Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

los novillos de Miura, y sus acompañantes,
Francisco Carrillo y Miguel Fernández (el
Boticario). En esta fecha, pues, vistió
Algabeño por primera vez el traje de luces.
Su triunfo fue tan sonado, que dio lugar a que
se organizaran otros dos festejos en pleno
invierno, los días 25 y 30 del mismo mes, con
igual resultado, y al calor de los aplausos, la
empresa de Madrid le anunció para el (10-03-
1985).
Su presentación con novillos del
Saltillo y Francisco Piñero (Gavira) de
acompañante, no fue demasiado brillante;
pero en novilladas siguientes mejoró su
actuación y dio la medida de hasta dónde
podía llegar como estoqueador, emulando a
Luis Mazzantini. Tenía en ésta suerte una facilidad
y una seguridad pasmosas, y sus
estocadas resultaban impresionantes. Era
torpe, romo, y adocenado con capote y
muleta, pero poco a poco fue mejorando se
estilo, y llegó a defenderse bien, ya que no a
torear con brillantez.
Aquella misma temporada de 1895 obtuvo
muchos aplausos con otros dos
novilleros, Nicanor Villa (Villita) y Ángel García
Padilla, y a base de los tres llenó la empresa
de Madrid la plaza aquel año. Especialmente
la concurrencia de Villita y Algabeño en los
carteles tomó caracteres de verdadera
rivalidad. El 2 de septiembre, toreando en
Palencia, recibió su bautismo de sangre, y
por cierto tal percance le hace perder la
novillada de Madrid del 5 del mismo mes, que
había de lidiar con los dos referidos diestros.
Diez veces toreó en la plaza de Madrid aquél
1895, y, por fin, el 22 de septiembre se decidió
a tomar la alternativa.
Su paso por la novillería fue, como se
ha visto, punto menos que meteórico; pero
las virtudes de su estilo de matador hicieron
que se cotizara muy alto su nombre y que su
ingreso en el escalafón de matadores no
pareciera prematuro ni precipitado. Le confirió
la nueva categoría Fernando el Gallo,
acompañándole Emilio Bomba, que le cedió
el toro Pasajero, negro bragado, fino, peque-
MIURA - 2002
ño y cornicorto, del duque de Veragua II. No
fue muy lucida su faena, pero quedó
contratado para la temporada siguiente.
Aún en la temporada de su alternativa
toreó 11 corridas. Desde entonces figuró entre
los matadores de primera fila. Sus actuaciones
no pueden decirse que despertaran
grandes apasionamientos. Fue complemento
de los carteles en que figuraban toreros
de primerísima fila, y de él se esperaba tan
sólo la estocada, y en honor a la verdad, sobre
todo en los primeros años, rara vez
defraudaban estas esperanzas. No cabe por
ello seguir paso a paso, o año por año sus
actuaciones. Para no ocupar demasiado
espacio vamos a sumar todas las corridas y
el número de toros que mató, consignando
que actuó en un total aproximado de 518
corridas y que estoqueó 1.261 toros, entre los
años 1895 y 1912.
Entre las temporadas de 1903-1904
hizo su única excursión a América, toreando
en México. De sus accidentes, numerosos y
graves, puede dar una idea la siguiente
relación: En Palma de Mallorca, el (01-09-
1895), al torear el cuarto toro, de doña Carlota
Sánchez, que le atravesó la muñeca izquierda
con el cuerno; en Valencia, el 20 de abril, una
cornada en el muslo izquierdo, por un toro de
don Faustino Udaeta.
En Badajoz, un toro de Miura, el (26-
06-1900), le infirió grave cornada en el glúteo
izquierdo; en Madrid, el (26-05-1901), recibió
un puntazo en la mano izquier-da, causado
por un toro de Murube; en Algeciras, el (02-
06-1901), un toro de la marqués de Villamarta
le dio una cornada bajo la barba que pudo
tener fatales consecuencias; fue de tal
gravedad que a Madrid se telegrafió su muerte,
y con éste motivo se publicó un
extraordinario con su cogida y muerte; el (16-
09-1902) volvió a ser herido en la mano izquierda
en la plaza de Utiel; el (21-04-1904),
en la plaza de Madrid, Tonelero, de Palha, le
causó gravísima cornada en el cuello; el (25-
05-1905), uno toro de Bañuelos le originó una
grave cornada en el muslo izquierdo.
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