietario ex<strong>cl</strong>usivo <strong>de</strong>l mismo.<br />
La adjudicación supone la calidad <strong>de</strong> comunero<br />
En realidad, el único requisito que se exige para que exista adjudicación<br />
es que el adjudicatario tenga previamente la calidad <strong>de</strong> comunero en el bien<br />
que se le adjudica; o sea, el adjudicatario <strong>de</strong>be haber sido anteriormente<br />
comunero en el bien adjudicado.<br />
De ahí que existan múltiples diferencias entre la adjudicación y la<br />
compraventa, principalmente porque en ésta el comprador no tiene con<br />
anterioridad <strong>de</strong>recho alguno en la cosa comprada.<br />
Este criterio <strong>de</strong> que para existir adjudicación se <strong>de</strong>be haber tenido<br />
previamente la calidad <strong>de</strong> comunero en los bienes adjudicados, permite<br />
solucionar una serie <strong>de</strong> situaciones prácticas que se prestan a discusión.<br />
En primer lugar, en conformidad al artículo 1337, Nº 1, cuando se saca<br />
a remate una propiedad común, basta que uno <strong>de</strong> los indivisarios lo pida para<br />
que <strong>de</strong>ban admitirse postores extraños. Pues bien, en esta licitación pue<strong>de</strong>n<br />
ocurrir dos cosas: 1º Que el bien sea adjudicado a uno <strong>de</strong> los indivisarios. En<br />
este caso hay adjudicación lisa y llana, porque existe radicación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong>l comunero en bienes <strong>de</strong>terminados. El hecho <strong>de</strong> haberse adquirido el bien<br />
en pública subasta no obsta a que el comunero tenga la calidad <strong>de</strong><br />
adjudicatario. Así lo ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la Corte Suprema (R.D.J., t. XVIII, sec. 1ª, p.<br />
417); 2º Que el bien sea rematado por un tercero extraño a la comunidad; en tal<br />
caso, existe una compraventa lisa y llana, pues el tercero extraño no era<br />
comunero; no tenía <strong>de</strong>rechos preexistentes en la comunidad.<br />
La partición con alcances no obsta a que exista adjudicación<br />
El comunero pue<strong>de</strong> resultar alcanzado por alguna adjudicación que se le<br />
haga. Por ejemplo, una persona tiene <strong>de</strong>rechos en una comunidad por valor <strong>de</strong><br />
$3.000, y se le adjudican bienes por $3.500, los cuales quedan pagados con su
cuota hereditaria, y $500 que esta persona entrega en efectivo. ¿Existe en tal<br />
caso adjudicación? La Corte Suprema ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado que el hecho <strong>de</strong> que el<br />
adjudicatario <strong>de</strong>ba pagar un alcance con dinero en efectivo, no obsta a la<br />
existencia <strong>de</strong> la adjudicación, pues el adjudicatario tenía, previamente, la<br />
calidad <strong>de</strong> comunero respecto <strong>de</strong>l bien adjudicado (R.D.J., t. XXXIII, sec. 1ª, p.<br />
266)<br />
El efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo o retroactivo <strong>de</strong> la partición y adjudicación<br />
El Código consagra el efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición y adjudicación<br />
en dos preceptos: el artículo 1344, respecto <strong>de</strong>l dominio, y el 718, respecto <strong>de</strong><br />
la posesión.<br />
Dice el art. 718 que “cada uno <strong>de</strong> los partícipes <strong>de</strong> una cosa que se<br />
poseía proindiviso, se enten<strong>de</strong>rá haber poseído ex<strong>cl</strong>usivamente la parte que<br />
por la división le cupiera, durante todo el tiempo que duró la indivisión”.<br />
Por su parte, el inciso 1º <strong>de</strong>l artículo 1344 dispone que “cada asignatario<br />
se reputará haber sucedido inmediata y ex<strong>cl</strong>usivamente al difunto en todos los<br />
efectos que le hubieren cabido, y no haber tenido parte alguna en los otros<br />
efectos <strong>de</strong> la sucesión”.<br />
El efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición o adjudicación consiste en<br />
consi<strong>de</strong>rar que el adjudicatario ha sucedido inmediata y directamente al<br />
causante en los bienes que se le adjudicaron, y no ha tenido parte alguna en los<br />
bienes adjudicados a otro asignatario. Por tanto, viene a ser el efecto<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición un verda<strong>de</strong>ro efecto retroactivo <strong>de</strong> la misma, pues<br />
una vez efectuada la partición o adjudicación se borra el estado <strong>de</strong> indivisión,<br />
y la ley supone que el adjudicatario ha sucedido, directa y ex<strong>cl</strong>usivamente, al<br />
difunto en los bienes que le correspon<strong>de</strong>n. En virtud <strong>de</strong> esta doctrina, no se<br />
supone que el bien pasa primero <strong>de</strong> manos <strong>de</strong>l causante a los here<strong>de</strong>ros y <strong>de</strong><br />
ahí a po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l adjudicatario, sino que se presume que éste suce<strong>de</strong><br />
directamente al causante.<br />
De ahí entonces que la adjudicación y la partición sean títulos<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arativos <strong>de</strong> dominio, como lo dice, aunque no con toda la exactitud que<br />
fuera <strong>de</strong> <strong>de</strong>sear, el artículo 703.<br />
La adjudicación es totalmente inversa a la enajenación; son términos<br />
radicalmente opuestos en <strong>de</strong>recho. El adjudicatario no adquiere el bien porque
los <strong>de</strong>más here<strong>de</strong>ros le efectúen la tradición <strong>de</strong>l mismo, sino directamente, y<br />
por sucesión por causa <strong>de</strong> muerte, <strong>de</strong>l causante.<br />
Origen histórico <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición<br />
En el <strong>Derecho</strong> Romano la partición no producía el efecto que hemos<br />
estudiado, sino que era traslaticia <strong>de</strong> dominio.<br />
El principio en estudio tuvo su origen en el <strong>Derecho</strong> francés antiguo,<br />
siendo recogido por vez primera por la jurispru<strong>de</strong>ncia francesa <strong>de</strong> mediados<br />
<strong>de</strong>l siglo XVI. El nacimiento <strong>de</strong> esta doctrina se <strong>de</strong>bió a dos razones:<br />
Una <strong>de</strong> carácter tributario, pues si se consi<strong>de</strong>raba que la partición era<br />
traslaticia <strong>de</strong> dominio, <strong>de</strong>bían pagarse respecto <strong>de</strong> ella los impuestos que<br />
cobraba el señor feudal. Sentado el principio <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la<br />
partición, se evitaba el pago <strong>de</strong> dichos <strong>de</strong>rechos.<br />
Otra <strong>de</strong> carácter netamente civil, pues si a uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros se le<br />
embargaba un bien hereditario, o éste lo daba en hipoteca, y el bien hereditario<br />
era posteriormente adjudicado a otro asignatario, éste <strong>de</strong>bía soportar los<br />
gravámenes, por ser la partición título traslaticio. Mediante el efecto<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición <strong>de</strong>saparecía este perjuicio para los <strong>de</strong>más<br />
asignatarios.<br />
Este principio pasó <strong>de</strong>l <strong>Derecho</strong> francés antiguo al Código Napoleónico,<br />
<strong>de</strong> don<strong>de</strong> lo recogió el artículo 1344 <strong>de</strong> nuestro Código <strong>Civil</strong>.<br />
Campo <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición<br />
El efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición se aplica siempre que exista<br />
adjudicación. Por tanto, regirá tanto tratándose <strong>de</strong> particiones en naturaleza,<br />
como <strong>de</strong> adjudicaciones en remate, adjudicaciones con alcances, etc. También<br />
rige respecto <strong>de</strong>l dinero producido por la licitación <strong>de</strong> un bien común, pues<br />
aquél pasa a subrogar en la comunidad a éste.<br />
En cuanto <strong>de</strong> las personas, el efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo se aplica respecto <strong>de</strong> los<br />
indivisarios, <strong>de</strong> los cesionarios <strong>de</strong> la cuota parte.<br />
En con<strong>cl</strong>usión, como pue<strong>de</strong> apreciarse, el efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la<br />
adjudicación tiene un vasto campo <strong>de</strong> vigencia.
¿Cómo se divi<strong>de</strong>n los créditos <strong>de</strong> la sucesión?<br />
El activo <strong>de</strong>jado por el causante se divi<strong>de</strong> <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />
permanecido en estado <strong>de</strong> indivisión. Respecto <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> la sucesión, se<br />
forma al fallecimiento <strong>de</strong>l causante una comunidad que se liquida mediante la<br />
partición.<br />
En conformidad al artículo 1354, las <strong>de</strong>udas hereditarias se divi<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
pleno <strong>de</strong>recho entre los here<strong>de</strong>ros por el solo fallecimiento <strong>de</strong>l causante y a<br />
prorrata <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> cada cual. Al respecto, no hay indivisión <strong>de</strong><br />
ninguna especie.<br />
¿Qué pasa con los créditos? ¿Se dividirán al igual que los bienes<br />
hereditarios, o sea, quedarán indivisos hasta que se efectúe la partición, o<br />
también seguirán la suerte <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias y se dividirán <strong>de</strong> pleno<br />
<strong>de</strong>recho entre los here<strong>de</strong>ros?<br />
A primera vista podría pensarse que no existe problema <strong>de</strong> ninguna<br />
especie, puesto que los créditos hereditarios forman parte <strong>de</strong>l activo <strong>de</strong>l<br />
causante y, en consecuencia, <strong>de</strong>berían seguir la misma suerte <strong>de</strong> éste. Lo que<br />
origina el problema es la aparente contradicción existente entre dos preceptos<br />
<strong>de</strong>l Código: el inciso 1º <strong>de</strong>l artículo 1344, que consagra el efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo<br />
<strong>de</strong> la partición, y el inciso final <strong>de</strong>l número 4º <strong>de</strong>l artículo 1526.<br />
En conformidad al primero <strong>de</strong> los preceptos, “cada asignatario se<br />
reputará haber sucedido inmediata y ex<strong>cl</strong>usivamente al difunto en todos los<br />
efectos que le hubieren cabido”, etc. La ley emplea la expresión “efectos”,<br />
término que no pue<strong>de</strong> ser más amplio y genérico; en él quedan in<strong>cl</strong>uidas tanto<br />
las cosas corporales como las incorporales, o sea, los <strong>de</strong>rechos personales o<br />
créditos. En consecuencia, <strong>de</strong> acuerdo con esta disposición, los créditos<br />
estarían indivisos, no se dividirían <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho, toda vez que ellos<br />
podrían ser objeto <strong>de</strong> la partición y <strong>de</strong> in<strong>cl</strong>uirse en el lote <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros.<br />
Sin embargo, por otra parte, el inciso final <strong>de</strong>l número 4º <strong>de</strong>l artículo<br />
1526, al tratar la indivisibilidad <strong>de</strong> pago, <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que “los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l<br />
acreedor, si no entablan conjuntamente su acción, no podrán exigir el pago <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>uda, sino a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas”. En otros términos, el precepto faculta<br />
a los here<strong>de</strong>ros para exigir su cuota en el crédito, lo cual estaría indicando que
éstos, al igual que las <strong>de</strong>udas hereditarias, se han dividido <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho<br />
por el solo fallecimiento <strong>de</strong>l causante.<br />
Frente a esta contradicción legal ha habido quienes han optado lisa y<br />
llanamente por dar preferencia a uno <strong>de</strong> los dos preceptos. Así, se sostiene<br />
que, a pesar <strong>de</strong>l artículo 1526, los créditos permanecen en indivisión, o sea, se<br />
da preeminencia absoluta al artículo 1344; otros, en cambio, opinan que los<br />
créditos siempre se divi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho entre los here<strong>de</strong>ros, y no cabe<br />
adjudicárselos a éstos. Es <strong>de</strong>cir, se aplica sólo el 1526, dándole<br />
prepon<strong>de</strong>rancia sobre el 1344.<br />
Según Abeliuk ninguna <strong>de</strong> semejantes doctrinas es acertada, pues ambas<br />
significan <strong>de</strong>jar sin aplicación uno <strong>de</strong> los dos preceptos en contradicción. Por<br />
ello la mayoría <strong>de</strong> los autores se in<strong>cl</strong>inan por conciliar ambos artículos,<br />
<strong>de</strong>jando a cada uno <strong>de</strong> ellos su campo <strong>de</strong> aplicación: el art. 1526 estaría<br />
reglamentando las relaciones <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros con el <strong>de</strong>udor, y el art. 1344 la<br />
<strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros entre sí.<br />
En consecuencia, respecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor, los créditos se divi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> pleno<br />
<strong>de</strong>recho entre los here<strong>de</strong>ros al fallecer el causante. Por tanto, cada here<strong>de</strong>ro<br />
podrá cobrar su cuota en el crédito, y si el <strong>de</strong>udor paga a dicho here<strong>de</strong>ro su<br />
parte en el crédito, el pago es válido. Asimismo, si el <strong>de</strong>udor hereditario es<br />
acreedor personal <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros, se extinguirá por compensación la<br />
cuota en la <strong>de</strong>uda. Así, por ejemplo, Pedro y Juan, here<strong>de</strong>ros, tienen un crédito<br />
<strong>de</strong>l causante por $200 en contra <strong>de</strong> Antonio, quien, a su vez, es acreedor <strong>de</strong>l<br />
primero por $100; querrá <strong>de</strong>cir que habrá entonces compensación entre Pedro<br />
y Antonio, y Juan cobrará a éste los $100 restantes.<br />
Por el contrario, en las relaciones <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros entre sí los créditos<br />
no se divi<strong>de</strong>n, sino que permanecen indivisos hasta el día <strong>de</strong> la partición. Y si<br />
al efectuarse ésta se in<strong>cl</strong>uye un crédito en la hijuela <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros, a virtud <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición que contempla el<br />
artículo 1344, se entien<strong>de</strong> que el crédito lo ha adquirido el adjudicatario<br />
directamente <strong>de</strong>l causante y, por tanto, los actos <strong>de</strong> disposición <strong>de</strong>l crédito que<br />
hayan hecho otros here<strong>de</strong>ros, o el embargo trabado por un acreedor <strong>de</strong> éstos,<br />
caducará.<br />
Abeliuk cree que esta doctrina se ajusta a la ley y a la conveniencia<br />
práctica. Por una parte, es lógica al limitar el artículo 1526, que por su misma<br />
ubicación es <strong>cl</strong>aro que está reglamentando los efectos <strong>de</strong> la obligación, y, por
la otra, al darle aplicación al artículo 1344, vela por la igualdad entre los<br />
copartícipes, lo que es preocupación constante <strong>de</strong>l legislador. La Corte<br />
Suprema la ha aceptado por lo menos en su primera parte, al <strong>de</strong><strong>cl</strong>arar que un<br />
here<strong>de</strong>ro pue<strong>de</strong> perseguir al <strong>de</strong>udor por su cuota en la acreencia aun durante la<br />
indivisión (R.D.J., t. XXX, sec. 1ª, p. 425).<br />
Consecuencia <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición<br />
1º En conformidad al inciso 2º <strong>de</strong>l propio artículo 1344, “si alguno <strong>de</strong> los<br />
coasignatarios ha enajenado una cosa que en la partición se adjudica a otro <strong>de</strong><br />
ellos, se podrá proce<strong>de</strong>r como en el caso <strong>de</strong> la venta <strong>de</strong> cosa ajena”.<br />
Se aplica lisa y llanamente el efecto retroactivo <strong>de</strong> la partición, pues se<br />
presume que en el bien adjudicado el ven<strong>de</strong>dor no ha tenido parte alguna, sino<br />
que él ha pertenecido siempre al adjudicatario. Como consecuencia <strong>de</strong> que<br />
exista venta <strong>de</strong> cosa ajena se aplica el artículo 1815, y ella no afecta los<br />
<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro dueño, mientras no se extingan por el transcurso <strong>de</strong>l<br />
tiempo. En consecuencia, el adjudicatario podrá reivindicar el bien enajenado.<br />
2º Según el artículo 2147, si uno <strong>de</strong> los comuneros hipoteca un inmueble<br />
<strong>de</strong> la sucesión, para verificar la suerte que correrá dicha hipoteca, es necesario<br />
esperar las resultas <strong>de</strong> la partición. Si el bien hipotecado se adjudica al<br />
asignatario hipotecante, la hipoteca queda a firme, pues el asignatario gravó<br />
un bien que le perteneció <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fallecimiento <strong>de</strong>l causante. Si el inmueble<br />
es adjudicado a otro <strong>de</strong> los comuneros, el hipotecante constituyó el gravamen<br />
sobre una cosa que en virtud <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición era ajena y,<br />
por tanto, él no afectará al adjudicatario. Sin embargo, nada obsta a que los<br />
coasignatarios consientan en la hipoteca, la cual producirá sus efectos, siempre<br />
que su consentimiento conste por escritura pública, <strong>de</strong> que se tome razón al<br />
margen <strong>de</strong> la inscripción hipotecaria.<br />
3º A la partición no se aplica el artículo 1464, según el cual hay objeto<br />
ilícito en la enajenación <strong>de</strong> las cosas embargadas, y ello porque la<br />
adjudicación no constituye enajenación. Así lo ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la jurispru<strong>de</strong>ncia<br />
(R.D.J., t. XXXII, sec. 2ª, p. 33).<br />
4º Los <strong>de</strong>rechos reales constituidos por un indivisario sólo subsisten si el<br />
bien gravado le es adjudicado. El artículo 718, en su inciso 1º, <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que<br />
cada uno <strong>de</strong> los partícipes se enten<strong>de</strong>rá haber poseído ex<strong>cl</strong>usivamente los<br />
bienes que le sean adjudicados, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fallecimiento <strong>de</strong>l causante. El inciso
2º extrae la con<strong>cl</strong>usión <strong>de</strong> esta <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración, pues establece que las<br />
enajenaciones hechas por el indivisario <strong>de</strong> la cosa común y los <strong>de</strong>rechos reales<br />
con que las haya gravado, subsistirán sobre la parte que se le adjudica si<br />
hubiere sido comprendida en la enajenación o gravamen, pero si lo enajenado<br />
o gravado se extendiere a más, no subsistirá la enajenación o gravamen contra<br />
la voluntad <strong>de</strong> los respectivos adjudicatarios. Es el mismo principio, entonces,<br />
<strong>de</strong>l artículo 2417, respecto <strong>de</strong> la hipoteca. Si, por ejemplo, se constituye una<br />
servidumbre sobre un inmueble común y él es adjudicado al constituyente,<br />
subsiste el gravamen; si no caduca, pues se supone en virtud <strong>de</strong>l efecto<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición, que quien lo constituyó nunca ha tenido <strong>de</strong>recho<br />
alguno en el bien adjudicado a otro.<br />
5º Si un bien común es embargado durante la indivisión por el acreedor <strong>de</strong><br />
uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros, para <strong>de</strong>terminar la suerte <strong>de</strong>l embargo hay que esperar<br />
también las resultas <strong>de</strong> la partición. Si el bien es adjudicado al <strong>de</strong>udor<br />
embargado, subsiste aquél. Si es adjudicado a otro, caduca el embargo. Así lo<br />
ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la jurispru<strong>de</strong>ncia (R.D.J., t. XIX, sec. 1ª, p. 33).<br />
6º El artículo 688 prohibe a los here<strong>de</strong>ros disponer <strong>de</strong> los inmuebles<br />
hereditarios, mientras no hayan efectuado ciertas inscripciones, entre ellas, <strong>de</strong><br />
la adjudicación. Aun cuando los here<strong>de</strong>ros no hayan efectuado las <strong>de</strong>más<br />
inscripciones hereditarias, pue<strong>de</strong>n efectuar la adjudicación <strong>de</strong> los inmuebles<br />
hereditarios, pues en ello no hay enajenación. La inscripción <strong>de</strong> la<br />
adjudicación no constituye tradición, pues el adjudicatario suce<strong>de</strong><br />
directamente al causante y sólo se exige para conservar la historia <strong>de</strong> la<br />
propiedad raíz.<br />
7º A la adjudicación <strong>de</strong> bienes raíces no se aplican los requisitos exigidos<br />
por el legislador para la enajenación <strong>de</strong> los inmuebles <strong>de</strong> los incapaces<br />
(autorización judicial, etc.), pues la adjudicación no constituye tradición.<br />
Tampoco se aplica el artículo 412, que prohibe al tutor o curador comprar<br />
bienes raíces <strong>de</strong>l pupilo. Como lo ha <strong>de</strong><strong>cl</strong>arado la jurispru<strong>de</strong>ncia, al guardador<br />
pue<strong>de</strong>n adjudicársele bienes raíces en la partición en la cual tenga interés el<br />
pupilo, pues no existe compraventa (R.D.J., t. XXVIII, sec. 1ª, p. 492).<br />
8º Si el indivisario se encuentra casado bajo el régimen <strong>de</strong> sociedad<br />
conyugal, como la adjudicación es título <strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> dominio, el bien que<br />
se le adjudica ingresará a su haber propio si es inmueble, y al haber relativo <strong>de</strong><br />
la sociedad, si es mueble.
La obligación <strong>de</strong> garantía en la partición<br />
La evicción en la partición<br />
La obligación <strong>de</strong> garantía es propia <strong>de</strong> los contratos onerosos y<br />
conmutativos. Compren<strong>de</strong> fundamentalmente el saneamiento <strong>de</strong> los vicios<br />
redhibitorios <strong>de</strong> la cosa entregada, o sea, <strong>de</strong> los vicios ocultos <strong>de</strong> que ella<br />
adolecía, y <strong>de</strong> la evicción, que consiste en hacer cesar toda turbación o<br />
molestia que sufra el adquirente respecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho que se le ha transferido.<br />
En la partición no se aplican los vicios redhibitorios, sino la evicción,<br />
reglamentada en los artículos 1345 a 1347. El primero <strong>de</strong> estos preceptos<br />
establece que “el partícipe que sea molestado en la posesión <strong>de</strong>l objeto que le<br />
cupo en la partición, o que haya sufrido evicción <strong>de</strong> él, lo <strong>de</strong>nunciará a los<br />
otros partícipes para que concurran a hacer cesar la molestia, y tendrá <strong>de</strong>recho<br />
para que le saneen la evicción”.<br />
Por ejemplo, a Pedro en la partición se le adjudica un inmueble<br />
<strong>de</strong>terminado, pero resulta que él no pertenecía realmente al causante, sino a un<br />
tercero, quien lo reivindica <strong>de</strong>l adjudicatario Pedro. Este tiene, entonces,<br />
acción en contra <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más copartícipes para que lo in<strong>de</strong>mnicen <strong>de</strong> la<br />
evicción sufrida.<br />
Fundamento <strong>de</strong> la evicción en la partición<br />
Cabe preguntarse cuál es el fundamento <strong>de</strong> la evicción en la partición,<br />
que por cierto no es un acto oneroso.<br />
Hay quienes opinan que dicho fundamento estriba en el hecho <strong>de</strong> que en<br />
realidad la partición es un título traslaticio <strong>de</strong> dominio, <strong>de</strong> carácter análogo a<br />
la compraventa, don<strong>de</strong> el legislador también reglamenta la evicción; el efecto<br />
<strong>de</strong><strong>cl</strong>arativo <strong>de</strong> la partición no sería sino una ficción creada por el legislador<br />
para proteger a los indivisarios <strong>de</strong> los actos ejecutados por los otros<br />
comuneros.<br />
Pero, en realidad, el fundamento <strong>de</strong> la evicción en la partición estriba en<br />
que el legislador aspira en todo momento a obtener la igualdad entre los<br />
comuneros frente a la partición, y es evi<strong>de</strong>nte que si uno <strong>de</strong> los adjudicatarios<br />
es evicto en la cosa adjudicada, indirectamente se quiebra esta igualdad. El
asignatario evicto recibió menos <strong>de</strong> lo que le correspondía, y los <strong>de</strong>más<br />
recibieron más. En efecto, se consi<strong>de</strong>ró común una especie que no pertenecía<br />
realmente al causante, con lo cual se estimó mayor el acervo a repartirse, y <strong>de</strong><br />
este modo se perjudicó al adjudicatario privado <strong>de</strong> dichos bienes. Los <strong>de</strong>más<br />
asignatarios <strong>de</strong>ben entonces in<strong>de</strong>mnizarlo, <strong>de</strong> modo que en <strong>de</strong>finitiva todos<br />
reciban lo que les correspondía verda<strong>de</strong>ramente en la sucesión. Mediante la<br />
evicción, se vuelve a producir la igualdad entre los coasignatarios, y por ello,<br />
en esta aspiración <strong>de</strong>l legislador, <strong>de</strong>bemos encontrar el fundamento <strong>de</strong> esta<br />
acción.<br />
Casos en los cuales no proce<strong>de</strong> la evicción<br />
Sin embargo <strong>de</strong> lo dicho, el legislador señala en el artículo 1346 algunos<br />
casos en que el asignatario no pue<strong>de</strong> intentar la acción <strong>de</strong> evicción. Estos<br />
casos están plenamente justificados, como se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> su sola lectura:<br />
1º Cuando la evicción o molestia proviene <strong>de</strong> causas sobrevinientes a la<br />
partición.<br />
Así lo señala el número 1º <strong>de</strong>l precepto citado, dando una solución<br />
idéntica a la <strong>de</strong> la compraventa, don<strong>de</strong> el ven<strong>de</strong>dor no respon<strong>de</strong> al comprador<br />
<strong>de</strong> la evicción producida por causas sobrevinientes al contrato. Y es lógico que<br />
así sea, pues los <strong>de</strong>más partícipes no van a estar respondiendo al adjudicatario<br />
<strong>de</strong> actos efectuados con posterioridad a la partición.<br />
2º Cuando la acción <strong>de</strong> saneamiento se hubiere expresamente renunciado.<br />
Es el número 2º <strong>de</strong>l precepto el que establece esta posibilidad <strong>de</strong><br />
renunciar a la evicción, lo cual se justifica ampliamente por ser esta acción <strong>de</strong><br />
carácter netamente patrimonial y estar establecida en el solo interés <strong>de</strong>l<br />
adjudicatario evicto. Como la acción <strong>de</strong> evicción mira al interés particular <strong>de</strong>l<br />
asignatario y no está prohibida expresamente su renuncia, aun si el artículo<br />
1346 nada hubiera dicho al respecto, a igual con<strong>cl</strong>usión se llega aplicando el<br />
artículo 12.<br />
3º Cuando el partícipe ha sufrido la molestia o evicción por su culpa.<br />
El ejemplo <strong>cl</strong>ásico al respecto es que el adjudicatario pudo atajar la<br />
acción dirigida en su contra, alegando la prescripción y no lo hizo. Hay, en tal
caso, culpa <strong>de</strong> su parte y no pue<strong>de</strong> responsabilizar lógicamente a los <strong>de</strong>más<br />
asignatarios.<br />
4º Cuando la acción <strong>de</strong> evicción haya prescrito.<br />
No es el artículo 1346 el que se refiere a esta situación, sino el inciso 2º<br />
<strong>de</strong>l 1345, en cuya conformidad la acción <strong>de</strong> evicción prescribe en cuatro años<br />
contados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> la evicción. Como se trata <strong>de</strong> una prescripción<br />
especial, no se suspen<strong>de</strong> a favor <strong>de</strong> los incapaces.<br />
Es evi<strong>de</strong>nte que si la acción <strong>de</strong> evicción ha prescrito, el adjudicatario ya<br />
no podrá re<strong>cl</strong>amarles a los <strong>de</strong>más las in<strong>de</strong>mnizaciones correspondientes.<br />
Efectos <strong>de</strong> la evicción<br />
A semejanza <strong>de</strong> lo que ocurre en la compraventa, la obligación <strong>de</strong><br />
garantía tiene dos etapas: primero, hacer cesar las molestias, y una vez que<br />
ésta se ha consumado, in<strong>de</strong>mnizar la evicción.<br />
Respecto <strong>de</strong> las molestias mencionadas por el legislador en la partición,<br />
son las <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho; las <strong>de</strong> hecho <strong>de</strong>ben ser perseguidas directamente por el<br />
adjudicatario. O sea, que existirá molestia siempre y cuando un tercero<br />
pretenda <strong>de</strong>rechos sobre los bienes adjudicados o niegue al adjudicatario el<br />
suyo. Los <strong>de</strong>más indivisarios <strong>de</strong>ben hacer cesar esta molestia.<br />
En la compraventa, para que exista obligación al saneamiento <strong>de</strong> la<br />
evicción, el comprador <strong>de</strong>be citar <strong>de</strong> evicción a su ven<strong>de</strong>dor ¿Se aplica en la<br />
partición esta obligación <strong>de</strong> citar a los asignatarios para que el adjudicatario<br />
tenga <strong>de</strong>recho a hacer efectiva la obligación <strong>de</strong> garantía? Según Abeliuk no<br />
habiéndola exigido el legislador no habrá necesidad <strong>de</strong> semejante citación.<br />
Si los coasignatarios no hacen cesar la molestia y ésta se consuma,<br />
viene la segunda etapa <strong>de</strong> la evicción, o sea, <strong>de</strong>ben in<strong>de</strong>mnizar al evicto.<br />
En conformidad al inciso 1º <strong>de</strong>l artículo 1347, “el pago <strong>de</strong>l saneamiento<br />
se divi<strong>de</strong> entre los partícipes a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas”. Se trata en<br />
consecuencia <strong>de</strong> una obligación conjunta, y el evicto <strong>de</strong>berá <strong>de</strong>mandar <strong>de</strong> cada<br />
coasignatario la cuota que le correspon<strong>de</strong> en la obligación. Naturalmente, él<br />
también <strong>de</strong>berá soportar su parte, como única forma <strong>de</strong> restablecer realmente<br />
la igualdad; si no el asignatario evicto estaría recibiendo más que los <strong>de</strong>más.
Siendo ésta una obligación conjunta, la insolvencia <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los<br />
asignatarios no <strong>de</strong>bería gravar a los <strong>de</strong>más. Pero si aplicáramos este principio<br />
en la evicción, en la partición no se produciría la igualdad <strong>de</strong>seada por el<br />
legislador, y por ello el inciso 2º <strong>de</strong>l art. 1347 establece que “la porción <strong>de</strong>l<br />
insolvente grava a todos a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas, in<strong>cl</strong>uso al que ha <strong>de</strong> ser<br />
in<strong>de</strong>mnizado”. También entonces el evicto <strong>de</strong>berá soportar una parte <strong>de</strong> la<br />
insolvencia, pues si no se estaría beneficiando a costa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
PAGO DE LAS DEUDAS HEREDITARIAS<br />
Y TESTAMENTARIAS<br />
El título XI <strong>de</strong>l Libro III se ocupa <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias y<br />
testamentarias, esto es, las que el causante tenía en vida y las que tienen su<br />
origen en el testamento mismo. Pesa normalmente sobre los here<strong>de</strong>ros la<br />
obligación <strong>de</strong> satisfacer ambas <strong>cl</strong>ases <strong>de</strong> <strong>de</strong>udas. Por excepción la obligación<br />
incumbe a los legatarios.<br />
¿Cuál es la fuente <strong>de</strong> esta obligación? En concepto <strong>de</strong>l Código tiene<br />
como fuente un cuasicontrato. El art. 1437 establece que las obligaciones<br />
nacen <strong>de</strong> un hecho voluntario <strong>de</strong> la persona que se obliga, "como en la<br />
aceptación <strong>de</strong> una herencia o legado y en todos los cuasicontratos".<br />
La aceptación <strong>de</strong> la asignación a título universal o singular, acto<br />
voluntario, trae consigo la responsabilidad <strong>de</strong> pagar las <strong>de</strong>udas.<br />
PAGO DE LAS DEUDAS HEREDITARIAS<br />
Responsabilidad <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros<br />
La responsabilidad por las <strong>de</strong>udas hereditarias incumbe<br />
normalmente a los here<strong>de</strong>ros.<br />
Los here<strong>de</strong>ros son las personas naturalmente llamadas a satisfacer las<br />
<strong>de</strong>udas hereditarias. El art. 1097 dispone que los here<strong>de</strong>ros representan al
testador y le suce<strong>de</strong>n en todos sus <strong>de</strong>rechos y obligaciones transmisibles,<br />
recogen juntamente el activo y el pasivo <strong>de</strong> su patrimonio:<br />
El principio es general y se extien<strong>de</strong> a todas las obligaciones <strong>de</strong>l<br />
difunto, cualquiera que sea su fuente. Compren<strong>de</strong> aun las obligaciones que<br />
tienen origen <strong>de</strong>lictual.<br />
Solamente se extingue por la muerte <strong>de</strong>l responsable la responsabilidad<br />
penal que se traduce en penas corporales. Las penas pecuniarias a que hubiere<br />
sido con<strong>de</strong>nado el causante por sentencia firme pue<strong>de</strong>n perseguirse contra los<br />
here<strong>de</strong>ros (art. 93 N° 1° <strong>de</strong>l C. Penal).<br />
Debe tratarse <strong>de</strong> obligaciones transmisibles. Las obligaciones <strong>de</strong>rivadas<br />
<strong>de</strong> contratos intuito personae no pasan a los here<strong>de</strong>ros.<br />
Principio <strong>de</strong> la división <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas entre los here<strong>de</strong>ros.<br />
Cuando hay pluralidad <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros, es preciso <strong>de</strong>terminar en qué<br />
medida <strong>de</strong>ben satisfacer las <strong>de</strong>udas hereditarias. El art. 1354 resuelve el<br />
problema. "Las <strong>de</strong>udas hereditarias se divi<strong>de</strong>n entre los here<strong>de</strong>ros a prorrata <strong>de</strong><br />
sus cuotas. Así el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l tercio no es obligado a pagar sino el tercio <strong>de</strong><br />
las <strong>de</strong>udas hereditarias".<br />
De esta manera, la proporción en que los here<strong>de</strong>ros adquieren el activo<br />
hereditario <strong>de</strong>termina la forma como <strong>de</strong>ben contribuir al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas.<br />
División automática <strong>de</strong>l pasivo.<br />
La división <strong>de</strong>l pasivo a prorrata <strong>de</strong> las cuotas hereditarias se produce<br />
ipso jure, <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho, automáticamente. Por el solo hecho <strong>de</strong> la muerte,<br />
la <strong>de</strong>uda se divi<strong>de</strong> entre los here<strong>de</strong>ros y el acreedor tendrá, en lugar <strong>de</strong> un<br />
<strong>de</strong>udor único, varios <strong>de</strong>udores.<br />
La muerte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor convierte la obligación <strong>de</strong> un solo <strong>de</strong>udor en una<br />
obligación simplemente conjunta.<br />
La automática división <strong>de</strong>l pasivo tiene una lógica consecuencia: no es<br />
necesario proce<strong>de</strong>r a la partición, puesto que no existe comunidad en las<br />
<strong>de</strong>udas. El acreedor podrá <strong>de</strong>mandar a los here<strong>de</strong>ros, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l<br />
causante, la parte que les quepa en la <strong>de</strong>uda.
División <strong>de</strong> los créditos hereditarios.<br />
¿Los créditos hereditarios, al igual que las <strong>de</strong>udas, se divi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> pleno<br />
<strong>de</strong>recho entre los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l acreedor difunto?.<br />
En opinión <strong>de</strong> Meza Barros, los créditos <strong>de</strong>l difunto se divi<strong>de</strong>n también<br />
automáticamente entre los here<strong>de</strong>ros. Cada here<strong>de</strong>ro, por consiguiente, podrá<br />
cobrar su parte o cuota en el crédito, sin esperar la partición y, recíprocamente,<br />
el <strong>de</strong>udor no podrá excusarse <strong>de</strong> cumplir la obligación con el pretexto <strong>de</strong> que<br />
el crédito no se ha adjudicado, en todo o parte, al here<strong>de</strong>ro que re<strong>cl</strong>ama el<br />
pago <strong>de</strong> su cuota (en igual sentido Barriga Errázuriz, en contra Alessandri).<br />
Esta con<strong>cl</strong>usión fluye <strong>de</strong>l art. 1526 N° 4°. En los casos <strong>de</strong><br />
indivisibilidad <strong>de</strong> pago a que la disposición se refiere, los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l<br />
acreedor, si no entablan conjuntamente su acción, "no podrán exigir el pago <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>uda, sino a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas". A contrario sensu, cada uno <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros, individualmente, podrá <strong>de</strong>mandar el pago <strong>de</strong> esta cuota. Con mayor<br />
razón la regla ha <strong>de</strong> regir para las obligaciones simplemente conjuntas.<br />
Tal era la opinión <strong>de</strong> Pothier <strong>de</strong> tanta influencia en el autor <strong>de</strong>l Código.<br />
Aplicaciones <strong>de</strong>l principio.<br />
Dos consecuencias prevé expresamente la ley <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> la división<br />
inmediata o ipso jure <strong>de</strong> <strong>de</strong>udas y créditos entre los here<strong>de</strong>ros:<br />
a) Las obligaciones simplemente conjuntas se caracterizan porque, en<br />
verdad, existen tantas <strong>de</strong>udas como <strong>de</strong>udores. Por lo mismo, la cuota <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>udor insolvente no grava a sus co<strong>de</strong>udores.<br />
Esta consecuencia, prevista en el art. 1526, inc. 1°, la repite el art.<br />
1355: "La insolvencia <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros no grava a los otros".<br />
Excepcionalmente, la insolvencia <strong>de</strong> un here<strong>de</strong>ro gravará a los <strong>de</strong>más,<br />
en el caso <strong>de</strong>l inc. 2° <strong>de</strong>l art. 1287. Los here<strong>de</strong>ros presentes y libres<br />
administradores <strong>de</strong> sus bienes tienen la obligación <strong>de</strong> instar porque en la<br />
partición se forme una hijuela para el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas conocidas. La<br />
insolvencia <strong>de</strong> un cohere<strong>de</strong>ro gravará a los otros cuando no han exigido la<br />
formación <strong>de</strong> este lote o hijuela, y
) Una segunda consecuencia se prevé en el art. 1357: la extinción por<br />
confusión <strong>de</strong> las mutuas obligaciones entre el causante y el here<strong>de</strong>ro se<br />
produce hasta concurrencia <strong>de</strong> la cuota en el crédito o en la <strong>de</strong>uda.<br />
El art. 1357 dispone: "Si uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros fuere acreedor o <strong>de</strong>udor<br />
<strong>de</strong>l difunto, sólo se confundirá con su porción hereditaria la cuota que en este<br />
crédito o <strong>de</strong>uda le quepa, y tendrá acción contra sus cohere<strong>de</strong>ros a prorrata por<br />
el resto <strong>de</strong> su crédito, y les estará obligado a prorrata por el resto <strong>de</strong> su <strong>de</strong>uda".<br />
De esta manera, si un here<strong>de</strong>ro es acreedor <strong>de</strong>l difunto, la <strong>de</strong>uda se<br />
divi<strong>de</strong> entre los here<strong>de</strong>ros, in<strong>cl</strong>usive el acreedor. La obligación se extingue<br />
hasta concurrencia <strong>de</strong> la cuota que corresponda al here<strong>de</strong>ro acreedor y por el<br />
saldo tendrá acción contra sus cohere<strong>de</strong>ros.<br />
Asimismo, si un here<strong>de</strong>ro era <strong>de</strong>udor <strong>de</strong>l difunto, el crédito se dividirá<br />
entre los here<strong>de</strong>ros, in<strong>cl</strong>usive el <strong>de</strong>udor. La <strong>de</strong>uda se extinguirá hasta<br />
concurrencia <strong>de</strong> la porción que corresponda al here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>udor en el crédito y<br />
quedará obligado a pagar el saldo a sus cohere<strong>de</strong>ros.<br />
Esta regla es la más con<strong>cl</strong>uyente <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> que las obligaciones,<br />
activa y pasivamente, se divi<strong>de</strong>n entre los here<strong>de</strong>ros.<br />
Excepciones al principio <strong>de</strong> la división <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas a prorrata <strong>de</strong><br />
las cuotas.<br />
El principio <strong>de</strong> la división <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas a prorrata <strong>de</strong> las cuotas<br />
hereditarias tiene algunas excepciones que dicen relación:<br />
a) con el beneficio <strong>de</strong> inventario;<br />
b) con las obligaciones indivisibles, y<br />
c) con la institución <strong>de</strong> here<strong>de</strong>ros usufructuarios y fiduciarios.<br />
El beneficio <strong>de</strong> inventario<br />
La primera excepción se produce cuando la herencia se ha aceptado con<br />
beneficio <strong>de</strong> inventario. El here<strong>de</strong>ro beneficiario no es obligado al pago <strong>de</strong><br />
ninguna cuota <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas "sino hasta concurrencia <strong>de</strong> lo que valga lo que<br />
hereda" (art. 1354, inc. 3°).<br />
La regla general juega plenamente cuando el here<strong>de</strong>ro respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> las
<strong>de</strong>udas ilimitadamente, ultra vires hereditatis.<br />
Obligaciones indivisibles<br />
La división <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas entre los here<strong>de</strong>ros supone que se trata <strong>de</strong><br />
obligaciones divisibles; no tiene cabida en las obligaciones indivisibles. El art.<br />
1528 dispone que cada uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l que ha contraído una<br />
obligación indivisible es obligado a satisfacerla en el todo y cada uno <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l acreedor pue<strong>de</strong> exigir su pago total.<br />
El art. 1354, inciso final, se cuida <strong>de</strong> advertir que, a<strong>de</strong>más, la regla <strong>de</strong> la<br />
división a prorrata se entien<strong>de</strong> sin perjuicio <strong>de</strong> lo dispuesto en el art. 1526:<br />
a) La obligación principal pue<strong>de</strong> ser divisible y se dividirá entre los<br />
here<strong>de</strong>ros a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas; pero la prenda y la hipoteca son<br />
indivisibles y el acreedor podrá intentar la acción hipotecaria o prendaria<br />
contra el cohere<strong>de</strong>ro que posea los bienes hipotecados o empeñados (art. 1526<br />
N° 1°).<br />
b) La obligación <strong>de</strong> entregar la especie o cuerpo cierto que se <strong>de</strong>be es<br />
indivisible y la acción correspondiente podrá intentarse contra aquel <strong>de</strong> los<br />
cohere<strong>de</strong>ros que la tenga en su po<strong>de</strong>r (art. 1526 N° 2°), y<br />
c) Si se hubiere estipulado con el causante que el pago no podrá hacerse<br />
por partes por sus here<strong>de</strong>ros, cada here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>berá pagar el total, sin perjuicio<br />
<strong>de</strong> que sus cohere<strong>de</strong>ros le reembolsen lo que ha pagado en exceso sobre su<br />
cuota (art. 1526 N° 4°, inc. 2º).<br />
Here<strong>de</strong>ros usufructuarios y fiduciarios<br />
El art. 1354 inciso final señala una excepción en el caso <strong>de</strong>l art. 1356,<br />
esto es, cuando concurren here<strong>de</strong>ros usufructuarios y fiduciarios.<br />
El art. 1356 expresa: "Los here<strong>de</strong>ros usufructuarios o fiduciarios<br />
divi<strong>de</strong>n las <strong>de</strong>udas con los here<strong>de</strong>ros propietarios o fi<strong>de</strong>icomisarios, según lo<br />
prevenido en los arts. 1368 y 1372, y los acreedores hereditarios tienen el<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> dirigir contra ellos sus acciones en conformidad a los referidos<br />
artículos".<br />
Es comprensible que si correspon<strong>de</strong> a unos here<strong>de</strong>ros el usufructo y a
otros la nuda propiedad el legislador haya <strong>de</strong>bido dictar normas especiales<br />
para dividir entre ellos las <strong>de</strong>udas. En la asignación existen dos interesados: el<br />
usufructuario y el nudo propietario.<br />
¿Debe pagar las <strong>de</strong>udas el usufructuario que goza actualmente <strong>de</strong> la<br />
asignación? Se enriquecería injustamente el nudo propietario, y viceversa.<br />
Lo mismo suce<strong>de</strong>, mutatis mutandis, si se instituyen here<strong>de</strong>ros<br />
fiduciarios y fi<strong>de</strong>icomisarios.<br />
- Caso <strong>de</strong>l usufructo.<br />
El art. 1368 establece que el usufructuario y el nudo propietario se<br />
consi<strong>de</strong>rarán como una sola persona para los efectos <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias "y las obligaciones que unidamente les quepan se dividirán entre<br />
ellos conforme a las reglas que siguen":<br />
a) Las <strong>de</strong>udas son <strong>de</strong> cargo <strong>de</strong>l nudo propietario y el usufructuario <strong>de</strong>berá<br />
pagarle intereses corrientes sobre la cantidad pagada, por todo el tiempo que<br />
dure el usufructo (art. 1368 N° 1°);<br />
b) Si el propietario no se allana al pago, podrá efectuarlo el usufructuario,<br />
con <strong>de</strong>recho a que el nudo propietario, al término <strong>de</strong>l usufructo, le reembolse<br />
el capital, sin intereses (art. 1368 N° 2°);<br />
c) En caso <strong>de</strong> que se venda la cosa fructuaria para pagar una prenda o<br />
hipoteca constituida por el difunto, se aplicará al usufructuario la regla <strong>de</strong>l art.<br />
1366, esto es, se subroga por el ministerio <strong>de</strong> la ley en los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l<br />
acreedor (art. 1368 N° 3°), y<br />
d) El usufructo constituido en la partición <strong>de</strong> una herencia se sujeta a las<br />
reglas anteriores, si los interesados no hubieren acordado otra cosa (art. 1371).<br />
- Caso <strong>de</strong>l fi<strong>de</strong>icomiso.<br />
El propietario fiduciario y el fi<strong>de</strong>icomisario se consi<strong>de</strong>rarán, también,<br />
como una sola persona para la distribución <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias, que se<br />
sujeta a las reglas que se indican a continuación:<br />
a) Las <strong>de</strong>udas que consisten en prestaciones periódicas las soporta el
fiduciario, sin <strong>de</strong>recho a ninguna in<strong>de</strong>mnización (art. 1372, inc. 3°), y<br />
b) Las <strong>de</strong>más <strong>de</strong>udas <strong>de</strong>be igualmente satisfacerlas el propietario<br />
fiduciario, "con calidad <strong>de</strong> que a su tiempo se las reintegre el fi<strong>de</strong>icomisario<br />
sin interés alguno" (art. 1372, inc. 2°).<br />
Distribución <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hecha por el testador.<br />
Pue<strong>de</strong> el testador disponer en su testamento la división <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias entre los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> otro modo que a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas.<br />
Esta disposición testamentaria, obligatoria para los here<strong>de</strong>ros, no lo es<br />
para los acreedores hereditarios.<br />
Los acreedores no están obligados a respetar la manifestación <strong>de</strong><br />
voluntad <strong>de</strong>l testador que podría ser un arbitrio para burlarles, imponiendo el<br />
pago a here<strong>de</strong>ros insolventes.<br />
Por este motivo, el art. 1358 dispone que si el testador divi<strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
en forma diversa <strong>de</strong> la expresada en los arts. 1354 y siguientes, "los acreedores<br />
hereditarios podrán ejercer sus acciones o en conformidad con dichos artículos<br />
o en conformidad con las disposiciones <strong>de</strong>l testador, según mejor les<br />
pareciere" (el art. 1526 Nº 4 reproduce esta regla).<br />
Pero la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l testador obliga lógicamente a los here<strong>de</strong>ros. Por<br />
esto, los here<strong>de</strong>ros que sufrieren mayor gravamen que el que les ha impuesto<br />
el testador, "tendrán <strong>de</strong>recho a ser in<strong>de</strong>mnizados por sus cohere<strong>de</strong>ros" (art.<br />
1358). En sus relaciones domésticas los cohere<strong>de</strong>ros se rigen por la voluntad<br />
<strong>de</strong>l testador.<br />
Distribución <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas por convenio <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros o por el<br />
acto <strong>de</strong> partición.<br />
Una distribución diversa <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas pue<strong>de</strong> convenirse entre los<br />
here<strong>de</strong>ros o establecerse en el acto <strong>de</strong> partición.<br />
Los acreedores hereditarios, como en el caso anterior, pue<strong>de</strong>n optar por<br />
perseguir el pago <strong>de</strong> sus créditos contra los here<strong>de</strong>ros a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas<br />
o en la forma prevista en el convenio o acto particional (art. 1359. El art. 1526<br />
Nº 4 reproduce esta regla).
En concordancia el art. 1340 dispone que un here<strong>de</strong>ro pue<strong>de</strong> tomar para<br />
sí una mayor cuota <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> la que le correspon<strong>de</strong>ría a prorrata, bajo<br />
alguna condición que los <strong>de</strong>más here<strong>de</strong>ros acepten. Pero aña<strong>de</strong> que los<br />
acreedores "no serán obligados a conformarse con este arreglo <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros para intentar sus <strong>de</strong>mandas".<br />
Adjudicación a un here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> inmuebles hipotecados.<br />
Ha previsto el legislador el caso <strong>de</strong> que varios inmuebles hereditarios<br />
estén gravados con una hipoteca y se adjudiquen a los here<strong>de</strong>ros.<br />
Aunque la obligación principal se divida entre los here<strong>de</strong>ros a prorrata<br />
<strong>de</strong> sus cuotas, ejercitando la acción hipotecaria, pue<strong>de</strong> el acreedor perseguir el<br />
pago total en cualquiera <strong>de</strong> las fincas hipotecadas (ver art. 2408. El art. 1365<br />
expresa que el acreedor “tendrá acción solidaria contra cada uno <strong>de</strong> dichos<br />
inmuebles”. Obviamente no hay solidaridad sino una consecuencia <strong>de</strong> la<br />
indivisibilidad <strong>de</strong> la hipoteca).<br />
De este modo, el here<strong>de</strong>ro adjudicatario podrá verse compelido a pagar<br />
más <strong>de</strong> lo que le correspon<strong>de</strong>ría a prorrata <strong>de</strong> su cuota.<br />
El here<strong>de</strong>ro que se ve constreñido a pagar más <strong>de</strong> su cuota tendrá acción<br />
contra sus cohere<strong>de</strong>ros "por la cuota que a ellos toque en la <strong>de</strong>uda" (art. 1365,<br />
inc. 1°).<br />
En caso <strong>de</strong> que el acreedor le subrogue en sus <strong>de</strong>rechos como<br />
consecuencia <strong>de</strong>l pago, no podrá repetir contra los cohere<strong>de</strong>ros por el total <strong>de</strong><br />
lo pagado; cada cohere<strong>de</strong>ro no es responsable "sino <strong>de</strong> la parte que le quepa en<br />
la <strong>de</strong>uda" (art. 1365, inc. 2°. Ver art. 1522).<br />
La cuota <strong>de</strong>l cohere<strong>de</strong>ro insolvente "se repartirá entre todos los<br />
here<strong>de</strong>ros a prorrata" (art. 1365, inc. 3°). La cuota <strong>de</strong>l insolvente grava<br />
in<strong>cl</strong>usive al here<strong>de</strong>ro que pagó la <strong>de</strong>uda.<br />
Cuándo se pagan las <strong>de</strong>udas hereditarias.<br />
La ley establece, para señalar el momento en que se <strong>de</strong>ben pagar las<br />
<strong>de</strong>udas hereditarias, que: "se pagará a los acreedores hereditarios a medida que<br />
se presenten" (art. 1374, inc. 1°).
Esta regla es aplicable "no habiendo concurso <strong>de</strong> acreedores, ni tercera<br />
oposición".<br />
En caso <strong>de</strong> quiebra, bien sea <strong>de</strong>l difunto o <strong>de</strong> la sucesión, los acreedores<br />
<strong>de</strong>berán verificar sus créditos en el juicio respectivo y obtendrán el pago <strong>de</strong><br />
los créditos en la forma prevista por la Ley <strong>de</strong> Quiebras.<br />
La oposición <strong>de</strong> terceros consistirá, principalmente, en la alegación <strong>de</strong><br />
que sus créditos <strong>de</strong>ben ser pagados <strong>de</strong> preferencia.<br />
Las <strong>de</strong>udas hereditarias se pagan antes que las <strong>de</strong>udas testamentarias;<br />
pagados los acreedores hereditarios se satisfarán los legados (art. 1374, inc.<br />
1°) .<br />
Notificación <strong>de</strong> los títulos ejecutivos contra el difunto.<br />
Los acreedores pue<strong>de</strong>n accionar contra los here<strong>de</strong>ros, continuadores <strong>de</strong><br />
la persona <strong>de</strong>l difunto, en los mismos términos como podían hacerlo contra el<br />
causante.<br />
Como lógica consecuencia, los títulos ejecutivos contra el causante<br />
traen también aparejada ejecución contra los here<strong>de</strong>ros.<br />
Pero el legislador para aliviar la situación <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros ha exigido,<br />
tanto para entablar ejecución en su contra como para proseguir la entablada<br />
contra el causante, que se les notifique previamente y transcurra un<br />
<strong>de</strong>terminado plazo.<br />
El art. 1377 dispone: "Los títulos ejecutivos contra el difunto lo serán<br />
igualmente contra los here<strong>de</strong>ros; pero los acreedores no podrán entablar o<br />
llevar a<strong>de</strong>lante la ejecución, sino pasados ocho días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la notificación<br />
judicial <strong>de</strong> sus títulos".<br />
Responsabilidad <strong>de</strong> los legatarios<br />
El art. 1104 advierte que los legatarios no representan al testador, no<br />
tienen más cargas que las que expresamente se les impongan, sin perjuicio <strong>de</strong><br />
la responsabilidad que les quepa en subsidio <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros y <strong>de</strong> la que les
sobrevenga en caso <strong>de</strong> ejercitarse la acción <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong>l testamento.<br />
De este modo, los legatarios estarán obligados a pagar las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias cuando el testador les haya impuesto esta obligación como un<br />
gravamen <strong>de</strong> la liberalidad que les otorga.<br />
Pero aunque nada haya dicho el testador, los legatarios pue<strong>de</strong>n resultar<br />
responsables: a) porque al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión no ha habido bienes<br />
bastantes para el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias, y b) porque el testador<br />
vulneró con sus liberalida<strong>de</strong>s a título singular las legítimas y o mejoras.<br />
Contribución al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias.<br />
Los legatarios están obligados a concurrir al pago "cuando al tiempo <strong>de</strong><br />
abrirse la sucesión no haya habido en ella lo bastante para pagar las <strong>de</strong>udas<br />
hereditarias" (art. 1362, inc. 1°)<br />
La responsabilidad <strong>de</strong> los legatarios exige que no haya bienes bastantes<br />
para el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas "al tiempo <strong>de</strong> abrirse la sucesión". Por consiguiente,<br />
si los bienes se pier<strong>de</strong>n, <strong>de</strong>terioran o menoscaban con posterioridad, los<br />
legatarios no son responsables.<br />
Los legatarios que <strong>de</strong>ban contribuir al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias<br />
“lo harán a prorrata <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> sus respectivos legados, y la porción <strong>de</strong>l<br />
legatario insolvente no gravará a los otros” (art. 1363, inc. 1º).<br />
La responsabilidad <strong>de</strong> los legatarios es subsidiaria y limitada.<br />
Los legatarios no pue<strong>de</strong>n ser perseguidos para el pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />
sino <strong>de</strong>spués que los here<strong>de</strong>ros. El art. 1362, inc. 2°, dispone que "la acción <strong>de</strong><br />
los acreedores hereditarios contra los legatarios es en subsidio <strong>de</strong> la que tienen<br />
contra los here<strong>de</strong>ros" (ver art. 1104, inc. 2º).<br />
Esto significa que los acreedores han <strong>de</strong> perseguir primero a los<br />
here<strong>de</strong>ros y sólo cuando no logren obtener <strong>de</strong> éstos el pago <strong>de</strong> sus créditos<br />
tendrán expedito el camino para accionar contra los legatarios. Los legatarios<br />
gozan <strong>de</strong> una especie <strong>de</strong> beneficio <strong>de</strong> excusión.<br />
Contrariamente a lo que ocurre con los here<strong>de</strong>ros, la responsabilidad <strong>de</strong><br />
los legatarios es limitada.
El art. 1363, inc.1°, dispone que los legatarios que <strong>de</strong>ban concurrir al<br />
pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias "lo harán a prorrata <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> sus<br />
respectivos legados, y la porción <strong>de</strong>l legatario insolvente no gravará a los<br />
otros".<br />
La responsabilidad <strong>de</strong> los legatarios, proporcional al valor <strong>de</strong> los<br />
legados, no podrá exce<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l monto <strong>de</strong> los mismos.<br />
Contribución al pago <strong>de</strong> las legítimas y mejoras.<br />
Los legatarios están obligados a contribuir al pago <strong>de</strong> las legítimas y<br />
mejoras "cuando el testador <strong>de</strong>stine a legados alguna parte <strong>de</strong> la porción <strong>de</strong><br />
bienes que la ley reserva a los legitimarios o a los asignatarios forzosos <strong>de</strong> la<br />
cuarta <strong>de</strong> mejoras" (art. 1362).<br />
El testador que tiene asignatarios forzosos no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar a legados<br />
sino la parte <strong>de</strong> libre disposición. La contribución <strong>de</strong> los legatarios al pago <strong>de</strong><br />
las legítimas y mejoras consistirá en una reducción <strong>de</strong> los legados para<br />
encuadrarlos en la porción <strong>de</strong> que el testador ha podido disponer libremente.<br />
Legados privilegiados y comunes.<br />
El principio es que los legatarios concurren "a prorrata <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong><br />
sus respectivos legados" y la porción <strong>de</strong>l insolvente no gravará a los otros (art.<br />
1363, inc. 1°).<br />
Sin embargo, la regla sufre excepciones porque ciertos legados gozan<br />
<strong>de</strong>l privilegio <strong>de</strong> contribuir <strong>de</strong>spués que otros.<br />
El art. 1363, inc. 2°, dispone: "No contribuirán, sin embargo, con los<br />
otros legatarios aquellos a quienes el testador hubiere expresamente exonerado<br />
<strong>de</strong> hacerlo. Pero si agotadas las contribuciones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más legatarios,<br />
quedare incompleta una legítima o insoluta una <strong>de</strong>uda, serán obligados al pago<br />
aun los legatarios exonerados por el testador”.<br />
Y aña<strong>de</strong> el inc. 3°: “Los legados <strong>de</strong> obras pías o <strong>de</strong> beneficencia se<br />
enten<strong>de</strong>rán exonerados por el testador, sin necesidad <strong>de</strong> disposición expresa, y<br />
entrarán a contribución <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los legados expresamente exonerados; pero<br />
los legados estrictamente alimenticios a que el testador es obligado por ley, no
entrarán a contribución sino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todos los otros".<br />
Por su parte, el art. 1141, inc. 3º, <strong>de</strong><strong>cl</strong>ara que los legados anticipados<br />
prefieren a aquellos <strong>de</strong> que no se ha dado el goce a los legatarios en vida <strong>de</strong>l<br />
testador.<br />
Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> prelación entre los legatarios.<br />
De lo dicho resulta que los legatarios concurren en el or<strong>de</strong>n siguiente:<br />
a) Concurren, en primer término, los legados comunes. Para ellos rige<br />
plenamente el principio general <strong>de</strong> la contribución a prorrata <strong>de</strong> sus valores;<br />
b) En segundo lugar concurren los legados anticipados o donaciones<br />
revocables.<br />
Estos legados "preferirán a los legados <strong>de</strong> que no se ha dado el goce a<br />
los legatarios en vida <strong>de</strong>l testador, cuando los bienes que éste <strong>de</strong>ja a su muerte<br />
no alcanzan a cubrirlos todos" (art. 1141, inc. 3°);<br />
c) Concurren los legados para obras pías o <strong>de</strong> beneficencia; atendidos sus<br />
fines <strong>de</strong> bien público, la ley presume que el testador ha querido exonerarlos <strong>de</strong><br />
la contribución, aunque nada diga, y<br />
d) En cuarto término, concurren a continuación los legados expresamente<br />
exonerados por el testador.<br />
La exoneración <strong>de</strong>l testador no exime a los legatarios, sino que les<br />
confiere la situación privilegiada que se ha dicho;<br />
e) Finalmente, concurrirán los legados estrictamente alimenticios que el<br />
testador ha <strong>de</strong>bido por ley (los legados <strong>de</strong> alimentos voluntarios son, para<br />
estos efectos, legados comunes).<br />
Estos alimentos constituyen una baja general que se practica <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
hecha la baja <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias. Por consiguiente, los legados <strong>de</strong><br />
alimentos forzosos concurrirán solamente en caso <strong>de</strong> que las referidas <strong>de</strong>udas<br />
absorban totalmente los bienes hereditarios.<br />
Por otra parte, los legados <strong>de</strong> alimentos sólo contribuirán al pago <strong>de</strong> las
<strong>de</strong>udas hereditarias; no estarán obligados al pago <strong>de</strong> legítimas y mejoras<br />
puesto que éstas se calculan sobre un acervo en que ha <strong>de</strong>bido previamente<br />
hacerse la baja <strong>de</strong> las asignaciones <strong>de</strong> alimentos forzosos.<br />
El art. 1170 establece una regla que limita la contribución <strong>de</strong> los<br />
asignatarios <strong>de</strong> alimentos forzosos. Establece que estos asignatarios no están<br />
obligados a <strong>de</strong>volución alguna en razón <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas o cargas que gravaren el<br />
patrimonio <strong>de</strong>l difunto; pero podrán rebajarse los alimentos futuros que<br />
resultaren <strong>de</strong>sproporcionados a las fuerzas <strong>de</strong>l patrimonio hereditario.<br />
De esta manera, contribuirán los legados insolutos; pero no contribuyen<br />
los ya satisfechos, sin perjuicio <strong>de</strong> reducirse las futuras pensiones.<br />
Legados con carga.<br />
Los legados con gravamen concurren, lógicamente, con <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong> la<br />
carga impuesta al legatario. El art. 1367 previene que “los legados con causa<br />
onerosa que pueda estimarse en dinero, no contribuyen sino con <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong>l<br />
gravamen”.<br />
Pero, para que el legatario pueda aminorar su responsabilidad, es<br />
menester que <strong>de</strong>muestre la concurrencia <strong>de</strong> las siguientes circunstancias:<br />
a) “que se haya efectuado el objeto”, esto es, que se haya cumplido el<br />
gravamen; se <strong>de</strong>ducirá por razón <strong>de</strong> la carga “la cantidad que constare haberse<br />
invertido”, y<br />
b) que no haya podido cumplirse el gravamen sino mediante la inversión<br />
<strong>de</strong> una cantidad <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> dinero.<br />
Legados gravados con prenda o hipoteca.<br />
Pue<strong>de</strong> ocurrir que la cosa legada se encuentre gravada con prenda o<br />
hipoteca. Como consecuencia <strong>de</strong> estos gravámenes, el legatario pue<strong>de</strong> ser<br />
constreñido a pagar íntegramente la <strong>de</strong>uda:<br />
Si el legatario ha pagado una <strong>de</strong>uda garantizada con prenda o hipoteca<br />
“con que el testador no ha querido expresamente gravarle”, tiene acción contra<br />
los here<strong>de</strong>ros para que se le reembolse lo pagado. El art. 1366, inc. 1°,<br />
establece que “es subrogado por la ley en la acción <strong>de</strong>l acreedor contra los
here<strong>de</strong>ros”.<br />
Por cierto que si el testador le ha impuesto el pago <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda<br />
caucionada, el legatario carece <strong>de</strong> acción para el reembolso.<br />
Si la hipoteca o prenda caucionaban una obligación que no era <strong>de</strong>l<br />
testador, “el legatario no tendrá acción contra los here<strong>de</strong>ros” (art. 1366, inc.<br />
2°).<br />
Como consecuencia <strong>de</strong>l pago, el legatario se subrogará en las acciones<br />
<strong>de</strong>l acreedor contra el tercero en cuyo provecho se constituyó la hipoteca o<br />
prenda.<br />
PAGO DE LAS DEUDAS O CARGAS TESTAMENTARIAS.<br />
Responsabilidad común y a prorrata <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros.<br />
Las <strong>de</strong>udas testamentarias son, por regla general, <strong>de</strong> cargo <strong>de</strong> los<br />
here<strong>de</strong>ros. Gravitan sobre todos ellos, son una carga común.<br />
Estas <strong>de</strong>udas comunes, lo mismo que las <strong>de</strong>udas hereditarias, las<br />
soportarán los here<strong>de</strong>ros a prorrata <strong>de</strong> sus cuotas.<br />
La regla general tiene diversas excepciones y se aplica con las<br />
siguientes salveda<strong>de</strong>s:<br />
a) Que el testador haya impuesto el pago a <strong>de</strong>terminado here<strong>de</strong>ro o<br />
legatario o distribuido las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> otro modo que a prorrata;<br />
b) Que se haya convenido por los here<strong>de</strong>ros distribuir las cargas <strong>de</strong> otra<br />
manera o se haya resuelto otra forma <strong>de</strong> distribución en el acto <strong>de</strong> partición, y<br />
c) Que se haya instituido here<strong>de</strong>ros usufructuarios o fiduciarios.<br />
a) Distribución <strong>de</strong> las cargas por el testador.<br />
El art. 1360, inc. 1° dispone: “Las cargas testamentarias no se mirarán<br />
como carga <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros en común, sino cuando el testador no hubiere<br />
gravado con ellas a alguno o algunos <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros o legatarios en<br />
particular”.
El inc. 2° aña<strong>de</strong> que las cargas que tocaren a los here<strong>de</strong>ros en común “se<br />
dividirán entre ellos como el testador lo hubiere dispuesto” y sólo a falta <strong>de</strong><br />
una manifestación <strong>de</strong> voluntad suya proce<strong>de</strong> el prorrateo.<br />
b) Distribución <strong>de</strong> las cargas por convenio <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros o por el acto <strong>de</strong><br />
partición.<br />
Una forma <strong>de</strong> distribución diferente <strong>de</strong> las cargas testamentarias pue<strong>de</strong><br />
ser el resultado <strong>de</strong> un acuerdo <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros o <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión adoptada en<br />
la partición <strong>de</strong> los bienes hereditarios.<br />
Las <strong>de</strong>udas hereditarias pue<strong>de</strong>n dividirse <strong>de</strong> otro modo que a prorrata<br />
por el testador, por acuerdo <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros o por el acto <strong>de</strong> partición y los<br />
acreedores hereditarios pue<strong>de</strong>n optar por la persecución <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros en<br />
proporción a sus cuotas o re<strong>cl</strong>amarles el pago conforme a la distribución<br />
establecida por el testador, por el acuerdo <strong>de</strong> los obligados o por el acto <strong>de</strong><br />
partición.<br />
Para las <strong>de</strong>udas testamentarias rige una regla semejante. El art. 1373,<br />
inc. 1°, dispone que los acreedores testamentarios no podrán ejercer las<br />
acciones a que les da <strong>de</strong>recho el testamento sino conforme al art. 1360.<br />
Y agrega el inc. 2°: "Si en la partición <strong>de</strong> una herencia se distribuyeren<br />
los legados entre los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> diferente modo, podrán los legatarios<br />
entablar sus acciones, o en conformidad a esta distribución, o en conformidad<br />
al art. 1360, o en conformidad al convenio <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros".<br />
La diferencia consiste, ex<strong>cl</strong>usivamente, en que mientras los acreedores<br />
hereditarios no están obligados a respetar la voluntad <strong>de</strong>l testador, esta es<br />
obligatoria para los acreedores testamentarios.<br />
La razón <strong>de</strong> esta diferencia es obvia. Los acreedores hereditarios son<br />
extraños a quienes no empece el testamento; para los acreedores<br />
testamentarios la voluntad <strong>de</strong>l testador, que dio origen a su crédito, es la<br />
suprema ley.<br />
c) Institución <strong>de</strong> un usufructo o fi<strong>de</strong>icomiso con carga.<br />
Si el testador instituye un usufructo, usufructuario y nudo propietario se
miran como una sola persona para la distribución <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas hereditarias y<br />
testamentarias que graven a la cosa fructuaria.<br />
Pero la distribución <strong>de</strong> las cargas testamentarias está sujeta a normas<br />
ligeramente diferentes:<br />
En primer lugar, rige la voluntad <strong>de</strong>l testador. Serán satisfechas "por<br />
aquel <strong>de</strong> los dos a quien el testamento las imponga y <strong>de</strong>l modo que en éste se<br />
or<strong>de</strong>nare", sin <strong>de</strong>recho a ninguna in<strong>de</strong>mnización y sin intereses (art. 1369);<br />
Cuando nada dice el testador, se proce<strong>de</strong>rá en la forma prevista en el art.<br />
1368.<br />
Si las cargas consisten en pensiones periódicas, "serán cubiertas por el<br />
usufructuario durante todo el tiempo <strong>de</strong>l usufructo, y no tendrá <strong>de</strong>recho a que<br />
le in<strong>de</strong>mnice <strong>de</strong> este <strong>de</strong>sembolso el propietario" (art. 1370, inc. 2°).<br />
Para la distribución <strong>de</strong> las cargas entre el fiduciario y el fi<strong>de</strong>icomisario<br />
se aplica el art. 1372.<br />
Legatarios obligados a pagar legados.<br />
Ordinariamente el pago <strong>de</strong> los legados incumbe a los here<strong>de</strong>ros; pero el<br />
testador pue<strong>de</strong> imponer este gravamen a los legatarios.<br />
El art. 1364 dispone: "El legatario obligado a pagar un legado, lo será<br />
solo hasta concurrencia <strong>de</strong>l provecho que reporte <strong>de</strong> la sucesión; pero <strong>de</strong>berá<br />
hacer constar la cantidad en que el gravamen exceda al provecho”.<br />
La obligación <strong>de</strong>l legatario requiere una expresa <strong>de</strong><strong>cl</strong>aración <strong>de</strong><br />
voluntad <strong>de</strong>l testador.<br />
La responsabilidad <strong>de</strong>l legatario es limitada; no respon<strong>de</strong> sino hasta<br />
concurrencia <strong>de</strong>l provecho que obtiene con la liberalidad.<br />
Cuándo se pagan los legados.<br />
Las <strong>de</strong>udas testamentarias se pagan <strong>de</strong>spués que las <strong>de</strong>udas hereditarias.<br />
El art. 1374 establece que "pagados los acreedores hereditarios, se satisfarán<br />
los legados“.
Las <strong>de</strong>udas hereditarias son una baja general <strong>de</strong> la herencia y las <strong>de</strong>udas<br />
testamentarias se <strong>de</strong>ducen <strong>de</strong>l acervo líquido.<br />
Si los bienes hereditarios son notoriamente suficientes para pagar las<br />
<strong>de</strong>udas hereditarias, no existe motivo plausible para retardar el pago <strong>de</strong> los<br />
legados. El art. 1374, inc. 2°, dispone: "Pero cuando la herencia no apareciere<br />
excesivamente gravada, podrá satisfacerse inmediatamente a los legatarios que<br />
ofrezcan caución <strong>de</strong> cubrir lo que les quepa en la contribución a las <strong>de</strong>udas".<br />
Y aña<strong>de</strong> el inciso final: "Ni será exigible esta caución cuando la<br />
herencia está manifiestamente exenta <strong>de</strong> cargas que puedan comprometer a los<br />
legatarios".<br />
Pago <strong>de</strong> legados <strong>de</strong> pensiones periódicas.<br />
El pago <strong>de</strong> los legados <strong>de</strong> pensiones periódicas está sujeto a reglas<br />
especiales:<br />
a) Se <strong>de</strong>ben día a día <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel en que se <strong>de</strong>fieren; pero son exigibles al<br />
término <strong>de</strong> cada período, que se presume mensual (art. 1361, inc.1°);<br />
b) Si consisten en pensiones alimenticias podrán exigirse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
principio <strong>de</strong>l respectivo período (ver art. 331, inc. 1º) y no habrá <strong>de</strong>recho a<br />
exigir la restitución <strong>de</strong> parte alguna <strong>de</strong> lo pagado aunque el legatario fallezca<br />
antes <strong>de</strong> completarse el período (art. 1361, inc. 2°);<br />
c) El legado <strong>de</strong> pensiones alimenticias que el testador prestaba en vida,<br />
"seguirá prestándose como si no hubiese fallecido el testador" (art. 1361, inc.<br />
3°), y<br />
d) La voluntad <strong>de</strong>l testador prevalece sobre las reglas legales señaladas<br />
(art. 1361, inc. 4º).<br />
Reducción <strong>de</strong> los legados.<br />
El art. 1376 dispone: "No habiendo en la sucesión lo bastante para el<br />
pago <strong>de</strong> todos los legados, se rebajarán a prorrata".<br />
Esta disposición <strong>de</strong>be ser entendida en relación con los legados
comunes, porque los privilegiados, <strong>de</strong> acuerdo con otras disposiciones <strong>de</strong>l<br />
Código, se pagan antes que todos los <strong>de</strong>más.<br />
Gastos <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> los legados.<br />
El art. 1375 establece: "Los gastos necesarios para la entrega <strong>de</strong> las<br />
cosas legadas se mirarán como una parte <strong>de</strong> los mismos legados".<br />
En otros términos, los gastos no son <strong>de</strong> cargo <strong>de</strong> los legatarios; se<br />
entien<strong>de</strong> que el legado compren<strong>de</strong> los gastos que <strong>de</strong>man<strong>de</strong> la entrega.<br />
BENEFICIO DE SEPARACION<br />
La aceptación pura y simple <strong>de</strong> la herencia produce una confusión <strong>de</strong><br />
los bienes y <strong>de</strong>udas <strong>de</strong>l difunto con los bienes y obligaciones <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro.<br />
Los patrimonios confundidos tienen, en lo sucesivo, un solo titular: el<br />
here<strong>de</strong>ro. Todos los acreedores tienen como <strong>de</strong>udor al here<strong>de</strong>ro y en el<br />
patrimonio confundido ejercitarán su <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> prenda general.<br />
Esta confusión pue<strong>de</strong> ser, según las circunstancias, perjudicial para el<br />
here<strong>de</strong>ro o para los acreedores <strong>de</strong> la sucesión.<br />
Será perjudicial para el here<strong>de</strong>ro cuando el pasivo supera al activo<br />
hereditario porque, responsable ilimitadamente <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas, <strong>de</strong>berá<br />
satisfacerlas aun con sacrificio <strong>de</strong> sus propios bienes. Para precaverse <strong>de</strong> las<br />
consecuencias perjudiciales <strong>de</strong> esta responsabilidad in<strong>de</strong>finida, dispone el<br />
here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> un recurso: el beneficio <strong>de</strong> inventario.<br />
La confusión <strong>de</strong> patrimonios será perjudicial para los acreedores<br />
hereditarios cuando el here<strong>de</strong>ro es insolvente. El patrimonio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor<br />
difunto era suficiente para satisfacer sus <strong>de</strong>udas; en el patrimonio confundido<br />
<strong>de</strong>ben tolerar la competencia <strong>de</strong> los acreedores <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro que no aporta<br />
bienes.<br />
Para este nuevo mal el legislador crea un nuevo remedio: el beneficio <strong>de</strong><br />
separación.
El art. 1378 dispone: “los acreedores hereditarios y los acreedores<br />
testamentarios podrán pedir que no se confundan los bienes <strong>de</strong>l difunto con los<br />
bienes <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro; y en virtud <strong>de</strong> este beneficio <strong>de</strong> separación tendrán<br />
<strong>de</strong>recho a que <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong>l difunto se les cumplan las obligaciones<br />
hereditarias o testamentarias con preferencia a las <strong>de</strong>udas propias <strong>de</strong>l<br />
here<strong>de</strong>ro”.<br />
Los acreedores <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro no sufren un perjuicio porque contarán para<br />
ser satisfechos con el mismo patrimonio que tuvieron en vista al contratar.<br />
El beneficio <strong>de</strong> separación pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirse como un beneficio que<br />
impi<strong>de</strong> la confusión <strong>de</strong> los patrimonios <strong>de</strong>l difunto y <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro y permite a<br />
los acreedores hereditarios y testamentarios pagarse con los bienes <strong>de</strong>l difunto<br />
con preferencia a los acreedores propios <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro.<br />
Quiénes pue<strong>de</strong>n invocar el beneficio <strong>de</strong> separación<br />
El beneficio <strong>de</strong> separación pue<strong>de</strong>n impetrarlo los acreedores<br />
hereditarios y testamentarios:<br />
a) Pue<strong>de</strong>n solicitarlo los acreedores hereditarios privilegiados o comunes.<br />
Para los acreedores valistas el beneficio <strong>de</strong> separación tendrá siempre<br />
un interés vital; para los acreedores privilegiados el interés es secundario;<br />
b) El beneficio <strong>de</strong> separación no sirve sino a los legatarios <strong>de</strong> género. Los<br />
legatarios <strong>de</strong> especies o cuerpos ciertos adquieren el dominio <strong>de</strong> las especies<br />
legadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l causante y no tienen motivo para temer la<br />
concurrencia <strong>de</strong> los acreedores <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro;<br />
c) Pue<strong>de</strong>n invocar el beneficio los acreedores hereditarios y testamentarios<br />
cuyos créditos no son exigibles, en razón <strong>de</strong> un plazo o condición (art. 1379),<br />
y<br />
d) En cambio, no gozan <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> separación los acreedores<br />
personales <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro para pagarse preferentemente con lo bienes <strong>de</strong> éste<br />
(art. 1381).<br />
Contra quién se pi<strong>de</strong> la separación <strong>de</strong> patrimonios
Pue<strong>de</strong>n darse dos soluciones a) que el beneficio <strong>de</strong> separación <strong>de</strong>be<br />
pedirse en contra <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros, y b) que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>mandarse en contra <strong>de</strong> los<br />
acreedores personales <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros. Esta última solución es, sin duda, la<br />
más jurídica, por cuanto los perjudicados con dicho beneficio van a ser los<br />
acreedores personales <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros, y no éstos, pero presenta gran<strong>de</strong>s<br />
dificulta<strong>de</strong>s prácticas. En efecto, va a ser difícil, para los acreedores<br />
hereditarios y testamentarios <strong>de</strong>terminar la persona <strong>de</strong> los acreedores<br />
personales. En cambio, es fácil precisar quiénes son los here<strong>de</strong>ros, por el auto<br />
<strong>de</strong> posesión efectiva. De modo que, según Abeliuk, <strong>de</strong>bemos in<strong>cl</strong>inarnos por<br />
esta última solución.<br />
Cómo se obtiene el beneficio <strong>de</strong> separación<br />
De las diversas disposiciones <strong>de</strong>l Código, especialmente <strong>de</strong>l art. 1385,<br />
resulta que el beneficio <strong>de</strong> separación <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>cretado judicialmente. La<br />
disposición alu<strong>de</strong> al “<strong>de</strong>creto en que se conce<strong>de</strong> el beneficio <strong>de</strong> separación”.<br />
Tal es la tradición romana y la opinión <strong>de</strong> Pothier.<br />
La resolución judicial, si existen bienes raíces en la sucesión, <strong>de</strong>be<br />
inscribirse en el Registro Conservatorio <strong>de</strong> Bienes Raíces (art. 52 Nº 4 <strong>de</strong>l<br />
Reglamento). El art. 1385 dispone: “Si hubiere bienes raíces en la sucesión, el<br />
<strong>de</strong>creto en que se conce<strong>de</strong> el beneficio <strong>de</strong> separación se inscribirá en el<br />
Registro o Registros que por la situación <strong>de</strong> dichos bienes corresponda, con<br />
expresión <strong>de</strong> las fincas a que el beneficio se extienda”.<br />
Los acreedores pue<strong>de</strong>n impetrar el beneficio mientras no hayan<br />
prescrito sus créditos<br />
El art. 1380 inc. 1°, dispone que “el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> cada acreedor a pedir el<br />
beneficio <strong>de</strong> separación subsiste mientras no haya prescrito su crédito” y el<br />
art. 1382 agrega que obtenido por algunos acreedores aprovecha a los <strong>de</strong>más<br />
“cuyos créditos no hayan prescrito”.<br />
Efectos <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> separación<br />
Los efectos <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> separación <strong>de</strong>ben enfocarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un triple<br />
ángulo:
a) Entre los acreedores hereditarios y testamentarios;<br />
b) Entre los acreedores <strong>de</strong> la sucesión y los acreedores personales <strong>de</strong>l<br />
here<strong>de</strong>ro, y<br />
c) Respecto <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro o here<strong>de</strong>ros.<br />
Efectos entre los acreedores <strong>de</strong> la sucesión<br />
El beneficio <strong>de</strong> separación no introduce ninguna modificación en las<br />
relaciones entre los acreedores <strong>de</strong> la sucesión. Estas relaciones serán las<br />
mismas anteriores a la muerte <strong>de</strong>l causante.<br />
Los acreedores hereditarios que gozaban <strong>de</strong> preferencia conservarán<br />
esta ventaja; los que no la tenían, continuarán siendo acreedores comunes.<br />
Con motivo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l causante se harán presentes los acreedores<br />
testamentarios; pero no perjudicarán a los que el causante tenía en vida, puesto<br />
que las <strong>de</strong>udas hereditarias se pagan antes que las cargas testamentarias.<br />
Efectos entre los acreedores <strong>de</strong> la sucesión y los acreedores personales<br />
<strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro<br />
Los efectos <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> separación, en verdad, se producen entre<br />
estos grupos <strong>de</strong> acreedores.<br />
Estos efectos se resumen en que los acreedores <strong>de</strong> la sucesión se<br />
pagarán preferentemente <strong>de</strong> sus créditos en el patrimonio hereditario, mientras<br />
los acreedores personales <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro, como justa contrapartida, se pagarán<br />
con preferencia en los bienes <strong>de</strong> éste:<br />
a) Los acreedores hereditarios y testamentarios, conforme al art. 1378,<br />
tienen <strong>de</strong>recho a que se les satisfaga en sus créditos “con preferencia a las<br />
<strong>de</strong>udas propias <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro”;<br />
b) Satisfechos los acreedores <strong>de</strong> la sucesión, el saldo <strong>de</strong> los bienes<br />
hereditarios habrá <strong>de</strong> agregarse al patrimonio <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro para el pago <strong>de</strong> sus<br />
acreedores personales y <strong>de</strong> los acreedores hereditarios y testamentarios que no<br />
gocen <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> separación.
El art. 1382 inc. 2°, dispone: “El sobrante, si lo hubiere, se agregará a<br />
los bienes <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro, para satisfacer a sus acreedores propios, con los cuales<br />
concurrirán los acreedores <strong>de</strong> la sucesión que no gocen <strong>de</strong>l beneficio”;<br />
c) Agotados los bienes <strong>de</strong> la sucesión sin que los acreedores hereditarios y<br />
testamentarios hayan quedado íntegramente satisfechos, podrán perseguir los<br />
bienes <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro, si no hubiere oposición <strong>de</strong> los acreedores propios <strong>de</strong> éste.<br />
El art. 1383 dispone: “Los acreedores hereditarios o testamentarios que<br />
hayan obtenido la separación, o aprovechándose <strong>de</strong> ella en conformidad al<br />
inciso 1° <strong>de</strong>l artículo prece<strong>de</strong>nte, no tendrán acción contra los bienes <strong>de</strong>l<br />
here<strong>de</strong>ro, sino <strong>de</strong>spués que se hayan agotado los bienes a que dicho beneficio<br />
les dio un <strong>de</strong>recho preferente; mas aun entonces podrán oponerse a esta acción<br />
los otros acreedores <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro hasta que se les satisfaga en el total <strong>de</strong> sus<br />
créditos”, y<br />
d) Gozan <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> separación los acreedores que han obtenido que<br />
se <strong>de</strong><strong>cl</strong>are judicialmente a su favor. Pero la separación aprovechará a los<br />
<strong>de</strong>más acreedores <strong>de</strong> la sucesión “que la invoquen”, cuyos créditos no hayan<br />
prescrito y no se encuentren en el caso <strong>de</strong>l N° 1 <strong>de</strong>l art. 1380 (art. 1382 inc.,<br />
1°).<br />
Efectos respecto <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro o here<strong>de</strong>ros<br />
El here<strong>de</strong>ro es, en cierto modo, extraño al beneficio <strong>de</strong> separación. Su<br />
responsabilidad no sufre modificaciones; respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas ultra vires<br />
hereditatis. En principio, la separación produce sólo la preferencia <strong>de</strong> los<br />
diversos grupos <strong>de</strong> acreedores para pagarse ya con bienes sucesorios, ya con<br />
bienes <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro.<br />
Pero el beneficio <strong>de</strong> separación <strong>de</strong>be necesariamente influir en las<br />
faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> disposición <strong>de</strong> los bienes hereditarios que han <strong>de</strong> aplicarse con<br />
prioridad al pago <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas <strong>de</strong> la sucesión.<br />
Por este motivo y con el objeto <strong>de</strong> amparar a los acreedores hereditarios<br />
y testamentarios, el art. 1384 dispone: “Las enajenaciones <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong>l<br />
difunto hechas por el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los 6 meses subsiguientes a la<br />
apertura <strong>de</strong> la sucesión, y que no hayan tenido por objeto el pago <strong>de</strong> créditos<br />
hereditarios o testamentarios, podrán rescindirse a instancia <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong>
los acreedores hereditarios o testamentarios que gocen <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong><br />
separación. Lo mismo se extien<strong>de</strong> a la constitución <strong>de</strong> hipotecas o censos”.<br />
Los actos <strong>de</strong> enajenación ejecutados <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 6 meses <strong>de</strong> abierta la<br />
sucesión no son rescindibles sino por medio <strong>de</strong> la acción pauliana o<br />
revocatoria y con los requisitos propios <strong>de</strong> esta acción.<br />
Extinción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho para pedir el beneficio <strong>de</strong> separación<br />
El <strong>de</strong>recho para pedir el beneficio <strong>de</strong> separación se extingue por<br />
diversas causas:<br />
a) En primer término, por la prescripción <strong>de</strong>l crédito (arts. 1380 inc. 1° y<br />
1382 inc. 1°);<br />
b) Por la renuncia que pue<strong>de</strong> ser expresa o tácita.<br />
Habrá renuncia tácita “cuando el acreedor ha reconocido al here<strong>de</strong>ro por<br />
<strong>de</strong>udor, aceptando un pagaré, prenda, hipoteca o fianza <strong>de</strong> dicho here<strong>de</strong>ro, o<br />
un pago parcial <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda” (art. 1380 N° 1°).<br />
c) Se extingue el <strong>de</strong>recho igualmente “cuando los bienes <strong>de</strong> la sucesión<br />
han salido <strong>de</strong> manos <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro” (art. 1380 N° 2°).<br />
Con todo, los acreedores <strong>de</strong> la sucesión pue<strong>de</strong>n pedir, como se ha dicho,<br />
la rescisión <strong>de</strong> los actos <strong>de</strong> enajenación <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro, y<br />
d) Se extingue el <strong>de</strong>recho si los bienes <strong>de</strong> la sucesión se han confundido<br />
con los <strong>de</strong>l here<strong>de</strong>ro, “<strong>de</strong> manera que no sea posible reconocerlos” (art. 1380<br />
N° 2°).<br />
La separación <strong>de</strong> patrimonios es, en el hecho, imposible.