Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

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MIURA - 2002 200 Al igual que citamos a Lagartijo, como aparentemente el más olvidado en esta publicación, citamos a Frascuelo, al que como el primero, dedicarmos un trabajo espacial, con refrencia a su labor con los miuras.

días antes (5 de julio) la nueva empresa de dicha plaza, que acababa de obtener su arrendamiento, anunció dicha corrida, dando en los carteles lugar preferente a Luis Mazzantini y, como siempre que se daban festejos en el área de los Puertos, se le avisaba a la afición de que habría trenes extraordinarios de ida y vuelta a El Puerto para facilitar la asistencia a los espectáculos. El (19-08-1883) alternó en Toledo con el Gordito. En El Puerto de Santa María y Cádiz adquirió una popularidad asombrosa en torero que no había tomado la alternativa, y a pesar de ello actuó con Bocanegra, Hermosilla y otros lidiadores doctorados. Al terminar la temporada, que a decir verdad no había tenido nada que envidiar a la de los propios Lagartijo y Frascuelo, se embarcó para Montevideo en unión de Cuatro-dedos y Pulguita; los picadores Agujeta, Badila, Zafra y Ortega, y los banderilleros Primito, el Panadero, Felipe Aragó, el Califa y su hermano Tomás. Fue este viaje triunfal, como el primero, y además tuvo otra circunstancia probatoria de la inteligencia y buena dirección del diestro de Elgóibar. Aprendió allí, donde los públicos se entusiasmaban con sólo ver rodar a los astados, la manera más vistosa y contundente de verificar el volapié, de forma que ni el propio Frascuelo realizaba. Asimismo procuró corregir su deficiente toreo de capa y muleta -como años después logró Joselito-, aunque en esto no le fueran los resultados tan satisfactorios. La propaganda y la forma como hablaron de su labor y persona los periódicos ultramarinos confirmó la nombradía de Luis Mazzantini. Al regresar a España desde Montevideo, tras haber logrado grandes triunfos, Luis Mazzantini tomó la alternativa en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, de manos de Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), el (13-04-1884), lidiándose ganado de don José Adalid en medio de una constante lluvia. El toro de la alternativa se llamó Costurero, entrepelado en cárdeno, cedido por Frascuelo, al que mató de un MIURA - 2002 volapié hasta los rubios que le valió una gran ovación, y el segundo de su lote se llamó Zapatero, negro zaino, le despachó de un metisaca por lo alto, y al tercero, Azuceno, cárdeno salpicado, tras de haberlo banderilleado en unión de Frascuelo, lo hizo acostarse de un gran volapié. La confirmación en Madrid tuvo lugar el (29-05-1884), actuando de padrino Rafael Molina (Lagartijo el Grande), siendo el ganado de Murube. Mazzantini estuvo acertado en la lidia de los tres que le correspondieron, tumbándolos de formidables estocadas, mereciendo por ello el que le sacasen en hombros los espectadores hasta el coche. El comentario más sobrio y elocuente de la alternativa lo tuvo El Toreo al decir que «es todo lo que podía apetecer un matador al tomar la alternativa en la primera plaza de España.» El (05-06-1884) toreó en la extraordinaria de dicho día en unión de Rafael Molina (Lagartijo) y Rafael Gómez Ortega (el Gallo), escuchando formidables ovaciones. La popularidad de Luis Mazzantini subió a grados insospechados y con matices y tonalidades que su personalidad le procuraba y que hasta entonces ningún torero había logrado. Empezaron a circular corbatas Mazzantini, pañuelos Mazzantini, bastones Mazzantini, etcétera... muy al estilo italiano aplicado a la tauromaquia, y se repetían las biografias en que muchos escritores taurinos, llevados de un afán encomiástico excesivo, le adjudicaban los títulos universitarios más altos. Por otra parte, su simpatía y buen trato le permitieron conquistar los medios más dispares, y circulaba en todos ellos con general aprecio y admiración. Al finalizar la temporada de 1884, el espada vasco nada tenía que envidiar a Frascuelo o Rafael Molina. Como a ellos, le sonreía la gloria y le proponían contratos en blanco. Los adversarios de Mazzantini y cierta Prensa reaccionaria empezaron a decir que en la propaganda de él había tomado mucha parte la masonería... ¡la envidia ibérica siempre presente! 201

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Al igual <strong>que</strong> citamos a Lagartijo, como aparentemente el más olvidado en esta<br />

publicación, citamos a Frascuelo, al <strong>que</strong> como el primero, dedicarmos un<br />

trabajo espacial, con refrencia a su labor con los miuras.

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