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Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

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MIURA - 2002<br />

merecen recordarse la corrida del 6 de a<strong>que</strong>l<br />

octubre en Madrid, con toros de Guadalest,<br />

con los <strong>que</strong> no logró dar gusto, salvo en<br />

banderillas y en alegrías con el capote, si bien<br />

le duraron poquísimo, y las corridas del Pilar<br />

de Zaragoza los días 14 y 15, <strong>que</strong> fueron<br />

cimiento del gran cartel <strong>que</strong> había de disfrutar<br />

después en a<strong>que</strong>lla plaza.<br />

En Valencia dio fin a a<strong>que</strong>lla su incompleta<br />

primera temporada de 1912 como<br />

matador de toros, en la <strong>que</strong> toreó 14 corridas,<br />

a más de las de novillos ya indicadas. Joselito,<br />

a pesar de su juventud, había llegado a<br />

matador de toros en plena sazón. El conjunto<br />

de condiciones <strong>que</strong> podían darle autoridad de<br />

tal le poseía plenamente. Su intuición torera,<br />

base de su personalidad, tenía perfecta madurez<br />

desde bastante tiempo antes. Sus facultades<br />

físicas, auxiliares necesarios de su<br />

toreo, no habían de llegar a más. Su entusiasmo<br />

y afición no conocieron variaciones<br />

desde los once años hasta su muerte.<br />

No era el torero cuajado, maestro de<br />

todas las suertes, <strong>que</strong> vendría a ser más<br />

tarde; pero sí supo mejorar su estilo y enri<strong>que</strong>cer<br />

su experiencia, las directrices fundamentales<br />

de su toreo, a<strong>que</strong>l conocer los intentos<br />

y caracteres de los toros no bien los veía dar<br />

dos carreras en la plaza, el sacar partido de<br />

las condiciones de las reses fuera la suerte<br />

<strong>que</strong> fuera, y sobre todo un saber pisar la plaza<br />

como terreno propio, sin vacilaciones, mandando<br />

en la gente y en el toro e imponiendo<br />

su personalidad en los eventos todos de las<br />

suertes de la lidia, las poseía ya. Y todo esto,<br />

milagrosamente, se daba en un poco más <strong>que</strong><br />

adolescente, un torerillo de diecisiete años<br />

lleno de infantil amor propio.<br />

Ya era Joselito matador de toros con<br />

general simpatía, y así se le prepara la<br />

temporada siguiente, <strong>que</strong> fue triunfal, aun<strong>que</strong><br />

erizada de luchas y dificultades. Ya no apasionaba<br />

por a<strong>que</strong>llos años el simulacro de<br />

competencia Bombita-Machaquito, pero tenía<br />

calor de actualidad la pretendida Bombita-<br />

Gallo. Interesaba al público, pero en realidad<br />

era excesivo denominarla competencia.<br />

176<br />

El carácter abúlico de Rafael, su total<br />

resignación ante los fracasos, su incapacidad<br />

para reaccionar en una pelea de esa<br />

especie, le hacían ser la figura menos apta<br />

para mantener una competencia enconada.<br />

Ésta se reducía a <strong>que</strong> en una tarde afortunada<br />

sus partidarios pusieran en parangón su<br />

arte delicioso de estilo y de gracia con el<br />

menos depurado de Ricardo Torres; pero en<br />

la mayoría de las corridas, éste, con su<br />

valentía, su amor propio y su dominio, era el<br />

amo de la situación, y a la larga la realidad le<br />

imponía como el torero mandón y dominante<br />

por excelencia.Dichas circunstancias<br />

concurrían cuando se hace Joselito matador<br />

de toros. Joselito había visto años atrás en<br />

su casa la cara a la necesidad, el agobio de<br />

la escasez. Claro es <strong>que</strong> eran las condiciones<br />

de carácter de Rafael las <strong>que</strong> creaban tal<br />

situación; pero Joselito oía hablar un día y otro<br />

a los amigos de su hermano, leía en la prensa<br />

gallista <strong>que</strong> Bombita era el causante de <strong>que</strong><br />

Rafael no toreara doble número de corridas,<br />

de <strong>que</strong> no pudiera situarse en condiciones de<br />

allegar gloria y dinero a espuertas. Cierto <strong>que</strong><br />

en los últimos años las cosas habían variado<br />

bastante, y el prestigio de Rafael estaba en<br />

su cenit; pero toda la infancia, tan próxima<br />

aún de Joselito se había desarrollado en ese<br />

ambiente, con esas ideas <strong>que</strong> deformaban la<br />

verdad, pero <strong>que</strong> tenían una cierta realidad<br />

por fondo, y Joselito, desde <strong>que</strong> sabe <strong>que</strong> es<br />

matador de toros, se atribuye el papel de hermano<br />

vengador, y busca la rivalidad con<br />

Bombita, <strong>que</strong> es su obsesión constante.<br />

Los partidarios de Ricardo no debieron<br />

dar-se cuenta en el primer momento del riesgo<br />

<strong>que</strong> para la permanencia de su torero en el<br />

primer puesto de la torería significaba Joselito,<br />

<strong>que</strong> en amor propio y en resignación en nada<br />

se parecía a su hermano. Al aparecer como<br />

novillero, al tomar la alternativa, le saludaron<br />

con alegría, pensando acaso <strong>que</strong> iba tan sólo<br />

a eclipsar a su hermano, en las palabras<br />

transcritas de Don Modesto. Pero en esta<br />

temporada de 1913 los gallistas cuentan con<br />

Joselito no como auxiliar de su hermano en

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