Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>que</strong>mar sus naves, vendió dos burros, con<br />
los <strong>que</strong> se ayudaba portando loza de Triana a<br />
la Estación de Córdoba... y el resultado<br />
favorable de su actuación le abrió las puertas<br />
de Valencia el 26 de mayo de ese año, en<br />
una corrida de toros con mucho peso y<br />
mansos, a los <strong>que</strong> se enfrentó muy decidido,<br />
si bien uno le hirió en una pantorrilla, cobrando<br />
en esta corrida 80 pesetas.<br />
Fue contratado Juan Belmonte para<br />
dos novilladas en Valencia, la última el (29-<br />
06-1912), alternando con Antonio Rosales y<br />
Bernardo Gallardo (Gaona II), con toros de<br />
Amalio Martín, como la novillada anterior.<br />
Juan, <strong>que</strong> iba creciendo en su arte, obtuvo en<br />
esta segunda novillada un resonante éxito,<br />
pues cortó las dos orejas y rabos de sus enemigos...<br />
y el aire taurino de Valencia se llenó<br />
con su nombre y saltó hasta Sevilla, donde<br />
fue de inmediato contratado para el 21 de julio<br />
con una novillada seria y con picadores.<br />
Organizó la referida novillada en Sevilla<br />
la Hermandad de San Bernardo, y toreó<br />
novillos del du<strong>que</strong> de Tovar, alternando con<br />
Larita y Francisco Posadas. Su triunfo fue<br />
rotundo, especialmente en su faena con el<br />
último... y la multitud enardecida le llevó a<br />
hombros hasta Triana. Desde aquél memorable<br />
día las contratas le llovieron al par <strong>que</strong><br />
los éxitos y todos los revisteros, casi de forma<br />
unánime, airearon sus actuaciones <strong>que</strong> sería<br />
muy largo enumerar.<br />
Sin embargo, no es una exageración<br />
decir <strong>que</strong> cada en <strong>que</strong> toreaba le tropezaban<br />
los toros más de una vez, lo <strong>que</strong> le dió a sus<br />
actuaciones un cierto tinte de próxima tragedia,<br />
<strong>que</strong> una parte de la afición veía como<br />
inevitable, y pudo presentarse en cualquiera<br />
de los centenares de cogidas <strong>que</strong> sufrió en<br />
los primeros años, pero se rodeó de una<br />
aureola extra taurina <strong>que</strong> plasmó en el<br />
entusiasmo de algunos hombres de letras y<br />
de artes, <strong>que</strong> le convirtieron en su ídolo, trazaron<br />
toda una teoría patético-estética <strong>que</strong><br />
nada tenía <strong>que</strong> ver con el arte del toreo, pero<br />
<strong>que</strong> contribuyó a difundir la popularidad de Juan<br />
en los ambientes más alejados del toreo. La<br />
MIURA - 2002<br />
frase <strong>que</strong> don Ramón del Valle Inclán solía<br />
repetir al diestro: No te falta más <strong>que</strong> morir<br />
en la plaza, puede resumir cuanto acabamos<br />
de señalar. A la <strong>que</strong> él, con gracia infinita,<br />
contestó: Se hará lo <strong>que</strong> se pueda, don<br />
Ramón.<br />
En Madrid toreó dos veces y en septiembre<br />
estaba listo para la alternativa, pero<br />
una serie de circunstancias la atrasaron hasta<br />
el (16-10-1912), anunciándose en Madrid<br />
con toros de Bañuelos, y actuando de padrino<br />
Machaquito y de testigo Rafael (el Gallo).<br />
La corrida fue un perfecto y más <strong>que</strong> sonado<br />
desastre, <strong>que</strong> apenas salvaron unas<br />
verónicas de Belmonte, fue cuando salieron<br />
al ruedo hasta 11 bichejos y cuya corrida ya<br />
el lector conoce.<br />
En el invierno de 1912 fue contratado<br />
Juan para torear , donde toreó en varias<br />
corridas, al parecer, nueve en México y otras<br />
nueve en los Estados de la República... pero<br />
ninguna en la plaza de San Pedro en la ciudad<br />
de Zacatecas. En esas corridas fue alcanzado<br />
por varios toros mexicanos, una por uno de<br />
Tepeyahualco, teniendo <strong>que</strong> matar Gaona su<br />
lote; otra cogida en la plaza de Nogales... pero<br />
en todas sus actuaciones causó una impresión<br />
profundísima.<br />
En 1913 y 1914, como podrá<br />
ver el lector en el último Capítulo de esta obra,<br />
toreó en Sevilla con toros de Miura, en<br />
Barcelona, y en plazas de otras capitales de<br />
provincia en España, logrando ese año torear<br />
hasta 72 corridas, pese a las innumerables<br />
veces <strong>que</strong> fue tropezado por los toros. Y así<br />
estuvo toreando con ganado de las más diferentes<br />
ganadería. Por ejemplo, el (25-04-<br />
1915), con un toro de Murube realizó en Madrid<br />
una faena cumbre, en la <strong>que</strong> por rarísimo<br />
acaso en su vida taurina toreó al natural en<br />
redondo y de modo insuperable; faena tal vez<br />
muy superior a la del toro de Concha y Sierra<br />
de 1917, <strong>que</strong> para Juan fue la mejor de su<br />
vida. A estas alturas, comenzado desde 1915,<br />
ya Juan Belmonte es una figura consumada,<br />
siendo el año 1917 el <strong>que</strong> marca el cénit del<br />
hombre y del torero.<br />
123