Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
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MIURA - 2002<br />
El (03-05-1906), en Figueras<br />
(Cataluña), el toro Asturiano, de Ripamilán,<br />
le causó una cornada en el brazo derecho;<br />
en Madrid, el (25-04-1907), un toro de Aleas<br />
le hirió en el pecho; el (07-08-1910), otra vez<br />
le hirió en la mano izquierda un toro de<br />
Anastasio Martín. Fueron los percances más<br />
señalados, <strong>que</strong> conjugados con las corridas<br />
toreadas y la cualidades de su toreo, pueden<br />
dar una idea suficiente de lo <strong>que</strong> José García<br />
(Algabeño) fue como matador de toros.<br />
Personalmente, Algabeño fue de un<br />
carácter, pudiéramos decir, nada menos <strong>que</strong><br />
todo un hombre. Duro, pero recto; inflexible,<br />
pero por convencimiento de su razón,<br />
trabajador y celoso de sus intereses, <strong>que</strong><br />
manejó con fortuna.<br />
Casado desde 1899, en La Algaba,<br />
puede decirse <strong>que</strong> en a<strong>que</strong>llos años, en todo<br />
el campo andaluz era una verdadera<br />
institución, respetado por todos. Sus<br />
consejos en asuntos camperos eran tenido<br />
en mucho, y procuró, aun<strong>que</strong> sin conseguirlo<br />
del todo, pues no pudo con su hijo José, orientarlos<br />
en actividades alejadas del ambiente<br />
taurino, al <strong>que</strong> él debió su fortuna, a costa de<br />
tantas cornadas -podemos decir <strong>que</strong> diez- y<br />
trabajos.<br />
Pero no <strong>que</strong>remos finalizar la presente<br />
biografía torera sin señalar lo ocurrido en uno<br />
de sus muchos triunfos, brillantísimo por las<br />
trágicas circunstancias en <strong>que</strong> se originó,<br />
debe mencionarse, pues el Algabeño puso de<br />
relieve el valor y la hombría <strong>que</strong> fueron<br />
características suyas, dentro y fuera de la<br />
plaza. Toreaba, mano a mano, con Domingo<br />
del Campo (Dominguín) toros de Miura, en la<br />
plaza de Barcelona, el día (07-10-1900). El<br />
primer toro, el fatídico Desertor, hirió de<br />
muerte a dicho espada. Algabeño supo sobreponerse<br />
a la impresión, y llevó<br />
brillantísimamente la lidia de la corrida, y<br />
esto<strong>que</strong>ó, superándose en los toros restantes.<br />
Dicha hazaña, <strong>que</strong> se repitió en 1910<br />
con Machaquito, en la plaza de Murcia, la tarde<br />
de la muerte de José Rodríguez (Pepete),<br />
170<br />
deberá siempre contarse entre las efemérides<br />
del toreo más señaladas, por lo trágico del<br />
suceso y por la serenidad y comportamiento<br />
del Algabeño al <strong>que</strong>dar sólo, por la causa<br />
referida ¡y con miuras!<br />
GÓMEZ Ortega (José), Joselito, o<br />
Gallito. Matador de toros. Nació en Gelves<br />
(Sevilla) el (08-05-1895), calle de la Fuente,<br />
número 2, en la huerta llamada El Algarrobo.<br />
Fue el hijo menor del gran torero Fernando<br />
Gómez (Gallo) y de Gabriela Ortega, y tanto<br />
en el tronco familiar como en las ramas<br />
próximas y lejanas de ambas estirpes se<br />
contaban gran número de toreros. Sevilla y<br />
Cádiz, ciudades de donde eran naturales<br />
padre y madre, es decir, lo más fino y<br />
acendrado de Andalucía, confluyeron en la<br />
casta de un torero excepcional.<br />
En la huerta donde naciera Joselito,<br />
<strong>que</strong> este nombre familiar y afectuoso había<br />
de prevalecer sobre el apodo oficial y<br />
hereditario, había una placita, construída por<br />
su padre el señor Fernando el Gallo y en la<br />
<strong>que</strong> él disfrutaba viendo torear en juego a sus<br />
hijos. Apenas la conoció Joselito, pero existe<br />
una fotografía de él en tal placita, en la <strong>que</strong> su<br />
hermano Fernando, en cuatro pies, espera la<br />
estocada <strong>que</strong> Joselito, con menos de dos<br />
años, se dispone a darle con un palito<br />
gallardamente montado como esto<strong>que</strong>.<br />
Cerca, el señor Fernando, contempla el<br />
cuadro complacido. Nada más representativo<br />
del ambiente en <strong>que</strong> nació Joselito, y en el<br />
<strong>que</strong> empezó a criarse.<br />
Pero cuando apenas había cumplido<br />
dos años falleció su padre, y hubieron de<br />
abandonar la huerta, y comenzó a conocer la<br />
familia todos los temores de la indigencia y a<br />
tocar los incómodos de la escasez. Era el<br />
mayor de la casa y su sostén, Rafael, su<br />
hermano mayor, el futuro gran torero <strong>que</strong><br />
comenzaba en aquél final de siglo sus campañas<br />
novilleriles. No era Rafael de temperamento<br />
enérgico y batallador, sino abandonado<br />
y dispendioso, y menos aún Fernando, el otro<br />
hermano torero, y había de ser el carácter y