Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
Algunos Diestros que Lidiaron Miuras - Fiestabrava
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
MIURA - 2002<br />
El (03-05-1857) tomó parte, en Sevilla,<br />
en la Corrida de Beneficencia. Apenas salió<br />
el primer toro arrojó el diestro el capote de<br />
<strong>que</strong> iba provisto y, cruzándose de brazos, citó<br />
al toro, haciéndole <strong>que</strong>brar con gran limpieza<br />
y <strong>que</strong>dándose en la mano con la lujosa moña<br />
<strong>que</strong> ostentaba, la <strong>que</strong> ofreció a los infantes<br />
du<strong>que</strong>s de Montpen-sier, <strong>que</strong> presenciaban<br />
la corrida y <strong>que</strong> correspon-dieron con un<br />
magnífico regalo.<br />
Sigue ejecutando la suerte con gran<br />
lucimiento, y de ello tenemos testimonios<br />
abundantes en revistas de la época. En Jerez<br />
de la Frontera la practica el (24-06-1857) con<br />
las banderillas y con las curiosas circunstancias<br />
de <strong>que</strong> nos instruye esta reseña;<br />
«Sonó el clarín de las banderillas, y salió<br />
Carmona el Gordito y practicó lo <strong>que</strong> prometió<br />
a los aficionados, <strong>que</strong> era hacer un cambio<br />
en la cabeza al poner los palos.<br />
Nuestra sorpresa fue extraordinaria al<br />
verle hacer el cambio, por<strong>que</strong> el diestro,<br />
cuando ofreció ejectar la suerte, no había<br />
notado <strong>que</strong> el toro era tuerto; así es <strong>que</strong> al<br />
notarlo dijo <strong>que</strong> era imposible hacerlo, mas a<br />
pesar de levantarle el compro-miso, su buen<br />
deseo le hizo practicarla. No titubeamos un<br />
solo momento en asegurar <strong>que</strong> es el mejor<br />
banderillero <strong>que</strong> ha habido, por<strong>que</strong> es entendido,<br />
fino y largo, y es el único <strong>que</strong> desde <strong>que</strong><br />
se lidian toros ha practicado esa suerte.»<br />
En Sevilla toreó el 27 de mismo mes<br />
de junio y año, y en una carta dirigida al El<br />
Enano por su corresponsal se dice: «Asistí<br />
ayer a una novillada <strong>que</strong> toreó Antonio<br />
Carmona Lu<strong>que</strong> (Gordito), y como yo fueron<br />
muchos aficionados, pues el chico es toda<br />
una notabilidad en banderillas y en su arrojo<br />
con los toros.»<br />
Al año siguiente, es decir, en 1858,<br />
continuó siendo Gordito lo más atractivo de<br />
los carteles en <strong>que</strong> le anuncian, En mayo, y<br />
siempre con sus hermanos, <strong>que</strong> en este año<br />
y el siguiente a Antonio debieron las más de<br />
sus contratas, actuó en la plaza de Lisboa,<br />
donde entusiasma a los aficionados<br />
portugueses con a<strong>que</strong>lla suerte.<br />
146<br />
En una Carta tauromáquica de<br />
Portugal (Sevilla, 1859) se describe así su<br />
actuación en la corrida de aquél 8 de mayo:<br />
«En medio del redondel colocó un aro<br />
pe<strong>que</strong>ño, metió los pies dentro de él, sus<br />
hermanos formaron grupo a su espalda, y<br />
en esta actitud le puso un par de banderillas<br />
al toro.» El séptimo lo banderilleó Gordito,<br />
quien al darle el cambio permitió se acostara<br />
su hermano José, colocando la cabeza entre<br />
sus piernas, y en esta actitud hizo la suerte.»<br />
A<strong>que</strong>l mismo año, en Jerez, repitió la suerte,<br />
«metido en un aro de media vara, haciendo<br />
el cambio sin sacar más de un pie, pero al<br />
rematar la suerte estaba dentro de él.»<br />
El (18-09-1858) puso en Sevilla, y por<br />
prinera vez aparece esta manera en el toreo,<br />
un par de banderillas en silla. Siguió toreando<br />
como peón y banderillero en 1860, sin precipitarse<br />
para adquirir la alternativa, pero no sin<br />
hacer algún ensayo con el esto<strong>que</strong>, Así, en la<br />
corrida patriótica celebrada en Sevilla el (11-<br />
12-1859), figuró como sobresaliente. Debo<br />
hacer notar <strong>que</strong>, si bien la novedad y<br />
lucimiento del cambio le coloca en posición<br />
excepcional entre los banderilleros de su<br />
tiempo, aun sin esta habilidad se le consideraba<br />
sin competencia.<br />
En la brega, por su inteligencia y<br />
soltura, era extraordinario, y poniendo<br />
banderillas en todas las formas conocidas<br />
resultaba inimitable. En septiembre de 1858<br />
toreó en Sevilla dos corridas en competencia<br />
con el Cuco, y la ventaja fue toda de Antonio<br />
Carmona, <strong>que</strong> llegó a dar el quiebro con los<br />
pies amarrados. Los elogios <strong>que</strong> se le tributaban<br />
eran desmesurados. Un antiguo aficionado<br />
de Bilbao escribía en El Boletín de<br />
Loterías y Toros en 1861:<br />
«El Gordito es un joven torero de magníficas<br />
circunstancias, <strong>que</strong> no tiene desperdicios,<br />
como se dice en el toreo; es diferente<br />
a todos los otros toreros del día, y promete y<br />
debe ser el mejor de los toreros conocidos,<br />
con inclusión de Montes.»<br />
En 1860 apareció su nombre en los<br />
carteles de Madrid como banderillero; pero