Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

círculos taurinos y profesionales categoría de
filósofo: En este país de los prosaicos
garbanzos no se puede ser más que dos
cosas: o tenor del Teatro Real o matador de
toros, optó por lo último.
Siendo jefe de estación en Santa
Olalla empezó a frecuentar capeas y
novilladas pueblerinas, participando en
ocasiones en funciones taurinas organizadas
por los empleados de ferrocarriles. La primera
vez que encontramos su nombre en corridas
de los Campos Elíseos, de Madrid, es en El
Toreo del (07-10-1879), que dice: «En los
Carripos Elíseos tendrá lugar una becerrada
a beneficio de las familias que han sufrido por
la inundación de Murcia, Alicante y Almería,
estoqueando dos becerros cada uno de los
conocidos aficionados Pelayo Blasco y Luis
Mazzantini.»
En modestas funciones celebradas
posteriormente tomó parte, a pesar de los
continuos disgustos que ello le ocasionaba
con sus jefes, ya que para alimentar sus
aficiones y deseos tenía que abandonar
continuamente los servicios de su empleo.
Parece ser que trasladado a las oficinas
centrales de Madrid, tuvo que escuchar reprensiones
de don José Echegaray, a la sazón
jefe supremo de la Compañía, que determinaron
el abandono definitivo de su empleo.
por parte del subordinado.
Cual Salvador Sánchez Povedano
(Frascuelo) o Ángel Pastor, Luis Mazzantini
tuvo que salir en el ruedo madrileño a matar
novillos embolados vestido ridículamente para
cualquier función mojiganguera, como ocurrió
el (22-02-1880), comentando la cual escribió
El Toreo: «El joven de buena familia (se le
había anunciado así por Casiano, célebre
empresario de la plaza de Madrid) tuvo más
desgracia que falta de valor y conocimientos.
Cómo ha de ser; los toros no son conejos
que se puedan matar en un monte.» El 29 del
mismo mes volvió a matar un novillo en la
pantomima titulada Pepe-Hillo.
El 5 de diciembre de aquel año actuó
ya como matador de novillos de puntas,
MIURA - 2002
alternando con Mateíto, Pulguila y Valladolid
en la muerte de toros de lsidoro Recio, de
Toledo. En las mojigangas de la primavera de
1881 estoqueó Mazzantini los novillos en
puntas y fue adquiriendo poco a poco crédito
y nombradía, dejando de considerarle el
público como un señorito loco y arruinado que
pretendía levantar cabeza con los toros.
Fueron la causa de ello, como de la mayoría
de los triunfos de su carrera, las magníficas
estocadas que hacían rodar violentamente a
los astados.
El (18-12-1881) obtuvo un buen éxito
en Madrid, estoqueando un novillanco manso
que había sido fogueado y dado mucho que
hacer a todos los miembros de la cuadrilla.
La popularidad del diestro tomó un auge grandísimo,
hasta tal punto que el 3 de mayo de
1883 los Reyes y demás miembros de la
familia real acudieron, a pesar de que estaba
el día lluvioso, a una corrida en que mató Luis
dos toros de la vacada del marqués de Salas
y otros dos del conde de la Patilla.
A pesar de la famosa ley Gramond,
que prohibía matar reses en el redondel de
cualquier población francesa, Luis Mazzantini
logró que le concedieran tal gracia para estoquearlos
en Cauterets y Nimes, ganándose
allí las mejores simpatías y un cartel que le
duró toda su carrera. En el invierno de 1882-
83 estuvo en Montevideo, participando en
buen número de funciones, que fueron otros
tantos triunfos.
El (31-05-1883) mató por primera vez
en corrida formal en Madrid con dos toros
rejoneados por don Bartolomé Muñoz, en una
corrida extraordinaria, en la que además de
los dichos se corrieron otros seis de Benjumea
para el Gordito, Lagartijo, Currito, Gallo,
Manuel Molina y Cuatro-dedos. A pesar de
haberse torcido un pie en la lidia del primer
bicho, no quiso retirarse a la enfermería hasta
ver tumbados a los dos, escuchando por
ello una gran ovación.
El día (08-07-1883) actuó en la plaza
de toros de El Puerto de Santa María, alternando
con Lagartija y el Marinero, donde tres
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