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Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

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como el primero, y Frascuelo dijo <strong>que</strong> con su<br />

labor le había hecho apretar. Con el capote<br />

no pasó de regular nunca, y lo mismo le<br />

ocurrió con las banderillas y muleta. Pero su<br />

corpulencia, estatura y decisión le proporcionaron<br />

ventajas indiscutibles para matar,<br />

cumpliendo esta suerte tan bien como<br />

Salvador Sánchez (Frascuelo). Sus volapié<br />

tremendos hacían rodar a los astados<br />

contundentemente, y en esta su excepcional<br />

facultad residía muchas veces el buen éxito<br />

de sus tardes. A semejanza de el Tato,<br />

Mazzantini echaba atrás su pierna derecha,<br />

aun<strong>que</strong> sin encorvarla, de modo <strong>que</strong> no perdía<br />

terreno, puesto <strong>que</strong> no movía el pie izquierdo,<br />

y en esta postura favorable conseguía las<br />

mejores y más fulminantes estocadas.<br />

Más tarde empezó a distanciarse de<br />

los toros, y como carecía de recursos<br />

artísticos, sólo cuando la ocasión era favorable<br />

al estoconazo espectacular escuchaba<br />

aplausos. Cuando Guerrita empezó a llevarse<br />

el público, Luis Mazzantini intentó sostener<br />

una competencia a todas luces desmedida,<br />

siendo ambos el cartel preferido algunos<br />

años. El cordobés acabó por imponerse definitivamente,<br />

oscureciéndose con ello más rápidamente<br />

la aureola de Mazzantini. Por otra<br />

parte, su porte europeo y su marchoseria fuera<br />

de la plaza, <strong>que</strong> aun entusiasmaba a algunos<br />

castizos, le ocasionaron grade simpatías.<br />

Si Mazzantini se hubiera retirado de<br />

los toros cuando lo hizo Guerrita, aun<strong>que</strong> ya<br />

por entonces su nombre no llenaba las<br />

grandes plazas españolas, hubiera evitado la<br />

amargura de las tardes grises <strong>que</strong> tuvo<br />

después, y la consciencia plena de su<br />

impotencia para dominar a los toros difíciles.<br />

Como director de lidia, Mazzantini fue inimitable,<br />

dando órdenes y acudiendo a los quites<br />

con gran precisión y acierto. Distribuía la<br />

cuadrilla conve-nientemente y ella le obedecía<br />

cualquiera indicación, acudiendo de manera<br />

mecánica a cuantos lugares era necesario.<br />

Acrecentó con ello la disciplina <strong>que</strong> bastantes<br />

años atrás había iniciado Paqui-ro en las<br />

anárquicas cuadrillas de su tiempo.<br />

MIURA - 2002<br />

Tuvo fama de desprendido con los<br />

amigos y torerillos <strong>que</strong> empezaban, a los <strong>que</strong><br />

alentaba y protegía económicamente. El<br />

bachiller González de Ribera narra esta<br />

anécdota simpática <strong>que</strong> define a don Luis y a<br />

las formas sociales <strong>que</strong> tanto le gustaban y<br />

<strong>que</strong> en parte impuso entre los lidiadores <strong>que</strong><br />

le siguieron: «Cuando los soldados volvían<br />

de Cuba enfermos, extenuados, Mazzantini,<br />

<strong>que</strong> viajaba por una linea férrea de España,<br />

se encontró un tren de repatriados. Era una<br />

estación donde había fonda. El espada llegó<br />

al comptoir, pidió cuanta plata suel-ta hubiese<br />

(<strong>que</strong> fueron doscientas y pico de pesetas),<br />

pagó un caldo y una copa de Jerez a cuantos<br />

soldados los tomasen y repartió entre ellos<br />

las monedas. Gritó uno de ellos ¡Viva<br />

Mazzatini, y el matador replicó vivamente:<br />

Tengo un parecido con él. Os habéis<br />

equivocado.»<br />

<strong>Algunos</strong> toros <strong>que</strong> lidió Mazzantini:<br />

*Costurero: El (13-04-1884), recibió<br />

su alternativa en la plaza de la Real<br />

Maestranza de Sevilla el diestro Luis<br />

Mazzantini, con el toro de nombre Costurero,<br />

cedido por Frascuelo, y el segundo de su<br />

lote se llamó Zapatero. Ambos astados<br />

fueron de la ganadería de don José Antonio<br />

Adalid. Mazzantini volvió días antes de lograr<br />

grandes triunfos en Montevideo y, al regresar<br />

a España tomó la alternativa en Sevilla,<br />

lidiándose los toros en medio de constante<br />

lluvia. Al de la alternativa, Costurero,<br />

entrepelado en cárdeno, lo mató de un volapié<br />

hasta la mano <strong>que</strong> le valió una gran ovación;<br />

al segundo, Zapatero, negro zaino, le<br />

despachó de un metisaca por lo alto, y al tercero,<br />

Azuceno, cárdeno salpicado, tras de<br />

haberlo banderilleado en unión de Frascuelo,<br />

lo hizo acostarse de un gran volapié.<br />

*Zapatero: El (13-04-1884), recibió su<br />

alternativa en la plaza de la Real Maestranza<br />

de Sevilla el diestro Luis Mazzantini, con el<br />

toro de nombre Zapatero, cedido por<br />

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