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Mayo de 2009 - El Pitic

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Hermosillo, Son., <strong>Mayo</strong> <strong>de</strong>l <strong>2009</strong><br />

Recordando al Güero<br />

(Acróstico<br />

“in memoriam”)<br />

Por el Lic. Armando Gastélum Alcaraz<br />

A rnoldo ¡amigo!… <strong>de</strong> siempre yo te digo<br />

R ecuerdos mil nos <strong>de</strong>ja tu partida<br />

N unca por nunca… jamás podremos olvidarte<br />

O freciste a todos tu bonhomía constante<br />

L o mismo en tu familia, que en tu oficio<br />

D ominaste <strong>de</strong> la historia el periodismo<br />

O freciendo a gratuidad tu esfuerzo por el mismo.<br />

S aldo favorable nos <strong>de</strong>jas <strong>de</strong> tu vida<br />

¡A b aeterno! Des<strong>de</strong> la eternidad silente<br />

L igaremos para siempre tu recuerdo<br />

A l hombre <strong>de</strong> carácter fuerte, pero tierno<br />

Z afiro <strong>de</strong> amistad sin par… ¡perseverante!<br />

“A b imo pectore” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fondo <strong>de</strong>l corazón<br />

R ecordaremos tu personalidad “multo” inquietante.<br />

“W apití” siervo <strong>de</strong> Dios en todos sus altares<br />

O frendaste tu fe al creador sin cortapisas.<br />

O olvidándote <strong>de</strong>l carácter fuerte que mostrabas<br />

L o mismo en las fiestas <strong>de</strong> guardar, como en las misas…<br />

F undador director <strong>de</strong>l periódico histórico “EL PITIC”<br />

O rganizador y difusor <strong>de</strong> Hermosillo y <strong>de</strong> su historia<br />

L ogrando conjuntar y escribir la vida <strong>de</strong> sus héroes<br />

K ilómetros <strong>de</strong> letras, <strong>de</strong> tinta y <strong>de</strong> papel…<br />

Nos <strong>de</strong>jas como testamento fiel…<br />

¡De tu vida… <strong>de</strong> tu obra… y tu memoria!<br />

Hermosillo, Sonora 09 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> <strong>2009</strong>.<br />

Tata:<br />

Quiero <strong>de</strong>cirte que ya sé que como estás en el cielo pue<strong>de</strong>s escuchar,<br />

ver y saber todo lo que hago; yo sé que nos estás esperando allá arriba<br />

y que hasta nos pue<strong>de</strong>s cuidar <strong>de</strong> lejos.<br />

Mi mamá me contó que todos los miércoles ibas a comer con tus amigos<br />

y que cuando estaban muy serios <strong>de</strong>cías: “Qué los regañó la Leona”<br />

( ja). Yo recuerdo que tú tenías una personalidad tan “propia” ¡pero tan<br />

propia! Yo sé que tenías tu carácter fuerte, pero me atrevo a <strong>de</strong>cir que<br />

¡¡NADA reemplazará tu amor y cariño en nuestros corazones!!.<br />

Te queremos mucho Tu nieto Jos’e Carlos<br />

Rosas Salazar<br />

EL HOMBRE DORADO<br />

C onocí<br />

y traté a Arnoldo Salazar Woolfolk en sus tres diferentes dimensiones:<br />

como empresario, como amigo y como benefactor. En las tres facetas<br />

aprendí a admirarlo porque en cada una <strong>de</strong> ellas fue un profesional.<br />

Rememoro la primera vez que tuve la oportunidad <strong>de</strong> oír su grave voz. Me<br />

llamaba telefónicamente para conocerme y pedirme nos entrevistáramos en su<br />

oficina <strong>de</strong> Azulejos y Sanitarios. La inquietud que lo movía, me dijo, era saber si yo<br />

–otro Woolfolk- había sido capaz <strong>de</strong> escribir toda esa sarta <strong>de</strong> babosadas que lo<br />

habían enganchado al comprar mi revista “José Luis”. Era 1973. Según supe luego,<br />

ASW, concurría asiduamente a Librolandia para abastecerse <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> libros,<br />

obras <strong>de</strong> diversos enfoques sin omitir levantar <strong>de</strong> la mesa revistas y publicaciones<br />

elaboradas en la localidad. En aquella llamada me hizo ver que tenía en mente cubrir<br />

la totalidad <strong>de</strong>l costo <strong>de</strong> mi publicación bajo el compromiso <strong>de</strong> que solo apareciera<br />

en sus páginas la publicidad <strong>de</strong> sus negocios. Yo la comercializaría y el dinero <strong>de</strong> la<br />

venta al suelto sería sólo para mí. Que la diseñarían sus publicistas Gustavo Romero<br />

Carpena y Enrique Yescas, artistas que gozaban en el medio <strong>de</strong> una muy justificada<br />

consagración.<br />

En aquel momento ambos teníamos la misma edad y a mis años, jamás había<br />

oído una superclase <strong>de</strong> oportunidad como aquella que Arnoldo me ofrecía. Pero él<br />

no me conocía y no sabía siquiera si yo era merecedor <strong>de</strong> aquella. Por ello cuidé mucho<br />

no contrariarlo, no <strong>de</strong>cepcionarlo a través <strong>de</strong> la vía telefónica. Incluso llegué a<br />

impostar la voz, para darme importancia. ¿Sabrá que me emborracho <strong>de</strong> seguido?<br />

¿qué no hago otra cosa más que escribir vagancias? ¿relacionaría el epígrafe <strong>de</strong> mi<br />

revista, esto es, Organi di volto vacile e irrigatione ilaborato a due mani in stato<br />

turulato, con mi vida <strong>de</strong> disipación y <strong>de</strong>senfreno? ¿tendría conocimiento <strong>de</strong> que a<br />

esa edad no había tenido un trabajo que pudiera llamarse como tal? ¿me consi<strong>de</strong>rará<br />

un simple turulato?. Un gorrión <strong>de</strong> cantinas, brinca tapias, roba huevos?. <strong>El</strong> cúmulo<br />

<strong>de</strong> cuestiones autoplanteadas directamente a mi conciencia me hicieron <strong>de</strong>morar el<br />

A mi abuelo…<br />

“Soy el abuelo regañón, pero regalón”, así se <strong>de</strong>cía mi abuelo, mi “Papá<br />

Güero”. De magnífica gran<strong>de</strong>za; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> pequeña me atrajo su aura <strong>de</strong> conocimiento,<br />

cautivamente guardado en su <strong>de</strong>spacho, en la entrada <strong>de</strong><br />

“La Berlín diecisiete”.<br />

Horas llegué a pasar sentada al lado <strong>de</strong> su gran silla, en un pequeño<br />

banquito, escuchando sus anécdotas, sus relatos <strong>de</strong> letras nuevas para mí.<br />

Las abundantes discusiones acerca <strong>de</strong> tortugas, fantasmas, magia, sueños:<br />

vida.<br />

Allí aprendí a leer el reloj (que me regaló al entrar al primero <strong>de</strong><br />

primaria, cosa que me aterraba con tan sólo pensar que <strong>de</strong>jaría el kín<strong>de</strong>r).<br />

Aprendí a querer los libros, a bolear zapatos, a dibujar; aprendí a imaginar,<br />

a crear y construir sueños.<br />

Tras la gran nube <strong>de</strong> “puro” que siempre lo ro<strong>de</strong>aba, llena <strong>de</strong> flotantes<br />

i<strong>de</strong>as incomprensibles e intangibles para muchos, que hasta ahora las<br />

comprendo.<br />

Navida<strong>de</strong>s y veranos se pasaron como estrellas fugaces, siempre a su<br />

lado. En navidad llegaban sus “nietas <strong>de</strong> Guadalajara” y poníamos en revolución<br />

la casa, hasta colmar su paciencia y regañarnos por abrir los regalos<br />

antes <strong>de</strong> tiempo, y si teníamos suerte hasta un bastonazo nos daba (el cual<br />

siempre olvidaba en el comedor).<br />

Pero claro siempre estaba la visita obligada a “Ley” en la que su cartera<br />

se mostraba extremadamente “regalona” y retacábamos el carrito <strong>de</strong><br />

puras interesantes y curiosas “chácharas” que hasta la fecha rondan por la<br />

casa.<br />

Puedo presumir <strong>de</strong> la relación tan especial que hubo entre mi abuelo<br />

y yo. Y me siento agra<strong>de</strong>cida con Él, por haberme permitido absorber muchas<br />

<strong>de</strong> sus enseñanzas, <strong>de</strong> su personalidad y gustos tan selectos y especiales.<br />

VISITE NUESTRA PAGINA WEB: Fotos y artículos varios www.periodicoelpitic.com<br />

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encuentro que ya habíamos pactado para un lunes. Me <strong>de</strong>cía entonces: si me conoce<br />

personalmente, si me ve con ésta ropa que no es <strong>de</strong> mi talla, que otros la estrenaron,<br />

me sacará volando por la ventana. Me tratará como a un impostor. Como un tipo que<br />

todo lo copia a los mejores humoristas que por supuesto no han leído en Hermosillo.<br />

Averiguará que no me llamo José Luis y que el apellido Woolfolk en nada nos une.<br />

Bocabajeado por mi falta <strong>de</strong> autoestima y pensando a<strong>de</strong>más que no creería que un<br />

millar <strong>de</strong> Organis di Molto, costaban tres mil pesos y esto sin recurrir al auxilio <strong>de</strong><br />

brillantes diseñadores, <strong>de</strong>cidí no acudir. Dejar pasar el envite y consi<strong>de</strong>rarlo nada<br />

más como una cortesía que ha tenido para con un coetáneo. Una coba para un chaval<br />

<strong>de</strong> barrio. Un metrote cúbico <strong>de</strong> aire y nada más.<br />

Pero el lunes que no me presenté en Revolución y Coahuila, La casa <strong>de</strong> los gatos,<br />

ya estaba hablándome <strong>de</strong> nuevo. Qué pasa contigo, me arguyó imperactivamente,<br />

no me digas que tú también eres un animal como muchos que conozco. Vienes y<br />

aceptas, no te hagas el interesante, tú vas a hacer el cochinero <strong>de</strong> revista que tienes y<br />

a poner sólo mis anuncios en ella y san camaleón.<br />

Firmó con una Shaeaffer dorada, <strong>de</strong>l color <strong>de</strong> su pelo. Romero y Yescas vistieron<br />

mi publicación como si se tratara <strong>de</strong>l MAD en español y en las páginas <strong>de</strong> José<br />

Luis sólo se vieron durante mucho tiempo los anuncios <strong>de</strong> Azulejos y Sanitarios y<br />

Plomería SA.<br />

Gracias al aprecio <strong>de</strong> ASW y a su ética altruista pudo exten<strong>de</strong>rse el territorio<br />

turulato <strong>de</strong> José Luis y luego <strong>de</strong> La Gotita. Después llegarían otros anuncios a reforzar<br />

la i<strong>de</strong>a original <strong>de</strong>l Gato Dorado.<br />

Mi familia, mis hijos, le estamos permanentemente agra<strong>de</strong>cidos. Cuando levantábamos<br />

la casa en Sambenito nos regaló los baños y los materiales <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s y<br />

pisos. Yo ya estaba en edad <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r pero el se negó a aceptarme un cinco.<br />

Lo que he dicho al principio: a este humano excepcional lo admiré en tres dimensiones,<br />

como empresario, como benefactor y amigo. Es por ello que jamás podré<br />

olvidar su ejemplo generoso.<br />

“Cacho”<br />

Jesús Bojórquez Woolfolk.<br />

Recuerdo el sonido <strong>de</strong> su caminar <strong>de</strong>ambulando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las cinco <strong>de</strong><br />

la mañana y cómo olvidar los paseos en su “charangón” (como él lo llamaba),<br />

en los que sacaba la cabeza por la ventana y gritaba a la gente que se<br />

encontraba en la calle, la finalidad <strong>de</strong> esto hacernos reír a mis hermanas y<br />

a mí, y si esto no funcionaba también estaba “el músculo <strong>de</strong> la risa” el cual<br />

nunca fallaba.<br />

Extrañaré sus anécdotas sobre la tortuga hoja ver<strong>de</strong> y <strong>de</strong> los diferentes<br />

lugares en los que vivió. Harán falta sus gritos <strong>de</strong> ¡Alec! ¡José Carlos!,<br />

llamándonos para que fuéramos a su encuentro en su <strong>de</strong>spacho.<br />

Siempre trató <strong>de</strong> hacerme enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> algún modo u otro que algún<br />

día ya no estaría con nosotros; jamás le creí, pensaba que mi Papá Güero”<br />

sería eterno. Ahora sé que sí lo es, como leí casualmente en uno <strong>de</strong> sus muchos<br />

libros <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spacho: “Estar muerto es la única superioridad sobre los<br />

vivos”. Y lloro <strong>de</strong> pensar que Él ya no está aquí, pero mis lágrimas son secadas<br />

por su típico pañuelo rojo, y mi gran consuelo es que ahora que Él se<br />

encuentra en la gracia <strong>de</strong> Dios, es más especial que nunca y siempre estará<br />

entre nosotros, los que lo queremos. Sólo basta dar la vuelta y ver todo el<br />

legado que nos <strong>de</strong>jó: Una gran familia llena <strong>de</strong> amor, sabiduría, su periódico<br />

y una doctrina <strong>de</strong> vida.<br />

Cada momento con mi Papá Güero fue especial... Ahora que volvamos<br />

a Hermosillo me doy cuenta que nadie podrá reemplazarlo y me pregunto<br />

¿Quién irá al aeropuerto a recogernos y tomarnos la típica foto, y pelearse<br />

hasta con los <strong>de</strong>l estacionamiento?<br />

“Su fuerza por vivir era infinita, pero la necesidad <strong>de</strong> ser superior era<br />

mayor”.<br />

Y como me dijo el José Luisito (<strong>de</strong> los nietos más pequeños) en la primera<br />

misa. Y esto lo dijo afligido pero con tal sentimiento <strong>de</strong> afecto: “¡¡¡De<br />

verdad voy a extrañar al viejo”!!!... Todos lo haremos…<br />

Tu nieta Alejandra Munguía Salazar.

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