Ser receptivo Reconocer los sentimientos y necesidades del cliente ...
Ser receptivo Reconocer los sentimientos y necesidades del cliente ...
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El técnico en fitness deberá tener en cuenta <strong>los</strong> tres aspectos siguientes (a partir de Aznar S,<br />
2004):<br />
1. <strong>Ser</strong> <strong>receptivo</strong>.<br />
2. <strong>Reconocer</strong> <strong>los</strong> <strong>sentimientos</strong> y <strong>necesidades</strong> <strong>del</strong> <strong>cliente</strong> sin dar ningún juicio.<br />
3. Ofrecer la ayuda apropiada como profesional <strong>del</strong> fitness.<br />
<strong>Ser</strong> <strong>receptivo</strong><br />
Para ser <strong>receptivo</strong> se necesita ofrecer una atención completa, focalizar la atención en el <strong>cliente</strong><br />
y utilizar un lenguaje corporal adecuado. Entre las acciones que nos pueden ayudar a mejorar<br />
dicha actitud de receptividad destacan (Aznar S, 2004):<br />
■ Mirar a <strong>los</strong> ojos NO mirar a otro lado<br />
■ De cara a la persona NO de lado, puesto que permite una interrupción por parte de un tercero<br />
■ Prestar mucha atención NO permitir otras distracciones<br />
■ Tranquilizarse NO ser impaciente<br />
■ Abrir tu postura corporal NO cerrar la postura (brazos cruzados, detrás de un mostrador o mesa, gestos<br />
que muestran indecisión o duda, etc.)<br />
<strong>Reconocer</strong> <strong>los</strong> <strong>sentimientos</strong> y <strong>necesidades</strong> <strong>del</strong> <strong>cliente</strong> sin dar ningún juicio<br />
En ocasiones, ante las situaciones que nos plantean nuestros <strong>cliente</strong>s, podemos caer en el<br />
error de asumir responsabilidad sobre dicho asunto de manera precipitada, corriendo el riesgo<br />
de malinterpretar las intenciones y <strong>necesidades</strong> de esa persona. Debemos intentar empezar<br />
por reconocer las palabras y <strong>los</strong> <strong>sentimientos</strong> de la persona sin asumir responsabilidad<br />
sobre ello ni ofrecer juicio alguno (Gavin y Gavin, 1995, citados por Aznar, 2004).<br />
Entre <strong>los</strong> errores más comunes a la hora de dar respuestas en forma de apoyo, pero que no<br />
cumplen con dicha función, podemos encontrar:<br />
Aspectos psicosociales <strong>del</strong> fitness: el componente “olvidado” en el fitness actual<br />
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frentarse a “<strong>los</strong> maníacos <strong>del</strong> físico”. Debemos dejar a un lado la frase “sin sufrir no se obtiene<br />
nada” y asegurar que “con un poco de voluntad es suficiente”; demostrar que a <strong>los</strong> resultados<br />
se llega con entusiasmo, pensamiento positivo, fantasía e imaginación. Si el <strong>cliente</strong> se<br />
divierte, entrena para divertirse más. Transmitirle entusiasmo al <strong>cliente</strong> es comunicarle la<br />
fuerza de voluntad que le ayudará a conseguir sus objetivos.<br />
El instructor debe ayudar al <strong>cliente</strong> a volver a sentir su cuerpo. En la actualidad las personas<br />
no están habituadas a “sentir” el propio cuerpo; no se “escuchan” el propio organismo, falta<br />
una percepción física <strong>del</strong> propio cuerpo que el sedentarismo ha desterrado, no se está habituado<br />
a usar el cuerpo. Es mejor dar más información que sencillamente dictar repeticiones,<br />
series y ejercicios.<br />
Respecto a la didáctica aplicada al entrenamiento (aspectos procedimentales <strong>del</strong> fitness), es<br />
muy importante no perder la perspectiva de <strong>los</strong> aspectos más conceptuales, ligados al proceso<br />
de la educación de la conducta y la creación de hábitos. Ello debe realizarse atendiendo a<br />
la necesidad de realizar microprogresiones en dicho proceso educacional: debemos intentar<br />
realizar pequeñas (tan pequeñas que serán casi imperceptibles) modificaciones de <strong>los</strong> hábitos<br />
a corto plazo para producir grandes cambios a medio-largo plazo.<br />
Siempre será más difícil desprenderse de un hábito adquirido que adoptar uno nuevo. Por lo<br />
tanto, debemos plantearnos objetivos de modificación y adquisición de hábitos (ver ejemplo)<br />
que faciliten dicho proceso controlado y progresivo.<br />
Ejemplo. Cliente que lleva dos semanas entrenando (programa de acondicionamiento) y que desea modificar su<br />
composición corporal (pérdida de peso). Su participación en el programa es adecuada, pero su intensidad de<br />
entrenamiento cardiovascular muy baja (no es capaz de mantener una adecuada intensidad de trabajo en<br />
bicicleta, por ejemplo). Además viene a entrenar a las 19 horas y se marcha a las 20:30, tras lo cual nos<br />
indica al día siguiente que ha llegado a casa con hambre y realiza cenas muy copiosas.<br />
Modificación<br />
Adquisición<br />
ENTRENAMIENTO NUTRICIÓN<br />
– El entrenamiento cardiovascular<br />
se fraccionará intercalándolo<br />
con el muscular. Se controlarán<br />
<strong>los</strong> segmentos cardiovasculares<br />
– Se le enseñará el uso <strong>del</strong><br />
pulsómetro y se le indicarán<br />
intensidades de entrenamiento<br />
(franjas)<br />
– Se le introducirá y evaluará su<br />
aceptación en clases colectivas<br />
(cicloindoor, indoor walking,<br />
etc.) con un volumen de una<br />
clase por semana<br />
– Se le intentará convencer de venir un poco antes a<br />
entrenar. Si no fuese posible se le explicará la<br />
necesidad de una correcta hidratación y “aguantar”<br />
la ingesta hasta 1 hora después de haber llegado a<br />
casa y, si fuese posible, dar un pequeño paseo y no<br />
acostarse inmediatamente<br />
– Se le recomendará la ingesta de platos ligeros, no<br />
muy elaborados, en la cena<br />
– Se le aconsejará la ingesta de una pieza de fruta y<br />
mucho líquido posteriormente al entrenamiento<br />
Aspectos psicosociales <strong>del</strong> fitness: el componente “olvidado” en el fitness actual<br />
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