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Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

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MIURA - 2002<br />

magistralmente, y al siguiente día y con toros<br />

de Miura alcanzó un gran triunfo. El 3 de julio<br />

se encerró en Madrid solo con seis toros<br />

colmenareños de don Vicente Martínez. Toreó<br />

con la capa de todas las maneras imaginables,<br />

incluso ceñidísimamente capote al<br />

brazo; banderilleó como tenía por costumbre,<br />

<strong>que</strong> es el mayor elogio; dominó y se adornó<br />

con la muleta; mató bien y pronto, y al finalizar<br />

la corrida, el público pidió <strong>que</strong> matara el<br />

sobrero, a lo <strong>que</strong> accedió Joselito. El<br />

desahogo con <strong>que</strong> remató la dura empresa<br />

maravilló a todos. El sexto toro le lidió ayudado<br />

tan sólo de su gran peón Blan<strong>que</strong>t, y al<br />

retirarse de la plaza, de la <strong>que</strong> salió en<br />

hombros con todos los bonores, comentaban<br />

gráficamente los aficionados <strong>que</strong> ni siquiera<br />

se había despeinado.<br />

Dos días después, el (05-06-1914),<br />

fue cogido en Barcelona por el toro Caletero,<br />

berrendo en negro, de Pérez de la Concha,<br />

al entrarle a matar, tras faenas extraordinarias<br />

de capa, banderillas y muleta. Entró en la<br />

enfermería con una cornada en una pierna y<br />

fractura de la clavícula derecha, en medio de<br />

la más calurosa ovación. Momentos antes de<br />

hacer el paseo vio pasar Joselito cerca de él<br />

a un aficionado y empresario, presumido de<br />

exigente por<strong>que</strong> repetía los tópicos más ineptos<br />

<strong>que</strong> el bombismo belmontista había<br />

puesto en circulación. Sabía Joselito <strong>que</strong> le<br />

negaba el pan y el agua, y no se recataba el<br />

empresario en presumir de fran<strong>que</strong>za, no<br />

siempre discreta, ante el diestro. No pudo<br />

Joselito en a<strong>que</strong>lla ocasión contenerse, y con<br />

orgullo muy infantil, pero al mismo tiempo revelador<br />

de la conciencia <strong>que</strong> tenía de su propio<br />

arte, le dijo: «Va usted a verme ahora<br />

mismo; yo soy muy buen torero; no se le<br />

olvide a usted, muy buen torero», con la voz<br />

temblando de emoción y de rabia.<br />

Era aquél un momento de su vida taurina<br />

en el <strong>que</strong> sabía <strong>que</strong> debía jugárselo todo.<br />

Hasta la Feria de Bilbao no volvió a torear,<br />

salvo una corrida, pudiéramos decir <strong>que</strong> de<br />

ensayo, en Barcelona, de la viuda de Soler.<br />

En Bilbao volvió a señalarle la desgracia. En<br />

180<br />

la segunda corrida <strong>que</strong> toreaba, de Murube,<br />

un toro, con el <strong>que</strong> estaba realizando la más<br />

extraordinaria faena, le cogió al darle un pinchazo<br />

en la suerte de recibir, infiriéndole una<br />

herida en el pecho <strong>que</strong> pudo ser mortal, pero<br />

tan sólo afectó los músculos pectorales.<br />

El (18-10-1914) terminó su temporada<br />

en Valencia, después de haber toreado 75<br />

corridas y perdido 36 por los accidentes<br />

referidos, El invierno, como siempre, lo pasó<br />

en el campo. El 28 de febrero comenzó la<br />

temporada de 1915, toreando por vez primera<br />

mano a mano con Belmonte, en Málaga, y<br />

toros de Murube. Todo, menos el tiempo primaveral,<br />

nos defraudó en a<strong>que</strong>lla corrida.<br />

Esta combinación, anhelada por todos los<br />

públicos, iba a tener a<strong>que</strong>l año a Sevilla y a<br />

Madrid por escenarios. En efecto, entre otras<br />

corridas, en las <strong>que</strong> participaban José y Juan,<br />

se anuncian dos en la Feria de Sevilla para<br />

los días 17 y 18 de abril, en las <strong>que</strong> mano a<br />

mano lidiarían reses de Santa Coloma y<br />

Gamero Cívico, al par <strong>que</strong> ya para entonces<br />

eran públicos los carteles de Madrid de los<br />

días 6 y 8 de mayo en <strong>que</strong> habían de torear<br />

de la misma manera toros de Gamero Cívico<br />

y Contreras, si bien, por lluvia, se celebraron<br />

los días 8 y 10.<br />

Como tuvieron carácter de competencia<br />

deliberada don José María se detiene<br />

para ofrecernos algunos detalles de cómo<br />

transcurrieron. En la primera, de Santa<br />

Coloma, en Sevilla, los dos espadas estuvieron<br />

admirables. Belmonte hizo la faena de<br />

la tarde en el cuarto toro, si bien el trabajo de<br />

Joselito no desmereció y resultó en conjunto<br />

más completo.<br />

En el quinto toro, al rematar un quite<br />

con arrestos y gallardías de novillero, fué alcanzado<br />

y campaneado aparatosamente,<br />

resultando con la cha<strong>que</strong>tilla rota. No es fácil<br />

olvidar al <strong>que</strong> lo vio el aire resuelto con <strong>que</strong> se<br />

la quitó y arrojó lejos de sí. En mangas de<br />

camisa, desbordado su amor propio, continuó<br />

toreando hasta el final de la corrida.<br />

En la segunda, el día (10-05-1915),<br />

dejó tan satisfechos a los espectadores como

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