06.05.2013 Views

Mayo de 2009 - El Pitic

Mayo de 2009 - El Pitic

Mayo de 2009 - El Pitic

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Hermosillo, Son., <strong>Mayo</strong> <strong>de</strong>l <strong>2009</strong><br />

Recordando al Güero...<br />

Por: JOSE ROMULO<br />

Arnoldo Salazar Woolfolk:<br />

nada menos que un hombre <strong>de</strong> carácter<br />

C<br />

uando llegamos a vivir a Hermosillo<br />

en junio <strong>de</strong> 1981, proce<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> mi natal Navojoa, empecé a<br />

tratar algunas personas que en la segunda<br />

mitad <strong>de</strong> los años cincuenta <strong>de</strong>l pasado<br />

siglo habían sido compañeros en el Colegio<br />

Regis, <strong>de</strong> mi hermano mayor Ignacio<br />

R. Félix, en don<strong>de</strong> cursó su secundaria y<br />

preparatoria, entre 1954-1959. Parecía que<br />

ya había andado estas calles pitiqueñas,<br />

sentí en mi llegada siempre familiaridad<br />

y afecto <strong>de</strong> todos. Alguien <strong>de</strong> mi familia<br />

las había ya caminado por mí.<br />

Me heredó a varias <strong>de</strong> sus amista<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> aquella época, ejemplos muy firmes<br />

<strong>de</strong> ello han sido Félix Tonella Luken, mi<br />

compadre, y Arnoldo Salazar Woolfolk.<br />

Al primero <strong>de</strong> ellos lo conocí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra<br />

estancia en la Ciudad <strong>de</strong> México, en la<br />

Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad<br />

Nacional Autónoma <strong>de</strong> México, en la segunda<br />

mitad <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los años sesenta<br />

<strong>de</strong>l siglo pasado. Tal parecía que mi<br />

hermano a pesar <strong>de</strong> haber salido <strong>de</strong> Hermosillo<br />

en 1959, para jamás volver, había<br />

<strong>de</strong>jado una estela <strong>de</strong> buenos recuerdos,<br />

entre los que se alinean Roberto Gómez<br />

<strong>de</strong>l Campo, Rafael Acosta Mazón, Héctor<br />

Rubén Mazón, Alejandro Camou Cubillas,<br />

Marco Antonio Iribe y otros afectuosos<br />

amigos. Hasta hoy, cuando los veo me dan<br />

sus saludos para él. Toda esa buena vibra<br />

la heredé y capitalicé para abrirme paso en<br />

esta capital.<br />

Sin embargo, a Arnoldo Salazar lo conocí<br />

en 1981 cuando fungía como gerente<br />

regional <strong>de</strong>l Banco Obrero, S.A., ubicado<br />

en la confluencia <strong>de</strong> las calles Luis Encinas<br />

y Guerrero. Hasta ahí, un buen día, creo<br />

que mi estimado colaborador Francisco<br />

Romo Munguía, me llevó a presentar a una<br />

persona que había conocido a mi hermano<br />

“Nacho”. Inmediatamente, nos movimos<br />

la cola, como se dice coloquialmente. Hablamos<br />

inclusive <strong>de</strong> cierto parentesco lejano<br />

vía su abuelo C. G. Salazar (Carlos<br />

Salazar Gastélum), radicado en 1907 en la<br />

Comisaría <strong>de</strong> <strong>El</strong> Tiro, Distrito <strong>de</strong> Altar, según<br />

el Álbum-Directorio <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Sonora,<br />

1905-1907, <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico García y Alva<br />

(Edición facsimilar centenaria, Gobierno<br />

<strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Sonora, Hermosillo, 2005).<br />

Esta rama Salazar una <strong>de</strong> las varias<br />

<strong>de</strong> ese apellido Hermosillo sin parentesco<br />

entre sí, eran <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>l antes<br />

mencionado Salazar Gastélum. Venía <strong>de</strong><br />

la Fábrica <strong>de</strong> los Ángeles (San Miguel <strong>de</strong><br />

Horcasitas), y el padre <strong>de</strong>l Güero: Arnoldo<br />

Salazar Robles era hermano <strong>de</strong> Arturo el<br />

mayor, (abuelo <strong>de</strong> Oscar Romo Salazar),<br />

Carlos, Carlota y Chonita <strong>de</strong> Romero.<br />

La personalidad <strong>de</strong> Arnoldo Salazar<br />

Woolfolk irradiaba seguridad en sí mismo.<br />

De más <strong>de</strong> 1.75 metros <strong>de</strong> altura, complexión<br />

robusta y fuerte; muy blanco, pelo<br />

rubio tirando a rojizo. Nacido alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> 1943. Creo que había vivido en Guadalajara<br />

en su niñez, pero tenía crianza<br />

pitiqueña pura. De personalidad más bien<br />

tirando a seria, pero curiosamente dado a<br />

la broma y al chascarrillo. Le costaba trabajo<br />

hablar bien <strong>de</strong> alguien. Era <strong>de</strong> una<br />

franqueza <strong>de</strong>scarnada. Duro en la crítica,<br />

pero justo.<br />

Empezamos a convivir. Llegaron comidas<br />

y por qué no <strong>de</strong>cirlo hasta algunas<br />

muy agradables veladas etílicas. Recuerdo<br />

varias en el restaurante italiano <strong>de</strong>l famoso<br />

Saro Restivo, en esos iniciales ochentas,<br />

muy buen anfitrión. Lástima que se haya<br />

ido a vivir a Bahía <strong>de</strong> Kino, perdimos un<br />

buen lugar <strong>de</strong> esparcimiento.<br />

En esas convivencias con el “Güero”<br />

dado su carácter especial hacíamos mucha<br />

esgrima verbal, evi<strong>de</strong>ntemente sin dañarnos,<br />

ya que su personalidad se prestaba a<br />

ello. De sobremesa en esas convivencias<br />

se hacían gran<strong>de</strong>s polémicas <strong>de</strong> temas sin<br />

fin. No se tenía que ir muy lejos, para encontrar<br />

su respuesta <strong>de</strong> fuego directo. Ya<br />

ven que a los Félix nos gusta hablar que es<br />

un contento, no hemos parado <strong>de</strong> hacerlo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> 1700, cuando llegamos a la<br />

región <strong>de</strong> Álamos, en el Valle <strong>de</strong>l <strong>Mayo</strong>.<br />

En aquellas épocas, hoy hace más <strong>de</strong><br />

25 años, Arnoldo tenía un negocio <strong>de</strong> plomería<br />

y muebles para baño, <strong>de</strong>nominado<br />

Azulejos y Sanitarios, S.A., ubicado en la<br />

calle Revolución, contra esquina <strong>de</strong> la casa<br />

<strong>de</strong> una bella dama.<br />

En esos giros comerciales se había iniciado<br />

en la década <strong>de</strong> los sesentas, bajo la<br />

capaz guía <strong>de</strong> don Armando Tapia, fundador<br />

<strong>de</strong> la ferretería Comercial <strong>de</strong> Hermosillo,<br />

S.A., que hizo época. Este prestigiado<br />

empresario, visionario estimado en la<br />

comunidad, formaría un grupo <strong>de</strong> jóvenes<br />

hermosillenses que con el tiempo se establecerían<br />

en diferentes giros: <strong>El</strong> Güero Salazar,<br />

Ramón Rodríguez, Roberto y Ramón<br />

Campillo, Marco Antonio Iribe, Armando<br />

Araujo, Noé Munguía y otros.<br />

Todavía queda en el imaginario colectivo<br />

capitalino recuerdos <strong>de</strong> la propaganda<br />

<strong>de</strong> Azulejos y Sanitarios, S.A., creada<br />

por el capaz e innovador publicista Gustavo<br />

Romero Carpena: “<strong>El</strong> Gato Blanco<br />

(<strong>El</strong> Güero) y el Gato Negro (Ramón Rodríguez)”.<br />

Mismos que hicieron muy buenos<br />

negocios en el proceso <strong>de</strong> que Hermosillo<br />

se convertía <strong>de</strong> una ciudad <strong>de</strong> tamaño mo<strong>de</strong>sto<br />

a la aprendiz <strong>de</strong> metrópoli que aún<br />

no alcanza a llegar al millón <strong>de</strong> habitantes<br />

al día <strong>de</strong> hoy.<br />

Los años se fueron <strong>de</strong>sprendiendo <strong>de</strong>l<br />

almanaque y con el tiempo <strong>de</strong>jaría ese negocio<br />

en el que había tenido un éxito importante.<br />

En nuestros andares citadinos nos<br />

veíamos <strong>de</strong> vez en cuando, siempre con<br />

el afecto mutuo a flor <strong>de</strong> piel. Tocábamos<br />

asuntos <strong>de</strong> gustos comunes, como el <strong>de</strong>tective<br />

inglés Sherlock Holmes, nuestro<br />

personaje literario favorito, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

otros temas, como la Guerra Civil Española<br />

(1936-1939). Tenía una cultura sólida.<br />

Me platicaba <strong>de</strong> su relación afectiva con el<br />

pintor sonorense Francisco Romero Meneses,<br />

al que había patrocinado generosamente,<br />

y tenía obra sobre temas étnicos<br />

que consi<strong>de</strong>raba <strong>de</strong> lo mejor <strong>de</strong>l artista.<br />

Nos volveríamos a tratar frecuentemente<br />

a partir <strong>de</strong>l año 2002, cuando tuve<br />

el gusto <strong>de</strong> conocer a su hijo Arnoldo Salazar<br />

Coker, quien a esas fechas era secretario<br />

particular <strong>de</strong>l doctor José Bernardo<br />

Cruz Ochoa, en la Secretaría <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong>l<br />

gobierno estatal, y quien me dispensó <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que lo conocí con un trato afectuoso y<br />

generoso que felizmente hemos consolidado<br />

con los años.<br />

Pero la faceta que haría más famoso<br />

al “Güero”, se estaba materializando apenas.<br />

Había emprendido la creación <strong>de</strong> un<br />

periódico gratuito, que él hacía <strong>de</strong> pe a pa:<br />

“<strong>El</strong> <strong>Pitic</strong>, el periódico que narra la historia<br />

<strong>de</strong> Hermosillo”. En este órgano se había<br />

echado a la tarea <strong>de</strong> revivir añosos libros<br />

que ya nadie podía comprar porque estaban<br />

agotados: “Cosas viejas <strong>de</strong> mi tierra.<br />

Narraciones Jocoserias <strong>de</strong> Sonora y Hermosillo<br />

<strong>de</strong> Antaño” (Hermosillo, c. 1965),<br />

<strong>de</strong> Enrique Contreras, simpatiquísima<br />

crónica hermosillense <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l siglo<br />

XX, con plena vigencia actual y que se<br />

puso a transcribirla. Desfilarían también<br />

las incomparables obras <strong>de</strong> don Fernando<br />

A. Galaz: “Des<strong>de</strong> el Cerro <strong>de</strong> la Campana”<br />

(Hermosillo, 1960) y “Dejaron Huella en<br />

el Hermosillo <strong>de</strong> ayer y hoy. Crónicas <strong>de</strong><br />

Hermosillo <strong>de</strong> 1700 a 1967”, (Hermosillo,<br />

1971). No se diga <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong> los padres<br />

Cruz G. Acuña, Jesús Fimbres y doña<br />

María Belén Navarrete <strong>de</strong> Martínez <strong>de</strong><br />

Castro sobre el obispo Juan Navarrete y<br />

Guerrero, uno <strong>de</strong> los sonorenses más queridos<br />

<strong>de</strong> todos los tiempos, con un li<strong>de</strong>razgo<br />

todavía vivo entre todos nosotros.<br />

Gilberto Escobosa Gámez y Juan Antonio<br />

Ruibal Corella, éste último su concuño,<br />

también colaboraba con él, entre otros.<br />

Poco a poco la publicación, a la que<br />

patrocinan, espero que jugosamente, ya<br />

ven que todo cuesta: Agrícola y Automotriz<br />

S.A., Copicentro Xerox, Hotel Kino,<br />

Núñez Carnes, Librería Milenio 2000, La<br />

Botana, Farmacia Cruz Rosa y otros. Se<br />

imprimía en los talleres <strong>de</strong> Editorial <strong>El</strong><br />

Auténtico, S.A. <strong>de</strong> C.V.”, <strong>de</strong> Francisco Javier<br />

Ruiz Quirrín.<br />

Como su circulación siempre ha sido<br />

gratuita el “Güero” escribía a su propio<br />

arbitrio lo que él quería y a<strong>de</strong>más él hacía<br />

el periódico; no <strong>de</strong>seaba ni tenía compromisos<br />

con nadie. Era el editor, dueño<br />

y todo lo <strong>de</strong>más. <strong>El</strong> periódico era un símil<br />

<strong>de</strong> lo que había sido su carácter toda su<br />

vida. Genio y figura hasta la sepultura: Yo<br />

pongo mis propias reglas y las sigo. Con<br />

puntualidad inglesa le ayudaban Alberto<br />

Murray Tapia, Fernando Murray Cázares<br />

y Armando Gastélum Alcaraz, como eficaces<br />

colaboradores en circulación.<br />

En la redacción ha colaborado con él,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace años, nuestro buen amigo Fernando<br />

Andra<strong>de</strong> Domínguez, periodista,<br />

<strong>de</strong>portista y pitiqueño <strong>de</strong> pura cepa, <strong>de</strong><br />

nuestro personal afecto, mi mejor <strong>de</strong>seo<br />

es que siga ahí. Cuenta con un sitio <strong>de</strong> Internet:<br />

www.elpitic.com, para difundir “lo<br />

hermosillense”, así como tiene digitalizados<br />

la mayoría <strong>de</strong> los periódicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

número 5 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2001. Un artículo<br />

<strong>de</strong> don Gilberto Escobosa Gámez sobre<br />

La Capilla <strong>de</strong>l Carmen, ocupa la primera<br />

página. Magnífica herramienta sin duda<br />

para todo el interesado en nuestra capital.<br />

Del directorio <strong>de</strong> <strong>El</strong> <strong>Pitic</strong> recojo la siguiente<br />

frase: “<strong>El</strong> hombre joven no tiene<br />

memoria. Más tar<strong>de</strong>, goza al recordar vivencias<br />

pasadas. Y mucho más tar<strong>de</strong>, vive<br />

<strong>de</strong> ellas.” Esta es la filosofía que “<strong>El</strong> Güero”,<br />

le había dado a su periódico.<br />

Poco a poco, sumando un esfuerzo<br />

tras otro, se fue asentando como algo indispensable,<br />

cada mes sentías la necesidad<br />

<strong>de</strong> que estuviera al alcance <strong>de</strong> tu mano,<br />

para llevarlo a tu hogar y atesorarlo. En<br />

la Sociedad Sonorense <strong>de</strong> Historia, A.C.,<br />

me surto ampliamente. Aunque ya lo tuvieras,<br />

si veías otro también te lo llevabas.<br />

Se ha llegado a convertir como las Sabritas:<br />

“A que no te pue<strong>de</strong>s comer sólo una”.<br />

Vino a llenar un hueco <strong>de</strong> muchos años,<br />

ayuno <strong>de</strong> información confiable y con el<br />

VISITE NUESTRA PAGINA WEB: Fotos y artículos varios www.periodicoelpitic.com<br />

15<br />

amor en cada palabra impresa al terruño<br />

naranjero.<br />

Editaba varios miles mensualmente,<br />

con seguridad seguido <strong>de</strong>bió haber puesto<br />

<strong>de</strong> sus propios recursos para terminar la<br />

edición. Fue cumpliendo su <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<br />

un legado para la cultura <strong>de</strong> su ciudad, y<br />

lo hizo con creces y dando siempre, como<br />

fue su norma.<br />

Consi<strong>de</strong>ro que no existen muchos esfuerzos<br />

similares en todo el país, por ello<br />

la <strong>de</strong>l Güero ha quedado para la historia<br />

<strong>de</strong> nuestra ciudad capital. Hizo con esfuerzos<br />

sumados día con día por espacio<br />

<strong>de</strong> nueve años: Un verda<strong>de</strong>ro clásico <strong>de</strong> la<br />

histografía sonorense. Y, único en su clase<br />

en esta capital.<br />

Nos vimos por última vez en el mes<br />

<strong>de</strong> abril, a inicios <strong>de</strong> la Semana Santa, comimos<br />

su hijo Arnoldo, Ramón Gastélum<br />

Franco mi casi pariente caborquense y “<strong>El</strong><br />

Güero” en el Miyako.<br />

En mayo tuvo un infarto cerebral que<br />

lo postró en terapia intensiva <strong>de</strong>l Hospital<br />

Cima. Acudí varias veces, no mejoraba,<br />

hasta que un jueves estuve <strong>de</strong> nuevo, eran<br />

ya más <strong>de</strong> 15 días; había optimismo entre<br />

su madre, mi amigo Arnoldo y sus hermanas.<br />

Con ese buen ánimo salí esa noche<br />

<strong>de</strong>l sanatorio. Sin embargo, el domingo<br />

siguiente Juan Antonio Ruibal Corella me<br />

daría la fatal noticia. Acudí puntualmente<br />

a la Funeraria San Martín esa tar<strong>de</strong>. Un cúmulo<br />

<strong>de</strong> amigos nos solidarizamos ahí. Al<br />

siguiente día, en la tar<strong>de</strong>, previa misa en<br />

la Catedral <strong>de</strong> La Asunción, sus cenizas se<br />

<strong>de</strong>positaron ahí.<br />

Sus amigos entrañables: Héctor Rubén<br />

Mazón, Arturo Ortega, Jorge Enrique Iñigo<br />

Corral y muchos otros, lo extrañarán en<br />

las comidas semanales.<br />

Me quedo con las palabras <strong>de</strong> su hija<br />

Verónica, quien nos <strong>de</strong>veló a los muchos<br />

congregados ahí que en una ocasión le había<br />

preguntado: “Papá, porqué tienes mal<br />

carácter. No mi hijita, no tengo mal carácter,<br />

lo que tengo es carácter”.<br />

Sólo una reflexión final. Toda mi vida<br />

he sido entrañable amigo <strong>de</strong> gente <strong>de</strong> carácter<br />

fuerte. “Gente saca la pistola”, sin<br />

duda como popularmente se dice. Honrosamente<br />

puedo mencionar a los que se<br />

nos a<strong>de</strong>lantaron en el <strong>de</strong>stino final: don<br />

Armando Hopkins Durazo, Heriberto Aja<br />

Carranza, Marco Antonio Félix Bernal,<br />

Manuel Robles Ortiz y, ahora Arnoldo<br />

Salazar Woolfolk. De todos y cada uno <strong>de</strong><br />

ellos, siempre recibí conocimiento y afecto<br />

a manos llenas. Esta quintilla <strong>de</strong> ases no la<br />

<strong>de</strong>rrota nadie en el juego <strong>de</strong> la vida. Pero<br />

no sé. Dios me dio la paciencia a pesar <strong>de</strong><br />

que no es mi fuerte, <strong>de</strong> llegar a conocerlos<br />

a fondo. Y, po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cirles: “Gracias<br />

por su amistad, nos encontraremos en la<br />

otra vida, con una palmada <strong>de</strong> afecto en<br />

la espalda y una sonrisa franca en los<br />

labios”.<br />

Vaya todo mi cariño para su esposa<br />

Margarita Coker Carranza, Arnoldo y su<br />

esposa Daniela Esquer, a sus hijas Verónica<br />

y su esposo José Luis Symonds Espinoza,<br />

Claudia y su esposo José María Rosas<br />

Reyna, y Alejandra y Rubén Munguía<br />

Papachoris, así como a la <strong>de</strong>más<br />

familia.<br />

Fraternalmente<br />

Historiador José Rómulo Félix<br />

Hermosillo, Sonora,<br />

3 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> <strong>2009</strong>.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!