Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava

acompañaba a las capeas a su hermano
Manuel. Ya desde entonces comienzan a
llamarle Gordito, con expresiva alusión a su
pequeño físico, que el curso de los años no
había de hacer cambiar.
1851: Hacia 1851 o 52 debió abandonar su
fervor taurino, y deseoso de ayudar al
sostenimiento de su casa, ingresó a trabajar
en la fundición de cañones, aportando su
modesto jornal al menguado fondo
económico familiar.
1853: En 1853 se verificó la unión de Manuel
Carmona con su hermano José, y Antonio
entró en la especialidad de lidiador de toretes
bajo la protección del Nili y de Fajardo, en la
plaza de Sevilla, sin abandonar, no obstante,
las corridas de los pueblos, aunque
contratándose ya para despachar los toros
de muerte en festejos más formales que las
simples capeas.
1854: En 1854 salió a la plaza de Sevilla este
infatigable peón, brindando la muerte de un
becerro a Juan Pastor. En aquel año le llevó a
Lisboa Manuel Trigo, con José de Mora y
Manuel Pérez (Zalea). En este mismo año,
en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz),
presenciando una corrida de aficionados,
saltó al ruedo, ejecutando tan lucidas suertes
que las cuadrillas se retiraron para que pudiera
lucir el pequeño diestro sus habilidades ante
los bichos.
1855: En 1855 acompañaba ya a sus hermanos,
y con ellos estaba cuando tuvo lugar
la terrible epidemia del cólera, que se propagó
por toda la comarca andaluza, ocasionando
víctimas incontables. Organizáronse entonces
en Sevilla y otras ciudades de Andalucía
multitud de fiestas taurinas, tanto para distraer
la pesadumbre de las gentes aterrorizada,como
para allegar recursos que las
necesidades creadas por la epidemia hacían
indispensables.
MIURA - 2002
1857: En 1857 fue con sus hermanos a
Madrid, aunque en calidad de excedente,
llamando la atención entre los espectadores
la audacia y la destreza con que ejecutaba la
suerte de banderillear, sobre todo en la
especialidad del sesgo y los pares a topa
carnero.
El (03-05-1857), tomó parte, en Sevilla,
en la corrida de Beneficencia. Apenas salió
el primer toro arrojó el diestro el capote de
que iba provisto y, cruzándose de brazos,
citó al toro, haciéndole quebrar con gran
limpieza y quedándose en la mano con la
lujosa moña que ostentaba, la que ofreció a
los infantes duques de Montpen-sier, que
presenciaban la corrida y que correspon-dieron
con un magnífico regalo.
En Jerez prácticó, el (24-06-1857), con
las banderillas y con las curiosas circunstancias
de que nos instruye esta reseña: «Sonó
el clarín de las banderillas, y salió Carmona
el Gordito y practicó lo que prometió a los
aficionados, que era hacer un cambio en la
cabeza al poner los palos.
En Sevilla toreó el 27 de mismo mes
de junio y año, y en una carta dirigida al El
Enano por su corresponsal se dice: «Asistí
ayer a una novillada que toreó Antonio
Carmona Luque (Gordito), y como yo fueron
muchos aficionados, pues el chico es toda
una notabilidad en banderillas y en su arrojo
con los toros.»
El año de 1858 marcó una fecha memorable
en su vida torera: El 19 de abril, en
Sevilla, practicó Gordito por primera vez la
suerte de el «quiebro»; esperó con dominio
al toro a pie firme y lo quebró a cuerpo limpio.
1858: En 1858, continuó siendo Gordito lo
más atractivo de los carteles en que le
anuncian. En mayo, y siempre con sus
hermanos, que en este año y el siguiente a
Antonio debieron las más de sus contratas,
actuó en la plaza de Lisboa, donde
entusiasma a los aficionados portugueses
con aquella suerte, que no era allí del todo
forastera,
153