Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

MIURA - 2002
RUIZ Miguel (Francisco). Matador de
toros español que tiene en su haber el ser el
último del milenio II que cortó un rabo a uno
de Miura, llamado Gallero, en la Real
Maestranza de Sevilla, en su tradicional Feria
de Abril de 1971. Se puede, pues, considerar
que Francisco Ruiz es otro «especialista de
Miuras», ya que llegó a conocer muy bien a
tan singulares astados. Para él, «con otro tipo
de toros te puedes olvidar del enemigo. Con
uno de Miura nunca, porque si te equivocas,
a la mínima oportunidad te echa mano y te
mete en la cama. Son animales muy inteligentes,
son increíbles.»
En realidad, no se le debe volver la espalda
a ningún toro, como aseguraba
Domingo Ortega después de la cornada que
recibió en Barcelona por haber cometido ese
error, que también cometió Luis Mazzantini.
Según Ruiz Miguel, «para torear un
miura, lo más importante es la predisposición,
y sobre todo, nunca darse por vencido.
También cuenta, en la medida de lo posible,
evadirse de la psicosis que produce su hierro,
porque en estos toros los defectos se
multiplican y sus virtudes no se valoran en
su justa medida. Cuesta mucho trabajo
ponerse delante. Es fundamental analizar lo
bueno y lo malo que tengan en escasos
segundos. Y aun así también te equivocas.
Un día en Córdoba cuajé un miureño
con el capote, seguramente el mejor de toda
mi vida. Me atreví a brindarlo a un amigo asegurándole
que le iba a cortar el rabo. El toro
cambió y al tercer muletazo no había quien
se pusiera delante. En cambio al que sale
bueno de Miura se le puede torear igual que a
cualquiera, olvidándote del cuerpo y sintiendo
el toreo. El malo muchas veces es imposible
y cuando se presenta, ¡sálvese quien pueda!
Al ganadero, don Eduardo II Miura Fernández,
en un brindis en el coso galo de Dax le dije:
Don Eduardo, le doy las gracias porque con
el miedo que he pasado con sus toros he podido
comprarme un cortijo y ser figura del
toreo.»
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El diestroFFrancisco Ruiz Miguel.
Y por último, en cuanto al tema de las
reacciones extrañas de los miureños, Ruiz
Miguel le comentó a la periodista y hábil
reportera Ana Fernández Graciani: «Una tarde
en Pamplona, a un toro le dio por seguir a
Juanito Sánchez, uno de mis banderilleros.
Cuando se desplazaba por dentro del callejón
para cambiar de sitio, lo perseguía hasta
la otra boca del burladero. Pasaba delante
Juan de los Ríos y ni lo miraba, iba sólo a por
Juanito. Otro día, en Gijón, estaba perfilándome
para matar al toro y mi mozo de espada dijo:
¡Mátalo!, Paco. El toro se dio la vuelta,
lo miró y fue en busca suya. El hombre se
agachó, el toro se asomó por encima de las
tablas y le echó toda la baba encima»...
Y el doctor don Gregorio Marañón que
decía que los toros eran... «siempre físicamente
hermosos, pero cerebralmente
estúpidos...»
En México, el (21-01-1973), Francisco
Ruiz Miguel fue testigo en la confirmación
de la alternativa del diestro José Antonio
Gaona, en la plaza México, con el toro de nombre
Cazador, de la ganadería mexicana de
Tequisquiapan, siendo padrino Jesús
Solórzano Pesado, ante la presencia Jaime
González (El Puno).