Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
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MIURA - 2002<br />
medido o calculado. Al hacerse los contratos<br />
para ferias del verano, especialmente en el<br />
Norte y en Valencia, comprobó <strong>que</strong> Joselito<br />
no es el pasivo y resignado Rafael, al <strong>que</strong><br />
podía hacerse torear las corridas más duras,<br />
y reservarse las más favorables para el buen<br />
éxito. En Santander prescinden de él. En Valencia<br />
ha de torear miuras y Pablo Romero<br />
(corridas en las <strong>que</strong>, por cierto, estuvo muy<br />
hien), en tanto Joselito en a<strong>que</strong>lla misma feria<br />
toreaba las corridas de Campos Varela, del<br />
Saltillo, Guadalest y Concha y Sierra. Tal feria<br />
fue triunfal para Joselito.<br />
En San Sebastián lidió Bombita con<br />
una corrida de Palha en la <strong>que</strong> estuvo tan<br />
premioso y deslucido como Joselito fácil y<br />
sobrado. A amigos de Ricardo le oyó decir<br />
Cossío <strong>que</strong> en tal corrida comenzó a acariciar<br />
la idea, inteligentísima, de su retirada. La Feria<br />
de Zaragoza fue para Joselito insuperable de<br />
satisfacción. Por lesionarse Gaona en la<br />
primera corrida hubo de matar José los seis<br />
toros, seis buenos mozos del du<strong>que</strong> Veragua,<br />
lucidísimamente y con sobra de poder.<br />
Al día siguiente mataba en la misma<br />
plaza miuras con el mismo buen éxito, y entre<br />
ellos un pavo con 400 kilos de peso en canal,<br />
del <strong>que</strong> se habló mucho entre los aficionados<br />
como de uno de los toros mayores <strong>que</strong> se<br />
habían visto lidiar por a<strong>que</strong>l tiempo. El (15-10-<br />
1913) toreó en Madrid la despedida de Ricardo<br />
Torres. Fue a beneficio del Montepío de<br />
Toreros, y además de Bombita toreaban<br />
Regaterin y Rafael el Gallo. Alternaron en quites,<br />
por razón de su antigüedad, Ricardo y<br />
José, Nunca, acaso, salió Joselito a torear con<br />
un deseo de emulación superior. Bombita estuvo<br />
admirable de dominio, valentía y<br />
pundonor.<br />
Después de matar su segundo toro la<br />
ovación tomó caracteres de apoteosis. Los<br />
matadores le estrecharon la mano felicitándole.<br />
Este rápido cruzar de palabras lo aprovechó<br />
Bombita para advertir a Joselito: «Yo<br />
ya he terminado mi vida de torero. No me<br />
ofrezcas banderillas en el último toro.» Joselito,<br />
<strong>que</strong> toda la tarde había estado implacable con<br />
178<br />
su rival, intentando y consiguiendo casi<br />
siempre mejorar sus suertes, al llegar el octavo<br />
toro, y contra tal expresa indicación, le<br />
ofreció un par de banderillas. Salió por delante<br />
Bombita y clavó con su mediocre estilo; a<br />
continuación Joselito puso uno de los pares<br />
más extraordinarios <strong>que</strong> puedan recordarse.<br />
Fueron las dos últimas chispas de a<strong>que</strong>lla<br />
competencia. La faena de muleta (el toro era<br />
de García de la Lama) fue excelente, y tras la<br />
estocada, <strong>que</strong> la remató, salía en hombros<br />
Joselito por la misma puerta y del torero <strong>que</strong><br />
se despedía.<br />
El homenaje <strong>que</strong> para éste debía significar<br />
la coronación de una vida colmada de<br />
dignidad torera, era en Joselito tributo al diestro<br />
<strong>que</strong> venía a presidir una nueva y brillantísima<br />
era del toreo. A<strong>que</strong>l otoño estuvo lleno de<br />
sucesos taurinos extraordinarios. No sólo se<br />
retiró Bombita, sino <strong>que</strong> Machaquito hizo lo<br />
propio, y, sobre todo, el 16 de octubre, tomaba<br />
la alternativa en Madrid Juan Belmonte.<br />
Cuando Joselito, tras torear su última corrida<br />
en Valencia, el (26-10-1913), encerrándose él<br />
solo con seis toros de Guadalest, y matando<br />
siete brillantemente, dio por terminada su temporada<br />
con 80 corridas toreadas con éxito insuperable,<br />
Juan Belmonte era ya matador de<br />
toros.<br />
La competencia con Bombita, <strong>que</strong> al<br />
comenzar la temporada no consideraba a<br />
Joselito como torero de su categoría, había<br />
terminado en su retirada fulminante. Otra<br />
competencia se dibujaba, <strong>que</strong> había de ser<br />
fecundísima en resultados artísticos, y dar<br />
lugar al período, por desdicha breve, creo <strong>que</strong><br />
más esplendoroso de toda la historia del toreo:<br />
el de la competencia Joselito-Belmonte. El<br />
<strong>que</strong> éste tuviera sus partidarios era caso<br />
lógico y obligado. Practicaba Juan, o mejor<br />
dicho, por entonces intentaba practicar, un<br />
toreo <strong>que</strong> no parecía posible <strong>que</strong> prevaleciera.<br />
Las más de las tardes sus ensayos acababan<br />
en la enfermería. Era natural asimismo <strong>que</strong><br />
alrededor de Joselito se agruparan los aficionados<br />
más partidarios del dominio y seguridad<br />
del diestro en las suertes y de la ameni