Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

MIURA - 2002
mayor revelación de 1999, hasta que fue
cogido en Pamplona, lo que le apartó de los
ruedos el resto de la temporada. En la siguiente,
ya con un nuevo apoderado, volvió tal y
como se fue, triunfando fuertemente en plazas
como Castellón de la Plana y Arlés (Francia).
En el serial de la Feria de Abril de
Sevilla, actuó el domingo (07-05-2000), con
toros de los hermanos don Eduardo III y don
Antonio Miura III Martínez, alternando con José
Antonio Campuzano y Raúl Gracia (El Tato),
obteniendo un señalado éxito al cortar una
oreja, tras una faena que inició recibiendo al
miureño a portagayola y demostrando una
extraordinaria valentía.
La corrida pudo resultar trágica para
Juan José, que hizo que a todos se nos
encogiese el corazón cuando recibió a
portagayola al tercero y salió enganchado y
volteado peligrosamente. Pero a pesar de todo
siguió toreando bravamente, con una cornada
envainada de 15 centímetros, y, posteriormente,
al entrar a matar, se fracturó en el encuentro
tres costillas.
Le incluyo con todos los honores en
esta relación porque Juan José Padilla, «a
sangre y fuego, quería triunfar a toda costa. Y
por eso, a pesar de la terrible paliza que le
propinó el astado de Miura de su lote, salió de
la enfermería, puso banderillas, se fajó con el
peligroso y agresivo toro y se tiró a matar,
volviendo a ser cogido. Pero aguantó en el
ruedo hasta obtener la oreja y pasearla.»
Cuando uno tiene la inmensa fortuna
de ver jóvenes diestros como Juan José
Padilla, puesto ahí a la salida de chiqueros,
ahogando mareas de miedo, perdiendo en el
abismo el color de la piel, esperando a uno de
Miura, no hay más remedio que cargarse de
esperanza de que la Fiesta de los Toros,
nacida del valor de los hombres, de los más
humildes oficios, jamás se extinguirá, porque
los pueblos hispanos estarán gestando hasta
la eternidad hombres valientes y dispuestos
a escalar fama, gloria y dinero, aunque sea
contribuyendo con su sangre e incluso con
su vida.
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Hay que estar de acuerdo con su apoderado,
don José Luis Segura, al decir al
reportero del diario «ABC»: «Ha sido increíble
lo que ha hecho este hombre...Lo de Padilla
es de perro de presa, de aunténtico caballo
ganador. Tenía unas ganas tremendas de
toparme con un torero así, porque hace falta
para la Fiesta.» Con toreros como Padilla y
toros de Miura, el rescate de la emoción del
toro y la valentía de las faenas están
garantizados.» Don José Luis: tienes toda la
razón.
PALOMO Linares (Sebastián).
Matador de toros español que comentando
su experiencia con los de Miura nos dice: «Se
trata de un toro más flexible, tiene mucha flexibilidad
sobre todo en el cuello. Y una mirada
más agresiva, como si los ojos fueran realmente
inteligentes.» Es la capacidad de desarrollar
sentido la que se sale a raudales por
la penetrante mirada. «Por dentro de esa
personalidad -dice Palomo-, yo he visto toros
sensacionales. Es bonito porque después de
quince o veinte minutos, ya no tiene ni uno
más, y así has tenido que haberlo hecho
todo.»
Para él, «la ganadería de Miura, en general,
que se lidiaba en la década de 1970
para acá, sí ha embestido. Pero Miura no ha
tenido que levantar el toro porque siempre ha
sido un toro grande. Un miura se pone con
seiscientos y pico de kilos y no los aparenta,
su propio esqueleto -su largura típica- pesa
mucho.» Y en otro aspecto, en el de la técnica
que hay que emplear para lidiarlos con éxito,
Linares asegura que «los dos extremos se
ven claro. Es con el toro medio -el mesoformo,
de pelo cárdeno y menos largo-, con el que
tiene posibilidades, pero no está definido, ante
el que el torero, frecuentemente, da la talla.»
En cuanto a las grandes faenas realizadas
con miureños Palomo Linares recuerda
como la más importante de su carrera la que
hizo en Valencia a un toro colorado de Miura,
que fue muy vibrante. El toro, que fue bueno,
embistió muy bien por el lado izquierdo. Y